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UNIVERSIDAD NACIONAL TORIBIO RODRÍGUEZ DE MENDOZA DE

AMAZONAS

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD

ESCUELA PROFESIONAL DE PSICOLOGÍA

El amor: Bases neuroquímicas y culturales

DOCENTE : Ruiz Peña, Jampier Benjamin.

ESTUDIANTES :

▪ Acosta Jimenez, Diana Rafaela.


▪ Rojas Julca, Ilda Rocsana.
▪ Salazar Inga, Rossmary.

CURSO : Psicoterapia de la pareja y de la familia.

CICLO :X

CHACHAPOYAS – PERÚ

2021

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ÍNDICE
INTRODUCCIÓN......................................................................................................................3
1. DEFINICIÓN DE AMOR .................................................................................................4
1.1. AMOR .........................................................................................................................4
1.2. AMOR ROMÁNTICO ...............................................................................................4
2. TEORÍA TRIANGULAR DE ROBERT STERNBERG .................................................4
2.1. LOS COMPONENTES DEL AMOR .......................................................................5
2.2. TIPOS DE AMOR ......................................................................................................7
3. DIFERENCIA ENTRE ENAMORAMIENTO Y AMOR ...............................................7
3.1. ENAMORAMIENTO ................................................................................................7
3.2. AMOR .........................................................................................................................8
3.3. FASES DEL AMOR ...................................................................................................9
4. NEUROBIOLOGÍA .........................................................................................................10
5. NEUROBIOLOGÍA DEL AMOR ..................................................................................10
6. ¿DÓNDE NACE EL AMOR SEGÚN LA CIENCIA? ..................................................10
7. ¿DÓNDE ESTÁ EL AMOR? ..........................................................................................11
7.1. DOCE (12) ÁREAS CEREBRALES IMPLICADAS EN EL AMOR ..................12
8. DIFERENCIAS A NIVEL CEREBRAL ENTRE LOS HOMBRES Y MUJERES ....14
8.1. DIFERENCIAS EN LOS SENTIDOS ....................................................................14
8.2. DIMORFISMO CEREBRAL ..................................................................................14
9. LA NEUROQUÍMICA DEL AMOR-NEUROTRANSMISORES ...............................16
10. BASES CULTURALES DEL AMOR.........................................................................19
10.1. MITOS DEL AMOR ............................................................................................22
CONCLUSIONES ....................................................................................................................24
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS....................................................................................25
REFERENCIAS ELECTRÓNICAS.......................................................................................26
ANEXOS ...................................................................................................................................28

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INTRODUCCIÓN

El amor es una fuerte inclinación emocional hacia una persona y en un sentido más amplio
hacia un grupo de personas, objetos o animales. Es un sentimiento humano universal, ya
que tanto hombres como mujeres de distintas épocas, sociedades y niveles
socioeconómicos lo han sentido en algún momento de su vida y han sido dominados por
este sentimiento que muchos denominan como mágico. El amor se ha concebido como
un éxtasis acelerado que nos brinda momentos de felicidad apasionada, euforia,
excitación, risa, alegría y satisfacción; lo cual implica formas de sentirse aceptado y
entendido totalmente por otro u otros seres.

Cuando hablamos de un amor romántico ya se hace referencia al amor de pareja, este es


un proceso que pasa por una seria de etapas las cuales se tiene que superar para que las
parejas al final puedan llegar a tener un amor consumado, esto se puede analizar en la
teoría triangular de Robert Sternberg.

El surgimiento del amor tiene bases tanto neurobiológicas y culturales; cuándo


comenzamos a enamorarnos nuestro cerebro comienza a segregar una serie de
compuestos químicos los cuales nos hacen tener cambios fisiológicos o emocionales, que
permiten a las personas poder sentir y expresar este sentimiento, pero este proceso
también esta influenciado por la cultura ya que esta juega un papel importante, por ende
influye en las relaciones de pareja y los conceptos que tiene cada persona sobre el amor
y las formas de demostrar su afecto en la vida social. De la misma manera los mitos son
producto del aprendizaje cultural ya que son ideas erróneas acerca de cómo son las
relaciones afectivas.

El objetivo de este informe es profundizar nuestros conocimientos acerca de este tema


que es muy importante en la vida de las personas y de esta manera poder compartir lo
investigado.

LAS INTEGRANTES

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EL AMOR: BASES NEUROQUÍMICAS Y CULTURALES

1. DEFINICIÓN DE AMOR
1.1.Amor
Amar es condición indispensable para vivir, quien no ama, no existe, no vive.
Nacemos, vivimos y morimos. Pero vivimos solamente cuando tenemos alguien
a quien amar. No es lo mismo amar a una flor, a un perrito, a un ser humano. La
flor nos regala sin querer su perfume, el perrito juega con nosotros, pero un ser
humano regala su perfume, juega conmigo y me hace existir. (Pinto, 2002, p. 9)

Existen varias definiciones de la palabra “amor”, una de las más acertadas es la


de Humberto Maturana: “El amor es la emoción que constituye las acciones de
aceptar al otro como un legítimo otro en la convivencia. Por lo tanto, amar es abrir
un espacio de interacciones recurrentes con otro en el que su presencia es legítima
sin exigencias”. (Pinto, 2002, p. 9)

Iturralde de Ardavín, 1994. (Como se citó en Román, 2017) define al amor como
algo “limpio, sincero, inteligente y que busca siempre el bien de la persona que se
ama”.
Sternberg, 1986. (Como se citó en Román, 2017). Define al amor como un
“Sentimiento humano de encuentro y unión con otro ser, y que se subdivide en
tres componentes: intimidad, pasión y compromiso”.
1.2.Amor romántico
Fricker y Moore, 2002. (Como se citó en Román, 2017). Menciona que “se
caracteriza por la atracción física, la pasión, la comunicación abierta y el
compromiso con el amante. Este estilo de amor involucra la necesidad de una
atracción intensa tanto física como emocional”.

2. TEORÍA TRIANGULAR DE ROBERT STERNBERG

La Teoría triangular del amor de Sternberg, 1988, destaca por ser integradora de
tres componentes (intimidad, pasión y compromiso) presentes en la mayoría de
las culturas.

