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Un Curso Rápido de

Actualización en Macro-
economía

N. Gregory Mankiw*

•Profesor de Harvard Univenity y de London School of Boonomia


CURSO DE ACTUALIZACIÓN EN MACROECONOMIA

precios. Algunos pensaron que la curva de


Resumen Phillips contenía la hipótesis de una tasa natu-
Este artículo presenta una discusión no ral (de desempleo), lo que implicaba que la
técnica sobre algunos de los mas importantes economía se autoregula en el largo plazo.
desarrollos en la macroeconomía de los últi- En el nivel más aplicado de la economía,
mos veinte años. Se presentan tres grandes este consenso se recogió en los modelos ma-
categorías de investigación. En primer lugar, croeconómicos de gran escala tales como el
se discute cómo la noción de expectativas modelo MPS (MIT-Penn-Social Science Re-
racionales ha afectado la visión de los econo- search Council). El trabajo de refinar este mo-
mistas sobre el papel de la política económica, delo produjo muchas disertaciones y tesis doc-
el debate sobre reglas versus discrecionalidad torales. Los agentes públicos y privados lo
y el trabajo empírico en la macroeconomía. En usaban confiadamente para proyectar y eva-
segundo lugar, se discuten varios enfoques luar los efectos de políticas económicas alter-
teóricos neoclásicos sobre el ciclo de nego- nativas.
cios, incluyendo teorías de información imper- Hoy los macroeconomistas están mucho
fecta, teorías del ciclo real de negocios y teo- menos seguros de sus respuestas. El modelo
rías de traslación sectorial. En tercer lugar, se IS-LM raramente encuentra recepción en las
discuten varios enfoques keynesianos sobre el revistas académicas; algunos lo miran como
ciclo de negocios incluyendo teorías basadas una reliquia del pasado y ya no se preocupan
en desequilibrio general, contratos laborales y por enseñarlo. Los modelos macroeconomé-
costos del menú. tricos de gran escala sólo se mencionan oca-
sionalmente en las conferencias académicas, a
menudo con desden. Y los estudiantes de pos-
Introducción tgrado difícilmente le dedican hoy sus esfuer-
Hace veinte años era mas fácil ser un zos a mejorar algún pequeño sector del modelo
estudiante de macroeconomía. Los macroeco- MPS.
nomistas se sentían más seguros sobre las res- En contraste con la manera como los eco-
puestas que daban a preguntas como las si- nomistas académicos miran su campo de estu-
guientes: "qué hace que el producto y el dio, los macroeconomistas aplicados no han
empleo fluctúen?", y, "cómo debe responder cambiado sustancialmente la forma en que
la política económica a estas fluctuaciones?". analizan la economía. El modelo IS-LM, au-
A nivel de los manuales el modelo acep-
tado de la economía era el modelo IS -LM. Este
había cambiado poco desde la interpretación Hoy los macroeconomistas
que le diera John Hicks (1937) a la entonces están mucho menos seguros
revolucionaria visión de la economía plantea-
da por John Maynard Keynes (1936). Ya que
de sus respuestas.
el modelo IS-LM tomaba el nivel de precios El modelo IS-LM raramente
como constante, una curva de Phillips de algún encuentra recepción en las
tipo se adicionaba para explicar el ajuste de
revistas académicas;
NOTA: Este artículo corresponde al 'Working Paper N*
algunos lo miran como
3256', NBER (National Bureau of Economic Re- una reliquia del pasado y ya
search) de Febrero de 1990. Su traducción por el pro-
fesor Carlos Ortíz y su publicación fueron no se preocupan por
autorizadas por el autor, N. Gregory Mankiw, Harvard
University, NBER, 1050 Massachusets Avenue, Cam- enseñarlo.
bridge, MA 02138.

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BOLETÍN SOCIOECONÓMICO N° 22 JULIO DE 1991

mentado con la curva de Phillips, continúa verídico en todos sus detalles, el pasaje men-
proveyendo la mejor vía de interpretar las dis- cionado sirve adecuadamente como parábola
cusiones de política económica en la prensa y para la macroeconomía de hoy.
entre las instancias que deciden las'políticas. Aproximadamente hace cinco siglos, Co-
Los economistas en el sector privado y en el pémico sugirió que el sol en vez de la tierra era
gobierno siguen usando los modelos macroe- el centro del sistema planetario. En su tiempo,
conométricos para proyectar y analizar las po- él supuso erróneamente que los planetas se-
líticas económicas. Los desarrollos teóricos de guían una órbita circular; hoy sabemos que
los últimos veinte afios han tenido relativa- estas son elípticas. Comparado con el entonces
mente poco impacto en la macroeconomía prevaleciente sistema de Ptolomeo, el sistema
aplicada. original de Copérnico era más elegante y, fi-
Por qué hay tanta disparidad entre la ma- nalmente, probó ser más útil. Pero en su mo-
croeconomía académica y la aplicada? La res- mento de formulación y durante mucho tiem-
puesta de algunos académicos es que los prac- po después, el sistema copernicano no
ticantes simplemente se han rezagado con funcionó tan bien como el sistema ptolomeico.
respecto a los desarrollos de punta, que los Para predecir la posición de los planetas el
practicantes han continuado usando modelos sistema ptolomeico era superior.
obsoletos porque no han seguido el rápido Ahora imagínese usted mismo alternati-
desarrollo de la teoría económica. Sin embar- vamente como un astrónomo académico o co-
go, esta visión parcial es sospechosa, pues mo un astrónomo aplicado en el tiempo en que
viola una propiedad fundamental del equili- Copérnico publicó sus concepciones. Si usted
brio económico: supone una oportunidad de hubiese sido un astrónomo académico, le ha-
beneficio que permanece inexplotada. Si los bría dedicado su investigación a mejorar el
desarrollos recientes en macroeconomía fue- sistema copernicano. Este constituía la mejor
ran útiles para el trabajo aplicado, ellos debe- alternativa para comprender el movimiento de
rían haber sido adoptados. La observación de los planetas en una forma simple e intelectual-
que los desarrollos recientes han tenido poco mente satisfactoria.
efecto en la macroeconomía aplicada crea al No obstante, si usted hubiera sido un
menos la sospecha de que estos desarrollos son astrónomo aplicado habría continuado usando
poco útiles a la macroeconomía aplicada. Uno el sistema ptolomeico. Hubiese sido tonto na-
puede tentarse a concluir que la investigación vegar con el más promisorio aunque menos
macroeconómica en los últimos veinte años no
tiene valor. Sin embargo, esta conclusión es
incorrecta. Los últimos veinte afios han sido
fructíferos para la macroeconomía. Los desa-
rrollos recientes simplemente no son del tipo
que se puede adoptar rápidamente por los ma-
croeconomistas aplicados.

Una parábola para la Macroeco-


nomía
Un pasaje de la historia de la ciencia es
útil para entender el estado actual de la ma-
croeconomía. No soy un historiador de la cien-
cia y por tanto no puedo abogar por su preci-
sión. Pero independientemente de que sea

