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Computacional.
Descripción del Contenido:
En este aparte, sólo se destacarán las ideas centrales que generan conflictos
internos a la IA, sin matematización algunas de sus relaciones causales o
intentar si quiera darles respuesta. Asumámoslo como una conversación entre
escritor y lector. Prepare su mente y afine sus sentidos pues, nos adentraremos
en obscuros rincones de los pensamientos intentando develar su intrigante
biomatemática. Trataremos en esta sección, el papel de la conciencia, el Qualia
y la intencionalidad en el comportamiento humano, y el cómo este puede ser
mimetizado por desarrollados sistemas cibernéticos. En función, comenzaremos
por el inicio, aludiendo a lo que IA significa.
El término Inteligencia Artificial desde su concepción formal en 1956, desató una
serie de críticas, además de posturas a favor y en contra de lo que realmente el
vocablo Inteligencia significaba. Para la fecha, podríamos afirmar, su lenta
asimilación, ingreso y posterior transformación en ciencia aplicada provocó un
impacto, desde el punto de vista científico, tan violento como el generado por las
bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki. El vocablo Inteligencia Artificial iba
en contra de toda teoría sobre la naturaleza, hasta ese momento conocida,
acerca de la inteligencia. Para tener una imagen de la situación, prestemos
atención a la siguiente analogía: ¿puede una máquina pensar?, puesto que las
bases de la inteligencia subyacen en los procesos de pensamiento, eso solo
podrá contestarse si las funciones de un organismo biológico fuesen las mismas
que las de una máquina. Para responder a esta interrogante hay que adentrarse
a dilucidar otra, ¿qué significa pensar? Hoy día, 2021, la inteligencia artificial ha
pasado a convertirse en la más disruptiva de las ciencias. Su ubicuidad ya
transversaliza casi toda forma de saber.
Es obvio que una máquina biológica a base de proteínas puede pensar. Pero,
¿puede una maquina basada en silicón hacer lo mismo?, Nilson (1998) en
(William John, 2010). Para descomponer filosóficamente esta idea, es necesario
separar sus unidades de razón y establecer equilibrios de significados. Debemos
centrarnos entonces en construir un concepto para “máquina” y uno para
“pensar” con sus equivalentes grados de significancia asimilables para cualquier
ciencia. Trabajaremos entonces, con cuestiones similares a esta.
No obstante, los defensores de la inteligencia artificial fuerte para los años 50´s
afirmaban que, si el sistema cognitivo humano basado en neuronas, es
considerado un sistema computacional representacional como lo habían
demostrado Walter y Pitts (1943) y algunos otros. Entonces, el objetivo de la IA
se direccionaría a simular para entender y mejorar, su funcionamiento. Para ello,
acudieron a la tesis conexionista. Esto, dio inicio a un debate filosófico que,
hasta hoy día, se mantiene. El autor de este texto es seguidor de la tesis
conexionista y la comportamentista, mejor dicho, de la IA fuerte y de la
neuroingeniería evolutiva.
Nos interesa saber a su vez, ¿Cómo responderá una entidad inteligente artificial
a cualidades mentales como sentimientos, estados de estrés, creencias, deseos,
esperanzas, intenciones, hambre o dolor? Preguntas nada fáciles de responder.
No obstante, para entender un poco mejor estas cuestiones, adentrémonos en
algunos rincones de la teoría de la mente, la teoría computacional de la mente, y
sus terminologías asociadas.
En este sentido, y de acuerdo a (Wilson & Keil, 1999), la rama de las ciencias
cognitivas que concierne al entendimiento de nuestra propia mente, y la de
otros, es lo que llamamos Teoría de la Mente. Esta envuelve una teorización
filosófica acerca de nuestro ordinario e intuitivo conocimiento de la mente. Fodor
Jerry (1935), filosofo estadounidense citado en (Audi, 2004), afirmaba que la
teoría de la mente está implícita en la sicología cognitiva contemporánea, y
según la cual el par, mente-cerebro, constituyen una sola unidad que trasciende
en una dualidad.
