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CIUDADANO

JUEZ SUPERIOR EN LO CIVIL Y CONTENCIOSOS ADMINISTRATIVO DE LA REGIÓN


CENTRO NORTE
SU DESPACHO.-

Nosotros, JORGE L. SILVA A. y CARLOS M. GARRIDO M., venezolanos, mayores de

edad, titulares de la cedula de identidad No. V-11.147.803 y V-7.149.808 respectivamente,

inscritos en el InpreAbogados bajo el No. 74.010 y 78.418 en ese mismo orden, y ambos

de este domicilio, actuando en nombre y representación de la sociedad mercantil

INVERSIONES OPANIZ, C.A., sociedad mercantil debidamente registrada por ante el

Registro Mercantil Primero de la Circunscripción Judicial del estado Carabobo en fecha 09

de septiembre de 2004, bajo el N° 50, Tomo 71-A, carácter nuestro que se desprende de

Instrumento Poder debidamente autenticado por ante la Notaria Publica Quinta de Valencia

en fecha 26 de septiembre de 2008 bajo el N°37, Tomo 257 de los libros de autenticación

llevados por esa oficina y que acompañamos a la presente marcado con la letra “A” para su

vista y devolución, ante su competente autoridad ocurrimos y exponemos:

CAPÍTULO I

DE LOS HECHOS

En fecha 29 de febrero de 2008, nuestra representada celebro un contrato de

arrendamiento con la ciudadana Nancy Marín Gómez, venezolana, mayor de edad, titular

de la Cedula de Identidad N° V-9.541.188 y de este domicilio, sobre un inmueble

constituido por una Quinta ubicada en la calle 131-A c/c Calle Michelena, N° 89-B-31 de la

Urbanización La Trigaleña, Parroquia San José del Municipio Valencia del Estado Carabobo,

tal como consta del contrato autenticado por ante la Notaria Publica Cuarta de Valencia,

anotado bajo el N° 3, Tomo 47 de los libros de autenticaciones llevados por dicha Notaría,

y que marcado con la letra “B” acompañamos en copia fotostática simple, a los fines de

establecer en dicho inmueble la sede administrativa para el cumplimiento de su objeto, el

cual consiste en el traslado, movilización y/o transporte de personas por medio de

ambulancias a los diferentes centros de salud a nivel nacional. Semanas antes de la

celebración de dicho contrato, los representantes de nuestra poderdante se apersonaron

por ante la Oficina de Catastro de la Alcaldía de Valencia, quienes preguntaron a la

funcionaria pública que allí labora “si esa zona era o no comercial”, todo con la finalidad de

corroborar y por ende cumplir con lo pautado por el Municipio, siendo la respuesta obtenida

que dicha zona sí era comercial, confirmación que conllevó a autenticar el mencionado

instrumento de arrendamiento en la fecha ut supra indicada.


En fecha 28 de mayo de 2008, representantes de la Asociación de Vecinos de La Trigaleña

consignan ante la taquilla Única de la Alcaldía de valencia, un oficio donde manifiestan un

problema en la sede de nuestra representada ya que según narra la carta la actividad de

nuestra representada “…trae como consecuencia desmejoramiento (sic) del ambiente y

salud de la comunidad…” ya que “…los dueños lavan las camillas y ambulancias en el

garaje de la casa, trayendo contaminación y cantidades de bacterias…”, así como también

lavan “…los carros de las personas que laboran para dicha empresa lo que colapsa la

zona…”, por lo que solicitan “…una inspección y constaten la gravedad del problema…” A tal

efecto, el Departamento de Fiscalización de la Dirección de Hacienda abre un expediente

administrativo, el cual acompañamos anexo a la presente en copia certificada marcada con

la letra “C”. El objeto comercial de nuestra patrocinada, como ya se explico, es el traslado,

movilización y/o transporte de personas por medio de ambulancias a los diferentes centros

de salud, en las cuales no se trasladan a personas heridas ni con fracturas o heridas

abiertas, es decir, NO MANEJAN SANGRE NI NINGÚN TIPO DE LÍQUIDOS CORPORALES, de

modo que nuestra representada no trabaja con desechos biológicos o tóxicos que

contaminen o desmejoren el ambiente, tal como sí lo hacen las Clínicas, Hospitales,

Laboratorios de Bioanálisis u Odontológicos que deben tener un lugar especial para tratar

tales desechos.

