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http://es.catholic.net/sectasapologeticayconversos/243/674/articulo.php?id=21572
Con todo, no es Miller el personaje central del sabatismo (sinónimo para esta secta) sino Ellen Gould
White (1827-1915). La Sra. Gould White (1827-1915) fundó la secta en Michigan el año de 1863.
White dice haber tenido muchas visiones, que publicó en 40 obras que para la secta tienen el mismo
rango que la Biblia, y por lo tanto se la considera infalible (el libro más notorio es "El conflicto de los
siglos).
Ellen Gould White es quien recogió ciertas afirmaciones de Lutero (quien a su vez es tributario de los
seguidores de Joaquín de Fiore) contra el Vicario de Cristo, el Papa [Lutero había dicho que la ramera
era la Iglesia de Roma de Ap 17,4; Carlos V la bestia del mar de Ap 13,1 y el Papa la bestia de la tierra
(Ap 13,13) o el anticristo (Ap 13,18; 19,20). Resulta curioso que Lutero tomara el Apocalipsis para
realizar estas aplicaciones, dado que él la consideraba una obra de dudosa apostolicidad e incluso llegó
a decir que las visiones le resultaban incomprensibles...].
DOCTRINA
Para los Adventistas la observancia del domingo es de origen pagano, o mejor la atribuyen a
Constantino. Constantino es del S. IV y los testimonios más antiguos sobre la celebración del domingo
son del S. I. Esta falsedad justificaría la obstinación adventista de que el sábado pertenece a la Ley de
Dios.
Otro tema en que los adventistas basan sus creencias es el inminente regreso del Señor, fecha que han
tratado de delimitar varias veces y que ha terminado por ser resonantes fracasos. Niegan la
inmortalidad del alma, la eternidad del infierno: el día de la resurrección de la carne el diablo será
soltado, resucitarán los malos. Jesús destruirá con fuego al diablo y a sus secuaces. A este respecto, se
observa en los adventistas una confusión entre "destruir" con "aniquilar".
Insisten en la obligatoriedad del lavatorio de los pies. Los malos serán destruidos tras el juicio final. El
hombre, dicen, no es cuerpo y alma, sino "alma viviente". El alma de los buenos es inmortal. Para ellos
buenos -es decir, los hombres redimidos por Cristo- son los que obedecen ciertas prescripciones judías,
como la observancia del sábado (que comienza a la usanza judía, hacia las 18.00 del viernes), los
mandamientos de la ley y las bienaventuranzas.
Los Adventistas propugnan la abstención de bebidas alcohólicas, de café, té, del tabaco y de la
consumición de carne de cerdo, de una dieta que denominan levítica... Sin embargo, rechazan la
doctrina bíblica de la expiación que se remonta también al Antiguo Testamento y que halla en el
sacrificio redentor de Cristo su culmen y plenitud como sacrificio en la cruz; para ellos no es la cruz ni
la resurrección el coronamiento de la obra de Cristo sino lo que H. Edson vio el año 1844, y que es la
fecha en que ha iniciado el juicio final.
ORGANIZACIÓN
Tienen una organización capilar, que parte de la así llamada "conferencia general" de la que dependen
las locales. Aunque los fieles eligen a los que han de ser sus ministros, éstos se han de someter a la
"conferencia general". Los ministros presiden las asambleas particulares y se arrogan el título de
"iglesias". A ellas pertenecen el pastor, los ancianos, el tesorero y el maestro de la escuela adventista.
En sus asambleas se limitan al sermón y canto de los salmos. Son muy asiduos en exigir diezmos a sus
adeptos.
En lengua castellana los Adventistas publican mensualmente una revista, que lleva por título "Enfoque
de los tiempos".
Lo que a mí me preocupa es que los comentarios que me llegan de los adventistas suelen ser
relacionados con el sábado, como si Cristo no hubiera resucitado el domingo.
Incluso he tenido en mis manos acusaciones de que el sábado en nuestra lengua deriva no del sábado
judío (shabat) sino del día del dios pagano Saturno. Es un error no sólo de etimología sino del cambio
del inglés al castellano: en inglés el término es S-a-t-u-r-d-a-y y en esa lengua sí deriva del día de
Saturno, pero no en español, ni en italiano.
