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11 Socio único, cónyuge, mandatario y otros autocontratos


ante el Registro de la Propiedad.
Introducción y selección de lidio Jesús Fernández Vara.
12. El delito de caza con luz artificial.
Introducción y selección de Alonso Sánchez Gascón.
13 La herencia de los viudos: usufructo universal La reformaría in peius
y legítima de los hijos.
Introducción y selección de Manuel Rivera Fernández. en el Derecho administrativo
14. Unidad o diversidad de valoración
de inmuebles por Hacienda.
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Introducción y selección de Francisco Sosa Wagncr.
16. Tributación individual frente a tributación
conjunta en el IRPF.
Introducción y selección de Ensebio González García.
17. ¿En qué casos puede el gobierno dictar decretos-leyes?
Introducción y selección de Agustín S. de Vega García.
18. Conducción automovilística y prueba de alcoholetnia.
Introducción y selección de Francisco A. Cabello Mohcdano.
19. Declaración de ruina y protección del patrimonio
histórico inmobiliario.
Introducción y selección de Tomás Quintana López.
20. Impugnación de capitulaciones matrimoniales
en fraude de acreedores.
Introducción y selección de Vicente Guilartc Gutiérrez.
21. Política de empleo j jubilación forzosa del trabajador
Introducción y selección de Eduardo Martín Puebla
y Rafael Sastre Ibarrechc.
22. Las facturas y los requisitos documentales para la
deducción del IVA.
Introducción y selección de Isaac Merino Jara.
23. La reformatio in peius en el Derecho administrativo.
Introducción y selección de Víctor-Rafael Rivas Carreras.

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COLECCIÓN JURISPRUDENCIA PRÁCTICA

CONSEJO ASESOR

CARLOS LASARTE (Director)


FRANCISCO CAPILLA RONCERO
GABRIEL CASADO OLLERO
ALFREDO MONTOYA MELGAR
La reformatio
VÍCTOR MORENO CATENA
LUCIANO PAREJO ALFONSO
JOAQUÍN TORNOS MAS
in peius
en el Derecho
administrativo
Introducción y selección de
VÍCTOR-RAFAEL RIVAS CARRERAS
Tribunal Constitucional 45

1. Sentencia 17/1989, de 30 de enero 45 Introducción


2. Sentencia 40/1990, de 12 de marzo 46

Tribunal Económico-Administrativo Centrai........ 47

1. Resolución de 14 de julio de 1986 (Rec. n. o


898/1981) 47
2. Resolución de 30 de marzo de 1989 (Expediente n.°
910/1988) 48

ANEXOS 50

1. Relación cronológica de jurisprudencia ... 50


2. Bibliografía ...................... 52 I. CONCEPTO. REQUISITOS. CLASES.
3. ÍNDICE DE MATERIAS 53
REFORMA TIO IN PEIUS
Y CONGRUENCIA

La reformatio in peius o, mejor, su prohibición, la


non reformatio in peius, constituye un principio de De-
recho procesal trasladado «haciendo un uso licencio­
so de esta terminología» (Sentencias del Tribunal Su­
premo de 5 de diciembre de 1988 y del Tribunal Cons­
titucional 206/1987, de 21 de diciembre) al procedi- i
miento de revisión de actos en vía administrativa.
«La reformatio in peius consiste en la situación que >)- I
se produce cuando la condición jurídica de un recurren- j
te resulta empeorada a consecuencia exclusivamente de |
su recurso» (STC 84/1985, de 8 dé julio)*. ' i
“Como1 su propia denominación indica, la reforma- |
lio in peius tiene pues dos presupuestos:

1. ° La reforma. Sólo cabe la reforma in peius si


existe acto o resolución de una autoridad judicial o ad­
ministrativa, susceptible de ser refonnado^por la ins­
tancia inmediatamente superior ohambién por la que
dictó el acto impugnado al volver sobre el mismo.
2. ° El perjuicio del recurrente. Supone, pues, la
causación ele perjuicio al recurrente, quien ve así agra­
vada su situación o status fijado por la resolución de
la primera instancia, objeto del recurso.

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f: Una precisión a hacer es la de delimitar la non re­


formado in peius respecto al principio de congruencía.
En primer lugar debe hablarse de congruencia pro­
cesal y no de congruencia administrativa, salvo que se
tificación de errores materiales o de hecho y de nulidad
de pleno derecho.
A primera vista, y si mediando recurso la Adminis­
tración revisora puede y, más aún, debe resolver todas
- ' haga esto último impropiamente. La congruencia co­ las cuestiones planteadas por el expediente y no sólo
mo obligada sujeción de la resolución judicial a las pre­ la pretensión del recurrente, podría ocurrir que —por
tensiones de las partes obliga en todas las instancias, ejemplo, constatada en el expediente a revisar la exis­
incluso en la primera, donde por definición no cabe que tencia de un error de derecho o de hecho cuyo desco­
se produzca la non reformado in peius (ni su contra­ nocimiento en el acto recurrido ha beneficiado al re­
ria) pues es en ella donde se produce el acto en su caso currente— su imperativa corrección aprovechando el ‘
a reformar, pero no el acto reformado. recurso redundara en una segunda resolución más per­
No obstante, también la congruencia tiene un senti­ judicial para aquél que la primera recurrida.
do más amplio en cuanto veda por igual tanto los su­
puestos de reformado in peius como puede hacerlo de
otros de reforma a favor del recurrente. La non refor­
mado in peius es, pues, sólo una especie del género con­
gruencia. III. DOCTRINA JURISPRUDENCIAL
La prohibición de la refonnatio in peius Afesis ne-
Sativa, por tanto— tiene su recepción en el procedí -
miento administrativo de revisión a instancia de parte
sobre todo a partir de la SIS de 30 de diciembre de
II. LA REFORMA TIO IN PEIUS • 1975, pues hasta entonces se defendía a veces la tesis
EN VÍA ADMINISTRATIVA! positiva contraria, a favor de la refonnatio in peius en
la resolución de los recursos administrativos cuando así
La reformado m peius es, en la vía administrativa, ’ ven¡¿t a deducirse del expediente.
a la que circunscribimos principalmente el estudio, don- La tesis positiva tiene su apoyo en el principio de le­
de plantea mayores problemas por su máxima inciden-: galidad a que debe someterse la Administración y de
cía en la medida en que es en dicha vía donde la con-: defensa indisponible de los intereses públicos, por lo
gnicncia es más laxamente entendida, ya que por di?. que, constatado en segunda vuelta o por el superior un
posición legal al respecto (arts. 93 y 119 de la LPA, I error de derecho, infracción del ordenamiento, o de he­
160 de la LGT, 17 del Texto articulado de la Ley dej cho, debe este corregirse sin demora por imperativo de
Bases de 5 de julio de 1980 aprobado por Real Deere- ’ aquel principio, sea la remoción del error favorable al
to legislativo de 12 de diciembre de 1980, etc.) el acto i contribuyente (principio de legalidad) o a la propia Ad­
administrativo no sólo viene obligado a dar respuesta i ministración (defensa de los intereses públicos indis-
al
_ las pretcnsiones deducidas por las Partcs*’ La tesis positiva entiende que la defensa de la legali-
puede y debe resolver todas las cues jad 0^|¡ga a C0rrCg¡r cualquier error detectado en vía
en el expediente o procedimiento, ia) ai ni ros ‘ de recurso con independencia de que favorezca al re-
teadas por el instante, y donde adeitcúrrente o le perjudique,
procedimientos de revisión que no son cxciusi . pucs bicn Ja rcfer¡da Scntcncia ¡ -7j V]
los a instancia de parte oficio de rec- 7ac1a fundamentalmente por la dae de 14 de
1975juli<
viene refor-
_ , io de 1982,