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CURSO DE ACTUALIZACIÓN EN MACROECONOMIA

resquebrajó debido a dos fallas, una empírica


así como Copérnico no y otra teórica. La falla empírica fue que la
visión consensual no pudo explicar adecuada-
vio su proyecto
mente las crecientes tasas de inflación y de
completamente realizado desempleo durante los años setenta. La falla
durante su vida, no debemos teórica fue que la visión del consenso dejó una
esperar que estos desarrollos, brecha entre los principios microeconómicos
y la práctica macroeconómica que era dema-
por más promisorios siado amplia para ser intelectualmente satis-
que sean, lleguen a ser factoria.
de gran utilidad en el futuro Estas dos fallas se evidenciaron en su
forma mas dramática y reveladora en la famo-
cercano sa predicción de Milton Friedman (1968) y
Edmund Phelps (1968). De acuerdo con la
curva de Phillips simple, uno podía lograr un
preciso sistema copernicano. Dado el estado bajo nivel de desempleo de manera permanen-
del conocimiento inmediatamente después de te con solo tolerar un nivel alto de inflación. A
Copérnico, la separación funcional entre as- finales de los años sesenta, cuando la visión
trónomos académicos y aplicados era razona- del consenso todavía estaba en su apogeo,
ble y, de hecho, óptima. Friedman y Phelps argumentaron sobre bases
En este artículo presento algunos de los microeconómicas que la relación empírica en-
desarrollos recientes en macroeconomía. Mis tre inflación y desempleo se quebraría si los
lectores esperados incluyen aquellos econo- gobiernos trataban de explotarla. Ellos plan-
mistas aplicados del sector público y del go- tearon que el equilibrio, o la determinación de
bierno que a menudo observan la investiga- la tasa natural de desempleo, debía depender
ción reciente con una combinación de de la oferta de trabajo, de la demanda de tra-
asombro, confusión y desdén. No pretendo bajo, del número óptimo de búsquedas de tra-
adoctrinar. Tan sólo quiero mostrar cómo los bajo y de otras consideraciones microeconó-
desarrollos recientes apuntan hacia un mejor micas, pero no dependía de la tasa promedia
entendimiento de la economía, tal como la de crecimiento monetario. Los eventos subse-
sugerencia copernicana de un sistema helio- cuentes probaron la certeza de Friedman y
céntrico apunto hacia un mejor entendimiento Phelps: la inflación creció sin una reducción
del movimiento de los planetas. Sin embargo, permanente en el desempleo.
así como Copérnico no vio su proyecto com- La ruptura de la curva de Phillips y la
pletamente realizado durante su vida, no debe- premonición de Friedman y Phelps prepararon
mos esperar que estos desarrollos, por más a los economistas para el más amplio ataque a
promisorios que sean, lleguen a ser de gran la visión consensual por parte de Robert Lucas
utilidad en el futuro cercano. No obstante, en (1976). Lucas arguyóo que muchas de las re-
el largo plazo muchos de estos desarrollos laciones empíricas que conformaban los mo-
cambiarán profundamente la manera de pensar delos macroeconométricos de gran escala no
de los economistas sobre la economía y la estaban mejor fundamentados en principios
política económica. microeconómicos que la curva de Phillips. En
particular, Lucas planteó que las decisiones
La ruptura del consenso que determinan la mayor parte de las variables
El consenso en la macroeconomía que macroeconómicas, tales como el consumo y la
duró hasta principios de los años setenta, se inversión, dependen crucialmente de las ex-

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pectativas de los agentes económicos sobre el Lucas era correcta en principio, pero no era
curso futuro de la economía. No obstante, los importante en la práctica. Estas defensas no
grandes modelos macroeconométricos no in- prosperaron.
corporaban las expectativas de manera consis- Tal como mencioné, el consenso en ma-
tente, recurriendo en la mayoría de los casos a croeconomía se quebró debido a dos fallas.
la utilización de "proxies" verosímiles pero Ambas cruciales. Ni la falla empírica ni la falla
arbitrarias.* Lucas señaló que la mayoría de teórica eran suficientes para causar por sí mis-
las políticas cambian la forma en que los indi- mas la ruptura mencionada. Como un ejercicio
viduos forman sus expectativas sobre el futu- de historia intelectual es instructivo considerar
ro. Sin embargo, las "proxies" de las ex- las siguientes situaciones.
pectativas usadas en los modelos
macroeconométricos no tenían en cuenta este
cambio. Lucas concluyó, por tanto, que estos
modelos no debían usarse para evaluar el im-
pacto de políticas económicas alternativas.
La "Crítica de Lucas" se convirtió en el
grito de batalla de los atacantes del consenso.

Lucas señalo que


la mayoría de las políticas
cambian la forma en que los
individuos forman sus Suponga inicialmente que los modelos
expectativas sobre el futuro. macroeconométricos hubiesen fallado en ex-
Sin embargo, las "proxies" de plicar los eventos de la década de los setenta,
pero que los macroeconomistas se hubieran
las expectativas usadas en los sentido seguros de la fundamentación teórica
modelos macroeconométricos de estos modelos. Indudablemente los eventos
no tenían en cuenta se hubieran podido explicar de alguna forma:
tal como los defensores del consenso explica-
este cambio. ron, gran parte de la stagflación de los setenta
se puede atribuir a los choques de oferta de la
Los defensores respondieron que los usuarios OPEP. El resto siempre pudo haberse atribui-
de los modelos macroeconométricos ya habían do a unos pocos residuos grandes.** La hete-
advertido el problema que Lucas definió con roscedasticidad nunca ha sido una razón para
tanto énfasis, y que estos modelos eran de descartar un modelo que de otra forma sería
todas formas informativos si se usaban con bueno.
cuidado y buen juicio. Los defensores del con- Por otra parte, suponga que los modelos
senso también expresaron que la crítica de macroeconométricos se hubiesen comportado
* N.T. No existe hasta donde conozco, una traducción estupendamente en los setentas, pero que
adecuada de la palabra inglesa "proxy" en el contexto
de la econometría; ahí significa una variable que se ** N.T. El autor fe refiere a residuos en el sentido econo-
utiliza como sustituía de otra variable o de alguna métrico, o sea aquella parte délos variables que, debido
circunstancia en particular que por alguna razón no se al carácter parcialmente estocástico de los procesos
puede medir o captar directamente económicos, no puede ser predicha.

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CURSO DE ACTUALIZACIÓN EN MACROECONOMIA

Friedman, Phelps y Lucas hubiesen señalado


de todas formas sus inadecuados fundamentos La aceptación generalizada
microeconómicos. En este caso, los débiles del axioma de expectativas
fundamentos solo hubiesen preocupado a los
teóricos obsesivos. La predicción de Friedman racionales es, quizás,
y Phelps hubiera sido olvidada, inclusive si no el cambio individual
hubiera sido probada. La crítica de Lucas po- más importante en la
dría haber obsesionado a algunos teóricos ex-
céntricos, pero la respuesta general hubiese macroeconomía
sido "si funciona, no lo repares" ["Ifit ain't en las últimas dos décadas.
broke.don'tfixit"].
Sin embargo, tal como resulto, los mode-
los macroeconométricos y la visión consen- investigación les debe parecer esotérica e inú-
sual cayeron tanto empírica como teóricamen- til. De hecho, para propósitos prácticos lo es.
te. Esta ruptura llevo a un período de Me permitiré dividir los desarrollos re-
confusión, división y excitación que aún per- cientes en macroeconomía en tres categorías.
dura. Como la mayoría de las taxonomías la que
propongo es imperfecta. Algunos desarrollos
Direcciones de investigación caen en más de una de las tres categorías, y
Gran parte de la investigación en macroe- algunos pocos, naturalmente, en ninguna. No
conomía durante los pasados veinte años in- obstante, la taxonomía es útil, ya que permite
tentó afrontar los problemas causados por la entender los motivos y metas de los programas
ruptura del consenso. Los economistas han de investigación que han llevado a cabo mu-
dedicado nuevos y más intensos esfuerzos pa- chos macroeconomistas académicos en los úl-
ra fundamentar la macroeconomía sobre fir- timos años.
mes principios microeconómicos. A menudo, Una gran categoría de investigación trata
la relevancia de tal investigación para los pro- de modelar las expectativas en una forma más
blemas económicos actuales se ha sacrificado. satisfactoria de la que era usual hace veinte
A los economistas prácticos, gran parte de la años. Una atención mayor al tratamiento de las
expectativas puede a menudo extraer nuevos
y sorprendentes resultados de modelos co-
rrientes. La aceptación generalizada del axio-
ma de expectativas racionales es quizás el
cambio individual más importante en la ma-
croeconomía en las últimas dos décadas.
Una segunda categoría de investigación
trata de explicar los fenómenos macroeconó-
micos usando modelos neoclásicos. Estos
mantienen el supuesto de que los precios se
ajustan continuamente para equilibrar la oferta
y la demanda. Hace veinte años los macroeco-
nomistas suponían frecuentemente que algún
tipo de teoría de desequilibrio era necesaria
para explicar las fluctuaciones económicas. La
investigación reciente ha mostrado que los
modelos de equilibrio tienen muchas más ricas

