Está en la página 1de 1

Sé y estoy convencido de que la vida no es un accidente, es un camino que no ha sido determinado

por nadie, yo soy el conductor, el que decide el rumbo, el arquitecto de mi propio destino.
Creo en mi capacidad de cultivar en mí el deseo de superarme, de conocer mi naturaleza personal.
“Corazon de Jesús”
Dispare mis dudas y tomare la decisión de ser cada día un poco mejor. Superare las asperezas de mi
carácter y los malos hábitos de mi conducta.
La honestidad será el mejor de mis baluartes, me aplicare el reconocimiento de mis errores,
sentimientos, pensamientos y hábitos para conocer la realidad de lo que soy, así poder tomar
decisiones firmes y duraderas para mejorar mi condición.
Vivo siempre en el presente y sueño con el futuro; del pasado, solo recuerdo lo más hermoso, o lo
que me da oportunidad de aprender; lo que no es agradable, y lo que me trae dolor lo olvido, porque
le vida es alegría y serenidad. Miro el futuro con esperanza y se que de mi depende que ese futuro se
haga realidad.
Vivo el hoy y el ahora, y saco todo el provecho de mi tiempo, soy muy celoso para no desperdiciar ni
un solo segundo de mi vida, pues el tiempo es más valioso que el oro. Cuando trabajo, cuando
descanso, cuando rio. Y nunca disimulo trabajar, descansar o reír.
Por mi infinita ignorancia estoy consciente de lo pequeño que soy, por mi creatividad y mi capacidad
de dar amor, estoy convencido de lo grande que soy. Veo al mundo a mi alrededor y miro todo lo
maravilloso que es vivir y lo que soy capaz de sentir hacer. Entonces me doy cuenta de algo más,
puedo ofrecer mis manos para ayudar, mi corazón para amar, vida para compartir y entonces
descubro que puedo ser feliz.
Cultivo cada día la admiración como una vía de enriquecimiento personal, admirar a los ganadores
nos educa, nos da la oportunidad de inspirarnos en sus ejemplos para ser mejores.
El poder está dentro de mí, de mi depende seguir adelante, de mi depende fijar mis matas, de mi
depende no cambiar el rumbo, de mi depende mantenerme en disciplina, de mi depende tomar las
decisiones, de mi depende pedir ayuda en los momentos difíciles.
Todos somos capaces de triunfar, pero no todos estamos dispuestos a pagar el precio, hay que actuar
sobre la vida para pagar el costo y esto se logra actuando sobre nosotros mismos, aumentando
nuestras capacidades, habilidades, destrezas, actitudes y valores; asi aumentan también las
oportunidades del éxito, entonces triunfar ya es solo cuestión de tiempo.
La excelencia no es conocimiento, es una vivencia, es un credo, y para aquellos que la practican
diariamente, es una satisfacción permanente.
Ser excelente es asimilar valores, actitudes y hábitos para ser sabios; ya que, sabio es el que habla con
el ejemplo y no con sus palabras.
Hoy he decidido ser excelente, vigilaré atentamente mis palabras y mis acciones descubriré en ellas
capacidades nuevas para superarme, aprenderé de mis propios errores, aprenderé a no cometer esos
mismos errores y cada día seré mejor.

También podría gustarte