Plantas para la

sabiduría
del corazón
Por Eleonora Diez
Entender el proceso por el cual las plantas se transforman en
medicinales siempre fue un reto para la ciencia. Se concluye
que son especies vegetales que para adaptarse a
determinados acontecimientos naturales adversos
desarrollaron compuestos químicos que las ayudan a
combatir enfermedades, plagas y animales herbívoros. Estos
compuestos químicos es lo que comúnmente llamamos
"principios activos" y son productos pertenecientes al
metabolismo secundario de las plantas.
Rudolf Steiner sostuvo que las plantas medicinales tienen
tendencia a desarrollar un elemento estructural o proceso
parcial desmesuradamente, haciendo de él el rasgo
sobresaliente que las caracteriza. Lo que hace que una
planta sea medicinal es su anormalidad. Se distorsiona y sale
del "arquetipo vegetal" para desarrollar unas cualidades que
le son únicas. Esa estructura química que desarrollan para su
propio beneficio y adaptarse a ciertos climas o situaciones
que le son hostiles, será la misma que nos ayude a nosotros
ante las mismas circunstancias.
Este es el caso de las plantas “adaptógenas”. Una planta
adaptógena debe reunir determinadas características que
básicamente son cuatro: 1) Tener una acción antifatiga
frente a determinados esfuerzos físicos o mentales; 2)
Aumentar la resistencia al estrés; 3) Equilibrar el organismo;
4) Ser inocua desde el punto de vista toxicológico.

1
Entre otras podemos mencionar el Ginseng (Panax ginseng), la
cual crece en rincones inhóspitos de Asia, fríos y de alta
montaña, debiendo tolerar un ecosistema difícil por el cual
desarrolla características qué serán también beneficiosas
para el ser humano, animales y otras plantas en situaciones
similares. Ahora bien, hablamos bastante seguido de sus
efectos medicinales, pero, ¿qué acontece a nivel espiritual?

Las plantas nos transmiten sus enseñanzas a partir de su

propio camino recorrido y las transformaciones y cambios
que tuvieron que atravesar para llegar a completar su ciclo
de la mejor manera posible. Cada una de ellas forja una
personalidad, y al igual que nosotros, tienen el carácter que
en muchos casos le imprime el lugar donde nacen y crecen.
Por citar un ejemplo, el Eucalipto (Eucalyptus globulus) tiene
tendencia a ayudarnos a limpiar el organismo y, a su vez, el
ambiente donde vivimos. A través de él podemos "descargar
y purificar" todo lo que se halla estancado. ¿A qué se debe?
A que este árbol nace y crece en zonas húmedas y
pantanosas, con lo cual, tiene el don de drenar y eliminar el
agua acumulada alrededor de sus raíces. Por esta razón se
cultiva en zonas inundables. Vale aclarar que resulta
perjudicial en aquellas regiones en las que se necesita agua,
dado que seca humedales valiosos para el medioambiente y
la biodiversidad; por otro lado, es de tan rápido crecimiento
que termina expulsando a otras especies.

2
Las plantas no crecen de la tierra, se yerguen por encima de
la tierra en búsqueda de un polo superior, se oponen a la
muerte, a la adversidad. Ellas en sí mismas son la fuerza del
empuje. Muchas veces sacrifican su propia forma y la
empujan hacia un nivel más alto. Este "modelaje" nace de la
periferia cósmica u organismo planetario que surge del
devenir de la vida. Existe en las plantas una tensión entre la
raíz (que busca el centro de la tierra) y las partes aéreas
(que buscan la luz y se expanden por encima de la tierra).
Hay en ellas una superación de la ley de gravedad. Se elevan
por encima del conflicto entre la vida y la muerte en pos de
una armonía superadora que pueda resolver y llegar a un
conocimiento más elevado, vital. Después de sufrir un daño,
hay flores capaces de recuperarse retorciéndose hasta
exponer de nuevo sus órganos sexuales. La reproducción de
muchas flores depende de la alineación perfecta de sus
órganos sexuales y tubos de néctar para que un insecto
visitante las polinice. Los accidentes ocurren a las plantas
con bastante frecuencia (son pisadas o les cae una rama
encima) y, en algunos casos, pueden impedir que la planta
atraiga insectos polinizadores. Frente a este problema, un
nuevo estudio explica cómo algunas flores son capaces de
arreglar el problema. Algunas flores dañadas se doblan y
retuercen a la mejor posición posible para garantizar una
reproducción exitosa dentro de las 10 a 48 horas posteriores
de sufrir los daños.

