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El Muntu: la diáspora del pensamiento

filosófico africano en Changó, el gran


putas de Manuel Zapata Olivella*
Fecha de recepción: 12 de agosto de 2015
Fecha de aprobación: 30 de junio de 2016

Resumen
La problemática del fenómeno diaspórico en América es un elemen- Diana Carolina Sierra Díaz
to notable en Changó, el gran putas. En esta novela el éxodo africa-
no se encuentra estrechamente relacionado con la filosofía Muntu. Université Bordeaux Montaigne.
Esta filosofía agrupa unos saberes africanos compuestos de diversos Magíster en literatura, Universi-
elementos que resurgen en América transformándose dentro de un dad Pedagógica y Tecnológica de
contexto de intercambio cultural postcolonial. En Changó, el Muntu Colombia. Magíster en estudios
nos permite analizar no solo la posibilidad de tejer una alianza afri- Hispánicos e Hispanoamericanos,
cana y mestiza en pos de libertad en América, sino que constituye Université Bordeaux Montaigne.
además una metáfora del mestizaje americano, una oportunidad de carolinasierradiaz@gmail.com
ver la Historia de este continente desde un punto de vista litera-
rio involucrando asimismo diferentes dimensiones del ser humano. * Artículo de reflexión, resul-
Proponemos una reflexión en torno a la manera como las diferentes tado de la investigación que la
categorías filosóficas del Muntu (Kintu, Kuntu, Hantu y Muntu) son autora realizó para optar por el
abordadas y ad[a/o]ptadas desde una perspectiva filosófico-literaria, título de Magíster en Literatura
cuestionando su relevancia dentro de la obra. de la Universidad Pedagógica y
Tecnológica de Colombia.
Palabras clave: África, Muntu, Kintu, Hantu, Kuntu, diáspora.

Citar: Sierra Díaz, D.C. (julio-diciembre de 2016). El Muntu: la diáspora del pen-
samiento filosófico africano en Changó, el gran putas de Manuel Zapata Olivella.
La Palabra, (29), 23-44. doi: http://dx.doi.org/10.19053/01218530.n29.2016.5699

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Muntu: the Diaspora of African Philosophical
Thought in Changó, el gran putas [Changó, the
Biggest Badass] by Manuel Zapata Olivella
Abstract
The problem of diasporic phenomena in America is a significant element in Changó, el gran putas. In
this novel, the African exodus is related to Muntu philosophy. This philosophy brings together African
knowledges composed of diverse elements that reemerge in America, where they are transformed in a
context of postcolonial cultural exchange. In Changó, Muntu philosophy allows us to analyze the pos-
sibility of creating an alliance between africans and mestizos committed to the freedom of America, at
the same time as it becomes a metaphor for American mestizaje; an opportunity to see the History of this
continent from a literary point of view which engages different dimensions of the human being. This
study is a reflection about the way in which the different philosopical categories of Muntu (Kintu, Kun-
tu, Hantu and Muntu) are developed and ad[a/o]pted from a literary/philosophical perspective, inquiring
into their relevance in the work.

Keywords: Africa, Muntu, Kintu, Hantu, Kuntu, diaspora.

Le Mountou américain : la diaspora de la


pensée philosophique africaine dans Chango,
el gran putas [Changó, ce sacré dieu] de
Manuel Zapata Olivella
Résumé
Le phénomène de diaspora aux Amériques est un élément central dans Changó, ce sacré dieu. Dans ce
roman, l’exode africain est lié à la philosophie Mountou. Cette philosophie regroupe des connaissances
africaines composées de divers éléments qui resurgissent aux Amériques et se transforment dans un con-
texte d’échange culturel postcolonial. Dans Changó, le Mountou nous permet d’analyser non seulement
la possibilité de tisser une alliance africaine et métisse qui permettrait la liberté aux Amériques mais
encore le fait qu’il constitue une métaphore du métissage américain. Le Mountou est une opportunité
de voir l’Histoire de ce continent d’un point de vue littéraire qui rassemble différentes dimensions de
l’homme. Nous nous demandons comment les différentes catégories philosophiques du Mountou (Kin-
tou, Kountou, Hantou et Mountou) sont abordés et ad[a/o]ptés dans une perspective philosophique et
littéraire et quelle seraient leurs contributions dans l’œuvre.

Mots-clés : Afrique, mountou, kintou, hantou, kountou, diaspora.

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El Muntu: la diáspora del pensamiento filosófico africano en Changó, el gran putas de Manuel Zapata Olivella
Diana Carolina Sierra Díaz

Médico, folclorista, escritor e manera como esta es dilucidada commun-ication dans Changó,
intelectual colombiano, tam- en Changó, el gran putas. Para el gran Putas”.
bién conocido en Latinoaméri- ello, proponemos un análisis a
ca como “el decano de la lite- partir de las cuatro categorías En Changó, Zapata Olivella se
ratura negra”1, y considerado del Muntu: Kintu, Hantu, Kuntu acerca a la cosmovisión yoruba
además como uno de novelistas y Muntu. ¿En qué medida se re- y sus orichas. Al respecto men-
más importantes de la literatu- lacionan la diáspora y el Muntu cionaremos la investigación de
ra “afrocolombiana”2 del siglo en la novela? ¿En qué consiste Nellys Montenegro de la Hoz
XX, Manuel Zapata Olivella la filosofía Muntu? ¿Cuál es su (2012) quien ha explorado con-
(1920-2004) recrea en su no- relación con el contexto litera- ceptos como el de “africanía”,
vela Changó, el gran putas3 la rio de la novela? ¿A partir de sosteniendo que en Changó:
perspectiva histórico-social de qué elementos literarios pode- “prevalece la preocupación de
los africanos en Colombia y mos percibir sus categorías en Zapata Olivella por la identi-
en América. De este modo, su Changó? ¿Qué otras posibilida- dad Africana de los pueblos
creación literaria se sensibiliza des de percepción literaria nos del caribe, preocupación mani-
particularmente con la proble- brindan el análisis de la obra festada a través de su historia,
mática de la trata de los africa- desde estas perspectivas? Pro- reflejo del patrimonio inmate-
nos esclavizados, el racismo y ponemos una reflexión en torno rial ligado a la vida espiritual
la lucha por la igualdad de de- a la manera como las diferentes y material del negro y esclavo
rechos civiles. Changó4, fruto categorías filosóficas del Muntu africano” (p. 80). Dentro de este
de veinte años de investigación, (Kintu, Kuntu, Hantu y Muntu) marco de identidad africana, es
así como de diversos viajes del son abordadas y ad[a/o]ptadas posible resaltar que la novela
autor, es considerada como la desde una perspectiva literaria, de Zapata Olivella no solo in-
obra más importante de Zapata cuestionando su relevancia den- tenta construir la identidad de
Olivella. La presente reflexión tro de la obra. Este artículo hace los pueblos afrodescendientes
tiene como objetivo central exa- parte de la investigación: “La del caribe sino también la de
minar la filosofía Muntu5 y la las comunidades afro presentes

1
En Tillis, A. (2008). Afro-Hispanic Literature in the US: Remembering the Past, Celebrating the Present, and Forging a Future.
IPOTESI, p. 25.
2
El término aparecerá entre comillas, pues consideramos que su aplicación dentro del ámbito de la literatura colombiana es
aún confuso. En este artículo proponemos e interpretamos el uso de la categoría “literatura afrocolombiana” como la literatu-
ra colombiana de temática afro, para los casos de obras literarias como la de Zapata Olivella, donde se encuentra un vínculo
con las tradiciones culturales o ancestrales africanas. Consideramos el espacio de “literatura afrocolombiana” dentro de este
marco de ideas, lo cual nos llevaría a un género literario particular de la literatura colombiana, mas no a crear juicios de orden
étnico. Para los autores afrodescendientes, que escriben sobre diversos temas, planteamos simplemente literatura colom-
biana, entendiendo esta última como una amalgama que acoge a cualquier escritor colombiano de cualquier origen étnico.
Por otra parte, subrayamos el hecho que ser “afro-descendientes”, “hispano-descendientes”, o “indígena-descendientes” no
excluye a estos autores de su condición esencial de colombianos. Investigaciones como las de Silvia Valero han tratado de
examinar la problemática de la “literatura afrocolombiana”; ver Valero, S. ¿De qué hablamos cuando hablamos de “literatura
afrocolombiana”?. Estudios de Literatura Colombiana, pp. 15-37.
3
Publicada inicialmente por la editorial colombiana Oveja Negra en 1983 y 1985, posteriormente, la editorial Rei Andes Ltda.
publicaría la primera edición crítica a cargo de Dorita Piquero de Nouhaud en 1992. En 2007, el Grupo Educar la incluye
dentro de su colección “Espacio de Leer”, y su más reciente edición aparece en 2010 dentro de la Biblioteca de Literatura
Afrocolombiana, creada por el Ministerio de Cultura de Colombia. Ha sido traducida al francés por Dorita Piquero (Chango,
ce sacré dieu edición Miroirs 1991) y al inglés por Jonathan Tittler (Changó, the biggest badass, 2010).
4
De esta manera designaremos la novela de ahora en adelante. En letra cursiva haremos referencia a la novela, y en letra
normal a Changó, el oricha de los truenos, la virilidad, la guerra, la danza y el fuego.
5
El Muntu es el nombre con el cual se reconoce esta filosofía africana, pero es a la vez una de sus categorías. En este artículo
nos referiremos al Muntu-categoría en letra cursiva (Muntu), y a la filosofía Muntu en letra normal.

