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ARBOL DE TEMAS UNIDAD 6

La identidad macroeconómica básica


El modelo de tres brechas
Entonces, ¿ahorro no es igual a inversión?
La demanda agregada
La función consumo
¿Cuánto se consume cuando el nivel de ingreso es cero?
El multiplicador
La Inversión
El Gasto Público
El multiplicador con impuestos
La cuestión del superávit
El sector externo
Resumen: las variables y su influencia sobre la demanda agregada

1
PRESENTACION UNIDAD 6

Una vez entendido de qué variables macroeconómicas estamos hablando,


las analizamos ahora en el marco de un modelo algebraico sencillo, pero
que contiene las relaciones básicas necesarias como para lograr un nivel de
comprensión interesante acerca de los procesos económicos reales.

Este modelo es tributario de las ideas de Keynes, que han recuperado brillo
a partir de la crisis global, de la cual todos los gobiernos del mundo
desarrollado pretenden salir con gigantescos paquetes de gasto y subsidios
para “volver a poner en marcha” sus economías. La idea central es que si
pretendemos ajustar por el lado de la oferta, reduciendo la producción
mediante despidos masivos de trabajadores, estaremos profundizando la
crisis, puesto que los nuevos desocupados reducirán drásticamente su nivel
de consumo y las ventas seguirán cayendo. Por el contrario, si decidimos
impulsar la demanda mediante la realización de obras públicas y
emprendimientos similares que generen trabajo (e ingresos), las empresas
lograrán “colocar” su producción y se reanudará el círculo virtuoso de
producción y consumo. En este mecanismo, juega un papel fundamental el
multiplicador del gasto, que derivaremos y analizaremos en esta unidad.

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BIBLIOGRAFÍA SUGERIDA UNIDAD 6

PARKIN, Michael (2007) Macroeconomía. Versión para Latinoamérica


Editorial Pearson Educación
Capítulo 13.

MOCHON, F.; BEKER, V. (2008) Economía – Principios y Aplicaciones.


McGraw-Hill
Capítulo 14.

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IDENTIDADES MACROECONÓMICAS

La identidad macroeconómica básica


El objetivo de esta unidad es establecer un sencillo modelo algebraico que
presente las relaciones básicas entre las variables macroeconómicas con el
objeto de conocer cuál es el resultado esperado sobre la actividad
económica (el valor del PBI), de distintas acciones del gobierno o de
variaciones en las variables externas al modelo. Para ello nos basamos en la
igualdad entre oferta y demanda agregadas que definimos en la unidad
anterior:

OFERTA AGREGADA DEMANDA AGREGADA

CONSUMO PRIVADO
PBI +CONSUMO PUBLICO
+IMPORTACIONES =
+INVERSIÓN
+EXPORTACIONES

Habiendo dejado atrás la contabilidad nacional, en esta instancia no es


relevante establecer si medimos el PBI a precios básicos o de mercado, sino
simplemente considerar que año a año la economía genera una riqueza que
es igual al ingreso de todos los que han contribuido a generarla. De este
modo, no consideraremos impuestos indirectos. Tampoco tendremos en
cuenta las depreciaciones, de modo que no habrá un producto “neto”.

Bajo ese supuesto, escribimos

PBI + M = C + I + G + X

donde
M: Importaciones
C: Consumo privado
I: Inversión
G: Consumo o Gasto público

4
X: Exportaciones

Si restamos las importaciones de ambos lados de la igualdad la expresión


queda como:

PBI = C + I + G + X – M

A los términos X – M se los suele representar entre paréntesis porque como


exportaciones menos importaciones dan por resultado el balance comercial
se los puede considerar un único término que representa la relación de esta
economía con el resto del mundo. En algunos textos, dicho término se
escribe como “NX” que significa exportaciones netas. La expresión de arriba
sigue representando al enfoque del gasto: lo que producimos es consumido
por las familias (C), o utilizado por las empresas para producir bienes (I) 1, o
por el gobierno para brindar educación, seguridad, salud, etc., o es vendido
al exterior (donde no nos interesa si es consumo, gasto o inversión para
otras economías). Pero sabemos que, desde el enfoque del ingreso, también
representa la remuneración que recibieron todos los sectores que
participaron en el proceso productivo (ahora no nos interesa si son factores
propiedad de residentes o no) y eso constituye el ingreso de la economía.
Si representamos al ingreso bruto interno con la letra Y, podemos escribir:

PBI = C + I + G + (X – M) = Y

Porque el producto es igual al ingreso. Todo lo que se produce, representa


un ingreso para alguien. Ahora bien, para establecer el siguiente concepto,
podemos simplificar esta expresión suponiendo que corresponde a una
economía como aquella que vimos al inicio del curso, en la unidad uno: sin
gobierno ni relación con el resto del mundo (comúnmente se dice “sin
sector externo”). En ese caso no habría gasto público G ni (X – M) y
volveríamos a aquella frontera de posibilidades de producción donde la
elección era entre producir bienes de consumo o bienes de capital. La
expresión es:
1
Recordar que la Inversión es el aumento del acervo productivo, o sea, de la cantidad de
bienes de capital de que dispone la economía.

