Traducido del inglés al español - www.onlinedoctranslator.

com

Rivera-Arriaga, E., EI. spejel-Carbajal, FJ Gutiérrez-

Mendieta, LE Vidal-Hernández, A. Espinoza-Tenorio,
JC Nava-Fuentes, M. García-Chavarría y A. Sosa-
López. 2020. Revisión global de ICZM en México. R
evista Costas vol esp., 1: 133-154. doi:
10.26359 / costas.e107

Revisión global de la GIZC en México

E. Rivera-Arriaga1, I. Espejel2, FJ Gutiérrez-Mendieta3,
LE Vidal-Hernández4, A. Espinoza-Tenorio5, JC Nava-Fuentes6,
M. García-Chavarría7 y A. Sosa-López1
correo electrónico: evrivera@uacam.mx

1 Instituto EPOMEX, Palabras clave: Manejo costero, zona costera mexicana,

Universidad Autónoma de Campeche, México. gobernanza costera.
2 Facultad Ciencias,
Universidad Autónoma de Baja California, México.

3 Laboratorio de Ecosistemas Costeros, DCBS,

Universidad Autónoma Metropolitana, Iztapalapa.
México. Abstracto
En México, la Gestión Integrada de Zonas Costeras (GIZC)
4 Facultad Ciencias, U. Multidisciplinaria
de Docencia e Investigación de Sisal, UNAM
es un instrumento poco común para la gestión costera. Sin
México. embargo, la GIZC se entendió como un esfuerzo de
planificación regional, similar en perspectiva a las
5 Departamento de Ciencias de la Sustentabilidad,
Colegio De la Frontera Sur, Campeche, México. ordenanzas ecológicas marinas y costeras realizadas para
todos los mares mexicanos, algunos municipios costeros y
6 Consultor Independiente
estados costeros, muchos de los cuales han sido
Instituto EPOMEX, Estudiante de Maestría,
publicados como leyes. El ejercicio de planificación
7

Universidad Autónoma de Campeche, México.

participativa se ha desarrollado plenamente en el país,
pero existe una alarmante falta de implementación. En
este artículo analizamos las políticas de arriba hacia abajo
Enviado: octubre de 2019 Revisado:
que gobiernan las áreas marinas (y costas). En la
noviembre de 2019 Aceptado:
actualidad, la Política Nacional para el Uso Sostenible de
diciembre de 2019 Editor asociado:
Costas y Mares, se utiliza como el principal transportador
Marinez Scherer
de acciones e intervenciones gubernamentales. Fue pro-

▶ 133 ◀
 Revista Costas, No. Esp. 1 de enero de 2020

planteado por la Comisión Interministerial para la Gestión Sostenible de Mares y Costas (CIMARES) que coordina las
acciones de las diversas dependencias y entidades relacionadas con la formulación e implementación de políticas
nacionales para la planificación, gestión y desarrollo sostenible de los mares y costas a nivel federal. Se trata de una
investigación documental que analizó las principales políticas utilizando la metodología del “Decálogo” que es un análisis
de los principales aspectos de la gestión pública. Los resultados muestran que la capacidad de coordinación institucional
es un desafío importante y los instrumentos de planificación aún se utilizan mal en los procesos de toma de decisiones.

1. Introducción

México no tiene una larga historia en el desarrollo de sus
costas y recursos marinos. Fue la industria del turismo de sol
de playa la que reveló el mapa mundial de paraísos costeros
como Acapulco, Cancún y Los Cabos. Los municipios gobiernan
el uso de la tierra y la pesca, la extracción de petróleo, la
navegación y las áreas marinas protegidas están controladas
por el gobierno federal. Por lo tanto, la mayoría de los
esfuerzos de Gestión Integrada de Zonas Costeras (GIZC) se
han realizado a nivel nacional y se han diseñado como
procesos de planificación regional y ordenanzas ecológicas
marinas (Espinoza-Tenorioet al., 2014).
La corta historia del desarrollo costero trajo una
población total de 14.572.188 habitantes dentro de una
franja costera de 100 km en el censo de 2010, que es
aproximadamente el 14.9% de la población nacional total
(Álvarez-Torres et al., 2015). En particular, la zona costera
muestra la tasa de crecimiento poblacional más alta con
2.8% anual, y se espera una mayor migración costera en el
futuro (Azuz y Rivera-Arriaga, 2007, 2009). Cabe mencionar
los puntos críticos donde se han estimado tasas de
crecimiento del 16% a medida que se desarrollan nuevas
ciudades turísticas (Seingieret al., 2009; 2011).
El área marina de México es más grande que su área
terrestre y comprende aproximadamente 11,600 km de
costa (Figura 1); el mar territorial abarca casi 291.585
km2 y la Zona Económica Exclusiva (ZEE) se extiende a
3,149,920 km2 (Arriaga Cabrera et al., 1998; Burkeet al.,
2001; Casco, 2004, Contreras
y Castañeda, 2004; De la Lanza, 2004). La República
Mexicana está conformada por 32 estados, 17 de los
cuales tienen acceso al mar y representan el 56% del
territorio nacional. Dentro de estos 17 estados, 156
municipios tienen costas frente al mar y representan
aproximadamente el 21% del área continental del país
(Alvarez-Torreset al., 2015). Escofet (2004, 2009) y
Espejel y Bermudez (2009) han producido útiles mapas
de regionalización de ordenanzas marinas y costeras,
comenzando con los cinco mares que el país reconoce:
Golfo de México y Mar Caribe en el Océano Atlántico; la
región actual de California; el Golfo de California; y la
Zona Costera del Pacífico Central de América (Rivera-
Arriaga y Villalobos (2001) (Figura 1).
Como en todos los países costeros, México está
expuesto a las amenazas que significa el Cambio
Climático (Seinger et al.,2010; Sosa 2010, Pozada y
Vega, 2010; González Turrubiates, 2010; Espejelet al.,
2010; Andrade, 2019; Arreolaet al., 2019; Escamilla-
Riveraet al.,2019; Azuz, 2019; Frutoset al., 2019; Seingier
et al.,2019; Vegas Castillejaet al., 2019; Fernández y
Canul, 2019).
El objetivo de este trabajo es comparar y evaluar las
principales políticas federales vigentes utilizando la
metodología denominada “Decálogo” (Barragán, 2011), que
es un análisis documental cualitativo de los 10 principales
aspectos de la administración pública.