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implicaciones de lo que alguna vez se pensó; pectativas racionales a la curva de Phillips


y estas no son fácilmente descartables. aumentada con expectativas a la manera de
Una tercera categoría de investigación Friedman y Phelps. Esta curva de Phillips
trata de reconstruir la macroeconomía usando plantea que la inflación esperada no afecta el
modelos neokeynesianos. Esta última catego- nivel de desempleo, aunque la inflación no
ría es la más compatible con el modelo de esperada reduce temporalmente el desempleo
manual que combina el modelo IS-LM con por debajo de su tasa natural. El supuesto de
una curva de Phillips moderna. Esta investiga- expectativas racionales, sin embargo, implica
ción se puede mirar como un intento de funda- que la gente no puede ser sorprendida por
mentar los análisis keynesiafios tradicionales eventos que ocurren sistemáticamente o por
sobre bases microeconómicas más firmes. medidas de política económica que se apli-
quen de manera uniforme y consistente. Sar-
Expectativas gent y Wallace pensaron que la política mone-
La noción de expectativas racionales tie- taria sistemática solo puede generar inflación
ne sus raices en el brillante pero en gran medi- que es esperada; esta política no puede generar
da inadvertido artículo de John Muth (1961). inflación no esperada ni puede, por tanto, afec-
Los economistas suponen usualmente que las tar el desempleo. Si tal descripción del mundo
firmas racionales maximizan ganancias y que fuera correcta, el anterior resultado haría ine-
los consumidores racionales maximizan su ficaces las reglas de política económica como
utilidad. Sería un acto de esquizofrenia no la siguiente: "aumente la tasa de expansión
suponer que los agentes económicos actúan monetaria cuando la economía parezca derivar
racionalmente cuando forman sus expectati- hacia una recesión".
vas del futuro. Hubo mucha confusión sobre el resultado
Gran parte de la investigación en macroe- de Sargent y Wallace. La irrelevancia de la
conomía desde la ruptura del consenso ha ex- política económica fue alguna vez considerada
plorado el supuesto de expectativas raciona- la consecuencia de las expectativas racionales
les. Por sí mismo, este supuesto no tiene per se. Hoy sabemos que las expectativas ra-
fundamentación empírica, asi como el supues- cionales no son el único ingrediente determi-
to de maximización de utilidad tampoco lo nante de la proposición de neutralidad. Tal
tiene. No obstante, junto a otras hipótesis au-
xiliares, muchas de las cuales precedieron la
introducción de expectativas racionales y, en La irrelevancia de la
su momento, parecían inobjetables, el supues- política económica fue
to de expectativas racionales puede tener pro- alguna vez considerada la
fundas y sorprendentes implicaciones.
consecuencia de las
Irrelevancia de la política eco- expectativas
nómica
racionales per se.
Una de las más tempranas y controverti-
das aplicaciones de las expectativas racionales Hoy sabemos que las
fue realizada por Thomas Sargent y Neil Wa- expectativas racionales no
llace (1975). Ellos afirmaron que la política son el único ingrediente
monetaria sistemática es irrelevante para la
determinación de la serie del producto y la determinante de la
serie del empleo. Para llegar a esta conclusión, proposición de neutralidad
Sargent y Wallace simplemente aplicaron ex-

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como Stanley Fischer (1977) mostró, es per-


fectamente posible construir modelos con ex-
pectativas racionales en los cuales la política
monetaria sistemática puede estabilizar la eco-
nomía. Por ejemplo, el modelo de Fischer, en
el cual la existencia de salarios rígidos juega
un papel central, genera políticas keynesianas
a pesar de que incorpora expectativas raciona-
les.
El artículo de Sargent y Wallace fue im-
portante no tanto por su resultado fundamental
sobre la neutralidad de la política económica
sistemática, sino porque ayudó a familiarizar
a los macroeconomistas con la utilización de
expectativas racionales. Mostró que los mode-
los podían ser resueltos sin invocar el uso de
"proxies" arbitrarias de las expectativas, y que
la solución con expectativas racionales podía
Una vez que la atención
resultar muy diferente a la solución tradicio- de los macroeconomistas
nal. El artículo de Sargent y Wallace fue una se dirigió al papel central de
de las más tempranas aplicaciones de las ex-
pectativas racionales a la teoría macroeconó- las expectativas, muchas
mica e ilustró vividamente la importancia po- preguntas tomaron una nueva
tencial de este enfoque. forma
Una vez que la atención de los macroeco-
nomistas se dirigió al papel central de las ex-
pectativas, muchas preguntas tomaron una Fischer 1980, Robert Barro y David Gordon
nueva forma. La tarea de repensar la teoría 1983).
macroeconómica para tener en cuenta cómo El argumento contra la discrecionalidad
los agentes privados forman expectativas ade- se ilustra simplemente con un ejemplo que no
cuadas a su medio ambiente se convirtió en la envuelve la economía sino la política, especí-
principal tarea de los macroeconomistas aca- ficamente la política gubernamental sobre ne-
démicos. Esta reemplazó el trabajo en modelos gociaciones con terroristas acerca de la libera-
macroeconométricos como centro de investi- ción de rehenes. La política anunciada de
gación. Estados Unidos y de muchas otras naciones es
que no se negociará sobre rehenes. Tal anuncio
Reglas vs. discreción se propone disuadir a los terroristas: si nada se
De las muchas preguntas que se han exa- puede ganar secuestrando, los terroristas ra-
minado quizas la más importante es si la polí- cionales no tomarán rehenes. Pero, de hecho,
tica gubernamental debe conducirse por regla los terroristas son suficientemente racionales
o a discreción. Varios autores han ofrecido una como para saber que una vez se toman los
nueva y a menudo persuasiva razón para ser rehenes, la política anunciada puede tener muy
escépticos acerca de la discrecionalidad cuan- poca fuerza, y que la tentación de hacer alguna
do el resultado esperado depende de las expec- concesión para obtener la liberación de los
tativas del sector privado. (Finn Kydland y rehenes puede llegar a ser abrumadora. La
EdwardPrescott 1977, Guillermo Calvo 1978, única forma de disuadir a los terroristas verda-

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BOLETÍN SOaOECONOMICO W 22 JULIO DE 1991

deramente racionales, es quitarles de alguna cionalidad están fuertemente tentadas a seguir