3
Este aspecto poco conocido de la evolución de las plantas
nos dice mucho más de lo que sabíamos acerca de cómo ellas
se adaptan conductualmente a los cambios en su entorno,
incluidos los accidentes; y no sólo se adaptan ante tales
eventos. Las flores precedieron a los insectos en la tierra;
por consiguiente, cuando aparecieron éstos, aquellas
tuvieron que adaptar a las costumbres de esos
colaboradores imprevistos toda una maquinaria nueva. Este
solo hecho, geológicamente incontestable, entre todo lo que
ignoramos, basta para establecer la evolución, y esta
palabra un poco vaga ¿no significa, en último análisis,
adaptación, modificación, progreso inteligente? Aunque como
seres humanos somos naturaleza, podríamos encontrar en los
demás seres de la naturaleza atributos que en nosotros
están ausentes, o que tal vez también tenemos pero
escondemos para resguardarnos, adaptarnos (o más bien
"sobre-adaptarnos"). La naturaleza también se adapta pero
no deja de ser ella misma. Ese es el desafío que tenemos
como especie: entender la "adaptación" no como la
entendemos los seres humanos.

Importante: es una pequeña selección de las plantas medicinales

que me han ayudado a lo largo de los años. La intención de esta
mini revista digital no es proveer información acerca del empleo
medicinal de cada planta, sino rescatar la magia que se
encuentra unida indisolublemente a ellas y que podemos
experimentar no sólo cuando las incluimos como alimento o
medicina, sino observándolas en silencio unos minutos en el
jardín. Dialogar con el espíritu y el alma de las plantas es otra
forma de renacimiento y curación.

4
RAMA MADRE

La rama quedó desnuda

no percibió que era otoño

cuánto deberá pasar

hasta que un nido
se arme otra vez en sus costillas

hasta que la oruga

haga su camino
hacia la transformación.

Eleonora Diez

5
Sabias plantas

6
 iva
t
Na

Marcela
(Achyrocline satureioides)
Refugio
La Marcela es la abuela multicuradora que nos
abraza y acompaña a hacer frente a todo
acontecimiento. Nos da fuerza y dice: "todo va a
estar bien, porque yo estoy aquí". Es una gran
armonizadora física, psicológica y emocional. Su
empleo cotidiano nos arraiga a la vida. Por el clima
de altura donde crece, brinda calor de hogar y
otorga equilibrio orgánico y mental.

7
 Tilo
(Tilia platyphylla)
Tranquilidad

Deberíamos volver al Tilo la cantidad de veces que lo

hacen las abejas. Actúa a nivel pecho y sistema
nervioso. Amparados bajo su copa en plena floración
ya podemos sentir los efectos curativos sobre el alma
cuando está ansiosa o nerviosa. Es un árbol padre
que nos brinda serenidad y protección cuando más lo
necesitamos. Representa abundancia y sosiego.

8
 Salvia
(Salvia officinalis)
Meditación
Es la planta de la mujer. Su nombre deriva del latín y significa
"salvar". Clarifica la mente. A través de ella se profundizan los
estados meditativos. Limpia el ambiente de energías negativas.
Purifica y alegra el corazón; promueve la paz, armonía y sabiduría
interior. Potencia nuestra intuición. Nos induce a la reflexión,
introspección y relajación. Por la textura rugosa y áspera de sus
hojas (similar a la lengua humana y de otros mamíferos) podemos
intuir sus beneficios: es muy protectora a nivel boca y lengua,
motivo por el cual nos sugiere ser más cautelosos a la hora de
hablar. Mejor una palabra que serene a quien la escucha, que mil
versos innecesarios.

9
 Sauco
(Sambucus nigra)
Aire, expansión
El Sauco nos ayuda a sacar todo afuera. Desintoxica,
purifica, limpia y protege. Se le atribuye un poder
mágico ya que el aroma de sus flores aleja insectos,
sapos y serpientes. A pesar de ser un arbustito, los
catalanes lo llaman "árbol bueno", y hay un refrán
alemán que dice: "Ante el Sauco hay que
descubrirse". Nos ayuda a abrirnos, expandirnos y
ser como verdaderamente somos, sin temor.