Así mismo, para la limpieza exterior (carrocería) de las unidades de servicios de nuestra

poderdante sólo se utiliza agua común para quitar el sucio producto del polvo, barro o

lluvia, tal como son lavados los vehículos de todos los habitantes del sector; y su limpieza

interna no puede hacerse con agua, pues su interior está hecho completamente de madera,

aplicándose para ello -sólo en los lugares donde tales unidades se encuentran apostadas

las 24 horas del día (Centro Policlínico Valencia (CPV) o Clínica “La Viña”, Ciudad

Hospitalaria Dr. Enrique Tejera, Hospital Carabobo de Naguanagua- paños humedecidos

con Gérdex, que es un líquido antibacterial en frío, con lo que se desinfectan los quirófanos

y equipos quirúrgicos, los cuales son desechados en el depósito de dichos centros de salud

por funcionar en éstos el tratamiento especial de Desechos Biológicos, nunca en su sede

administrativa. Por último, las Ambulancias únicamente se encuentran en dicha sede en

horas de la mañana para cambio de guardia del personal, o sea, de 6:00 am a 6:30 am.

En fecha 25 de julio de 2008, nuestra representada es citada para comparecer por ante el

Departamento de Fiscalización de Rentas de la Dirección de Hacienda de la Alcaldía de

Valencia, solicitándosele una cantidad de documentos que aun no habían sido inclusive

entregados por la propia Alcaldía, tales como la Cédula Catastral para el cambio de

dirección, retraso imputable a la propia Alcaldía de Valencia, porque el personal de Catastro


no asistió a las citas por ellos mismos fijadas; lo cual conllevó a que el Director de nuestra

patrocinada solicitara en fecha 15 de Agosto de 2008 una prórroga al ya mencionado

Departamento de Fiscalización de Rentas, tal como se demuestra del folio 7 (siete) del

mencionado y consignado “Expediente Administrativo”, pedimento que fue otorgado por 15

días hábiles como se puede observar igualmente del señalado “expediente” en documento

sin número de folio.

De igual forma, ese mismo día 15 de agosto de 2008, el Director de nuestra poderdante

consignó por ante el Departamento de Fiscalización de Rentas de la Alcaldía de Valencia,

formal escrito de Derecho de Petición consagrado en el Artículo 51 de nuestra Constitución

Nacional, todo con el objeto de que el funcionario público a su cargo diera una explicación

seria del procedimiento administrativo abierto en contra de la sociedad de comercio

INVERSIONES OPANIZ, C.A., dado lo extraño del asunto, pues en base a los fundamentos

que indicamos al inicio de este escrito, como la actividad ejercida por nuestra mandante

NO MANEJA DESECHOS BIOLÓGICOS O TÓXICOS, NI SANGRE NI NINGÚN TIPO DE

LÍQUIDO CORPORALES, no había razón legal alguna para la apertura de tal procedimiento;

respuesta a que dicho funcionario está Constitucionalmente obligado a cumplir y que no

hecho hasta la presente fecha.

En fecha 11 de septiembre de 2008, se presentan ante la sede de nuestra representada

dos funcionarios del Departamento de Fiscalización de Rentas de la Dirección de Hacienda a

los fines de clausurar el inmueble, alegando el incumplimiento del Articulo 30 de la

Ordenanza de Impuesto Sobre Actividades Económicas el cual se refiere al uso de la

Licencia de Actividades Económicas en concordancia con el articulo 104 eiusdem, el cual se

encuentra inserto en el anexo “C” antes mencionado, identificado con la letra y numero “C-

1”, utilizando para ello una serie de cintas adhesivas en todas las rejas que dan acceso al

inmueble de color blanco y letras negras donde se lee textualmente CLAUSURADO.

INFRACTOR AL ARTÍCULO 104 DE LA ORDENANZA DE ISAF, teniendo dicha cintas el

logotipo que se lee “ALCALDÍA DE VALENCIA”. A tal efecto, consignamos marcada con la

letra “D”, original de la Inspección Judicial practicada en fecha 17 de Septiembre de 2008

por el Juzgado Sexto de los Municipios Valencia, Libertador, Los Guayos, Naguanagua y

San Diego del Estado Carabobo que demuestran –entre otros aspectos importantes- los

hechos narrados.

