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Las marcas dejadas por la Revolución de 1824, puede ser entendida como parte
de una serie de rebelión y revueltas ocurridas en Pernambuco entre 1817 y 1848 y
que convirtieron a la provincia en un foco generador de descontentos en el
nordeste. El recién Imperio brasileño heredó los problemas generados por la
ocupación de la Banda Oriental. En 1825 una rebelión regional proclamó la
separación de Brasil y la incorporación del futuro Uruguay a las Provincias Unidas
del Río de la Plata.
Ese hecho precipitó la guerra entre Brasil y Buenos Aires en 1825. La guerra fue un
desastre entre Brasil y Buenos Aires en 1825. La guerra fue un desastre militar
para los brasileños. Fueron vencidos en Ituzaingó (1827). La paz fue alcanzada con
la mediación de Inglaterra. El tratado de paz puso fin y garantizó el surgimiento de
Uruguay, como país independiente y la libre navegación del Plata y sus afluentes.
Punto de interés para las potencias europeas, especialmente Inglaterra, así como
para Brasil.
Creado por Don Joao VI en 1808, el Banco de Brasil comenzó a tener dificultades
desde 1821, cuando antes de partir hacia Portugal el rey retiró el oro que había
depositado, y terminó cerrando en 1829. Todavía no se utilizaba el término
“inflación” pero se hablaba de algo parecido cuando se aludía a la “hinchazón”
del medio circulante!,
1831 don Pedro fue forzado a abdicar en favor de su hijo, el futuro don Pedro II. El
Pequeño Pedro tenía apenas cinco años de edad cuando su padre abdicó al trono
y partió rumbo a Inglaterra soñando con recuperar otro trono, el portugués, que
ocupaba su hermano don Miguel.
Por un lado los absolutistas, por otro los exaltados, defendían la Federación, las
libertades individuales, y en algunos casos, la República. Los absolutistas, llamados
caramurus, luchaban por el regreso al trono de don Pedro I. don Pedro I murió en
Portugal en 1834.
Las reformas del periodo regencial intentaron suprimir o reducir las atribuciones
de algunos órganos de la monarquía, a la vez que trataron de crear una nueva
forma de organización militar, disminuyendo para ello el papel del Ejército.
Una ley 1834 llamada Acto Adicional, determinó que el Poder Moderador no
podía ser ejercido durante la Regencia; la misma ley también suprimió el Consejo
de Estado. Si bien los presidentes de provincia continuaron siendo elegidos por el
gobierno central, se crearon asambleas provinciales con mayores poderes, que
sustituyeron a los antiguos consejos generales.
Lucharon por la religión y por el retorno del emperador contra los llamados
“carbonarios jacobinos” haciendo una referencia a los revolucionarios franceses.
De esa forma, los sectores pobres de la población rural expresaban su
descontento contra aquellos cambios, que no entendían y que eran muy distantes
de su mundo. Los cabanos contaron con el apoyo inusitado de los comerciantes
portugueses de Recife y de los políticos reutauracionistas de la capital del Imperio.
Luego de una guerra de guerrillas, los rebeldes fueron derrotados por Andrade.