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en toda América. Por ello, en la rarse y diseminarse por otras Los bantúes constituyen un
obra encontramos una construc- partes del mundo” (Irwin & conjunto numeroso de grupos
ción estética que hace referen- Szurmuk, 2009, p. 85). Briceño étnicos y de diversas lenguas
cia frecuente a los elementos y Castillo mencionan, además, provenientes de países como
que constituyen dicha africanía. que esta migración forzada es Angola, Camerún, República
Así, vemos que Changó, dios un elemento que transforma el Democrática del Congo, Kenia,
guerrero, oricha de los truenos, territorio al que llegan estas po- Mozambique, Sudáfrica, Ugan-
de la virilidad, la danza y el blaciones. Dentro de este marco da y Zimbabue, entre otros.
fuego, condena a un numeroso de ideas, comprenderemos la Placide Tempels, autor de Fi-
grupo de africanos al exilio y la diáspora africana en la novela, losofía bantú (1945), examina
esclavización en América. Para como un umbral cultural que en su obra la manera como las
ellos, el desafío consiste en lu- transforma la cosmovisión tan- lenguas bantúes se aproximan,
char por obtener su libertad de to de los africanos como de la señalando asimismo las seme-
nuevo, arraigándose profunda- sociedad latinoamericana en la janzas de las sociedades que las
mente a los orishas y a la filoso- cual se encuentran inmersos. conforman tanto como de sus
fía del Muntu. El éxodo de los costumbres. La “filosofía ban-
africanos y su posterior rebelión El Muntu es la filosofía africana tú” o “filosofía Muntu” hace
contra la opresión colonizado- que fundamenta la estructura de referencia al mismo concepto.
ra, y sus efectos, constituyen Changó. Este concepto contem- Mientras que Placide Tempels
las cinco partes que componen pla la coexistencia de seres hu- se refiere a la “filosofía bantú”,
la novela: “Los orígenes”, “El manos, animales, plantas, mine- otros expertos como Jahnheinz
Muntu Americano”, “La rebe- rales y los objetos que sirven al Jahn o Fabien Eboussi Boulaga
lión de los vodús”, “Las sangres hombre. Sobre el Muntu, Mina deciden simplemente llamar a
encontradas” y “Los ancestros (2003) sostiene que “hay una esta “filosofía Muntu”.
combatientes”. Para esto, el interacción siempre presente
tiempo referencial histórico de entre todos los reinos y las cria- El Muntu como fuerza vital es
la novela se ubica inicialmente turas de la tierra, que se extien- uno de los puntos en común en-
en el siglo XVI con la trata afri- de a aquello que no alcanzamos tre Tempels; Jahn y Kagame.
cana, y finaliza en el siglo XX a percibir” (p. 133). Rescatare- En Filosofía bantú, Tempels
dentro del marco de la lucha por mos como rasgo considerable aborda temas como la vida y la
la igualdad de los derechos ci- la interrelación de los diferentes muerte, el culto al ser supremo
viles para los afrodescendientes componentes de esta filosofía, y la ontología de los bantúes.
en Estados Unidos. puesto que Zapata Olivella le Posteriormente, Janheinz Jahn
asigna un valor especial en la y Alexis Kagame hablarán de
La diáspora es un elemento sig- estructuración de su novela, en- una filosofía Muntu, constituida
nificativo dentro del proceso de trecruzando la historia y la lite- por las categorías Kintu, Kuntu,
llegada del Muntu a América. ratura a través de las categorías Hantu y Muntu. Dentro de este
En el diccionario de estudios Kintu, Kuntu, Hantu y Muntu, contexto, se considera el Mun-
culturales latinoamericanos, Xi- como veremos más adelante. tu como una categoría que hace
mena Briceño y Debra Castillo referencia al hombre, el Kintu
la definen como una “población El término Muntu se encuentra a los animales tanto como los
que forzosamente debe dejar relacionado con la comunidad objetos, el Hantu a las catego-
su patria tradicional para sepa- lingüística Bantú en África. rías de tiempo y espacio, y, fi-

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nalmente, el Kuntu se refiere a sas que le sirven. Más que manera Zapata Olivella los
la forma de ser, al estilo y a la entes o personas, mate- adopta y transforma en su na-
belleza7. Respecto a las cate- riales o físicos, alude a la rración? ¿Qué relevancia tiene
gorías del Muntu, Jahn afirma fuerza que une en un solo el Muntu en Changó? Para dar
que “fuera de ellas no hay nada nudo al hombre con su as- respuesta a estos interrogan-
imaginable” (Janheinz, 1963, p. cendencia y descendencia tes, proponemos acercarnos al
137). inmersas en el universo Muntu en la novela, abordando
presente, pasado y futuro. separadamente cada una de sus
No nos cabe duda de que el (Zapata Olivella, 2010, p. categorías, guiándonos princi-
Muntu posee un rol significati- 648). palmente por los postulados de
vo y privilegiado dentro de la Tempels, Jahn, y Kagame. Ob-
narración de Changó; y si bien Desde el inicio de la novela, servaremos que Zapata Olivella
es cierto que en la novela no Zapata Olivella resalta el valor no solo plasma estas categorías
aparecen referencias concretas del Muntu ubicándolo en el ín- en su novela, sino que además
al Kintu, Hantu o Kuntu como cipit: “¡Oídos del Muntu, oíd!” las moldea y las adapta, reno-
tal, este artículo explorará la (Zapata Olivella, 2010, p. 42). vándolas en un contexto ajeno
manera en que Zapata Olivella Encontramos aquí a unos narra- al de su origen, y otorgándoles
las utiliza en su narración de tarios representados mediante una nueva posibilidad de vida
una manera indirecta a partir la personificación de los Oídos mediante la literatura. A conti-
de los rasgos que cada una de del Muntu, quienes según las nuación, comenzaremos descri-
ellas supone dentro del campo costumbres africanas conser- biendo los elementos ligados al
filosófico africano. Nos es posi- varán el saber de generación en Kintu en Changó.
ble pensar que Zapata Olivella generación mediante la palabra,
está al tanto de los diferentes renovando el compromiso de Kintu
componentes del Muntu, puesto hacer perdurar esta filosofía de
que, en la sección final de la no- generación en generación. Esta Si bien es cierto que Tempels
vela, presenta un “Cuaderno de frase de ataque con que inicia no desarrolla la filosofía Bantú
Bitácora, mitología e historia” la novela provoca en el lector proponiendo categorías especí-
donde dilucida el concepto de el deseo de saber más sobre el ficas, es posible afirmar la refe-
la siguiente manera: Muntu adentrándose en el viaje rencia que él hace al Kintu men-
que supone la lectura de Chan- cionándolo bajo su forma plural
Bantú: Plural de mun- gó. “Bintu”. Tempels (2013) expli-
tu, hombre. El concepto ca que el Bintu comprende ‘las
implícito en esta palabra A partir de este panorama, for- cosas’, y aquellas fuerzas8 que
trasciende la connotación mularemos las siguientes pre- no poseen raciocinio (p. 36).
de hombre, ya que inclu- guntas: ¿Qué elementos nos Por su parte, Jahn (1963) afirma
ye a los vivos y difuntos, permiten establecer la presen- que el Kintu hace referencia a
así como a los animales, cia del Muntu, Kintu, Hantu y “los animales, las plantas, los
vegetales, minerales y co- Kuntu en la novela? ¿De qué minerales y cualquier cosa ina-

7
Las definiciones de estas categorías a partir de Jahn y Kagame son breves, y un tanto limitadas a nuestro parecer, dada la
profundidad y complejidad de cada uno de estos ejes filosóficos. En este sentido, mencionaremos que el debate contempo-
ráneo en torno a estas categorías, se ha quedado en las definiciones presentadas en los años 1950s sin ser complementa-
das por nuevos aspectos.
8
Para Tempels, Jahn y Kagame, la «fuerza» es una de las características principales de las categorías del Muntu.

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nimada entra en esta categoría”9 nombre científico es “Adan- tiva de sus descendientes.
(p. 20). Otros aportes similares sonia digitata”, y es también (p. 93).
como el de John Mbiti en Afri- conocido como árbol botella.
can Religions and Philosophy Este árbol se encuentra princi- El escritor colombiano retoma
sostienen que el Kintu contiene palmente en las zonas semiári- el baobab mencionándolo en
las fuerzas (animales y plantas) das del África y puede alcanzar varios pasajes de Changó: “Ya
que no actúan por sí solas, sino a vivir más de mil años. En al- bajas por las cuatro esquinas/
bajo la influencia del Muntu gunos lugares de África, es co- por las ramas/ por el tronco
(Mbiti, 1969, p. 11). Los con- múnmente denominado como ancho del baobab. / Elegba10,
ceptos hasta aquí mencionados “el rey de los árboles”, debido a guardián de los puertos ayú-
sobre el Kintu, nos permiten te- todas las virtudes que de él pro- dame a retener el nudo/ el mo-
ner una base para aproximarnos vienen y por otras de orden mís- mento de la partida” (Zapata
a Changó, teniendo en cuenta tico. La relación entre Baobab y Olivella, 2010, p. 76). La cita
las características que estas de- la sociedad africana se teje en es tomada de la primera par-
finiciones tienen en común. torno a una práctica ancestral te de la novela, donde hay una
que constituye un lugar de en- serie de poemas entre los que
En Changó, estudiaremos el cuentro denominado común- encontramos uno titulado “La
Kintu examinando tres grandes mente el “arbre à palabre” (‘ár- despedida, Bienvenida a Elegba
elementos básicamente: la tie- bol para palabrear / charlar’), abridor de las puertas”. Allí, ob-
rra, las plantas y los animales. un espacio para discutir sobre servamos a Ngafúa, un ancestro
Dentro de este orden de ideas, la política y la sociedad. Zapata africano que también partirá en
señalaremos particularmente un Olivella (2002) enmarca la pre- una nao rumbo a América. El
vínculo fuerte con los árboles, sencia del Baobab dentro de un pasaje evoca a Elegba, el oricha
acentuando específicamente la contexto que une a los africanos “abridor de caminos” antes de
relación con el Baobab. Por otra con su vida ancestral: emprender al viaje que condu-
parte, observaremos que los cirá a los africanos a América.
animales, por ejemplo, las ser- Justificado está que al Percibimos aquí el árbol, como
pientes, también se encuentran memorizar la llegada del un mediador y un testigo que
presentes en la novela operando Muntú africano a la Améri- favorece la conexión entre los
desde diferentes perspectivas. ca con sus múltiples etnias humanos y los orichas, idea que
A continuación, examinaremos e idiomas, enmarquemos nos permitirá plantearlo como
la manera como la construcción su creatividad y hechos una fuerza relacionada al Kin-
simbólica de las serpientes se en torno a las raíces y ra- tu, ya que en torno a él suceden
encuentra ligada a la rebeldía. mificaciones del Árbol de hechos trascendentales de or-
De este modo, nos detendremos la palabra, morada de los den espiritual. Ngafúa, junto al
en algunos pasajes de la novela orichas y ancestros. Una Baobab, invoca a Elegba con el
que desarrollan esta categoría. amplia geografía que está fin de que este le dé el don de la
demarcada por los pasos palabra pidiéndole, además, que
El árbol de baobab es un ele- andados en la vida y la no cierre las puertas a los africa-
mento que palpita a lo largo memoria ancestral colec- nos que parten al exilio.
de la narración de Changó. Su