[2] Dos zonas del cerebro bien diferenciadas son las encargadas del
procesamiento del lenguaje de la mente y del lenguaje hablado.
Qualia, gravita en una muy subjetiva forma del cómo nuestras experiencias
alteran estados de nuestro conocimiento. Se asume que Qualia será igual para
dos sujetos que posean idénticos estados neurológicos, bien sabemos que esto
es difícil de alcanzar, pero no imposible para los humanos. No obstante, de
llegarse a conseguir para los sistemas de IA, todos los equipos poseerían el
mismo Qualia como varios teléfonos podrían presentar el mismo sistema
operativo.
En este punto, se presenta una relación entre cognición humana y las células
del cerebro, con ciertos modelos matemáticos asociados a redes. Punto de
atención y foco de estudio para diversas ramas de la IA. Bajo consideraciones
de (Baars & Gage, 2010, pág. 240), tan pronto nos levantamos en la mañana
una cadena de eventos se nos vienen a la memoria y comenzamos a recordar
metas y tareas importantes de inmediata ejecución. Debido a, dirigimos atención
voluntaria sobre la información que se nos viene a la conciencia.
[2] Para una mejor comprensión de las referencias de Penrose, el lector debe
tener nociones acerca de la teoría del caos y la teoría de los fractales.
[3] Este tema lo ampliaremos más adelante en el aparte referido a las Redes
Neuronales.
5. Teoría de la Intencionalidad.
Asumamos como intencionalidad, a aquel proceso consciente que culmina con
la dirección de acciones volitivas sobre algún objeto o cosa. Como estado
mental, primero es percibida la idea del objeto, ontológico o no, este es sometido
a operaciones del pensamiento producto del pensar y mediadas por la razón.
Por último, se reproduce una acción, mental o física, sobre el objeto aludido.
Pero el primer paso, el de la percepción consciente, es también genéticamente
intencional. Sólo en los estados perceptuales inconscientes (sueños), no hay
participación de intencionalidad alguna. La intencionalidad, forma parte de algún
contenido mental que se desea proyectar en determinada dirección y con alguna
fuerza, sobre objetos mentales o materiales, y en otros casos, sobre objetos
científicos.
[3] Es bien conocido que el tiempo no existe. Es sólo una percepción. Algo que
nos permite diferenciar lo anterior de lo posterior. La carrera por controlar el
tiempo realmente nada tiene que ver con él, en vez, se centra en la física óptica,
en el fenómeno de la luz. Cuando un objeto viaja a la velocidad de la luz el
tiempo se detiene. Entonces, dominando este fenómeno se controla el tiempo.
Buscando un modelo artificial del cerebro nunca soñado que presente estados
de intencionalidad, conciencia, Qualia y percepciones matemáticamente muy
superiores. Es decir, construir una inteligencia que hoy día no existe. Ahora bien,
¿Qué sucedería si alcanzado el fin de la Inteligencia Artificial y edificado ya el
cerebro anhelado por los teóricos de la Superinteligencia, se dan cuenta de que
ni la conciencia, ni la intencionalidad, ni el libre albedrío, residían o estaban
alojados allí?, ¿Qué oscura mano nos maneja entonces…?
Lección 2: Teorías Contrapuestas a la Inteligencia
Artificial.
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2. El Test de Turing
Desde 1930 aproximadamente, ya existían divergencias acerca del uso de
computadoras para facilitar tareas humanas. Más aun las hubo cuando se
presentó la idea, según la teoría computacional de la mente y sus seguidores,
de que una computadora podría llegar a pensar igual que lo hacemos los
humanos. Para disipar ciertas dudas, apoyar unas ideas y deslindarse de otras,
aparecieron gran cantidad de experimentos mentales. No obstante, un científico
de renombre vendría a proponer un experimento mental muy interesante que
pondría la mesa "patas arriba", por así decirlo.