Sternberg, 1988. (Como se citó en Villamiza, 2009). Menciona que los tres
componentes del amor son diferentes, pero, al mismo tiempo, están relacionados

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entre sí. Su representación teórica ideal en un nivel metafórico es un triángulo
equilátero. No obstante, cuando la intensidad de alguno de los componentes es
diferente a la de los demás el triángulo deja de ser equilátero y pueden variar con
el tiempo en una misma relación dependiendo del momento histórico, lugar
geográfico e influencias culturales. Haciendo todas las combinaciones posibles
entre los tres componentes, Sternberg habla de diferentes tipos o formas diferentes
de amor, si bien han de considerarse como extremos, ya que únicamente se valora
la presencia o ausencia de cada uno de los componentes. Hay que señalar que
existen otros componentes en las relaciones como la comunicación, pero esta
forma parte de los componentes principales.

2.1.Los componentes del amor


a. Componente intimidad

Para Sternberg (1988), la intimidad está compuesta, por lo menos, por diez
elementos: deseo de promover el bienestar de la persona amada, sentimiento
de felicidad junto a la persona amada, respeto por el ser amado, capacidad de
contar con la persona amada en los momentos de necesidad, entendimiento
mutuo, entrega de uno mismo y de sus posesiones a la persona amada,
recepción de apoyo emocional por parte de la persona amada, entrega de
apoyo emocional, comunicación intima con la persona amada y valoración de
la persona amada. No es necesaria la coexistencia de todos estos elementos
para que exista intimidad en la relación de pareja; la presencia de algunos de
ellos es suficiente, aunque el grado de profundidad dependerá de los niveles
existentes de las diez subelementos. Sternberg, 1988. (Como se citó en
Villamiza, 2009).

La intimidad, además, es un componente que se va viviendo en el aquí y en


el ahora, en el presente, y se construye progresivamente a través de la
intimidad acumulativa (intimidad desarrollada en experiencias amorosas
pasadas), que influye directamente sobre la capacidad de aprender de
relaciones anteriores.

b. Componente Pasión

Para definir este segundo componente del amor, Sternberg (1988), parte de
la idea de que los seres humanos tienen la capacidad de manifestar deseos y

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necesidades según sus experiencias. La pasión está vinculada a las
necesidades de entrega, autoestima, pertenencia, sumisión, deseo y
satisfacción sexual, y su expresión involucra una mezcla de relaciones
psicológicas y fisiológicas que dan cuenta de lo que acontece en la dinámica
de la pareja.

la intensidad de este componente puede variar a lo largo del tiempo, dentro


de una misma relación y, como es lógico, entre diferentes relaciones. La
mayoría de las personas asocia pasión con excitación sexual. No obstante,
cualquier sentimiento de excitación psicofisiológica puede generar una
experiencia pasional. Las manifestaciones físicas, pero también las
emocionales, contribuyen a la aparición del componente pasión. Es, por ello,
una emoción motivadora de la pareja más que un impulso sexual. Sternberg,
1988. (Como se citó en Villamiza, 2009).

c. Componente Decisión – Compromiso

Para alcanzar el ideal de amor, según Sternberg, no basta con la proximidad


y la pasión entre los dos miembros de la pareja (como veremos en el siguiente
apartado). Se necesita, también, tomar la decisión de amar a la otra persona y
establecer el compromiso de mantener ese amor. De esto trata, precisamente,
el último componente del amor.

La decisión y el compromiso no tienen por qué darse en el mismo tiempo ni


en el orden expuesto. Como Sternberg (1988) expone, en ocasiones la
decisión de amar al otro surge de un compromiso establecido con
anterioridad. Podría ser el caso, por ejemplo, de un matrimonio por
conveniencia. En estos casos el compromiso es el componente que inicia la
relación y desde aquí se espera que se den los demás componentes, intentando
luego amarse a través de la intimidad y la pasión. La decisión y el compromiso
como componentes del amor tienen un curso único dentro de cada relación de
pareja que depende de su evolución. Si evoluciona de manera gratificante,
decisión y compromiso pueden ir aumentando hasta alcanzar un equilibrio
que será crucial en el mantenimiento de la relación a largo plazo. Si la relación
se va deteriorando o se va volviendo carente de sentido, el compromiso puede
llegar a desaparecer. Sternberg, 1988. (Como se citó en Villamiza, 2009).

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2.2.Tipos de amor
a. Amor con cariño (intimidad): relación donde hay presencia de un alto grado
de intimidad, de una amistad verdadera, con ausencia de pasión y
compromiso a largo plazo.
b. Encaprichamiento (pasión): relación donde solamente se encuentra el
componente pasión sin intimidad y compromiso, se podría entender como
un «flechazo», apareciendo altos niveles de excitación psicofisiológica. Esto
a su vez tiene a disolverse en cualquier momento, formando así parejas
superficiales.
c. Amor vacío (compromiso): relación con un alto nivel compromiso donde la
persona ha perdido la vinculación de intimidad y pasión, no hay implicancia
emocional, ni atracción física.
d. Amor romántico (intimidad + pasión): relación que se compone de la
mezcla de intimidad y pasión.
e. Amor sociable (intimidad + compromiso): relación donde de la
combinación de intimidad y compromiso, no hay pasión, considerada como
una amistad comprometida en el largo plazo.
f. Amor necio (pasión + compromiso): caracterizado por la presencia de la
pasión y el compromiso, siendo considerados como amores «relámpagos».
g. Amor consumado (intimidad + pasión + compromiso): también llamado
pleno o completo, es el amor que muchas personas desean experimentar,
aunque no hay garantía que perdure en el tiempo.

3. DIFERENCIA ENTRE ENAMORAMIENTO Y AMOR


3.1.Enamoramiento
El enamoramiento es más cercano a lo que nos presenta Televisa y muchas
películas. Cuando las personas se conocen y se sienten atraídas físicamente,
empiezan a tener encuentros para saber quiénes son, si los momentos que pasan
juntos son divertidos y resultan emocionantes, se empieza a ver al otro con ese
enamoramiento que puede ser efímero, pero que es una emoción explosiva. Es
decir, uno siente que no puede más con esa emoción, que no puede estar lejos
mucho tiempo del otro, espera con ansia las señales del otro, pero sobre todo
espera ser correspondido. (Barcenas, 2014)