9
Texto original: “animals, plants, minerals and any unanimated thing fall within this category”. Traducción por la autora del
artículo.
10
También denominado en la novela como Legba, Elegúa, Eshú y Exú.

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Diana Carolina Sierra Díaz

Una nueva evocación del bao- caminos húmedos que retorna- rra natal, en vez de reme-
bab aparece en el suceso más ban, madre África, a tu seno. morar en silencio conver-
sobresaliente del primer capítu- En otras noches bajo el baobab saríamos con los difuntos
lo de la segunda parte del libro: sagrado también ellos fueron bajo el baobab de la aldea;
la coronación de Benkos Bio- consagrados a Elegba” (Zapata en vez de estar sentados,
hó11 como rey de los africanos, Olivella, 2010, p. 172). La cita bailamos; en vez de fumar
suceso que transcurre en Carta- anterior nos confirma, además, tabacos, beberemos sal-
gena. Al respecto, Montenegro que, para los africanos de Chan- mirón. (Zapata Olivella,
(2014) sostiene que: gó, existe un nexo directo entre 2010, p. 212).
el baobab y Elegba, subrayando
Benkos representa al jo- la importancia de este en los Observamos en esta cita el ár-
ven devoto a quien le era rituales de consagración a los bol como un espacio propicio
permitido ser sacristán en orichas. Encontramos, asimis- de intercambio entre vivos y
los bautizos, testigo en los mo, otros elementos de orden difuntos, involucrando una di-
matrimonios y acompa- natural como las lágrimas de los mensión mística que aborda-
ñante del padre Claver en ancianos; una suerte de materia- remos más adelante cuando
sus predicaciones. Sin em- lización de la nostalgia, ligada estudiemos el Muntu. En la
bargo, este niño es el ele- tanto a la ausencia del baobab, novela, el Kintu representado
gido para enfrentar a los como a su rol característico de por el baobab y su ausencia del
colonizadores y restaurar las ceremonias africanas. baobab en América, evidencia
la identidad de su etnia (p. ciertos fenómenos relacionados
63). En el tercer capítulo de la se- con la melancolía. Este senti-
gunda parte de la novela, ha- miento de falta es manifestado
Dentro de este contexto, obser- llamos otra mención al baobab. en el plano físico mediante las
vamos que para la proclama- Esta vez, la Inquisición vendrá lágrimas y el silencio. Estas dos
ción de Benkos hay una serie de persiguiendo al babalao por manifestaciones connotan la
rituales africanos que el baba- practicar cultos no aceptados irrupción opresora tanto como
lao12 realiza, entre ellos, la con- por la corona española. Los in- la impotencia que experimen-
sagración del nuevo rey a Ele- quisidores llegarán en búsqueda tan con frecuencia los africanos
gba. Dicha celebración se lleva del babalao en la noche, advir- bajo la presión de los coloniza-
a cabo frente a una comunidad tiendo con extrañeza que los dores y negreros.
heterogénea de africanos, algu- africanos no durmieran en ese
nos provenientes de Calabar, momento: Nos ocuparemos ahora del estu-
Cabo Verde y el Congo (Zapata dio de otro aspecto relacionado
Olivella, 2010, p. 173). En este Cuando llegaron a la plaza con el Kintu en la novela: las
escenario, encontramos en el de la Yerba nadie duerme serpientes. Este reptil, símbo-
baobab un elemento que apro- porque en la noche oscura lo de la sabiduría, la salud y la
xima al hombre, a la naturaleza el muntu gustaba de evo- eternidad, presente en diversas
y sus creencias: “Los ancianos car a sus ancestros. En culturas, desempeña un papel
rememoran y sus lágrimas son otras noches, allá en la tie- importante en Changó. En este

11
Líder cimarrón proveniente de Guinea, que reivindicó la libertad de los esclavizados en Colombia. Ejecutado en Cartagena,
1621.
12
Dentro de las creencias yorubas, este equivale a un sacerdote.

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estudio, nos detendremos úni- Desde el inicio de la novela, pueden ser consideradas como
camente a examinar la manera Zapata Olivella otorga a las un recurso estilístico que Zapata
como Zapata Olivella presenta serpientes el valor simbólico Olivella utiliza igualmente con
y desarrolla la presencia de las del Muntu en el exilio, atribu- el fin de otorgar cierta jerarquía
serpientes en su obra litera- yéndole a una serpiente el valor a sus personajes. Mencionare-
ria, sin realizar un análisis que de la vida y a la otra el de la mos, por ejemplo, a Nagó, un
contraste el valor simbológico muerte. Esta representación es ancestro africano que viaja en
de estas en otros contextos. En dada a modo de presagio, pues una nao hacia América, y quien
Changó, el autor colombiano la libertad es un objetivo que será líder de la primera revuelta
nos presenta a las serpientes comprende muchos sacrificios de prisioneros africanos en el
como un elemento que hace re- y muertes de parte de los africa- barco “La nova India”: “Sobre
ferencia a la naturaleza y, por nos. De este modo, vemos que el hombro de Nagó se entrecru-
ende, al Kintu. En la novela, la en la primera parte de la novela zaban las serpientes de Elegba.
aparición de las serpientes se da titulada “Los orígenes”13, Zapa- El kilumbu blanco supuso que
dentro del marco narrativo ubi- ta Olivella dota al lector de ele- era la cicatriz de una doble in-
cado en la primera parte de la mentos que le servirán a modo cisión abierta por el brujo de
novela, y se mantiene hasta la de tabla de lectura/navegación a la tribu y prosiguió observan-
última. Zapata Olivella (2010) lo largo de la novela. En cuan- do bocas y contando dientes”
las introduce relacionándolas to a los pasajes que hacen refe- (Zapata Olivella, 2010, p. 88).
específicamente con Changó: rencia a las serpientes, notamos Vemos también, que el valor
que se encuentran íntimamente significativo de las serpientes
El hijo de Yemayá/ inven- ligadas a un discurso de rebel- es un elemento desconocido
cible guerrero/procreador día y sublevación animados por para los “blancos”,14 quienes las
de Orichas despierto de los orichas Elegba y Changó: advierten cuando las miran, sin
su sueño/una serpiente en “¡Abobó Elegba, nudo fuerte/ llegar a descifrar la carga que
cada mano/ mordiéndose reconoce a tu hijo/ Benkos Bio- este distintivo encarna. Dado
las colas/ me mostraba,/ hó, las dos serpientes/ grabaste que son muchas las apariciones
las serpientes de Tamin/ sobre su hombro!/¡Ábrele paso de serpientes en la novela, pre-
las serpientes mágicas/ a Changó!” (Zapata Olivella, sentamos una tabla con los dife-
vida y muerte inmortales/ 2010, p. 173). rentes personajes que portan las
símbolos del Muntu/en el serpientes y los momentos en
exilio. (p. 66). Dentro de este marco de ideas, que aparecen:
observamos que las serpientes

13
El nombre de este primer capítulo de la primera parte “Los orígenes” coincide con tres aspectos relevantes: el capítulo de
apertura de la novela, una explicación mítica del origen de los orichas dentro de la cosmovisión del Muntu, y la causa por la
cual los africanos son enviados a América, generando así un nuevo origen a nivel histórico y literario.
14
Así menciona también Zapata Olivella a los españoles.

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El Muntu: la diáspora del pensamiento filosófico africano en Changó, el gran putas de Manuel Zapata Olivella
Diana Carolina Sierra Díaz

Parte y capítulo en
Personaje Rol en la novela Citas
el que aparece
“El contramaestre sigue preocupado por la pérdida
Ancestro africano, de nuevas herramientas. Entramos en sospecha del
Primera parte,
Nagó líder de la revuelta en kru con la máscara de hierro. Sobre su hombro tiene
capítulo II.
la nao Nova India. tatuadas dos serpientes y juro que se mueven debajo
de la piel” (p. 140).
“Desangrada, el hijo le nada entre las piernas… En
Hijo de Sosa Se le denomina el Primera parte, mitad de su pecho, mordiéndose los rabos, pudimos
Illamba Muntu Niño. capítulo III. ver que se movían las dos serpientes de Elegba” (p.
145).
“¡Sobre su hombro se abrazan las dos serpientes del
poderoso Elegba…!” (p. 155).

