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LA ESCUELA DE CRISTO: El primer eslabón de los Institutos Seculares

         “Cada día por la mañana ordenarán y harán dirección de todas


sus acciones, pensamientos, palabras y obras a la mayor gloria de
nuestro Señor y mayor servicio suyo pidiéndole gracia para obrarlo
todode manera que sea agradable a sus Divinos ojos; tendrán oración
mental el más largo espacio que pueda cada uno. Oirán Misa con la
atención y reverencia. Procurarán tener más continua presencia de
Dios que le sea posible, y muy presente el Misterio o punto de la
mediación de esa semana, y su jaculatoria o consideración en que más
sentimiento les haya dado Nuestro Señor en la Oración. Leerán libros
devotos, vidas de santos y otros libros espirituales, de los cuales tendrá
elegido el que más le mueve. A la noche haránexamen de
conciencia antes de acostarse, con mucho dolor de las faltas en que
hubieren caído aquel día, y propósito muy eficaz de la enmienda. Cada
semanacomulgarán al menos una vez en lo que se gobernarán por el
parecer de sus confesores y padres espirituales,visitarán a los pobres de
los Hospitales.” (CAPITULO 14º de las Constituciones de la Santa
Escuela de Cristo, aprobadas en 1.656)...

         I.- EL ESPLENDOR DE LA ESCUELA DE CRISTO.- La Escuela de


Cristo es una asociación de fieles fundada en Madrid en 1653 por el
padre Ferruzzo que se extendería por toda España e Hispanoamérica en
el siglo XVIII hasta llegar a 400 escuelas, siendo su cofundador el Beato
Juan de Palafox y Mendoza [Nació en Navarra en 1600 y murió en Soria en 1659.
Benedicto XIII introduce la causa de beatificación en Roma en 1726, siendo beatificado
por Benedicto XVI en 2011.], que redactó sus constituciones tras volver de
México donde fue obispo durante 15 años.

         Esta institución fue calificada como el “primer eslabón” de los


Institutos Seculares [Mons. GARCIA LAHIGUERA, Carta pastoral Pax Christi, en el III
Centenario de la fundación del Instituto Escuela de Cristo, Madrid 1953.], pues su
fin es la búsqueda de “la perfección cada uno según su estado, con
enmienda de vida, penitencia y contrición de los pecados, mortificación
de los sentidos, pureza de conciencia, oración, frecuencia de
sacramentos, obras de caridad.”[Capítulo 1º Constituciones Santa Escuela de
Cristo, Madrid año 1656].

         Fue diseñada para la mejora de la vida espiritual de los seglares,


siendo una “escuela de ascetismo”, considerado como la parte de la
moral cristiana encaminada a la búsqueda de la perfección [Adolphe
TANQUEREY, Compendio de Teología ascética y mística, Madrid (2000) pp. 7-13.],
como puede observarse en los requisitos exigidos a los aspirantes a su
ingreso [Capítulo 2ºConstituciones Santa Escuela de Cristo, Madrid, año 1656]:
“deben ser varones apartados de los vicios, engaños y vanidades del
siglo (.) Que traten de oración y recogimiento espiritual: devotos,
piadosos, caritativos, modestos, templados, sufridos y ejemplares.
Deben tratarse con amor, igualdad y caridad fraternal, que los
discípulos de la escuela de Cristo son hermanos:Omnes autem vos
fratres estis (Mat, 23).”

         Nace como “alternativa o complementariedad a la religiosidad


popular de las cofradías, inspirada en la corriente espiritual iniciada
por San Felipe Neri en Roma con oratorios para seglares (.) propio del
ambiente de la reforma católica unido a un colorido típicamente español
y barroco (.) es un instituto de perfección cristiana en la vida secular.”
[Ramón de la CAMPA CARMONA, “La institución de la Escuela de Cristo. La del Espíritu
Santo de Sevilla” Andalucía Moderna. Actas del III Congreso de Historia de Andalucía.
Córdoba, 2001].