forma la discrecionalidad a las instancias que políticas inflacionarias para reducir el desem-
toman las decisiones y comprometerlas a la pleo. Y así como los terroristas descuentan las
regla de no negociar nunca. Si tales instancias políticas anunciadas de nunca negociar, los
fueran verdaderamente incapaces de hacer agentes privados descuentan las políticas
concesiones, el incentivo de los terroristas pa- anunciadas de baja inflación.
ra tomar rehenes sería reducido sustancial- La sorprendente consecuencia del análi-
mente. sis anterior es que las instancias que dirigen la
El mismo problema surge, menos dramá- política pueden algunas veces alcanzar mejor
ticamente, en la dirección de la política mone- sus propios objetivos si se quita la discrecio-
taria. Consideremos el dilema de las autorida- nalidad de sus manos. En el caso de los rehe-
des monetarias preocupadas a la vez por la nes, se tomarán menos rehenes y habrá menos
inflación y el desempleo en un mundo gober- rehenes asesinados si los gobiernos están obli-
nado por la curva de Phillips aumentada con gados a cumplir la aparentemente dura regla
expectativas a la Friedman-Phelps. Las auto- de abandonar los rehenes. En el caso de la
ridades quieren que el público espere una in- política monetaria, habrá menor inflación sin
flación baja, de manera que ellas obtengan un mayor desempleo si las autoridades moneta-
intercambio favorable entre inflación y de- rias están comprometidas con una política de
sempleo. Pero el anuncio de una política mo- inflación cero.
netaria para mantener la inflación baja no es Esta teoría de política monetaria tiene un
creible, pues una vez que las expectativas se trivial pero importante corolario. Bajo una cir-
han formado las autoridades tienen un incen- cunstancia especial las autoridades moneta-
tivo para no cumplir su palabra y reducir el rias que disfrutan de discrecionalidad logran el
desempleo. Los agentes económicos privados mismo resultado que las autoridades sujetas a
entienden este incentivo y, por tanto, no creen una regla fija de inflación cero: si a tales auto-
en el anuncio desde un principio. Así como un ridades les desagrada la inflación mucho más
presidente enfrentado a una crisis de rehenes de lo que les desagrada el desempleo, la infla-
esta dolorosamente tentado a negociar la libe- ción bajo discrecionalidad es cercana a cero,
ración, las autoridades monetarias con discre- pues el incentivo para adoptar políticas infla-
cionarias es muy pequeño. Este descubrimien-
to provee alguna guía a aquellos cuyo trabajo
consiste en nombrar los directores del banco
Asícomo un presidente central. Una alternativa a la imposición de una
enfrentado a una crisis de regla fija es nombrar individuos con un fer-
viente desagrado por la inflación.
rehenes esta dolorosamente
El problema que hemos discutido en el
tentado a negociar la contexto de la política sobre rehenes y la polí-
liberación, las autoridades tica monetaria es llamado más generalmente
la inconsistencia temporal de la política ópti-
monetarias con
ma. Esta surge en muchos otros contextos. Por
discrecionalidad están ejemplo, el gobierno puede anunciar que no
fuertemente tentadas a seguir gravara al capital para inducir la acumulación;
pero una vez que el capital se ha formado, el
políticas inflacionarias para
gobierno puede sentirse tentado a incumplir su
reducir el desempleo promesa porque la gravación del capital no es
distorsionadora. Consideremos otro ejemplo,

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deramente racionales, es quitarles de alguna cionalidad están fuertemente tentadas a seguir


forma la discrecionalidad a las instancias que políticas inflacionarias para reducir el desem-
toman las decisiones y comprometerlas a la pleo. Y así como los terroristas descuentan las
regla de no negociar nunca. Si tales instancias políticas anunciadas de nunca negociar, los
fueran verdaderamente incapaces de hacer agentes privados descuentan las políticas
concesiones, el incentivo de los terroristas pa- anunciadas de baja inflación.
ra tomar rehenes sería reducido sustancial- La sorprendente consecuencia del análi-
mente. sis anterior es que las instancias que dirigen la
El mismo problema surge, menos dramá- política pueden algunas veces alcanzar mejor
ticamente, en la dirección de la política mone- sus propios objetivos si se quita la discrecio-
taria. Consideremos el dilema de las autorida- nalidad de sus manos. En el caso de los rehe-
des monetarias preocupadas a la vez por la nes, se tomarán menos rehenes y habrá menos
inflación y el desempleo en un mundo gober- rehenes asesinados si los gobiernos están obli-
nado por la curva de Phillips aumentada con gados a cumplir la aparentemente dura regla
expectativas a la Friedman-Phelps. Las auto- de abandonar los rehenes. En el caso de la
ridades quieren que el público espere una in- política monetaria, habrá menor inflación sin
flación baja, de manera que ellas obtengan un mayor desempleo si las autoridades moneta-
intercambio favorable entre inflación y de- rias están comprometidas con una política de
sempleo. Pero el anuncio de una política mo- inflación cero.
netaria para mantener la inflación baja no es Esta teoría de política monetaria tiene un
creíble, pues una vez que las expectativas se trivial pero importante corolario. Bajo una cir-
han formado las autoridades tienen un incen- cunstancia especial las autoridades moneta-
tivo para no cumplir su palabra y reducir el rias que disfrutan de discrecionalidad logran el
desempleo. Los agentes económicos privados mismo resultado que las autoridades sujetas a
entienden este incentivo y, por tanto, no creen una regla fija de inflación cero: si a tales auto-
en el anuncio desde un principio. Así como un ridades les desagrada la inflación mucho más
presidente enfrentado a una crisis de rehenes de lo que les desagrada el desempleo, la infla-
esta dolorosamente tentado a negociar la libe- ción bajo discrecionalidad es cercana a cero,
ración, las autoridades monetarias con discre- pues el incentivo para adoptar políticas infla-
cionarias es muy pequeño. Este descubrimien-
to provee alguna guía a aquellos cuyo trabajo
consiste en nombrar los directores del banco
Asícomo un presidente central. Una alternativa a la imposición de una
enfrentado a una crisis de regla fija es nombrar individuos con un fer-
viente desagrado por la inflación.
rehenes esta dolorosamente
El problema que hemos discutido en el
tentado a negociar la contexto de la política sobre rehenes y la polí-
liberación, las autoridades tica monetaria es llamado más generalmente
la inconsistencia temporal de la política ópti-
monetarias con
ma. Esta surge en muchos otros contextos. Por
discrecionalidad están ejemplo, el gobierno puede anunciar que no
fuertemente tentadas a seguir gravara al capital para inducir la acumulación;
pero una vez que el capital se ha formado, el
políticas inflacionarias para
gobierno puede sentirse tentado a incumplir su
reducir el desempleo promesa porque la gravación del capital no es
distorsionadora. Consideremos otro ejemplo,

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supongamos que el gobierno anuncia que per-


seguirá vigorosamente a los evasores de im- En esencia, Hall aplicó la
puestos; pero una vez que la evasión fiscal ha lógica de la hipótesis de
sucedido, el gobierno puede tentarse a declarar
una amnistía tributaria para recoger algunos mercados eficientes,
ingresos adicionales. Tercer ejemplo: El go- que los economistas han
bierno puede anunciar que otorgará temporal- usado durante mucho tiempo
mente el derecho de monopolio a los invento-
res de nuevos productos para incentivar la para explicar la
invesigación y el desarrollo; pero cuando los impredictibilidad de los
productos se inventan el gobierno puede estar precios de las acciones y
tentado a revocar la patente con el fin de
eliminar la distorsión monopólica de los pre- bonos, a la hipótesis del
cios. En cada uno de estos casos los agentes ingreso permanente.
racionales preven el incentivo que el gobierno
tiene de defraudarlos, y esta expectativa afecta
su comportamiento. Y también en cada caso, evolución de su consumo en el tiempo. Como
la solución del problema consiste en eliminar consecuencia, el consumo refleja las expecta-
el poder discrecional del gobierno sujetándolo tivas de los consumidores sobre su ingreso
a una regla de política fija. futuro; el consumo solo cambia cuando los
consumidores revisan sus expectativas. Si los
Expectativas racionales en el consumidores usan toda la información dispo-
trabajo empírico nible de forma óptima, la revisión en sus ex-
Hasta ahora hemos hecho énfasis en los pectativas debe ser impredecible, y también
desarrollos de la teoría macroeconómica. Pero deben serlo los cambios en el consumo de un
la amplia aceptación de las expectativas racio- período a otro. En esencia, Hall aplicó la lógica
nales como principio metodológico también de la hipótesis de mercados eficientes, que los
ha tenido una influencia profunda en el trabajo economistas han usado durante mucho tiempo
de tipo empírico. Al centrar la atención en la para explicar la impredictibilidad de los pre-
forma como los agentes económicos se deben cios de las acciones y bonos, a la hipótesis del
comportar bajo condiciones de incertidumbre, ingreso permanente.
la revolución de las expectativas racionales ha Formulada de esta forma, la hipótesis del
cambiado la manera en que los macroecono- ingreso permanente se puede probar fácilmen-
mistas formulan sus teorías y la forma en que te. Simplemente se corre una regresión de los
usan los datos para probarlas. cambios del consumo contra cualquier conjun-
Un ejemplo de un tópico que ha sido to de variables rezagadas para ver si estas
extensamente reexaminado a la luz de las ex- variables permiten proyectar tales cambios.
pectativas racionales es la teoría sobre el con- Cuando Hall corrió estas regresiones encontró,
sumo basada en la hipótesis del ingreso perma- para sorpresa de muchos economistas, que la
nente. En un artículo seminal, Robert Hall teoría pasaba la prueba, al menos como una
(1978) señalo una simple y sorprendente con- primera aproximación. Los cambios del con-
secuencia de tal teoría: los cambios en el con- sumo agregado de trimestre a trimestre son en
sumo deben ser impredecibles. De acuerdo gran proporción impredecibles. Como el pre-
con la teoría del ingreso permanente, los con- cio de las acciones y de los bonos, el consumo
sumidores que enfrentan una restricción pre- se aproxima a una "senda estocástica" (ran-
supuestaria intertemporal tratan de suavizar la dom walk).

