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Asbesto Editado
Asbesto Editado
Las fibras de asbesto pueden entrar al cuerpo humano por las vías
respiratorias y con el tiempo destruir el tejido pulmonar.
Hasta los años ochenta el asbesto fue utilizado en la industria del fibro
cemento (uralita).
Disposición y reciclaje
Presentación
Los medios se ocupan muy de vez en cuando de las tragedias que en el mundo
ocasiona el asbesto, esa fibra con propiedades aislantes y muy resistente al calor,
utilizada ampliamente lo mismo en la industria automotriz que en la de la
construcción o de electrodomésticos. En La Jornada se han publicado las
denuncias de la ciudadanía y de los especialistas por el funcionamiento de
empresas que en México elaboran diversos objetos en base al asbesto
ocasionando severos problemas a la salud de los trabajadores y a quienes viven
cerca de las factorías.
En el plano internacional, hace un año se dio cuenta, por ejemplo, de la condena
de un tribunal de Turín, al norte de Italia, contra los directivos de la multinacional
Eternit por haber utilizado asbesto para los materiales de construcción. Un
multimillonario suizo y un barón belga, ex dueños de la compañía, fueron
declarados culpables de causar un desastre ambiental y de salud que provocó la
muerte de más de 2 mil personas y enfermedades en 700 más entre vecinos y
trabajadores. La planta, a 90 kilómetros de Turín, funcionó 30 años y la cerraron
en 1986 definitivamente. Otras fábricas siguen abiertas en Italia.
En México, sufre parálisis total si nos atenemos a las denuncias ciudadanas que
no han sido atendidas por las autoridades. En el país hay unas 2 mil empresas
que elaboran diversos productos en los que utilizan asbesto y en las que trabajan
más de 8 mil personas. Las denuncias de trabajadores y vecinos afectados
chocan contra la sordera de las autoridades de salud y del trabajo. Algunos
especialistas calculan que en nuestro país mueren cada año por lo menos 2 mil
personas por el efecto del asbesto. Pero puede más el poder de los empresarios
(que gastan millones tratando de demostrar que es inofensivo) y la desidia criminal
de las autoridades responsables de garantizar el derecho a la salud.
Los resultados del estudio demuestran que el uso industrial de todas las formas de
esta fibra cancerígena está generando un aumento de las enfermedades y
muertes por mesotelioma entre los trabajadores mexicanos. Como parte de una
política de salud pública, nuestro país debe por lo tanto prohibir el uso de los
asbestos en todos los procesos productivos para controlar la epidemia y prevenir
la ocurrencia de nuevos casos.
Pero esa política tendrá sus efectos dañinos a la salud y un importante impacto
económico en nuestro país, similar al que se presento en los más industrializados
desde la década de los setenta, como Francia, con una incidencia de entre mil y
dos mil casos por año.
Los resultados
También mostró que el bajo nivel de escolaridad de los trabajadores impide que
cuenten con información sobre el riesgo, por lo cual el gobierno debe realizar una
campaña nacional de información a la población sobre los riesgos a la salud por el
asbesto, con el objeto de prevenir y controlar exposiciones vinculadas a su
presencia en edificios, equipos industriales, construcciones con lámina, hogares,
tuberías de agua potable, automóviles y otros productos. Sobre todo cuando ya
existe la posibilidad técnica de sustituir el asbesto para prevenir la epidemia de
mesotelioma que seguirá en aumento durante los siguientes 50 años.
Sin embargo, a pesar de la evidencia del daño a la salud, las empresas siguen
funcionando e inyectándoles capital de nuevos socios. En octubre pasado se
anunció una inversión de más de 300 millones de dólares en el consorcio
mexicano Elementia. Igualmente una nueva cementera: Cementos Fortaleza, la
primera en entrar al mercado en ese ramo en 70 años. La firma competirá con
Cemex, Holcim, Moctezuma y Cruz Azul.
Más no para los 29 legisladores entrevistados por Nieto Hernández y que hacen
parte de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados que omitieron declarar
sobre el tema; pero uno de ellos, Janitzio Guzmán, secretario particular del
diputado Marco Antonio García Ayala, le restó importancia al asunto pues “existen
otros temas que tienen mayor impacto”.