5
PBI = Y = C + I

Por otro lado, tenemos que considerar que los individuos sólo pueden hacer
dos cosas con sus ingresos: gastarlos o no gastarlos. Si al “no gasto” lo
denominamos “ahorro” y lo representamos con la letra S2, podríamos
expresar el concepto anterior mediante la siguiente expresión:

Y =C+S

De las dos expresiones surge que

C+S=C+I

y, por lo tanto

S = I

que significa que en una economía cerrada (sin relación con otras
economías) y sin sector público, el ahorro siempre es igual a la inversión.
Es importante no caer en la tentación de entender el ahorro en términos
personales, como aquel dinero que separamos de nuestro sueldo y vamos
juntando con algún fin predeterminado o “por cualquier cosa que pudiera
ocurrir”. En primer lugar, aquí estamos hablando de una magnitud agregada
al nivel de toda la economía. Sabemos que en realidad el ahorro es
canalizado por el sistema financiero de modo que efectivamente una parte
del mismo contribuye directamente a financiar la adquisición de bienes de
capital por parte de las empresas. Por otro lado, debemos recordar el flujo
circular del ingreso. Cuando decimos que ahorro “agregado” es igual a
inversión “agregada” estamos hablando del flujo real y no de dinero. De
nuevo, queremos significar que si una economía elige no consumir en un

2
Que proviene de la palabra en inglés: “Saving”. Como el pensamiento económico se
desarrolló principalmente en inglés, nos ha quedado la dependencia cultural de utilizar una
cantidad de abreviaturas en base a su denominación en esa lengua.

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período, podrá producir –y consumir- más en períodos futuros. Por último y
considerando cómo se llegó a la expresión “ahorro igual a inversión”, de
alguna manera el ahorro representa el nivel de ingreso de la economía y la
inversión el nivel de gasto. Aunque en esta economía simplificada es
imposible, podría existir un desequilibrio consistente en que durante
determinado período, el ahorro fuera mayor que la inversión. En ese caso
diríamos que nuestra economía consume menos de lo que produce (y por lo
tanto hay un excedente, que ya veremos cómo se canaliza). Si la inversión
es mayor al ahorro, la economía está consumiendo por encima de sus
posibilidades reales, es decir, consume más de lo que produce. En este
caso, adelantamos la conclusión obvia de que alguien nos está prestando;
nos estamos endeudando, única manera posible de generar 10 pesos y
gastar 12.

S > I Producimos por arriba del consumo, alguien nos debe.

S < I Consumimos por arriba de la producción, nos endeudamos.

El modelo de tres brechas


Pero las economías sin sector público ni sector externo no existen. Es
necesario rehacer el análisis anterior considerando estos factores. Para ello
volvemos a la expresión

PBI = C + I + G + (X – M) = Y

Cuando existe el sector público ya no podemos decir que los ingresos se


consumen o se ahorran, porque una parte de los ingresos se constituyen en
los recursos que el Estado obtiene a través de impuestos, que por lo tanto
se restan del ingreso para obtener lo que se denomina Ingreso
disponible.

Y-T=C+S

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Donde T es igual a la recaudación impositiva que constituye el ingreso del
Gobierno y permite financiar su gasto. De dicha expresión, surge que

Y - T - C = S (1)

Conservamos este resultado por un momento y volvemos a nuestra


expresión original:

Y = C + I + G + (X – M)

Si consideramos el ingreso disponible y restamos los impuestos de un lado,


debemos hacerlo también del otro para no alterar la igualdad.

Y – T = C + I + G + (X – M) – T

Pasamos el Consumo restando, y la expresión de la izquierda es similar a


(1), por lo que la reemplazamos por su equivalente: S

Y – T - C = I + G + (X – M) – T
S = I + G + (X – M) – T

Ahora pasamos todos los términos, salvo el balance comercial hacia la


izquierda y obtenemos

S - I - G + T = (X – M)

que reordenando, puede escribirse así:

(S - I) + (T – G) = (X – M)

8
Esta expresión se denomina “Modelo de tres brechas”. Los paréntesis son
innecesarios y se incluyen simplemente para remarcar que cada una de las
diferencias que abarcan, representa el equilibrio de un sector de la
economía: efectivamente, ya sabemos que X – M equivale al balance
comercial y representa la relación entre nuestra economía y el resto del
mundo. Si las exportaciones son iguales a las exportaciones el resultado de
esa diferencia será cero. Cualquier otra situación se representará con un
valor positivo o negativo.

La expresión T – G representa el balance del sector público en términos de


ingresos y gastos: si la recaudación T es mayor que el gasto G, existe
superávit; en el caso inverso tenemos déficit público. Queda por último,
nuestra conocida expresión S – I, cuyo resultado era igual a cero en una
economía sin sector externo ni sector público, que son los sectores
representados por las otras diferencias -(X – M) y (T – G)-. Dicha expresión
(S – I) corresponde al balance del sector privado de la economía, que como
habíamos anticipado, puede consumir por arriba de sus posibilidades –
en ese caso S < I y la diferencia arroja un resultado negativo- o puede
producir por arriba de sus necesidades –entonces S > I y el resultado
es positivo-. La forma “económica” de leer el modelo de tres brechas es:

BALANCE BALANCE BALANCE


SECTOR + SECTOR = SECTOR
PRIVADO PUBLICO EXTERNO

Observando esta ecuación, rápidamente podemos concluir que una


economía cuyo sector privado consume por arriba de su producción y cuyo
sector público es deficitario (gasta más de lo que recauda), no tiene otro
remedio que registrar déficit externo (en términos algebraicos, si el lado
izquierdo arroja un resultado negativo, el derecho también debe tener ese
signo):

(-) (-) (-)


(S - I) + (T – G) = (X – M)

