Existen diferentes conceptos esenciales sobre cuál sería el nivel de gobierno
más idóneo para unan adecuada aplicación de descentralización. Los regionalistas tienen conceptos firmes de que los departamentos son espacialmente y económicamente muy pequeños para poder desarrollarse. Los departamentalitas se refieren a una identidad que tras un siglo y medio de existencia de los departamentos, ya se ha afianzado, ello sería el principal obstáculo en contra de la creación de regiones.
Los municipalistas se diferencian de los dos primeros grupos sosteniendo que
un nivel intermedio de gobierno tiene que tener solamente competencias y recursos limitados, y su misión vendría a ser básicamente normativa y de coordinación. Las competencias en cuanto a salud, educación, infraestructura, etc., tienen un óptimo desempeño en la administración local.
En ese entender se dice que el Perú es un país centralista y concentrado. La
concentración es la aglomeración de todas las actividades económicas, del capital y de los funcionarios en determinados espacios geográficos, lo que conlleva a la concentración del poder económico en algún lugar y/o espacio. La centralización es en cambio un fenómeno institucional y político, el cual consiste en la acumulación de capacidades de decisión y acciones políticas e institucional en los niveles altos de gobierno o en su efecto de la empresa, es decir centralismo del poder político.
Bajo esta premisa la concentración económica y administrativa en el Perú se
desencadena y concentra gran parte en Lima Metropolitana, que produce casi el 50% del PBI, y unas cuantas ciudades del interior del País, en cambio la centralización estatal se centra en el gobierno ubicado en Lima, el cual administra el 70% del presupuesto nacional y determina las predominantes decisiones económicas, políticas e institucionales.
En base a ello analizaremos el marco evolutivo de los procesos de
descentralización que el Perú y en consecuencia Cusco experimentó, a través del tiempo. En 1987, en el marco de la Constitución del 79 y regido por el primer gobierno de Alan García, se aprueba la primera ley de bases de Regionalización. Como se sabe, la improvisación, la hiperinflación y los conflictos entre departamentos hicieron viable el proceso de regionalización. y En 1992, el Gobierno de Fujimori sustituye la institucionalidad regional por los llamados Consejos Transitorios de Administración Regional CTAR, pero ello bajo un esquema muy centralista.
Bajo el gobierno del nuevo presidente para entonces Alejandro Toledo se da la
Reforma Constitucional, se da la Reforma Constitucional del 2002 y se modifica el Capítulo de la Constitución Peruana respecto a la Descentralización. La Ley 27680, plantea un proceso llevado por etapas que permitió una adecuada asignación de competencias y garanticen una transferencia adecuada de lo que son los recursos del gobierno central a los gobiernos regionales y locales.
La misma ley en mención determina como misión esencial de los gobiernos
regionales el promover e incentivar el desarrollo y la economía regional, asimismo fomentar minuciosamente el desarrollo y la economía regional, y trabajar en las inversiones, actividades y servicios públicos de su competencia y responsabilidad, en cumplimiento con las políticas y planes nacionales y locales de desarrollo.
El franquismo en la economía de Gipuzkoa. RENTA PER CAPITA Y MODELO DE DESARROLLO (Es) The Franco regime in the economy of Gipuzkoa. PER CAPITA INCOME AND DEVELOPMENT MODEL (Es) Frankismoa Gipuzkoako ekonomian. PER CAPITA ERRENTA ETA GARAPEN EREDUA (Es)