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La preocupante reafirmación de Facebook

en el metaverso
- 25/10/2021 –

El último movimiento de Facebook el metaverso. Si recuerdas, esta palabra se


refiere a lo que siempre hemos llamado realidad virtual y alternativa: un
espacio virtual en el que podemos interactuar de forma realista con los demás
y con los objetos digitales.

Facebook tiene la “pequeña cantidad” de 10.000 empleados implicados en la


construcción de su visión del metaverso. El CEO de la compañía, Mark
Zuckerberg, es tan optimista sobre el potencial del mundo virtual de su
empresa que está considerando cambiar el nombre de Facebook para reflejar
un tema relacionado con el metaverso.

No sabemos cuál podría ser el nuevo nombre de Facebook, pero es posible


que lo conozcamos la semana que viene durante la conferencia
anual Connect de la compañía.

Por un lado, el entusiasmo de Zuckerberg muestra el gran potencial de los


metaversos. Por otro, es motivo de preocupación, especialmente si tenemos
en cuenta las prácticas comerciales represivas y contrarias a la privacidad de
Facebook.

El término "metaverso" se acuñó en la clásica novela de ciencia ficción de Neal


Stephenson, Snow Crash, de 1992. El CEO de Twitter, Jack Dorsey, retuiteó la
semana pasada a alguien que señalaba que el metaverso ficticio de
Stephenson era una especie de mundo virtual distópico dominado por
megacorps.

Un metaverso dominado por Facebook no es lo que deberíamos desear como


personas que acabarán utilizándolo.
El metaverso acabará siendo enorme, incluso más grande que la Internet
actual, y por eso las grandes empresas tecnológicas están invirtiendo miles de
millones en él. Pero no queremos un metaverso compuesto por jardines
amurallados separados en los que estemos encerrados en la visión de una
empresa concreta, en los que nuestras personas en línea y nuestra propiedad
virtual dependan del permiso de algún actor de las grandes empresas
tecnológicas, en los que nuestros datos personales sean propiedad de al guien
que no seamos nosotros mismos y en los que nuestras interacciones estén
sujetas a la censura y el control.

La primera Internet pública no fue construida por las grandes empresas


tecnológicas. Fue desarrollada en su mayoría por organizaciones sin áni mo de
lucro y personas superadas por una visión del futuro que no estaba
necesariamente dominada por enormes beneficios para ellos personalmente.
La primera Internet fue construida por genios idealistas.

Personas como Tim Berners-Lee inventaron estándares abiertos como HTML


que cualquiera podía implementar. Cualquiera podía escribir software
utilizando estos estándares para comunicarse abiertamente con cualquier otra
persona. La gente construyó nuevos negocios a partir de estas ideas abiertas.

En aquella época, algunas de nuestras empresas tecnológicas más exitosas


eran pequeñas empresas emergentes que jugaban y ganaban porque tenían
mejores ideas y mejor seguimiento. Era una fiebre del oro en la que cualquiera
con un sueño y una idea podía ir a reclamar e intentar encontrar oro.

Los fundadores construyeron Internet sobre la base de estándares abiertos e


interoperables en los que cualquiera, desde una persona cualquiera con la
idea de crear una página web hasta una empresa que abriera un portal web
para un negocio existente, podía participar. Industrias enteras se vieron
alteradas.

Este entorno competitivo abierto se produjo porque los grandes actores de la


época no tenían ni idea de lo grande que podría llegar a ser este asunto de
Internet. Ese no es el caso hoy.

Los ideales detrás de Internet están siendo atacados hoy en día y esa
amenaza se extiende al futuro metaverso. Las grandes empresas tecnológicas
están babeando por poseerlo y controlarlo y están tratando de estrangular un
metaverso libre mientras aún está en la cuna. Si se salen con la suya,
tendremos metaversos fragmentados en los que estarás atado a un proveedor
concreto.

Necesitamos un metaverso protegido por blockchain en el que seas dueño de


tus datos y de tu identidad. Necesitamos estándares abiertos para crear
espacios y cosas en un metaverso global. Precisamos un metaverso que
iguale el campo de juego para todos los que vengan con sus nuevas y locas
ideas, al igual que ocurrió cuando Internet ganó fuerza en la década d e 1990.

Si lo conseguimos, podemos desencadenar una ola de innovación como no


hemos visto en décadas. Y pensemos en las fortunas que se podrían hacer
invirtiendo en nuevas empresas emergentes con grandes ideas que baten el
mundo y que son capaces de operar de forma independiente.

Mientras tanto, ayer fue un gran día para WeWork. La empresa de espacios de
trabajo compartidos finalmente cotizó a través de una fusión de SPAC e
incluso registró una ganancia en su primer día de cotización.

Pero la capitalización bursátil inicial -bastante menos de USD 10.000 millones-


está muy lejos de la valoración de casi USD 50.000 millones con la que
algunos inversores entraron cuando la empresa era privada.

Se podría decir que la realidad finalmente golpeó a los creyente s en la historia


de WeWork. La empresa tenía una valoración más acorde con una empresa
tecnológica disruptiva que con lo que realmente es... un fondo de inversión
inmobiliaria glorificado.

Dicho esto, creo que WeWork podría convertirse en una buena invers ión. Las
métricas internas de la empresa han mejorado últimamente, y creo que hay
una tendencia a que la gente trabaje en locales con espacios de trabajo
compartidos.

La forma en que hemos cambiado nuestra forma de vivir debido a la pandemia


probablemente hará que los WeWorks del mundo sean una opción atractiva
para las personas que trabajan desde casa. En ocasiones he utilizado este tipo
de instalaciones como alternativa a la oficina en casa. Un cambio de escenario
y la interacción humana en persona es agradable.

Pero no nos engañemos.... WeWork no tiene el tipo de jugo que buscamos


en Technology Profits Confidential. Peter Thiel es un inversor y empresario de
enorme éxito. Una de las cosas que busca en una inversión es la singularidad
y otra es una posición de monopolio en el mercado.

WeWork no es una empresa tecnológica disruptiva con una propuesta única, y


tiene pocos o ningún muro y foso alrededor de su negocio para protegerlo de
los competidores que hacen exactamente lo mismo.

Esto es todo por ahora, pero estaré atento para enviarte nuevas
actualizaciones sobre estas y otras tendencias que prometen ser grandes
campos de inversión.

Ray Blanco

Editor, Technology Profits Confidential

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