“El último gesto del padre, todavía bajo la mirada


del superior, fue trazar el signo de la cruz sobre el
Se convertirá en el rey
Benkos Segunda parte, hombro izquierdo del pequeño. Debió sentir que el
de los africanos en
Biohó capítulo II. fuego de las serpientes le quemaba sus dedos porque
Cartagena.
aterrorizado levanta la mano”. (p. 171).

“¡Abobó Elegba, nudo fuerte/ reconoce a tu hijo /


Benkos Biohó, / las dos serpientes/ grabaste sobre
su hombro!/ ¡Ábrele paso a Changó!” (p. 173).
“Las aguas se oscurecieron. En el fondo de la batea
dos serpientes se devoran las colas sin que la madre
Relato sobre la lucha
Simón Bo- Cuarta parte, capí- Yemayá logre separarlas. Son las sombras de tu amo
de mestizos y la
lívar tulo I. Simón y del almirante José Prudencio. Combatirán
libertad.
juntos por la independencia de sus países pero no se
ponen de acuerdo para darnos la libertad” (p. 319).
“Intuirás la forma de la mancha: dos serpientes
mordiéndose las colas. Tratas de aliviar tu desazón
con la piadosa idea de que te ahogas en una pesadi-
lla. El agua tibia, la apertura de las cortinas, la luz
de la lámpara apenas son anuncios de la mañana
inundando el cuarto y entonces oíste que de la ca-
lle sube ese inconfundible vocerío de la ciudad que
despierta” (p. 444).
Líder afrodescendiente
Quinta parte, capí- “Te acompañé hasta la capillita perdida en la barria-
Agne Brown que reivindica el Mun-
tulo I. da. Desde mucho antes de marcarte con las serpien-
tu en Estados Unidos.
tes de Legba te sigo los pasos” (p. 447).

“—Las serpientes de Legba… —exclamó. —¡Para


renacer hay que morir!” (p. 452).

“Me alzo aún más manteniendo firmes los hombros.


Las serpientes se revolvían mientras las hebras en-
sortijadas caen sobre mi cuerpo” (p. 466).

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A lo largo de la novela, cons- Además de la inclusión de ani- nuación, presentaremos la cate-
tatamos que las serpientes re- males y plantas en la narración, goría Hantu en la novela, un eje
presentan un signo inequívoco Zapata Olivella crea una serie amplio que nos permitirá com-
del oricha Elegba. Este símbolo de neologismos que se refieren prender de una mejor manera
operará como un elemento que al Kintu, evidenciando la per- las bifurcaciones histórico-tem-
actúa de manera involuntaria en meabilidad tanto como la adap- porales que componen Changó.
quienes lo poseen: constatamos tabilidad de estos a su lenguaje
que, en Nagó dan la impresión literario: “Hombres-Bosques” Hantu
de moverse bajo la piel; en (p. 52), “Padre-Fuego-Sol”,
Benkos, tienen la propiedad de “Hijos-Luceros”, “Herma- Jahn (1963) percibe esta cate-
calentarse al percibir la mano nas-Estrellas” (p. 63), “Toro- goría simplemente como “lu-
de Pedro Claver; en Agne, se sol” (p. 64), “Truenoluz” (p. gar y tiempo”15, considerando
revuelven, cuando esta va a pri- 70), “toroluna” (p. 91). Obser- “oriente” y “ayer” como ejem-
sión. Así, estas serpientes incor- vamos que el escritor colombia- plos que plasman el Hantu (p.
poradas exhiben diversas mani- no explora, mediante su novela, 19). En Changó, abordaremos
festaciones físicas que intuyen una transformación lingüística el Hantu, orientando nuestra
la presencia hostil del enemi- que evoca la incidencia de la reflexión hacia el tiempo histó-
go. Las clasificamos dentro del naturaleza, una reflexión que rico, así como a los escenarios
Kintu, puesto que, si estas son nos invita a la vez a pensar al asociados a dichos momentos.
un símbolo de los orichas, con- hombre como un elemento que De este modo, sugerimos cinco
servan la calidad de seres vivos, necesita de la naturaleza, y que grandes momentos y espacios
guardando evidentemente al- ve en ella un elemento profundo significativos en la novela:
gunos rasgos de orden animal, de familiaridad y de nexos con
como el movimiento. sus orígenes africanos. A conti-

Siglo Lugar Suceso Significativo


1. XVI África Africanos a punto de partir al exilio
2. XVII Cartagena Inquisición y resistencia de los esclavizados
3. XVIII Haití Revolución haitiana
4. XIX Latinoamérica Emancipación y mestizaje
5. XX Estados Unidos Lucha por la igualdad de derechos civiles

Zapata Olivella desarrolla su se desarrolla en diversos focos minado. Dentro de este orden
obra literaria dentro de un orden espaciales que constituyen ejes de ideas, en la primera y segun-
cronológico evolutivo que gira complejos de revueltas de afro- da parte de la novela, el tiempo
en torno al anhelo que tienen los descendientes. Los diferentes histórico opera implícitamente,
africanos con el fin de romper ejes o iniciativas rebeldes, pa- sin que haya referencias con-
la maldición de Changó. Ad- san por un proceso de germina- cretas, salvo por una que encon-
vertiremos que la aproximación ción, organización y acción, y tramos en el tercer capítulo de
a la libertad es vista a partir de se encuentran ligados a un lugar la primera parte y que hace re-
una perspectiva americana que y un momento histórico deter- ferencia al “Libro de Derrota”,

15
El Hantu es descrito desde esta misma perspectiva por Mbiti. John (1969) en: African Religions & Philosophy, y Aliko Son-
golo (1991) en: Muntu Reconsidered: From Tempels and Kagame to Janheinz Jahn.

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El Muntu: la diáspora del pensamiento filosófico africano en Changó, el gran putas de Manuel Zapata Olivella
Diana Carolina Sierra Díaz

el diario de los opresores que dentro del relato de los africa- tiempo y espacio que el Hantu
transportaban a los africanos en nos, no hay una fecha específica contempla, Zapata Olivella uti-
las naos: sino simplemente una alusión liza esta categoría como denun-
al tiempo mediante el adverbio cia de la actitud inquisidora de
demostrativo “hoy” y el nombre la fe católica, y defensa de las
Dejo constancia en este
masculino “mañana”. Vemos de creencias africanas.
cuaderno de bitácora de este modo que el tiempo para
lo sucedido en la facto- los africanos en la novela, es un Nos aproximamos ahora a Hai-
ría de Nembe y de cuanto agente impreciso que deambula tí, otro escenario simbólico de
acontezca en los días por entre la evidencia cruel de la se- la libertad para los afrodescen-
venir de esta travesía que paración, la trata y la esperanza dientes en América. A partir
se inicia con tan inespera- de la lucha y unión de un marco de la participación de perso-
dos y trágicos presagios. A espacial que une al continente najes como Dutty Bouckman,
los diecisiete días de mar- africano y al americano. François Mackandal o Tous-
zo del año mil quinientos saint L’Ouverture, que com-
cuarenta, a bordo de la nao En la segunda parte de la no- prenden un lapso de tiempo en-
Nova India. (Zapata Oli- vela, vemos que una vez en tre 1791 y 1804. De tal modo,
Cartagena, el grupo heterogé- resaltaremos la revolución hai-
vella, 2010, p. 108).
neo de africanos continúa sus tiana como iniciativa rebelde
iniciativas rebeldes en busca de predominante de la tercera parte
La cita anterior se enmarca den- la emancipación. Para ello, será de la novela: “en la noche de la
tro del capítulo “La trata”, un necesario aunar ese propósito esclavitud /Rotas las cadenas,
relato presentado a dos voces; bajo el carácter determinante y libre, /cada vida/ cada muerte/
la de los negreros y la de los afro-reivindicativo de Benkos nos acercan a Changó” (Zapata
prisioneros africanos. En este Biohó: “Eres el escogido de Olivella, 2010, p. 263). Dicha
pasaje, observamos que el dia- Changó para iniciar la rebelión iniciativa rebelde trae la muerte
rio de los opresores comienza del muntu. Tu grito resonará a un gran número de africanos
relatando la muerte de quien se- en otras voces, en otras vidas, y mestizos quienes, median-
ría el capitán del barco. De este donde quiera que la loba blan- te la sublevación, se acercan a
modo, 1540 marcará el inicio ca pise la sombra de un negro.” Changó. A partir del “tiempo” y
del viaje hacia América desde (Zapata Olivella, 2010, p. 228). “espacio” como elementos glo-
la perspectiva de los europeos, La aparición de Benkos en la bales del Hantu, constatamos
mientras que, para los africa- novela introduce una crítica a lo que, en Changó, Zapata Olive-
nos de Changó, el inicio de este que la Inquisición significa para lla explora esta categoría como
surge desde el momento en que los africanos y sus creencias: otra posibilidad de ver la His-
son capturados: “Hoy es el día “Las esclavas y esclavos se re- toria y momentos específicos
de la partida/ cuando la huella únen en las puertas, alegres, sin de la lucha de los africanos en
no olvidada/ se posa en el polvo ni siquiera sospechar que los América:
del mañana… Hoy enterramos dobles de campana les estaban
el mijo/ la semilla sagrada/ en anunciando la guerra santa con-
el ombligo de la madre África/ La historia de la República
tra sus orichas, chivos y gallos
para que muera se pudra en su embrujados” (Zapata Olivella, de Haití para los olvida-
seno /y renazca en la sangre 2010, p. 176). Con estos ejem- dizos escribas de la loba16
de América” (Zapata Olivella, plos, hemos visto brevemente será siempre la masacre de
2010, p. 45). Observamos que, que además de los elementos de los negros fanatizados por
en lo que concierne al viaje el odio contra sus herma-