▶ 134 ◀
E. Rivera-Arriaga et al.
Figura 1. A la izquierda las regiones marinas costeras de México según Espejel y Bermúdez (2009) y a la derecha los cinco mares mexicanos que se
utilizan oficialmente para las ordenanzas ecológicas marinas (fuente Rivera-Arriaga y Villalobos, 2001).
2. Métodos
Este trabajo realizó un análisis cualitativo de arriba
hacia abajo utilizando como marco la metodología
cualitativa denominada “Decálogo”. La metodología del
Decálogo (Barragán, 2011, 2012) fue propuesta por la
red IBERMAR que permite comparar y evaluar la
situación de las zonas costeras a través de un Decálogo
de elementos estructurales de los subsistemas
administrativo y legal: 1) política; 2) marco legal, 3)
instituciones; 4) estrategias; 5) instrumentos; 6)
formación de gerentes; 7) conocimiento e investigación;
8) recursos económicos; 9) educación para la
sostenibilidad; y 10) participación pública.
Adicionalmente, los diez aspectos de la metodología
del “Decálogo” se complementaron con el análisis de 1)
la capacidad institucional, 2) la participación de los
grupos de interés, 3) la sostenibilidad financiera, 4) la
idoneidad política, y 4) los avances de gobernabilidad
que ha logrado México. persiguiendo el ICZM.
Para ello analizamos la literatura relevante de estudios
ambientales, económicos y sociales publicados por instituciones
gubernamentales del Estado, organizaciones no gubernamentales e
instituciones de investigación. Para el análisis
pudimos comparar los hechos de los trabajos con la
realidad que recolectamos a través de cuestionarios
aplicados en García (2019), a todas las instituciones de
CIMARES que contenían tres conjuntos de preguntas
que se relacionaban con eficiencia, efectividad y
eficacia. A través de sus respuestas pudimos establecer
relaciones entre la literatura y las respuestas
institucionales. García (2019) aplicando la metodología
CONEVAL (2013), también diseñó indicadores de
desempeño para conocer la percepción y opinión
institucional calificada a través de una escala Likert, en
cuanto a su capacidad, logros y avances sobre los
compromisos para los océanos y costas mexicanas.
Para conocer el desempeño institucional dentro de
las CIMARES, García (2019) realizó un análisis de
Fortalezas, Debilidades, Oportunidades, Amenazas
(FODA) para cada componente institucional. Este
análisis permitió conocer y evaluar las condiciones
operativas de las instituciones que conformaron
CIMARES. García (2019) implementó la metodología
desarrollada por Ramírez (2009) que desarrolló los
pasos para identificar los criterios para analizar
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 Revista Costas, No. Esp. 1 de enero de 2020

sí, así como las variables internas y externas del
DAFO; y también implementó la metodología de
Serbolov (2001) quien desarrolló un análisis
numérico para FODA, que resulta en un mapa de
diagnóstico de la situación institucional.
Se desarrollaron dos matrices para valores internos y
externos de DAFO. Para ambas matrices se analizó cada
componente FODA y cada uno obtuvo un factor de
ponderación (0% no importante; 100% muy importante)
que se suma verticalmente para obtener el 100%. Cada
factor clave obtuvo un valor Likert (1 = no es importante,
2 = algo de importancia, 3 = muy importante) para
evaluar la respuesta de cada institución frente a cada
factor. Para obtener la puntuación ponderada, cada
porcentaje dado se multiplicó por el valor Likert; y
finalmente, se agregaron a cada institución todas las
puntuaciones ponderadas para cada nivel de
desempeño (eficiencia, efectividad y eficacia).
Para obtener el mapa de desempeño estratégico, se
utilizaron los resultados finales de las matrices para ubicar
en el eje X, Y las fortalezas y debilidades (Y, endógenas); y
oportunidades y amenazas (X, exógenas) (Figura 2).

Debilidad Fuerza Amenaza Oportunidad

Eficacia 660,34 802,7 789,96 739,38

Eficiencia 689.12 704,89 775,54 745,6
Eficacia 725,17 817,14 795,4 823,87

660,34 823,87

Figura 2. Desempeño institucional de CIMARES a través de los indicadores de eficiencia, efectividad y eficacia (García-
Chavarría, 2019).

▶ 136 ◀
E. Rivera-Arriaga et al.
3. Resultados y discusión
Marco legal de la GIZC en México
Actualmente, las leyes primarias que gobiernan las zonas
costeras de México incluyen: la Ley Federal de Océanos de
1986, que se refiere a las fronteras nacionales de México y la
Zona Económica Exclusiva (ZEE) de acuerdo con el derecho
internacional; la Ley Nacional consagrada en la Constitución
Mexicana de 1917, que regula los derechos de uso de la tierra
en todo el país; las Ordenanzas Marinas, las Ordenanzas
Ecológicas y los Programas de Desarrollo Urbano de las
ciudades costeras se convierten en leyes de uso de la tierra, y la
Zona Costera Federal de 156 municipios, que gobierna todas
las zonas terrestres costeras federales (Paisleyet al.,2003). La
Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales
(SEMARNAT) es la oficina federal mayoritariamente
responsable de la administración y gestión de las zonas
costeras. En 2000, su Presidencia lideró la iniciativa Agenda del
Mar, que “tenía como objetivo generar un foro de discusión de
todas las perspectivas y actividades que se promueven entre la
administración pública federal y otros sectores con interés en
las actividades oceánicas y costeras” (Álvarez-Torreset al.,
2015).
El marco legal considera solo el nivel federal, dejando a
los gobiernos estatales y municipales con mínimas
posibilidades de participación administrativa y en la toma
de decisiones para las zonas costeras y marinas. Los
esfuerzos federales para gobernar la zona costero-marina
son deficientes frente a la variabilidad de los contextos y
dinámicas locales de la zona costera. Las decisiones
tomadas por el gobierno central carecen de cumplimiento
y propósito. Los diálogos con Agenda del Mar nunca se
concretaron y dejaron la zona costera hasta el día de hoy
con una visión limitada para un programa de otorgamiento
de permisos a través de la Dirección General de la Zona
Marina Federal.
Política Nacional de Mares y Costas
(PNDSOC)
La Gestión Integrada de Zonas Costeras en México
avanzó significativamente en 2006 con la publicación de
PNDSOC (Política Nacional Ambiental para el Desarrollo
Sustentable de Océanos y Costas: Estrategias para su
Conservación y Uso Sustentable), una política integral
para el sector ambiental con respecto a los océanos. y
costas la cual fue revisada y reformada y finalmente
institucionalizada en 2018. La política asegura que cada
agencia federal tiene la responsabilidad de comunicarse
y colaborar entre sí y a través de los diferentes niveles
nacionales (Federal, Estatal y Municipal) para cumplir
con sus funciones, ya que La falta de coordinación entre
las agencias federales ha plagado iniciativas en el
pasado (Álvarez-Torres et al., 2015). Además, el PNDSOC
fue diseñado para desarrollar estrategias de manejo
integrado para las zonas costeras de México, fortalecer
la coordinación entre los gobiernos federales, estatales
y locales y las instituciones privadas, y mejorar el
bienestar económico, social y ecológico de las regiones
costeras.
El PNDSOC tiene tres objetivos generales que buscan
el mejoramiento de las condiciones de vida de los
habitantes costeros a través del desarrollo sostenible;
fortalecer las economías locales y mejorar las
regionales; incentivar las actividades económicas y
productivas sujetas a ambientes costero-marinos; y
velar por que la estructura y funciones de los
ecosistemas costero-marinos no sufran alteraciones
irreversibles. Sus directrices reconocen la importancia
social y resaltan la relevancia de los servicios costeros
para las poblaciones costeras; la protección y
preservación de los ambientes costeros, insta a la
creación de un Inventario Costero Nacional y
Programas de Uso Ecológico del Suelo: marino, regional
y local con alcance GIZC.
▶ 137 ◀