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Siguiendo la misma línea de razonamiento en sentido inverso, tenemos que
una economía que produce en exceso sobre su consumo y dispone de
superávit fiscal, necesariamente es acreedora frente al resto del mundo
(mantiene un balance externo positivo). De las dos situaciones, obviamente
la primera es la menos deseable en términos de política económica: si
período tras período una economía registra un resultado negativo frente al
exterior, su endeudamiento registrará un continuo crecimiento. Esta
situación es particularmente grave si se trata de una economía pequeña,
puesto que el deterioro de la capacidad de pago de la deuda
desencadenará, tarde o temprano, la necesidad de restringir el consumo
privado y público para generar los recursos necesarios para satisfacer esa
deuda. Este proceso podrá llevarse a cabo en forma paulatina o violenta (a
través de una crisis) pero nunca será inocuo en términos de bienestar de la
sociedad que lo padece.

Sin embargo, en términos analíticos, los casos más interesantes son


aquellos en los que los balances privado y público tienen diferente signo: allí
es relevante la magnitud de cada uno de los desequilibrios, para poder
concluir si la situación es sostenible o no en el mediano plazo. Ciertas líneas
de pensamiento económico han conseguido imponer de forma más o menos
generalizada la idea de que un déficit del sector público es siempre y en
todo lugar un grave mal económico que debe ser evitado a toda costa. Sin
embargo, nuestra ecuación nos permite apreciar que un superávit externo
es compatible con un déficit público de menor cuantía que un superávit
privado. Más aún, el déficit puede resultar beneficioso en términos de evitar
que la economía registre bajas tasas de crecimiento debido a la debilidad de
la demanda3. Pero estas son cuestiones complicadas de analizar a esta
altura de nuestro curso. Por ahora nos basta con registrar que hay tres
grandes equilibrios macroeconómicos que están relacionados entre sí, que
el déficit externo no es sostenible indefinidamente y que por el contrario, el
déficit público podría serlo en determinadas condiciones.

Entonces, ¿ahorro no es igual a inversión?


3
De hecho frente a la crisis de fines de 2008, ningún estado ha dudado en incurrir en déficit a
fin de impulsar la economía, dejando un poco de lado el paradigma del equilibrio fiscal como
regla de política.

10
Para explicitar la relación entre ahorro e inversión, hicimos referencia a una
economía sin sector público y sin relación con el exterior. Al complicar luego
el modelo con la introducción de estos factores, parecería que aquella
igualdad no se cumple. Sin embargo, podemos tomar nuestra ecuación de
tres brechas y rescribirla

(S - I) + (T – G) = (X – M)

Si pasamos el balance comercial a la izquierda y la inversión a la derecha,


podemos escribir:

S + (T – G) + (M – X) = I

Ecuación que ahora puede leerse como

AHORRO AHORRO AHORRO


SECTOR + SECTOR + SECTOR = INVERSIÓN
PRIVADO PUBLICO EXTERNO

Si recordamos que “ahorro” es aquella parte de nuestro ingreso (o


producto) que no consumimos, el concepto puede extenderse para hablar
de un “ahorro” del sector público, si el gobierno gasta por debajo de su
recaudación (si tiene superávit), o de un “ahorro” del resto del mundo, si
del saldo neto del comercio exterior resulta que nuestro país es importador
neto (y por lo tanto, las otras economías están produciendo en ese monto,
más de lo que consumen internamente).

Planteada en esos términos, la ecuación significa que, para que haya


inversión, debe resignarse consumo. Ese consumo lo resigna el sector
privado, el sector público o alguien en el exterior. El ahorro conjunto de
todos esos sectores, es igual a la inversión. En definitiva, vuelve a
plantearse aquí la cuestión básica de la economía: la necesidad de elegir
entre diferentes alternativas para utilizar recursos que, lamentablemente,
siempre son escasos. Si ahorramos más, consumiremos menos. Si

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deseamos mayor inversión, alguien deberá ahorrar. Si decidimos exportar
más de lo que importamos, deberemos producir más de lo que consumimos.

La demanda agregada
Siempre trabajando desde el enfoque del gasto, ahora iniciamos el análisis
de los componentes de la demanda agregada. Este enfoque es el más
utilizado porque permite asignar a cada uno de los componentes una
variable independiente que lo determina. Como lo que nos va a interesar es
determinar un nivel de Producto (o PBI, o producción, o ingreso) de
equilibrio, trabajamos con la demanda agregada doméstica, es decir,
incluimos las exportaciones netas (exportaciones menos importaciones), de
modo que el gasto en bienes finales importados está excluido de los
conceptos globales de consumo, gasto público e inversión, porque
directamente se resta en el balance comercial 4. Partiendo una vez más de
nuestra identidad

PBI = C + I + G + (X – M) = Y

Debemos considerar que como se ha mencionado anteriormente, el objetivo


de la política económica es lograr una tasa estable de crecimiento del PBI.
Esto significa por un lado, expandir la frontera de posibilidades de
producción y por el otro, aumentar el ingreso de que disponen los miembros
de la sociedad (otra cuestión es cómo se distribuye ese ingreso). Lograr
este objetivo será entonces, lograr que los componentes de la demanda
agregada que explicitamos en la ecuación, crezcan de manera armónica. El
siguiente paso es analizar el comportamiento de cada uno de dichos
componentes por separado, asignándoles una variable explicativa en
función de la cual reaccionan en un sentido o en otro. Son justamente las
políticas que determinan esas variables las herramientas que usará el
gobierno para lograr que la demanda agregada evolucione de la manera
deseada.