10
 iva
t
Na

Carqueja
(Baccharis articulata)
Fortaleza
Posee la fuerza, la energía de vivir y el vigor de la tierra
caliente donde crece. Transforma la ira del corazón en
templanza y bondad porque actúa sobre el núcleo del enojo:
el hígado. Posibilita una gran transformación en nuestro
laboratorio interior: nos ayuda a dar el primer paso, a
tener constancia, a ser fuertes y coherentes. Nos brinda
estabilidad y seguridad física, psicológica y emocional.
También tiene el don de despertar el amor y la pasión, por
ese motivo se la considera afrodisíaca. Estimula el deseo.

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 Diente de León
(Taraxacum officinalis)
Flexibilidad, adaptación
El Diente de León, con su particular adaptación a suelos y climas
diversos, nos enseña que no importa el origen o la situación
personal si realmente deseamos florecer. Posibilita la toma de
conciencia y la comprensión del sentido de igualdad entre todos los
seres. Promueve la voluntad de cambio, perseverancia y
aceptación de uno mismo y los demás. Invita al corazón a ser como
un Junco y adaptarse a vientos favorables o desfavorables; a
tomar de la vida lo necesario, no más, no menos. Por ser altamente
nutritivo en su totalidad, alimenta nuestros valores y los de quienes
nos rodean, tanto a nivel físico como emocional.

12
 Manzanilla
(Matricaria chamomilla)
Vida silvestre, libertad
Es una gran aliada del corazón libre de la mujer. La Manzanilla
gusta nacer silvestre. Nos ayuda a retornar a la mujer salvaje, a
ser independientes y practicar el desapego como gran recurso.
Es equilibradora emocional y nos brinda confianza y serenidad.
Chamomilla deriva de la traducción latina del vocablo griego
chamaemelum que significa "feminizado"; y matricaria se origina
de matrix, la matriz, porque se considera muy buena para el
útero. Por este motivo, podríamos centrar su sabiduría
principalmente en el renacer femenino.

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 iva
t
Na

Incayuyo
(Lippia integrifolia)
Alegría
El Incayuyo tiene la enorme capacidad de abrazar y sanar los
corazones tristes. Es especial para cuando nos sentimos
angustiados por algún motivo o sin motivo aparente. Transmuta la
tristeza en alegría, la oscuridad en luz, la desesperación en
esperanza. Crece en zonas secas de los montes de América del
Sur, por ese motivo desarrolló un riquísimo aceite esencial que la
mantiene humectada y caliente en la estación seca de otoño-
invierno, y que es el origen de su precioso estado anímico. Su
nombre proviene de "Yuyo del Inca" o "Té del Inca" por ser una
planta sagrada y altamente valorada por las comunidades
indígenas, quienes la emplean para malestares diversos.

14
 iva
t
Na

Cedrón
(Aloysia triphylla)
Bienestar general
El Cedrón nos asienta en la calma, nos ayuda a no desbordar,
no sólo en relación con la digestión, sino con el sistema nervioso
y las emociones. Tiene el enorme poder de quitar el miedo a las
enfermedades, resultando una gran aliada de los
hipocondríacos y de aquellas personas que, por la angustia o la
melancolía, han perdido el apetito. Habla directamente al
corazón y lo tranquiliza. Es una hierba sudamericana cuyo
cultivo se ha extendido por todo el mundo, fundamentalmente
dentro de la perfumería. Su aroma reconforta a personas
deprimidas y a quienes no pueden conciliar el sueño.

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 Naranja
(Citrus aurantium)
Energía y alegría para los tiempos
de guardar (invierno)
Los frutos cítricos están allí, justo cuando más los necesitamos.
En este caso, la Naranja nos aporta todas las herramientas
necesarias para no decaer en invierno, tanto a nivel
inmunológico como emocional. El espíritu despierta y se pone en
movimiento cuando la Naranja está cerca. Desintoxica la mente
y restaura la energía perdida. Disminuye la ansiedad y el
estrés. Tranquiliza y otorga alegría en los corazones tristes,
como dice un famoso refrán: "La Naranja aleja las sombras y
abre las flores del alma". Brinda sensación de renacimiento.