16
En la novela, se refiere a los colonizadores y opresores europeos.

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nos blancos, nunca el ge- do el carácter despiadado del En la última parte de la novela,
nocidio de los esclavistas enemigo al que se enfrentan. En Zapata Olivella ubica la narra-
contra un pueblo indefen- el mismo sentido, vemos que el ción en Estados Unidos, dentro
so. (Zapata Olivella, 2010, deseo de emancipación requiere del marco histórico de la segre-
p. 274). una gallardía que palpita en los gación hacia los afrodescen-
africanos como en los mestizos, dientes; específicamente, el pe-
La cuarta parte de Changó mulatos y zambos. Así, en esta riodo que comprende el fin de la
–“Las sangres encontradas”-, parte del libro, Zapata Olivella esclavitud hasta los 1960s. En
se encuentra compuesta por (2010) manifiesta una suerte el primer capítulo de esta par-
cuatro capítulos: “Simón Bolí- de antítesis al sistema de cas- te, encontramos a Agne Brown
var: memoria del olvido”, “José tas coloniales, positivizando el quien siendo una niña debe en-
Prudencio Padilla: Guerras aje- mestizaje: frentarse al impacto de ver a su
nas que parecen nuestras”, “El padre ahorcado: “Por aquellos
Aleijadinho: Donde quiera que Mulato y zambo a la vez, días el reverendo Robert me
tus manos sin dedos dejen la tengo la fiebre africana en adoptó como su hija a partir del
huella de tu espíritu” y “José los ojos y la sombra india instante en que me tapara los
María Morelos: El llamado de en mi alma. Brujo, destru- ojos frente al cadáver colgado
los ancestros olmecas”. Pode- yo al enemigo con la vista de mi padre” (Zapata Olivella,
mos afirmar que, el contexto antes de alcanzarlo con las 2010, p. 444). El personaje fic-
histórico de la cuarta parte de la balas. Vicente Guerrero ticio Agne Brown explora deta-
novela nos ubica principalmen- es mi nombre porque en lladamente la problemática de
te en el marco de guerras de la guerra siempre fui pro- iniquidad hacia los afrodescen-
independencia hispanoamerica- tegido por Quetzalcóatl y dientes entretejiendo su propia
nas ocurridas a comienzos del Changó. (p. 428). historia con la de líderes de des-
siglo XIX. Simón Bolívar, José cendencia africana, tales como
Prudencio Padilla y José María Desde el punto de vista del Malcom X,17 Marcus Garvey18
Morelos insisten en la fuerza Hantu, Zapata Olivella presenta o Nat Turner,19 entre otros. En
que reside en el mestizaje como una lectura afro-céntrica de la Nueva York, Agne profesa y de-
resultado efectivo en los proce- independencia latinoamericana, fiende sus creencias, dándole al
sos de emancipación de España: destacando la fuerza de la Muntu el estatus de religión. Lo
“¡Colombianos! ¡Nos aguarda alianza de los mestizos con los anterior le ocasiona problemas
la libertad o la esclavitud! ¡No afro-descendientes en diferentes de orden legal, puesto que es
podemos esperar merced de un países y en diferentes épocas. El acusada de ser:
enemigo que ha dado repetidas tiempo y el espacio son factores
muestras de ser sanguinario y a partir de los cuales el escritor Predicadora de un nuevo
cruel!” (Zapata Olivella, 2010, demuestra la manera como culto detenida por prosti-
p. 356). En este ejemplo espe- las raíces africanas renacen tución. La señorita Agne
cífico, situado en la guerra de para seguir combatiendo Brown, antropóloga de la
independencia colombiana, el constantemente. Universidad de Columbia,
almirante Padilla incita a sus convicta de practicar pú-
tropas a la resistencia, evocan- blicamente la poliandria.

17
Activista estadounidense (1925- 1965) defensor de los derechos de los afrodescendientes.
18
Líder afrodescendiente jamaiquino, fundador de la Asociación Universal para la Mejora del Hombre Negro.
19
Esclavizado estadounidense, líder de la resistencia en Southampton, Virginia.

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El Muntu: la diáspora del pensamiento filosófico africano en Changó, el gran putas de Manuel Zapata Olivella
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No se sabe si se trata de vella, 2010, p. 146, 274) “las sostienen que el Kuntu tiene
un novedoso sistema de nochesdías” (Zapata Olivella, que ver con las cualidades sub-
prostitución o de una de- 2010, pp. 277, 457), “los días- jetivas, como por ejemplo la in-
pravación mística… Ha noches” (Zapata Olivella, 2010, teligencia. Al respecto, notamos
sido encarcelada. (Zapata p. 227), “El pájaronoche” (Za- que Zapata Olivella ilumina a
Olivella, 2010, p. 467). pata Olivella, 2010, p. 13). A sus personajes con varios ras-
través de estas reconstrucciones gos, relacionándolos frecuente-
En esta última parte de la nove- lingüísticas, Zapata Olivella mente con los orichas. En esta
la, no encontramos fechas es- explora el tiempo en la novela sección, exploraremos el Kuntu
pecíficas; no obstante, después desde un punto de vista crea- dentro del marco del carácter de
de recuperar su libertad, Agne dor-literario, plasmando en la los personajes. Particularmente,
asiste al funeral de Malcom X, narrativa la manera como algu- orientaremos nuestra reflexión
hecho histórico que tiene lugar nos conceptos opuestos como el hacia la manera como los desig-
el 27 de febrero de 1965 en el “día” y la “noche”, o el “ayer” nios de los orichas intervienen
Templo de la Fe, en Harlem, y el “mañana” se funden en una en la construcción y consoli-
Nueva York. En la novela, du- sola unidad lingüística para dar dación del pensamiento de los
rante el funeral de Malcom X, espacio a nuevas interpretacio- personajes en Changó.
los orichas Ochosí,20 Elegba y nes del tiempo, que van de la
Changó se aparecen para ma- mano con las principales carac- En el primer capítulo de la pri-
nifestar la ira de este último terísticas del Hantu tanto como mera parte de la novela, vemos
oricha, quien reclama colérica- con la visión totalizadora del que Ngafúa toma la iniciativa
mente a los afrodescendientes Muntu. De este modo, en Chan- de guardar la memoria de los
por tardarse tanto en alcanzar gó, el tiempo es un concepto orichas para cultivarla en Amé-
su libertad. deslizable, adaptable, maleable rica: “¡Changó!/ Voz forjadora
y transgresor que se mantiene del trueno./ ¡Dame tu palabra
En Changó, el tiempo es una abierto, que dialoga constante- saliva/ dadora de la luz y de
categoría que evade frecuente- mente con los diversos elemen- la muerte/ sombra del cuerpo/
mente la precisión obsesiva de tos que componen la novela. chispa de la vida!” (Zapata Oli-
la Historia. Leer la novela a par- Pasaremos ahora al Kuntu, deli- vella, 2010, p. 70). Además de
tir de la perspectiva del Hantu, neando los principales rasgos de esto, en Ngafúa encontramos
permite comprender que, sin re- esta categoría filosófica bajo los rasgos como la perseverancia
currir a fechas precisas, Zapata elementos literarios de Changó. y la tenacidad. Prueba de ello
Olivella emprende una recons- es su carácter durante el viaje
trucción histórica de los hechos Kuntu de África a América. Ngafúa
libertarios más significativos. es acusado de ser responsable
Tal como analizamos anterior- Jahn (1963) afirma que el Kuntu de incitar la rebeldía en la nao
mente en el Kintu, Zapata Oli- es una categoría que tiene que que transporta a los africanos
vella introduce neologismos ver con el estilo, la belleza, el al nuevo mundo, por consi-
que permiten hacer un segui- ritmo, la calidad y la cantidad. guiente, es torturado con el fin
miento del Hantu desde una Kagame lo relaciona con la ma- de que denuncie a sus cómpli-
nueva comprensión del tiempo: nera de ser, mientras que otros ces: “Mantienen acorralado a
“el ayermañana” (Zapata Oli- como Henrique Cunha (2010) Ngafúa. Le azotaban y riegan

