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Villalonga pirata español en Brasil

por Gema Castellano, Noviembre de 1998

A Villalonga le gustan las emociones fuertes. Cual descendiente directo de Cortés o Pizarro y
como si la genética hubiera reproducido en él las estructuras cromosómicas de los más burdos
piratas o maquiavélicos conquistadores, ha llegado a Brasil después de arrasar Perú, y dejar a
su país de origen, España, en el más absoluto de los retrocesos tecnológicos y la mayor
dictadura comunicativa.

No le asustan las recesiones económicas en las que están sumidas estas naciones
latinoamericanas. ¡A río revuelto ganancia de pescadores! y cuanto más sumidos en la miseria
estén, mayor será la presión que él pueda ejercer sobre gobiernos, trabajadores y clientes.

El sector de las telecomunicaciones será el motor del crecimiento económico del futuro, y
contribuirá a mejorar las condiciones sociales y económicas de los brasileños, ha afirmado. Lo
que no me explico, es cómo no se le ha caído la cara de vergüenza, al hacer esta afirmación. En
cualquier caso y como Brasil bien vale una misa, ¡o dos!, ya que 160 millones de habitantes
ofrecen muchas posibilidades de especulación y fraude, ha anunciado la inversión de 3.800
millones de dólares en 1999, además de los 5.000 millones que ya lleva metidos desde el mes
de julio, -convirtiéndose así en dueño y señor de las telecomunicaciones en ese país- y se ha
buscado a uno que hable portugués, Antonio Baptista, -economista del Banco Portugués de
Investimento- para que le allane el terreno y le informe sobre la psicología del brasileño y la
mejor forma de estafarle sin que se note demasiado.

¡Cual no será la importancia y posibilidades de explotación de este país, que ha desechado


cualquier candidatura que no fuera la de este portugués!, al que habrá que analizar al detalle,
en la búsqueda de conexiones que nos expliquen la “cabezonería” del aprendiz a magnate.

A los brasileños que vean en las divisas de Telefónica una manera de salir de la enorme
pobreza en la que viven, ¡que habrá quien piense así!, desearía decirles, -y maldigo en estos
momentos mi incapacidad de dominio para con su legua-, que Villalonga no se diferencia en
nada de los dictadores que operan en esas tierras, y que sus bonitas palabras y frases
perfectamente diseñadas por otros a los que paga para que le enseñen a decir unas bondades,
que su naturaleza jamás le permitiría expresar, no son más que demagogia rastrera e hipócrita,
que esconde una mentalidad esclavista para con trabajadores y usuarios, y enfermiza con
respecto a la idea de poder económico absoluto. Villalonga está enfermo de poder. Y no
abandonará su conquista ni aún llevando a sus accionistas a la ruina, y a sus clientes al
subdesarrollo..

Sus trabajadores viven bajo la continua amenaza del despido tanto en España como en Perú.
Vigilados incluso en sus vidas privadas y días libres, y sometidos a unas estructuras jerárquicas
dignas del mejor estilo absolutista. Los salarios son irrisorios y la desconfianza que se fomenta
entre ellos, es la mejor arma de este monopolio contra la unión, que es la condición
indispensable para la rebelión.
Los clientes forzosos de Telefónica no corren mejor suerte. Convertida en empresa privada sin
abandonar ni la filosofía ni los privilegios de un monopolio, y apoyada en todo momento por el
gobierno de Aznar, -amigo íntimo de Villalonga, con el que despacha personalmente incluso
saltándose la institución del ministro de Fomento, quien a causa de esto se ha visto en más de
una situación ridícula ante los contribuyentes-, sus principales actividades son los presuntos
fraudes sobre el ciudadano, -20.000 millones de pesetas anuales en concepto de llamadas
fallidas, 30.000 millones que recauda gracias al redondeo que hace con las llamadas por medio
de tarjetas telefónicas, 10.000 millones que expolia al ciudadano a través de las llamadas en
cabinas con monedas, 4.000 millones que ingresa por no hacer las devoluciones de los
importes de las llamadas, tarifas abusivas de acceso a Internet, e incluso la desaparición de los
planes de descuento que Fomento aprobó y que afectará a una gran parte de la comunidad
internauta, con la instauración de Infovía Plus-, la adquisición de medios de comunicación, que
aseguren la desinformación por parte del ciudadano sobre sus verdaderas actividades y
tergiversen la realidad a su favor, -Expansión, El Mundo, Actualidad Económica, Via Digital ,
Antena3TV, etc-, y la compra de gobiernos dictatoriales corruptos que faciliten sus actividades
especulativas en países latinoamericanos, -Perú, Brasil, Chile...- donde Villalonga ha
redescubierto El Dorado.

En lo que respecta a sus accionistas la situación es peliaguda. El pequeño accionista que sólo
recibe la versión oficial, se mostraba hasta hace poco encantado de pertenecer a la empresa
española con mayores beneficios, y los grandes, siguen confiando en el resultado positivo de
las actividades especulativas en Latinoamérica, aunque el hecho de la negativa de la
todopoderosa a repartir beneficios en este ejercicio, ha despertado más de una conciencia con
respecto al exceso de poder personal amasado por Villalonga. En cualquier caso, y pese a que
todo parece ir sobre ruedas para Telefónica, su juego en la cuerda floja rozando siempre la
ilegalidad y su falta de ética profesional, solo necesitan un pequeño soplo de justicia para que
el castillo de naipes se desmorone.

Nadie puede discutirle al Villalonga que el sector de las telecomunicaciones será el motor del
desarrollo económico del futuro, pero lo que sí le discutiremos siempre es el hecho de que
éstas estén controladas por los monopolios.

La verdadera liberalización de las telecomunicaciones es un tema pendiente que tienen los


gobiernos europeos y que deberán resolver de inmediato, si no quieren encontrarse dentro de
pocos años con una sociedad cada vez más clasista, caótica y tercermundista.

El tema pendiente y urgente de las naciones latinoamericanas es el de lograr verdaderos


sistemas democráticos, que permitan que verdaderas empresas inversoras
extranjeras inviertan y creen puestos de trabajo dignos, que regeneren una sociedad pobre en
otra portadora de un cierto nivel adquisitivo.

Jamás he dudado de la capacidad de Latinoamérica para regenerarse. De hecho, la inquietud


que se siente ahora en esas naciones, demuestra que está a punto de iniciar el proceso.
Villalonga parece no darse cuenta, o quizás crea que comprando gobiernos corruptos los
pueda perpetuar en el poder, y como siempre, se olvida del pueblo. Que es quién siempre ha
conseguido cambiar el estado de las cosas, aun a costa de muchas vidas, demasiadas veces.

Telefónica necesita una metamorfosis. De lo contrario, no tiene ningún futuro ni en España, y


mucho menos en Latinoamérica, de donde una vez ya expulsaron al conquistador. ¡Y es que los
hay que no aprenden de la historia! ¿O será que no la conocen?. ¡Alerta Brasil!

http://ailatin.tripod.com/emocion.htm

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