4
Esta aclaración viene a cuento de que, en Cuentas Nacionales, se considera demanda
agregada a C+I+G+X, sin restar las importaciones, que forman parte de la oferta agregada. En
el modelo de identidades macroeconómicas, la oferta agregada es solamente el Producto y la
demanda agregada tiene las importaciones restando. Esto no afecta las conclusiones y es
mucho más cómodo para trabajar con las ecuaciones.

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La función consumo
El primer componente de la demanda agregada es el consumo privado, es
decir los bienes y servicios que consumen las familias durante determinado
periodo. El perfil de consumo de cada individuo responde a sus necesidades
y preferencias, pero siempre sujeto a la restricción que impone el ingreso.
Un mayor ingreso nos permite satisfacer más necesidades (incluso puede
contribuir a crear nuevas necesidades) y por ello el consumo de bienes y
servicios está directamente relacionado con el ingreso. A mayor nivel de
ingreso le corresponderá un consumo más elevado. ¿Consumiremos todo
nuestro ingreso? No, hemos visto que es frecuente que las familias y la
sociedad en conjunto posterguen consumo presente con el objeto de lograr
un nivel mayor o cualitativamente mejor de consumo en el futuro. Así una
parte del ingreso se consume y otra se ahorra. La relación entre nuestro
nivel de ingreso y nuestro consumo constituye la propensión marginal a
consumir. Dicha relación puede tomar valores entre cero y uno. Una
función de consumo agregado podría expresarse de la siguiente forma:

C = cY

Donde el consumo agregado C es igual a una proporción del nivel de


ingresos. Esa proporción depende de factores institucionales y culturales de
cada sociedad y a su vez, al interior de la misma dicha proporción (la
propensión al consumo) difiere entre los distintos estratos sociales. Entre
las personas con bajo nivel de ingreso es seguro que observemos
propensiones al consumo cercanas a 1. Esto significa que cualquier
incremento del ingreso se traslada en su totalidad al consumo sin que se
destinen recursos al ahorro. Mayores tasas de ahorro y por lo tanto,
propensiones al consumo más bajas se encontrarán entre los niveles de
ingresos más elevados.5

¿Cuánto se consume cuando el nivel de ingreso es cero?

5
Por eso cuando un gobierno quiere fomentar el consumo intenta medidas que signifiquen
elevar los ingresos de sectores como los jubilados o personas con muy bajos niveles de
ingreso, que seguramente volcarán la totalidad de los nuevos recursos al gasto en bienes y
servicios

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Es frecuente que la inercia mental nos lleve a responder que no se consume
nada. Sin embargo, esto no es cierto ni a nivel individual, ni al de toda la
sociedad. Seguramente todos conocemos, por propia experiencia o de
alguien más o menos cercano, la situación de desempleo. En general,
cuando no se tiene trabajo, no se tiene ingreso. Sin embargo todos
sabemos que, aunque con muchas restricciones y prudencia, los
desocupados siguen consumiendo 6. Se recurrirá a ahorros, préstamos,
asistencia del estado u organizaciones sociales, pero el consumo nunca
resultará de nivel cero. Esto significa que existe un nivel de consumo que no
depende del ingreso. Se lo denomina consumo autónomo y se lo
representa con el símbolo C que significa que este nivel de consumo
permanece constante, independientemente de lo que ocurra con el ingreso.
Nuestra función de consumo queda entonces de la siguiente forma:

C = C + cY
Que se lee como: El consumo agregado es igual al consumo autónomo más
el consumo inducido. A su vez, el consumo inducido es igual a la propensión
marginal a consumir, multiplicada por el nivel de ingreso de esa economía.

La función consumo nos brinda una primera respuesta acerca de los


instrumentos de que disponen los gobiernos para influir sobre el desempeño
de la economía: a través de una política de ingresos que fomente la
adquisición de bienes y servicios por parte de las familias puede contribuirse
a promover el crecimiento del PBI. Está claro, por ejemplo, que si se
reducen los impuestos que afectan el patrimonio de las familias, su ingreso
disponible aumentará y vía función consumo crecerán la demanda agregada
y la producción. La cuantía de recursos que es necesario inyectar en la
economía para lograr determinado nivel de crecimiento, es inferior a la que
podría pensarse en primera instancia. Esto es así debido al efecto de
multiplicación que analizaremos a continuación.

El multiplicador
Si deseáramos que el PBI al fin del presente período tuviera un incremento
absoluto de 1000 millones de pesos y contáramos con la posibilidad de

6
En el peor de los casos, sólo alimentos. Recordemos los bienes inferiores.

14
obtener recursos externos (préstamos o subsidios) para transferir a las
familias con el fin de que aumenten su consumo, ¿deberíamos contar con
esa cifra, una mayor o una menor? Para responder esta pregunta debemos
analizar las implicancias de la inclusión de la función de consumo en la
demanda agregada: partiendo de

DA = C + I + G + (X – M)

reemplazamos C por su equivalente y obtenemos

DA = C + cY + G + I + (X – M)

donde suponemos constantes los términos correspondientes a consumo


público, inversiones y sector externo. De este modo, podemos agrupar
todos los términos que no varían para trabajar con mayor comodidad.