Las evidencias sobre los daños a la salud que causa el asbesto fueron suficientes
para que más de 50 países lo prohibieran. México no; en el último medio siglo ha
importado más de medio millón de toneladas de ese material. Y por si lo anterior
no fuera ya una desmedida, permite también la manufactura de
impermeabilizantes, sellos, balatas y empaques a más de 180 empresas, entre las
que se encuentran Techno Eterno Eureka SA de CV, Asbestos de México, Mexalit
y Asbestos de Guadalajara.
Por eso, la doctora Guadalupe Aguilar considera que nuestro país es el ideal para
que estas empresas operen gracias a “la flexibilidad regulatoria, ambiental y
ocupacional; a la escasa legislación en materia de seguridad e higiene y su nula
verificación; al desempleo y mano de obra barata; a los incentivos fiscales a estas
empresas y a la gran falta de profesionales de salud ambiental, ocupacional e
investigadores en esta área”.
“Mientras que los otros tipos de asbesto, los anfíboles, persisten más de 400 días.
Por razón natural, el permanecer mayor tiempo un cuerpo extraño en el organismo
produce mayor daño, a diferencia del que sólo permanece 12 días. Esto es debido
a su estructura química
diferente a la de los anfíboles.
Esa diferenciación no la han
querido aceptar los
detractores del asbesto, por
motivos que desconozco”,
señala Trujillo.
Trujillo opina que estas declaraciones son un engaño; invita a revisar el libro
escrito por Christopher Booker y Richard North, Scared to Death: From BSE to
Global Warming, donde se desmenuzan los grandes “fraudes” que se han llevado
cabo en la historia de la humanidad a partir de la explotación del miedo. Uno de
los capítulos es ocupado por el asbesto. No obstante, cabe destacar que ninguno
de los autores es médico o investigador clínico que tengan respaldo de alguna
institución sanitaria que avale lo que se afirman en dicho documento.
No está de más señalar que la industria del asbesto ha invertido más de 100
millones de dólares en cabildeo y en relaciones públicas que refuercen el comercio
del asbesto. Ese comercio y el uso de tan peligroso material incrementará la
incidencia del cáncer del pulmón y el mesotelioma por muchas décadas”.
En muchos de estos países, las tecnologías y los procesos utilizados suelen ser
obsoletos e intrínsecamente peligrosos, las medidas de control del polvo
inadecuadas y, por lo general, las concentraciones de polvo respirable son más
altas que los límites de exposición aceptables.
Según la OIT, tan sólo en los países industrializados, como Japón y Australia, y en
los que se encuentran en Europa occidental y América del Norte, se estima que
cada año hay 20 mil casos de cáncer de pulmón ocasionados por el asbesto y 10
mil de mesotelioma.
En México, estudios como el del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) dados
a conocer en el año 2000, aseguran que 80 por ciento de los casos de
mesiotelioma que se sometieron a revisión por parte del organismo no arrojaron
“ninguna relación directa de estos con la exposición al asbesto de 1991 a 1998”.
Sin embargo, en el sexto informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS)
2004, sobre “Cancerígenos ocupacionales” y la carga que estos representan a las
naciones, informa que el mesiotelioma maligno está directamente relacionado con
la exposición al asbesto.
Asbesto o amianto es el
nombre de un grupo de
minerales que existen en la
naturaleza. Son fibras muy
pequeñas que se inhalan
fácilmente y pueden causar
graves problemas de salud.
Cuando el asbesto pasa al
aire, el respirar las fibras
puede llevar a un mayor
riesgo de cáncer de los pulmones; cáncer del revestimiento del pecho o de la
cavidad abdominal (mesotelioma), y cicatrizado del tejido pulmonar (asbestosis).
Le advierten a la población
que no quite materiales que
pudieran contener asbesto sin
usar el equipo de protección
personal y los controles ambientales apropiados. Que no barra ni sacuda los
muebles o use la aspiradora si hay materiales que pudieran contener asbesto.
Que tampoco serruche, lije, raspe o perfore agujeros en materiales que contienen
asbesto.
En fin, la población debe tomar todas las precauciones posibles a la hora de entrar
en contacto con obras o materiales que contengan asbesto. Y no es para menos
porque se trata de un producto de enorme peligrosidad y que, está demostrado,
causa cáncer. Para mayor asesoramiento e información sobre todo lo descrito
antes, comunicarse con la Unidad para Control de Peligros a la Salud, ubicada en
Carolina del Norte (NC Health Hazards Control Unit), en el teléfono (919) 707-
5950.