16
 Tomillo
(Thymus vulgaris)
Aquí y ahora, pies en la tierra
El Tomillo es una hierba de poca altura que forma matas
compactas y las cuales se hallan fuertemente arraigadas al
suelo, como si fueran duras y copiosas cabelleras aferradas al
cuero cabelludo. Esa característica es la que nos propone a los
seres humanos: conectar con la tierra, percibir la vibración
imperceptible de los minerales. Anclar el corazón al momento
presente, casi como entrando en estado meditativo, es la
mayor virtud del Tomillo. Nos ayuda a desacelerar para luego
retomar nuestras actividades con más fuerza. Es una gran
aliada de la "atención plena", ya que favorece la concentración,
aleja el miedo, otorga felicidad y sabiduría.

17
 Caléndula
(Calendula officinalis)
Conexión con el Sol y su fuente
de vida, conexión con el Cosmos
Aparte de sus propiedades medicinales también es conocida
como servicio meteorológico: si a la mañana aún está cerrada
se espera tiempo inestable o lluvia; si está abierta se espera
tiempo soleado. Su nombre en latín ya es una revelación:
"Calendula" significa pequeño calendario. Si bien todas las
flores poseen una intrínseca relación con el Cosmos, la
Caléndula es una de las que más la tiene, especialmente con el
Sol. Ella en sí misma es un pequeño sol y refleja todo su poder.
Es mágica cuando deseamos conectar con la energía del
universo: elevada y poderosa, ya que es una flor multicuradora.

18
 Laurel
(Laurus nobilis)
Calor de hogar, limpieza energética
El Laurel está fuertemente arraigado a las tradiciones, y más aún, a la
cocina de la abuela. Es quien nos abre el apetito y nos predispone al
buen humor. Es protector áurico. El Laurel fue consagrado al Dios
Apolo, y con él se coronaban en los tiempos pasados a los
emperadores en Roma. Para ello (según las leyendas romanas) un
águila enviada por Júpiter dejó caer en el regazo de Drusilla, mujer de
Augusto, una gallina muy blanca, la cual llevaba en el pico un ramillete
de Laurel cargado de bayas aromáticas; una vez plantado multiplicó la
abundancia de su hogar. Del mismo modo se coronaban a los
vencedores en juegos y contiendas.
Brinda calor y protección al corazón.

19
 Jazmín del Cabo
(Gardenia jasminoides)
Jardín de la esencia del alma
El aroma que emana el Jazmín es prácticamente imposible de
reproducir fuera de ella y muy dificíl de percibir más que con el
alma; como si la flor fuera celosa de su aroma y no quisiera
separarse él. Aleja la oscuridad, brinda luz y claridad a quienes
estén transitando una crisis existencial y no encuentren sentido a su
vida. Acerca misterios de la naturaleza al espíritu y brinda
esperanza. Es muy beneficiosa para el sistema nervioso y reconforta
el corazón. Escribe Jorge Fernández Chiti: "Los árabes dividieron el
universo de lo existente en cuatro jardines: Jardín del Alma; Jardín
del Corazón; Jardín del Espíritu; y Jardín de la Esencia. Este último,
considerado el Supremo, o la Esencia, estaba simbolizado por la flor
del Jazmín, cuyo aroma se consideraba espiritualizante y ayuda para
la meditación y la oración".

20
 iva
t
Na

Cola de Caballo
(Equisetum giganteum)
Conexión con lo etéreo, lo sutil
Una infusión de Cola de Caballo es conectar con lo silíceo. Lo
silíceo es el órgano sensorial invisible exterior presente en toda
la Tierra. Aparte del silicio, gracias a los variados minerales que
la constituyen, influye en la armonía de la Tierra y, por
consiguiente, en la salud de otras plantas y seres. Otorga
fortaleza y resistencia física, psicológica y emocional. El espíritu
también es tierra fértil, y debe cultivarse. La Cola de Caballo
conecta al espíritu con lo sutil, lo liviano, lo que está por debajo
y sobre la tierra, ya que ella en sí misma extiende su cuerpo casi
sin peso para alcanzar el aire y la energía radiante y positiva de
lo cósmico que no podemos ver. Brinda sostén al alma.