20
Oricha guerrero de la Caza, se relaciona con la justicia y los perseguidos.

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sal y pólvora sobre sus heridas. de agravios que los africanos pero solo la fresca se va
La loba mayor ladra, pidiéndo- padecen bajo el implacable po- al fondo mientras la inútil
le que denuncie nuestro plan y der perseguidor español: sube y se derrama. (Zapata
solo escuchamos su invitación a Olivella, 2010, p. 167).
que resistamos.” (Zapata Olive- -¡Oíd, oídos del muntu!
lla, 2010, p. 135). La valentía y ¡Oíd! Aquí nace el venga- Luego de su coronación, Benkos
la gallardía ante el dolor serán dor, ya está con nosotros el sustenta su punto de vista a Cla-
pruebas fehacientes del carácter brazo de fuego, la muñeca ver, quien inútilmente intenta
sólido de Ngafúa. Contrario a la que se escapará de los gri- convencerlo de arrepentirse re-
impasibilidad que muestra ante llos, el diente que destroza cordándole la formación cristia-
sus opresores, sabremos que, las cadenas… Escuchen: na que ha recibido:
ante los africanos y sus descen- el protegido de Elegba trae
dientes en América, Ngafúa de- sangre de príncipe. Nace —Sepa padre —le dijo
sarrolla un carácter profético y entre nosotros, será nues- con resentimiento— que
solidario que trasgrede constan- tro rey. (Zapata Olivella, poca diferencia hace usted
temente la muerte: “soy Nga- 2010, p. 155). en las obras del Señor. Al
fúa, mensajero de Changó. Te burro le hizo torpe y bien
hablo con los ojos invisibles de En Benkos, surge una serie de hace en callar, pero a los
tus ancestros aquí presentes…” rasgos preestablecidos que ope- hombres nos dio enten-
(Zapata Olivella, 2010, p. 443). ran como un presagio libertario. dimiento. Si yo fuera un
En la cita anterior, Ngafúa se Por otra parte, encontramos que asno no aspiraría a tener
presenta ante Agne, personaje su fuerza sexual desde temprana una corona aunque fuera
fundamental de la quinta parte edad marca su parentesco con de papel. La voz de Sata-
de la novela. Según las pistas de Changó, oricha de la virilidad: nás no le hubiese dejado
Changó, Ngafúa hace el viaje “Todavía es un niño pero ya era tan pálido. Le echó la ben-
con los africanos hacia América un viejo. Doce años tiene y ya dición y afligido, me dice:
en el siglo XVI; sin embargo, levantaba su verga de toro” (Za- —Vámonos Sacabuche,
constatamos en la quinta parte pata Olivella, 2010, p. 172).21 tengo que orar por este
de la novela, –incluso más de Finalmente, la proximidad a la réprobo. (Zapata Olivella,
tres siglos después en el rela- religión católica, sin que esta 2010, p. 205).
to– que su carácter mantiene los logre persuadirlo, sustenta asi-
mismos rasgos de intermediario mismo la firmeza y la lealtad de Estas no son razones suficien-
y de apoyo a quienes buscan su carácter: tes para debilitar el carácter del
redimir a los afrodescendientes recién nombrado rey, quien se
oprimidos. En estas correrías del pa- empeña en continuar fiel a sus
dre Claver, el pequeño rey creencias africanas más allá de
Por otra parte, examinaremos Benkos era el sacristán de su muerte.
el carácter de Benkos Biohó en sus bautizos, testigo de
“El Muntu Americano” segunda los matrimonios… Nun- En lo que concierne “La Rebe-
parte de la novela. El vaticinio ca le dije no bebas de esa lión de los Vodús”, tercera par-
del nacimiento de Benkos surge corriente. Sé que en una te de la obra literaria de Zapata
dentro del marco de vindicación tinaja caben muchas aguas Olivella, encontramos un pasaje

21
“Te nombro, Changó, /padre de las tormentas/ con tu verga de toro/relámpago descomunal.” (Zapata Olivella, 2010, p. 51).

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El Muntu: la diáspora del pensamiento filosófico africano en Changó, el gran putas de Manuel Zapata Olivella
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en el que el escritor colombiano en el primer capítulo de “Las En la cita anterior, notamos que
sintetiza las cualidades de los Sangres encontradas”, existe José Padilla se encuentra pre-
héroes afrodescendientes de la una referencia que nos permite destinado a ser marinero; de-
revolución haitiana: señalar el vínculo directo entre jando claro que Odumare como
Changó y el carácter libertador “supremo dios omnipotente”
Changó fue nombrando que florece en Bolívar: “— (Zapata Olivella, 2010, p. 661)
a sus generales: —Mac- ¿Qué significa ese remolino?... ha trazado planes específicos
kandal, te hago mariscal. Rojas, amarillas, azules, el arco para Padilla y que estos se han
Vengarás la sangre de iris cabalga las nubes. — ¡Hi- gestado con bastante anticipa-
los ekobios torturados. A pólita, míralas, cinco banderas! ción; a través de los ancestros
Bouckman le entregó el ¡Cinco banderas! ¡Por manda- de Padilla se estaba gestando
fuego para que incendia- to de Changó, el varoncito que no solo la voluntad de Oduma-
ra los cañaverales y tra- chupa tu leche será el libertador re, sino también el carácter del
piches. —¡A ti, Toussaint de muchas naciones!” (Zapata rebelde y valiente almirante Pa-
L’Ouverture, te doy las Olivella, 2010, p. 318). Vemos dilla.
llaves de Elegba! ¡Aun que son varios los casos en que
después de muerto, serás Zapata Olivella toma datos his- Finalmente, abordamos a Agne
la gran abertura de la li- tóricos para transformarlos a Brown, resaltando que de to-
bertad! Así, conociendo literatura y ponerlos al servicio dos los personajes de la novela,
la inteligencia y el coraje de la revuelta de las negritudes. es a ella a quien Changó le ha
de cada uno de sus guerre- De este modo, la misión liber- otorgado el reconocimiento y la
ros, les enriquece para sus taria de Bolívar se encuentra responsabilidad más considera-
hazañas. (Zapata Olivella, designada anticipadamente por ble del relato: “Changó, entre
2010, p. 285). Changó y tendrá como testigo a todos los ekobios, te ha escogi-
Hipólita, la nodriza afrodescen- do a ti: mujer, hija, hermana y
Tal vez este sea el pasaje donde diente de Bolívar. amante para que reúnas la rota,
se perciba de una manera sufi- perseguida, asesinada familia
cientemente clara las caracte- En el caso del almirante José del muntu en la gran caldera de
rísticas del Kuntu. Observamos Padilla, los orichas también han todas las sangres” (Zapata Oli-
que Changó asigna a cada uno dispuesto hacer de él un apasio- vella, 2010, p. 443). Para que
de sus generales una tarea espe- nado por el mar: esto suceda, Agne debe nutrir su
cial para llevar a cabo durante la carácter con diversas y doloro-
revolución haitiana. Prestamos No habías nacido, pensa- sas experiencias: de un lado, su
especial atención a L’Ouvertu- miento eran las sangres vida se convierte en testimonio
re, pues hay en él un elemento de tus ancestros, cuando de su lucha: Hija de un padre
de motivación lingüística que lo Odumare te concibe en el asesinado, segregada en el co-
relaciona y lo asemeja a Elegba, vientre de tu primera ma- legio por ser afrodescendiente,
el oricha que abre los caminos. dre. Changó me nombró socialmente rechazada, acusada
La “abertura” de la libertad es tu protector y desde en- y conducida a prisión por rendir
una metáfora con la que Zapata tonces, tu destino marine- culto a Changó. Notamos que
Olivella sostiene el relato de los ro es semilla que siembro su carácter invulnerable se for-
Vodús en Changó. y multiplico hasta traerte talece a partir de múltiples tes-
aquí. (Zapata Olivella, timonios que llegan a ella desde
En lo que concierne a la cuarta 2010, p. 331). el pasado: “Agne Brown, soy
parte de la novela, vemos que Ngafúa, mensajero de Changó.

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Te hablo con los ojos invisibles A través de Agne, así como de si bien el Muntu reside en un
de tus ancestros aquí presentes:” otros personajes, podemos ver cuerpo visible, el cuerpo no es
(Zapata Olivella, 2010, p. 443). cómo Zapata Olivella constru- lo que hace al Muntu, sino las
Agne es un personaje en el que ye una estrategia específica con cualidades relacionadas con el
converge el fruto del (re)naci- respecto a los personajes, que ser. Además de lo anterior, “el
miento del Muntu en América; coincide con la perspectiva filo- Muntu o la persona es una fuer-
en ella se concentra la fuerza sófica del Muntu. El autor des- za suprema más poderosa que
de las luchas afrodescendientes dibuja la silueta de un personaje los animales, las plantas y los
y mestizas que han contribui- principal para dar cabida a una minerales”. (Tempels, 2013, p.
do desde diferentes espacios pluralidad de personajes que 61). De este modo, es posible
y diferentes temporalidades: se alterna a medida que avan- deducir que esta categoría estu-
“Era tu voz, Agne Brown. Te- za la novela. Los personajes se dia al ser humano, abordando,
nías viejos acentos de ekobios funden entre sí, entre el mundo entre otros, la correlación con
a quienes solo he oído hablar de los hombres y el mundo de los ancestros y los difuntos. Por
aquí en la Casa de los Muertos. la divinidad para cuestionar la su parte, Jahn (1963) sostiene
Benkos Biohó, Gunga Zumbi, historia. El análisis de la novela que Muntu es una palabra Bantú
el Aleijaidinho, L’ Ouverture, a partir del Kuntu, permite ver ordinariamente traducida como
José María Morelos, Bolívar, que Zapata Olivella elige cier- “hombre” y que señala también
Nat Turner…” (Zapata Olivella, tos personajes de su obra para a los dioses, a los ancestros y a
2010, p. 545). dotarlos con el carácter rebelde los difuntos.
de determinados orichas, de-
Agne Brown es un persona- mostrando así que los dioses Los ancestros y los difuntos son
je determinante en la trama de africanos se encuentran pre- elementos del Muntu que Zapa-
Changó, dotado con el coraje y sentes, librando las guerras y ta Olivella transforma en litera-
la impetuosidad de sus ances- sufriendo las angustias del ejér- tura. Nos cuestionaremos aho-
tros rebeldes. cito de Changó en América. Fi- ra: ¿Quiénes son los ancestros y
nalizaremos nuestro estudio con en qué contexto aparecen en la
Me dirijo a vosotros, eko- el Muntu, categoría que Zapata novela? ¿Qué funciones tienen
bios que me escucháis. No Olivella explora, otorgándole en el imaginario de Changó?
a los blancos sordos. No vida y palabra a la muerte. ¿Cómo se suman las voces de
vengo a predicar pacien- los difuntos al relato literario
cia ni resignación ni vanas Muntu de Zapata Olivella? Comen-
esperanzas: les anuncio el zaremos mencionando que, en
culto de la vida y las som- Tempels sostiene que el signi- Changó, Zapata Olivella pre-
bras que inspiran la rebel- ficado de la categoría Muntu se senta cinco ancestros: Ngafúa,
día que hay en nosotros acerca más al término perso- Nagó, Olugbala, Kanuri Mai y
los negros. Más allá solo na que a la simple traducción Sosa Illamba.
perdura el eco de los sue- “hombre”; pues, con frecuencia
ños. Pero oídlo bien, vida este concepto se encuentra re- Ngafúa es el primer ancestro
y rebelión no existen sin la lacionado con la corporalidad, que aparece en la novela. En el
presencia de los muertos. mientras que el término “per- apartado anterior mencionamos
(Zapata Olivella, 2010, p. sona” involucra aspectos que que hará las veces de profeta del
448). trascienden del plano corporal. Muntu en América. Además de
En este orden de ideas, Tempels ello, aparece en repetidas oca-
(2013) manifiesta también que,