11
£¿s«O^íSí3! íí^¿<

en defensa ambas de la tesis opuesta, la negativa, la De esta forma queda claro lo único permitido al res­ 7
de la prohibición de la refonnatio in peius. En tales pecto: por supuesto, la reforma a favor o en beneficio
Sentencias se aprecia la pugna entre el referido princi­ del interesado, como recuerda expresamente la'Sl’S de
pio de legalidad y otros que, se entiende ahora, deben 19 de septiembre de 1986, o si aquélla se produce fue­
primar sobre aquél, como el dcSeguridad jurídica —«la ra de la parle dispositiva de la resolución reformada
prohibición de la refonnatio in peius significa una am­ al añadir un nuevo motivo, por ejemplo, y sin alterar,
pliación del principio de seguridad jurídica que, como por tanto, las pretensiones ejercidas —asunto contem­
reafirma el artículo 9.3 de la CE, debe prevalecer in- plado en la STS de 7 de julio de 1982—, o la reforma H
cítiso frente~a¡ de legalidad (. T» (STS cíe 19 de jufio~ peyorativa en los solos casos en que venga est ab leei d a
de 1989)— y sobre todo el de^garantía de los adminis­ M3
por ley formal o se trate de recursos interpuestos por
trados. Con ello se dice coincidir con la propia natu- terceros y siempre previa audiencia del interesado.
raleza y causa final del recurso, que no es para garan­ Pero el Tribunal Supremo llega a precisar más en la
tía de la Administración, ni siquiera de la legalidad en linea que ya adelantamos. La ley formal que establez­
general, sino en interés y exclusiva defensa de los inte­ ca la refonnatio in peius debe hacerlo expresamente,
reses particulares del recurrente. Siendo ello así, no se razón por la que ya no se considera bastante el ampa­ Él
permite «el desdoblamiento de la Administración» den­ ro legal, por indeterminado y genérico, suministrado
tro de un procedimiento de revisión, el de recurso, por por el articulo 369 de la vieja Ley de Régimen Local
lo que, si ésta quiere revisar de oficio el acto, deberá de 1955, ni por lo mismo el ofrecido por el artículo 119
hacerlo —se dice en STS de 20 de julio de 1984—, por de la LPA, ni tampoco el ofrecido por el artículo 103.6
otro de los procedimientos de revisión establecidos de la anterior Ley de Contrabando y Defraudación de
(arts. 109 y 110 de la LPA, 16 del Reglamento de Ser­ 16 de julio de 1964.
vicios de las Corporaciones Locales, etc.). ¿Cuándo empieza, pues, la refonnatio in peius!
Aceptada o no la refonnatio in peius en vía admi- ¿Cuál es el límite válido de la reforma?
. nistrativa, la cuestión es determinar cuándo hay o no Por lo pronto, el Tribunal Supremo establece que,
y refonnatio in peius, qué se entiende por refonnatio in siempre que se trate de actos a reformar de contenido a
peius. Aquí es donde la jurisprudencia propiamente di­ evaluable —a saber, cuotas o deudas tributarias, va-
cha y la justicia administrativa no coinciden. Por lo lor de bases imponibles, aplicación o no de beneficios
pronto, las Sentencias referidas entienden expresamente fiscales, imposición de multas o sanciones—, los nue­
que la prohibición de la refonnatio in peius no contra­ vos valores reformados en ningún caso podrán supe­
dice el que el órgano decisor del recurso, al resolver, rar la cuantía de los fijados inicialmente (SSTS de 31
lo haga de cuantas cuestiones plantee el expediente, ha­ de mayo de 1983, 8 de mayo de 1984, 3 de octubre de
yan sido o no alegadas por los interesados. Al respec­ 1986, 30 de abril de 1988 y 9 de octubre de 1989, y Re­
to la STS de 24 de septiembre de 1984 precisa que «na­ soluciones del TEAC de 17 de noviembre de 1986 y 30
da tiene que ver la posibilidad o no de agravar una re­ de marzo de 1989).
solución mediando sólo el impulso del agraviado con Pero, por lo mismo, sí considero admisible la refor­
la permisibilidad o si se quiere necesidad de que el ór­ ma de oficio con ocasión de tales recursos hasta el lí­
gano decisor afronte cuestiones hasta aquel instante si­ mite en que de la conjunción de la corrección del error
lenciadas». O, como dice la STS de 5 de diciembre de alegado por el recurrente y la simultánea del detecta­
1987, la resolución de cuantas cuestiones plantee el ex­ do con ocasión de dicho recurso por la Administración
pediente al amparo del articulo 119 de la LPA consti­ no resulte una deuda, sanción o valoración de cuantía
tuye «potestad precisamente condicionada a que no dé superior a la recurrida.
por resultado perjuicio para el promotor del recurso». En otro caso sólo la previa audiencia al interesado

