Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
La Edad Media es el período comprendido entre el final del Imperio Romano (Siglo
V), y la toma de Constantinopla por los turcos en 1453. En este periodo, tres
grandes culturas florecen, la de Europa occidental cristianizada; la bizantina con sus
rasgos impregnados de cultura griega, religión cristiana y derecho romano; y la
musulmana. La Edad Media se caracteriza por la implantación del régimen feudal, el
cual tiene como figuras fundamentales al señor y al Vasallo, una religión monoteísta,
bien sea la cristiana o la musulmana, un gobierno monárquico, el intercambio de
conocimientos científicos y humanísticos como consecuencia de las cruzadas, y el
surgimiento de las escuelas y universidades.
Las universidades surgieron entre los siglos XII y XIII para agrupar a los
intelectuales de una ciudad, esto debido a que la acumulación de conocimientos
superaron la capacidad de las instituciones escolásticas de la Edad Media. Las
Escuelas de los monasterios y las catedralicias, éstas últimas iniciadas por Gerberto
de Aurillac (el papa Silvestre II), fueron las bases de las universidades. Entre las
escuelas catedralicias una de las más importantes fue la de Chartres, (en Francia)
hacia el año 1000. Allí se destacaron Fulberto de Chartres, discípulo de Gerberto,
Berengario de Tours, discípulo de Fulberto y conocedor de lo que se hacía en la
escuela de Salerno, Bernardo de Chartres, quien reconocía que la vida tranquila
propiciaba una buena salud, y Juan de Salisbury, quien se opuso al ejercicio de la
medicina sin previa preparación.
Universidad de Salerno
Está fue la universidad precursora del resto, y estableció las bases de la medicina
con varios de los mejores y mayores autores médicos de la historia, creando obras
como “Práctica Oculorum” (tratado de oftalmología), “Flos Medicinae o Regimen
Sanitatis Salernitanum” (postulados anatómicos, quirúrgicos y semiológicos),
“Regulae Urinarium” (tratados de uroscopia).
Los textos de estudios de los salernitanos se conocieron como las Articella. De ellos
el más famoso fue el “Régimen Sanitatis Salernitanum”, el cual es un poema en latín
sobre higiene y dietética, el cual contiene 362 versos y fue escrito en el siglo XIII. Se
exigía una edad mínima de 21 años, ser hijo legítimo y haber estudiado lógica
durante tres años. La carrera duraba cinco años con uno de práctica tutelada. Al
juramentarse los médicos recibían el título de doctor, un anillo, un libro y un beso de
paz.
Universidad de Bolonia
Bolonia, junto con Salerno forman parte de una de las universidades más
importantes del siglo XIV, debido a que fueron sus docentes, eruditos y estudiantes,
los que más aportaron al Renacimiento por medio de estudios anatómicos e
incorporación de documentos antiguos. Cabe destacar igualmente que en el año
1312 se realizó a forma de estudio de la universidad de Bolonia, la primera autopsia
a un cadáver femenino a manera exploratoria e instructiva. Posteriormente, autores
como Ugo de Lucca y su hijo Teodorico implementó la “esponja soporífera” (con opio
y mandrágora), Guillermo de Saliceto, quien implemento la técnica de cauterización
en vez del uso de cuchillos y demás.
Universidad de Montpellier
Pedro de Abano (1250 -1315) fue el médico más destacado de esta institución,
estudió filosofía y medicina. Conocía varios idiomas, viajo mucho y se enfrentó a la
iglesia. Tradujo a Galeno y escribió “Conciliator” con comentarios sobre las
autoridades médicas, la teoría y la práctica médica. Trató de explicar los milagros.
Fue acusado por la inquisición. Murió antes de terminado el proceso en su contra
por lo que fue quemado muerto.
Universidad de París
La medicina monástica coincidió con el arte románico cuando el hombre era siervo
de la iglesia militante. Más tarde, la medicina salernitana coincidiría con el arte
gótico y el nacimiento de las nacionalidades y el auge de las universidades
amenazaría el monopolio del saber médico, por la iglesia. El arte medieval se
caracterizó por la iluminación de manuscritos médicos y de miniaturas de la vida
cotidiana, mezcladas con escenas religiosas, animales y flores fueron reemplazando
las figuras de santos, de reyes y de nobles; matizados en colores y en oro, se
presentaban los herbarios ilustrados, complemento de los populares jardines
botánicos de los monasterios.
La medicina universitaria fue reemplazando lentamente otras prácticas médicas: la
invocación de los santos protectores, el “toque real” o sea la imposición curativa de
manos. En resumen, se fueron sustituyendo las ideas medievales galénicas: la
patología humoral y neumática; por el diagnóstico que se basaba en la
sintomatología y el examen del enfermo, sobre todo del pulso y de la orina lo mismo,
que el arte de adivinar los males sin hacer preguntas al enfermo, y el estudio e
interpretación de los sueños.
El médico que fue primero “physicus” y luego doctor, se convirtió en una clase
profesional de gran prestigio en la sociedad de la época, pero los hospitales
siguieron siendo algo más que asilos de inválidos y enfermos crónicos. Perduraron
una serie de enfermedades raras, tales como las epidemias de flagelantes que se
azotaban a toque de campana, la manía danzante, conjurada por la iglesia, el
llamado tarantismo, del sur de Italia, fenómenos psicosociales colectivos,
reveladores del clima neurótico prevalente.