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ASPECTOS FÍSICOS
Hacia la zona sur de los cerros orientales, la precipitación tiene un régimen monomodal,
con los valores más altos a mediados del año, a diferencia de la zona norte y de la cuenca
del Teusacá (zona más oriental), donde el régimen es bimodal, con los valores más altos en
abril y mayo y octubre y noviembre. Las temperaturas medias anuales varían desde los
8.4°C, sobre la cota 3.100 m.s.n.m., a los 13°C sobre la cota 2.750 m.s.n.m. La humedad
relativa presenta un régimen casi uniforme a lo largo del año, entre el 75 y el 80%, con un
valor medio anual de 78%; su valor más alto es en el mes de julio, con 87%. El brillo
solar tiene un valor promedio de 107 horas, siendo el mes de diciembre el que presenta un
mayor valor, con 130.2 horas y el mes de abril el menor, con 85.9 horas. La velocidad del
viento es relativamente baja, con un valor promedio de 1.7 m/s; su régimen es de tipo
monomodal, observándose el valor más alto en el mes de julio, con un registro de 1.9 m/s.
ASPECTOS BIÓTICOS
El estudio de cobertura vegetal de los Cerros Orientales indica que hay veintinueve (29)
tipos de vegetación. Las coberturas con especies nativas (bosques, rastrojos, matorrales,
vegetación de páramo y cordones riparios) ocupan el 63.16% del área total. De esta
cobertura, el 64.28% se encuentra en buen estado de conservación, mientras que el restante
35.72% se encuentra en estado medio y alto de fragmentación. Las coberturas vegetales en
el mejor estado de conservación se encuentran en la Vereda de Torca y las cuencas de las
quebradas Contador y Chicó (norte de la Reserva). Es importante anotar que la única
cobertura vegetal nativa que muy posiblemente ha crecido es el Frailejones- pajonal, la cual
es vegetación oportunista de páramo.
FAUNA
El borde urbano de los Cerros Orientales contiene menos especies de aves que las que se
encuentran en las formaciones anteriores, pero en todo caso son más que las que se hallan
en el ambiente completamente urbano. Es un efecto de borde, que depende de la riqueza de
oferta de hábitat, tanto en el cerro mismo (por el tipo de vegetación), como en la franja de
la ciudad (por la presencia de parques, jardines, etc.). En el norte de la Reserva, la cantidad
de aves que entran a la ciudad es mayor, por la presencia de matorrales naturales en las
inmediaciones del cerro, y por la existencia de un arbolado denso y mayor espacio entre las
zonas urbanizadas. En estos sitios se pueden encontrar algunas especies de colibríes como
el orejivioleta Colibrí corruscans, los colicintillos Lesbia spp, el abeja Acestrura mulsant,
el colicobrizo Metallura thyruanthina, o los carboneros Diglossa carbonaria, D. cyanea, el
papamoscas como Mecocerculus leucophrys, el toche Icterus chrysater, entre otras. En
cambio, en áreas densamente urbanizadas el número de especies es menor, y predominan
las especies más comunes como el colibrí Colibri corruscans, la mirla negra Turdus
fuscater, la golondrina negra Notiochelidon murina y la torcacita Zenaida auriculata.
ASPECTOS SOCIOECONÓMICOS
La Reserva presenta un alto nivel de concentración en la distribución de la tenencia de la
tierra. En el borde urbano (franja continua al borde occidental de la Reserva) y en la
Vereda Torca (zona norte) el grado de concentración es muy alto, seguido por las Veredas
Verjón Bajo y Verjón Alto (área más oriental de los Cerros Orientales), donde el grado de
concentración es modernamente alto. El único sector donde el grado de concentración es
medianamente bajo, es en la parte media de la fachada de los Cerros que da hacia la ciudad,
donde el propietario es en la mayor parte, la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de
Bogotá (EAAB).
De los anteriores sistemas, se encuentra que los que mayor cumplen con la norma que
define la categoría de Reserva Forestal Protectora, son las Áreas Privadas en Conservación
y las Áreas Públicas en Conservación. Los Predios sin construir corresponden a
aproximadamente el 15,5 % de la Reserva, y aunque en ellos no se identifica un uso
particular, son lugares de principal atención, ya que en ellos pueden desarrollarse a futuro
otros sistemas de alteridad que, por su comportamiento, bien podrían ir de manera contraria
al uso forestal que se establece para la Reserva.