         Esta escuela de perfección ascética se adscribe al ideario de


Trento, un “auténtico programa antiluterano para la salvación” [Mario
MARTINEZ GOMIS, “Las Escuelas de Cristo de Elche y Orihuela. Enseñanza espiritual y
ascética en la España de los siglos XVII y XVIII.” Revista de Historia Moderna, nº 20
anales Univ. Alicante, 2002] desterrando cualquier ilusión de conseguir la
salvación que no pase por la frecuencia de Sacramentos, práctica de la
oración y el ejercicio de la caridad; unido al rigorismo moral, continua
meditación sobre la muerte y fe en las indulgencias y sufragios para
aliviar las penas del Purgatorio.

         II.- INSTITUCIÓN TRANSVERSAL, SELECTA Y ESCONDIDA. De


los rasgos esenciales del instituto, la conjunción de cinco de ellos lo
dotan de una admirable novedad: es a la vez cristocéntrica, mariana,
práctica (escuela de ascética), transversal (laicos de toda condición
social y clérigos, sean seculares o religiosos) yescondida.

         Formaban parte de la Escuela hombres de todos los estratos


sociales: aristócratas, canónigos, sastres, militares, comerciantes,
abogados, médicos, agricultores, carpinteros, horneros, etc. [Mario
MARTINEZ GOMIS, en su estudio de 2002, detalla la procedencia social de los
hermanos de la Escuela de Cristo de Orihuela en el siglo XVIII: El 70% son seglares, y de
los eclesiásticos el 60% son del clero secular y 40% del clero regular (carmelitas,
mercedarios, trinitarios, agustinos). Entre los seglares hay nobles, abogados,
ciudadanos, militares, comerciantes, médicos, cirujanos, sangradores, sastres,
tejedores, horneros, carpinteros, agricultores, ricos labradores y un notario.] Todos
ellos debían demostrar una profunda y seria vida espiritual, y los
candidatos debían acreditar que contaban con un director espiritual
estable y que se confesaban con regularidad. [Fermín LABARGA GARCÍA, “La
Santa Escuela de Cristo: peculiar institución del Barroco hispano”, Tesis doctoral,
Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Navarra. 14/03/2012] No obstante, “el
traje y la compostura exterior no han de desdecir del Instituto, sea
decente y conforme a su estado, y se acerque más a lo modesto que a lo
lúcido.” [Capítulo 14º Constituciones Escuela de Cristo, Madrid 1656.]
         Su rasgo característico original era “mantenerse oculta,
reservando su intimidad, el conocimiento se alcanzaba a través de otros
varones piadosos, lo que trajo ciertos problemas de incomprensión”
[FERNANDEZ SERRANO, F., “Las Escuelas de Cristo”, Revista de Teología Mística, La
Vida Sobrenatural, págs. 106-116. Salamanca, marzo-abril 1975]. A sus miembros
no se les permite revelar “a los que no son de la Escuela los ejercicios y
cosas particulares de ella, porque referir lo que se ejercita con devoción
y fervor parecerá que es buscar el aplauso.” [Capítulo 14º Constituciones
Escuela de Cristo, Madrid 1656]. No obstante consiguió la adscripción de
destacados miembros de la Iglesia como San Antonio Mª Claret, San
Andrés Huberto y los Beatos Fray Diego José de Cádiz y Marcelo
Spínola. En sus biografías se omite su pertenencia a una institución
que queda relegada a la penumbra.

         El gobierno de cada escuela lo ostenta el “Obediencia” [Capítulo


3º “Del Obediencia”, Constituciones Escuela de Cristo, Madrid 1656: “Ha de atender a
todos a perfeccionarse en esta virtud que tanto resplandeció en todas las obras de
Cristo Señor Nuestro: Factus obediens usque ad mortem(ad Phlip. Lib. 2). Todo lo que
obrare, enseñare y ordenare, ha de ser obedeciendo a la Ley, consejos y voluntad
divina. Es a su cargo el gobierno, dirección, enseñanza y aprovechamiento de la
Escuela. (.) Para conseguirlo, acudir continuamente a la oración a pedir a Dios luz para
sí y para comunicarla a los que ha de instruir (.) Obrará con parecer y consejo de los
Diputados.”] asistido por cuatro diputados (dos seglares y dos sacerdotes)
elegidos por los votos secretos de todos los hermanos, con la misión de
hacer cumplir las constituciones y examinar a los pretendientes a
ingresar en la Escuela. Colaboran con ellos cuatro nuncios (dos seglares
y dos sacerdotes) que actúan de “celadores” de los hermanos por dar
cuenta al Obediencia de sus faltas, además de cuidar el oratorio y
repartir las disciplinas. [Capítulo 6º“De los nuncios”, Constituciones Escuela de
Cristo, Madrid 1656]

