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1. Chachi (Esmeraldas)
2. Tsá chila (Santo Domingo)
3. Awa (Carchi y Esmeraldas)
4. Epera (Esmeraldas)
5. Cofá n (Sucumbíos)
6. Siona-Secoya (Sucumbíos)
7. Quichuas amazó nicos (Sucumbíos, Pastaza)
8. Waorani (Sucumbíos),
9. Zá para (Pastaza),
10. Shuar (Zamora Chinchipe),
11. Achuar (Morona Santiago, Pastaza y Zamora Chinchipe),
12. Shiwiar (Amazonia) y
13. Quichuas andinos.
En este á mbito también se destaca la presencia de pueblos afrodescendientes y
montubios. Ademá s existen un total aproximado de 25 pueblos con identidades
diferenciadas a partir de sus propias tradiciones culturales, reivindicaciones
sociales, así como su realidad geográ fica.
Lenguas nativas.
En la actualidad las lenguas nativas o indígenas del Ecuador se encuentran
amenazadas, principalmente por aquellas lenguas que son dominantes y por lo
tanto predominan en el territorio nacional. Razó n por la cual el nú mero de
hablantes de las lenguas nativas ha disminuido considerablemente en el
transcurso del Siglo XX. Hoy en día en el país, idiomas nativos como el quichua
norteñ o constituyen el principal grupo de lenguas indígenas que existen, aunque
también llegan a hablarse en la regió n oriental o amazonía lenguas como
zaparoanas, jivaroanas y el idioma Huaorani, este ú ltimo es una lengua aislada. En
la siguiente lista se exponen todas las lenguas nativas de las que se tiene
conocimiento respecto a su existencia en el país y aquellas que ya está n extintas.
Lenguas barbacoanas:
Awapit.
Tsafiki.
Cha´palaachi.
Caranqui (extinta)
Pasto (extinta)
Lenguas jivaroanas:
Shuar (de la etnia Shuar)
Achuar-shiwiar.
Palta (extinta)
Malacato.
Lenguas tucanoanas:
Siona.
Secoya.
Lenguas zaparoanas:
Zá paro.
Lenguas aisladas:
Wao (huaorani)
Cofá n.
Esmeraldeñ o (extinta)
Panzaleo (extinta)
La gastronomía representa otra de las fuentes de las que emana la gran diversidad
cultural que posee el Ecuador, es una de las expresiones má s fuertes sobre la
diversidad cultural que existe en el país. Si se analiza cada regió n por ejemplo en la
Sierra se puede apreciar que la cocina posee una fuerte base e influencia del
mundo andino y por lo tanto sus platos típicos llegan a relacionarse con las
ceremonias y festividades religiosas referentes al catolicismo. En este sentido
algunos de estos platillos son:
La fanesca,
La colada morada que se acompañ a de las guaguas de pan,
El tostado,
El cuy asado,
El Yahuarlocro,
Las papas con cuero,
Los mellocos,
La sopa de quinua
A manera general se podría decir que la base de la comida serrana son las sopas,
los locros, las coladas, las chichas, donde en su elaboració n llegan a primar
alimentos como los granos, dígase maíz, quinua, fréjol, también la papa, el ají y
carnes como el cerdo. Una excepció n a esta prá ctica culinaria en la sierra
ecuatoriana es la provincia de Loja, cuya gastronomía se caracteriza por preparar
platos típicos diferentes ejemplo el repe verde, la fritada, las alverjas con guineo,
las humas, el melloco, el sango, la cecina, el tamal, el seco de chivo, entre otros.
SIERRA
1- Los natabuelas
El traje de los hombres está formado por una camisa sin manga, muy amplia tanto a lo
largo como en anchura, y los calzones se confeccionan con tejidos de paño.
Por su parte las mujeres en la cabeza llevan una pieza de tela de lana conocida con los
nombres melafacha, anaco o fachalina en colores azul o negro.
2- Los otavalos
Las mujeres usan para ocasiones especiales un traje muy elegante compuesto por una
camisa larga de tejido blanco, decoradas a nivel del pecho con figuras bordadas a
mano tomando como referencia motivos florales de colores diversos.
Por su parte, los hombres indígenas en su vestimenta usan cosas más simples, formada
por un sombrero elaborado en tela de paño el cual deja al descubierto su larga
cabellera tejida en forma de trenza como un atributo a su identidad indígena.
3- Los zuletas
Sus trajes son muy autóctonos aún en la actualidad. Las mujeres utilizan blusas
bordadas, faldas plisadas de hasta 5 metros de ancho, un sombrero de liencillo,
collares y alpargatas de felpa.
AMAZONÍA
4- Cofán
También habitan en Sucumbíos, ocupando cuatro cantones. Su vestimenta ha variado
por influencias externas.
Usaban una cushma o camisón colorido. Tanto hombres como mujeres llevan gran
cantidad de collares de colores.
En algunas ocasiones especiales usan un collar de dientes de jaguar. Lucían coronas de
plumas, se perforaban la nariz y las orejas y se pintaban el rostro con achiote.
5- Siona
Las mujeres visten una falda hasta las rodillas, collares, narigueras, aretes y coronas
hechas con semillas.
Los hombres usaban la cushma o camisón largo, lo que se ha perdido como
consecuencia de las burlas de los colonos.
COSTA
6- Tsáchilas
El vestido de los Tsáchilas, es sencillo y ligero. El pelo largo, además se coloca al cuello
cintas que hacen caer hacia a delante amarradas y sujetas en la parte delantera con un
imperdible a manera de casco o visera, modelada con achiote, quedando el cabello de
color rojo.