A ese teléfono debían llamar todos los días nuestras autoridades de salud, medio
ambiente y trabajo porque en México el asbesto sigue utilizándose en muchas
actividades. Y porque, como veremos más adelante, ocasiona daños a la
población, en especial entre los trabajadores.
La Agencia de Protección Ambiental del vecino país (EPA, por sus siglas en
inglés) publicó un documento donde advierte sobre todo lo relacionado con la
presencia del asbesto en las instalaciones escolares de Estados Unidos y que es
aplicable al resto del mundo. Lo hizo conjuntamente con la Asociación Nacional de
Padres y Maestros (PTA, por sus siglas en inglés) y la Asociación Nacional para la
Educación (NEA, por sus siglas en inglés) debido a la preocupación por el asbesto
en las escuelas primarias y secundarias.
El documento es muy útil porque ayuda a los padres de familia y a los maestros a
responder las preguntas y aprender sobre aspectos relacionados con el asbesto
en las escuelas.
Igual que cuando se fuman cigarrillos, cuantas más fibras sean inhaladas por una
persona, mayor será el riesgo de que desarrolle alguna enfermedad relacionada
con el asbesto. Los problemas más graves los sufren algunos trabajadores que
laboraron en industrias donde estuvieron expuestos a niveles muy altos de
asbesto en el aire. Por ejemplo, los de fabricación de barcos.
En Estados Unidos y otros países preocupa el riesgo que los niños y quienes
trabajan en las escuelas pueden enfrentar debido a la presencia de asbesto en
esos sitios, aun cuando los niveles de asbesto sean bajos. Por ello, el Congreso
aprobó el Acta para la Respuesta de Emergencia a los Peligros de Asbesto
(Asbestos Hazard Emergency Response Act - AHERA) en 1986.
Y es que una fibra típica de asbesto es mil 200 veces más pequeña que un cabello
humano. Estas fibras individuales generalmente se mezclan con algún material
que las aglutina, de tal forma que puedan usarse en muchos productos diferentes.
Debido a que las fibras son tan pequeñas y ligeras, pueden permanecer flotando
en el aire durante muchas horas luego de ser liberadas de los materiales que las
contienen. Esto aumenta la posibilidad de que alguien las inhale.
El asbesto en la construcción
El peligro
Quienes corren el mayor peligro de exposición al asbesto son los trabajadores que
instalan aislamientos, los plomeros, los que tienden tuberías y los electricistas y
trabajadores que instalan hojas metálicas. Sin embargo, cualquier trabajador de la
construcción puede estar expuesto durante el mantenimiento, la remodelación o la
demolición de un edificio viejo o una carretera. Algunas veces, las familias también
corren el riesgo, ya que el asbesto puede llevarse a casa en la ropa o los zapatos
de los trabajadores.
El CPWR recuerda que todo edificio construido antes de 1980 en Estados Unidos
puede tener asbesto en el material de aislamiento, contra incendios, pisos,
paredes o techo. Los edificios más nuevos en el techo o el piso. Y advierte que
todo el que va a trabajar con fibras de asbesto debe recibir una capacitación
especial, como exigen diversas agencias gubernamentales.
Los patrones deben pagar la capacitación, la cual puede durar entre uno y cuatro
días. Cabe preguntar si esa capacitación se le brinda igualmente a los
trabajadores ilegales, procedentes de México y América Central y que se ocupan
en la construcción en el vecino país. Como ninguno de ellos pertenece a los
sindicatos que defienden los derechos de los trabajadores estadounidenses, hay
la sospecha de que los inmigrantes no reciben capacitación ni la protección
debida. Un asunto que debía considerarse en las negociaciones bilaterales de
nuestro país con nuestro vecino y socio comercial. Y que igualmente se aplica a
quienes trabajan en los campos agrícolas y están expuestos a diversas sustancias
tóxicas vía los plaguicidas.