Con esta incógnita, Turing planteaba simplemente que, si las respuestas que
proporcionase una máquina, eran totalmente indistinguibles de las que
proporcionase un humano, dadas las mismas circunstancias y condiciones,
entonces una máquina puede pensar. Turing sustenta su experimento luego de
proponer en 1936 su tesis Church-Turing, donde trata de la equivalencia entre
función computable y máquina de Turing como parte de la teoría de la
computabilidad. No obstante, desde el punto de vista científico, con la simple
creencia de que una máquina pueda pensar, otra bomba atómica había
explotado.
"Pensaré que el cielo, el aire, la tierra, los colores, las figuras, y todas las cosas
exteriores que vemos no son más que ilusiones y supercherías, de las que se
sirve para abusar de mi credulidad. Me consideraré a mí mismo como si no
tuviera manos, ojos, carne, sangre, sentidos, pero con la falsa creencia de tener
todas esas cosas".
Pero, ¿Quién era John Searle?, Searle ha sido famoso por sus contribuciones a
la filosofía del lenguaje, a la filosofía de la mente y de la conciencia. Y, estas
aseveraciones de Turing no encajaban bien dentro de su teoría. Principalmente,
en los fundamentos de su teoría de la mente. El propósito central de la filosofía
de la mente de John Searle radica en clarificar conceptos como el de conciencia,
intencionalidad, subjetividad y causación mental, los cuales comprometen los
fenómenos mentales, tales como deseos, creencias, sentimientos y emociones.
Y estos conceptos es imposible que estén presentes en una máquina. Con estas
aseveraciones, los desarrolladores de la IA General ya se encontraban de frente
con algunos tropiezos.
Supongamos también ahora que recibo un tercer fajo de símbolos chinos con
algunas instrucciones, otra vez en inglés, que me permiten correlacionar
elementos de este tercer fajo con los dos primeros, y que estas reglas me
instruyen acerca de cómo responder con ciertos símbolos chinos de cierta forma
a ciertos tipos de forma que me fueron proporcionadas en el tercer fajo. […]
Imaginemos que estas personas también me proporcionan relatos en inglés, que
yo comprendo, y luego me hacen preguntas en inglés sobre esos relatos y yo les
respondo también en inglés. Supongamos también que después de un rato logro
seguir también las instrucciones para descifrar los símbolos chinos y los
programadores logran escribir tan bien los programas desde un punto de vista
externo -esto es, desde la perspectiva de alguien que se encuentra fuera de la
habitación donde estoy encerrado- que mis respuestas a las preguntas no
pueden distinguirse en absoluto de las que proporcionaría un hablante chino.
(Searle, 1994, p. 84).
5. Teoría de la Trascendencia
En el lenguaje cotidiano, "trascendencia" significa "ir más allá" y
"autotrascendencia" significa ir más allá de una forma o estado previo de uno
mismo. La experiencia mística se considera un estado particularmente avanzado
de autotrascendencia, en el que se abandona el sentido de un yo separado
(Metafísica). La trascendencia es el acto de elevarse por encima de algo a un
estado superior. ... Trascendencia proviene del prefijo latino trans-, que significa
"más allá", y la palabra scandare, que significa "escalar". Cuando alcanzas
la trascendencia, habrás ido más allá de las limitaciones ordinarias. Y, las
limitaciones ordinarias que los desarrolladores de IA General, y de la
Superinteligencia desean salvar, son solo dos. Liberar al ser humano de su
dependencia de la biología, por ende, de la muerte. Y, liberar también al ser
humano de las dependencias de las leyes de la física. Un progreso vertiginoso
en esta área debería resultar, en última instancia, en la capacidad de la IA
General para desarrollarse por sí misma. Autoconstruirse, autorepararse y
automodificarse, siendo plenamente consciente de lo que hace. Prescindiendo
en su totalidad, de la presencia o participación humana.
