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Es así que Pedro primero nos anima a someternos al gobierno Romano incluso si
es opresivo.
Por amor al Señor, sométanse a toda autoridad humana, ya sea al rey como jefe de
Estado 14 o a los funcionarios que él ha nombrado. Pues a ellos el rey los ha mandado a
que castiguen a aquellos que hacen el mal y a que honren a los que hacen el bien. 1 de
Pedro 2:13 - 14
Pedro resalta específicamente la muy difícil situación que enfrentan los esclavos
cristianos y las esposas cuando vivían en los hogares Romanos donde el jefe de
familia no seguía a Jesús.
LA RESPUESTA: Todos los cristianos son liberados, para amar a sus enemigos.
Pedro espera que limitar el amor y el reino invertido de Jesús le dará poder a sus
palabras mientras dan testimonio de la misericordia de Dios y muestran a las
personas la hermosa verdad del camino de Jesús.
Ustedes, los que son esclavos, deben someterse a sus amos con todo respeto. Hagan
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lo que ellos les ordenan, no solo si son bondadosos y razonables, sino también si son
crueles. 19 Pues Dios se complace cuando ustedes, siendo conscientes de su voluntad,
sufren con paciencia cuando reciben un trato injusto. 20 Es obvio que no hay mérito en
ser paciente si a uno lo golpean por haber actuado mal, pero si sufren por hacer el bien
y lo soportan con paciencia, Dios se agrada de ustedes. 1 de Pedro 2:18 - 20
Así que ahora incluso si son asesinados por seguir a Jesús su esperanza está en
la vindicación y exaltación futura junto a su rey.
Cristo sufrió por nuestros pecados una sola vez y para siempre. Él nunca pecó, en
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cambio, murió por los pecadores para llevarlos a salvo con Dios. Sufrió la muerte física,
pero volvió a la vida en el Espíritu. 1 de Pedro 3: 18
Ahora Cristo ha ido al cielo. Él está sentado en el lugar de honor, al lado de Dios, y
todos los ángeles, las autoridades y los poderes aceptan su autoridad. 1 de Pedro 3:22
Por esta razón, la Buena Noticia fue predicada a los que ahora están muertos; aunque
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fueron destinados a morir como toda la gente, ahora vivirán para siempre con Dios en
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¿Has recibido el don de hablar en público? Entonces, habla como si Dios mismo
estuviera hablando por medio de ti. ¿Has recibido el don de ayudar a otros? Ayúdalos
con toda la fuerza y la energía que Dios te da. Así, cada cosa que hagan traerá gloria a
Dios por medio de Jesucristo. ¡A él sea toda la gloria y todo el poder por siempre y
para siempre! Amén. 1 de Pedro 4:11