12 13
parece puede legitimar la reformado m peius. Asi se in peius en vía administrativa aun basada en cvidcnte
deduce de las SSTS de 15 de octubre de 1980, 5 de ma­ error de hecho en la liquidación.
yo de 1984 y 9 de octubre de 1989. Pues la posición del Tribunal Supremo respecto a la
reformado in peius y errores de hecho ha venido favo­
recida por un trabajo previo, la propia doctrina juris­
prudencial tendente a restringir el ámbito de corrección
de los errores de hecho por la vía de los artículos 111
IV. LA REFORMA TIO IN PEIUS de la LPA y 156 de la LGT. Así, resumiendo, esta co­
rrección sólo se permite si el error de hecho no es inva­
Y LOS ERRORES DE HECHO lidante del acto, si posibilita la permanencia o subsis­
tencia del acto, si el acto no padece al subsanarse el
El Tribunal Económico-Administrativo Central error que contiene y siempre que éste resulte por sim­
(TEAC) —aún con posterioridad al punto de inflexión ple observación de los datos que constan en el expe­
que en la curva jurisprudencial pudo suponer, por lo diente. Fuera de estos casos, se hace forzoso acudir al
decidido de su planteamiento, la Sentencia de diciem­ procedimiento establecido en los artículos 109 y 110 de
bre de 1975— viene manteniendo que los errores de he­ ¡a LPA o sus correspondientes de la LGT.
cho son susceptibles de legítima corrección con ocasión
de un recurso, y ello no sólo sin haberlo prctcndid,o_el
recurrente, sino incluso en su perjuicio. Así, la Reso­
lución del TEAC de 14 de julio de 1986 y la de 27 de
noviembre del mismo año aclaran que la reformado V. ADMISIÓN DE LA REFORMATIO
in peius no opera «cuando la Administración al reviz IN PEIUS EN CASO DE AUDIENCIA
sar el expediente descubre: l.°) que existe error de he­
cho, que podrá rectificar, sin la menor duda aunque DE LA CUESTIÓN NUEVA
ello perjudique al recurrente, y 2.°) que existe una in­ O DE LEY FORMAL EXPRESA
fracción manifiesta de la Ley, cuya revisión es tan cla­ AUTORIZANTE
ra c indiscutible que no puede llevar consigo la más mí­
nima intención coaccionadora del recurrente». Es, El TEAC, en su actitud más abierta a la reformado
pues, en materia fiscal donde más se resiste la implan­ in peius, había llegado incluso a admitirla válidamen­
tación de la prohibición de la reformado in peius. te con omisión del trámite de exponer las nuevas cues­
La interpretación que brinda aquí el TEAC parece tiones al reclamante para que formule alegaciones, ya
clara. La Administración puede rectificar los errores que, para dicho Tribunal, tal omisión carece a veces
materiales o de hecho aun siendo estos declarativos de de trascendencia (Resolución del TEAC de 30 de sep­
derechos en cualquier momento o en el plazo de cinco tiembre de 1981).
años si dichos errores son producidos en materia tri­ El Tribunal Supremo combate y anula esta Resolu­
butaria (arts. 111 de la LPA y 156 de la LGT). Razo­ ción. En Sentencia de 5 de diciembre de 1988 invoca
nes de economía procesal y con apoyo en el artículo para ello los preceptos legales ya citados (arts. 44.3 del
369 de la vieja Ley de Régimen Local aconsejarían RREA, 169 de la LGT, etc.) que exigen para validar
aprovechar la vía de recurso para, de oficio, pero den­ el efecto oneroso de la reformado in peius la previa
tro y no fuera de esta vía, proceder, a la rectificación audiencia al interesado. Al respecto, ya mucho tiem­
/ con el solo límite temporal precitado. No obstante, el po antes el dictamen del Consejo de Estado de 25 de
/ Trjbunal Supremo ha llegado a prohibir la reformado abril de 1968 (expediente 35.889) admitía la reforma-