Además de la política específica del PNDSOC, se
aprobaron otras políticas más amplias o sectoriales. En
2004 se aprobó la “Política Nacional Hídrica” con un
manejo integrado de recursos hídricos y cuencas
hidrográficas. En 2010 se publicó la “Política Nacional de
Humedales”, redactada por el “Comité Nacional de
Humedales”, donde sus metas y alcance para el uso
sostenible y protección de los humedales se basaron en
el Plan Estratégico de la Convención RAMSAR 2009 -
2015 (SEMARNAT, 2010). El principal aporte a la política
ambiental nacional es la inclusión de todos los
ambientes costeros, incluidos aquellos que han sido
modificados o alterados (Nava-Fuenteset al., 2017).
El PNDSOC requiere una implementación institucional
considerando los gobiernos locales.
Desafortunadamente, existe una capacidad limitada
dentro del gobierno actual para coordinar esfuerzos
que incluyen los tres niveles de gobierno y partes
interesadas costeras. Se supone que la política costera y
marina debe ser implementada por una serie de
instituciones gubernamentales, pero actualmente está
a cargo de la Comisión para el Manejo Sostenible de
Mares y Costas (CIMARES), que es un acuerdo de
coordinación entre varios ministerios del gobierno
federal sin dientes. ni poder real sobre las costas y
zonas marinas.
Capacidad institucional: Comisión para la
Gestión Sostenible de los Mares y Costas
CIMARES
La Comisión Interministerial para la Gestión Sostenible
de los Mares y Costas (CIMARES) inició sus funciones el
13 de junio de 2008. Es un órgano permanente cuya
finalidad es coordinar las acciones de las dependencias
y entidades de la Federación. Administración Pública,
relacionada con la formulación e implementación de
políticas nacionales para la planificación, gestión y
desarrollo sostenible de los mares y costas del territorio
nacional. CIMARES está integrado por las Secretarías de
Marina
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Revista Costas, No. Esp. 1 de enero de 2020
(quien lo preside); Gobernación Relaciones externas;
Medio Ambiente y Recursos Naturales; Energía;
Economía; Agricultura y desarrollo rural;
Comunicaciones y transporte; Desarrollo Agrario,
Territorial y Urbano; y Turismo. CIMARES coordina y
promueve acciones que promueven las oportunidades
económicas y la competitividad y enfrentan los efectos
del cambio climático protegiendo los bienes y servicios
de la nación (https: //digaohm.semar. Gob.mx/
CIMARES.html). Publica la Política de Mares y Costas
hasta el 30/11/2018.
A nivel nacional, CIMARES tiene derecho a coordinar los
esfuerzos de gestión en las zonas costeras y marinas. El
ministerio a cargo de CIMARES es el Ministerio de Marina
que actúa junto con otros catorce ministerios para abordar
los principales temas costeros y marinos a través de tres
objetivos generales y cuatro grupos de trabajo. Los
objetivos generales son los siguientes: 1) Mejorar las
condiciones de vida de las poblaciones costeras mediante
el uso sostenible de los recursos naturales; planificación
territorial integrada y reducción de la vulnerabilidad al
cambio climático; considerar una asignación de riqueza
más equitativa; 2) Fortalecer las economías locales, mejorar
la competitividad regional y promover incentivos para las
actividades económicas costeras y marinas; y 3) Prevenir
daños irreversibles en las estructuras y funciones de los
ecosistemas costeros y marinos, y promover su resiliencia
manteniendo, inducir o incrementar sus bienes y servicios.
Los cuatro grupos de trabajo que atienden estos objetivos
son los siguientes: 1) Procesos ecológicos de planificación
territorial;
2) Economía y competitividad; 3) Agenda Internacional;
4) Salud de los océanos.
Durante 2018 se realizó una evaluación institucional
de los CIMARES (García-Chavarría, 2019). La evaluación
de la capacidad institucional es un paso necesario para
el seguimiento y cumplimiento de las metas y
estrategias de CIMARES y se basó en indicadores de
efectividad, eficiencia y eficacia (ILPES / CEPAL, 2010).
“Efectividad de las políticas públicas
E. Rivera-Arriaga et al.
puede definirse como la medida en que las políticas están
logrando los beneficios que se supone deben lograr más
los beneficios colaterales no previstos. La eficiencia de las
políticas públicas se puede definir principalmente como la
medida en que sus beneficios y costos se distribuyen entre
los afectados de tal manera que ningún grupo o individuo
reciba menos de un nivel mínimo de beneficio o un nivel
máximo de costo ”(Nagel, 1986).
Para conocer la capacidad institucional de CI-
MARES se realizó un análisis transversal y
dentro del sector según un enfoque
metodológico de efectividad, eficiencia y
eficacia (García, 2019; CONEVAL, 2013).
Los resultados de la investigación sugirieron que existe
una ausencia de coordinación, evaluación y monitoreo de
los diversos instrumentos regulatorios y de planificación
establecidos para abordar los efectos del cambio climático
y los objetivos de desarrollo sostenible 13 y 14 (SDO 13 y
SDO14) en los océanos y costas de México. Los resultados
también permitieron detectar un apoyo financiero
inconsistente a programas dirigidos a océanos y costas
relacionados con el cambio climático y la sostenibilidad; así
como una mala coordinación entre los ministerios
involucrados con CIMARES en cuanto al incumplimiento de
los compromisos nacionales e internacionales de cambio
climático y sostenibilidad. Se determina que el análisis de
efectividad y eficiencia sugirió que las amenazas que
enfrentan las instituciones por no obtener el
financiamiento suficiente para implementar la agenda de
CIMARES son mayores que las oportunidades; y las
fortalezas debido a los objetivos de CIMARES son mayores
que las debilidades. Hay fortalezas y mayores
oportunidades; sin embargo, la diferencia entre el
porcentaje que obtuvimosvs. las debilidades y amenazas
fueron bajas. Cuando se realizó el análisis del grado de
desempeño de las instituciones, se observaron bajos
niveles de efectividad y eficiencia (Figura 2).
Participación de las partes interesadas: roles de
los actores nacionales y estatales
La GIZC se entendió en México a través de planes espaciales
denominados “Ordenanzas Territoriales”, aplicados a
municipios costeros, regiones marinas, estados, cuencas
hidrográficas, e incidieron en la problemática ambiental de las
ciudades costeras. El propósito básico de estas regulaciones
era mejorar el desarrollo local como Ramirez et al. (2015)
mencionó que fue “una herramienta de planificación y
desarrollo local, vista como pilar para la construcción de la
propuesta de participación de los actores del sector público,
privado y social, para que sus visiones combinen la perspectiva
del manejo sustentable de los recursos naturales en el mismo
esfuerzo para decidir los asuntos locales ”. Según Espinoza-
Tenorioet al. (2014; 386 p) “La Ordenación del Territorio Marino
(PEM) ha sido adoptada en México como un instrumento de
planificación ambiental que atiende los temas costero-marinos
y orienta las actividades que se desarrollan en esos reinos”.
Sin embargo, estas regulaciones se publicaron sin
instrumentos económicos complementarios y otras
herramientas para aplicar las pautas, por lo que la mayoría de
las ordenanzas aún ayudan a las autoridades a negar usos
conflictivos, pero son inútiles donde prevalecen actividades
ilegales o altamente económicas. Además, Espinoza-Tenorioet
al. (2014) mencionan que “su aplicación sigue siendo un desafío
para el gobierno, que ha solicitado a los científicos participar
activamente en el desarrollo de propuestas para promover la
implementación efectiva del MSP a través de los planes
operativos: Programas de Ordenación del Espacio Marino
(MSPP)”. El rol otorgado a la academia, ONG´sy consultoras
mantiene el instrumento legal como un experimento para
controlar el uso del suelo costero. Una de las muchas lecciones
aprendidas de la aplicación de instrumentos territoriales de
uso de la tierra en grandes áreas y sistemas muy complejos es
que las regulaciones participativas costeras deben ser
cogeneradas y promover la cogestión futura de objetivos más
pequeños, menos heterogéneos y específicos como Arroyo,et
al. (2019) proponen áreas protegidas alternativas.
▶ 139 ◀