DA = A + cY

Donde

A = C + G + I + (X – M)

Ahora, por identidad macroeconómica, la demanda agregada es igual al


nivel de ingreso por lo que podemos escribir

Y = A + cY

despejando y sacando factor común Y

Y (1 – c)= A

si aplicamos variación en ambos términos obtenemos

ΔY (1 – c)= ΔA

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donde A ya no tiene barra porque justamente varía. Ahora despejamos la
variación del ingreso para obtener

1
ΔY = ΔA
(1 – c)

De modo que la variación del nivel de ingreso (que es lo mismo que decir la
variación del Producto), es igual a una constante por la variación en la
demanda agregada. Ahora observemos el término que multiplica a la
variación de la demanda agregada: como la propensión a consumir es
menor que uno, el denominador siempre es un número positivo menor que
uno. De este modo, la fracción siempre es mayor que uno. El término 1/(1 –
c) se llama multiplicador y tiene una importancia fundamental porque,
volviendo a nuestra pregunta original, nos demuestra que para que el
producto crezca en 1000 millones de pesos debemos inyectar una cifra
mucho menor. Por ejemplo, si la propensión al consumo tuviera un valor de
0,8, el multiplicador sería equivalente a 5. La inyección de 200 millones de
pesos, garantizaría que alcancemos los 1000 millones de aumento de valor
del PBI que pretendíamos.

A pesar de que a primera vista pueda sorprender, el mecanismo no tiene


nada de mágico: cualquier shock externo positivo que implique para una
economía un aumento en el valor de la demanda autónoma (esos
componentes que consideramos constantes), por ejemplo un aumento de
una vez del gasto del gobierno, implicará aumentos de ingresos para toda o
parte de la población, que los volcará al consumo. Pero este consumo
adicional, implica la necesidad de producir los bienes y servicios que ahora
se demandan. Esta nueva producción implica remunerar a los factores y
esas remuneraciones constituyen nuevos ingresos que a su vez significarán
otra ronda de consumo adicional. Finalmente, cuando el ciclo se agota 7,
podría decirse que los recursos adicionales que habíamos inyectado al
principio del ciclo generaron varias rondas de incremento de ingreso y en

7
Porque como la propensión a consumir es menor a uno, cada “ronda” de aumentos de
ingresos representa una cantidad cada vez menor volcada al consumo.

16
consecuencia, de aumento del consumo por lo que la demanda agregada y
el producto aumentaron en mayor medida que ese ingreso inicial.

La Inversión
Así como el consumo es, dentro de la demanda agregada, la actividad
exclusiva de las familias, la inversión corresponde a las empresas.
Recordemos que la inversión es el incremento del capital productivo de la
empresa (maquinarias, instalaciones, edificios, equipo de transporte) y que
los stocks producidos y no vendidos al final del período también son
considerados inversión.

¿Por qué alguien decidiría instalar un comercio o una fábrica, contribuyendo


de ese modo al incremento de la inversión agregada del período? ¿Por qué
una empresa decidiría ampliar sus instalaciones, o levantar una nueva
planta? Porque buscan maximizar sus ganancias y tienen la expectativa de
que podrán hacerlo llevando adelante nuevos negocios. Cuando se planifica
un negocio, desde la instalación de un kiosco de golosinas hasta una usina
termoeléctrica, se sabe que primero deben realizarse todos los gastos
inherentes a la instalación (la “inversión”) y que luego se inician los
ingresos por ventas que paulatinamente permiten, en primer lugar,
recuperar lo gastado y luego, obtener ganancias. Podemos considerar, por
ejemplo, un proyecto que implica al inicio la inversión de 100 millones y
que, al cabo de un año reportará un ingreso de 120 millones. Esto es, una
tasa de beneficio de 20% directo en un año. ¿Ha sido un buen negocio en
términos económicos? Para saberlo debemos recurrir al concepto de costo
de oportunidad: ¿qué otras alternativas se dejaron de lado para llevar
adelante este negocio? La principal referencia es la alternativa más sencilla:
en lugar de llevar a cabo esta inversión, podría haberse realizado un
depósito bancario a un año. Si de ese modo se obtiene más de 20% anual,
el negocio no ha sido bueno.

Más allá de la simpleza del ejemplo, todo proyecto de inversión contiene


una “tasa interna de retorno” que se compara con la tasa de interés
promedio vigente en la economía. La cuestión es todavía más obvia si para
realizar la inversión debe solicitarse un préstamo: el proyecto debe

17
asegurar una ganancia a sus propietarios por encima del repago de los
fondos. Está claro entonces que si la tasa de interés promedio anual en la
economía está en niveles muy bajos, es probable que haya muchos
proyectos que estén en condiciones de generar ganancias superiores y que
lo contrario ocurra cuando la tasa es elevada. De este modo, hay una
relación inversa entre la tasa de interés y la cantidad de nuevos negocios
que se ponen en marcha en un período. Esto se traduce en una relación del
mismo sentido entre tasa de interés e inversión agregada. Si se simboliza
con la i a la tasa de interés, podemos escribir:

I = f(i)

La inversión es función de la tasa de interés. A mayor tasa de interés,


menor nivel de inversión y viceversa.