15
fio in peius al amparo del articulo 119 de la LrA con i¡ apuesto procesal, por ejemplo, 'laa incom
incompetencia aei
el único requisito de que se diera audiencia al interesa­ órgano interioróla impertinencia del procedimiento se­
do- Pero el Tribunal Supremo, en dicha Sentencia y guido en la primera instancia cria inexistencia del re­
en anterior de 21 de mayo de 1988, anulando Resolu­ curso de reposición al haberse este interpuesto fuera
ción del TEAC de 25 de marzo de 1982, y con el paso de plazo, y alegado todo ello por primera vez por el
atrás que puede suponer la Sentencia de 26 de marzo recurrido o apelado en perjuicio del recurrente o in­
de 1990, va más allá y niega que pueda admitirse la re­ cluso a apreciar de oficio por el órgano revisor?
formado in peius incluso en el supuesto de que ¿r~réT El Tribunal Supremo al contemplar alguno de estos
clamante haya sido oído respecto a la cuestión nueva. casos en Sentencias de 5 de marzo de 1990 y 29 de oc­
Con ello resulta que el cumplimiento del principio de tubre de 1985 y, antes, de 17 de octubre de 1984 y 26
contradicción no es bastante ante la mayor exigencia de noviembre de 1981, relativas a la reformado in peius
que entraña el principio de non reformado in peius co­ procesal, resuelve a favor de la seguridad jurídica apos­
mo principio constitucional de garantía a la tutela ju­ tando por la prohibición de ía reformado in peius.
dicial efectiva y que pone en entredicho todo lo que A primera vista podría parecer que existe aqufeón-
pueda resultar objetivamente desmotivador del ejerci­ tradiccion con lo sustentado por el Tribunal Constitu­
cio del derecho al recurso. cional en Sentencias 17/1989, de 30 de enero, y
Veíamos cómo el Tribunal Supremo viene estable­ 40/1990, de 12 de marzo, que declaran la inexistencia
ciendo la prohibición de la reformado in peius saí- de la reformado in peius cuando el resultado peyorati­
vo que la autorice ley formal expresa o se dT~previa vo viene legitimado por la aplicación de normas de or­
audiencia al interesado acerca de la cuestión nueva sus­ den público.
citada. Pues bien, a la luz de las precitadas SSTS de La superación del conflicto estaría tal vez en reco­
21 de mayo de 1988 y 5 de diciembre de 1988, que asien­ nocer, con relación a las normas de Derecho público
tan la prohibición de reformado in peius ya no en un procesal en principio indisponibles (por lo que aquí re­
simple principio procesal, sino en el constitucional de pugna que se dé valor al consentimiento previo del re­
la tutela judicial efectiva consagrado en el artículo 24.2 currido o apelado manifestado presuntamente por el
de la CE, incluso mediando la previa audiencia al in­ hecho de no recurrir), la existencia de dos supuestos
teresado, no es aventurado señalar que, aun existien- totalmente diferenciados según que la infracción de las
4 dp ley expresa que autorizara aquella reformado in mismas llegue o no a producir indefensión. ««.y'(
V peius, ésta tampoco podría admitirse en razón de la se­
guramente sanción de inconstitucionalidad que recae­
ría en la expresada ley.

VI. LA REFORMATIO IN PEIUS


Y EL ORDEN PÚBLICO PROCESAL
¿La reformado in peius puede admitirse por razo­
nes de orden público procesal prevaleciente? ¿Debe re­
solverse aun en perjurio del recurrente si razones de
orden público obligan a corregir de esta guisa un pre-

16 17
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zaf, a/... “*?*?" ;W^

Selección Deducido por el señor /. G. recurso de alzada, el Tribunal


Superior lo desestimó, revocando en parte elJallo recurrido
wJiiaí
en el sentido de declarar único responsable en concepto de
de jurisprudencia autos de la in fracción a I. G. y encubridor sin sanción a G. S.,
imponiendo al primero la sanción de multa de 66.643,20
pesetas.
Deducido por el señor I. G. el presente recurso el Tribu­
nal Supremo lo desestima.
i
Él
«a < CONSIDERANDO: Que las cuestiones planteadas en cl
presente recurso, a virtud dc la postulación actora, son: a)
madmisibilidad dc la reformado in peius que se implica en
cl fallo del Tribunal Superior recurrido, por cuanto eleva la
inulta impuesta al recurrente por cl Tribunal Provincial;
TRIBUNAL SUPREMO
-rrjjÉ
CDO.: Que si bien la doctrina y la jurisprudencia rclati-
1. SENTENCIA
vinculante p'ara los Organismos administrativos sancionadorcs

|pflB Importación de rodamientos sm Ucencia -según el artículo 103, párrafo 6. "-Absoluta competencia .


fetal
Se levantó acta de aprehensión en la capital con ocasión a''rnbu,'ald‘'orde" superior,Jen las apelaciones planteadas,
de realizar un reconocimiento de una Agencia de Transpor para C°° t d,cb? tramltc da ,oda->las cuestiones, de for­
tes V abiertos determinados paquetes a presencia del propie- _„„!?ndo’ lmP|lcadas en el expediente y que se refieren
torio de la Casa consignatario, resultaron contenidos roda-a la pcr*a r"ponsab!c .apclan,e’ co'"° sucede en el caso
mientas a bolas doscientos de ellos de la marca FAG, iiiadi “batldo> ° a y Ioelc.° cs rcconoccr quelconstguienlc- ■
nG^many y otros doscientos veinticuatro de la marca SKF.a™"ad“ac “tlc'ldc" a >a decisión libre de tales
made in Sweden practicándose seguidamente inspección " Jq equivale la atribución para conocer
los talleres de la aludida Casa, fueron hallados otros doscien^ as que cl. Precepto lega citado los otorga; y por ello en
tos de la marca y procedencia primera reseñadas, manijes aI‘"““‘g cnjuiciadotprocedio correctamente cl Tribunal Su- •
tando e° 'ropietario que le fueron enviados por el recurren ,dgCon,rabando al clcvar Ia mi“ta ™P.uesta por el Pro-
te de Granja de Torrehennoso (Badajoz), no poseyendo d( "‘ *Jal al recurrente, porque con esta decisión no hizo más
te, de Granja ae to^ que corregir un evidente error del Organismo inferior que hu-
0 El Tribunal Provincial de Contrabando y Defraudación sancionar a los dos encartados en cl expediente, cuan-
claró cometida imalñfraccufñdc contrabando de menor n‘H _nfPOnSabl ,da? so ° corn-sPondja a unojel ahora dc-
cwroco ./ / >T ¿fe/ . -.mandante, y era preciso adecuar la sanción pecuniaria al mon-
o"? V“°n,dadaa *°s efectos aprehendidos cum-
el scctorG PS la agravante 8. a del articulo 15, siendo auto^cndodc.cstc Ja regla de proporcionalidad consigna-
res amb^s'encausados de la referida infracción. ''»Zw'”'ffdkhas1n'fraccioncs 28 rC£uladOra dc
doles la sanción equivalente al 334 por 100y 267por 100 re. ‘
pecdvamente del valor de los rodamientos aprehendidos, (
decir 41.683,20 pesetas al primero y 33.321,60 pesetas al st
ppf gundo, comiso de la mercancía y premio a los aprehensorc

