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Condiciones Seguridad Riesgo Incendio y Explosion
Condiciones Seguridad Riesgo Incendio y Explosion
Todos los días estamos trabajando o utilizamos el fuego, cuando usamos un mechero o
calentamos una sartén llena de aceite en la cocina. Teóricamente estamos hablando de un
fuego querido o controlado. Incendio: es un fuego no deseado ni controlado.
Los iones, gases o vapores anteriormente referidos se mezclan con el aire en un proceso de
"Difusión". En muchos casos, en la pirólisis, los descompuestos son portadores de la
energía suficiente para reaccionar directamente con el oxígeno en una combustión.
En el caso de los vapores procedentes de los líquidos o en los gases, es necesario una
pequeña chispa o energía para que se provoque la ignición. En la combustión: habitualmente,
el oxígeno componente del aire reacciona con el gas o ion del combustible en una reacción
química de oxi-reducción, dando lugar como productos, radicales libres o iones y calor; estas
vuelven a reaccionar con el oxígeno del aire en varias reacciones sucesivas. A este proceso se
le denomina "reacción en cadena".
Este calor sirve para calentar los productos finales o humos, los cuales adquieren temperaturas
entre 1000 ºC a 2000 ºC. A estas temperaturas, estos gases finales emiten radiaciones
caloríficas dentro de la banda de la frecuencia de la luz visible. Por lo tanto "la llama" es la
radiación visible emitida por los gases finales calientes. Esta radiación calorífica adquiere una
importancia relevante en el conjunto, puesto que sostiene las fases de pirólisis, evaporación y
reacción en cadena.
Los combustibles sólidos, cuando son calentados a una temperatura elevada reaccionan sus
superficies en contacto con el aire, con el propio oxígeno del aire. Hablamos entonces de
"cuerpos incandescentes". En este caso no existe reacción en cadena.
Desde el punto de vista humano, con el fin de abordar el problema que genera el fuego o el
incendio y poder hacerle frente, nos hemos dado cuenta de que en un incendio intervienen por
regla general una serie de factores:
De una manera gráfica se puede representar por un tetraedro, en el que cada vértice
corresponde a cada uno de los factores que acabamos de señalar.
Los materiales tienen unas propiedades intrínsecas ante el calor, para cuantificarlas se han
definido una serie de parámetros que nos van a determinar la actuación del combustible y la
evaluación ante el incendio:
El calor específico se define como la cantidad de calor que necesita la unidad de masa de
un material para aumentar 1º C su temperatura.
Existe una temperatura tal que el líquido genera una concentración de vapores en las
inmediaciones de la superficie del líquido que ante una pequeña fuente de calor origina
una velocidad de propagación de las llamas tan rápida que supera la velocidad del
sonido, se produce entonces una "detonación". La concentración a la que ocurre este
fenómeno se la denomina "Punto Estequiométrico".
C. Poder calorífico.
Es la cantidad de calor que se cede al exterior cuando entra en combustión. Se
expresa en Kca/Kg o en Kcal/m3. Se suele hablar de poder calorífico superior: cuando
el combustible no tiene agua y no hay pérdidas por la evaporación del agua.
El Poder calorífico Inferior: cuando parte del calor es absorbido por el agua del
combustible para su evaporación.
Si el gas está licuado, incluyendo los gases criogénicos, el proceso es más complejo:
En un funcionamiento normal del proceso estos tipos de energía quedan controlados dentro de
unos límites establecidos. Pero ante una disfunción o fallo del sistema se corre el riesgo de una
transformación en calor o liberación de energía.
Las estadísticas nos indican que los incendios son ocasionados por:
1 CONDUCCIÓN:
Sin embargo, existen otros materiales como la madera, el hormigón, la cerámica, etc.,
que presentan un comportamiento totalmente distinto. Si observamos una sartén
puesta en el fuego con mango aislante , dicho mango no se calienta debido a que
transmite muy mal el calor. Se ha comprobado que cuanto mayor es el espesor de un
cuerpo más lentamente transmite el calor y cuanto más delgado es el mismo ocurre
todo lo contrario.
Los buenos conductores del calor tienden a desprenderse del mismo. Es muy frecuente
en edificios, encontrarnos con estructuras de acero; si un pilar de acero adquiere la
temperatura de 500º C, pierde sus propiedades mecánicas, no aguanta el peso que
tiene que soportar y la estructura se derrumba. Por ello, las estructuras de acero se
suelen proteger con materiales aislantes.
Si por cualquier circunstancia se incendia un mueble del salón, los humos calientes se
evacuarían al pasillo por el hueco superior de la puerta, y el aire fresco se introduciría
en el salón por el hueco inferior de la misma.