Asbestosis
Joel Ortega Villalobos
Medspain
Médico especialista en medicina del trabajo
Instituto Mexicano del Seguro Social
Correo electrónico:
joelortega@cnmmt.org.mx
Antecedentes de la asbestosis
La fibrosis difusa del pulmón se describió primero en 1907, Murray fue el primero
que reconoció la enfermedad e hizo el informe inicial de un caso dentro de un
grupo de cardadores dedicados al hilado de asbesto en Inglaterra. En 1917,
Pancoast y colaboradores hicieron la descripción de los cambios radiográficos; en
1927, Cooke hizo la descripción detallada de la enfermedad y le asignó nombre. El
mismo año, MacDonald llevó a cabo la descripción radiográfica minuciosa.
Posteriormente se mencionó la relación del cáncer broncogénico con la asbestosis
en 1935. Durante 1955, Doll y Breslow, en estudios separados, establecieron la
asociación entre la exposición a asbesto y el cáncer pulmonar.
A partir de 1960 se ha estudiado el padecimiento en la población en general, al
encontrar calcificación pleural entre las familias de granjeros de Finlandia que
habitaban próximas a las minas de asbesto. De 1967 a 1976, Selikof realizó un
estudio de deslinde y correlación del asbesto y el cáncer pulmonar.
Pero nuestro vecino y socio comercial trasladó el riesgo a países como México
aprovechando la laxitud de la legislación en torno al manejo de materiales tóxicos.
Nos convertimos desde entonces en uno de los principales maquiladores de
asbesto proveniente de Canadá y Brasil.
Por la dificultad de
diagnóstico, la frecuente
confusión del MMP con
cáncer pulmonar, la dificultad
para obtener datos, la poca
fiabilidad de los certificados de
defunción y la falta de
vigilancia epidemiológica, gran
cantidad de casos quedan sin
registro.
Conocido también como amianto o “fibra milagrosa”, este mineral altamente resistente al
calor, la fricción y el desgaste natural, es empleado en tejas, láminas, azulejos, tubos para
drenaje, impermeabilizantes y balatas, entre otros.
“Hay una epidemia, porque, de haber de 17 a 20 casos (de 1979 a 1997), a partir de 1998
se dispara y empezamos a tener 60; al siguiente año, 70. Y, actualmente, con los estudios
que he realizado, estimo que hay 500 casos. Oficialmente, por datos del Instituto Nacional
de Estadística y Geografía, hay 200 casos por año”, explica.
Adicionalmente, los estudios de Aguilar Madrid señalan que, por cada caso de
mesotelioma hay 2.2 muertes por cáncer pulmonar, lo que crea un total de unos mil 100
fallecimientos anuales relacionados con el asbesto.
Sin embargo, de acuerdo con estudios de Aguilar Madrid, sólo ocho casos han sido
reconocidos por el IMSS, sin que se sepa cuántos ha habido en Pemex, la Marina, el
ISSSTE y la Secretaría de Salud.
Además, la especialista apunta a que debería existir un censo de las empresas importadoras
de asbesto, qué productos se siguen haciendo con este mineral, cuántos trabajadores lo
manipulan y cuánta población se expone indirectamente al inhalar las fibras, ya sea por
lavar ropa contaminada o por vivir alrededor de las empresas que trabajan con asbesto.
Pese a que Francia y Holanda cuentan con fondos para las víctimas del amianto, en
México, la Comisión Federal de Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) ni
siquiera considera que sea dañino.
“Si bien existen factores de riesgo derivados del contacto constante y prolongado con el
crisotilo, dichos factores pueden ser reducidos si se siguen precauciones, como el
encapsulamiento del material y el no desestabilizar las fibras del mismo”, comenta una
fuente de la Cofepris que pidió el anonimato.
Conocer la situación del asbesto en México resulta complicado, pues las instancias
gubernamentales difieren en datos o no proporcionan la información solicitada.
Así, mientras el Instituto Mexicano de Fibroindustrias, A.C. reportó que sólo tiene el
dato de una empresa con licencia de funcionamiento y que está afiliada con ellos, la
Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) señaló que tiene registradas
28 instalaciones que utilizan asbesto (de las cuales sólo operan 18) y la Cofepris apunta a
que son sólo tres las compañías importadoras de las que esta comisión tiene aviso de
funcionamiento.
“Los procesos productivos en los cuales se emplea el crisotilo como materia prima están
altamente automatizados y evitan al máximo el contacto con la fibra”, asegura.