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«flz ‘y*m
2. SENTENCIA DE 30 DE DICIEMBRE' el particular^ interesado; siendo conveniente destacar a los fi­
Bfeffc* DE 1975 (Ar. 5080);
i.
nes de la adecuada resolución del presente recurso, que la te­
sis negativa de la reforma gravosa que dicha jurisprudencia
comparte, al reconocer lo que es la causa misma del recurso
Contencioso-Administrativo (Sala 3.a): Contribución —el interesado usa de su derecho a recurrir no ciertamente >/
fséstiO general sobre la rema. Jurado Central Tributario. «Refor\
matio in peius»: doctrina
para preservar la legalidad abstracta del actg, sinó fcalmeiF A
te para evitar un perjuicio a su persona o a su patrimon^p^
vuuv otras
umiv entre
. tiene como motivaciones
uuuo wiuv uc carácter
luuuvaiiuim de uaiauicr teóricoQj//
iconcoynx
El Tribunal Supremo estima el recurso contencioso adim] los principios sustantivos de la seguridad jurídica y de los ac-
nistrativo interpuesto contra acuerdo del Tribunal Economice tos propios declarativos de derechos, que reconducen en de-
Administrativo Central que confirmo la cifra de 4.750.001 finiuva al ya formulado de la garantía del administrativo,
pesetas señaladas por el Jurado Central Tributario como in principio procesal de la congruencia en cuanto que
greso imputable al recurrente, a efectos de la Contribución recurso —a diferencia de lo que ocurre en la revisión
General sobre la renta en el ejercicio de 1965, por el concep\ de oficio—¿as potestades revocatorias de la Administración *

fcf to de ganancia en la venta de una finca y en su lugar declare se encuentran limitadas al ámbito estricto de las pretensio-
que debe señalarse al actor, como ingreso por el menciona' nes del recurrente, y como motivaciones de índole práctica,
do concepto, la cantidad de 2.000.000 y como cifra total di la necesidad de sustraer a la Administración un instrumento
ingresos a efectos del expresado impuesto y ejercicio la can-: coactivo que podría producir en la realidad el desuso mismo
tidad de 2.481.154 pesetas con la consiguiente devolución di del ejercicio del derecho a recurrirjporque evidentemente na-
las cantidades ingresados de más. j die recurriría con el inevitable temor de que su debatida si-
• tuación pudiera empeorarse.

CONS1DERANDO: Que en orden a la importante y dis


cutida cuestión de la reformado in peius en los recursos ad
ininistranvos en general,TíTdoctrina administrativista, en k 3. SENTENCIA DE 22 DE ENERO
polémica trabada sobre el tema, polama en resumen sus pun DE 1977 (Ar. 194)
v tos de vista en la siguiente dicotomíaQ/Salvaguardia del prin
cipio de legalidad de la Administración mejor apreciado pa
un órgano superior y por tanto más cualificado para hacer Contencioso-Administrativo (Sala 3.»): Controlando:
lo—como fundamento trascendente de la solución positivi «rejormatio m peius»; requisitos; aulona; ocultación de ge-
yfQaraniía del particular frente a aquella, como fúndame» "e™ en la Aduana; requisitos: presunción.
to esencial de la solución negativa, llegando también a esti . .
última solución la jurisprudencia de las tres Salas de lo Coa Tribunal Provincial de Contrabando de Vizcaya, por
tencioso de este Tribunal que -prescindiendo de anteceden resolución de 17 defebrero de 1970 declaro cometida una m-
tes más remotos- en sus recientes sentencias de 10 de ^fracción de contrabando ele mayor cuantía comprendida en
y 22 de junio de 1972, 24 de enero, 15 de febrero y 7 niara “rticulo 13.1 en relación con e articulo 14 de la Ley de
de 1973 30 mayo 14 y 24 de octubre y 20 de noviembre d. Contrabando, y declaro responsable de la misma, en concepto
1974 y 16 de abril de 1975, entre otras, y haciendo una Ínter &autor a don Fidel M B. B y responsable subsidiario a
pretación estricta del articulo 119 de la Ley de Procedimien «C- S. A.» absolviendo de toda la responsabilidad alosde-
to Administrativo, sostiene unánime y sustancialmentc la doc"«« encartados en e expediente. Don Fidel M. B B ituer-
trina de que no debe adnnt.rse la reforma peyorat.va imenff'y recurso de apelación contra la anterior resolución. y el
tras no exisla una norma legal que expresamente la amóne Tribunal Económico-Administrativo Central, por resolución
o se trate de recursos adm.mstrativos promov.dos en sentid^ 22 de junio de 1973 acordó: l.° Desestimar el recurso m-
opuesto por terceros, por lo que lás lacultades de laTÚIini ‘erpuesto. 2. -Revocar en pare elfallo recurrido, en el sen-
nlstracián para volver sobre sus propios actos por vía de recui"^ * considerar responsables de la infracción de contra-

20 21
BjesoBI
O r .>*2 i*. w. «-,■;

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' '■ ■ rí.-V bando cometida a don FidelM. B. B., en concepto de autor pues aunque el Tribunal Económico-Administrativo Central
y en el de cómplices a don Pedro A. G.. don Joaquín U. A., a tenor de lo previsto en el artículo 130.3 del Reglamento de

tefeü
don Horst B. y don Thodor A. procedimiento en las reclamaciones económico-administra*
Contra el anterior acuerdo, don Pedro A G., don Joc. (ivas, Ies puso de manifiesto el expediente, en el recurso de
quín U. A. y don Fidel M. B. B. interpusieron recursos con apelación que interpuso don Fidel María B. B.» no se puede
tencioso-administrativos que resolvió la Sala de la Jurisdic- entender con ello cumplido lo dispuesto en el artículo 46.3