7- Guayabera guayaquileña
La guayabera permanece como signo de distinción y ha salido avante frente a otras
modas. Se diferencia por sus festones de lado y lado, sus 22 botones y 4 bolsillos, tanto
arriba como abajo. Se dice que en un inicio, campesinos recolectores la utilizaron por
sus grandes bolsillos para guardar en sus camisas guayabas, pero con el tiempo pasó a
ser una prenda -al menos en Guayaquil- de uso corriente.
La copla es una forma de expresió n poética, que sirven para relatar historias
apasionadas, que en ocasiones, se encuentran cargadas de un fuerte contenido
emocional y en donde el tema se centra en el amor y el desamor. De igual manera,
la copla es empleada para narrar costumbres o eventos histó ricos de una regió n o
localidad, empleando un lenguaje un tanto jocoso y de doble sentido, añ adiendo un
toque de humor a su interpretació n.
Las coplas por lo general son breves, se encuentran compuestas por
cuatro versos de ocho sílabas cada uno, estructurados en forma de cuarteta de
romance o tirana, de redondilla o de seguidilla. De rima asonante o consonante
entre los versos pares. Las coplas pueden ser de distintas clases: coplas
humorísticas, patrió ticas, histó ricas, de costumbres, de amor, tristes, religiosas, etc.
Pueden ser cantadas o declamadas, acompañ adas por instrumentos como la
guitarra y el arpa.
Retahíla
Por ejemplo:
La idea de retahíla también se utiliza para nombrar a los juegos de palabras o
canciones que se basan en la enumeració n de sucesos, por lo habitual apelando a
rimas. Estas retahílas suelen constituirse como un pasatiempo infantil y como una
herramienta para desarrollar la memoria, la creatividad y la fluidez expresiva.
“Sana, sana, / colina de rana. / Si no sana hoy, / sanará mañ ana” es una retahíla
muy conocida. Esta expresió n se usa para calmar a un niñ o que se golpeó .
“El que se fue a Sevilla / perdió su silla” es otra retahíla de gran popularidad, que
en algunas regiones se conoce como “El que se fue a la villa / perdió su silla”. La
frase puede continuarse de distintas maneras (“El que se fue a Leó n / perdió su
silló n”, “El que regresó / se lo quitó ”, etc.).
Una canció n es aquello que se canta (produce sonidos melodiosos). Se trata de una
composició n en verso o hecha de manera tal que se pueda poner en mú sica. La
palabra canció n también permite dar nombre al conjunto de letra y melodía que
dependen de la otra para existir, ya que fueron creadas para ser presentadas al
mismo tiempo.
Estudios Sociales
Llegan los españ oles
Después de que los colonizadores estuvieron asentados por algú n tiempo en el
Caribe y Panamá , recibieron noticias sobre un rico país que existía en el sur. En
1524 se organizó una empresa privada de conquista y colonizació n, encabezada
por Francisco Pizarro y Diego de Almagro. Pizarro dirigió una expedició n por la
costa sudamericana en 1526, que llegó por primera vez a las playas de lo que ahora
es Ecuador. Avanzaron al sur, pero abandonaron y regresaron, dejando a un
pequeñ o grupo.
Luego de enfrentar las dificultades, los dos jefes volvieron a organizar una nueva
expedició n, que en 1531 recorrió nuevamente la costa hasta Tumbes. Allí
desembarcaron para tratar de avanzar a las regiones donde les habían contado que
existían grandes riquezas.
Secuestro y muerte de Atahualpa
Los invasores se enteraron de la guerra entre Huá scar y Atahualpa y de que había
triunfado este ú ltimo. Se dieron cuenta de la debilidad del imperio y buscaron el
apoyo de varios caciques, que estaban en contra de Atahualpa. Con ellos hicieron
acuerdos. Avanzaron desde la costa hacia el interior sin hallar resistencia. Con
audacia tendieron una trampa al Emperador. Lo esperaron en la plaza de la
localidad de Cajamarca, y fingieron un diá logo. Apenas entró Atahualpa en la plaza
con todo su séquito, se le acercó el fraile Valverde y le mostró una cruz y una
Biblia. El inca no entendió y, luego de mirarlas, dejó de lado la Biblia. Esa fue la
señ al para que los españ oles, que estaban escondidos, salieran con sus armas y, en
medio de la confusió n, lo tomaran preso. El secuestro de Atahualpa causó
desconcierto entre los pueblos indígenas. La captura del Emperador y las alianzas
que promovieron los españ oles con los indígenas descontentos contra Atahualpa,
impidieron una defensa coordinada del Incario. Los conquistadores pidieron un
cuantioso rescate por el soberano. Se recogió gran cantidad de oro en el imperio y
se la entregó a Pizarro y su gente. Pero los españ oles se apoderaron de esas
riquezas, sometieron al Emperador a un “juicio” y lo condenaron a muerte.
Atahualpa fue asesinado, luego de forzarlo a bautizarse.
Resistencia militar y derrota
En el norte del Tahuantinsuyo, varios generales de Atahualpa organizaron la
resistencia, pero fueron vencidos por los españ oles apoyados por pueblos enteros
de indígenas descontentos, que respaldaban a los conquistadores.
El cartó grafo y marinero italiano Américo
Sebastiá n de Benalcá zar fue encomendado por Pizarro para ocupar el norte del
Tahuantinsuyo. Para justificar su derecho a conquistar estos territorios, frente a
otra expedició n de españ oles
ECA
Dibuja un collage de su feria en casa.