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El Muntu: la diáspora del pensamiento filosófico africano en Changó, el gran putas de Manuel Zapata Olivella
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siones guiando a los soldados el carácter guerrero de Morelos. frente a las baterías ene-
de Changó en América: El uso del adjetivo posesivo en migas! (Zapata Olivella,
segunda persona, “tus”, revindi- 2010, p. 354).
Lo cierto, Simón, es que ca la herencia africana que hace
soy Ngafúa, mensajero de vibrar los ideales emancipado- Este último pasaje de Changó
Changó, tu protector en la res del mestizo mexicano. hace referencia al almirante
guerra. Tomo mil formas, José Padilla, personaje histórico
he estado contigo desde En el primer capítulo de la no- cuyo destino marinero en la no-
antes de nacer. Seré Hi- vela “Tierra de los ancestros”, vela está rodeado por las aguas
pólita para cerrar tus ojos. encontramos la primera refe- viajeras de Yemayá, oricha fe-
Vengo a prevenirte contra rencia a Nagó, quien está liga- menina deidad de las aguas.
aquellos que escondidos do con el viaje y la navegación: Zapata Olivella se nutre de la
en tu propia sangre buscan “Que no falte ningún Ancestro/ Historia de Padilla modifican-
tu fracaso. (Zapata Olive- en la hora de la gran iniciación/ do su discurso en la novela para
lla, 2010, p. 315). para consagrar a Nagó/ el es- crear un trinomio que englobara
cogido navegante/ capitán en lo divino, lo ancestral y lo his-
—Soy Ngafúa, mensajero el exilio/ de los condenados tórico.
de Changó en estas tierras. de Changó” (Zapata Olivella,
Sígueme, te llevaré a la 2010, p. 45). Sin embargo, al Pasamos ahora a Olugbala, an-
morada de tus mayores. igual que Ngafúa, la presencia cestro africano cuya presencia
(Zapata Olivella, 2010, p. de Nagó es retomada a lo largo se advierte en “La trata” se-
407). de la novela. Su relación con la gundo capítulo de la primera
navegación surge a partir del rol parte de la novela. Olugbala es
Zapata Olivella insiste constan- que Nagó tiene para sublevar a presentado como un africano
temente en presentar a Ngafúa los africanos de la nao negrera robusto al que se le compara
como el mensajero de los ori- y su posterior naufragio en las con la ballena y con la hormiga:
chas; hay en él un matiz que aguas del atlántico: “Su cuerpo de ballena ocupaba
roza con lo divino. Tiene ade- tres veces el espacio reservado
más la capacidad de desdoblar- Siempre que la luz y la a cualquiera de nosotros. No
se, transformarse y presentarse sombra se unen, Nagó se deja de observarme con la son-
bajo otra apariencia física, por echaba mar adentro con risapájaro que ilumina su cabe-
ejemplo, se transforma en Hipó- su barco en busca de náu- za de hormiga” (Zapata Olive-
lita, la niñera de descendencia fragos. Recorrerá las rutas lla, 2010, p. 112). Vemos aquí
africana, esclavizada, de la fa- de los vientos, las mismas que la ballena hace alusión a la
milia de Simón Bolívar. Zapata por donde andan las naos grandeza corporal de Olugbala,
Olivella toma el referente histó- con sus cargamentos de idea que contrasta notablemen-
rico de Hipólita, y lo literaturi- esclavos para recoger a te con la pequeñez de su cabeza
za, con el fin de plasmar rasgos los ekobios muertos en la de hormiga. De este modo, en
del Muntu en la novela. Por otra travesía. (Zapata Olivella, Olugbala, grandeza y peque-
parte, en la segunda cita, Nga- 2010, p. 151). ñez encarnan los misterios de la
fúa se presenta ante José María profundidad del mar fusionados
Morelos, sacerdote militar líder Tú sabías, madre Yemayá, con la astucia laboriosa e ince-
de la independencia mexicana. que soy el protegido de sante de la hormiga. Notamos
El ancestro africano tendrá la Nagó. ¡Que su sombra cu- que Zapata Olivella toma ele-
misión formadora de fortalecer bra mi barco cuando cruce mentos del Kintu, para plasmar

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los rasgos que definen a este an- figura ante él, portando la voz de la madre dos mil años
cestro: de los oprimidos, y haciéndole atrás...—Soy Kanuri mai,
saber que su puño se fortalece- nunca apartado de ti. Me
Durante la corta travesía, rá bajo su protección y la de los esculpirás en los rostros
solo él pudo oír y escuchar orichas. de tus profetas, en las car-
la ballena invisible que se- nes desgarradas del buen
guía el barco: Ogún Olug- En lo que concierne al ancestro Señor de Matozinhos, allí
bala, su ancestro protector Kanuri mai, -al igual que en el donde quiera que tu mano
aconsejándole la pruden- caso de los otros ancestros- su sin dedos dejó la huella de
cia de la hormiga y escon- participación en la rebelión de tu espíritu (Zapata Olive-
der la pujanza del elefan- la nao negrera. La presencia de lla, 2010, p. 376).
te que tienen sus brazos. este ancestro en la novela se en-
(Zapata Olivella, 2010, p. contrará estrechamente relacio- La lepra tanto como la fealdad
260). nada con las plagas, los mosqui- que esta causa, sumadas a la an-
tos y la lepra: “¡mañana la lepra cestralidad, caracterizan a uno
Ogún Olugbala nos repite devorará tu rostro! Comidos los de los personajes históricos que
que la fortaleza de la hor- párpados y la nariz, tu cara será Zapata Olivella vuelve ficción
miga reside en su constan- colmena de las moscas” (Zapa- en su obra, el escultor brasilero
cia. Perdidos en la hojaras- ta Olivella, 2010, p. 131). Con Antonio Lisboa –el Aleijadin-
ca, pequeñitos, iniciamos Kanuri mai, Zapata represen- ho–. Zapata Olivella retoma en
el desmoronamiento de la ta la enfermedad y la fealdad, su novela la lepra, una enferme-
esclavitud. (Zapata Olive- como elementos que no interfie- dad que padeció el Aleijadin-
lla, 2010, p. 275). ren con su calidad de ancestro; ho y que redujo drásticamente
el desfigurado rostro de Kanuri sus capacidades de esculpir:
El retrato de Olugbala y su mi- mai no constituye un motivo de “—¡Fíjense! ¡Ya ni siquiera
sión como ancestro protector se olvido dentro de la dimensión puedo agarrar nada! ¿Para qué
encuentra íntimamente ligado al de los ancestros, pues median- me sirven estos dedos? Mas
carácter de los animales con los te su ejemplo comprendemos bien me estorban. Sin ellos,
que frecuentemente se le repre- que la enfermedad es otra di- Mauricio, podrías atarme mejor
senta. La constancia es señalada mensión del ser humano. En la el cincel y el martillo… Janua-
a su vez como un componente novela, él será el protector del rio nunca quiso cortármelos”
pequeñito en el sentido en que escultor brasilero Aleijadinho (Zapata Olivella, 2010, p. 404).
puede ser casi imperceptible. ante quien se presenta para ha- Vemos en Changó, que el relato
De este modo, la rebelión de cerle saber: del Aleijadinho corresponde en
los esclavizados es metaforiza- gran parte a hechos reales; pues,
da resaltando la manera como —¡Eía Aleijadinho, her- en sus biografías se afirma que
los pequeños esfuerzos redun- mano del dolor, hermano su ayudante le amarraba las he-
darán en la desaparición de la soy tuyo! Igual que tú, rramientas a las manos para que
esclavitud. Además del carácter vestí la capa del leproso. pudiera continuar trabajando.
trabajador de la hormiga, des- Déjame ser el fuego de tu Zapata Olivella retoma esos
tacamos también el saber vivir cincel. Aunque nunca me elementos e ilumina el carácter
en sociedad apuntando hacia un reconocerás soy tu pro- literario del Aleijadinho resal-
objetivo en común. En Changó, pia imagen, tu ancestro tando en él la pasión y el coraje
Olugbala es el ancestro de José protector desde que fuis- como rasgos permanentes de la
María Morelos quien se trans- te sembrado en el vientre lucha que este lleva a cabo me-

