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Caso Carlos

Carlos a sus 20 años es un estudiante de 8 semestre de ingeniería en


una universidad pública de su ciudad. En su barrio conoce a Valentina,
una chica de 18 años con la cual inicia una relación de pareja, pero esta
es inestable, desconfiada, con celos desmedidos pues todo el tiempo
piensa que Carlos la va a dejar como hizo alguna vez su padre, por lo
cual asume comportamientos obsesivos. Carlos la debe llamar por lo
menos 10 veces al día, además de controlar sus amistades, esto le
ocasionó varios llamados de atención en su trabajo y finalmente
ruptura de la relación con Valentina. Carlos agobiado inicia con el
consumo excesivo de bebidas alcohólicas según el para olvidar y
sentirse mejor, así sea por un momento.

Dado su consumo de alcohol y los llamados de atención que tenía


anteriormente pierde el empleo y 2 materias en la universidad,
además, de las dificultades presentes con la policía por conducir bajo
efectos del alcohol.

La madre de Carlos le sugiere un tratamiento con Alcohólicos Anónimos,


que con el pasar del tiempo y las múltiples dificultades presentes al
fin a los 23 años se recupera por completo, finaliza sus estudios
profesionales a los 25 años y logra conseguir un empleo excelente en
una constructora, de esta manera Carlos conoce la secretaria llamada
Juliana en la compañía e inicia una relación de amistad que con el
tiempo se convierte en noviazgo, donde se da cuenta que en su vida le
hacía falta tener esa clase de experiencias, teniendo en cuanta que a
Juliana le gusta mucho la música y el cine, al igual que a él y comparten
esta afición, su noviazgo le ofrece seguridad, tranquilidad, y estabilidad,
al cabo de 3 años se casan y logran un matrimonio de 25 años.
De dicha unión nacen 2 hijos, Luciana y Juan José, los cuales viven con
sus padres hasta que deciden casarse, Luciana a los 23 años y Juan
José a los 35 años, hoy cada uno se encuentra conviviendo con su
nueva familia.

Juliana muere a los 68 años debido a un infarto, pues sufría de


hipertensión y padecía problemas cardiacos.

Carlos a sus 73 años, es un hombre saludable, aunque sus habilidades


físicas han empezado a declinar, ya no están rápido y fuerte para
realizar las actividades, presenta calvicie desde hace varios años,
mantiene algo de cabello delgado y canoso, con frecuencia visita al
odontólogo por la pérdida de algunos dientes y problemas en sus
encías.

Mantiene controles mensuales en el médico general debido a un


diagnóstico por hipertensión, lo que le lleva a estar tomando
medicamentos diariamente, con una dieta estricta baja en sal y grasas.

Para la lectura utiliza lentes bifocales por algunos problemas de visión


para ver de cerca y de lejos.

Desde su jubilación, vive en un pueblo pequeño de clima cálido,


mencionando que ya no tolera mucho el frío por referirse a que le
duelen las articulaciones.

Le gusta ver el noticiero y escuchar radio para estar al tanto de lo que


pasa en el país, mentalmente es una persona que está alerta, aunque
a veces tiene olvidos transitorios como no recordar rápidamente donde
deja las llaves de la casa o recordar su número de teléfono.
Vive solo desde hace 2 años, cuando enviudó de su esposa, el enfrentar
esa pérdida ha sido difícil, debido a que su matrimonio duró 25 años y
su esposa era su apoyo para todo lo que él realizaba.

Sus hijos, lo llaman y visitan frecuentemente, sus nietos son su


mayor alegría le gusta ir al parque a jugar y ver televisión con ellos,
cuando van al parque les compra helado, donde pasan momentos
muy agradables y socializa mucho en esos espacios.

Carlos dice sentirse en ocasiones solo, a veces sale al parque a


caminar y se encuentra con personas de su misma edad, donde
aprovechan para contar historias, en otras ocasiones sale a comprar
provisiones para la casa y una vecina le colabora vendiéndole el
almuerzo en la misma cuadra donde él vive. Además, en este
momento de la pandemia, le ha afectado mucho su vida, ya que ha
tenido que despedir a 2 amigos con los cuales compartía, jugaba
cartas, domino y almorzaban juntos, lo más fuerte para él era no
poder despedirlos, además no alcanzo a compartir esos últimos
momentos ya que los remitieron al hospital y desde ahí no volvió a
verlos, eso le produjo una tristeza muy fuerte como , la perdida del
apetito y el deseo de salir disminuyo considerablemente, así como
el sueño ya que no lo concilia fácilmente.

Recuerda con añoranza a sus amigos con los que compartía hasta hace
poco y donde dialogaban de los recuerdos de sus años de juventud. A
ellos les decía que lamentaba el tiempo perdido y que buscaba en el
presente encontrar un significado en lo que le queda del resta de su
vida, pero con la muerte de sus dos amigos , se le quito sentido a su
vida.

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