89
9
BOLETÍN SOCIOECONÓMICO N 22 J U L I O D E 1991

Para observar qué tan revolucionaria fue dológica de Hall, han encontrado que el ingre-
la aproximación de Hall al problema, conside- so corriente tiene una influencia más fuerte
remos cómo un investigador empírico mide el sobre el consumo de la que predice la teoría
éxito de su trabajo. Hace veinte años, la inves- del ingreso permanente (Marjorie Flavin,
tigación empírica sobre el consumo a menudo 1981, Hall y Frederic Mishkin, 1982, John
implicaba la estimación de funciones de con- Campbell y Gregory Mankiw, 1989, 1990,
sumo. El éxito se media por lo bien que la Chris Carrol y Lawrence Summers, 1989).
ecuación estimada se ajustaba a los datos; esto Hay todavía mucha controversia acerca de la
2
es, el éxito era un R alto. Hall puso el proce- validez del ingreso permanente, pero no hay
dimiento cabeza abajo arguyendo que la teoría duda de que Hall cambió para siempre los
del ingreso permanente es válida precisamente términos del debate.
2
porque encontró un R bajo. Esta diferencia Alguna vez revolucionaria, la aproxima-
aparece porque Hall no estimó una función ción de las expectativas racionales al trabajo
consumo, sino que examinó la condición inter- empírico es hoy corriente. Esta encuentra su
temporal de primer orden de un consumidor desarrollo más avanzado en los métodos de la
típico para comprobar si este consumidor co- ecuación de Euler que evolucionaron del tra-
metía errores sistemáticos en sus decisiones de bajo de Hall sobre la teoría del consumo. Los
optimización. investigadores han aplicado estos métodos al
En retrospectiva es claro que la contribu- estudio de la oferta de trabajo, la demanda de
ción de Hall fue más metodológica que sustan- trabajo, el gasto en bienes de consumo durable,
tiva. Hall concluyó que la evidencia favorecía la inversión de bienes de capital fijo y la acu-
fuertemente la hipótesis del ingreso perma- mulación de inventarios. Aunque estas nuevas
nente. Investigadores posteriores, algunos de técnicas probablemente no sustituyan comple-
los cuales han seguido la aproximación meto- tamente a las anteriores aproximaciones eco-
nométricas, ellas han ganado un lugar perma-
nente en la caja de herramientas de los
economistas empíricos.
La meta de la revolución Macroeconomía neoclásica
neoclásica fue reconstruir Debido a que el ataque inicial de Lucas
la macroeconomía sobre la práctica macroeconómica corriente
utilizando las bases hizo énfasis sobre la forma inadecuada en la
cual las expectativas se modelaban, la primera
microeconómicas de tarea que enfrentaron los macroeconomistas
preferencias y tecnología. fue aprender a tratar la previsión de los agentes
Los economistas neoclásicos económicos racionales. En las etapas iniciales
de la revolución neoclásica, algunos econo-
persiguieron este objetivo mistas creyeron que los modelos macroeconó-
al tiempo que mantenían micos podían ser enmendados con relativa fa-
los axiomas de que los cilidad. Parecía simplemente que las "proxies"
de las expectativas debían ser reeplazadas por
individuos siempre optimizan las expectativas racionales. Pero esta visión
y, más controvertidamente, era demasiado optimista: había mucho más
que los mercados siempre se trabajo por realizar. La meta de la revolución
neoclásica fue reconstruir la macroeconomía
equilibran. utilizando las bases microeconómicas de pre-

90
CURSO DE ACTUALIZACIÓN EN M A C R O E C O N O M A

esta forma, el supuesto de información imper-


fecta se utilizó para generar la curva de Phillips
con expectativas a la Friedman- Phelps.
Aunque esta teoría del ciclo de negocios
recibió mucha atención en los años setenta, ha
atraido pocos adherentes en los años recientes.
La razón de esta caída en popularidad no es
clara. Los críticos plantean que la confusión
con respecto al nivel de precios no puede
probablemente ser tan grande que genere los
grandes cambios del producto y del empleo
que se observan en el ciclo económico. La
evidencia empírica tampoco ha sido en general
favorable (Barro y Zvi Hercowitz 1980, Mis-
hkin 1983). Pero no hay evidencia completa-
mente contudente que explique por qué este
enfoque ha sido tan ampliamente abandonado.

ferencias y tecnología. Los economistas neo- El ciclo real de negocios


clásicos persiguieron este objetivo al tiempo Aquellos que trabajan en la tradición neo-
que mantenían los axiomas de que los indivi- clásica han hecho énfasis recientemente en lá
duos siempre optimizan y, más controvertida- teoría del ciclo "real" de negocios (John Long
mente, que los mercados siempre se equili- y Charles Plosser 1983, Barro y Robert King
bran. 1984, Prescott 1986). Esta teoría se deriva del
supuesto de que existen grandes fluctuaciones
Información imperfecta aleatorias en la tasa de cambio tecnológico.
Los modelos neoclásicos más tempranos Debido a que estas fluctuaciones en la tecno-
tuvieron el objetivo de generar un ciclo de logía implican fluctuaciones en los precios
negocios monetario. Para lograrlo, se alejaron relativos, los individuos racionalmente alteran
ligeramente del paradigma walrasiano supo- su oferta de trabajo y su consumo. El ciclo de
niendo información imperfecta con respecto a negocios es, de acuerdo con esta teoría, la
los precios (Lucas 1972,1973). Se supuso que respuesta eficiente y natural de la economía a
los individuos estaban más al tanto de los los cambios en la tecnología disponible.
precios de los bienes que producían que de los La fortaleza de los modelos del ciclo real
precios de los bienes que compraban. En con- de negocios consiste en que son extremada-
secuencia, estos individuos tendían a confun- mente sintéticos y, al mismo tiempo, se funda-
dir los movimientos en el nivel de precios mentan rigurosamente en principios microe-
agregado -que no deben importar-, con los conómicos. Estos modelos son usualmente
movimientos en los precios relativos -que de- modelos corrientes de equilibrio general inter-
ben importar-. Una inflación inesperada lleva temporal, comunes en el estudio del creci-
a los individuos a inferir que los precios rela- miento económico, pero corregidos levemente
tivos de los bienes que producen son tempo- para incluir cambios aleatorios en la tecnolo-
ralmente altos, lo cual induce a aumentar la gía. Tales modelos reproducen el comporta-
oferta. Así, pues, este análisis implica que el miento de las más importantes variables eco-
producto depende de la desviación de la infla- nómicas sorprendentemente bien. Edward
ción con respecto a la inflación esperada. De Prescott provocativamente concluye que el ci-