- Padre:
“ Los adventistas nos recalcan la observancia del sábado como de enseñanza bíblica, específicamente
en el mandamiento 3ro conforme a Éxodo 20,8 "Acuérdate del día sábado para santificarlo".
Examinemos esto con cuidado, los adventistas dicen que ese mandamiento en especifico dice;
observarás el sábado, y establecen como pauta que al principio Dios creo los cielos y la tierra en seis
días y en el séptimo descansó. Es importante recalcar que al principio de la creación los días no
habían sido establecidos sino hasta el “cuarto día”. Hay que tener en cuenta que la creación no ha
terminado, todos los días nace vida en el universo, en la Tierra, el los mares, en los países. Sólo
miremos a nuestro alrededor y nos daremos cuenta. Con relación a esto Jesús es bien específico:
“...los judíos atacaban a Jesús porque no respetaba el descanso del sábado, Jesús les replicó mi Padre
sigue trabajando, Yo también trabajo” (S. Juan 5: 16-17).”
Efectivamente Albert, es éste un buen argumento. Además allí se ve claramente la identidad entre
Cristo y su Padre. Por otro lado, los judíos se preguntaban si el día del sábado Dios dejaba de
remunerar al justo y al injusto por sus obras. Y su conclusión era que dejaba de obrar en el mundo, pero
sí remuneraba a los hombres, incluso se permitían circuncidar el día del sábado.
- Pero:
Excelente argumento, Albert. Ahí está la clave no sólo de la respuesta a los argumentos adventistas,
sino del mismo ser de la Iglesia. Ellos creyéndose perseguidos, se tornan en perseguidores.
[6] El domingo
Los Adventistas rechazan el día del domingo en contra del testimonio más que claro del Nuevo
Testamento. Las razones son obvias: las visiones no bíblicas de Hiram Edson.
Sobre esto baste hacer algún inciso. La palabra "domingo" proviene de "Dominus" y es traducción
latina del griego kyrios (Señor), de la que deriva kyriaké hemera: día del Señor, día en que Cristo
resucitó. El texto principal sobre la festividad del domingo es Apocalipsis 1,10 ("Estaba yo en el
Espíritu en el día del Señor -kyriaké hemera; en latín: "in dominica die"-, y oí detrás de mí una gran
voz, como sonido de trompeta"); pero no sólo véase qué dice san Pablo en 1Cor 16,2: "Que el primer
día de la semana, cada uno de vosotros aparte y guarde según haya prosperado, para que cuando yo
vaya no se recojan entonces ofrendas". El día del Señor es el primer día de la semana, dado que para
los judíos el último era el sábado; cf Jn 20,1.19; Lc 24,1; Mt 28,1; Mc 16,9; Hechos 20,7 ("Y el primer
día de la semana, cuando estábamos reunidos para partir el pan, Pablo les hablaba, pensando partir al
día siguiente, y prolongó su discurso hasta la medianoche"); 1Cor 16,2.
Hay varios escritos antiguos, incluso profanos, que atestiguan que los cristianos se reunían los
domingos para celebrar la Eucaristía: la carta de Plinio el Joven a Trajano (del año 112); un escrito
encontrado hacia 1873 en Constantinopla, que contiene la enseñanza de los 12 apóstoles, las prácticas
de la iglesia de los orígenes relativas al Bautismo y a la Eucaristía más otros preceptos. Este escrito se
llama la "Didaché" y se remonta aproximadamente al S. I dC. Acaso se compusiera en Siria. Otros
testimonios antiguos son la epístola del Pseudobernabé, las cartas de Ignacio de Antioquía (del año
110) a los cristianos de Esmirna y a los de Éfeso, y san Justino en su diálogo con Trifón (del 165 d.C).
El enlace entre la fecha del Apocalipsis (fines del S. I, fecha aproximada de la muerte de Juan), la
Didaché, san Ignacio y san Justino muestra una línea ininterrumpida de continuidad entre la Iglesia de
los orígenes y el período final de composición de los libros del Nuevo Testamento.
En el concilio de Elvira del 303 d.C., diez años antes del edicto de tolerancia de Constantino y
dieciocho antes del concilio de Nicea, se estipula que que si no se acude a la Iglesia tres domingos
seguidos, recibirá una excomunión de un breve período de tiempo... Lo que hizo Constantino fue
declarar de manera oficial que el domingo era día de descanso.