•-
ción de Vizcaya por sentencia de 25 de noviembre de 1974. <M mismo Reglamento, que viene siendo interpretado por esta
por la que desestimó dichos recursos. Sala, en el sentido de que si bien la reforma peyorativa puc-
Interpuesto recurso de apelación, el Tribunal Supremo k de. tener lugar en aquellos casos en que expresamente la auto-
I^Siafirí
estima en parte, revocando parcialmente la sentencia apele rice una norma legal, como acontece en esta materia de con-
da, y declarando: 1. ° Cometida la infracción de contrabar trabando (art. 105 número 6). que permite la revisión por el
do del articulo 14 1 de la Ley, en relación con las mercancic Tribunal de apelación de todas las cuestiones de fondo o for-
que sin estar amparadas por despacho aduanero salieron c ma planteadas en el expediente, en relación tanto con el apc-
la Aduana, y en grado de tentativa respecto de las que n lantc como con otras personas, sin embargo y|cn aplicación J
llegaron a salir de la misma, excediendo unas f otras de le del principio inaudita pars se requiere para que esa modifi-
declaradas en los respectivos despachos bien en cuanto a car cación gravosa pueda afectar a quien no es rccurrcntcfqiic"
tidad, bien en cuanto a calidad: 2. ° Declarar autor de las ir conforme al espíritu del citado art. 146.3 sea expresamente
ÉkWW?# fracciones únicamente a don Fidel M. B. B.. quedando al advenido de que su situación puede ser modificada gravosa-
sueltos todos los restantes inculpados, concurriendo la agre mente para evitar que al no comparecer o no utilizar todos
vante del número 7 ° del artículo 18 de la Ley especial, per los mcUíos~dckmsivos a su alcance, se quebrante tan bá-
no la del número 2. 3.0 Que por la Administración se prt sico principió de justicia, doctrina reiterada por esta Sala
cederá a modificar la sanción impuesta al único responsabi sentencias de 14 y 24 de octubre de 1974, entre otras—,
conforme a lo anteriormente declarado, con devolución ¿ y como quiera que la simple citación a los no recurrentes an­
tas cantidades que en su caso hubiese ingresado de más re tes el Tribunal Económico-Administrativo Central y puesta
pedo de las sanciones y responsabilidades que se le impona de manifiesto del expediente al que compareció no pudo sa­

IIIksII j ]

CONSIDERANDO: Que por las mismas razones señal’


das en la sentencia apelada, debe considerarse autor de la ir
tisfacer esa exigencia de justicia y garantía procesal, ha de
anularse la resolución del Tribunal Económico-Administra-
. tivo Central ].

fracción de contrabando cometida, tanto respecto a las me:'


cancias en que se consumó la infracción como en cuanto,
la tentativa sobre las restantes a don Fidel María B. B., ac 4. SENTENCIA DE 21 DE ABRIL
ministrador general de «Cointer, S. A.» que según rcsuli DE 1981 (Ar. 1854)
de las actuaciones, como se señala en la sentencia recurrid
intervino de modo personal y directo en la decisión y pl:
neamicnto de la operación, pues de haberse tratado de algú CONTENClOSO-ADMiNiSTRATivo (Sala 4.a): Procedimiento
error pudo a su tiempo haber desvanecido la sospecha des de régimen jurídico de las Corporaciones Locales: recurso
actuación dolosa en los hechos determinantes de la infraí de reposición; «reformativo in peius»; validez; licencia mu-
ción, siendo de apreciar la agravante 7.a del articulo 181 mcipal de construcción.
misma Ley, sin que proceda apreciar la agravante 2.a ye-
cuanto a los restantes recurrentes don Pedro A. G. y don Joi , Comisión Municipal Permanente del Ayuntamiento de
quín U. A. asi como respecto a los otros dos sancionado.1 Tarazona (Zaragoza), en seción de 13 dejunio de 1976, acor­
no recurrentes, que fueron absucltos por el Tribunal Ticonidó autorizar a don Dámaso B. A. la construcción de vivien-
mico-Administrativo Provincial de Vizcaya y posteriormet locales comerciales encalle de la Paz núm. 3 de aque-
te sancionados como cómplices, por el Tribunal Economice^ localidad condicionándola en determinados extremos in-

te
Administrativo Central, su situación no puede ser agravad: terpuso recurso de reposición ante dicha¿onstniccionMiU;
n
22 23

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a ■. ... . ,..=.i v. A? ~
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nicipal, ésta por Acuerdo de 3 de agosto derogada la licen­ vido de base a una resolución judicial, salvo al resolver el
cia, dejando sin efecto el Acuerdo de 13 de junio de 1976. : recurso de reposición...; en términos que no dejan margen
Interpuesto recurso contencioso-admmistrativo por don alguno a criterios conducentes a negar dicha facultad, aun­
Dámaso 13. A., la Sala de Zaragoza dada sentencia en 6 dí\ que éstos sean tan respetables como son los empleados por
diciembre de 1977, con la siguiente parte dispositiva «Falla\ la sentencia apelada en cuanto que\su fuerza de convicción
mos: Primero, Estimamos sustancialmente, el presente recur-' tiene que limitarse al terreno doctrinal y de lege ferenda ante
so contencioso número 341 de 1976, instado por don Dama-, un concepto tan claro y terminante como es el citado ar­
so B. A. Segundo. Anulamos el acuerdo dictado por el Ayun-t