6. La Singularidad Tecnológica
Singularidad Tecnológica refiere al desarrollo prospectivo de la inteligencia
artificial a nivel humano, seguido rápidamente por la llegada de la inteligencia
artificial de nivel sobrehumano, precipitando así un nivel sin precedentes de
cambio social. Este sentido del término se debe a Vernor Vinge (1993). Ray
Kurzweil (2005), futurista norteamericano y autor del libro: The Singularity is
Near: When Humans Trascend Biology, usa el término "singularidad" de
manera algo diferente, para significar el momento (predicho) en la historia,
cuando la totalidad de la inteligencia no biológica del planeta, excede a la
totalidad de la inteligencia humana. Es decir, un estadio donde el
conocimiento que poseen las máquinas, supera en demasía, al conocimiento
total almacenado por todos los seres humanos del planeta. En este punto
entonces, ¿Deberíamos entregarle el control a las máquinas?, o ¿Tomarían las
máquinas el control del mundo por su cuenta?. Si los humanos esclavizamos a
los animales, ¿Por qué las máquinas no habrían de esclavizarnos?. Sería muy
ingenuo de nuestra parte imaginar, el que la inteligencia artificial de las
máquinas sea una IA del tipo Zombie. Esto es, una hipotética inteligencia
artificial que puede imitar perfectamente el comportamiento de un ser
consciente, aunque no tenga conciencia fenoménica. Quiere decir, que, aunque
siendo intelectualmente superior, siga bajo los dominios del hombre. De hecho,
una IA con estas características no sería una IA General verdadera.
En una persona la singularidad no solo cumple con las 5 fases del duelo
emocional, sino que agrega una más, un estado de desasosiego límbico.
Cuando le dices a alguien que ha entrado en singularidad inicia el estado de no
creencia, de negación absoluta, de burla hacia lo manifestado. Su no
entendimiento produce ira, que al no ser superada lleva hasta la negociación.
Tras un corto tiempo se entra en un callejón sin salida llamado depresión. Para
superar la depresión no queda mas que una aceptación que nos induce a un
estado límbico de desasosiego donde "Nada Entiendo".
Estas consideraciones previas nos llevan hasta otros tres argumentos, que
pretenden demostrar que no nos será posible crear máquinas conscientes.
Estos son:
De estas cuatro posibilidades, las tres primeras podrían llevar a que las
máquinas se hagan cargo. Si bien Vinge aborda todas las posibilidades en su
ensayo, pasa la mayor parte del tiempo discutiendo la primera. Echemos un
vistazo a su teoría. La tecnología informática avanza a un ritmo más rápido que
muchas otras tecnologías. Las computadoras tienden a duplicar su potencia
aproximadamente cada dos años. Esta tendencia está relacionada con la Ley de
Moore, que establece que los transistores duplican su potencia cada 18 meses.
Vinge dice que, a este ritmo, es solo cuestión de tiempo antes de que los
humanos construyan una máquina que pueda "pensar" como un humano.
7. Transhumanismo y Posthumanismo
Ya sabemos que el Transhumanismo promueve activamente la mejora humana.
Que su objetivo se centra en fomentar tecnologías biotransformativas que
permitan mejorar el desempeño de cuerpos biotecnificados, y que es la
singularidad el punto de inflexión de este pensamiento filosófico. Ahora bien, el
posthumanismo es una perspectiva filosófica de cómo se realiza el cambio en el
mundo, se encarga de pensar el cómo trasladar humanos de su estado natural a
uno sintético. Como conceptualización e historización tanto de la agencia como
de lo "humano", es diferente de los concebidos a través del humanismo. Dado a
ello, le prestaremos atención en este aparte.
Mientras que una perspectiva humanista asume con frecuencia que lo humano
es autónomo, consciente, intencional y excepcional en los actos de cambio, una
perspectiva posthumanista asume que la agencia se distribuye a través de
fuerzas dinámicas de las que el ser humano participa, pero que no tiene la
intención o el control completo. La filosofía posthumanista constituye al ser
humano como: