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CUARTA REVOLUCION INDUSTRIAL

El concepto de Cuarta Revolución Industrial lo acuña en 2016 Klaus Schwab, el


fundador del Foro Económico Mundial, en una obra homónima. Así que nada
mejor que acudir a sus páginas para encontrar una definición: "La Cuarta
Revolución Industrial genera un mundo en el que los sistemas de fabricación
virtuales y físicos cooperan entre sí de una manera flexible a nivel global. Sin
embargo, no consiste solo en sistemas inteligentes y conectados. Su alcance es
más amplio y va desde la secuenciación genética hasta la nanotecnología, y de
las energías renovables a la computación cuántica. Es la fusión de estas
tecnologías y su interacción a través de los dominios físicos, digitales y biológicos
lo que hace que la Cuarta Revolución Industrial sea diferente a las anteriores".

CÓMO SURGE LA CUARTA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL

Para abordar cómo hemos llegado a la Cuarta Revolución Industrial es


conveniente echar la vista atrás y repasar las tres revoluciones industriales
previas, y como cada una de ellas cambió la forma de ser y estar en el mundo en
su época.

 Primera Revolución Industrial. Llega casi a finales del siglo XVIII, en


1784, con la aplicación del vapor a la producción mecánica. La aparición del
primer telar mecánico es uno de sus hitos.

 Segunda Revolución Industrial. En 1870 se introduce la producción


masiva basada en la electricidad. Se inventa la cadena de montaje y el
sector industrial vive una extraordinaria aceleración.

 Tercera Revolución Industrial. En 1969, de la mano de la


informática, comienzan a programarse las máquinas, lo que desemboca en
una progresiva automatización.
En torno a 2014, la industria experimenta otro giro de 180º: surgen las fábricas
inteligentes y la gestión online de la producción. Regresando a Schwab, en su
libro La Cuarta Revolución Industrial el economista alemán traducía a palabras lo
que se avecinaba: "Estamos al borde de una revolución tecnológica que
modificará la forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos. En una escala
de alcance y complejidad la transformación será diferente a cualquier cosa que el
género humano haya experimentado antes". Y efectivamente lo está siendo por
tres motivos que ponen de acuerdo a los expertos: su velocidad, su alcance y su
impacto sin precedentes.

De la multitud de diversos y fascinantes retos de hoy en día, lo más intenso e


importante es cómo entender y dar forma a la nueva revolución tecnológica, que
supone nada menos que una transformación de la humanidad. Nos encontramos
al principio de una revolución que está cambiando de manera fundamental la
forma de vivir, trabajar y relacionarnos unos con otros.

En su escala, alcance y complejidad, lo que considero la cuarta revolución


industrial no se parece a nada que la humanidad haya experimentado antes. Aún
tenemos que comprender plenamente la velocidad y la amplitud de esta nueva
revolución. Consideremos las posibilidades ilimitadas de tener miles de millones
de personas conectadas mediante dispositivos móviles, lo que da lugar a un poder
de procesamiento, una capacidad de almacenamiento y un acceso al
conocimiento sin precedentes. O pensemos en la impresionante confluencia de
avances tecnológicos que abarca amplios campos, como la inteligencia artificial
(IA), la robótica, el internet de las cosas (IoT), los vehículos autónomos, la
impresión 3D, la nanotecnología, la biotecnología, la ciencia de materiales, el
almacenamiento de energía y la computación cuántica, por nombrar unos pocos.
Muchas de estas innovaciones están en sus albores, pero ya están llegando a un
punto de inflexión en su desarrollo a medida que se construyen y amplifican
mutuamente en una fusión de tecnologías a través de los mundos físico, digital y
biológico.
Mientras que la profunda incertidumbre que rodea al desarrollo y la adopción de
tecnologías emergentes significa que aún no sabemos cómo se desarrollarán las
transformaciones impulsadas por esta revolución industrial, su complejidad y la
interconexión entre sectores implican que todos los actores de la sociedad global,
los gobiernos, las empresas, la academia y la sociedad civil tienen la
responsabilidad de trabajar conjuntamente para comprender mejor las tendencias
emergentes. La comprensión compartida es particularmente crítica si queremos
conformar un futuro colectivo que refleje los objetivos y valores comunes.
Debemos tener una visión integral y compartida en el plano mundial de cómo la
tecnología está cambiando nuestras vidas y las de las generaciones futuras, y de
cómo está cambiando el panorama del contexto económico, social, cultural y
humano en el cual vivimos. Los cambios son tan profundos que, desde la
perspectiva de la historia humana, nunca ha habido una época de mayor promesa
o potencial peligro. Mi preocupación, sin embargo, es que quienes adoptan
decisiones quedan, demasiado a menudo, atrapados en el pensamiento
tradicional, lineal (y no disruptivo), o están demasiado absortos en preocupaciones
inmediatas como para pensar estratégicamente sobre las fuerzas de la disrupción
y la innovación que le dan forma a nuestro futuro. Soy muy consciente de que
algunos académicos y profesionales consideran la evolución que estoy analizando
simplemente parte de la tercera revolución industrial.
QUÉ ES LA CUARTA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL

El concepto de Cuarta Revolución Industrial lo acuña en 2016 Klaus Schwab, el


fundador del Foro Económico Mundial, en una obra homónima. Así que nada
mejor que acudir a sus páginas para encontrar una definición: "La Cuarta
Revolución Industrial genera un mundo en el que los sistemas de fabricación
virtuales y físicos cooperan entre sí de una manera flexible a nivel global. Sin
embargo, no consiste solo en sistemas inteligentes y conectados. Su alcance es
más amplio y va desde la secuenciación genética hasta la nanotecnología, y de
las energías renovables a la computación cuántica. Es la fusión de estas
tecnologías y su interacción a través de los dominios físicos, digitales y biológicos
lo que hace que la Cuarta Revolución Industrial sea diferente a las anteriores".