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Es como una primera fase donde vas a conocer físicamente a la persona, y empezar
a tratar con esa persona para ir conociéndolo.
Los primeros encuentros, resultarán por siempre inolvidables porque cada uno
puso lo mejor de sí mismo para atraer al otro. Estos momentos están llenos de
romanticismo, de diversión, de emoción, los enamorados, ven al otro simplemente
como un ser perfecto. No comete errores, no tiene defectos, nos es feo, y todo lo
que hace, bueno o malo, tiene una razón justificada. Cuando uno está enamorado,
sencillamente el mundo es perfecto. No importa nada de lo que pasa en el exterior,
porque hay alguien que nos ama (eso debe entenderse como alguien que está
enamorado de nosotros). (Barcenas, 2014)
Donde la persona de la que nos empezamos a enamorar es simplemente perfecta
para uno.
Sin embargo, el enamoramiento se termina casi tan rápido como empezó, es decir,
cuando la rutina empieza a apoderarse de los enamorados y uno o el otro ya no
tiene tanto tiempo, está enojado por cosas que pasaron allá afuera, en la vida;
muestra sus defectos y no hay razón para tolerarlos, cometiéndose el terrible error
de esperar que los momentos excitantes vuelvan.
3.2. Amor
El amor es otra cosa, cuando uno ama está dispuesto a aceptar al otro con lo bueno
y lo malo de él o ella; es decir se han reconocido los defectos y las virtudes del
otro y se está dispuesto a aceptarlo tal cual es. La rutina ha minado los momentos
brillantes del enamoramiento, pero se está dispuesto a compartir lo que al otro le
apasiona. Se sabe que el otro requiere espacio para su desarrollo, así que habrá
momentos es que comparta con el ser amado y otros en que se tome tiempo para
sí mismo. (Barcenas, 2014)
No hay desesperación por las ausencias o la falta de señales, se sabe que el otro
volverá cuando sea el tiempo de volver y casi nunca pasa tanto tiempo. En el amor
uno sede, pero no siempre; es decir la negociación es importante para que ninguno
esté sometido al otro, sino para que ambos crezcan en armonía, cada uno en lo que
le interesa, pero a veces transitan caminos juntos para encontrarse.
El amor exige confianza, libertad y riesgo. Confianza en el sentido de creer sin
necesidad de evidencias; libertad en poder ponernos a prueba en nuestra
realización personal procurando no lastimar el “nosotros” que estamos
construyendo; riesgo al probar experiencias que pueden cambiar nuestra forma de

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ser y dejar de ser amados o dejar de amar, al descubrir facetas en nosotros o en
nuestra pareja que contravengan los intereses comunes. (Pinto, 2002)
Estos aspectos son fundamentales y se muestran ya en un amor consumado, donde
ambos respetan los espacios de cada uno y se permiten crecer y desarrollarse
cumpliendo sus metas.
3.3.Fases del Amor
a. Fase 1: Limerencia

Esta etapa también recibe el nombre de fase de enamoramiento o de lujuria, y


es la fase en la que estamos más ilusionados y deseosos de ver a la otra persona.
Los sentimientos y emociones de los amantes tienen que ver con la euforia y
con los cambios rápidos del estado de ánimo. El término “limerencia” fue
acuñado por Dorothy Tennov, y según ésta, la sintomatología característica de
esta etapa son algunos cambios físicos como enrojecimiento, los temblores o
palpitaciones; excitación y nerviosismo, pensamiento intrusivo, obsesión,
pensamientos fantasiosos y el miedo al rechazo. (Corbin, 2017)

b. Fase 2: Amor romántico (construyendo confianza)

Las preguntas que pueden surgir durante esta fase son: “¿estarás ahí para mí?”
“¿puedo confiar en ti?” “¿puedo contar contigo para los buenos y los malos
momentos?” Estas son algunas de las reflexiones que hacemos para saber si
queremos seguir con esa persona que tanto nos ha hecho sentir y si realmente
estamos con la persona correcta para este largo viaje del amor. (Corbin, 2017)

Cuando no podemos responder positivamente a estas preguntas, los conflictos


surgen una y otra vez y pueden erosionar seriamente la relación. Las respuestas
a estas preguntas son la es común que en esta etapa existan crisis. Salir airosas
de ellas supone un crecimiento en la relación y el fortalecimiento de los lazos
afectivos. En cambio, si las dudas se confirman, la frustración, la decepción, la
tristeza y la ira pueden aparecer. (Corbin, 2017)

Estas crisis pueden aparecer alrededor de los 2 o 3 años y, en muchas ocasiones,


el resultado de estas peleas viene determinado por la capacidad de negociación
y de comunicación de los miembros. base del apego seguro o inseguro a la
relación.

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c. Fase 3: Amor maduro (construyendo compromiso y lealtad)

Si la pareja logra superar la etapa anterior, alcanza la fase de la unión o amor


maduro. Esta etapa se caracteriza por la construcción de un compromiso real y
leal. Se trata de la etapa de confianza más profunda, en la que se toman
decisiones más racionales. Es decir, se produce una valoración más profunda
de la otra persona y existe una unión que predomina sobre el torrente emocional
y la agitación del comienzo de la relación. (Corbin, 2017)

En esta etapa se valora más la calma y la paz, y la otra persona se convierte en


un punto de apoyo. Se da más importancia al apego, la ternura, el afecto
profundo, y amor alcanza, entonces, otro nivel. En esta etapa el amor se
alimenta de la comprensión, del respeto por parte de los dos miembros de la
pareja. De algún modo, el amor pasa a experimentarse de un modo menos
individualista, pensando en la pareja como una unidad que es más que la suma
de sus partes. (Corbin, 2017)

4. NEUROBIOLOGÍA

La neurobiología estudia la evolución filogenética y ontogénica, referida a los


cambios anatómicos, fisiológicos y bioquímicos, aplicados al desarrollo y la
maduración normal del cerebro, por ende, las formas de aprendizaje y conducta en
relación con el medio ambiente, expresados en el concepto de plasticidad cerebral.
(Beteta, 1999, p. 11-16)

5. NEUROBIOLOGÍA DEL AMOR

La neurobiología del amor nos muestra que el enamoramiento es una respuesta


biológica y neuronal en la que intervienen hormonas, neurotransmisores y
neuromoduladores. Al igual que nuestras emociones, el amor es una respuesta. Para
ser más exacto, forma parte de un sistema que responde a una finalidad: el
apareamiento y descendencia (CPA, 2020).

6. ¿DÓNDE NACE EL AMOR SEGÚN LA CIENCIA?