X
tículo 369.
taniiento de Tarazona, a través de su Comisión Municipal
Permanente, de 3 de agosto de 1976 por ser contrario al Or
denamiento Jurídico; Tercera ratificamos el acuerdo el mis-, 5. SENTENCIA
mo órgano municipal, de 15 de junio de 19876, por el qui,
se autorizó a don Dámaso B. A. a que llevase a efecto la cons,
ÓE 26 DE NOVIEMBRE DE 1981
tracción proyectada, para la que había solicitado salvo e¿ (Ar. 4605)
a la limitación de alturas de dicho acuerdo contiene, que se tiení
por no puesta, debiéndose —en tan concreto extremo— coiv. Social: «Reformado in peius»: error de hecho e incapaci­
cederse la municipal con arreglo al proyecto técnico modifi; dad absoluta; inexistencia.
cado para la subsanación del exceso de fondo aplicable, re:
dactado por los Arquitectos D. A, y D. F. Miguel: Cuarto El Tribunal Supremo desestima el recurso de casación por
No hacemos pronunciamiento especial en cuanto a costas».. infracción de ley, interpuesto a nombre de María D.
Promovido recurso de apelación por el Abogado del Este] M. contra la sentencia dictada por la Magistratura de Tra­
do, el Tribunal Supremo lo estima, revocando el acuerdo dic bajo que conoció de la demanda formulada por la recurren­
lado por la Comisión Municipal Permanente de Ayuntamien. te contra la Mutualidad Nacional Agraria sobre invalidez.
to de Tarazona de 3 de agosto de 1976 derogatorio de ticen
cia de obras en el solar núm. 9 de la calle de la Paz» el cuc\ CONSIDERANDO: Que esta Sala tiene dicho, en Senten­
declara conforme a. cia de 11 de diciembre de 1979, que el concepto del principio
prohibitivo de[la non reformado in peius supone la resolu- 1/
CONSIDERANDO: Que el primer problema que se plan ción de una cuestión y la limitación de la facultad del supe­
tea en esta apelación consiste en determinar si los Ayunto* rior jerárquico para resolver sobre esa misma cuestión en per­
mientos tienen o no facultad para resolver el recurso dere. juicio del recurrente a quien favorece si no fue recurrida o
posición en perjuicio del recurrente, es decir, el llamado pro de algún modo impugnada de contrario en el recurso de ape­
blema de la rejormatio m penis que en el caso de autos fc lación o de alzada por lo que se entiende que tal pronuncia­
sido ejercitada por el Ayuntamiento demandado al dejar sil miento ha sido consentido por aquél a quien perjudica y no
efecto la licencia condicionada de obras que había concedí’ puede ser modificado en perjuicio de aquél a quien benefi-
do el 15 de junio de 1976 al demandante y decretar en su lu ciajy así, las amplias facultades de la Comisión Técnica Ca­
gar la denegación de la misma en su Acta de 3 de agosto si lificadora Central, quedan limitadas al resolver, en vía ad­
guíente, resolutorio de la reposición interpuesta por dicho in ministrativa, el recurso de alzada y, de igual modo de la del
teresado, y tal problema debe ser resuelto en sentido afirma Magistrado de Trabajo al decidir el recurso jurisdiccional,
tivo dado que la jurisprudencia reiteradla que el propio de y asi lo tiene establecido la Jurisprudencia de esta Sala sobre
mandante cita en sus escritos procedentes claramente estableo los más variados temas en sus Sentencias de 9 de marzo de
que el principio prohibitivo de la reformado in penis tien 1955, 16 de noviembre de 1965, 18 de enero de 1960, 20 de
excepciones cuancfó'Uh~prec¿fpnrde rángo de ley formall febrero de 1963, 5 de abril de 1966, 9 de noviembre de 1971,
autoriza expresamente y este supuesto es el que concurren 29 de septiembre, 3 de octubre y 24 de noviembre de 1973,
el campo de la actividad de la Administración Local al dii 19 de junio de 1974, dos del 8 de febrero, 9 y 17 de mayo
poner el artículo 369 de la Ley reguladora que las Autorida de 1977, 24 de abril. 17 de julio, 3 y 30 de octubre de 1978
des y Corporaciones locales no podrán revocar sus propio y 30 de enero de 1979; doctrina legal que ha de aplicarse en
actos o acuerdos de derechos subjetivos o que hubieran se el presente caso, en el que la Comisión Calificadora Central,