La GIZC se puede implementar a diferentes niveles en
México. Considerando que la zona costera está bajo la
jurisdicción del gobierno federal, a nivel nacional la
GIZC está a cargo directamente del Ministerio del
Ambiente junto con la comisión interministerial de
océanos y costas CIMARES, a cargo de la Armada. A
nivel regional, CIMARES, como punto focal, puede
implementar estrategias de GIZC también en la región
del Golfo de México; la región del Caribe Mexicano; etc.
A nivel local, la GIZC puede implementarse para la zona
costera de cualquier municipio o incluso a menor
escala, en el frente de agua de cualquier ciudad. La
federación tiene un acuerdo firmado con cada
municipio costero que le otorga las responsabilidades
de GIZC. Y cada municipio costero tiene un
departamento ambiental o de desarrollo a cargo del
ICZM. Es importante aclarar que este departamento la
mayor parte del tiempo no habilita ninguna actividad o
plan de GIZC. Los beneficios compartidos delas tarifas
recaudadas en las Zonas Costeras Federales se utilizan
en cada municipio costero de forma discrecional.
Hay tres posibles estructuras para implementar la GIZC
en México. Considerando el liderazgo federal, existe una
implementación de arriba hacia abajo que requiere que
CIMARES trabaje concuatro diferentes temas (1. procesos
de ordenamiento territorial; 2. economía y competitividad;
3. internacional agenda; 4. salud de los océanos)a través de
grupos de trabajo conformados por personas de diferentes
ministerios participantes. Cada grupo se reúne y desarrolla
una agenda bajo el mismo objetivo comúns que habían
sido previamente identificados por CIMARES:
• Objetivo general 1. Contribuir a mejorar las
condiciones de vida de las comunidades costeras a
través del uso sostenible de los recursos naturales,
implementando la GIZC y reduciendo la vulnerabilidad
al cambio climático mientras se promueve un beneficio
compartido equitativo.
• Objetivo general 2. Fortalecer las economías
locales; mejorar la competitividad regional; estafa-
▶ 140 ◀
Revista Costas, No. Esp. 1 de enero de 2020
tributo a la economía nacional; y fomentar
actividades económicas y productivas responsables
a los ambientes costeros y marinos.
• Objetivo general 3. Asegurar que la estructura y
función de los ecosistemas costeros y marinos no
sufran daños irreversibles; mejorar su resiliencia y
mantener e incrementar sus bienes y servicios
ecológicos y su valor paisajístico. Esta implementación
de arriba hacia abajo ocurrió a nivel nacional o regional.
Otra estructura de implementación es dirigida de abajo
hacia arriba por el municipio, que organiza un grupo
asesor que abordaría el problema costero identificado. Este
grupo asesor puede integrar "Regidores ” y "Síndicos ” (
asesores y vigilantes de los intereses municipales);
diputados locales; departamentos municipales
relacionados con el tema; ministerios estatales y federales
relacionados con el tema; academia; sector privado; y
sociedad civil organizada. Y una tercera estructura de
implementación para la GIZC puede involucrar el liderazgo
de una sociedad civil organizada o la academia que ayude a
una comunidad costera en el proceso de GIZC de abajo
hacia arriba. En este caso se conforma un grupo asesor y se
identifican los temas costeros a través de un proceso
participativo junto con las autoridades gubernamentales.
En México no existe una división de autoridad sobre los
asuntos oceánicos entre otros niveles de gobierno, excepto
el federal. La Constitución Mexicana estableció esto, y por
lo tanto, océanos y zonas costeras.que corresponden a 20
metros de ancho por la Ley de Bienes Nacionales, son parte
de los bienes nacionales. Además, las acciones del
gobierno local deben ser consistentes con las políticas de
desarrollo nacional y el marco legal. Cualquier discrepancia
o problema se resolvería mediante acuerdos y agendas de
coordinación. A nivel local, la federación puede otorgar
permisos individuales para el uso de partes de la zona
costera durante un cierto período de tiempo. Estos
permisos también se pueden emitir a los gobiernos
estatales o municipales. Sin embargo, los problemas
costeros pueden ser producidos por la escasa capacidad de
los gobiernos municipales y estatales en
E. Rivera-Arriaga et al.
abordar sus responsabilidades. Por ejemplo, la mala
calidad de las aguas costeras puede deberse a la ausencia
de un tratamiento de agua municipal; así como la basura
que puede haber ocurrido por la falta y el manejo
adecuado de los desechos sólidos. A pesar de la división de
autoridad sobre los asuntos oceánicos entre los niveles de
gobierno nacional y subnacional, las autoridades federales
están dispuestas a ayudar a los gobiernos municipales y
estatales a través de ayuda financiera y técnica.
Los problemas oceánicos y costeros pueden surgir en los
vínculos federales-locales con la explotación de hidrocarburos y
la pesca en el Banco de Campeche en el Golfo de México. Las
actividades pesqueras están prohibidas en las instalaciones de
extracción de petróleo y gas, lo que reduce las posibilidades de
los pescadores para sus actividades en los municipios costeros.
Este tema impone algunos conflictos al municipio, pero
principalmente a la petrolera nacional PEMEX ya las
autoridades federales de energía y pesca. Después de la
Reforma Energética (2013-2014) surgieron nuevos desafíos
económicos y políticos debido a un nuevo marco institucional y
actores en el ámbito de la gobernanza, como las empresas
petroleras internacionales (p.ej, Exxon, ENI, CHEVRON). Estas
circunstancias sin precedentes han acentuado el equilibrio
históricamente frágil entre la pesca y la industria petrolera en
el Golfo de México (Rivera-Arriaga et al., 2019).ThEl Ministerio
de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) tiene la
responsabilidad principal de crear una política federal de
GIZC, aunque muchas otras agencias federales tienen
responsabilidades similares e incluso superpuestas con
respecto a la región costera como se ve en la Tabla 1. La
SEMARNAT dirigió el proyecto para preparar el PNDSOC , cuyo
objetivo era establecer un mecanismo de coordinación inter e
intrainstitucional para abordar de manera eficiente los
problemas actuales y emergentes de gestión y planificación en
el océano y las zonas costeras (Alvarez-Torres et al., 2015). En
última instancia, Agenda del Mar (la iniciativa federal que guía
al PNDSOC) “hizo la transición a un modelo descentralizado,
otorgando a los gobiernos estatales una rectoría parcial, pero
limitada
la zona costera ”en gran parte mediante la mejora de la
coordinación a nivel operativo (Álvarez-Torres et al.,
2015).
El gobierno federal de México no es el único responsable
de la política de gestión costera. La coordinación entre las
entidades gubernamentales federales, estatales y locales
ha avanzado mucho en las últimas décadas, ya que muchas
comunidades individuales toman la iniciativa de
administrar sus propias costas con la ayuda de recursos
federales. En 2015, Alvarez-Torreset al. describió la mala
comunicación ante el PND-SOC como resultado de “visiones
y competencias diferentes en la región costera y el país en
su conjunto”, alegando que la falta de coordinación
“aumentó cuando los diferentes sectores no lograron
consensuar las actividades productivas y la conservación
estrategias, poniendo en riesgo la sostenibilidad de los
esfuerzos realizados en cada región ”. Sin embargo,
algunos observadores todavía ven el marco de
coordinación como insuficiente y miope, y se necesitan más
acciones para crear estrategias de integración sólidas y de
largo plazo (Azuzet al., 2018).
Sostenibilidad financiera de la zona costera
Los ingresos generados por los niveles estatal y local
son por la concesión y pagos por el derecho de uso y
explotación de la ZOFEMAT (Zona Federal Marítima y
Terrestre). Si bien estos ingresos deben destinarse al
manejo, mantenimiento y preservación de esta zona;
en un período analizado por Nava-Fuenteset al. (
2017) no fue una designación específica y una clara
correlación en los usos de ingresos, dado que el
20,6% de ZOFEMAT está franquiciado (2292,74 km de
los 11,122 km).
Un excelente ejemplo de una solución financiera innovadora
es el Programa de Empleo Temporal (PET), un programa de red
de seguridad social de dinero por trabajo creado para ayudar
en la recuperación económica de desastres naturales y otros
programas de alivio de crisis, especialmente los que afectan a
la industria pesquera. Con el tiempo, el PET se ha convertido en
un importante mecanismo de apoyo para las
▶ 141 ◀
 Revista Costas, No. Esp. 1 de enero de 2020

