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Resumen de El General en su Laberinto

La novela El General en su Laberinto tiene una narración en en tercera persona. Comienza el 8


de mayo de 1830 en Santa Fe de Bogotá. El General está llevando a término los preparativos
para su delirio en torno a el puerto de Cartagena de Indias, con la intención de salir de
Colombia en torno a Europa.

Posteriormente de su renuncia como presidente de la Colosal Colombia, la multitud de las


tierras que liberó se volvió contra él, garabateando graffitis contra Bolívar y arrojándole
basura.

El Normal está ansioso por seguir delante, pero debe recordarle al Vicepresidente electo, el
Normal Domingo Caycedo, que aún no ha recibido un pasaporte válido para huír del país. El
universal sale de Bogotá con los pocos mandatarios que aún le son leales, añadido su
confidente y audiencia de campo, José Palacios.

En la primera confusión del delirio, el Normal se queda en Facatativá con su séquito, que
radica en José Palacios, cinco ayudantes de campo, sus empleados y sus perros. Aquí, como en
todo el delirio que sigue, la pérdida de prestigio del Normal es evidente; la recesión en su
fortuna pasión la atención de hecho al propio Normal.

El padecimiento del Normal, del cual no dicen su nombre lo convirtió en un hombre en un


estado de ofensa físico, lo que lo hace que no sea agradecido, y su ayudante siempre lo
confunde con el mismo libertador.

Posteriormente de muchas demoras, el universal y su partido llegan a Honda, donde el


administrador, Posada Gutiérrez, ha arreglado tres días de fiestas. En su última confusión en
Honda, el Normal regresa tarde al campamento y encuentra a una de sus viejas amigas,
Miranda Lyndsay, esperándolo.

El universal ten presente que hace quince primaveras, ella había popular de un complot contra
su crónica y lo había rescatado. A la mañana posterior, el universal comienza el delirio por el
río Bizcocho.
Tanto su debilidad físico como su orgullo son evidentes mientras avanza por la falda en torno a
el parada: necesita una arnés de manos pero se niega a usarla. El montón permanece una
confusión en Puerto Existente, donde el universal afirma que ve a una mujer cantando durante
la confusión. Sus ayudantes de campo y el vigilante hacen una búsqueda, pero no logran
comprender ningún signo de una mujer que haya estado cerca.

El universal y su comitiva llegan al puerto de Mompox. Aquí son detenidos por la policía, que
no reconocen al Normal. Piden su pasaporte, pero no puede ocasionar uno. Ocasionalmente,
la policía revela su identidad y lo acompaña al puerto.

La multitud todavía piensa que es el presidente de Colosal Colombia y prepara banquetes en


su honor; pero estas festividades se desperdician en él por medio de su errata de fuerza y
apetito. Posteriormente de varios días, el universal y su séquito partieron en torno a Turbaco.

El montón dura una confusión sin cerrar los fanales en Barranco Novedosa ayer de seguir a
Turbaco. Según lo premeditado debian seguir a Cartagena al día posterior, pero el Normal es
informado de que no hay un barco con destino a Europa desde el puerto y que su pasaporte
aún no llegó.

Durante su estancia en la ciudad, recibe una reconocimiento del Normal Mariano Montilla y
algunos otros amigos. El ofensa de su sanidad se hace cada vez más evidente: uno de sus
visitantes señala su cara como la de un hombre muerto.

En Turbaco, el Normal Daniel Farrencio O’Leary se integra al Normal y recibe informativo de


continuas maquinaciones políticas: Joaquín Mosquera, sustituto designado como Presidente
de la Colosal Colombia, ha asumido el poder pero su legalidad aún es impugnada por el Normal
Rafael Urdaneta. El universal ten presente que su «sueño comenzó a desmoronarse el mismo
día en que se realizó».

Por final llega su pasaporte, y dos días luego se van con su comitiva en torno a Cartagena y la
costa, donde se hacen más recepciones en su honor. A lo riguroso de este tiempo, él es
abordado por muchas mujeres, pero por medio de su patología por ahora no posee la
oportunidad de tener sexo con ellas.

El Normal se ve intensamente afectado cuando oye que su amigo y posible sustituto para ser
el presidente de la Colosal Colombia, el mariscal de campo Antonio José de Sucre, fué
emboscado y ejecutado.
Ahora mismo, uno de sus audiencia de campo dice al universal que el universal Rafael
Urdaneta se ha hecho cargo del gobierno en Bogotá, y hay reportes de manifestaciones y
disturbios en seguimiento de una revés al poder de parte de Bolívar.

El montón del Normal viaja a la ciudad de Soledad, donde se queda por más de un mes, y su
sanidad sigue disminuyendo. En Soledad, el universal facilita ver a un médico por primera
ocasión. Te sugerimos la ojeada de Pedro Páramo de Juan Rulfo.

El universal de ningún modo deja Sudamérica. Termina su delirio en Santa Marta, muy débil
para continuar y con solo su médico y sus ayudantes más cercanos a su flanco. Muere en la
pobreza, una sombra del hombre que liberó parte considerable del montón de naciones.

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