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Richard Cohen, Comprender y sanar la

homosexualidad. LibrosLibres. Madrid (2004).


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Richard Cohen. Comprender y sanar la homosexualidad. LibrosLibres. Madrid (2004).


360 págs. 18,95 ‚¬. T.o.: «Coming Out Straight». Traducción: José Antonio Ullate
«Hace unos años nuestra actitud cultural hacia la homosexualidad era de escándalo e
incomprensión. Ahora tenemos aceptación con incomprensión». Estas frases tomadas
del libro «Comprender y sanar la …

Richard Cohen. Comprender y sanar la homosexualidad. LibrosLibres. Madrid


(2004). 360 págs. 18,95 ‚¬. T.o.: «Coming Out Straight». Traducción: José Antonio
Ullate

«Hace unos años nuestra actitud cultural hacia la homosexualidad era de


escándalo e incomprensión. Ahora tenemos aceptación con incomprensión».
Estas frases tomadas del libro «Comprender y sanar la homosexualidad» del
psicólogo americano Richard Cohen definen el propósito del autor. Cohen enfoca
la homosexualidad a la luz de la propia vivencia personal. Después de haber vivido
varios años como homosexual activo recanaliza su orientación sexual y llega a
asumir una conducta plenamente heterosexual.

El autor considera la homosexualidad como un síntoma que pone de manifiesto un


trastorno subyacente de la afectividad. Y pasa a examinarlo detenidamente a través de
su propia vida y la de otros muchos pacientes homosexuales que, deseando superar
esta tendencia, han buscado ayuda y han logrado también el cambio de orientación
sexual.

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Cohen, casado y con tres hijos, es licenciado en Psicología Terapéutica y dirige la
Fundación Internacional para la Curación, que realiza programas educativos, consultas y
seminarios.

Una decisión ideológica

Richard Cohen se enfrenta a una serie de mitos que se proponen como dogmas
inmutables en torno a la homosexualidad: «Es un principio muy simple que funciona así:
si repites cualquier cosa durante el tiempo suficiente y lo gritas suficientemente alto, con
el paso del tiempo se aceptará que es un hecho. Algunos ejemplos de estas grandes
mentiras que han pasado de ser mitos a ser hechos incontrovertibles son: «Los
homosexuales nacen así», «Si eres gay siempre serás gay», «Los homosexuales
no pueden cambiar», «El 10% de la población es homosexual»».

El cambio con respecto a la homosexualidad se originó en la década de los setenta,


cuando en medio de un gran debate la homosexualidad pasó de ser considerada un
trastorno de conducta a una nueva orientación sexual, tan legítima como la heterosexual.

Así, en 1973, la homosexualidad fue retirada del catálogo internacional de enfermedades


psiquiátricas, el DSM (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders), en medio
de una gran controversia. Hasta ese momento, la homosexualidad había sido
considerada como un trastorno psíquico. La decisión fue polémica, y se inició en un
Congreso de la Asociación Psiquiátrica Americana (APA) en San Francisco, la ciudad
que se jacta de poseer la mayor población «gay» del mundo. En esa ocasión, el
Centro de Congresos de San Francisco, donde tuvo lugar la reunión de la APA, fue
literalmente tomado por activistas de la comunidad «gay» que impidieron el curso
normal de las sesiones. Psiquiatras de reconocido prestigio que se dedicaban al estudio
y tratamiento de la homosexualidad vieron boicoteadas sus intervenciones. Este cambio
no estaba tan claro y de hecho sólo consiguió el 58% de los votos. La exclusión de la
homosexualidad del catálogo de enfermedades psíquicas fue una decisión política
tomada bajo presiones, no la conclusión de un análisis científico y racional.

En los años siguientes, la homosexualidad fue retirada de la lista de enfermedades de la


Organización Mundial de la Salud. En 1986 se retiró también del DSM la paidofilia, es
decir, la atracción sexual hacia los niños.

Todo esto ha conducido a que hoy en día se acepte por una gran parte de la población
que la homosexualidad es un modo de ser natural, normal e innato.

Sin base neurológica o genética

La mejor evidencia para desechar una teoría es la experiencia. Hoy en día sabemos que
hombres y mujeres que querían dejar de ser homosexuales han cambiado, para ser
heterosexuales. Terapeutas que han afirmado obtener resultados satisfactorios con sus
tratamientos son, entre otros: Bieber (1), Soccaridis (2), Nicolosi, Hatteter, Gershman (3),
Hadden (4), Hamilton, Van der Aardweg (5), Barnhouse, Ellis (6), etc. La mayoría de
estos autores han publicado sus trabajos antes de la exclusión de la homosexualidad del
DSM en 1973.