91
a
BOLETÍN SOCIOECONÓMICO N 22 JULIO DE 1991

cío de negocios no es un acertijo; por el con- Tercero, la teoría del ciclo real de nego-
trario, ya que las fluctuaciones económicas cios supone -y este es el supuesto del cual la
son una consecuencia natural de los modelos teoría deriva su nombre- que la política mone-
corrientes de crecimiento económico, sería un taria es irrelevante para las fluctuaciones eco-
acertijo que no observáramos el ciclo de nego- nómicas. Antes de que la teoría del ciclo real
cios. de negocios entrara al debate a principio de los
La teoría del ciclo real de negocios con- años ochenta, casi todos los macroeconomis-
trasta agudamente con la visión consensual de tas compartían una proposición: el dinero im-
los años sesenta. Mencionaré brevemente tres porta. Aunque había mucha controversia sobre
supuestos de estos modelos que hace veinte si una política monetaria sistemática podía
años hubiesen sido considerados ridículos y estabilizar la economía, era umversalmente
aún hoy día son controvertidos. aceptado que una mala política monetaria po-
Primero, la teoría del ciclo real de nego- día ser desestabilizadora. Los teóricos del ci-
cios supone que la economía experimenta clo real de negocios han desafiado esta posi-
grandes y súbitos cambios en la tecnología de ción usando el viejo argumento keynesiano de
producción disponible. Muchos modelos del que cualquier correlación entre dinero y pro-
ciclo real de negocios explican las recesiones ducto sólo aparece porque la oferta monetaria
como períodos de involución tecnológica -es- es endógena (King y Plosser 1984). Ellos tam-
to es, disminuciones en la habilidad tecnológi- poco le dan mucha importancia a la evidencia
ca de la sociedad- Los críticos contra argu- anecdótica sobre los efectos de la política mo-
mentan que grandes cambios en la tecnología, netaria -como la deflación de Volcker a prin-
especialmente regresiones tecnológicas, son cipio de los años ochenta-, la cual parece
altamente improbables (Summers 1986, Man- adaptarse al punto de vista de muchos otros
kiw 1989). Es más común suponer que el economistas.
progreso técnico se realiza gradualmente.
Segundo, la teoría del ciclo real de nego-
cios supone que las fluctuaciones del empleo
reflejan cambios en la cantidad de tiempo que
la gente quiere trabajar. Debido a que el em-
la teoría de la traslación
pleo fluctúa sustancialmente, mientras los de- sectorial observa la
terminantes de la oferta de trabajo -el salario dicotomía clásica al negar
real y la tasa real de interés- varían sólo leve-
cualquier efecto de los
mente, estos modelos requieren que el ocio*
sea altamente sustituible en el tiempo. Este choques monetarios.
supuesto contradice muchos estudios econo- Pero a diferencia de la teoría
métricos de la oferta de trabajo que se han del ciclo real de negocios,
basado en datos individuales. Tales estudios
típicamente encuentran una pequeña elastici- se separa ligeramente del
dad intertemporal de substitución (Joseph Al- paradigma neoclásico
tonji 1986). También contradice las fuertes al suponer que cuando un
creencias de muchos economistas según las
cuales el alto desempleo en las recesiones es trabajador se
involuntario en una gran proporción. traslada de un sector a otro
es necesario un período de
N.T. Ocio en el sentido económico, o sea, tiempo libre
disponible. desempleo

92
CURSO DE ACTUALIZACIÓN EN MACROECONOMA

dad de puestos vacantes. Sin embargo, las


no es muy claro como fluctuaciones observadas siguen precisamente
podemos distinguir el patrón inverso: tasas de desempleo altas
coinciden con bajo nivel de clasificados publi-
empíricamente la teoría citarios en la búsqueda de trabajadores (Kat-
de la traslación sectorial de harine Abraham y Lawrence Kats, 1986). Más
aún, aunque la teoría de la traslación sectorial
las teorías del ciclo real de
sugiere que los trabajadores cambian de traba-
negocios -que hacen énfasis jo durante las recesiones, lo opuesto parece ser
en las fluctuaciones el caso: la traslación de trabajadores es fuerte-
mente procíclica (Kevin Murphy y Robert To-
tecnológicas en el conjunto
pel 1987). Estos hallazgos sugieren que la
de la economía-, o de las
keynesianas -que hacen
énfasis en las fluctuaciones
de la demanda agregada.

Traslación sectorial
Otro análisis neoclásico del ciclo de ne-
gocios es la teoría de la traslación sectorial, la
cual resalta el costo de ajuste del trabajo entre
sectores (David Lilien 1982, Fischer y Black
1987). Como la teoría del ciclo real de nego-
cios, la teoría de la traslación sectorial observa
la dicotomia clásica al negar cualquier efecto teoría de la traslación sectorial difícilmente
de los choques monetarios. Pero a diferencia puede conciliarse con las fluctuaciones econó-
de la teoría del ciclo real de negocios, se separa micas observadas.
ligeramente del paradigma neoclásico al supo- Los defensores de la teoría replican que
ner que cuando un trabajador se traslada de un la evidencia de este tipo no es persuasiva. Ya
sector a otro es necesario un período de desem- que el proceso de ajuste sectorial requiere un
pleo, posiblemente para búsqueda de trabajo. período de alto desempleo y bajos ingresos, es
De acuerdo con esta teoría, las recesiones son posible que el ajuste disminuya la demanda
períodos en los cuales hay más choques secto- por productos de otros sectores. Así, nosotros
riales y por tanto una mayor necesidad de podemos observar pocos puestos vacantes y
ajuste sectorial. poca traslación de trabajadores durante las re-
Aunque hay todavía mucho trabajo em- cesiones, aún si ellas son inicialmente causa-
pírico en desarrollo, la evidencia disponible no das por la necesidad de redistribuir el trabajo
parece apoyar la teoría de la traslación secto- entre los diferentes sectores. De esta forma no
rial. Si los trabajadores estuvieran desemplea- es muy claro cómo podemos distinguir empí-
dos voluntariamente durante las recesiones ricamente la teoría de la traslación sectorial de
porque se están trasladando a nuevos trabajos las teorías del ciclo real de negocios -las cua-
en otros sectores, esperaríamos encontrar alto les hacen énfasis en las fluctuaciones tecnoló-
desempleo coincidiendo con una gran canti- gicas en el conjunto de la economía-, o de las

93
CURSO DE ACTUALIZACIÓN EN M A C R O E C O N O M A

necesario admitir que algunos agentes econó-


Una línea prominente de micos tienen control sobre los precios. Por
tanto, se necesita ir más allá del supuesto de
investigación modeló el
que los agentes individuales toman los precios
mercado de trabajo como del mercado -como en la teoría del equilibrio
mercado de desequilibrio, general competitivo-, para incorporar explíci-
debido a que los contratos de tamente agentes económicos con poder para
fijar precios, tales como sindicatos o firmas
trabajo especifican con algún grado de poder de mercado. Sin
por adelantado los salarios embargo, cuando se empieza a pensar en una
nominales a los cuales las economía con fijadores de precios, parece im-
probable de que esta se comporte como una
firmas pueden comprar el economía en la cual los precios se fijan por un
trabajo subastador walrasiano quien, por alguna razón
no especificada, es incapaz de escoger precios
de equilibrio. Por tanto, los modelos de dese-
tionamientos de la formulación teórica keyne- quilibrio general que se basaron en Barro y
siana: la imperfección que genera el desem- Grossman pueden no ser el mejor contexto
pleo está localizada en el mercado laboral o en para enfrentar los problemas para los cuales se
el mercado de bienes?; si existen imperfeccio- diseñaron, tales como el ajuste de cantidades
nes en ambos mercados, como interactúan?. bajo precios fijos. Dicho más simplemente,
Estas preguntas también han recibido atención parece imposible separar el problema del ajus-
recientemente por otros teóricos keynesianos, te de cantidades del problema del ajuste de
volveremos sobre el tema posteriormente. precios.
Ya que estos modelos de desequilibrio
general se propusieron antes de la ruptura del Contratos de trabajo y salarios
consenso dominante en los años sesenta, ellos rígidos
no se proponen remediar las grietas que oca- La mayoría de los intentos de explicar por
sionaron tal ruptura. Para concentrarse en las qué la economía se distancia del paradigma
consecuencias de tener precios fijos, estos mo- walrasiano se ha centrado en el mercado de
delos simplemente pasaron por alto el proble- trabajo. Keynes mismo resaltó el comporta-
ma de que los precios no se ajustan para equi- miento rígido de los salarios. Por lo tanto,
librar los mercados. Al principio de la cuando los economistas escépticos con respec-
revolución neoclásica, que parece haber teni- to a la revolución neoclásica trataron de defen-
do más impacto en este lado del Atlántico, los der la economía keynesiana, el mercado de
keynesianos norteamericanos se preocuparon trabajo fue el sitio natural para empezar.
menos por los detalles del ajuste de cantidades Una línea prominente de investigación
bajo precios fijos y dirigieron sus esfuerzos a modeló el mercado de trabajo como mercado
modelar el proceso de ajuste de precios. de desequilibrio, debido a que los contratos de
Una vez que la atención se vuelve hacia trabajo especifican por adelantado los salarios
el problema de ajuste de precios, se hace evi- nominales a los cuales las firmas pueden com-
dente una incongruencia en los modelos de prar el trabajo (Joanna Gray 1976, Fischer
desequilibrio general: estos imponen precios 1977, John Taylor 1980). La atracción funda-
fijos en las que de otra forma serían economías mental de estos modelos es que reproducen las
walrasianas. No obstante, para analizar la pre- instituciones observadas. Muchos trabajado-
gunta sobre cómo se ajustan los precios, es res están cubiertos por salarios formales que