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diante su obra artística. En la tras que ella, desangrada, per- indica que el rol de Sosa en la
novela, la lepra no es un factor manece allí. Su hijo, “el niño novela sea menos significativo;
que genere una barrera entre el muntu” es rescatado y llevado a por el contrario, Sosa representa
artista y las demás personas; al las costas americanas según lo la posibilidad de preservación
contrario, observamos que Za- establecido por Changó: del Muntu en América, pues su
pata Olivella lo dota incluso de proliferativo vientre se funde en
un estatus similar al de “un cris- —Hijo de Yemayá, semi- las aguas de Yemayá, dándole
to negro” venerado y estimado lla de los vivos, nademos un matiz humano y místico a la
por los suyos: hacia la orilla. La madre procreación y al carácter signifi-
me lo entrega, mirándome cativo y fecundante de la mujer.
—¡El Aleijadinho! —¡El con los ojos ya líquidos.
Aleijadinho! Negros y Calor y sangre bañaban mi Hasta aquí señalamos los ances-
caboclos le depositaban pecho y mis brazos. Cha- tros principales de la obra, con-
granos de oro en lo hondo poteando en la sentina, cluiremos este apartado men-
de sus heridas, le cuelgan dejo que Elegba me mues- cionando la dimensión de los
cadenitas de plata labradas tre la abertura que condu- difuntos y su inclusión dentro
en los días de enfermedad. ce al mar de los vivos. De del relato. La exploración del
Los más fanáticos alarga- repente me quedo solo, ro- Muntu a partir de la perspectiva
ban los dedos para hume- deado de aguas. El muntu de los ancestros permite tener la
decerlos en sus úlceras niño pegado a mi cuerpo, idea de la vida del ser humano
frescas. Cristo vivo, negro, única compañía (Zapata como una fuerza que hace po-
comido por los dolores. Le Olivella, 2010, p. 146). sible su existencia después de
gritan: —¡Sálvanos Señor! una muerte física. En Changó,
¡Nuestra esclavitud es más Como madre y vientre de la fi- el vínculo entre vivos y muer-
dolorosa que tus llagas! losofía Muntu, Sosa representa tos ocurre como un aconteci-
(Zapata Olivella, 2010, p. también la fertilidad, pues in- miento cotidiano. En el primer
400). cluso después de su muerte, su capítulo de la tercera parte de la
vientre sigue haciendo crecer a novela, “Hablan los caballos y
Finalmente, abordaremos a América: sus jinetes” encontramos como
Sosa Illamba, ancestro feme- narrador a Toussaint L’Ouver-
nino que en la difusión litera- Y en los surcos abiertos, la ture quien, tras haber luchado
ria del Muntu en América será madre Sosa Illamba pare en Haití por la libertad de los
percibida como nodriza, madre las semillas de sus hijos suyos, es finalmente acusado de
y protectora en quien los hijos inagotables (Zapata Olive- conspiración y condenado a pri-
de África encontrarán una fi- lla, 2010, p. 285). sión en Fuerte de Joux en una de
gura afectuosa que aliviara sus las regiones más frías de Francia
angustias: “Sosa Illamba intenta Sosa Illamba los paría en donde muere en 1803. Desde la
inútilmente calmarles el rezon- lagunas, ríos y mares por penumbra de su ventana, L’Ou-
go como si se tratara del propio encargo de la madre agua verture advierte la presencia de
hijo que ya le nace en el vientre. Yemayá (Zapata Olivella, un gorrión: “Revoloteando por
Los abraza contra su pecho y 2010, p. 427). la ventanilla de la celda se posó
les daba palmaditas en las nal- sobre mi hombro. Mensajero de
gas para adormecerlos” (Zapata Si bien los otros cuatro ances- Ogún Ngafúa, vienes a traerme
Olivella, 2010, p. 93). Veremos tros mencionados anterior- noticias de mi lejana isla. Los
que su hijo nace en el mar mien- mente, son masculinos, eso no muertos solemos soñar también

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con imposibles.” (Zapata Olive- atan los hilos de la filosofía y Jahn, puesto que, a partir de
lla, 2010, p. 242). En el pasaje Muntu, entrecruzándose tam- las cualidades relacionadas con
anterior, Zapata Olivella utiliza bién con algunas voces históri- el ser, Zapata Olivella insiste
la voz de Toussaint L’Ouvertu- cas: “Después de muerto prose- en la articulación del eje per-
re con el fin de profundizar tres guí la guerra porque los caídos sona-ancestros-vida-muerte. La
aspectos: la soledad de su pri- en combate somos elevados al posibilidad de estudiar el Muntu
sión en Francia, la nostalgia que rango de general en el Ejército desde esta perspectiva, nos per-
representa estar lejos de su país de los Difuntos. Suministramos mite considerar que Zapata Oli-
y la posibilidad de soñar como armas a Télémaque Conga.” vella pone estas relaciones flui-
resistencia al exilio y olvido al (Zapata Olivella, 2010, p. 254). das al servicio de la revolución
que él es sometido. En la novela, Bouckman conti- de las negritudes, generando así
núa con ahínco las batallas que una relectura de un conjunto de
Vemos en la tercera parte de la ha de dejado en vida, desde la elementos históricos que supo-
novela, que el “vodú” se con- muerte ahora general de los di- ne a perspectiva de las negritu-
vierte asimismo en un elemento funtos, este personaje continúa des y sus luchas. De este modo,
de reivindicación de la filosofía impulsando sus guerras con el es posible concebir el Muntu
Muntu en Haití, dado que gra- ardor que Changó puso en su en Changó como un gran “ser”
cias a sus rituales, aparece la po- puño. Al respecto, Zapata Oli- múltiple compuesto por di-
sibilidad de recordar el pasado vella (citado en Captain-Hidal- versos trozos de existencia, y
para insistir en la importancia go, 1985) sostiene: diferentes temporalidades; un
que ha representado la filoso- ser cuyo rostro y pasado muta
fía Muntu para los antepasados Yo creo plantear en mi constantemente adaptándose a
afrodescendientes: “Hablo por novela un nuevo aspecto los retos de la diáspora africana
boca de mi caballo Bouckman del realismo literario: la en América.
antes de recorrer el largo cami- revalorización mítica de la
no: —Era el principio del muntu historia para que sirva de A modo de conclusión
en esta isla… Cabalgo su cabe- instrumento de lucha para
za, gobierno sus ojos y su len- los vivos a partir de la ex- Leer Changó desde las catego-
gua” (Zapata Olivella, 2010, p. periencia de los muertos. rías de la filosofía Muntu, nos
245). De este modo, en la nove- Siempre la historia fue permite una comprensión de sus
la, el “vodú” otorga voz a múl- mitificada por las clases elementos estéticos tanto como
tiples narradores quienes desde dominantes… pero la con- de la manera en que estos se en-
la muerte matizan la pluralidad cepción de la filosofía afri- cuentran articulados a la filoso-
del Muntu, cumpliendo a su vez cana, base de mi inspira- fía africana. En la novela, la filo-
una función pedagógica de re- ción literaria dinamiza este sofía Muntu se convierte en una
sistencia que convoca a valorar concepto; pues considera a carta de navegación que sitúa al
el pasado, y por lo tanto a man- los difuntos (ancestros) y lector en los diversos contextos
tenerse unidos bajo la promesa vivos como una familia in- históricos que propiciaron la
de liberación del Muntu. tegrada “muntu”, ligada y emancipación de las negritudes
actuante (p. 30). en América. Así, mediante los
La muerte es una perspectiva hilos del Muntu, Zapata Olive-
que involucra diversas miradas En síntesis, observamos que el lla fusiona las diversas luchas
y sensibilidades en la novela; Muntu en la novela es un térmi- lideradas por afrodescendientes
surge como una confirmación no que supera la dimensión de elevándolas también a un plano
de los diversos elementos que persona planteada por Tempels mítico del que se sirve el escri-

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tor colombiano para estructurar estas historias necesitaba Finalmente, mencionaremos


y organizar las cinco partes que un lenguaje común que no que la filosofía Muntu en la no-
componen: “Los orígenes”, “El fuera el de los amos… No vela, se convierte en una espe-
Muntu americano”, “La rebe- más “yo”, no más “tú”, no cie de rizoma vibrante, una gran
lión de los vodús”, “Las sangres más “él”. Sino las mil vo- raíz viva que muta constante-
encontradas” y “Los ancestros ces americanas conjugan- mente permitiendo el contacto
combatientes”. do el “nosotros”. (Zapata entre los personajes, los orichas
Olivella, 1987, p. 2). y los humanos, los vivos y los
Bajo esta misma perspectiva, muertos, los elementos natura-
la filosofía africana del Muntu De este modo, la filosofía Mun- les tanto como el tiempo y el
se convierte en un elemento de tu nos permite explorar la po- espacio que aparecen en la no-
conexión de voces del pasado rosidad de los personajes de vela, poniendo estos elementos
que Zapata Olivella utiliza con Changó, así como las diferentes al servicio de la causa negra, de
el objetivo de tejer y reconocer categorías como unidades dis- la abertura de la libertad de los
al sujeto africano mediante la cursivas, filosóficas, históricas afroamericanos, de la igualdad
literatura: y culturales; unidades viajantes, y de una apuesta por un “no” al
palpitantes y común-icantes que olvido y un “sí” a la memoria,
Quería escribir la epopeya nos acercan a una cosmovisión pero a la memoria filosófica y
de los cincuenta millones globalizadora e incluyente cuyo mítica africana; al desafío que
de africanos y de sus des- eje se ubica en África, continen- supone el (re)nacimiento del
cendientes puros, mulatos te frecuentemente olvidado que Muntu en América y el largo ca-
y zambos bajo sus escla- también hace parte de nuestra mino que a los hijos de Changó
vizadores… para contar historia y, por lo tanto, de nues- aún queda por construir.
tra literatura.

Ahora embárcate en la lectura y deja que Elegba, el abridor de cami-


nos, te revele tus futuros pasos ya escritos en las Tablas de Ifá, desde antes de
nacer. Tarde o temprano tenías que enfrentarte a esta verdad: la historia del
hombre negro en América es tan tuya como la del indio o la del blanco que lo
acompañarán a la conquista de la libertad de todos.

(Zapata Olivella, 1987, p. 36)

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