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El libro de Richard Cohen incorpora datos actuales y la propia experiencia personal.
Cohen revisa los estudios que configuran a la homosexualidad como una situación
genética de la que es imposible escapar. Los estudios que confieren a la
homosexualidad una carga estrictamente genética son tres: el informe LeVay, el informe
Baylyie-Pillard, y el informe Hammer; los tres han sido rechazados finalmente por la
comunidad científica como faltos de rigor y poco concluyentes. Actualmente, no hay
datos para afirmar que la homosexualidad sea un trastorno orgánico, con base hormonal
o neurológica.

Richard Cohen, además de revisar los trabajos que atribuían una base neurológica o
genética a la homosexualidad, reúne una serie de estudios de diverso tipo que clarifican
que la conducta homosexual no es algo normal ni natural. Así, entre otros datos
impactantes recoge los que siguen. El instituto Kinsey publicó un estudio acerca de
varones homosexuales que vivían en San Francisco. Indicaba que el 43% de los
estudiados a lo largo de su vida habían tenido relaciones homosexuales con 500 o más
hombres. El 79% manifestó que más de la mitad de sus compañeros sexuales eran
personas que no conocían previamente (7). Una encuesta de la Asociación Americana
de Salud Pública reveló que el 78% de los homosexuales habían padecido una
enfermedad de transmisión sexual (8). Un informe de la Asociación Nacional de Gays y
Lesbianas afirmó que el alcoholismo y el abuso de drogas es tres veces mayor que entre
los heterosexuales (9).

Parejas infieles

Más datos: dos terapeutas homosexuales masculinos realizaron una encuesta sobre 156
parejas de varones. Descubrieron que el 95% de las parejas eran infieles y que el 5% de
las fieles no habían permanecido juntas más de cinco años. Esta estadística es clara si
se tiene en cuenta otras realizadas sobre la fidelidad en parejas heterosexuales. El
«American Journal of Public Health» publicó una encuesta realizada a más de dos mil
personas y reveló que en un periodo de cinco años sólo un 6,4% de las parejas
heterosexuales fueron infieles. El National Opinion Research Center de Chicago publicó
que, sobre 3.500 encuestados, entre un 3% y un 4% tenía un amante distinto a su
cónyuge. Estos resultados contrastan con el 95% de las parejas homosexuales infieles.

A estos datos recogidos en el libro de Cohen, podemos añadir distintos artículos en la


literatura científica. Recientemente, en un artículo que revisa los abusos sexuales
cometidos por padres adoptivos, el 60% eran abusos de tipo homosexual (10). Por otro
lado, según el informe realizado por el John Jay College of Criminal Justice (City
University of New York) sobre los abusos sexuales contra menores cometidos en la
Iglesia católica americana, resulta que los abusos eran, en su mayor parte, contra niños
(81% de los casos) y de naturaleza homosexual .

Estos hechos, que se encontran en la prensa especializada, no se difunden ni se


comentan en los medios de comunicación que llegan al amplio público. Y, cuando se
citan, todos los problemas de la homosexualidad se atribuyen al rechazo social y se
culpabiliza a la sociedad, que condena al homosexual al ostracismo.

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La terapia del cambio de orientación

El libro de Richard Cohen no se queda en el problema de la homosexualidad, sino que


ofrece una serie de soluciones válidas que parten de la propia experiencia del autor.

El libro se divide en tres partes. En la primera el autor relata su propia historia y describe
las causas profundas de la atracción hacia personas del mismo sexo. En la segunda
parte presenta un modelo de recuperación en cuatro etapas. La última parte trata de
cómo curar la homofobia, cómo superar el miedo y el odio a la homosexualidad mediante
la compasión y la comprensión.

Entre las causas de la homosexualidad, Cohen «“a diferencia del psicoanálisis que incidí-
a en problemas de relación entre padres e hijos y traumas sexuales en la infancia»“
analiza una serie de variables complejas que conducen a que un individuo experimente
atracción hacia personas de su mismo sexo. Entre otras, la variable familiar, entendida
como el conjunto de problemas que inciden en una familia, y que a menudo están sin
resolver.

Una variable que influye en el desarrollo de la conducta homosexual es el temperamento.