Ubicar el sitio exacto del amor había sido casi imposible, pues este sentimiento es
mucho más abstracto y complejo que, por ejemplo, la ira o el placer. De hecho, el
amor parecía involucrar no sólo una sino varias áreas del cerebro. Los científicos de
la universidad de la Concordia, en Canadá, hallaron el sitio exacto donde se alojan los

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sentimientos que se experimentan durante el enamoramiento, dichos estudios
consistieron en someter a los participantes a escáneres de FMRI (Imágenes de
resonancia magnética funcional) con los que se pudieron apreciar la actividad del
cerebro, los voluntarios hacían 3 tareas relacionadas como observar imágenes eróticas
o de la persona de la que están enamorados. Los resultados concluyeron que el sitio
donde se alojan los sentimientos que se experimentan durante el enamoramiento es la
ínsula, ubicada entre el lóbulo temporal y el lóbulo frontal.

El área del deseo sexual se activa fácilmente, pero la del amor es más compleja, nadie
había colocado estos dos sentimientos juntos para ver cuáles eran los patrones de
activación, por lo tanto, los científicos no sabían que iban a encontrar y pensaron que
ambos estarían completamente separados; pero resultó que el amor y el deseo activan
áreas específicas vinculadas en el cerebro. Mientras el placer sexual tiene un objetivo
muy específico, el amor es mucho más abstracto y complejo y por lo tanto menos
dependiente de la presencia física de la otra persona

Algo que realmente llamó la atención del estudio, fue que el amor se ubica en la
misma zona cerebral en donde se alojan las adicciones o drogas, por lo que se dijo
que el amor realmente es un hábito que se forma con el deseo sexual y que recompensa
ese deseo sexual, y en el cerebro el amor funciona de la misma forma como cuando
las personas se vuelve adictos a las drogas.

7. ¿DÓNDE ESTÁ EL AMOR?

Stephanie Ortigue realizo un estudio titulado "La Neuroimagen del Amor" en la


revista Journal of Sexual Medicine, en la universidad de Syracuse, en New York; en
donde revelo que enamorarse no solo puede provocar una sensación de euforia
parecida a la vinculada al consumo de cocaína, sino que también afecta a las áreas
intelectuales del cerebro. Además, se ha calculado que enamorarse toma exactamente
0,5 segundos, ese es el tiempo en que el cerebro responde liberando compuestos
químicos cuando se encuentra “a la persona querida- amada”. También, su equipo
descubrió que cuando una persona se enamora hasta 12 áreas del cerebro trabajan
conjuntamente para liberar las sustancias químicas que inducen euforia, como la
dopamina, la oxitocina, la vasopresina o la adrenalina. Por ejemplo: cuando se
generan cascadas de neurotransmisores en ciertas zonas del cerebro “el corazón se
acelera y aparecen las mariposas en el estómago” (Sanz, 2010).

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Por su parte, la Dra. Helen Fisher determinó, gracias a técnicas de neuroimagen, que
la actividad neuronal es distinta según se trate de amor, apego a la pareja o deseo
sexual, por lo que nuestro cerebro no se activa de igual manera en las relaciones
duraderas que en las etapas iniciales de enamoramiento. Y, también, que el cerebro
de los hombres y el de las mujeres experimentan el amor de forma distinta. “Mientras
que los hombres, cuando se enamoran, parecen tener una mayor actividad en la región
cerebral asociada a los estímulos visuales, en las mujeres se activan más las áreas
asociadas a la memoria (Porta, 2012).

7.1.Doce (12) áreas cerebrales implicadas en el amor


Córtex Posterior: Es la región del cerebro en donde se encuentra la
conciencia humana y la percepción de la individualidad, situada en la parte
posterior del córtex, lo que convierte estos fenómenos en meros episodios de
reacciones bioquímicas del cerebro (Martínez, 2003).
Cuerpo Estriado: También conocido como” Núcleo estriado o neoestriado”,
localizado a nivel subcortical que a su vez forma parte de los ganglios basales,
implicados en la regulación de los movimientos intencionales y de los
automáticos, así como en el aprendizaje procedimental, en el refuerzo y en la
planificación. Está plagado de receptores de dopamina.
VTA: Son las siglas del área tegmental ventral. Es la región del cerebro
compuesta por neuronas que se encuentran en el mesencéfalo y que tiene un
papel importante en el sistema de recompensa cerebral, debido a la gran
cantidad de neuronas dopaminérgicas que posee. Aquí nace la dopamina y se
regulan las adicciones (Martinez, Psicoactiva, 2021).
Córtex Medio: Ocupa una posición anatómica privilegiada para orquestar
respuestas autonómicas, emocionales y de alerta que son requeridas para el
correcto despliegue de la conducta.
Amígdala: La amígdala cerebral es una región del denominado sistema
límbico. Se encarga de recibir información del entorno y captar los estímulos
que considera significativos, es decir importantes para nosotros. Aquí se
archivan nuestras memorias relacionadas con la emoción. Cómo nos
enamoramos depende de ella.
Hipocampo: Sí una nueva emoción merece la pena recordarse, aquí queda
archivado el sentimiento. El hipocampo desempeña un papel vital en el

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aprendizaje de regulación, la codificación de la memoria, la consolidación de
la memoria y la navegación espacial.
Ínsula: La ínsula es una importante región del cerebro ubicada en la
profundidad del surco lateral, se encuentra implicada en múltiples funciones:
parece tener una gran relación con las emociones básicas como el amor, la
tristeza, el odio o la felicidad. Además, tiene un papel muy importante en
cuanto a la regulación del cuerpo para conseguir la homeostasis y su
implicación en la percepción de conciencia de nosotros mismos y de las
experiencias emocionales subjetivas, es otro de sus papeles más destacados
(Martinez., 2021).
Córtex Lateral: Se sabe de la implicación de esta área en las emociones por
personas que sufren lesiones en ella y tienen dificultades para demostrarlas.
Córtex Anterior: Esta área regula nuestra respuesta y la recompensa, la
empatía y toma de decisiones.
Núcleo Caudal: El núcleo caudado y el conjunto de ganglios basales tienen
una elevada importancia en el sistema nervioso humano, participando en
funciones imprescindibles para garantizar tanta una adaptación correcta al
medio como la propia supervivencia al permitir la regulación de la conducta a
través de aspectos como la memoria y la motivación. Situado por encima
del tálamo y debajo de la corteza orbitofrontal para posteriormente curvarse
hacia el lóbulo occipital, el núcleo caudado se conecta tanto con el resto de
ganglios basales como con la corteza frontal y el sistema límbico (Castillero,
2021).
Putamen: Los ganglios basales son una región subcortical que interviene en
diversas funciones físicas y cognitivas. Gracias a sus conexiones con
diferentes zonas del cerebro, el putamen participa e influye en muchos
procesos importantes para el ser humano, como el control motor o el
aprendizaje (Martinez, 2021).
Núcleo Accumbens: El núcleo accumbens, también conocido como “el
núcleo que reposa sobre el septo”, es una estructura dentro del cerebro, situada
en regiones comúnmente denominadas como áreas subcorticales, todas las
emociones del amor pasan por aquí: el placer, el miedo, la risa y está la
agresividad. Por ejemplo: Cuando el deseo se cumple, el núcleo
accumbens estimula el cerebro para que cree una sensación de placer en la