Tabla 1. Actores en la estrategia integrada oceánica y costera en México. (Álvarez- Torreset al., 2015).
Institución

Ministerio de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación

(Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, SAGARPA)

Comisión Nacional de Pesca (Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca CONAPESCA)

Instituto Nacional de Pesca (Instituto Nacional de la Pesca, INP)
Secretaría de Turismo (Secretaría de Turismo, SECTUR)

Fondo Fiduciario Nacional para el Desarrollo Turístico (Fondo Nacional de Fomento al Turismo, FONATUR)

Secretaría de Marina (Secretaría de Marina, SEMAR)

Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) Secretaría de Economía

(Secretaría de Economía, SE)
Secretaría de Desarrollo Social (Secretaría de Desarrollo Social, SEDESOL)

Secretaría de Energía (Secretaría de Energía, SENER)

Federal
Corporación Estatal de Petróleo de México (Petróleos Mexicanos, PEMEX)

Comisión Federal de Electricidad (CFE)

Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales,
SEMARNAT)

Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP)

Comisión Nacional del Agua (Comisión Nacional del Agua, CONAGUA)

Comisión Nacional Forestal (Comisión Nacional Forestal, CONAFOR)
Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático,
INECC)

Congreso Nacional

Local Gobiernos estatales

Gobiernos municipales
Congreso local

Social Organizaciones no gubernamentales (ONG)

Comunidades costeras

Academia Universidades e instituciones de

Privado investigación Industria y comercio

regiones, destinando fondos a la restauración de sistemas
hidrológicos de manglares y humedales, protección de
mamíferos marinos y tortugas, y acciones de limpieza de
playas, ríos, cenotes y humedales (Alvarez-Torres et al.,
2015). Además, el programa se ha aplicado para mejorar la
resiliencia costera frente al cambio climático.
cambio, mientras que algunos estados y municipios han
podido construir y capacitar sus propios departamentos
ambientales y del Plan de Uso Terrestre-Marítimo. El
programa también ha mejorado los marcos legales y ha
llevado al desarrollo de redes de calidad del aire y procesos
de verificación de vehículos (Alvarez-Torreset al., 2015).

▶ 142 ◀
E. Rivera-Arriaga et al.
Educación para la sostenibilidad:
desarrollo de capacidades
y sensibilización.
La división de Integración Sectorial y Regional de la Dirección
General de Política Ambiental ha enfatizado los Planes de Uso
Tierra-Mar (LSUP) como un componente central de la gestión
sostenible con los objetivos de desarrollo verde y adaptación al
cambio climático (Alvarez-Torres et al., 2015). Los LSUP han
evolucionado para convertirse en una herramienta clave para
que los gobiernos locales aborden los problemas de riesgo y
vulnerabilidad (Alvarez-Torreset al., 2015). Como instrumento
vinculante, tener un LSUP publicado permite a las comunidades
costeras acceder a los recursos necesarios para prevenir y
aliviar los desastres costeros. Los LSUP a menudo involucran a
los tres niveles de gobierno, así como a la academia, las ONG,
los grupos sociales organizados, las partes interesadas y el
sector privado, con el fin de "proporcionar una evaluación
ambiental, social y económica general de las amenazas que
enfrenta cada zona marina" (Álvarez -Torreset al., 2015).
El Consejo Nacional de Educación Ambiental para
la Sustentabilidad es el ente responsable de hacer
recomendaciones a la SEMARNAT para la
formulación y evaluación de estrategias, políticas,
programas y proyectos de educación ambiental; así
como vinculación con otros órganos consultivos o
espacios de participación pública y colaboración con
el Centro de Educación y Formación para el
Desarrollo Sostenible (CECADESU).
En 2006 se aprobó la “Estrategia de Educación Ambiental
para la Sostenibilidad en México” con el objetivo de
potenciar la participación del gobierno en los aspectos
ambientales, con instituciones educativas en el marco de la
“Década de la Educación de las Naciones Unidas para el
Desarrollo Sostenible (2005-2014) ”Lo que resultó en un
incremento de la educación ambiental dentro de la
educación básica formal (SEP, 2013). Sin embargo, falta
continuidad en los niveles educativos superiores; así como
el desarrollo de estrategias para evitar brechas
generacionales. Asimismo, uni-
ciudades, municipios, acuarios y ONG han desarrollado
iniciativas para resaltar la importancia de la preservación
de los océanos; sin embargo, en la mayoría de los casos,
por falta de recursos, se encontraban aislados y sin
continuidad (Nava-Fuenteset al., 2017).
Se identificaron cuatro mecanismos de participación pública
dentro de la SEMARNAT, que tenían como objetivo involucrar a
la sociedad en la toma de decisiones para la protección del
medio ambiente y el manejo y uso sostenible de los recursos
naturales. Sin embargo, la participación pública se había
considerado como un mero trámite, que en algunos casos se
limitaba a los proyectos, programas y planes publicados en el
sitio web institucional. La falta de divulgación hace que las
indagaciones pasen desapercibidas para la sociedad que
prácticamente no está involucrada. Además, las poblaciones
costeras se caracterizan por tener bajos ingresos económicos y
poca accesibilidad tanto a las nuevas tecnologías como a
internet, por lo que este tipo de consulta pública no es
realmente eficiente ni adecuada.
Por otro lado, existía un número creciente de ONG y
grupos organizados interesados en preservar los
recursos costeros, los cuales han sido un componente
clave para la sensibilización y han servido como agentes
para frenar proyectos que fueron aprobados por el
gobierno federal pero con un alto nivel negativo.
impacto en el medio costero.
Además, existe una importante diversidad de
conocimientos gubernamentales entre los recursos
naturales costeros y marinos, derivados de más de cien
años de historia de control del uso extractivo de peces,
invertebrados, manglares, sedimentos y aguas costeras.
Sin embargo, como consecuencia de una visión tan
fragmentada de los componentes de los sistemas y de los
flujos por razones administrativas, esas capacidades se han
superado, por lo que aún es necesario crear capacidades
académicas y administrativas integrales para mejores
equipos de investigación y toma de decisiones. Los
miembros de estos equipos capacitados deberán
incorporar experiencia, información, teorías y
metodologías multidisciplinarias, podrán construir un con-
▶ 143 ◀

