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SEMINARIO MAYOR DIOCESANO DE LA INMACULADA

CONCEPCIÓN

3° Etapa Configuradora

Libro III: Código de Derecho Canónico

Ensayo

Guadalupe Andrade Hernández

29 de septiembre de 2021 San Juan de los Lagos, Jal.


2

El sínodo de la Amazonía y Magisterio


Después del Sínodo que se realizó en Roma del 06 al 27 de octubre de 2019, sobre la región
de la Amazonía, apareció un documento final titulado: Amazonía: nuevos caminos para la
Iglesia y para una ecología integral, publicado el 29 de octubre del 2019, y tiempo después
la Exhortación Apostólica: Querida Amazonía, publicada el 02 de febrero del 2020. A
partir de la publicación de ésta última surgieron varias críticas en torno a su contenido,
principalmente de los partidarios de la extrema izquierda que esperaban la aceptación de
ordenación de viri probati, por parte del Papa Francisco, para esta región y la posibilidad de
ordenar mujeres, justificando que es más importante que los habitantes de esta región
tuvieran acceso a la Eucaristía diaria, que la disciplina del celibato sacerdotal. Por la parte
de los conservadores también surgieron reacciones que defendían a capa y espada el
celibato sacerdotal argumentando que el celibato y el sacerdocio están ontológicamente
unidos. Pareciera en principio que estas reacciones no atentan contra el magisterio y sólo
son opiniones sin importancia, sin embargo comienzan a crear divisiones y partidismos o
hacia la extrema derecha ultraconservadora o hacia la extrema izquierda ultraliberal,
olvidando que lo más importante es salvaguardar la doctrina propuesta por el Magisterio,
que custodia y sirve a la revelación, invitando a la comunión, y no a una comunión a ciegas
sino con plena confianza lúcida a lo que se propone, en este caso, en Querida Amazonia
que es Magisterio de la Iglesia.
Las reacciones que podemos concretar son las del teólogo Leonardo Boff en un artículo que
lleva como título: ¿para quiénes es, o no es querida la “Querida Amazonía”? 1, y del
Cardenal Robert Sarah. Por su parte Boff afirma que el cuarto sueño, que es el eclesial, del
que habla Querida Amazonía no fue escrito por el Papa Francisco ya que se nota un cambio
“de mano” en su redacción, y en sus ideas, y cuando se refiere al escritor de este sueño, lo
llama como el “autor”, dando a entender con ello que no es el Papa Francisco quien lo
escribe. Este teólogo reacciona diciendo que no podemos colocar la cuestión del celibato
sacerdotal por encima de la celebración Eucarística. En sus argumentaciones cita la
eclesiología del Vaticano II, afirmando que lo expresado en Querida Amazonía va contra
esta eclesiología de la ministerialidad, también utiliza argumentos patrísticos y pastorales.
Sarah por su parte reacciona defendiendo el celibato a capa y espada, creando un vínculo
ontológico entre el celibato y el verdadero sacerdocio, criticando incluso el celibato que se
practica en las Iglesias orientales, y afirmando que si en todas las comunidades se hubieran
ordenado a hombres casados se habría extinguido el hambre eucarística de los fieles, y que
el celibato sacerdotal es un potente motor de evangelización2, por otra parte también afirma
que el sensus fidei hace que los creyentes perciban en los sacerdotes que no son célibes una
falta de plenitud en ellos3. Tanto en una postura como en otra se ve de fondo una crítica al
1
Leonardo Boff, ¿Para quiénes es, o no es querida la “Querida Amazonía”?¸en Análisis a fondo diario,
02 de marzo de 2020, disponible online en: https://www.analisisafondo.com/opinion/item/38487-
%C2%BFpara-qui%C3%A9nes-es,-o-no-es-querida-la-%C2%ABquerida-amazon%C3%ADa%C2%BB
2
Robert SARAH, Amar hasta el fin. Una mirada eclesiológica y pastoral sobre el celibato sacerdotal, en
Robert SARAH-Joseph RATZINGER, Desde lo más hondo de nuestros corazones, Ediciones Palabra, Madrid,
20202, p. 89
3
Ibid. Pgs. 94-95
3

Magisterio; por el lado de la izquierda más abierta y hasta escandalosa, y por el lado de la
derecha un poco más sutil.
Ante estas reacciones debemos defender que Querida Amazonia es auténtico magisterio de
la Iglesia, ya que es un documento que brota de un ejercicio sinodal, y que busca el bien
tanto de la población que se encuentra en esta región de América Latina, como de la Iglesia
universal. Es por ello que en lo que respecta a cuestiones tan importantes para el bien del
Pueblo de Dios, como lo es el celibato y la ordenación de mujeres (cuestión ya definida),
procede de manera cuidadosa, respetando lo que la revelación nos ofrece en estos aspectos,
y buscando una interpretación justa, de la realidad del celibato sacerdotal, en especial, y
dándole el lugar que le corresponde, en su jerarquía de las verdades para nuestra salvación.
También es Magisterio porque es expedido por el Papa Francisco, y está dirigido al Pueblo
de Dios y a todas las personas de buena voluntad, el principal mensaje de esta Exhortación
Apostólica es expresar las resonancias que ha provocado en el Papa este documento,
resultado de un camino de diálogo y discernimiento, junto con ello busca exponer las
conclusiones del sínodo, y despertar en todo el mundo el afecto y preocupación por esta
tierra que es de todos, para que con ello podamos admirarla y reconocerla como un misterio
sagrado. (QA. 5)
También podemos considerar Magisterio de la Iglesia esta Exhortación Apostólica, ya que
es emitido por la autoridad suprema: el Papa Francisco, que dirige a todo el Pueblo de Dios
y a las personas de buena voluntad, por lo cual exige de los fieles un obsequio religioso, y
que evite todo tipo de doctrinas contrarias a lo expuesto y propuesto en este documento.
Éste pertenece al Magisterio ordinario del santo Padre, que aunque no proclame
solemnemente y de manera definitiva no tiene porque cuestionarse sobre su reformulación,
o dudar de su autenticidad, como lo han hecho los personajes antes mencionados.
Como conclusión nos ayuda recordar lo que nos dice la Constitución sobre la Iglesia
Lumen Gentium en su número 25 en donde insiste que los fieles deben aceptar y adherirse
con sumisión de espíritu de manera especial al Magisterio auténtico del Romano Pontífice,
aun cuando no hable ex cathedra; de manera que se reconozcan con reverencia su
Magisterio supremo y con sinceridad se adhieran al parecer expresado por él según el deseo
que haya manifestado él mismo, como puede descubrirse ya sea por la índole del
documento, ya sea por la insistencia con que repite una misma doctrina o ya sea por las
fórmulas empleadas.

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