Es real que en los varones homosexuales hay una mayor sensibilidad; el niño
hipersensible reaccionará con más dolor y frustración ante los temas difíciles que se
plantean en la familia. Muchos de los homosexuales varones tienen una naturaleza
sumisa, en lugar de un carácter agresivo. También estos niños suelen poseer una
inclinación artística; gozar de una naturaleza artística puede ser una carga si la familia
rechaza o malinterpreta las dotes del niño.

Cohen señala que entre las causas de la homosexualidad están las heridas recibidas en
la infancia y juventud, que clasifica como heridas homoemocionales y
heteroemocionales, según sean causadas por familiares o allegados del mismo o distinto
sexo. Estas heridas inciden más en sujetos hipersensibles que, al llegar a la pubertad,
pueden encontrarse con dificultades para asumir el propio rol sexual. También es posible
que tiendan a compensar las carencias afectivas que han sufrido con apegamientos y
conductas sexuales desviadas hacia el mismo sexo.

Cuatro etapas

En la segunda parte del libro, el autor se centra en la terapia de reorientación sexual,


dividida en cuatro etapas. En la primera etapa el individuo debe evitar la conducta sexual
anómala y para ello desligarse del mundo homosexual. Insiste en la necesidad de
desarrollar una serie de vínculos sanos y positivos, para lo que es imprescindible contar
con un grupo de apoyo. Al final del libro se da una lista de instituciones de apoyo que
actúan para sanar la homosexualidad, de distintas organizaciones religiosas y civiles.

En segundo lugar, fase de arraigo, se debe comenzar con una terapia cognitiva,
deshaciendo falsos reconocimientos y razonamientos equivocados. Aquí el sujeto debe
mejorar su autoestima desarrollando habilidades, identificando sentimientos,
pensamientos y necesidades.

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Las dos últimas etapas se centran en la curación de las heridas psíquicas que causan
esa atracción hacia personas del mismo sexo, y además las dependencias afectivas que,
en muchos casos, son más importantes que la propia tendencia homosexual. Toda la
terapia de Cohen tiene una base profundamente espiritual. Cohen afirma el valor de la
oración, contar con un Dios que es Padre y que ayuda al que de manera recta busca
solucionar su problema.

El libro de Cohen finaliza refiriéndose a la homofobia y a los problemas que se producen


en las familias y entidades que se encuentran con un individuo homosexual. Hay que
deplorar que las personas homosexuales sean objeto de expresiones malintencionadas y
de actuaciones agresivas. La dignidad propia de cada persona siempre debe ser
respetada en las palabras, en las legislaciones y en las acciones. Sin embargo, tampoco
se puede admitir que la más mínima crítica hacia la conducta homosexual, o el intento
científico de profundizar en ella, sea calificado como homofobia. Hay que dar paso a una
investigación verdaderamente libre de prejuicios, en la que se estudie si muchos de los
casos aparentemente incurables de homosexualidad tienen posibilidad de solución,
mediante técnicas de psicoterapia.

María Gudín es especialista en Neurología.

________________________

(1) Bieber I, Bieber TB. «Male homosexuality». Can J Psychiatry. 1979 Aug; 24(5):
409-21.

(2) Socarides CW. «Some problems encountered in the psychoanalytic treatment of overt
male homosexuality». Am J Psychother. 1979 Oct; 33(4): 506-20.

(3) Gershman H. «The use of the dream in the therapy of homosexuality». Am J


Psychoanal. 1971; 31(1): 80-94.

(4) Hadden SB. «Group psychotherapy with homosexual men». Int Psychiatry Clin.
1971; 8(4): 81-94.

(5) Ver servicios 45/94 y 35/96.

(6) Ellis A. «The effectiveness of psychotherapy with individuals who have severe
homosexual problems». Consult Psychol. 1956 Jun; 20(3): 191-5.

(7) A. Belly A. & M. Weinberg, «Homosexualities: an study of diversities between men


and women», Simon & Schuster, New York (1978), pp. 308-312.

(8) E. Rueda, «The Homosexuals Network: Public and Private Policy», Old Greenwich,
CT (1983).

(9) D. van Pelt. «Gay are more prone to Substance Abuse». Insight, 1990, p. 53.

(10) Cameron P. «Molestations by homosexual foster parents: newspaper accounts vs


official records». Psychol Rep. 2003 Dec; 93(3 Pt 1): 793-802.

5/6
(Publicado en Aceprensa)

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