Tasa de
Retorno
(% anual)
30

25

20

15
Tasa de
12% Interés
promedio
10
vigente

100 200 300 400 500 600 700


Inversión
Agregada
(miles de millones)

Cuando la tasa de interés es 12% anual, se inv ierte por 300 mil millones,
que es lo que suman a nivel agregado todos los proyectos con tasas de
retorno superiores. Si la tasa de mercado ba ja a 9%, podría llevarse a
cabo otro lote de proyectos y la inversión subiría a 400 mil millones

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El Gasto Público
Definido como el consumo de bienes y servicios por parte del Estado para el
cumplimiento de sus objetivos, el gasto público define el “tamaño” del
sector gobierno. De la relación entre Gasto y PBI surge una medida que
permite comparar año a año en una economía o entre distintas economías,
cuál es la efectiva participación del sector público en la vida económica de la
sociedad. Un estado prescindente, que no interviene en la economía, que no
ejerce funciones empresariales, que sostiene la no intervención en los
mercados, tiene una participación mucho menor en el PBI que uno que lleva
adelante esas actividades. Esto no significa necesariamente que el primer
estado será superavitario y el segundo deficitario, ya que no estamos
viendo el lado de los ingresos, que se define a través de la política
tributaria.

Cuando el estado compra bienes, demanda servicios o paga sueldos, está


recibiendo a cambio una contraprestación 8, pero existen casos en los que
esto no ocurre: entonces estamos en presencia de una transferencia. Una
pensión por invalidez, por veterano de guerra o un subsidio por desempleo
son pagos sin contraprestación. Aunque no afecte el modelo de demanda
agregada, para ser estrictos deberíamos considerar el término G como
formado por gasto “propiamente dicho” y transferencias.

Como vimos anteriormente, los ingresos del estado provienen del cobro de
impuestos. En este modelo seguimos dejando de lado los impuestos
indirectos y consideramos únicamente el impuesto sobre la renta (las
ganancias), considerado como una tasa uniforme sobre dicha renta. Es
decir, estamos suponiendo que hay sólo un impuesto, que es un impuesto
sobre el ingreso de las personas y que todas las personas pagan la misma
tasa por sus ingresos. Bajo esas condiciones:

8
Aunque sea obvio, hay que destacar que quien recibe la contraprestación es la
sociedad cuando el Estado paga luz para alumbrar una calle, compra antibióticos
para un hospital o paga el sueldo de un maestro o un policía. La administración de
todos esos recursos también es un servicio, cuyo valor agregado equivale al gasto
que demanda. Años de prédica privatista han dejado en ciertos sectores la idea de
que el mejor Estado es el “más chico” . Esto de ninguna manera garantiza que
cumpla sus funciones adecuadamente.

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T = tY

La recaudación impositiva es igual a una proporción t del nivel de ingresos.


Como toda vez que hablamos de sector público y de impuestos, debemos
hablar de ingreso disponible. En presencia de un estado que otorga
transferencias por diversos motivos y cobra impuestos, el ingreso disponible
es

Y + Tr -T

De este modo, el estado tiene tres herramientas para influir sobre la


demanda agregada: una en forma directa, su gasto; y dos que modifican el
nivel de ingresos que definirá el consumo de las familias, que son las
transferencias y la tasa impositiva. Estas herramientas son los
instrumentos de la política fiscal. Cuando el gobierno modifica el valor
de alguna de esta variables está llevando adelante política fiscal. Es muy
relevante tenerlo en cuenta porque sólo se cuenta con dos políticas para
operar sobre una economía: la fiscal que estamos viendo y la monetaria
que veremos más adelante. Cuando desde el gobierno se pretende lograr
una expansión de la demanda agregada, puede aumentarse el gasto,
aumentar las transferencias o reducir la tasa impositiva. En ese caso se dice
que se está llevando adelante una política fiscal expansiva. Cuando lo
que se pretende es frenar el crecimiento de la demanda (lo que podría ser
necesario en el medio de un proceso inflacionario), el gobierno puede
reducir el gasto y/o las transferencias y aumentar la tasa impositiva.
Estamos aquí frente a una política fiscal contractiva.

El multiplicador con impuestos


Si la consideración completa del accionar del estado en el modelo modifica
la cuantía del ingreso, debemos reconsiderar la función de consumo de
acuerdo a estos nuevos parámetros que la afectan. Si teníamos

C = C +cY

considerando el ingreso disponible, quedaría

20
C = C +c(Y + Tr – T)
como recaudación es tasa multiplicada por base imponible (el ingreso)

C = C +c(Y + Tr – tY)
de modo que ahora podemos incluir esta función consumo en la demanda
agregada:

DA = A + c(Y + Tr – tY)

distribuimos la propensión marginal a consumir dentro del paréntesis

DA = A + cY + cTr – ctY

Si dejamos las transferencias constantes (como hemos dejado constante el


nivel de gasto) podemos incluir el término cTR dentro de la demanda
agregada autónoma.

DA = A + cY – ctY

Sacamos factor común propensión marginal a consumir

DA = A + c (1 – t)Y
Y en base al mismo razonamiento utilizado cuando definimos el
multiplicador, obtenemos este nuevo multiplicador con impuestos.

ΔY = 1 ΔA
1 – c (1 – t)

Del cual no es necesario recordar la deducción algebraica, pero sí su


formulación final y compararla con la del multiplicador simple: en este caso,
la propensión a consumir está multiplicada por 1 – t ; siendo t un número
mayor que cero y menor que uno (es la tasa del impuesto: 0,20 , 0,25 o
algo por el estilo) multiplicarla por ese término la reduce. Esto significa que
el multiplicador es más pequeño (cuanto menor era la propensión a
consumir, menor el multiplicador). Esta conclusión “matemática” no hace
más que confirmar lo que nos indica la lógica: si establecemos un impuesto
que reduce el ingreso disponible, el consumo inducido será menor y

21
cualquier inyección de recursos se propagará en menor cuantía
obteniéndose una variación absoluta del nivel de ingreso menor que la que
se obtiene en ausencia de impuestos.