“Cumpliendo con la normativa, todos los trabajadores que laboran en la industria son
evaluados médicamente de manera periódica, además de ser capacitados continuamente
en su uso seguro”.
El doctor Luis Argote Greene, cirujano de tórax y oncología torácica, explica que el
asbesto nunca debió haber sido manipulado por el hombre.
“Es un mineral que es cancerígeno. Está prohibido en todo el primer mundo. Pero,
después de que lo prohibieran allá, lo mandaron acá, al tercer mundo”, critica el médico.
Actualmente, los mayores productores de asbesto son Sudáfrica, Rusia, Brasil, Zimbabwe,
China, Italia, Colombia, Grecia, India, EU, Australia, Alemania y Francia.
México lo importa de Rusia y Brasil. Antes también lo hacía de Canadá, pero este país ya
dejó de extraerlo. El especialista lamentó que, a pesar de las recomendaciones
internacionales y de que se ha comprobado científicamente que es cancerígeno, México
siga importando y trabajando con asbesto.
“Es muy grave. Es un problema político, económico y social. No es tan fácil decir: ‘Vamos
a desaparecer todo el asbesto’, pero hay que insistir en que se debe prohibir. A las
compañías hay que darles opciones y un tiempo coherente para que usen los sustitutos”.
Fuente: www.am.com.mx
Resumen
Introducción
La naturaleza tan diversa del residuo peligroso generado por la industria nacional, nos
conduce a pensar que requerimos igualmente de una diversidad de métodos, que nos
permitan escoger el más adecuado para un residuo particular, de suerte que
dispongamos finalmente del residuo con seguridad y así evitemos que el generador
enfrente responsabilidades futuras. Es por ello, que hablar del confinamiento
controlado como única opción de disposición final, sería una proposición limitante, que
la lesgislación en la materia no contempla ni el generador, quiénes al final de cuentas
el responsable del manejo integral de los residuos que produce en los diferentes
procesos de su empresa.
Para reciclar un material es necesario, en primer término, recuperar del residuo aquel
material que tuviere algún valor comercial. Son muy variadas las tecnologías
existentes de recuperación de componentes del residuo industrial. Las más comunes
son la filtración, centrifugación, evaporación, neutralización, destilación y algunas otras
operaciones unitarias, que pueden aplicarse por separado o en serie. Cabe hacer notar
que en los procesos de separación siempre se obtendrán residuos, los cuales habrá
que tratar para estabilizarlos.
Recuperación de metales
Es una realidad que se recuperan metales del residuo industrial, pero también es cierto
que sólo se recuperan aquellos valiosos por sí mismos o por sus derivados.
El polvo de acería generado en hornos de arco eléctrico contiene zinc, cadmio y plomo,
en concentraciones que lo hacen tóxico. La tecnología del proceso pirometalúrgico que
se emplea para recuperarlos es adecuada, ya que permite recobrar el óxido de zinc en
grados alimenticio e industrial. El plomo y cadmio remanente forman una escoria
inerte que permite su utilización como material de terracería en caminos o carreteras,
siempre y cuando se mezcle con asfalto o cemento.
La fibra de asbesto friable que se genera como residuo en los diferentes procesos en
los que el asbesto participa como materia prima, puede incorporarse al mismo proceso
que lo generó o puede utilizarse si se le encapsula con cemento o asfalto, en
materiales de construcción.
Se logra recuperar energía de los residuos al mezclarlos con otros residuos de buen
poder calorífico, para que sirvan de combustible en los hornos de clinker. Este
procedimiento ya se utiliza en México. El desarrollo de esta alternativa tuvo el respaldo
de la institución gubernamental correspondiente.
Poco hemos hecho para que el industrial use tecnologías limpias que permitan fabricar
productos menos contaminantes que los actuales, para que genere una menor
cantidad de residuos o para que los residuos sean menos agresivos a la naturaleza y al
ser humano.
Un ejemplo son los inhibidores de corrosión a base de cromato de zinc, que se usan
como recubrimiento -primer- para proteger superficies metálicas. Estos inhibidores
pueden ser substituidos por compuestos orgánicos totalmente biodegradables.
Confinamiento controlado
Conviene que el confinamiento controlado, con infraestructura integral, sea una de las
soluciones para el manejo seguro y responsable de los residuos industriales peligrosos.
