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INTRODUCCIÓN
Resumen analítico
La gramática y el estilo semántico de la traducción es muy variado.
Esto sugiere que los diferentes traductores variaron
considerablemente la traducción literal y/o paráfrasis reflejadas en
las secciones.
El Pentateuco presenta un estilo primitivo del griego koiné, el resto
muestra cambios lingüísticos muy notorios.
Las diversas fuentes indican que algunos libros, sobre todo los
proféticos, pudieron ser traducidos dos o tres veces, o traducidos y
luego revisados.
HISTORIA
Según la historia secular; El Faraón Ptolomeo II Filadelfo (285 a 246
aC.), un rey poco diestro para la guerra y hábil para la diplomacia,
dedicó su vida a la expansión de las ciencias y el arte. En su tiempo
fortaleció la biblioteca real de Alejandría queriendo que albergue el
conocimiento de todas las culturas de la época. Se estima que la
biblioteca de Alejandría alcanzó los 850.000 manuscritos en muchos
idiomas y múltiples traducciones, entre ellas la Septuaginta.
Fue el bibliotecario Demetrio quien sugirió a faraón que los libros de
la cultura judía fueran traducidos y puestos en la biblioteca.
Considerando esto Ptolomeo escribió a Eleazar, sumo sacerdote de
los judíos, para que se emprendiera la traducción. Entonces fueron
contratados a 70 o 72 eruditos judíos bilingüe para traducir al griego
los textos en hebreo paleo de la Torah, aunque por cierto no muchos
judíos estaban de acuerdo con esta idea.
Cuando terminaron el trabajo, leyeron la traducción aprobándola
unánimemente.
Posteriormente se fueron traduciendo y agregando el resto de los
libros. Aunque no se conoce exactamente la fecha y el lugar de
estas traducciones, algunos han propuesto que una escuela de
traductores en Alejandría se ha ocupado de traducir el Libro de los
Salmos, posiblemente en el año 185 aC. Posteriormente tradujeron
los libros de Ezequiel y Jeremías, así como el conjunto de los doce
Profetas Menores. Más tarde tradujeron los escritos históricos:
(Josué, Jueces y Reyes), y luego, finalmente, el Libro de Isaías.
El Libro de Daniel fue traducido alrededor del año 150 aC. Los
Libros de los Macabeos, Sabiduría y Eclesiástico, fueron
incorporados en el curso de los Siglos II y I aC.
Es importante destacar, que los escritos y textos hebreos y arameos
que sirvieron de base para la formación de la Septuaginta, carecían
de gramemas, es decir, el texto no estaba dotado de valores
fonéticos vocálicos, no tenía signos de puntuación y acentuación,
tampoco conectores lógicos, todas estas cosas fueron provista por
los traductores quienes impregnaron algunos de estos valores en la
traducción.