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persona. En consecuencia, su mente lo traduce como una recompensa e
interpreta una conducta positiva que debe reforzarse.
8. DIFERENCIAS A NIVEL CEREBRAL ENTRE LOS HOMBRES Y
MUJERES

El cerebro se desarrolla, crece, se conecta y funciona hasta que se enamora, el amor


a diferencia del enamoramiento es duradero ya que es una percepción real del otro.
Cabe recalcar que tanto los hombres como las mujeres se enamoran de diferentes
formas, por ello es muy importante dar a conocer cuáles son esas diferencias que
existen tanto al nivel cerebral y neuroquímico.

8.1.Diferencias en los sentidos

En una conferencia sobre la “neurobiología del amor”, el doctor Eduardo Calixto


González nos menciona algunas diferencias en los sentidos y en la organización
cerebral de los hombres y las mujeres. En primer lugar, menciona que el ojo
femenino ve mejor los colores a diferencia del masculino, esto se debe al gen de
la rodopsina el cual se encuentra en el cromosoma x; el ojo femenino está
adaptado para ver los colores con mayor intensidad. En segundo lugar; menciona,
que gracias a un análisis neurofisiológico se pudo identificar que el oído femenino
escucha mejor a diferencia del masculino; concluyendo que las mujeres escuchan
de 10 a 100 potenciales de acción. En tercer lugar, nos dio a conocer que las
mujeres tienen un 30% más de receptores al dulce. En cuarto lugar, menciona que
las mujeres tienen una mayor sensibilidad entre un 10 y 15% a la temperatura y
vibración. Finalmente nos habla de la importancia del olfato en las mujeres ya que
éstas tienen la capacidad de olfatear el complejo mayor de histocompatibilidad,
concluyendo que las mujeres escogen de quienes se están enamorando y los
hombres no, por lo que tienden a ser más superficiales y visuales.

8.2.Dimorfismo cerebral

El cerebro de un varón pesa un aproximado de 1350 g y el de una mujer 1250 g,


por lo que el cerebro del varón es más grande; esto se debe porque tiene más grasa
y agua. Si hacemos una valorización desde el punto de vista neurofisiológico, la
mujer tarda 300 milisegundos para entender un mensaje de amor y en 500
milisegundos le queda completamente claro qué fue lo que le dijeron; mientras
que el varón tarda un aproximado de 500 milisegundos para entenderlo y a los 700

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milisegundos ya está comprendido; cabe recalcar que estamos hablando de tiempo
neurona (Calixto, 2014).

Dentro de las hormonas femeninas tenemos al 17 beta estradiol (17-β estradiol)


y desde que aparece esta circunstancia cambia la arborización dendrítica, tanto
hombres como mujeres tienen el mismo número de neuronas, pero el de las
mujeres las tienen mayor conectadas (entre un 20-25%). Esto sucede en
consecuencia de las espinas dendríticas las cuales son generadas por los
estrógenos y hacen que las neuronas sean más grandes y robustas por lo que la
conexión neuronal está garantizada. No obstante, cuando estamos pasando por una
situación de estrés; los varones conectan más neuronas y las mujeres las
desconectan, esto se debe a que el cortisol genera un efecto negativo en las mujeres
y uno positivo en los varones. Por lo tanto, las enfermedades como el Alzheimer
o el Parkinson tienen peor pronóstico en el cerebro femenino ya que el cerebro
está más conectado, por ello el impacto de la neurodegeneración es diferente entre
ellos.

Hablando netamente de las diferencias, hay que tener en cuenta que hay sustratos
y moduladores distintos en el cerebro del hombres y mujeres, el cuerpo calloso es
30% más grande en la mujer, por lo que el hemisferio izquierdo y derecho de la
mujer está más conectado, esto genera que los varones tengan una proyección
mucho menor de visualización y de sentido.

Los varones solamente tienen dos áreas del cerebro más grande que el de las
mujeres, estas son parte del hipotálamo y la amígdala cerebral. No es
circunstancial que el hipotálamo sea más grande (entre 10-15%). Por ejemplo.:
según estudios nos mencionan que los hombres son más infieles que las mujeres,
pero todo ello tiene una explicación biológica. El hipotálamo en uno de sus
núcleos supraquiasmático está muy relacionado con la síntesis de las hormonas
vasopresina, la cual muchos piensan qué es la antidiurética, pero no ya que esa es
una comunicación del hipotálamo hacia riñón; la otra es del hipotálamo hacia
arriba. Esta vasopresina el hombre la utiliza para 3 cosas fundamentales:
relaciones superficiales, promiscuidad y celotipia.

La amígdala cerebral de los hombres es entre 70 y 85% más grande que el de las
mujeres, esto explicaría porque los hombres son más violentos y difíciles de

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controlar, y requiere una liberación más grande y masiva de dopamina que en este
proceso te quita el control prefrontal. No obstante, cabe recalcar que la amígdala
izquierda trabaja más rápido en las mujeres, significa que tiene una comunicación
directa con el centro regulador cardíaco y respiratorio; siendo éste el inicio de la
motivación para llorar, por tanto, las mujeres son más proclives a llorar más
rápido.

El área tegmental ventral (VTA) es un área del cerebro que libera más dopamina,
es un 75% más grande en las mujeres que en los varones; por ello varios estudios
revelan que las mujeres son mas intensas para expresar su cariño. También,
tenemos al hipocampo y es hasta un 15 y 25% más grande el de las mujeres, el
hipocampo es la memoria de nuestra vida. Asimismo, tenemos al giro de cíngulo
y gracias a los estudios se pudo demostrar que las mujeres lo tienen un 20% más
grande, esta área de cerebro es la que se encarga de brindar información
conceptual, objetiva y consciente del dolor, por lo que las mujeres expresan más
el cariño y el desamor. Por ejemplo: Si una persona dice me rompiste el corazón
en realidad se activó su giro del cíngulo.

Por otro lado, tenemos al área de Broca y Wernicke; está científicamente


demostrado que la densidad de comunicación neuronal es mucho mayor en las
mujeres que en los varones, por ello se dice que una mujer habla un aproximado
de 25,000-32,000 palabras y el varón habla de 12,000-15,000 palabras al día.