Por eso una suba en la tasa de impuestos reduce la demanda


agregada y el nivel de ingreso de equilibrio.

La cuestión del superávit


Considerando que el aumento del gasto público reduce el superávit (o
aumenta el déficit), pero incrementa la demanda agregada y con ella el
nivel de ingreso de equilibrio, y con el mismo, la recaudación tributaria.
¿Podría darse un aumento del gasto público que termine financiándose de
manera intertemporal, es decir, que termine generando un aumento del
superávit igual o mayor que la reducción que produjo al inicio?

G (T – G) DA Y tY T (T – G)

1 2

Aunque el mecanismo que muestra la secuencia esquematizada arriba es


correcto, puede demostrarse que siempre un aumento del gasto redundará
en una situación más desventajosa desde el punto de vista del balance del
sector público al final del ciclo. Dicho en otros términos, la reducción en 1
siempre será mayor que el incremento en 2. Pero cuidado, también es
cierto que un aumento del gasto provocará un incremento del déficit
bastante menor al monto aumentado, ya que una parte se recuperará al
final del ciclo vía mayor recaudación. Por poner un ejemplo, cuando se
completa el ciclo, un aumento de 100 millones de gasto, termina
redundando en 40 millones más de déficit público. 9

El sector externo
Último componente de la demanda agregada, merecerá un capítulo
especial, por lo que aquí esbozaremos sólo algunos elementos. El término

9
Desde ya que en estos ejercicios siempre se supone que todo lo demás permanece sin
variación.

22
de exportaciones menos importaciones representa la relación con el resto
del mundo. Como vimos en el modelo de tres brechas, un superávit
comercial significa que en nuestra economía alguien ahorra más de lo que
invierte (produce más de lo que consume) y por lo tanto, globalmente el
país es acreedor frente al resto del mundo (o pasa de deber 100 a deber
95, que es lo mismo).

Pero en términos de demanda agregada y de nivel de PBI, lo que nos


interesa establecer es que un aumento de las exportaciones implica un
aumento de la demanda y un aumento de las importaciones, una
disminución.

En nuestro modelo, el comportamiento del sector externo se asigna


exclusivamente a la evolución del tipo de cambio. El tipo de cambio es el
valor de nuestra moneda en términos de otras. El comercio internacional se
realiza en divisas que son monedas nacionales reconocidas y aceptadas
universalmente. Este papel era desempeñado casi exclusivamente por el
dólar estadounidense, aunque en la actualidad también el euro cumple esta
función.

Está claro que una divisa “cara” en términos de nuestra moneda (un dólar a
5 pesos, por ejemplo) favorece más las exportaciones y desalienta más las
importaciones que una divisa “barata” (dólar a un peso). Esto ocurre
básicamente porque las transacciones en el interior de un país se realizan
en moneda doméstica. Especialmente los salarios y otros insumos de la
producción se fijan en pesos, los costos se calculan en pesos y finalmente
se obtiene un precio en moneda local. Si la relación cambiaria se modifica
en el sentido de una pérdida de valor de la moneda doméstica (el dólar se
encarece) y los costos de producir no se modifican sensiblemente, el precio
doméstico no se modifica. Pero en divisa (que se ha encarecido) ahora
resulta más barato, por lo que puede desplazar competencia de otros
productores de otros países en los mercados externos. Mientras tanto, la
modificación cambiaria ha producido el efecto contrario sobre las
importaciones. La misma cantidad de divisas que se pagaba cómodamente
por un bien importado, ahora se ha transformado en una suma inalcanzable

23
debido al nuevo tipo de cambio. La combinación de aumento de
exportaciones y caída de importaciones genera un salto del balance externo
o exportaciones netas que repercute favorablemente en la demanda
agregada.

Oportunamente veremos que los gobiernos pueden tomar mayor o menor


intervención en la determinación del tipo de cambio y que de la forma que
elijan para manejar esta cuestión, dependerá alternativamente la eficacia
de las políticas fiscal y monetaria.

Resumen: las variables y su influencia sobre la demanda agregada:


A continuación y a modo de repaso, incluimos un resumen esquemático de
los componentes de la demanda agregada y las variables que pueden influir
sobre ellos en un sentido o el otro:

Consumo: depende del ingreso. Para un mismo ingreso un mayor consumo


autónomo o mayor propensión al consumo implican mayor nivel de
consumo y aumento de la demanda agregada. Estas variables son exógenas
y varían por cuestiones institucionales.

C = C +cY
C C DA C C DA

c C DA c C DA

I = f(i)

i I DA i I DA

Política Fiscal
Expansiva Contractiva

G DA G DA
Inversión: depende de la tasa de interés en forma directa. Una menor tasa
Tr DA Tr DA

det interés implica


C = C +cY
(Y + Trmás inversión yDA
– tY) mayor demanda
t agregada.
(Y + Tr – tY) DA
C C DA C C DA
(X – M) = f(Tc)
c C DA c C DA

I Tc
= f(i) X & M (X – M) DA Tc X & M (X – M) DA
i I DA i I DA

Política Fiscal
Expansiva C ontract iva

G DA G DA
Tr DA Tr DA

t (Y + Tr – tY) DA t (Y + Tr – tY) DA

(X – M) = f(Tc)

Sector Público: lleva adelante la política fiscal. Un aumento del gasto, un


Tc X & M (X – M) DA Tc X & M (X – M) DA

aumento de las transferencias o una disminución de la tasa de impuesto


contribuyen a una mayor demanda agregada.