La Cuarta Revolución Industrial el economista alemán traducía a palabras lo que


se avecinaba: "Estamos al borde de una revolución tecnológica que modificará la
forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos. En una escala de alcance y
complejidad la transformación será diferente a cualquier cosa que el género
humano haya experimentado antes". Y efectivamente lo está siendo por tres
motivos que ponen de acuerdo a los expertos: su velocidad, su alcance y su
impacto sin precedentes.

VENTAJAS DE LA CUARTA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL

Cualquier revolución, de la índole que sea, conlleva ventajas y desventajas, retos


y oportunidades, incertidumbres y certezas. Las ventajas, en el caso de la Cuarta
Revolución Industrial, son evidentes: mejora de la productividad, la eficiencia y la
calidad en los procesos, de la seguridad para los trabajadores al reducirse los
empleos en entornos peligrosos, de la toma de decisiones al contar con
herramientas que nos permiten basarlas en datos, de la competitividad al
desarrollarse productos personalizados que satisfacen las necesidades de los
consumidores, etc.
En cuanto a los inconvenientes, los expertos señalan varios: la vertiginosa
velocidad de los cambios y su adaptación a los mismos, los crecientes riesgos
cibernéticos que obligan a redoblar la ciberseguridad, la alta dependencia
tecnológica y la denominada brecha digital, la falta de personal cualificado, etc. En
relación a esto último, conviene recordar el profundo impacto de la Industria 4.0
sobre el empleo como uno de los grandes retos de la Cuarta Revolución Industrial.
Al inicio del proceso, un informe de McKinsey Global afirmaba que hasta 2030 se
perderían 800 millones de trabajos como consecuencia de la robotización. Sin
embargo, esto también puede convertirse en una oportunidad, ya que al albor de
las nuevas tecnologías surgen nuevas profesiones que crean millones de puestos
de trabajo en sectores emergentes.

TECNOLOGÍAS DE LA CUARTA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL

La Inteligencia Artificial se presenta como una de las tecnologías claves en la


profunda transformación que están viviendo la economía, la sociedad y el mercado
laboral. A esta, la consultora Michael Page añade otras fundamentales para la
industria inteligente que resumimos a continuación:

Internet de las cosas

La tecnología del Internet de las cosas, que nació para establecer una conexión
entre el mundo físico y el digital, ha revolucionado numerosos sectores. De hecho,
miles de millones de dispositivos ya están interconectados y esto no hará sino
aumentar hasta que los objetos se vuelvan inteligentes.

Robots

La robótica no deja de evolucionar y los cobots, especialmente diseñados para


interactuar físicamente con los humanos en entornos colaborativos, serán claves
en la industria. Entre otras cosas, optimizan la producción y alejan a los
empleados de las tareas monótonos o peligrosas.

Realidad aumentada y realidad virtual


La realidad aumentada y la realidad virtual, tecnologías que combinan el mundo
real con el digital gracias a la informática, permiten enriquecer la experiencia visual
de las personas, ya sean usuarios o consumidores, generando experiencias
inmersivas.

'Big data'

La información es poder. En plena Cuarta Revolución Industrial podríamos


cambiar información por dato. El big data permite la gestión e interpretación de
datos masivos con fines empresariales, especialmente relevantes a la hora de
crear estrategias comerciales o de tomar decisiones.

Impresión 3D y 4D

A día de hoy es posible desarrollar prototipos o directamente productos de cara a


venta— tridimensionales de forma rápida, precisa y económica con una impresora
3D o 4D. Esta tecnología se utiliza cada vez en más sectores diseño, arquitectura,
ingeniería, etc.

Los fundamentos de la Cuarta Revolución Industrial

La Cuarta Revolución Industrial supone el último capítulo, hasta el momento, de


las diferentes revoluciones industriales (primera, segunda y tercera) que ha vivido
la humanidad. En este cuarto caso, los fundamentos sobre los que se levanta son:

 El internet de las cosas.


 Robótica.
 Dispositivos conectados.
 Los sistemas ciberfísicos.
 El «hágalo usted mismo» (cultura maker).
 La fábrica 4.0. (ciber fábrica o smart-industries).

La industria 4.0 empleará esos nuevos recursos tecnológicos para reducir costes,
mejorar los tiempos, y conseguir mejorar la eficacia y la eficiencia en toda la
cadena de valor.
Industria 4.0 - Gradiant Centro Tecnológico de Telecomunicaciones Una de las
primeras derivadas de la digitalización de los procesos industriales será el impacto
en los recursos humanos. Las personas serán centrales en la nueva Revolución
Industrial, pero tendrá que cambiar el modelo clásico de trabajo fabril. La Industria
4.0, además de requerir de perfiles distintos, exigirá otras dinámicas, otros
horarios y distintas prioridades. La industria necesitará mano de obra más
cualificada, que cambiará el trabajo manual o fabril por el software.
Además, la industria necesitará más seguridad. En un mundo donde hay cada vez
más máquinas y dispositivos conectados a la Red, el riesgo de un potencial
ciberataque es también mayor. Los datos y conclusiones sobre ellos que aportan
las tecnologías de Data Analytics, serán tanto o más valiosos que las propias
máquinas en las factorías, y su pérdida o robo supondría un quebranto insalvable
para muchas empresas. Por eso es imprescindible también innovar en
ciberseguridad, para desarrollar

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