En esta situación cualquier persona que camine por el pasillo, ante el incendio, corre el
riesgo de asfixiarse, al inhalar el humo. Sin embargo, si gatea es menos probable que
esto ocurra, pues el aire de las capas inferiores del pasillo contiene mayor cantidad de
oxígeno.
3 RADIACIÓN:
Los cuerpos opacos absorben las radiaciones y transmiten muy mal la radiación
térmica. A los cuerpos transparentes les ocurre todo lo contrario. Cualquier superficie
brillante, como los espejos reflejan la radiación calorífica.
Existe una cuarta forma de transmisión del calor, por desplazamiento de partículas
incandescentes; es frecuente que al calentarse o quemarse las partículas de un
combustibles sólido o líquido desprendan o salten partículas sólidas o líquidas
incandescentes, como consecuencia de tensiones o sobrepresiones internas.
A. Estructura:
Es el esqueleto del edificio, tiene como misión la de sustentación y apoyo de las demás partes
del mismo.
Es un conjunto constituido por vigas, pilares y forjados, cerchas, celosías y muros de carga.
La característica principal que se le exige es que sea capaz de soportar el peso del resto del
edificio, así como las solicitaciones procedentes del exterior. Ante un fuego, la estructura no
debe perder su función y sus características durante un periodo de tiempo razonable para que
se puedan evacuar a los ocupantes al exterior, y puedan intervenir adecuadamente los
Servicios de Extinción de Incendios.
Su misión principal es la de separación de unas zonas con respecto a otras o del edificio con
relación al exterior.
Denominamos cerramientos a las paredes, puertas, ventanas, techos, falsos techos, sellados,
compuertas, tapas y cubiertas. Tenemos que distinguir las que tienen , además, una función de
soporte de cargas, con respecto al resto.
C. Acabados:
Cuando hablamos de acabados nos referimos a los solados, alicatados, enlucidos y pintados
de paredes y a otra clase de revestimientos de las mismas, así como elementos decorativos de
recubrimientos de techos y suelos.
Bajo el punto de vista preventivo y de protección contra un incendio, se pretende que tales
elementos no favorezcan el desarrollo del incendio incrementando su carga térmica y los gases
tóxicos, o actuando de forma propagadora transmitiendo las llamas y el calor a lugares alejados
y a otros combustibles.
Ante el fuego, sería necesario, que los distintos elementos constructivos de carácter
estructural y de cerramiento mencionados anteriormente, mantuviesen las propiedades que
afectan a la función que han sido destinados y no incrementen el peligro de propagación
del incendio. Para ello, se les exigen una serie de características, ante su comportamiento
con el fuego. Estas características son las siguientes:
• Parallamas (PF).
La Norma UNE 23.026-80 proporciona las definiciones de los anteriores conceptos, y que a
continuación se resumen:
Estanqueidad al fuego:
Parallamas (PF):
M0 Incombustible.
M1 Combustible, No Inflamable
M2 Poco Inflamable
M3 Moderadamente Inflamable
M4 Medianamente Inflamable,
Material no Clasificable.
La propia norma UNE referida nos indica los criterios de clasificación de los materiales,
conforme a una serie de ensayo, en los que se valoran el tiempo hasta el inicio de la
ignición, el tiempo de persistencia y altura de la llama y su velocidad de propagación.
Todos los materiales tendrán que ser probados con los ensayos correspondientes a la
clasificación a M1. Si las muestras de los materiales hubieran superado los mismo,
serán ensayados para ser clasificado como M0, según el ensayo de No
Combustibilidad recogido en la Norma UNE 23102 - 90.
Por ello en los locales en los que se manejan productos inflamables, los revestimientos
deben ser M0 o M1.
La ALARMA: es la "Técnica de aviso posterior a los distintos ocupantes del lugar o edificio,
donde se ha producido el incendio, para su posible evacuación o intervención para extinguirlo".
Entendemos por técnica al procedimiento utilizado en la percepción del fuego así como su
aviso posterior.
Por otro lado, consideramos como señal a un fenómeno sensible e identificable para una
persona o para un dispositivo o mecanismo, al que se asocia una información sobre un
fenómeno propio de un fuego.
o Central de Recepción.
o Dispositivos de Alarma.
6.1.1.Detección:
Los niveles sonoros mínimos deberán alcanzarse en todos y cada uno de los
puntos en que se requiera escuchar la alarma.
El nivel sonoro no deberá exceder de 120 dB(A) en ningún punto situado a más
de 1 m del dispositivo de la señal acústica
Detección automática.
Para poder percibir un fuego en un lugar poco frecuentado por personas o en el interior
de un equipo de trabajo, será necesario instalar dispositivos destinados a tal fin,
denominados detectores automáticos.