En fecha 17 de Septiembre de 2008, estando dentro del plazo legal señalado por el mismo

artículo 104 de la Ordenanza antes mencionada, consignamos en el expediente

administrativo escrito de OPOSICIÓN al irrito acto administrativo que clausuró la sede de

nuestra mandante, siendo que transcurrido igualmente el lapso señalado para dar
contestación, y dada la falta de respuesta de dicho órgano, fuimos obligados a acudir por

ante el Órgano Jurisdiccional a pedir la tutela judicial efectiva del caso, todo de acuerdo con

lo previsto en el Artículo 26 de la Constitución Nacional.

CAPITULO II

DE LO COMERCIAL DE LA ZONA DONDE ESTÁ UBICADA LA SEDE ADMINISTRATIVA

DE LA SOCIEDAD DE COMERCIO INVERSIONES OPANIZ, C.A.

Nuestra representada se encuentra ubicada en una avenida donde se observa una pujante

y diaria actividad comercial que pública y notoriamente existe en dicho sector desde hace

muchos años y ha venido creciendo día a día, donde lavanderías, varios colegios y

guarderías privadas, laboratorios de bioanálisis y centros odontológicos hacen vida

netamente comercial a diario, y a quienes jamás se le ha citado por ninguna causa, no sólo

por la Asociación de Vecinos, sino por la Alcaldía del Municipio Autónomo Valencia, máxime

cuando los Centros Odontológicos y Laboratorios de Bioanálisis que allí inequívocamente

funcionan SÍ MANEJAN DESECHOS BIOLÓGICOS, pues necesariamente utilizan a diario

gasas con sangre, algodones, jeringas con sangre o cualquier líquido corporal como heces u

orina, para la realización propia de su actividad o exámenes de los pacientes, de manera

que dichas sociedades MERCANTILES sí manejan líquidos corporales que ameritan el uso

sanitario especial de Desechos Biológicos. Por lo anteriormente señalado ciudadano Juez,

cabe preguntarse si la Dirección de Hacienda por medio del Departamento de Fiscalización

de Rentas ha intentado procedimiento alguno por “Desmejoramiento del Ambiente y

Contaminación” contra esas sociedades mercantiles (Laboratorios de Bioanálisis u

Odontológicos); u otra Dirección o Departamento de ésta Alcaldía ha evaluado la

proliferación de tantas Guarderías y Colegios Privados en el sector cuya actividad comercial

evidente ha causado un serio problema en el tráfico para los habitantes del sector; ha

iniciado ésa Dirección algún control sobre las lavanderías que aquí en esta urbanización

funcionan sobre si el material de limpieza es biodegradable y no daña el medio ambiente o

lo contamina, o dónde van sus desperdicios. De modo que, de la manera más contundente

rechazamos no sólo de lo que falsamente se le acusa a nuestra representada, sino que

existiendo un amplio radio de sociedades mercantiles con años en el sector donde

administrativamente funcionamos se nos pretenda señalar que no estamos en una zona

comercial y de causar uno de los peores daños a colectividad, pues la labor de mí

representada es precisamente asistir a la comunidad Carabobeña. Es público y notorio

ciudadano Juez que lo comercial existe en el sector, y ello contundentemente se prueba de

la Inspección Judicial, donde ABIERTOS al público y con Patente de Industria y Comercio

vigente se encuentran efectuando su actividad mercantil sin problema alguno, de modo que
decidir lo contrario violenta lo establecido en el Artículo 21 de la Constitución Nacional

vigente, específicamente en su numeral 2., pues todos somos iguales ante la ley y por lo

tanto pido que el tratamiento que se le está dando a los comercios claramente existentes

del sector donde funciona administrativamente nuestra representada sea el mismo para

con nosotros, pues son otros los que por su actividad comercial sí estarían cometiendo las

faltas que arbitrariamente se nos pretende achacar, lo cual rechazamos absolutamente.

CAPITULO III

DEL ACTO ADMINISTRATIVO QUE SE RECURRE

El presente recurso contencioso administrativo de nulidad, conjuntamente con solicitud de

amparo cautelar, se interpone contra el acto administrativo de cierre del establecimiento de

nuestra representada dictado por la Dirección de Hacienda de la Alcaldía de Valencia, en

virtud de no haber cumplido con los requerimientos establecidos en la Ley Orgánica de

Procedimientos Administrativos (Lopa), en los siguientes casos:

1.) Incumplimiento del artículo 9, que establece la obligación de la administración de

motivar los actos administrativos de carácter particular, debiendo hacer

referencia a los hechos y fundamentos legales del acto. En el acto que aquí

recurrimos, la Dirección de Hacienda no hizo referencia alguna a los hechos que motivaron

el acto administrativo que ordeno la clausura de la sede donde funciona nuestra

representada, traduciéndose en ello en una clara y flagrante violación a este dispositivo.