Es de señalar que, aunque los Desarrollos Progresivos de Vivienda albergan la mayor parte
de la población que ocupa la Reserva (aproximadamente 74.700 personas de 80.000
estimadas para toda el área), este sistema de alteridad corresponde a aproximadamente el
3,7 % del total del área.
IMPACTO DE LA DEGRADACIÓN EN LOS CERROS ORIENTALES
Las externalidades negativas asociadas a problemas de crecimiento poblacional.
El crecimiento poblacional en los cerros orientales de las localidades de Chapinero y
Usaquén está provocando un incremento en la deforestación esto se debe a las diferentes
construcciones formales e informales de las zonas, el crecimiento de la agricultura y la
antigua actividad minera que ha permanecido especialmente en la localidad de Usaquén,
amenazando de esta manera la estabilidad del suelo y perdiendo el valor paisajístico
ambiental.
Una parte de la deforestación que se presenta en estas zonas puede relacionarse al nivel de
pobreza existente en estos lugres que están siendo usados por diferentes razones de los
habitantes, pero en el caso de las localidades estudiadas no solo se presenta pobreza, de
igual forma se ve un alto grado de territorios “Que son eminentemente residenciales y con
el pasar de los años se han convertido en sectores comerciales y/o educativos,
especialmente los barrios de estratos 4 y 5”
Por otro lado, dado que en estas localidades no solo se observan viviendas cuyas
características no son óptimas, sino también viviendas de alto costo, se puede observar que
al momento en que el nivel de ingreso llega a un tope determinado, la contaminación
empieza a disminuir ya que al tener un alto nivel de ingreso per capital se pueden
implementar nuevos métodos para la extracción de las materias primas, que se extraen para
la supervivencia del hombre en este caso sería la tala de árboles para la construcción de
nuevas viviendas y realización de actividades económicas como la minería. (Gonzalez.
2017)
La depredación que amenaza a los cerros orientales de Bogotá
La degradación que se está presentando en los cerros orientales de Bogotá, está causando
un deterioro en los diferentes servicios ecosistémicos que la naturaleza ofrece a la ciudad,
principalmente la regulación hídrica. Aun así, se debe resaltar, que existen impactos en los
ecosistemas que se derivan de procesos sociales los cuales no necesariamente son
externalidades.
La Corporación Autónoma Regional (CAR) advirtió que hay 178 procesos sancionatorios
por presuntos daños a la reserva forestal del oriente debido al uso inadecuado del suelo, a la
ocupación en las rondas de los ríos, así como la afectación a la flora y fauna de la zona de
reserva forestal.
Las invasiones ilegales –la mayoría propiciadas por los denominados ‘tierreros’– y la
urbanización de la zona de montaña son los principales causantes del impacto al
ecosistema, razón por la cual las autoridades ambientales anunciaron un monitoreo
permanente en la región para evitar que se siga depredando
la invasión ilegal de tierras
que en los últimos ocho años registró un incremento del 74 por ciento, cifra que fue
corroborada por el propio Distrito. Lo propio sucede con los principales afluentes que
nacen en los cerros y que presentan una desmejora en los últimos años, lo que se traduce en
un incremento de las cargas sólidas que se depositan en el río Bogotá.
Néstor Franco, director de la CAR, dijo que la preocupación de la entidad está concentrada
en los bienes eco sistemáticos como el páramo de Sumapaz, la zona de La Calera y los
cerros orientales, el parque natural de Chingaza y toda la franja de río.
La corporación revisará el desarrollo de los Planes de Ordenamiento Territorial (POT) que
se discuten y se opondrá a la construcción en los cerros y en zonas eco sistemáticas.
“El ciudadano también debe reconocer que Bogotá es valiosa en lo ambiental. Pocas
ciudades del mundo tienen esos cerros con ese estado de recuperación y conservación.
Pocas ciudades del mundo tienen la posibilidad de tener un río que se puede volver eje
estructurante y pocos habitantes del planeta tienen unos páramos únicos en el mundo”, dijo
Franco.
Referencias.
Gonzalez, E. 2017. Impacto de la degradación en los cerros orientales, por medio del
análisis de los conflictos en torno a la regulación hídrica.
https://ciencia.lasalle.edu.co/cgi/viewcontent.cgi?article=1497&context=economia