24
C = C +cY
C C DA C C DA

c C DA c C DA

I = f(i)

i I DA i I DA

Política Fiscal
Expansiva Contractiva

G DA G DA

Tr DA Tr DA

t (Y + Tr – tY) DA t (Y + Tr – tY) DA

(X – M) = f(Tc)

Tc X& M (X – M) DA Tc X& M (X – M) DA

Sector Externo: depende del tipo de cambio. Una caída del tipo de cambio
(suba del valor de la divisa) promueve exportaciones y desalienta
C = C +cY
C C DA C C DA

c importaciones,
C generando un mayor saldo
DA c en elC balanceDA
comercial y
I = f(i)

i
aumenta
I
la demanda
DA
agregada. i I DA

Política Fiscal
Expansiva Contractiva

G DA G DA
Tr DA Tr DA

t (Y + Tr – tY) DA t (Y + Tr – tY) DA

(X – M) = f(Tc)

Tc X & M (X – M) DA Tc X & M (X – M) DA

25
APÉNDICE: ANÁLISIS GRÁFICO

A continuación se ofrece una explicación mediante gráficos de la relación


entre producción e ingreso de equilibrio y demanda agregada, así como de
los resultados de modificaciones en los parámetros.

De observar la función consumo en su formulación más simple, surge que


se trata de la ecuación de una recta, donde el consumo autónomo es la
ordenada al origen (cuando el ingreso es cero, se consume esa cantidad) y
la propensión marginal a consumir es la pendiente de la recta. 10

C = C + cY

A mayor ingreso (y producto, que es lo mismo), le corresponde mayor


consumo. Al consumo podemos sumarle los otros elementos que habíamos
considerado autónomos y que conformaban la demanda agregada
autónoma: el gasto, la inversión y el saldo comercial. Como son valores que
no dependen del nivel de ingreso son constantes. Sumar una constante a la
función consumo la desplaza paralelamente hacia arriba. La ordenada al
origen ahora es equivalente a la demanda agregada autónoma, y la
pendiente sigue siendo la misma:

10
Y sería lo que aumenta el consumo por cada aumento del ingreso en una unidad. Por eso lo
de propensión marginal a consumir.

26
DA

DA = C + G +I +(X – M) + cY

C = C + cY

El nivel de producción e ingreso de equilibrio es aquel que iguala a la


demanda agregada. Para encontrarlo trazamos una línea a 45º, que es la
bisectriz del primer cuadrante y matemáticamente representa la función
DA = Y.

DA DA = Y

DA = C + G +I +(X – M) + cY

C = C + cY

Yo Y

El punto donde nuestra función de demanda agregada corta a la línea de


45º nos permite hallar sobre el eje de abscisas, al producto / ingreso de
equilibrio, Yo. En ese punto la producción y la demanda están en equilibrio y
las empresas no acumulan stocks indeseados.

27
Si por algún motivo la producción descendiera por debajo de Yo (se
desplazara a la izquierda de este punto), la demanda agregada sería
superior a la producción:

DA DA = Y

Stocks
DA = A + cY

A
A Stocks

Y1 Yo Y

En el punto Y1, la producción puede representarse con el segmento vertical


Y1 A. Por su parte, la demanda agregada sería Y 1B. Hay un exceso de
demanda agregada sobre la producción, representado por la distancia AB.
Esa diferencia es cubierta con los stocks en poder de las empresas, que
entonces bajan por debajo del nivel deseado. Cada negocio, por sus
características, tiene un stock ideal. En algunos casos será el equivalente a
una semana de ventas, en otros un mes o un año. Cuando la demanda
crece por encima de lo esperado, ese stock empieza a bajar por debajo de
lo normal y las empresas perciben esta situación como una señal en el
sentido de que deben aumentar su producción. Si la producción aumenta
demasiado y supera a la demanda agregada, pasando a la derecha de Y 0,
ocurre lo contrario: comienzan a acumularse stocks por encima de lo
normal y esta es una señal para disminuir el ritmo de producción.

Si por algún cambio en la idiosincrasia de la sociedad la propensión a


consumir aumenta, como esta variable es la pendiente de la demanda
agregada, la función se inclinará hacia arriba y cortará a la línea de 45º más

28
hacia la derecha. El resultado geométrico es consistente con el modelo: una
mayor propensión a consumir implica un nivel de producción de equilibrio
más elevado:

DA DA = Y

DA’ = A + c’Y

DA = A + cY

c’>c

Yo Y’ Y

Ahora analizamos un aumento del gasto público. Es un valor autónomo que


pasa de una sola vez a otro valor. Implica un desplazamiento vertical de la
demanda, en la misma medida del aumento del gasto. El equilibrio es a un
nivel de producto e ingreso más elevado:

DA DA = Y

DA’ = A’ + cY

DA = A + cY

G
A’

Yo Y’ Y

29
Para terminar, analizamos la aparición del impuesto sobre los ingresos. La
tasa reduce la pendiente de la función. Cuanto más alta es la tasa, más
reduce la pendiente. POr lo tanto, partiendo de una situación de equilibrio
inicial, la imposición de tributos, reduce el nivel de producto e ingreso de
equilibrio:

DA DA = Y

DA = A + cY

DA’ = A + c(1-t)Y

Y’ Yo Y

30

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