Existen tres modelos para evaluar las necesidades educativas: el modelo inductivo comienza recopilando datos de las comunidades locales para definir metas y objetivos; el modelo deductivo parte de metas y objetivos existentes para desarrollar programas; y el modelo clásico generalmente establece metas generales y desarrolla programas sin un proceso sistemático, por lo que no se recomienda.
Existen tres modelos para evaluar las necesidades educativas: el modelo inductivo comienza recopilando datos de las comunidades locales para definir metas y objetivos; el modelo deductivo parte de metas y objetivos existentes para desarrollar programas; y el modelo clásico generalmente establece metas generales y desarrolla programas sin un proceso sistemático, por lo que no se recomienda.
Existen tres modelos para evaluar las necesidades educativas: el modelo inductivo comienza recopilando datos de las comunidades locales para definir metas y objetivos; el modelo deductivo parte de metas y objetivos existentes para desarrollar programas; y el modelo clásico generalmente establece metas generales y desarrolla programas sin un proceso sistemático, por lo que no se recomienda.
Pueden identificarse, por lo menos, tres tipos de procedimientos
o modelos de evaluación de necesidades: un modelo inductivo (tipo I), un modelo deductivo (tipo D) y un modelo "clásico" (tipo C). Difieren primordialmente en su punto de partida para la determinación de las metas y los objetivos para la educación.
Modelo inductivo (tipo I). El modelo inductivo debe su nombre
al hecho de que las metas, las expectativas y los resultados de la educación se obtienen primeramente de los miembros de las subcomunidades del distrito, y los programas se basan en esos datos. Modelo deductivo (tipo D). El modelo deductivo parte de metas y declaraciones de resultados existentes y pasa a “deducir” un programa educativo. Modelo “clásico” (tipo C). Actualmente, este modelo es el que más a menudo emplean las dependencias educativas, generalmente por deficiencia. No se recomienda. Por lo común se inicia con ciertas declaraciones generales de metas o intentos y pasa directamente al desarrollo de programas educativos que se aplican y evalúan.