visión textualizada de la problemática costero-marina,
conceptualizará el cambio constante como el elemento
básico de las costas e incorporará conceptos de sistemas
complejos, manejo adaptativo y teoría del cambio como lo
menciona Arora et al. (2019); y como consecuencia
ofrecerán posibles explicaciones y soluciones más
integradas. Esta base para la gestión costera integrada solo
se puede implementar de manera eficiente cuando el
capital humano se forma explícitamente en este campo del
conocimiento.
En México existen 63 universidades públicas (7
federales, 34 estados y 22 estados con apoyo
solidario) y varios centros de investigación que
atienden al 52% de los estudiantes de pregrado y al
48% de los estudiantes de posgrado (ANUIES, 2018).
De los 17 estados ribereños del país, 11 cuentan con
al menos un programa de educación universitaria
relacionado con el conocimiento científico y técnico y
el manejo costero; Estos programas están mejor
representados en los estados del Pacífico mexicano (
p.ejBaja California, Baja California Sur, Jalisco,
Sinaloa, Colima, Chiapas y Oaxaca) que en los
estados atlánticos (Quintana Roo, Yucatán,
Campeche y Veracruz). A nivel de pregrado existen
diez programas educativos cuyo perfil de egreso o
líneas especiales de especialización incluyen el
estudio de áreas de conocimiento que pueden
sustentar propuestas de producción, conservación y
protección de los recursos costeros. Entre ellos, se
encuentran cinco programas de Biología Marina,
cuatro de zonas o manejo de recursos costeros, y
uno de ingeniería de sistemas, impartidos en las
siguientes universidades: Universidad de
Guadalajara (CUCSUR), Universidad Autónoma de
Yucatán (UADY); Universidad del Mar de Oaxaca
(UMAR); Universidad Veracruzana (UV), Universidad
Autónoma de Baja California Sur (UABCS),
Universidad de Chiapas (UNACH), Universidad
Autónoma de Sinaloa (UAS),
▶ 144 ◀
Revista Costas, No. Esp. 1 de enero de 2020
En los programas de posgrado, México cuenta con una
especialización en Gestión Ambiental de la Universidad
Autónoma de Baja California, seis maestrías y siete
doctorados en Ciencias, Ciencias Marino-Costeras o
Ecología Marina y una maestría multidisciplinaria específica
para el manejo de la zona costera. Nuevamente, estos
programas se imparten principalmente en los estados del
Pacífico (p.ej Baja California, Baja California Sur, Sinaloa,
Jalisco y Oaxaca) y solo dos en los estados atlánticos (p.ej
Quintana Roo y Campeche). En la mitad de estos
programas, se hace hincapié en el aprendizaje y el
desarrollo de capacidades de investigación en: Biología
marina. Geología Marina, Ecología y Sistemática Marina,
Oceanografía, Química Marina y Dinámica de Poblaciones;
y en actividades productivas como la pesca comercial, la
acuicultura y el turismo; mientras que la otra mitad incluye
investigaciones sobre aspectos de manejo de recursos
naturales, manejo costero e insular, manejo sustentable y
aplicación de sistemas de información geográfica, con el fin
de prevenir y proponer posibles soluciones a problemas
relacionados con la conservación y explotación de los
recursos costeros naturales.
Además, existen otros programas de posgrado en
ciencias generales impartidos por centros de
investigación y facultades en México que preparan a los
estudiantes para el estudio y manejo de los recursos
costeros a través de la investigación y participación en
consultorías técnico-científicas; por ejemplo: el Centro
de Investigaciones y Estudios Superiores de Ensenada
(CICESE, Maestría y Doctorado en Ciencias de la Tierra o
Ciencias de la Vida), el Colegio de la Frontera Norte
(Colef, Maestría en Gestión Ambiental Integrada), la
Universidad Autónoma de Baja California (Maestría en
Gestión de Ecosistemas de Zonas Áridas y Doctorado en
Medio Ambiente y Desarrollo), Centro de Investigación
y Estudios Avanzados de la Unidad IPN Mérida
(CINVESTAV, Doctora en Ciencias con especialidad en
Ciencias Marinas), El Colegio de la Frontera Sur en
E. Rivera-Arriaga et al.

Sede de Campeche, Chetumal, San Cristóbal de
Las Casas, Tapachula y Villahermosa (ECOS-UR,
Maestría en Ciencias en Recursos Naturales y
Desarrollo Rural, Doctorado en Ciencias en
Ecología y Desarrollo Sustentable), etc. (Cuadro 2).
Como documentan Vidal y colaboradores (2019),
estos programas de estudios interdisciplinarios tienen
como objetivo contribuir al manejo integral de las zonas
costeras en México con una perspectiva humanista que
analiza la problemática socioambiental cotidiana de

Tabla 2. Programas de estudios en formación en conocimiento y gestión para MIZC en México.

Nivel de estudios Programas de estudio

atlántico Pacífico

Gestión de recursos naturales, UQROO Ingeniero en sistemas costeros, UNACH

Manejo Sustentable de Zonas Costeras, Gestión de Zonas Costeras, UAS

UNAM Yucatán
De licenciatura Biología Marina UADY, UV Biología Marina, CUCSUR, UMAR,
UABC
Hidrobiología, UAM-I Gestión de Recursos Marinos y Portuarios,
UCOL
Especialidad Gestión Ambiental, UABC Ciencias
Ciencias del Mar y Limnología, UNAM Marinas y Costeras, UABC Coastal
Ciencias con especialidad en Ciencias del Oceanography, UABC
Posgrado (Maestría y Doctorado) Mar, CINVESTAV, Yucatán

Ciencias de la Tierra, CICESE

Ciencias de la vida, CISESE

Maestría multidisciplinar para el Ciencias: Ecología Marina, UMAR, UABC

manejo de la zona costero-marina, UAC
Ciencias en Recursos Naturales y Ciencias en Recursos Acuáticos, UAS
Maestros Desarrollo Rural, ECOSUR
Gestión Ambiental Integral, COLEF

Gestión de Zonas Áridas, Desarrollo

Ciencias en Ecología y Desarrollo Sostenible UABC, UQROO
Sostenible, ECOSUR
Ciencias en Biosistemática, Ecología y
Doctorado Manejo de Recursos Naturales y
Agrícolas, CUCSUR
Ecología Marina, UMAR
Medio Ambiente y Desarrollo, UABC