95
s
BOLETÍN SOCIOECONÓMICO N 22 JULIO DE 1991

predeterminan un salario nominal, y muchos firmas y trabajadores. Es claro que la contra-


otros parecen estar cubiertos por acuerdos in- tación óptima no puede generar la inflexibili-
formales con sus empleadores. Incorporada en dad de los salarios nominales de la cual de-
un modelo macroeconómico, esta observación penden los modelos de contratación
tiene importantes consecuencias para la direc- keynesianos. Debido al hecho de que los tra-
ción de la política monetaria. Una de estas bajadores desempleados valoran menos su
consecuencias es que la proposición de neutra- ocio de lo que la firma valora su trabajo, estos
lidad de Sargent y Wallace no es válida: si el contratos dejan sin explotar sustanciales y ob-
salario nominal no cambia ante choques eco- vias ganancias de intercambio.
nómicos, la política monetaria que responde En segundo lugar, a pesar de que si exis-
sistemáticamente a tales choques es un potente ten contratos laborales que determinan por
instrumento para estabilizar la economía, a adelantado los salarios nominales, no es obvio
pesar del supuesto de expectativas racionales. que tales salarios jueguen un rol importante en
En esencia, un salario nominal fijo le da a las la determinación del empleo, tal como los
autoridades monetarias la capacidad de con- modelos de contratos suponen. Muchos traba-
trol sobre el salario real y por tanto sobre el jadores tienen empleos vitalicios. En el con-
empleo. texto de una relación laboral de largo plazo, el
Los modelos basados en contratos que salario [real] pagado en un período determina-
especifican el salario nominal se criticaron a do no necesariamente debe igualar el producto
tres niveles. En primer lugar, la existencia de marginal del trabajo, como ocurriría en un
tales contratos no es explicada a partir de fun- mercado de contratación continua. Por el con-
damentos microeconómicos. Si los contratos trario, el salario puede ser un pago a plazos.
que especifican el salario nominal son los res- Por ejemplo, algunas universidades pagan el
ponsables por las grandes e ineficientes fluc- salario anual de sus profesores alicuotamente
tuaciones del producto y el empleo, qué traba- a lo largo de nueve meses, mientras otras uni-
jadores y firmas suscriben tales contratos? Ha versidades pagan el salario anual alicuotamen-
habido mucho trabajo teórico analizando los te en doce meses; pero seguramente esta dife-
acuerdos óptimos de riesgo compartido entre rencia no tiene relación con el esfuerzo de
trabajo o el producto marginal de los profeso-
res a lo largo del año. Similarmente, la obser-
vación de que algunos salarios son inflexibles
no implica que la asignación de trabajo se
realice ineficientemente.
En tercer lugar, el comportamiento cícli-
co del salario real no parece ser consistente con
los modelos que incorporan a la vez un salario
nominal predeterminado y movimientos a lo
largo de una curva típica de demanda con
pendiente negativa. En la mayoría de estos
modelos, un impacto negativo de la demanda
agregada disminuye el nivel de precios, au-
menta el salario real (ya que el salario nominal
esta fijo), y por tanto, disminuye la demanda
de trabajo. En la medida en que las fluctuacio-
nes económicas sean originadas por la deman-
da agregada, los salarios reales deben ser con-
CURSO DE ACTUALIZACIÓN EN MACROECONOMA

tracíclicos. Sin embargo, en términos empíri- es claro ahora es que este énfasis en el mercado
cos los salarios reales no parecen tener una de bienes puede evitar los tres problemas que
relación consistente con la actividad económi- invalidan el modelo keynesiano basado exclu-
ca, y quizás parecen ser levemente procíclicos. sivamente en salarios rígidos.
Por ejemplo, en la severa recesión de 1982, En primer lugar, estos modelos pueden
que se dice fue originada por una política explicar en términos rigurosamente microeco-
monetaria contraccionista, los salarios reales nómicos la incapacidad de las firmas formado-
no fueron diferentes a los salarios reales de ras de precios para restaurar el equilibrio. Las
unos cuantos años atrás o a los de unos cuantos firmas monopolísticamente competitivas no
años adelante. La predicción de salarios reales tienen un gran incentivo para disminuir pre-
contracíclicos no puede reconciliarse fácil- cios cuando la demanda de sus productos dis-
mente con la evidencia. minuye. No obstante, debido a la distorsión
Los economistas difieren acerca de si prederminada por la fijación monopólica del
consideran estas críticas importantes o no. Pe- precio, el beneficio para la sociedad derivado
ro por lo menos, estos problemas con los mo- de una disminución de precios puede ser gran-
delos de contratos colocan a los keynesianos a de (de primer orden), aunque el beneficio para
la defensiva en el debate académico. la firma sea pequeño (de segundo orden). Si
las firmas enfrentan inclusive mínimos costos
Competencia monopolística y del menú, ellas pueden mantener sus precios a
precios rígidos pesar del importante costo social de esta rigi-
La insatisfacción con los modelos que dez.
resaltan la rigidez de los salarios nominales En segundo lugar, a diferencia de los
dirigió la atención de los macroeconomistas salarios nominales, muchos de los precios rí-
keynesianos del mercado laboral hacia el mer- gidos que observamos tienen claramente una
cado de bienes. Mucho esfuerzo se ha dedica- importante función en la asignación de recur-
do al examen del comportamiento de las fir- sos. Por ejemplo, los precios de las revistas en
mas en competencia monopolista que los puestos de venta a menudo permanecen
enfrentan "costos del menú" cuando cambian inalterados por años (Stephen Cecchetti
los precios (Mankiw 1985, George Akerlof y 1986). Es difícil argumentar que tales precios
Janet Yellen 1985, Michael Parkin 1986, Oli- son meramente pagos a plazos en el contexto
vier Blanchard y Nobuhiro Kiyotaki 1987,
Julio Rotemberg y Garth Saloner 1987, Lau-
rece Ball, Mankiw y David Romer 1989). To-
mados literalmente, estos costos del menú son metafóricamente, y de forma
los gastos requeridos para fijar y anunciar una más realista, los costos
nueva lista de precios. Más metafóricamente,
y de forma más realista, los costos del menú del menú incluyen el
incluyen el tiempo que toma informar a los tiempo que toma informar a
clientes, el disgusto de los clientes causado por los clientes, el disgusto de los
los cambios en los precios, y el esfuerzo reque-
rido incluso para pensar sobre el cambio de clientes causado por los
precios. cambios en los precios,
Esta línea de investigación es todavía y el esfuerzo requerido
muy nueva como para juzgar qué tan sustan-
cial será su impacto o prever cuales problemas
incluso para pensar sobre el
serán considerados más importantes. Lo que cambio de precios.

