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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO PÚBLICO
ESCUELA NACIONAL DE FISCALES
DIRECCION DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO

ANÁLISIS DE LA SENTENCIA N° 8 DEL 25 DE FEBRERO DE 2021


(FICTICIA), DE LA SALA DE CASACIÓN PENAL DEL TRIBUNAL
SUPREMO DE JUSTICIA

Autores:
Gerardo Gregorio García R., V11.246.886
Gilda Johana Perozo S., V-14.437638
Francis Saraí Marín Báez, V-18.105.735
Génesis Jeavim Zapata F., V-20.477.337

Docente: Abg. Esp. Emy Noremy Rivero Núñez

Caracas, julio 2021


PLANTEAMIENTO
La sentencia N° 8 del 25 de febrero de 2021, emanada de la Sala de
Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia, declara la nulidad de la
sentencia condenatoria del Tribunal de Juicio N° 3 del Circuito Judicial Penal
del Área Metropolitana de Caracas, la cual condena al ciudadano Juan Pérez
por el delito de homicidio. La sentencia de la Sala de Casación Penal
argumenta que el escrito acusatorio fue interpuesto de manera
extemporánea, y por ende, como era un lapso preclusivo, se violentó el
debido proceso, por lo que era procedente el sobreseimiento de la causa, y
así lo declara.
Siendo usted el Fiscal del Ministerio Público en la causa, responda las
siguientes interrogantes:
1.- ¿Qué recurso se puede ejercer?
Por cuanto, contra las decisiones de las diferentes Salas del Tribunal
Supremo de Justicia sólo procede el Recurso Extraordinario de Revisión
Constitucional, se plantea el ejercicio del mismo para el presente caso.
De acuerdo con Brewer-Carías (1999), “la revisión posibilita corregir
errores, que por estar cubiertos por la cosa juzgada no deben permanecer
inmutables, constituyendo un daño social mayor que el principio de
inviolabilidad de lo juzgado, pudiendo generar una verdadera injusticia, que
no es posible sostener.”
2.- ¿Ante qué tribunal se pude intentar el recurso?
Ante la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), toda
vez que la nulidad de la sentencia devino de la Sala de Casación Penal, y de
conformidad con lo establecido en la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de
Justicia (2010), articulo 25 ordinales 10, 11 y 12, la Sala Constitucional es
quien tiene la competencia para revisar las sentencias de las demás salas,
siendo que desde el punto de vista material es esta máxima instancia quien
tiene atribuida la Jurisdicción Constitucional y puede controlar las sentencias

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definitivas dictadas tanto por los tribunales de la República como por las
demás salas del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
3.- ¿Cuál sería el fundamento de la interposición de ese recurso?
Explique.
Considerando el hecho de que la Sala de Casación Penal argumenta
que se violentó el derecho al debido proceso, toda vez que la presentación
extemporánea de la acusación por parte de la Vindicta Pública
presuntamente daba origen a la aplicación sine quanon del sobreseimiento
aludiendo el vencimiennto del lapso preclusivo, procedemos a fundamentar
nuestra petición extraordinaria de Revisión Constitucional ante la Sala
Constitucional de la siguiente forma:
En primer término se advierte que la presunta irregularidad en que
incurríó el Ministerio Público tiene su oportunidad para ser denunciada en la
audiencia preliminar, toda vez que este es el acto judicial maestro para
depurar el proceso antes del inicio de la fase de juicio, siendo este el
momento idóneo para que sean revisadas, analizadas, debatidas y resueltas
ante el Tribunal de Control todas las incidencias procesales. Al respecto, la
Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, ha expresado en
Sentencia N°1156 Junio 22 de 2007, lo siguiente:
“(…) El control de la acusación lo realiza el juez de control en la
audiencia preliminar, en la cual, una vez finalizada, resolverá
según corresponda sobre la admisión total o parcial de la
acusación del Ministerio Público o del querellante y ordenará la
apertura a juicio; así como también y ordenará la apertura a juicio;
así como también decidirá sobre la legalidad, licitud, pertinencia y
necesidad de la pruebas ofrecidas para el juicio oral (…) el control
judicial de la acusación se justifica como un modo de evitar que
los defectos propios del acto acusatorio o sus presupuestos,
afecten el derecho a la defensa del imputado(…)” subrayado
nuestro.