Todo lo mencionado anteriormente no nos debe hacer competir, sino entender que
somos diferentes para interpretar los cariños, para demostrarlos y en consecuencia
demostrarlo abiertamente.

9. LA NEUROQUÍMICA DEL AMOR-NEUROTRANSMISORES

Cuando nos enamoramos nuestro cuerpo comienza a segregar una serie de


compuestos químicos, estos nos pueden hacer sentir un subidón de energía, excitación
y felicidad o, por el contrario, el bajón más absoluto y doloroso. Como si fuera una
droga la química del amor puede hacer que tengamos respuestas muy similares a las
que produce la cocaína y los trastornos obsesivos compulsivos.

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La primera fase de la química del amor es cuando nace la chispa, quiere decir que el
proceso químico del enamoramiento comienza por la atracción, para ello cada persona
tiene preferencias diferentes y muchas veces inconscientes. Cabe recalcar que nos
suelen gustar personas parecidas a nosotros, que tengan un grado de inteligencia
similar, un sentido del humor y valores parecidos. Pero hay muchas personas así y
evidentemente no nos enamoramos de todas ellas. Es un hecho que poco puedes hacer
para controlar quién te atrae y quién no porque el enamoramiento químico empieza
en un ámbito invisible e imperceptible. Aunque muchas veces la sociedad en la que
vivimos e incluso nuestras expectativas personales vayan por otro camino, nuestro
cerebro ha evolucionado para facilitar al máximo posible la reproducción. Y el amor
lleva a ella. Por esta razón, cuando nos enamoramos liberamos sustancias químicas
que nos hacen sentir tan bien.

La dopamina (la droga del amor) es un neurotransmisor que nos hace sentir placer y
euforia al estar con la persona amada, tiene un potente sistema de recompensa y por
ello nos crea la necesidad de estar con esa persona. Curiosamente, este
neurotransmisor es el mismo que se activa con los juegos de azar y con las drogas.
Por ende, tanto el amor como la adicción cuando desaparecen aparece la tristeza y la
obsesión.

La Norepinefrina (empieza la montaña rusa), es una hormona que nos da adrenalina


y hace que el corazón palpite más rápido, suba la presión arterial, nos suden las palmas
de las manos y nos ruboricemos. Da pie a toda esa montaña rusa de emociones que
sentimos cuando nos enamoramos y que hace parecer que hemos perdido la razón.
Nos hace sentir diversas sensaciones como la alegría, efusividad e incluso
nerviosismo desproporcionado que llega a desactivar las sensaciones de hambre y de
sueño. Producto de esta dejamos de pensar con claridad y, sin darnos cuenta, hemos
reducido nuestro mundo a una única persona: nos hemos enamorado.

Feniletilamina (¡qué intensa eres!), ahora que el proceso del enamoramiento está
avanzado, hay una sustancia la cual inunda el cuerpo y te domina por completo
“Feniletilamina”, en términos simple esta es la sal de nuestra comida. Como el sabor
umami (esencia de delicia) este neurotransmisor lo vuelve todo más intenso. Se
combina con el resto de los compuestos de la química del amor y nos hace sentir
increíblemente felices, optimistas y motivados. El chocolate es famoso por sus altos

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niveles de esta sustancia. Por eso es tan típico darse un atracón de chocolate después
de una ruptura.

La segunda fase de la química del amor es cuando reforzamos vínculos, sin duda, los
neuroquímicos que hemos mencionado dominan la etapa más pasional del
enamoramiento. Cabe recalcar que durante esa primera fase también están presentes
otras sustancias químicas, pero adquirirán un mayor protagonismo cuando el deseo,
los nervios o incluso la obsesión por la otra persona empiecen a descender: es el
momento de afianzar el vínculo entre la pareja (Zcchimmer, 2020).

Después de esa etapa dominados por la revolución de los neurotransmisores, la cosa


se calma y nuestro cerebro es capaz de volver a coger las riendas. Por eso, después de
la euforia inicial, además del enamoramiento químico también entran en juego
otros factores orientados al compromiso y la estabilidad.

La oxitocina (los abrazos también tienen química) nos ayuda a forjar lazos
permanentes con nuestra pareja y se libera con el contacto físico, sobre todo durante
el orgasmo. Cuando nos cogemos de la mano, nos abrazamos o nos besamos nuestro
cerebro descarga mucha oxitocina, haciendo que nos sintamos más unidos a la otra
persona. Además, la oxitocina también influye en los “celos”. Cuando estamos ante
una situación que consideramos “una amenaza” descienden los niveles de oxitocina y
aumentan los de cortisol, que hace que sintamos miedo, pánico y ansiedad.

La serotonina (el neurotransmisor de la felicidad) durante el enamoramiento la


serotonina nos hace sentir felicidad simplemente por estar al lado de nuestra pareja.
Pero, de nuevo al igual que ocurre con una droga, el cerebro se habitúa a la
serotonina y busca una dosis mayor. Por eso algunas personas buscan constantemente
nuevos amantes o le demandan al actual cada vez más muestra de amor. Las
experiencias y pensamientos positivos también aumentan los niveles de serotonina.
Por el contrario, los pensamientos desagradables, las malas noticias, las
preocupaciones y los enfados los hacen descender.

Tercera fase ¿Y qué pasa cuando se acaba el amor?, todos los neurotransmisores
mencionados están asociados a sistemas de recompensa que nos hace sentir tan bien,
el problema viene cuando la relación se termina o la otra persona empieza a alejarse

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o si nuestras expectativas no se cumplen. En ese momento los niveles de los
compuestos químicos del enamoramiento caen, dejándonos en un estado de
frustración, angustia y tristeza muy profundo. Por lo cual nuestro cerebro va a
necesitar un tiempo para recuperarse y volver a sus niveles normales.

Además, es fácil que el contacto con una expareja, incluso a través de una simple
foto, reactive la liberación de neurotransmisores, volviendo a la pauta anterior. Es
por eso por lo que la mayoría de los psicólogos recomiendan una terapia de contacto
cero para superar una ruptura (Zcchimmer, 2020).

También puede pasar que sigas queriendo a la pareja pero que sientas que “ya no es
lo mismo”. Y es que cuando el tsunami químico desciende, muchas veces se interpreta
como una pérdida de amor. Pero en realidad, lo que ocurre es que los receptores
neuronales se han acostumbrado al enamoramiento químico.

