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ORIGEN DE LA TERMINOLOGIA MEDICA

La terminología médica que utilizan los especialistas de la salud resulta confusa e


incomprensible para el usuario medio. ¿Hay algún motivo para estas palabras y
expresiones opacas?

Si usted ha ido alguna vez a la consulta de un médico, ya sea su médico de cabecera o


un especialista, probablemente se haya sentido confuso con algunas expresiones o
palabras. Se trata de lenguaje que ha utilizado el doctor y que usted ha necesitado que
se las simplifiquen o expliquen. Esta comprensible frustración del usuario ha llevado a
algunos a pensar que los especialistas de la salud usan a propósito un lenguaje poco
claro. El motivo sería dejar fuera de su área de conocimiento a personas externas a su
profesión. Lo cierto es que esta complicada terminología médica se debe a la historia
de las ciencias de la salud.

Griego
El padre de la medicina occidental, Hipócrates, utilizaba su propia lengua cuando
comenzó sus estudios sobre la salud. Muchos de esos términos griegos han llegado
hasta los tiempos actuales a través de la historia.  Así, forman parte de las expresiones
confusas u opacas actuales, como hipoglucemia (niveles bajos de azúcar en sangre),
leucocitos (células blancas), etc.

Lenguas latinas
Durante varios siglos, la lengua de la cultura fue el latín. Esto tuvo un impacto
innegable en el desarrollo de la terminología médica a lo largo y ancho de Europa. Se
incorporaron términos y partículas que se sumaron al lenguaje especializado de la
salud. Algunos ejemplos actuales son ansiolítico (medicamento que calma la ansiedad)
o contraceptivo (que previene la fecundación).

También es importante señalar que las lenguas romances, es decir, aquellas que tras la
disolución del Imperio romano desarrollaron sus propios idiomas basados en el
latín, continuaron con sus estudios y con la creación de terminología
médica. Algunos ejemplos actuales son sarpullido (portugués) o torniquete (francés).

Árabe
Durante la Edad Media, los pueblos árabes desarrollaron una titánica labor de
recuperación de conocimiento grecolatino. Después lo tradujeron a su propia lengua, lo
que a su vez estimuló la creación de nueva terminología médica. Estos nuevos
términos incorporaban particularidades propias basadas en sus métodos de sanación.
Dos ejemplos serían  jarabe o elixir (una palabra muy ligada al área de la medicina).
Lenguas germánicas
Con la influencia cultural que adquirieron progresivamente países como Reino Unido o
Alemania, sus lenguas también empezaron a formar parte de la terminología
médica. Palabras como bypass, shock, escorbuto o vaselina nos vienen dadas de países
de tradición germana.

Queda patente que la complicada terminología médica de hoy en día no se debe a un


deseo del médico de hacerle sentir mal o de demostrar sus amplios conocimientos. Se
debe a que la cantidad de países y culturas que a lo largo de la historia han
aportado sus avances a la medicina, han dejado su poso lingüístico. Es precisamente
este carácter histórico y, en cierto modo, colaborativo el que ha permitido a la
medicina occidental avanzar hasta su actual nivel de efectividad y eficacia; aunque,
a cambio, las personas sin conocimiento sanitario deberán dejar que los expertos las
guíen por el laberinto de la terminología médica.

En cualquier caso, lo mejor cuando no se conoce un término es preguntar su significado.

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