¿Qué es el asbesto?
Las fibras de asbesto no pueden movilizarse a través del suelo. Las fibras de asbesto
generalmente no son degradadas a otros compuestos y permanecerán virtualmente
inalteradas por largo tiempo.
Todos estamos expuestos a pequeñas cantidades de asbesto en el aire que respiramos. Estos
niveles varían entre 0.00001 y 0.0001 fibras por mililitro de aire; los niveles más altos se
encuentran generalmente en ciudades y en áreas industriales.
Gente que trabaja en industrias que fabrican o usan productos de asbesto o que trabajan en
la minería de asbesto puede estar expuesta a altos niveles de asbesto. Gente que vive cerca
de estas industrias también puede estar expuesta a altos niveles de asbesto en el aire.
Las fibras de asbesto pueden liberarse al aire al perturbar materiales que contienen asbesto
durante el uso del producto, demoliciones, mantenimiento, reparación y renovación de
edificios o viviendas. En general, la exposición puede ocurrir solamente cuando el material
que contiene asbesto es perturbado de manera tal que libera partículas o fibras al aire.
El agua potable puede contener asbesto de fuentes naturales o de cañerías de cemento que
contienen asbesto.
Respirar niveles de asbesto más bajos puede producir alteraciones en la pleura, llamadas
placas. Las placas pleurales pueden ocurrir en trabajadores y ocasionalmente en gente que
vive en áreas con altos niveles ambientales de asbesto. Los efectos de las placas pleurales
sobre la respiración generalmente no son serios, pero la exposición a niveles más altos
puede producir un engrosamiento de la pleura que puede restringir la respiración.
Se sabe que respirar asbesto puede aumentar el riesgo de cáncer en seres humanos. Hay dos
tipos de cáncer producidos por exposición al asbesto: cáncer del pulmón y mesotelioma. El
mesotelioma es un cáncer de la pleura o del tejido que envuelve la cavidad abdominal (el
peritoneo). El cáncer producido por el asbesto no aparece inmediatamente, sino que se
manifiesta después de varios años. Los estudios en trabajadores sugieren también que
respirar asbesto puede aumentar las posibilidades de contraer cáncer en otras partes del
cuerpo (estómago, intestino, esófago, páncreas y los riñones), aunque esto es más incierto.
La identificación y el tratamiento tempranos de todo cáncer pueden aumentar la calidad de
vida y la sobrevivencia de la persona.
Es probable que los efectos sobre la salud de niños expuestos a altos niveles de asbesto sean
similares a los observados en adultos.
En general, los materiales que contienen asbesto que no son perturbados o dañados no
constituyen un riesgo para la salud y por lo tanto pueden dejarse sin tocar. Si usted
sospecha que puede estar expuesto al asbesto en su hogar, contacte a su departamento
estatal o local de salud o a las oficinas regionales de la EPA para averiguar como examinar
su hogar y como encontrar una compañía con experiencia para remover o contener las
fibras.
¿Hay algún examen médico que demuestre que he estado expuesto al asbesto?
Los niveles bajos de asbesto pueden medirse en la orina, las heces, líquidos mucosos o en
lavados pulmonares de la población general. Los niveles mayores que el promedio de fibras
de asbesto en tejidos pueden confirmar la exposición, pero no pueden predecir si le afectará
la salud.
En 1989 la EPA prohibió todo nuevo uso del asbesto; los usos establecidos con anterioridad
a esta fecha todavía se permiten. La EPA estableció reglamentos que requieren la
inspección de escuelas para verificar si hay o no asbesto dañado, y para eliminar o reducir
la exposición ya sea removiendo el asbesto o cubriéndolo. La EPA reglamenta la liberación
de asbesto de fábricas y durante demolición o renovación de edificios para prevenir que el
asbesto pase al ambiente.
La EPA ha propuesto una concentración límite de 7 millones de fibras por litro de agua
potable para fibras largas (5 µm de longitud o más). La Administración de Salud y
Seguridad Ocupacional (OSHA) ha establecido límites de 100,000 fibras con longitudes de
5 µm o más por metro cúbico de aire en el lugar trabajo durante jornadas de 8 horas diarias,
40 horas semanales.
Fuente