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Recopilacion Otomi.

El Perro y el Coyote.
Un dia un coyote andaba buscando que comer y se encontró a un perrito viejo.
- ¿Qué haces aquí, perrito viejo? – Le pregunto.
- Nada, señor coyote, ando aquí porque mi amo me correteo; dice que como ya
estoy viejo, ya no puedo cuidar el gallinero; por eso no me quiere.
- No tengas cuidado, te tiene que querer – lo consolo el coyote- , pero vamos a
hacer una cosa: esta noche voy a ir a tu casa, pero no te duerma; esperas a que
llegue para que me oigas cuando saque una gallina. Entonces engañas a tu amo,
haces como si me mordieras, te echas a correr y me persigues para que yo
entregue la gallina; se la llevas, se la das, se la pones a tu amo junto a la cabeza y
vers cómo te va a querer.
Efectivamente, así lo hizo el perrito viejo. Al día siguiente se encontró otra vez al
coyote.
- ¿Cómo te ha ido, perrito viejo? – le preguntó.
- Ah, ahora sí, me quieren mucho los amos. Te lo agradezco mucho, coyotito.
- Ya te decía yo. Por allí nos estaremos viendo.
La borrega y el coyote.
Una vez una borreguita que se quedó en el cerro durante tres noches, se encontró
con un coyote que le dijo:
- Hoy te voy a comer, borreguita, ¿para qué andas solita?
- No, coyote, no me comas -dijo la borreguita- y te digo donde está un
borrego blanco.
El coyote creyó lo que le decía la borreguita y se puso muy alegre.
- Córrele para que lo alcances – le dijo la borreguita- y cuando llegues cerca
de él, le brincas encima para poderlo agarrar.
El coyote obedeció: corrió mucho y cuando vio un bulto blanco, brinco para
agarrarlo. Pero lo único que agarro el pobre coyote fue una mata grande y
blanca de cardón.
Relatos otomíes lenguas de mexico 15

“Dicen que le daba tristeza que la gente no tenía con que cocinar, conque hacer sus tortillas y le
dijo a Xua (Juan), vas a ver que te traeré la lumbre para que eches unas tortillas, cuando eches tus
tortillas me das un cacho de carne, me das una blandita; entonces el min’yo (coyote) se fue al
monte se metió a la cueva allá en el monte, con su resuello durmió a los vigilantes, sacó la leña
con braza y salió corriendo llegó a la casa de Xua, le dio las brasas, éste se puso contento y puso a
su mujer a echar tortillas, pero la mujer no sabía echar tortillas porque era primeriza y se le
quemaron y estas fueron las que le dio al min’yo, de entonces el min’yo huele a tortillas
quemadas” (Entrevista inédita de Valeriano Gómez, julio de 2016). Articulo David el coyote
protagonista…

Cuando un coyote te trata de ver así de lado, no te pasa nada, pero si te ve de


frente úuh, ya te fregaste porque como que te hipnotiza o te atonta. A mi me quito
un borreguito estando como a cinco metros, pues yo me quede como paralitico, no
pude hacer nada. Ocurre que al coyote no le puedes hacer nada aunque quieras.
Si le quieres aventar una piedra con una honda, se zafa y se va para atrás. Si el
coyote se te queda mirando así de frente y la cola se está meneando, quieres
hablar y no puedes, te quedas como hipnotizado (Entrevista inédita en Bartolomé y
Barabas, 2008, p. 287)

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