Igualmente, resulta relevante a los fines del presente recurso la inclusión de la mencionada

motivación, por cuanto el procedimiento administrativo se inicio, como ya se indico, por

denuncia efectuada por la Asociación de Vecinos de La Trigaleña en razón de un supuesto

“desmejoramiento del ambiente y salud de la comunidad (sic)”, siendo que la clausura del

establecimiento se fundamentó en el incumplimiento del artículo 30 de la Ordenanza de

Impuesto sobre Actividades Económicas sancionada por el Concejo del Municipio Valencia,

que establece el cierre de establecimientos que ejerzan actividades económicas en zonas

no permitidas por la Dirección de Control Urbano, por lo que existe en este caso una total

incongruencia entre la denuncia que inicio el procedimiento administrativo y el acto

administrativo de cierre.

2.) Incumplimiento del artículo 54 que indica que toda autoridad administrativa a la

que corresponda la tramitación del expediente, solicitara de las otras autoridades

u organismos los documentos, informes o antecedentes que estime convenientes

para la mejor resolución del asunto. En nuestro caso, el presente procedimiento se

inicio a solicitud de parte interesada por causa de un supuesto “desmejoramiento del

ambiente y salud de la comunidad (sic)”, situación esta que nunca fue investigada ni
corroborada ni por la Dirección de Hacienda ni por ninguna otra Dirección, Departamento u

oficina adscrita a la Alcaldía de Valencia con competencia en materia de salud o ambiente,

al punto tal que el motivo del cierre de la sede de nuestra representada es totalmente

diferente a la denuncia efectuada.

Tan incorrecto proceder por parte del Municipio Valencia, vulnera expresas normas

constitucionales, que hace que la clausura de la sede administrativa de nuestra

representada se encuentre viciada de nulidad absoluta por las razones de hecho y de

derecho expuestos.

CAPITULO IV

DE LA MEDIDA CAUTELAR DE AMPARO CONSTITUCIONAL

De conformidad con lo previsto en los artículos 5 de la ley Orgánica de Amparo sobre

Derechos y Garantías Constitucionales (LOADGC), que establece “La acción de amparo

procede contra todo acto administrativo: actuaciones materiales, vías de hecho,

abstenciones u omisiones que violen o amenacen violar un derecho o una garantía

constitucionales(…), 26 CRBV que indica “Toda persona tiene derecho de acceso a los

órganos de administración de justicia para hacer valer sus derechos e intereses(…) y 27

eiusdem que señala “Toda persona tiene derecho a ser amparada por los tribunales en el

goce y ejercicio de los derechos y garantías constitucionales(…) solicitamos MEDIDA DE

AMPARO CONSTITUCIONAL a los fines de restablecer de inmediato in limine litis la

situación jurídica infringida como consecuencia de la lesión directa ejecutada por el

Municipio Valencia en perjuicio de nuestra representada, en flagrante violación de los

siguientes derechos constitucionales:

1.) VIOLACIÓN DEL DERECHO AL DEBIDO PROCESO, en cumplimiento de lo señalado

en artículo 49 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) que

señala expresamente: “El debido proceso se aplicara a todas las actuaciones judiciales y

administrativas(…)”. Siendo que el acto administrativo aquí recurrido carece de los

requerimientos exigidos en la Lopa para su normal desenvolvimiento (Motivación del acto).

En este mismo orden de ideas, es jurisprudencia pacifica y reiterada que la inmotivación

del acto administrativo da lugar a su nulidad cuando no permite a los interesados conocer

los fundamentos legales y los supuestos de hecho que constituyeron los motivos en que se

apoyó el órgano administrativo para dictar la decisión (Sentencia Nº 00354, Sala Político

Administrativa, Expediente Nº 0793 de fecha 26/02/2002).