Para seleccionar el detector automático más adecuado e instalarlo en un recinto
concreto, previamente deberá estudiarse con detenimiento diversos aspectos entre los
cuales destacamos:
El fenómeno físico:
Es decir, cuales son las posibles características del tipo de fuego que puede
presentarse, y qué evolución en el tiempo puede desencadenarse.
Existen fuegos de desarrollo lento y otro, por el contrario, de carácter rápido. Nos
podemos encontrar con fuegos con emisión de grandes llamas, pero también existen
otras clases que pueden generar gran cantidad de humos.
Entonces cada tipo de detector es sensible a las diferentes etapas de un posible fuego,
captando un determinado fenómeno que ocurre habitualmente en la evolución
previsible del mismo. Por ello podemos calificar los detectores en:
• Detectores Automáticos.
• Pulsadores Manuales.
• Central de Recepción.
Este sistema posee un margen de sensibilidad mayor de hasta seis veces de los
sistemas convencionales, por lo que permite, en su caso, actuar de forma precoz ante
un eventual incendio disminuyendo en cualquier caso sus drásticas consecuencias.
• COMBUSTIBLE
• REACCIÓN EN CADENA
1.- AGUA.
2.- ESPUMA.
Clases de espuma:
Espuma química:
Espuma física:
Las espumas de baja expansión son más consistentes que las de alta
expansión. Las primeras se utilizan para fuegos en contenedores de líquidos
combustibles. Las de alta expansión se usan para la extinción de fuegos en
locales cerrados, tales como hangares de aviones y sótanos, etc.
Bicarbonato sódico.
Clorato potásico.
Fosfato monoamónico.
Purple K potásico
Super K sódico
C + CO2 = 2 CO + Calor.
Toxicidad:
INERGEN.
ARGON - NITE.
FM - 200:
FE - 13:
Con relación a los sistemas de extinción podemos diferenciar en dos grandes divisiones:
o Extintor Portatil.
o Carro extintor
• Extintor portátil.
A.- Definición.
Es un aparato autónomo de uso manual que contiene un agente extintor, el cual puede
ser proyectado y dirigido sobre el fuego por la acción de una presión interna. Esta
presión interna puede obtenerse por una presurización permanente de un gas auxiliar,
o por la liberación de un gas auxiliar sin encontrarse el agente extintor
permanentemente presurizado.
En el caso del polvo químico, la impulsión del polvo es conseguida por la liberación de
un gas propelente inerte tal como nitrógeno o CO2 contenido en una cápsula o
cartucho ante la abertura del mismo.
Recipiente: contenedor del agente extintor fabricado de acero soldado o sin soldar,
acero inoxidable o de aleación de aluminio construido según códigos reconocidos o de
acuerdo con Normas UNE 62.080 y 081.
Deberá estar diseñado para soportar una presión de prueba 1,35 Ps. Siendo Ps la
presión de servicio considerando que se encontrase la botella a una temperatura de
60º C.
Botellín o cartucho contenedor del agente o gas propelente: La presión de prueba que
debería soportar la cápsula sería de 225 Kg/cm2.
Agente extintor.
Gas propelente.
Manómetro :.Dispositivo para medir la presión del gas impulsor del agente
extintor.
Ante un fuego, la persona que va a usarlo lo sostendrá con un brazo mientras que con
el otro quitará el precinto y la horquilla. Después accionará la válvula de salida
vertiendo el agente extintor a la base del fuego.
Los extintores portátiles son probados para reconocer si son capaces de apagar un
fuego de un hogar-tipo normalizado: En el caso de combustibles sólidos se utiliza el
fuego originado de una pila compuesta de listones de madera de sección cuadrada y
de longitud variable. La dimensión de la longitud de los listones determina la eficacia
del extintor; por ejemplo un extintor de eficacia 21 A significa que el extintor ha sido
capaz de apagar un fuego de una pila compuesta de listones de longitud de 210 cm; la
letra A indica que el extintor es apropiado para extinguir fuegos de la clase A. También
se prueban los extintores con fuegos de combustibles líquidos, para ello, es utiliza una
balsa de un aceite inflamable derivado del petróleo de forma cilíndrica cuyo diámetro
es variable que determina la eficacia del extintor.
• BIE.
B.- Funcionamiento.
C.- Emplazamiento.
D. Abastacimiento:
A efectos del abastecimiento mínimo de agua, deberá poderse cumplir que, al menos,
dos BIE's funcionen simultáneamete durante un periodo mínimo de una hora.
En edificios Administrativos y Docentes cuya superficie total construida sea mayor que
2000 m2.
7. BIBLIOGRAFÍA.