▶ 145 ◀

estas areas. Con este objetivo, los estudiantes deben
comprender y lidiar con las tensiones transversales que
surgen al abordar temas como cultura democrática,
multiculturalismo, desarrollo sostenible, educación para el
buen vivir y educación ambiental, derechos humanos y
justicia ambiental, valor total de la naturaleza, riesgo, entre
otros. ; y tener el desafío de: analizar, discutir, integrar,
innovar en las metodologías de análisis, tomar posiciones,
trabajar en equipos interdisciplinarios y aprender un
proceso de cambio constante que requiere ensayar y
aprender del error. Sin embargo, las experiencias de
aprendizaje de manejo integrado de la zona costera en
México son aisladas, y los casos de aprendizaje con el
manejo costero de un recurso son mucho más comunes (
p.ej una playa, una especie de pez); gestión costera
sectorial (p.ej puertos); gestión para atender a un par de
sectores interconectados (por ejemplo, puertos y turismo);
gestión de una zona costerap.ej laguna costera, sistema
arrecifal), que integra plenamente experiencias
geográficas, temáticas, intergubernamentales, temporales,
estratégicas e intersectoriales. También es claro que
nuestras experiencias docentes tienden a centrarse en el
análisis de los impactos de una actividad de una zona
costera a otra, en las necesidades de desarrollo sectorial y,
más raramente, en el estudio de riesgos costeros; pero
siempre con la constante de contar con bases de datos
deficientes y la falta de coordinación política y
administrativa para tomar decisiones de gestión con una
visión holística y de largo plazo.
Algunos aspectos formales de la formación aún deben
desarrollarse en la educación de la GIZC en el país; Estos
incluyen una evaluación documentada de cómo los diferentes
tipos de currículo (p.ej formal, real, oculto y nulo) incorporan
atributos que definen la GIZC y cómo se adaptan los modelos
de enseñanza para facilitar la construcción de habilidades y
competencias necesarias para que los egresados “aprendan
haciendo”. Algunas estrategias de enseñanza óptimas que se
deben dominar son: discusión horizontal en las aulas; acceso a
experiencias fuera del
▶ 146 ◀
Revista Costas, No. Esp. 1 de enero de 2020
el aula como objeto de estudio académico; destacar la
importancia del contexto y la enseñanza por proyectos.
También es necesario promover el vínculo entre
instituciones, empresas y organizaciones y diversos
miembros de la sociedad relacionados con la labor
profesional de un gestor de zona costera para la
prestación de diversos servicios y prácticas
profesionales que contribuyan al enriquecimiento de
dichas instituciones, programas y estudiantes. . Es decir,
estos enlaces contribuirán a realizar y actualizar el perfil
del Ejercicio Profesional, y la relación de los planes de
estudio con la necesidad social.
México enfrenta y enfrentará varios desafíos en la
creación de capacidades profesionales para planificar y
mitigar la creciente demanda de recursos y servicios
ambientales de las costas, y con ello, surge la oportunidad
de innovar en las estrategias de enseñanza y mecanismos
de vinculación de los programas de estudio.
3.7 Gobernanza y GIZC
La gobernanza aborda los valores, las políticas, las leyes y
las instituciones mediante las cuales se abordan una serie
de cuestiones; Sondea los objetivos fundamentales y los
procesos y estructuras institucionales que son la base para
la planificación y la toma de decisiones (Olsenet al., 2009).
Una comprensión profunda de los impulsores
institucionales, legales y políticos críticos a escalas
internacional, nacional y local es clave para asegurar la
relevancia y efectividad de una estrategia de GIZC.
La gobernanza en las zonas costeras es un desafío
en México. Los logros positivos son las ordenanzas
marinas, y tal es el caso del Golfo de California, Golfo
de México y Mar Caribe, Pacífico Sur y Norte. Aún no
se han evaluado las consecuencias reales, pero estas
ordenanzas han posibilitado la movilidad e
integración de actores de la academia, gobierno y
comunidades.
Los académicos están fuertemente implicados en varias iniciativas
gubernamentales, especialmente las relacionadas con el medio ambiente.
E. Rivera-Arriaga et al.
manejo mental (Córdoba et al., 2006). Varias
instituciones cuyos investigadores han mantenido
estrecho contacto con agencias gubernamentales como
asesores y participantes en varios comités de
coordinación a nivel regional y local (Fragaet al., 2009).
Las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) han
jugado un papel vital en la transición a nuevas formas de
gobernanza costera en México. El trabajo de las ONG se
centró principalmente en cuestiones ambientales como las
especies en peligro de extinción (p.ej flamencos, vaquita
marina y tortugas marinas), protección del hábitat y áreas
naturales protegidas. Sin embargo, durante las últimas dos
décadas, las ONG han cambiado sus objetivos y ahora
están desempeñando un papel crucial en el trabajo con los
usuarios para la gestión sostenible de la pesca y los
ecosistemas (Espinosa-Romeroet al., 2014). Actualmente, el
trabajo de las ONG incluye esfuerzos para promover una
mayor información científica y el uso del conocimiento
tradicional, apoyando el desarrollo de planes de manejo,
creando capacidades locales, promoviendo el intercambio
de información a diferentes niveles y fortaleciendo la
organización de los pescadores y los procesos
participativos (Herman 2004; Basurtoet al., 2000).
Sin embargo, muchas cosas deberían cambiar en
México para poder construir un proceso de
gobernanza eficiente y eficaz. Existe un alto grado de
dificultad para cerrar la brecha entre las metas y
objetivos de las políticas ambientales y sectoriales
concebidas por el gobierno federal y su traducción
en acciones y logros de gestión específicos en otros
niveles de gobierno (Fragaet al., 2009).
Para el manejo costero de México, es necesario tomar en
cuenta el hecho de que muchos ministerios están involucrados,
debido a las vastas zonas marinas y al papel vital que juegan en
la economía nacional, especialmente en lo que respecta al
petróleo, el turismo y la pesca. Estas actividades económicas
requieren un control estatal sustancial debido a su importancia
en la economía nacional, en una situación que minimiza las
autoridades locales.
El análisis ICZM a través del Decálogo
Quesada et al. (2018) señala que México enfrenta
actualmente obstáculos en la implementación de las
prácticas de GIZC, a saber, la falta de marcos legales y de
políticas adecuados para la GIZC y la lucha para hacer
cumplir las leyes y políticas de GIZC existentes (Tabla 3).
Por lo tanto, es esencial que México ponga un mayor
énfasis político en la implementación de un marco político
y legal sólido para la GIZC, además de mantener fuertes
medidas de aplicación.
Problemas particulares que enfrenta la GIZC en México
Existe una alta complejidad que caracteriza las relaciones
entre grupos de usuarios e instituciones altamente
diversificados. Muchas dificultades relacionadas con la
gobernanza se asocian frecuentemente con una distinción
falsa o borrosa entre los territorios y los límites de los
grupos sociales que los explotan; Los cambios de gobierno
federal que ocurren en México cada seis años, se registran
modificaciones administrativas que tienen consecuencias
en el manejo costero.
Debido al reciente y tumultuoso desarrollo del
sistema de investigación académica mexicano, gran
parte del conocimiento acumulado se centra en los
recursos comerciales, y la renovación del sistema en sí
es geográficamente inconsistente.
CONACYT continúa apoyando la investigación sectorial
orientada al diagnóstico y manejo técnico de especies
económicamente importantes o protegidas, pero no
promueve una discusión académica sobre las prioridades
de investigación ni las posibilidades de acuerdo a las
capacidades nacionales.
Esta situación resulta en un sistema administrativo complejo
y fluctuante, donde condiciones contextuales breves y
contrastantes provocan una especie de tira y afloja en la
formulación de políticas marinas mexicanas (Espinoza-Tenorio
et al., 2010). De tal manera, que para dar respuesta a los
organismos internacionales, varios ministerios han establecido,
a través de comités de participación ciudadana, mecanismos de
consulta pública con el fin de reintegrar
▶ 147 ◀
 Revista Costas, No. Esp. 1 de enero de 2020

Tabla 3. Decálogo de las SPA's en ICZM en México.

Aspecto Diagnóstico general

Hasta la presentación del PNDSOC en 2006, la GIZC no era una prioridad en la agenda política; sin embargo, en
Política 2018 se aprobó la Política Nacional para el Uso Sostenible de Costas y Mares. Además, existe una Política
Nacional de Humedales y la Política Nacional.