10. BASES CULTURALES DEL AMOR

Nuestros sentimientos están predeterminados y moldeados por la cultura y la sociedad


en la que vivimos. Son muchos autores que han puesto el acento en la dimensión
literaria del amor como constructor de realidad y como modeladora de las emociones
y los sentimientos. Porque el amor se construye en base a la moral, las normas, los
tabúes, las costumbres, creencias, cosmovisiones y necesidades de cada sistema
social, por eso va cambiando con el tiempo y en el espacio, y por eso no aman igual
en China que en Nicaragua. Son numerosos autores que defienden la idea de que el
amor es una constante humana universal porque existe en todas las culturas y porque
la capacidad de amar parece formar parte de nuestra condición. Teóricos como Wilson
y Nias (1976) defienden la universalidad del amor romántico, señalando que el
fenómeno amoroso romántico no es de origen reciente ni está restringido a nuestra
cultura “Aunque no siempre concebido como necesario para el matrimonio, el amor
romántico y pasional ha existido en todos los tiempos y lugares”. Por su parte, los
antropólogos Jankowiak y Fisher (1992) documentan la existencia de lo que ellos
definen como “amor romántico” en casi un 90 por 100 de las 168 culturas analizadas
(Herrera, 2013).

En los años setenta se inició la revolución sexual, donde se propuso nuevas formas de
convivencia entre varones y mujeres, estas formas incluyen: comunidades sexuales,

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amor libre, parejas abiertas, contratos prematrimoniales y las triejas. También se restó
importancia al afecto que debería mediar la vida en pareja y la vida sexual. Sin
embargo, ninguno de estas formas resulto, por lo que se tuvo que regresar al modelo
de pareja conocido con todo y sus cuestionamientos (Carreño. Henales, Sánchez.
2011. p. 100).

Ya después en la posmodernidad, el individualismo surge como lo opuesto al sentido


de comunidad. Tal como sucedió en la época victoriana (1837-1901), los sentimientos
y afectos gozan de mala reputación (afectos positivos y negativos), ya que se hallan
reservados para la intimidad y la privacidad. Sin embargo, hay quienes los muestran
de forma extravagante y cursi, pero socialmente están permitidos si son expresados
por grupos minoritarios, como parte de su folclor. También hay quienes se esfuerzan
en no mostrarlo por evitar una exposición de la intimidad al juicio público (Carreño.
Henales, Sánchez. 2011. p. 100).

La época victoriana representa la doble moral, por un lado, una moralidad y


sexualidad pública muy estricta, totalmente basada en una moral y en unos valores
profundamente conservadores. En el ámbito privado es todo lo contrario ya que se
produce una sexualidad promiscua y alocada. Es decir, se transgrede todo
comportamiento “decente” y se desenvuelven en un mundo sexual oculto, donde la
promiscuidad, la pedofilia, la prostitución y el adulterio es algo habitual (Carreño.
Henales, Sánchez. 2011. p. 100).

Los procesos emocionales y relacionales son matizados por las diferentes culturas que
transforman las necesidades psicológicas de cada persona. Gracias a la modernidad la
sociedad se vuelve más compleja, donde el tiempo y la distancia es más relativo,
porque se vive en la inmediates de la información ya que la sucesión de eventos, los
contenidos y productos se vuelven efímeros. Este cambio también ocurre en la
dinámica de los afectos porque se manifiesta con nuevas y múltiples facetas, donde
los patrones de referencia de las relaciones entre dos terminan, en un tiempo eran
validas, pero se modifican a velocidades inesperadas. Todo esto es cultura, la que
dicta como se debe expresar el amor, que debe ser para los hombres y qué para las
mujeres, así se produce una mezcla donde converge la ideología, la objetividad, la
subjetividad, los sentimientos, el mundo interno, la historia de vida y no la simple
expresión del afecto entre dos seres (Herrera, 2013).

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La necesidad de elegir en distintos ámbitos de la vida social conlleva a nuevos retos
para ambos géneros, pero sobre todo para las mujeres, quienes se han abierto a nuevas
expectativas y proyectos de vida. Las mujeres jóvenes tienen que elegir entre modelos
discrepantes y contradictorios: por un lado, la mujer profesionista que trabaja de
manera independiente y, por otro la vida en pareja y la maternidad. Si bien muchas
mujeres se las ingenian para llevar a cabo ambas tareas (p. ej., con la estrategia de
reducir el trabajo doméstico, postergar el nacimiento de los hijos o el matrimonio,
evitar las interferencias entre el amor y el trabajo), es claro que en la práctica siempre
habrá que elegir una u otra como prioridad y que, en muchas ocasiones, se pasa por
desapercibido o se minimiza el dilema Beck y Beck-Gernsheim, 2001 (Como se citó
en Carreño. Henales, Sánchez. 2011)

No cabe duda de que la familia sigue desempeñando un papel importante, pero al


mismo tiempo la autonomía, la independencia y el espacio personal se están valorando
mucho más que antes, ya que el tener un empleo fijo o una carrera se ha convertido
en un elemento esencial del proyecto vital de las mujeres en cuanto promete y asegura:
reconocimiento, dinero propio y desarrollo personal más allá del círculo familiar.
Estos hallazgos destacan las desigualdades de género que prevalecen y las nuevas
expectativas en los proyectos femeninos (Carreño. Henales, Sánchez. 2011. p. 100).

Como se evidencia la globalización ha unificado las formas de sentir: ya que el


concepto de amor parecería igual para todos, por ser un concepto universal todos
tienen que querer de la misma forma, ya que las parejas tienen que funcionar de una
manera aglutinadas en esferas de lo público, lo privado y lo íntimo: la subjetividad así
adquiere un carácter de anormal o psicopatológico. El fenómeno de la globalización
también genera ansiedad, miedo y cuanto mayor es la crisis y la hostilidad social en
el entorno más aumenta la necesidad de formar o buscar una pareja (Carreño. Henales,
Sánchez. 2011. p. 100).

Una investigación de Paul Johnson (2005) en la que analizó discursos culturales sobre
el amor y la heterosexualidad mediante entrevistas focalizadas en las experiencias
amorosas y sexuales de los participantes, este autor encontró que el amor es
experimentado como profundamente esencial para el género humano, como una
propiedad de la personalidad, como una cuestión transhistórica, como algo que se
ubica más allá de la descripción racional y que está implicado en las ideas sobre la
sexualidad natural. Asimismo, entre sus hallazgos señala que las ideas sobre el amor

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marcan y reproducen formas de actividad sexual que son consideradas normales,
seguras, riesgosas o peligrosas. También el autor destaca que las ideas sobre el amor
romántico contribuyen a la normalización y naturalización de la heterosexualidad
(Rodríguez, 2011).