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Y en el caso particular, toda vez que el procedimiento llegó a su fase
decisoria, la presunta incidencia por presentación extemporánea de la
acusación fiscal, en caso de que la hubiera, fue resuelta por el Tribunal de
Control mediante el auto de admisión de la acusación, siendo que no hubo
oposición ni denuncia alguna por parte de la defensa.
Ahora bien, verificándose que estamos ante la presencia de un delito
grave de mayor entidad, considerado así por el legislador patrio por cuanto
atenta contra el principal bien jurídico como lo es el derecho a la vida, y
verificándose que el escrito acusatorio cumple con todas las formalidades y
requisitos previstos en el artículo 308 de la norma adjetiva penal, toda vez
que el Ministerio Público señala suficiente y claramente las circunstancias de
tiempo, modo y lugar que acompañaron el delito, se desprende claramente
de los autos que quedó irrefutablemente demostrada la comisión del hecho
punible, así como la participación directa del imputado, no existiendo
violación alguna de los derechos del imputado ni de las normas procesales o
constitucionales.
Asimismo, se comprueba de dicho escrito acusatorio que los elementos
de la imputación objetiva están claramente precisados, que el tipo penal se
encuentra ajustado a Derecho, y demostrados los hechos como en efecto se
demostraron en su debida oportunidad en fase de juicio, resulta
incontrovertible que los hechos que serán invocados por el accionante, bajo
ningún concepto se traducen en que la sentencia condenatoria decretada
haya devenido en ilegítima, tal como lo declaró la Sala de Casación Penal a
mediante la nulidad de la misma, argumentando la pretendida y negada
extemporaneidad de la acusación fiscal sobre la base de haber precluido la
oportunidad procesal para que el Ministerio Público la presentase.
Es por lo anterior, que se plantean claramente los alcances de esta
controversia cuya pretendida solución se ventilará ante la Sala
Constitucional, por cuanto la Sala de Casación Penal incurrió en la violación
a la interpretación pacífica que ha venido ejerciendo la misma Sala

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Constitucional en relación a la preclusión en el proceso penal, de acuerdo a
lo fijado en sentencia Nº 2.532 del 15 de octubre de 2002 (caso: “Jairo
A.R.C.”) donde, la Sala estableció, lo siguiente:
“(…) El proceso penal está sujeto a términos preclusivos, por
razones no sólo de certeza y de seguridad jurídicas, sino,
también, como modo del establecimiento de una necesaria
ordenación del proceso, que sea capaz de asegurar, en
beneficio de todas las partes, que el mismo sea seguido de
manera debida, sin dilaciones ni entorpecimientos injustificables,
en obsequio de la justicia, así como la efectiva vigencia de sus
derechos fundamentales a la igualdad jurídica y a la defensa. Si
bien es cierto que el artículo 49.1 de la Constitución establece
que la defensa es derecho inviolable en todo estado y grado del
proceso, debe recordarse que la concepción y extensión de tal
derecho no están limitadas al demandado o al imputado o
acusado, sino a todas las partes y debe ser ejercido, en
consecuencia, bajo condiciones tales que prevengan que dicho
ejercicio se haga de manera abusiva, con menoscabo de los
derechos fundamentales de las demás personas que tengan
interés legítimo en la controversia judicial que esté planteada
(…)”, subrayado nuestro.
De texto anterior se extrae que la Sala Constitucional ha estimado la
progresividad de los derechos humanos, y en el caso en concreto, el derecho
al debido proceso, siendo que la tendencia general debe ser progresiva, a
mejorar cada vez más la protección y el tratamiento de estos derechos. Sin
embargo, la progresividad de los derechos de los imputados o acusados no
puede ir en detrimento de los derechos humanos de las otras personas, o de
los bienes jurídicos especialmente protegidos de las víctimas, siendo que en
el caso en estudio el bien jurídico vulnerado, como lo es el derecho a la vida,
tiene una especial importancia en el orden jurídico nacional e internacional.

