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Este documento discute los peligros de los extremos en la vida. Señala que los extremos no producen satisfacción ni felicidad, sino más bien riesgos y problemas. Utiliza como ejemplo los extremos en el trabajo, indicando que quienes se vuelven holgazanes terminan pobres e insatisfechos, mientras que quienes se vuelven adictos al trabajo pueden perder la felicidad al pasar mucho tiempo lejos de la familia. Concluye que tanto la holgazanería como el exceso de trabajo son extremos peligrosos que
Este documento discute los peligros de los extremos en la vida. Señala que los extremos no producen satisfacción ni felicidad, sino más bien riesgos y problemas. Utiliza como ejemplo los extremos en el trabajo, indicando que quienes se vuelven holgazanes terminan pobres e insatisfechos, mientras que quienes se vuelven adictos al trabajo pueden perder la felicidad al pasar mucho tiempo lejos de la familia. Concluye que tanto la holgazanería como el exceso de trabajo son extremos peligrosos que
Este documento discute los peligros de los extremos en la vida. Señala que los extremos no producen satisfacción ni felicidad, sino más bien riesgos y problemas. Utiliza como ejemplo los extremos en el trabajo, indicando que quienes se vuelven holgazanes terminan pobres e insatisfechos, mientras que quienes se vuelven adictos al trabajo pueden perder la felicidad al pasar mucho tiempo lejos de la familia. Concluye que tanto la holgazanería como el exceso de trabajo son extremos peligrosos que
si, los extremos en la vida son malos no producen satisfacción ni
felicidad más bien riesgos, y problemas. por eso debemos evitar los extremos por ejemplo a modo de comparación ¿Alguna vez ha ido en un automóvil o en una bicicleta que tuviera un abultamiento grande en una rueda? Sin duda, esa deformidad haría que el viaje fuera bastante incómodo, o hasta peligroso. Una rueda en ese estado necesita repararse antes de que se abulte aún más o acabe desinflándose. Del mismo modo, nuestra personalidad imperfecta tiende a las irregularidades. Si permitimos que esos “abultamientos” crezcan, nuestro viaje por la vida puede tornarse muy incómodo, incluso peligroso.
un ejemplo del peligro de los extremos es el trabajo,
sin importar quienes seamos el trabajo digno da sentido a nuestra vida, ya que fuimos creados para tener satisfacción en la obra de nuestras manos sin embargo quienes se van al extremo y se vuelven holgazanes terminan pobres e insatisfechos, sin embargo muchos se van a extremo opuesto y se vuelven adictos al trabajo, esclavos voluntarios de su empleo se van temprano en la mañana y regresan a casa muy tarde haciendo esto quizás pensando en el bienestar de su familia, pero lo cierto es que esta quizás sea víctima de su devoción al trabajo, una ama de casa cuyo esposo trabaja muchas horas extras se expresó así: “Con gusto cambiaría todos los lujos de esta casa por tener a mi esposo aquí conmigo y con nuestros hijos” los que optan por trabajar más deberían pensar en lo que el rey dijo experimento: Pero, cuando reflexioné en todas las obras que mis manos habían hecho y en todo el duro trabajo que había realizado con tanto esfuerzo, vi que todo era en vano, era perseguir el viento. No había nada de verdadero valor bajo el sol.
por lo tanto podemos ver el peligro de los extremos, ya que quienes se
van al extremo de la holgazanería acaban pobres e insatisfechos sin embargo quienes se van al extremo del trabajo excesivo este termina arrebatandoles la felicidad y quizá muchas cosas más y de igual forma cada aspecto de la vida tiene sus propios extremos sin embargos todos estos son peligrosos y acabaran quitándonos la paz y la felicidad.