97
S
BOLETÍN SOCIOECONÓMICO N 22 J U L I O D E 1991

movimiento de los salarios en el tiempo es


En todas las teorías de indeterminado e irrelevante.
salarios de eficiencia, Por estas razones, la búsqueda de rigide-
ces nominales ha cambiado del mercado de
el impacto de los salarios en trabajo al mercado de bienes. Sin embargo,
la productividad disminuye el sería incorrecto inferir que ahora los keynesia-
incentivo de las firmas a nos aceptan la existencia de una mercado la-
boral de equilibrio. Más bien, hoy es más
rebajar los salarios como frecuente explicar el desempleo con varios
respuesta a un exceso de tipos de rigideces reales que impiden la caída
de los salarios reales para equilibrar el merca-
oferta de trabajo.
do laboral. Es sólo en la explicación de las
rigideces nominales y de la no neutralidad del
dinero donde el énfasis ha cambiado hacia el
mercado de bienes.
De los muchos tipos de rigideces reales
del mercado laboral que se han analizado, los
modelos de "salarios de eficiencia" probable-
mente los más conocidos (Yellen 1984, Je-
remy Bulow y Summers 1986, Katz 1986,
Joseph Stiglitz 1986). La característica común
de esta clase de modelos es que las firmas no
reducen sus salarios ante una situación de de-
sempleo persistente porque hacerlo disminui-
ría la productividad. Varios razones se han
propuesto para explicar cómo los salarios
afectan la productividad. Una explicación so-
ciológica es que los trabajadores con menor
remuneración son menos leales a la firma. Otra
explicación, basada en el concepto de esco-
gencia adversa, es que un salario menor reduce
la calidad promedia de la fuerza de trabajo
porque sólo los mejores trabajadores renun-
de una relación de largo plazo y por consi- cian. La más conocida explicación de salarios
guiente irrelevantes. de eficiencia es la "indolencia" * . Dado que
En tercer lugar, los modelos que incorpo- las firmas controlan el esfuerzo imperfecta-
ran costos del menú no implican un salario real mente, los trabajadores algunas veces eluden
contracíclico. Una vez que la rigidez de pre- sus responsabilidades y se arriesgan a ser des-
cios es utilizada como un elemento importante pedidos; un salario menor disminuye el costo
para explicar la respuesta de la economía ante de ser despedido y así aumenta el grado de
cambios en la demanda agregada, los salarios
reales pueden ser procíclicos o acíclicos. Ade- * N.T. Hemos traducido la palabra inglesa "shirking" con
más, si la rigidez de precios se combina con la la palabra indolencia. "Shirking" es la acción de reali-
zar un trabajo sin esforzarse más que el mínimo nece-
concepción de que los salarios observados son sario. Probablemente se pueda expresar mejor en
simplemente pagos a plazos, uno puede obte- español como ausencia de diligencia. La palabra "shir-
king" tiene como connotación la disposición a eludir
ner resultados keynesianos a la vez que el cualquier esfuerzo en el trabajo

98
CURSO DE ACTUALIZACIÓN EN MACROECONOMÍA

indolencia. En todas las teorías de salarios de sobre cómo dar el segundo. Es indudablemen-
eficiencia, el impacto de los salarios en la te más fácil criticar el estado actual del cono-
productividad disminuye el incentivo de las cimiento que mejorarlo.
firmas a rebajar los salarios como respuesta a No obstante, algunos desarrollos de las
un exceso de oferta de trabajo. Si este efecto dos últimas décadas son ahora ampliamente
en la productividad es suficientemente grande, aceptados. Aunque algunos economistas toda-
las fuerzas competitivas corrientes que llevan vía duden de que las expectativas sean racio-
el mercado laboral al equilibrio son anuladas. nales, y a pesar de la evidencia ambigua de las
En un importante artículo, Laurence Ball encuestas sobre las expectativas, el axioma de
y David Romer (1990) han mostrado que las las expectativas racionales esta tan firmemen-
rigideces nominales causadas por costos del te establecido en la metodología económica
menú son fortalecidas por rigideces reales ta- como los axiomas de que las firmas maximi-
les como las originadas por los salarios de zan ganancias y los consumidores maximizan
eficiencia. Los costos del menú impiden la utilidad. El debate sobre reglas versus discre-
caida de los precios como respuesta a una ción todavía continua, pero la inconsistencia
disminución de la demanda agregada. La rigi-
dez en los salarios reales impide la caída de los
salarios [nominales] como respuesta al desem-
pleo resultante. La resistencia de los salarios
Copérnico tenía una
[nominales] a caer mantiene altos los costos de comprensión no sólo de lo
las firmas y de esta forma asegura que las que era incorrecto en el
firmas tengan poco incentivo areducir precios.
Por tanto, aunque la rigidez de los salarios paradigma prevaleciente,
reales por sí misma no aporte mucho al cono- sino también de lo que sería
cimiento de las fluctuaciones económicas - el nuevo paradigma.
debido a que sólo genera desempleo neoclási-
co y excluye el papel activo de la demanda En la década pasada,
agregada-, la rigidez de los salarios reales en los macroeconomistas solo
combinación con los costos del menú ofrece han dado el primer paso en
una nueva y poderosa explicación del desequi-
librio keynesiano. este proceso
Conclusión
Empezamos sugiriendo que los desarro- temporal es generalmente reconocida como un
llos recientes en macroeconomía son afines a problema de la política discrecional. Y más
la revolución copérnicana en astronomía; in- importante aún, casi todos los macroecono-
mediatamente estos pueden tener poco valor mistas aceptan que la fundamentación de la
práctico, pero a la larga apuntarán el camino macroeconomía en sólidos principios microe-
hacía un más profundo conocimiento. Pero conómicos debe tener una mayor prioridad en
quizás la analogía es demasiado optimista. la agenda de investigación de la que tuvo en el
Copérnico tenía una comprensión no sólo de pasado.
lo que era incorrecto en el paradigma prevale- Sin embargo, con respecto al problema
ciente, sino también de lo que sería el nuevo crucial de la teoría del ciclo de negocios no
paradigma. En la década pasada, los macroe- parece existir un movimiento que converja
conomistas solo han dado el primer paso en hacia un nuevo consenso. Los "neoclásicos" y
este proceso; todavía existe mucho desacuerdo los "nuevos keynesianos" han realizado avan-

99
S
BOLETÍN SOCIOECONÓMICO N 22 J U L I O D E 1991

ees sustanciales dentro de sus propios paradig- cidad de ser utilizados por los macroecono-
mas. Para explicar las fluctuaciones económi- mistas aplicados. El paso del tiempo hará que
cas, los teóricos neoclásicos ahora hacen énfa- los salarios de eficiencia, el ciclo real de nego-
sis en los choques tecnológicos, la substitución cios y los demás "desarrollos" de la pasada
intertemporal del ocio y el ciclo real de nego- década ya no sean tan innovadores. No obstan-
cios. Los teóricos neokeynesianos, por su par- te, es probable que algunos de estos desarro-
te, hablan de competencia monopolística, cos- llos recientes cambien permanentemente la
tos del menú y salarios de eficiencia. Más forma en la cual economistas de diferentes
generalmente, los clásicos continúan creyendo escuelas piensan y discuten sobre el compor-
que el ciclo de negocios puede entenderse con tamiento económico y la política económica.
un modelo de mercado sin fricciones, mientras En veinte años sabremos cuáles de estos desa-
los keynesianos creen que diferentes clases de rrollos tienen la capacidad de sobrevivir el
desequilibrios en los mercados son necesarios debate inicial y permear las concepciones de
para explicar las fluctuaciones en la economía. los economistas sobre la manera como el mun-
Los desarrollos recientes en la macroeco- do funciona.
nomía serán finalmente juzgados por su capa-

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