No existe una ley específica para la regulación de las zonas costeras; las leyes siguen siendo sectoriales. La
demarcación está establecida por la Ley General de Bienes Nacionales con la figura ZOFEMAT la cual se considera
Marco legal
arbitraria y no consideró los límites del ecosistema natural. Existe una brecha entre las regulaciones "terrestres" y
"marítimas". En 2018 se presentó una iniciativa de la “Ley de Costas” pero se desestimó.

En México el manejo de las zonas costeras se apoya en instituciones de los tres niveles administrativos, lo que
significa que, en la escala estatal y municipal, depende de la administración de cada gobierno local. A escala
Instituciones federal, la SEMARNAT es responsable del seguimiento y manejo de la costa mexicana. Sin embargo, existen
otras instituciones con intervención sobre recursos específicos. La importancia de esta área se destacó a
través de la creación de la CONANP en 2000.

Antes de la aprobación de la Política Nacional, las estrategias costeras dependían de las prioridades de la
Estrategias administración, sin interés en el manejo costero integrado. El interés en desarrollar planes espaciales oceánicos y
costeros se inició junto con una estrategia sobre Cambio Climático (2007) y Humedales (2013).

Instrumentos Los principales instrumentos relacionados con la GIZC son los Planes Espaciales Ecológicos Regionales y Marítimos
que están presentes en tres de las cuatro regiones (Pacífico Norte, Golfo de California; Golfo de México y Mar Caribe).
Además, se aprobaron 54 áreas protegidas ubicadas en la costa. Planes de Manejo Pesquero para 18 especies con
interés comercial. Ordenación del territorio de los municipios costeros y “Planes municipales de acción climática”. Las
herramientas operativas existentes son las Evaluaciones de Impacto Ambiental, Normas Oficiales Mexicanas, cuotas
de pesca y concesiones de la ZOFEMAT.

Capacitación de gerentes Actualmente hay 25 programas de educación superior con un enfoque de GIZC. Sin embargo, las vacantes
administrativas siguen demandando gerentes con perfil sectorial que desestimen la importancia del enfoque
de GIZC.

Conocimiento y La importancia de los ecosistemas costeros y marinos ha aumentado a través de instituciones gubernamentales (IN-
investigar ECC y CONABIO), centros de investigación y universidades; sin embargo, el conocimiento del estado actual de ciertos
ecosistemas y su distribución es aún limitado. Falta un sistema de información geográfica que integre el estado y la
distribución de los ecosistemas costeros.

Económico Se registró un aumento del gasto público en proyectos centrados en zonas costeras. Sin embargo, se enfocaron en la
recursos construcción de infraestructura, lo que contrasta con el aumento de recursos destinados a los programas de Cambio
Climático.

Educación para sus- La educación para la sustentabilidad es un deber de la SEMARNAT, que debe formular y desarrollar estrategias
sostenibilidad de educación ambiental. En 2006 se elaboró la “Estrategia de Educación Ambiental para la Sustentabilidad en
México” a pesar de no incluir un enfoque costero-marino. Las ONG son actores importantes en el desarrollo de
programas educativos; sin embargo, se concentran solo en ciertas regiones del país.

Participación pública La participación comunitaria se considera un mero proceso a realizar. Los representantes de grupos sociales que se enfocan en
la preservación de los ecosistemas costeros no están adecuadamente representados.

▶ 148 ◀
E. Rivera-Arriaga et al.
forzar sus iniciativas; sin embargo, el número de
ellos y su falta de coordinación, sin mencionar que
su composición y responsabilidades pueden variar
de un ministerio a otro (Fragaet al., 2009). La
situación actual es en gran medida disfuncional con
4. Conclusiones
Las áreas costeras y marítimas son de gran importancia para
México por su extensión total, abundantes recursos naturales,
asentamientos humanos y diversas actividades económicas y
sociales. Sin embargo, estas áreas también enfrentan una serie
de amenazas antrópicas y naturales que desafían las
capacidades nacionales y locales para alcanzar los objetivos de
desarrollo sostenible enunciados en los compromisos
internacionales, principalmente los que se refieren a las
acciones climáticas y sus efectos (SDO13) y la vida submarina
(SDO14).
La mayoría de las capacidades gubernamentales para
mejorar las condiciones de vida de los habitantes costeros,
fortalecer las economías locales y asegurar la permanencia
de los ecosistemas estructurales y funcionales han sido
abordadas mediante declaraciones políticas, definición de
competencias institucionales e instrumentos de
planificación, principalmente ordenanzas territoriales y
marinas que brindan pautas para un uso sostenible de la
zonas costeras y marinas. Aunque algunas experiencias de
implementación y coordinación locales han tenido éxito, a
nivel nacional existen estrategias gubernamentales críticas
que deben mejorarse. Los grandes desafíos surgen cuando
se requiere la coordinación inter e intrainstitucional de
agencias, ya que las perspectivas sectoriales persisten
fuertemente en la toma de decisiones y las capacidades de
los gobiernos locales se construyen diferencialmente por
procesos desiguales de descentralización. Hasta ahora,
Los mecanismos económicos para generar fondos para manejar
de manera eficiente las zonas costeras mediante concesiones y
permisos de recursos costeros aún se encuentran en desarrollo.
con respecto a los desafíos de la gestión marina
sostenible. Una complicada mezcla entre gestión
invicta y vestigios académicos provocó las
circunstancias actuales de un sistema de
gobernanza mejorado pero limitado.
etapas. Actualmente existen deficientes bases de datos
de áreas en uso legal o ilegal y no se asegura el
etiquetado adecuado de los ingresos generados para
fines ambientales y de desarrollo. Es necesario explorar
otros mecanismos económicos para promover
respuestas voluntarias en beneficio de la preservación
de los recursos naturales costeros y el desarrollo
sostenible de sus comunidades.
Los programas de educación y sensibilización han
influido en la participación social de la academia mexicana,
las ONG, los grupos sociales organizados, las partes
interesadas y los sectores privados para el manejo y uso
sostenible de los recursos costeros; pero aún queda un
largo camino por recorrer. Se requiere que la participación
se exprese en un involucramiento activo en el proceso de
decisión con corresponsabilidad para implementar
medidas de control y vigilancia que puedan reemplazar la
recepción pasiva de información sobre desafíos
ambientales en las zonas costeras.
Destaca especialmente la contribución de las universidades
públicas y los centros de investigación de todo el país para la
formación de futuros gestores costeros en ciencias generales
con sólidas capacidades de gestión; sin embargo, el
incremento de experiencias reales al interior de instituciones,
empresas, organizaciones y diversos miembros de la sociedad
contribuirá a llevar a cabo y actualizar este perfil profesional. La
capacidad de México para la gestión integrada de zonas
costeras se basa en una estructura legal, pero requiere que se
fortalezca en su capacidad financiera y operativa.
Finalmente, se necesita una perspectiva integrada de
manejo costero en el país. Basado en ecosistemas
▶ 149 ◀

El manejo de manglares, arrecifes de coral, pastos marinos
y sistemas de dunas y playas, entre otros ecosistemas
costeros naturales, es necesario para disminuir su
vulnerabilidad y aumentar la resiliencia al clima.
5. Referencias
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▶ 150 ◀
Revista Costas, No. Esp. 1 de enero de 2020
efectos de cambio. La GIZC proporcionaría a la gobernanza el
marco necesario para hacer frente a los cambios en las zonas
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