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En este orden de ideas, también señalamos que la Sala de Casación
Penal obvió el criterio sostenido por la Máxima Sala Interprete de la
Constitución con relación al retardo en la presentación de la acusación penal
en el procedimiento ordinario, toda vez que en decisión número 1.395 del 22
de julio de 2004, expresó:
“(…) Respecto del pronunciamiento que se acaba de reproducir
parcialmente, debe la Sala advertir que el vencimiento del plazo
prudencial que establece el artículo 213 (sic) del Código
Orgánico Procesal Penal –y de las prórrogas, si las hubiere-, sin
que el Ministerio Público hubiere presentado el correspondiente
acto conclusivo, no da lugar, como correctamente lo percibió la
legitimada pasiva, a la caducidad de la acción y al
correspondiente efecto extintivo de la misma, sino al decaimiento
de las medidas cautelares que estuvieren vigentes, la cesación
de la condición de imputado (…)”, subrayado nuestro.
Es pertinente establecer que la caducidad concebida en su acepción
procesal pura, constituye la extinción del derecho de acción por el transcurso
del tiempo. Es por ello que se trata de una figura jurídico-procesal a través de
la cual el legislador, en uso de sus potestades, limita en el tiempo el derecho
de accionar que corresponde al Estado y a los particulares para acceder a la
jurisdicción con el fin de hacer valer sus derechos y pretensiones, y obtener
de éstos una la tutela judicial y efectiva de los mismos. Sin embargo, tal
como fue señalado en la sentencia anterior, la presunta presentación tardía
del acto conclusivo de acusación penal no se debe tomar como un obstáculo
insalvable para el ejercicio de la acción penal previsto en el artículo 28 del
Código Orgánico Procesal Penal que hace referencia a la caducidad de la
acción penal.
4.- ¿Dónde se encuentra regulado ese recurso?
El Recurso Extraordinario de Revisión Constitucional, se encuentra
previsto en el artículo 35 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia

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(2010), en concordancia con lo establecido en el artículo 336 de la Norma
Fundamental.
5.- ¿Cuál es el plazo para que se decida su petición?
Este recurso extraordinario se encuentra considerada entre aquellas no
sujetas a sustanciación, de acuerdo a lo previsto en el artículo 145 de la Ley
Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia (2010), por lo que la Sala
Constitucional decidirá en un lapso de treinta (30) días de despacho
contados a partir del día en que se dé cuenta del recibo de las actuaciones.
OPINION DEL EQUIPO
El desarrollo de este trabajo práctico nos permitió un contacto muy
cercano con este extraordinario recurso procesal, del cual logramos asimilar
sus particularidades técnico-jurídicas y procesales, lo cual incrementa
notoriamente nuestra capacidad profesional como litigantes para abarcar
todo el espectro de recursos procesales contenidos en nuestro ordenamiento
jurídico nacional.
De esta forma pudimos percibir y entender como el derecho
constitucional como ámbito legislativo superior nos otorga herramientas de
acción jurídica más allá de las comunmente utilizadas, siendo que coloca a
disposición de los operadores de justicia un recurso extraordinario para
atacar incluso las sentencias de casación que se encuentren viciadas y
pretendan menoscabar derechos fundamentales consagrados por nuestra
Carta Magna.
Necesario es resaltar que el estudio del derecho constitucional debe
acompañar permanentemente nuestro ejercicio profesional, nuestras
actividades académicas, y hasta nuestras propias tertulias de colegas donde
intercambiamos conocimientos y experiencias que nos permiten aprimorar el
ejercicio de la abogacía, siendo todos estos conocimientos fundamentales
una carga útil mientras transitamos el camino de la justicia.

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Brewer-Carías, (1999). Debate Constituyente (Aportes a la Asamblea


Nacional Constituyente), Fundación de Derecho Público, Caracas 1999,
Tomo III, p. 105.

Decreto Nº 9.042 de fecha 12 de junio de 2012, con Rango, Valor y Fuerza


de Ley del Código Orgánico Procesal Penal (2012). Gaceta Oficial de la
República Bolivariana de Venezuela 6.078 (Extraordinario), junio 15,
2012.

Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999, diciembre 30).


Caracas. Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela,
36.860, Extraordinaria, diciembre 1.999.

Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia (2010). Caracas. Gaceta


Oficial de la República Bolivariana de Venezuela, 39.522, Ordinaria,
octubre 01, 2010.

Sentencia N°1156 (2007), Sala Constitucional, Tribunal Supremo de Justicia.


Caracas- Venezuela. Junio 22 de 2007.

Sentencia N°2532 (2002), caso: “Jairo A.R.C.”. Sala Constitucional, Tribunal


Supremo de Justicia. Caracas- Venezuela. Octubre 15 de 2002.

Sentencia N°1395 (2004), Sala Constitucional, Tribunal Supremo de Justicia.


Caracas- Venezuela. Julio 22 de 2004.

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