2.) VIOLACIÓN DEL DERECHO A EJERCER LA ACTIVIDAD ECONÓMICA DE SU

PREFERENCIA, señalado en el artículo 112 de la CRBV y que dice “Todas las personas

pueden dedicarse libremente a la actividad económica de su preferencia, sin más


limitaciones que las previstas en esta Constitución y las que establezcan las leyes (…). Por

cuanto la clausura de la sede de nuestra representada, como consecuencia directa y

expresa del acto administrativo objeto del presente recurso, impide a nuestra representada

continuar ejerciendo de manera pacífica la actividad económica para la cual fue creada.

3.) VIOLACIÓN DEL DERECHO A SER INFORMADO, indicado en el artículo 143 que

dice “Los ciudadanos y ciudadanas tienen derecho a ser informados oportuna y verazmente

por la Administración Pública, sobre el estado de las actuaciones en que estén directamente

interesados e interesadas, y a conocer las resoluciones definitivas que se adopten sobre el

particular(…). Así las cosas, nuestra representada nunca fue notificada de las actuaciones

efectuadas por la Dirección de hacienda ni por ninguna otra dependencia de la Alcaldía de

valencia sobre la denuncia sobre “contaminación ambiental” planteada por la Asociación de

Vecinos de La Trigaleña.

De esta manera, en concordancia con lo antes expuesto, los artículos 25 CRBV que indica

“Todo acto dictado en ejercicio del Poder Público que viole o menoscabe los derechos

garantizados por esta Constitución y la ley es nulo (…), y 19 de la Lopa que establece “Los

actos de la administración serán absolutamente nulos en los siguientes casos: (…) 4.

Cuando hubieren sido dictados por autoridades manifiestamente incompetentes, o con

prescindencia total y absoluta del procedimiento legalmente establecido

(Resaltado nuestro), señalan de manera expresa y concisa la ilegalidad e

inconstitucionalidad del acto administrativo objeto de esta solicitud, en virtud de haberse

producido una clara y expresa violación al derecho a la defensa, derecho a la libre actividad

económica y derecho al debido proceso señalados en los artículos 49, 112 y 143 antes

mencionados.

En referencia a los supuestos de procedencia para acordar el amparo cautelar solicitado,

nos acogemos a la decisión reiterada y sostenida del Tribunal Supremo de Justicia

(Sentencia N° 0156, Sala Constitucional del 24 de marzo de 2000) el cual establece:

“Dada la urgencia del amparo, y las exigencias del artículo 18 de la ley


Orgánica de Amparo Sobre Derechos y Garantías Constitucionales, no
puede exigírsele al accionante, que demuestre una presunción de buen
derecho, bastando la ponderación del juez del fallo impugnado; mientras
que por otra parte, el periculum in mora, esta consustanciado con la
naturaleza de la petición de amparo, que en el fondo contiene la
afirmación que una parte está lesionando a la otra, o que tiene temor que
lo haga y, que requiere que urgentemente se le restablezca o repare la
situación. De allí, que el juez del amparo, para decretar una medida
preventiva, no necesita que el peticionante de la misma le pruebe los dos
extremos señalados con antelación en este fallo, ni el temor fundado de
que una de las partes pueda causar a la otra lesiones graves o de difícil
reparación al derecho de la otra, ya que ese temor o el daño ya causado a
la situación jurídica del accionante es la causa del amparo(…) quedando a
criterio del juez del amparo, utilizando para ello las reglas de la lógica y
las máximas de experiencia, si la medida solicitada es o no procedente.”

CAPITULO V

DE LA RESPONSABILIDAD PATRIMONIAL DE LA ALCALDÍA

El artículo 140 de la CRBV señala que “El Estado responderá patrimonialmente por los

daños que sufran los particulares en cualquiera de sus bienes y derechos, siempre que la

lesión sea imputable al funcionamiento de la administración publica.”, ello, en concordancia

con el articulo 259 eiusdem que establece: “la jurisdicción contencioso administrativa

corresponde al Tribunal Supremo de Justicia y a los demás tribunales que determine la ley.

Los órganos de la jurisdicción contencioso administrativa son competentes para anular los

actos administrativos generales o individuales contrarios a derecho, incluso por desviación

de poder; condenar al pago de sumas de dinero y a la reparación de daños y perjuicios

originados en responsabilidad de la Administración(…)”.