         III.- RELEVANCIA DEL PLAN DE VIDA.- El profesor Labarga del


departamento de Teología Histórica de la Universidad de Navarra,
señala como lo más novedoso de la institución el cap. XIV [Capítulo
14ºConstituciones Escuela de Cristo, Madrid 1656: “Las acciones y modo de vida de los
Hermanos fuera de la Escuela debe proporcionarse a lo que se enseña y ejercita dentro
de ella (.) El ajustamiento y concierto igual de la vida, ha de ser el principal cuidado de
cada uno.”] que regula una especie de plan de vida que se considera
esencial porque “ayuda mucho al cumplimiento de las obligaciones y
ejercicios de devoción distribuir el tiempo con orden y medida”,siendo
necesario vivirlo para ordenar la espiritualidad en la vida cotidiana:

         “El plan de vida que se propone constituye una ayuda muy eficaz
para santificar todos los momentos de la existencia. Tanto la vida
familiar como el trabajo o el descanso han de vivirse coram Deo, en la
presencia de Dios. Así, toda la existencia –y no sólo los momentos
dedicados a la oración, la Misa u otros actos de piedad- queda
consagrada a Dios, alcanzando una auténtica unidad de vida.” [Fermín
LABARGA GARCÍA, “La Santa Escuela de Cristo: peculiar institución del Barroco
hispano”, Tesis doctoral, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Navarra.
14/03/2012].

         El tipo de vida cristiana propuesto incluye laprohibición de acudir


a espectáculos públicos, en particular corridas de toros, comedias y
juegos de cartas, así como asistencia a los bailes e incluso bañarse en el
mar “en tiempos que se juntan muchos a holgarse y se experimentan
grandes deshonestidades y muchas ofensas a Dios Nuestro Señor” [A.
GIL ALBARRACIN, “Cofradías y hermandades en la Almería moderna”. Granada 1997].
Esta actitud contra las diversiones se consideró virtud digna de elogio,
en las reseñas de vida ejemplar de los hermanos fallecidos, se
mencionaba su aversión a los espectáculos públicos. De Gerónimo
Tomás de Casanova (Escuela de Córdoba) se dice “haber huido a lo
largo de toda su existencia de los peligros de los concursos públicos,
profanos y nada seguros para conservar la vida de la Gracia, como los
Corrales de Comedia, los paseos, casas de juego y plazas de toros.”
[Mario MARTINEZ GOMIS, “Las Escuelas de Cristo de Elche y Orihuela. Enseñanza
espiritual y ascética en la España de los siglos XVII y XVIII.” Revista de Historia
Moderna, nº 20, pág. 55. Alicante, 2002].

         Labarga afirma que este instituto propone “una exigencia muy


alejada de la superficialidad y de la inconstancia” y lograr con ello
personas “piadosas y ejemplares en su conducta que bien pudieran ser
propuestos como modelos de ciudadano y de cristiano (.) pretende
una transformación radical del individuo, conforme al divino modelo del
único Maestro Jesucristo que contribuya a su vez a la reforma de la
sociedad (.) que supone una evidente muestra de modernidad, de
avance en la concepción del compromiso de fe personal, vivido con
responsabilidad y llamado atransformar la sociedad.” [Fermín LABARGA
GARCÍA, “La Santa Escuela de Cristo: peculiar institución del Barroco hispano”, Tesis
doctoral, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Navarra. 14/03/2012.] Este
autor concluye que “la Santa Escuela de Cristo marca un hito
decisivo en la espiritualidad secular por cuanto supone
unaintuición asombrosa de lo que siglos después constituirán los
institutos seculares y otras formas de vida apostólica de los laicos.”
[Fermín LABARGA GARCÍA, “Mons. García Lahiguera y la revitalización de la Santa
Escuela de Cristo”, Universidad de Navarra. Año 2003.]

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