RELACION ECONOMIA SOLIDARIA – ECONOMIA AGRARIA SOSTENIBLE

En nuestro país la agricultura se encuentra altamente golpeada y afectada por

diferentes factores políticos, culturales, sociales y ambientales que han conllevado
a un desmejoramiento en la calidad de los productos, reduciéndose en muchos
casos la cantidad productiva, esto unido también a procesos de conflictos armados
que han desplazado comunidades, industrialización de la agricultura y al constante
crecimiento urbano que ha desplazado y cambiado los usos de suelo en nuestras
regiones.

Con el fin de mantener la productividad se generan diferentes estrategias

económicas que permitan aprovechar al máximo el factor capital, social y ambiental,
que a su vez mejores las economías familiares, locales o regionales, logrando
rentabilidad, sostenibilidad y que los excedentes sean las ganancias obtenidas de
este proceso productivo.

A raíz de esto nació la alternativa de economía solidaria, en donde todos los actores
del proceso participan como uno solo buscando el bien común, que genere
bienestar social y en donde la palabra lucrarse pasa a un segundo plano, debido a
que se transforma a un significado sin ánimo de lucro.

Si bien no es importante el factor lucrativo, esto no implica que no haya

responsabilidades, por el contrario, como se mencionaba anteriormente, esas
responsabilidades de cada uno de los que intervienen en el proceso se centran en
hacer las cosas lo mejor posible, para en equipo lograr los beneficios o resultados
que se tracen en el proceso productivo.

Esta economía además toma como pilar o insignia fundamental la protección del
medio ambiente y el aprovechamiento responsable y consiente de los recursos
naturales. En este modelo de desarrollo sostenible se genera la necesidad de
retomar o crear costumbres que permitan producir, ofrecer y consumir productos
sanos, limpios que en su proceso para la obtención fue amigable con el ambiente,
sin generar impactos significativos, propendiendo por la preservación, conservación
y mejoramiento ecológico de los diferentes ecosistemas naturales.
Al obtener ese una producción más limpia y amigable con el medio ambiente se
fomenta una economía agraria sostenible, en donde los recursos naturales son
utilizados en procesos productivos mejorando la calidad de los productos y a su vez
siendo estos recursos naturales nuevamente reincorporados al suelo, al ambiente
y/o al proceso productivo como tal.
Al reducir por ejemplo la compra de insumos compuestos químicos este rubro
económico pasa a formar parte de otro proceso para generar mayores beneficios
económicos.
Otro ejemplo que relaciona la economía solidaria con la economía agraria sostenible
radica en la mano de obra, dado que la remuneración económica de los
participantes en el proceso, no necesariamente es económica, sino que puede
traducirse también en otra clase de beneficios de primera necesidad, recordemos
que todos trabajan en equipo y de la mano para lograr un bien común o solidario
por encima de los intereses personales.

Este tipo de economías han aumentado en los últimos años en nuestro país,
convirtiéndose en una alternativa para combatir el hambre y la pobreza, además de
generar competencias mucho más igualitarias en la obtención y comercialización de
los productos.

WALTER FERNEY CAMACHO MORA

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