Asimismo, la jurisprudencia de nuestro máximo tribunal de justicia señala la

responsabilidad patrimonial de la Administración Pública a la hora de dañar o lesionar

patrimonialmente a los particulares en el ejercicio de su función, tal como lo indica, por

ejemplo, la sentencia N° 01176 de la Sala Político-Administrativa de fecha 01/10/2002, que

señala:

“En la vigente Constitución, el ámbito de responsabilidad patrimonial de la


Administración se extiende, de acuerdo con su artículo 140, "a todo daño
sufrido por los particulares en cualquiera de sus bienes y derechos,
siempre que la lesión sea imputable al funcionamiento de la
Administración Pública", consagrando en definitiva y sin margen de dudas,
la responsabilidad objetiva, patrimonial e integral de la Administración,
cuando con motivo de su actividad ocasione daños a los particulares, no
importando si el funcionamiento dañoso de la Administración ha sido
normal o anormal, a los fines de su deber resarcitorio. (...) de acuerdo al
mandato constitucional resulta imperativo señalar los elementos
constitutivos que deben concurrir para la procedencia de la
responsabilidad de la Administración. Tales elementos son, conforme a la
Carta Fundamental: 1.- Que se haya producido un daño a los particulares
en la esfera de cualquiera de sus bienes y derechos. 2.- Que el daño
inferido sea imputable a la Administración, con motivo de su
funcionamiento y 3.- La relación de causalidad que obligatoriamente debe
existir entre el hecho imputado y el daño producido. Respecto del ámbito
que abarca la responsabilidad del Estado, es terminante la Constitución de
la República Bolivariana de Venezuela al disponer que son resarcibles
patrimonialmente los daños que sufran los particulares por el
funcionamiento de la Administración, en cualquiera de sus bienes y
derechos, lo cual implica que el daño moral es igualmente indemnizable, si
este tiene origen en una actividad imputable a la Administración.”

CAPITULO VI

PETITORIO

Cubiertos como han sido los extremos de procedencia de la medida de amparo cautelar

solicitada, y hasta tanto se resuelva el merito del asunto planteado como causa principal,

solicitamos se sirva conminar al Municipio Valencia al restablecimiento de la situación lesiva

de los derechos y garantías constitucionales de nuestra representada en los siguientes

aspectos:

PRIMERO: La suspensión inmediata de los efectos del acto administrativo dictado por la

Dirección de Hacienda de la Alcaldía de Valencia, donde clausura la sede administrativa de

la sociedad mercantil INVERSIONES OPANIZ, C.A. ubicada en la calle 131-A c/c Calle

Michelena, N° 89-B-31 de la Urbanización La Trigaleña, Parroquia San José del Municipio

Valencia del Estado Carabobo, en detrimento de los derechos constitucionales de nuestra

representada, como lo son el derecho a la defensa, al debido proceso y a la libertad de

ejercer libremente su actividad económica.

SEGUNDO: El resarcimiento de los daños causados a nuestra representada como

consecuencia del ilegal e inconstitucional cierre de su sede, lo que ha provocado la

paralización de su actividad comercial, que se traduce a su vez, en una pérdida económica

considerable para nuestra representada. A tal efecto, calculamos los daños y perjuicios

causados por tal cierre en la cantidad de _____________________. Asimismo,

solicitamos de Usted se sirva estimar los daños morales causados a nuestra representada,

tal como lo indica el artículo 1196 del Código Civil, como consecuencia del daño causado a

la reputación de nuestra representada, quien desde hace cuatro (4) años viene prestando

sus servicios sin ningún contratiempo, queja o reproche de ninguna persona, natural o

jurídica, pública o privada, ni por esta, ni por ninguna otra circunstancia.

CAPITULO VII

DE LAS CITACIONES Y DEL DOMICILIO PROCESAL

A los fines de dar cumplimiento a lo establecido en el artículo 174 del Código de

Procedimiento Civil señalamos como domicilio procesal la siguiente dirección: Avenida

Montes de Oca cruce con calle Libertad, edificio Tacarigua, piso 6, oficina 6-1, Valencia.
Igualmente solicitamos se sirva notificar de la presente al ciudadano Alcalde del Municipio

Valencia y al ciudadano Sindico Procurador del Municipio Valencia a los fines de su

comparecencia.

Finalmente rogamos de Usted se sirva admitir, sustanciar y tramitar el presente recurso de

nulidad conjuntamente con la solicitud de amparo cautelar conforme a derecho y declararlo

con lugar en la definitiva con todos los pronunciamientos de Ley, y con la expresa

condenatoria en costas. Es Justicia que esperamos, en Valencia en la fecha de su

presentación.

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