estimulación temprana se refiere a un conjunto de técnicas y actividades
diseñadas con base científica, que se aplican durante la primera infancia, con el objetivo de apoyar el máximo desarrollo de las capacidades físicas, intelectuales y sociales de las niñas y niños
Objetivos de la TO en Atención Temprana: El objetivo general de la Terapia Ocupacional en
Atención Temprana es el de maximizar el potencial individual de cada niño/a en su domicilio, en la escuela y en sus juegos mediante el uso de actividades terapéuticas. Esta intervención se dirigirá más concretamente a: En el niño/a: Lograr el mayor grado posible de INDEPENDENCIA en sus ocupaciones diarias tales como el juego, las relaciones con sus iguales y adultos, en sus actividades de la vida diaria (desplazamientos, aseo, vestido-desvestido, alimentación, uso de los juguetes, uso del material escolar,...) teniendo en cuenta las necesidades, características e intereses de cada niño/a. En el entorno: Favorecer un entorno lo más seguro, accesible y facilitador posible informando y asesorando a la familia y al contexto más inmediato del niño/a sobre las pautas de manejo ante determinadas circunstancias, sobre las adaptaciones y ayudas técnicas necesarias eliminando o minimizando las posibles barreras
Se le denomina estimulación porque su finalidad es desarrollar al máximo las
capacidades psíquicas, motrices, emocionales y sociales de los menores; y temprana porque se pretende aprovechar la capacidad de adaptación y la facilidad para el aprendizaje que caracterizan al cerebro de los bebés/niños de entre 0 y 6 años.
Su importancia radica en que en esta franja de edad se desarrollan y maduran
habilidades cognitivas, emocionales y físicas que resultan fundamentales para el correcto funcionamiento biopsicosocial del menor, como son: el lenguaje, la memoria, la percepción, el sentido espacial, la motricidad, el razonamiento… Podría decirse que a estas edades el Sistema Nervioso Central es como una esponja cuyo ritmo de desarrollo es comparable, continuando con la metáfora, con un fórmula 1.
En esta etapa (especialmente entre los 0 y 4 años), se forman las principales
conexiones neuronales, lo que convierte al cerebro en un mecanismo cognitivo moldeable que acomodará los nuevos aprendizajes con mucha mayor facilidad que cuando, a posteriori, los circuitos encargados del aprendizaje ya se han consolidado, modificándose con mayor lentitud a medida que se avanza en edad.
Hoy en día existen Programas de Estimulación Temprana que son empleados
por profesionales tanto en niños/as con discapacidad como en menores con un cociente intelectual medio o alto.
Los objetivos fundamentales son que el niño/a comprenda y se exprese, controle
sus movimientos (motricidad fina y gruesa), regule sus emociones, desarrolle o potencie su capacidad intelectual y se desenvuelva con una autonomía lo más cercana posible a su edad cronológica. a estimulación temprana tiene el objetivo de potenciar el desarrollo físico, psicológico y social de los niños y niñas. Esto puede realizarse a través de diferentes dinámicas y actividades.
Los seres humanos aprendemos interactuando con los diferentes estímulos que
nos rodean. De este modo, el desarrollo de nuestras habilidades será mejor cuanto antes empecemos esta estimulación.
A través del siguiente post, os proponemos varias propuestas y ejercicios de
estimulación temprana para el desarrollo de los más pequeños.
¿En qué consiste la estimulación temprana?
La diferentes actividades de estimulación temprana consisten en una serie de
ejercicios cuyo objetivo es potenciar las habilidades de niños/as y favorecer su desarrollo.
Los destinatarios de estos ejercicios son tanto niños sanos como aquellos/as con
algún tipo de trastorno o afección que afecte a su desarrollo. Estas prácticas son beneficiosas para el desarrollo intelectual, físico y social. Pueden empezarse desde el mismo momento del nacimiento y alargarse hasta los 6 años de edad. Es en este periodo cuando existe una mayor plasticidad cerebral. Así, mediante una estimulación adecuada, el cerebro puede crear nuevas sinapsis y circuitos neuronales. Así, se puede potenciar y mejorar la actividad y el rendimiento de algunas de sus áreas.
Las actividades deben adaptarse a cada etapa evolutiva, ya que los hitos son
diferentes. Además es importante que los ejercicios estén adaptados a la edad y capacidades del pequeño.
Pueden realizarse tanto en casa como en los centros educativos o guarderías. Así, permitirán el desarrollo o incremento de su autonomía e independencia.
De esta manera, se obtendrán beneficios en el desarrollo físico, sensorial y
cognitivo, como también en las habilidades de comunicación.
Algunos ejercicios de estimulación temprana
A continuación os proponemos una serie de ejercicios y actividades de estimulación temprana. Tal y como se ha explicado, están organizados según las diferentes etapas de desarrollo y áreas mencionadas. Son los siguientes:
Primera etapa: Hasta los 12 meses
En este primera etapa, empezaremos por trabajar la motricidad gruesa. Así, es
muy importante actividades que ayuden a controlar la cabeza del bebé. Una manera de hacerlo es colocar al bebé acostado boca abajo, mostrando juguetes o estímulos llamativos que le inciten a mantener la cabeza levantada.
En cuanto a su desarrollo social, podemos colocar al bebé delante de un espejo,
con una postura cómoda. Este ejercicio facilita el autoconocimiento corporal, empezará a reconocerse. Podemos realizar movimientos con los brazos o manos para mantener su atención.
Segunda etapa: De 1 a 2 años
En esta etapa puede trabajarse el equilibrio del niño o niña. Un buen ejercicio es
sujetar al bebé por debajo de los brazos, moviéndolo de manera suave de un lado a otro, de delante hacia atrás. Esto le servirá para que se enderece por sí mismo.
Tercera etapa: De 2 a 3 años
A partir del segundo año, ya se pueden realizar actividades para favorecer el
desarrollo del área cognitiva y de lenguaje. Algunas actividades interesante son leer en voz alta cuentos infantiles que tengan ilustraciones para que lass pueda ver. Después podemos hacerle preguntas sencillas sobre la historia e incluso dejar que nos cuente aquello que ha entendido.
Cuarta etapa: De 3 a 4 años
Cuando haya cumplido los 3 años, se empezará a trabajar el lenguaje y la
motricidad fina. Para ello, puede hacer dibujos y pedirle que nos explique lo que va dibujando. Debemos dejar que fomente su propia creatividad y lo haga de manera libre. También podemos dibujar con el niño o la niña a la vez, preguntando cosas sobre el dibujo a la vez que se avanza. Quinta etapa: De 4 a 6 años
Para estimular tanto su coordinación como su equilibrio, empezaremos a realizar
ejercicios divertidos como por ejemplo bailar.
La evaluación e intervención en terapia ocupacional se centran en:
Áreas de desempeño Ocupacional: actividades de la vida diaria (básicas, instrumentales y
avanzadas), educación, trabajo, juego, esparcimiento u ocio, y participación social.
Habilidades y destrezas de desempeño ocupacional: motoras, de procesamiento y de
comunicación e interacción. Patrones de desempeño ocupacional: hábitos, rutinas y roles.
Demandas de la actividad: objetos utilizados y sus propiedades, demandas espaciales,
demandas sociales, secuencia y regulación / ritmo, acciones requeridas, requerimientos funcionales del cuerpo, requerimientos estructurales del cuerpo.
Factores de la persona: función del cuerpo y estructuras del cuerpo.
Intereses y motivaciones de la persona.
Contextos de actuación: cultural, físico, social, personal, espiritual, temporal y virtual.