21
 Menta
(Mentha piperita)
Claridad mental, concentración, frescura
La Menta actúa sobre el cerebro, el sistema nervioso y los
sentidos. Debe su nombre a una ninfa (Menta o Mente) de la que se
enamoró Hades, el dios del inframundo en la mitología griega.
Perséfone, al descubrir su traición, la convirtió en planta. Despeja
y aclara el corazón en momentos en los que nos sentimos
abrumados y confusos. En su nombre podemos encontrar los
beneficios que otorga al cuerpo mental. Favorece la concentración,
la atención y la memoria. Aleja las energías negativas, brinda
alegría y frescura a nuestra inteligencia emocional. Nos conecta
con lo más elevado de la sabiduría y templanza del espíritu. Nos
ayuda a obtener más imaginación y creatividad, a su vez que nos
tranquiliza.

22
 Vainilla
(Vanilla planifolia)
Ternura, dulzura del corazón
La Vainilla representa la infancia. Es el refugio tierno y
dulce de los niños, y aporta esa misma energía inquieta. Se
trata del único miembro comestible de la familia de las
Orquídeas. Según la leyenda, esta Orquídea tropical brotó
de la sangre de la diosa-princesa Xanat. Los aztecas la
emplearon como amuleto contra las enfermedades y los
frailes españoles para pacientes con problemas del pecho.
Es estimulante nervioso, levanta el estado de ánimo y
reduce la necesidad de sueño. Estimula también la
curiosidad innata del niño interior.

23
 Lavanda
(Lavandula angustifolia)
Serenidad
Si el Laurel nos conecta con la abuela, la Lavanda es la madre
de todos. La que duerme al niño y a sus padres, la que nos aleja
de las tristezas y protege nuestras noches. Si una persona
triste le abre su corazón a la planta todo su dolor se irá.
Tranquiliza, reconforta. Los griegos consagraron la planta a la
diosa Hecate, protectora de las brujas, y en mitología nórdica
se la considera la "hierba de los elfos y las hadas". ¿Será por
eso que es una de las plantas más queridas por los herboristas?
Aleja los miedos, la angustia, la ansiedad y el estrés. Brinda paz
y armonía espiritual. Es purificadora energética.

24
 Pino marítimo
(Pinus pinaster)
Espiritualidad, apertura hacia
la naturaleza, el bosque y seres sutiles
El Pino crece en climas fríos y húmedos. Es una “conífera”, cuyo término
deriva del griego: conus y ferre, que se traduce en “llevar conos”, haciendo
alusión a la forma de sus frutos y toda la forma cónica del árbol, la cual es su
característica principal y que en invierno permite que la nieve se deslice
hacia la tierra sin quebrar sus ramas. Su forma de flecha empinada hacia el
cielo también nos dice mucho acerca de la conexión del Pino con lo divino y
más elevado del espíritu. Permanecer en un bosque de pinos puede
conectarnos con la profundidad del corazón. Su enorme capacidad de
supervivencia en condiciones extremas nos enseña a mantenernos fuertes y
estoicos. El Pino es un portal a un fin superador como el de aceptarnos a
nosotros mismos, a tener confianza y fe. Es protector áurico y nos acerca a
los seres sutiles de la naturaleza. Caminar en silencio por un bosque de pinos,
sentir su presencia y regocijarnos con su aroma es una de las experiencias
más sanadoras que existen.

25
"Con cada respiración, la planta
conoce al ser humano y lo
identifica con ella misma. Con
cada respiración, el ser humano
se hace más similar a la planta
de lo que imagina y, en las
circunstancias adecuadas,
reconoce que él también conoce
a la planta y la identifica consigo
mismo".

Mónica Gagliano

26
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29
 Índice de plantas

Marcela....................................................Pág. 7
Tilo............................................................Pág. 8
Salvia........................................................Pág. 9
Sauco......................................................Pág. 10
Carqueja.................................................Pág. 11
Diente de León.......................................Pág. 12
Manzanilla..............................................Pág. 13
Incayuyo.................................................Pág. 14
Cedrón....................................................Pág. 15
Naranja..................................................Pág. 16
Tomillo.....................................................Pág. 17
Caléndula................................................Pág. 18
Laurel.....................................................Pág. 19
Jazmín del Cabo....................................Pág. 20
Cola de Caballo......................................Pág. 21
Menta.....................................................Pág. 22
Vainilla...................................................Pág. 23
Lavanda.................................................Pág. 24
Pino Marítimo........................................Pág. 25

30
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