10.1. Mitos del amor

Rovira (s.f.) dice que en la época moderna y sobre todo en la cultura occidental,
se ha forjado un modelo de afectividad llamado amor romántico, el cual se enraíza
en la idea de los vínculos monogámicos y las relaciones estables y resistentes a
toda dificultad. Este ha dado lugar a innumerables mitos que invaden la
mentalidad de la sociedad, haciendo del amor y las relaciones algo engañoso.

El amor romántico es, en este sentido, un ideal mitificado por la cultura, pero con
una gran carga machista, individualista, y egoísta. A través del amor romántico se
nos enseña a relacionarnos, a reprimir nuestra sexualidad y orientarla hacia una
sola persona. A través de las ficciones que creamos y los cuentos que nos
contamos, aprendemos cómo debe de ser un hombre y como debe de ser una
mujer, y muchos seguimos estos modelos de masculinidad y feminidad tan
limitados para poder integrarnos felizmente en esta sociedad y encontrar pareja
(Herrera, 2013).

Rovira (s.f.) expone a los mitos más populares y posiblemente dañino del
panorama romántico.

A. El amor todo lo puede, la idea de que si hay amor en la relación es garantía


suficiente para superar cualquier problema, es absurda. Este mito funciona
también en sentido contrario, llevando a pensar que si hay problemas no hay
amor. Esta creencia lleva a pensar en las relaciones consideradas como
perfectas y que las personas no tienen ningún tipo de conflicto entre ellas. Las
posibles consecuencias de este mito son: rupturas precoces o innecesarias al
no buscar soluciones a problemas concretos, y una consecuencia todavía más
dañina para la persona y es que esta soporte cualquier tipo de situación
perjudicial vejación en aras del amor, porque este todo lo cura y todo lo puede.
B. El amor a primera vista, aunque la existencia de una poderosa afinidad o
atracción facilite el inicio de cualquier relación, la creencia en esta atracción
tan potente lleva a la persona a no poder percibir la realidad claramente, o

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incluso ver aquello que verdaderamente no existe. Este mito lleva a las
personas a ignorar relaciones con un potencial enriquecedor muy alto porque
no se han iniciado con una coincidencia apasionada o por interpretar esta
“pasionalidad” ardiente como una prueba de amor.
C. La media naranja, el paradigma que engloba este mito es el de que
solamente existe una persona a lo largo y ancho del mundo que es ideal para
cada uno. El principal conflicto con esta creencia es la frustración que puede
llegar a generar cuando es interiorizada como un patrón rígido, llevando a la
persona a aferrarse a un vínculo solamente por pensar que nunca jamás va a
encontrar a otro ser tan perfecto para ella y además a pensar que tras una
ruptura se terminaron las posibilidades
D. La persona correcta llena todos los aspectos de la vida, en este mito caben
frases como “debemos compartir todos nuestros gustos y aficiones”, “somos
los responsables de la felicidad del otro”, “somos una sola persona”, etc. El
efecto negativo más importante que resalta es la de originar una obsesión por
hallar a otra a persona para comenzar a vivir, a realizar los sueños o incluso
para empezar a ser feliz.
E. La plena compenetración sexual es prueba irrefutable de amor, en este
mito la persona cree firmemente que si su amor es verdadero las relaciones
sexuales siempre serán asombrosamente buenas. Es cierto que una vida
sexual sana y plena es importante en el desarrollo de una relación, pero ni el
amor es garantía de esto, ni el buen sexo es garantía de amor.
F. Cuando se está enamorado no es posible sentir atracción por otra
persona, el amor no paraliza la disposición a sentirse atraído por otros y de
que la fidelidad es un constructo social, en el cual es la propia pareja la que
decide qué tipo de compromiso quiere adquirir; es muy común experimentar
algún tipo de afinidad con otras personas sin que esto signifique que ya no se
quiera a la pareja, quedando en manos de la propia persona establecer los
límites de esta atracción.
G. Los celos son una prueba de amor, la experimentación de los celos
solamente constituye un indicador del umbral de la angustia ante la idea de
que otra persona se lleve aquello considerado como propio por derecho. Es
decir, los celos simplemente son una demostración del temor a perder aquello
que se percibe como una posesión, es decir la otra persona.

pág. 23
CONCLUSIONES
El amor es una condición universal, es decir todas las personas lo sentimos en algún
momento de nuestra vida, y es fundamental para vivir en armonía con uno mismo y con
los demás.

En cada relación, los tres componentes del amor se entrecruzan de manera singular y su
dinámica produce niveles de satisfacción marital diferentes en cada pareja de acuerdo con
su nivel.

El enamoramiento y el amor son distintos ya que el enamoramiento es como el primer


paso que abre el camino para llegar al amor, muchas parejas superan los obstáculos que
se cruzan en este proceso y llegan a consumar el amor.

Hay que saber distinguir entre enamoramiento y amor. Mientras que el primero no es ni
más ni menos que una serie de reacciones químicas, en el amor entran en juego más
factores, como las creencias y los valores orientados a la construcción de una relación
estable y duradera.

La química del amor domina gran parte de nuestras acciones. Pero, aunque una persona
haga que se desborden todos estos neuroquímicos, seguimos teniendo cierto control sobre
ello.

Es importante ser conscientes y romper con la creencia de que ante el enamoramiento “ya
nada se puede hacer”. Actualmente muchas relaciones tóxicas siguen adelante porque
“están enamorados” pero siempre podemos intervenir.

Somos seres racionales y podemos utilizar la razón para elegir lo que más nos conviene,
por lo que conocer las señales neuroquímicas, por muy confusas que sean, nos ayudará a
entender y manejar mejor nuestras emociones.

La cultura influye en el concepto de amor y en las relaciones de pareja de forma directa


e indirecta.

En la época moderna y sobre todo en la cultura occidental, se ha forjado un modelo de


afectividad llamado amor romántico, el cual ha dado lugar a innumerables mitos haciendo
del amor y las relaciones ser algo engañosas y dañinas en el panorama romántico.

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pág. 27
ANEXOS

Anexo N° 01: La Teoría triangular del amor de Sternberg- 1988

Anexo N° 02: Dimorfismo Cerebral

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Anexo N° 03: Estrógenos y conexión neuronal

Anexo N° 04: Doce áreas del cerebro implicadas en el amor

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