24 25
i
Ifc:’ al estimar el recurso de alzada que la trabajadora interpuso»,
resolvió que su petición de revisión de incapacidad estaba pre­
sentada en tiempo hábil, decisión no combatida en modo al­
do expreso la posibilidad de que mediante acuerdo del Tri­
bunal Económico-Administrativo Central, recaído en recur­
so de alzada deducido por el reclamante, se agrave la situa­
guno por la Mutualidad y frente a la cual promovió la de ción de este declarada en el acuerdo del Tribunal Provincial,
manda inicial únicamente por la misma trabajadora con la tesis impugnada por el representante de la Administración
pretcnsión de que se declarase en situación de incapacidad'
en su calidad de apelante en vía jurisdiccional, obliga a esta
permanente absoluta por revisión de la total que ya le estaba Sala a dilucidar esta cuestión de la admisibilidad de la cono­
reconocida, demanda a la que se opuso la Mutualidad susci cida como refórmalo in pcius, que antes al contrario, ha mo­
tando de nuevo el tema de la cxtcmporancidad de la instan tivado polémicas doctrinales c incluso decisiones jurispruden­
cia de revisión, ya definitivamente resuelto por la Comisión ciales antagónicas,|panorama que en ambos aspectos fue ya ,J
Central, y como la dicha oposición se acoge por la sentencia afrontado por esta Sala en su Sentencia de 30 de diciembre
de instancia es claro que incidió en la vedada «reforman? de 1975.^estudiosa del tema, c inclinada a una respuesta ne­
in peius», ya que el Magistrado sobrepasó el límite que a su< gativa,'consignando una serie de razonamientos que —al igual
facultades señala la doctrina legal expresada lo que lleva a que su pronunciamiento— hoy se comparten, y sobre los cua­
la estimación del primer motivo del recurso que con invoca­ les resulta difícil sobreañadir mayores precisiones, puesto que
ción del artículo 67; l.° del Texto Procesal Laboral, alega allí se puso de relieve como la tesis positiva se apoya en la
violación del artículo 408 de la supletoria Ley de Enjuicia­ salvaguardia del principio de legalidad de la Administración,
miento Civil que es apoyado por el Ministerio Fiscal en si mejor apreciado por un órgano superior, y por tanto más cua­
informe y, en consecuencia, aunque hayan de examinarse le­ lificado para hacerlo, mientras que la negativa se basa en la
dos siguientes. garantía del particular, frente a aquella, solución ésta a la
que ha llegado la más reciente jurisprudencia de las Salas de
lo contcncioso-administrativo del Tribunal Supremo, de la
que son muestra las múltiples sentencias que en aquel fallo
se citan,, doctrina jurisprudencial que repudia la rcformatio Y
ñipeñ/Anicntra^no'exista una norma legal que la autorice
6. SENTENCIA DE 14 DE JULIO de modo expresólo se trate de recursos deducidos en senti­
DE 1982 (Ar. 4749i do opuesto por tercerosipor lo que ¡asTacultades de la Ad- -
ministración para volver sobre sus propios actos por vía de
recurso, sólo deben darse en la medida en que con ello se be­
Contencioso-Administrativo (Sala 3.a): Impuesto sohri neficie al particular interesado, (destacando también que la
Actos Jurídicos Documentales: comprobación de valores; di-'
causa misma del recurso —ciertamente no se recurre para
duración de obra nueva; maquinaria incorporada; «refornu
preservar la legalidad abstracta del acto, sino para evitar un
lio in pcius»; improcedencia.
perjuicio a la persona o al patrimonio del que recurre—, que
tiene como motivaciones teóricas los principios sustantivos
El Tribunal Supremo desestima el recurso de apelación if de la seguridad jurídica y de los actos propios declarativos
terpuesto por el Abogado del Estado y por U.E.R. T., S.A1 de derechos, y el principio procesal de la congruencia, en
contra sentencia de la Sala de lo Contencioso-AdministrathC
cuanto que en el recurso las potestades revocatorias de la Ad­
de la Audiencia Territorial de Oviedo de 16 de junio de 19&\ ministración se encuentran limitadas al ámbito estricto de las
que estimó en parte el recurso contencioso-administrativo fa
pretensiones del recurrente, y, como motivaciones de índole
mulada por dicha Sociedad contra resolución del Tributó práctica la necesidad de sustraer a la Administración un ins-
Económico-Administrativo Provincial, por haber mcrcmcr
truniento coactivo que podría producir en la realidad el dc-
fado de oficio la base tributaria. t. suso del mismo ejercicio del derecho a recurrir, por el inevi-
tablc
*"u,‘ temor
‘ de
‘ que una debatida situación pudiera empeo-
rarscj
CDO.: Que lo expuesto puede bastar para que en el caso
CONSIDERANDO: Que este recurso de apelación fo.rnu• se resuelve, el signo de la sentencia deba ser desestimatorio
lizado contra sentencia de Sala Territorial que rechaza de nic¿ del recurso de apelación, pudiéndose solamente insistir en lo
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26
27
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ya razonado, o ampliar alguna argumentación, como puede ■ Tribunal Supremo confirmando la sentencia apelada, lo de-
acaecer si se destaca la insuficiente apoyatura legal que a la ! sestima.
solución positiva presta la invocación del artículo 119 de la J
Ley de Procedimiento Administrativo, o del que podemos ■ CONSIDERANDO: Que esta Sala ya ha tenido ocasión
llamar —correspondiente— de la normativa sobre reclama- > de pronunciarse en una serie numerosa de recursos semejan­
ciones económico-administrativa, que imponen a la Admi- • tes al ahora apelado, alguno de ellos interpuesto por la pro­
nistración que al resolver los recursos decidan cuantas cues- | pia entidad ahora apelante, y que han sido resueltos entre
tiones plantee el expediente, hayan sido o no alegadas por ’ otras SS. en las de ¡8 y 25 de abril y 31 de mayo de 1983,
los interesados, previa audiencia de los mismos en este se- I por lo que en aras del principio de unidad de doctrina debe
gundo caso, puesto que parece cierto que sin forzar en lo más ' mantenerse la establecida en las sentencias que se citan, las
mínimo tales preceptos, a la hora de su interpretación y apli- • cuales no apreciaron que el Tribunal Económico-Adminis­
cación cabe entender que se mueven en campos por comple- ¡ trativo Central se extralimitara en sus funciones, ya que so­
lo separados c independientes ambas cuestiones o temas, es- ! lamente podría hablarse de ello cuando las nuevas liquida­
to es, que nada tiene que ver la posibilidad o no de agravar I ciones significarán un empeoramiento en perjuicio del recu­
una resolución mediando sólo el impulso del agraviado, con rrente, respecto de las liquidaciones que el Tribunal Econó­
la permisibilidad —o si se quiere— necesidad de que el órga- : mico-Administrativo anuló en virtud de una reclamación
no decisor del recurso afronte cuestiones hasta aquel instan­ económico-administrativa interpuesta por él,\quien si impug-1/
te silenciadas, porque tan sólo mediante unos criterios Ínter-; nó las liquidaciones que se anularon, no lo hizo con ánimo
pretativos de índole extensiva o ampliatoria puede alcanzar­ de defender la legalidad genéricamente, sino por entender que
se la solución positiva, y no parece prudente, y ni siquiera • mediante tales liquidaciones, habían sido perjudicados sus
lícito, usar de esos modos cuando los preceptos examinados: derechos o intereses, al obligarle a pagar más o a recibir me­
poseen de por sí un contenido y conducen a una finalidad ■ nos de lo pretendido por élj siendo éste y no otro el límite
por demás lógica y explicable, y, lo que es mas importante; hasta el que puede llegarse en las nuevas liquidaciones, a cu­
suficiente. j ya práctica habrá de esperarse para pronunciarse sobre el fon­
do de la cuestión.

7. SENTENCIA DE 8 DE MAY0;
DE 1984 (Ar. 2869)! 8. SENTENCIA DE 20 DE JULIO
DE 1984 (Ar. 4248)
Contencioso-Administrativo (Sala 3.a): Jurisdicción
contencioso-administrativa: naturaleza revisara; coz/gri/e/i-l Contencioso-Administrativo (Sala 4.a): Actos adminis­
cia procesal; Sentencia que anula liquidación tributaria trativos: declarativos de derechos; revocación: procedimien­
ordena nueva liquidación de conformidad con sus declara-i to; límites; en resolución de recurso de reposición; improce­
dones. dencia; «reformado in peius». Recursos administrativos; fi­
nalidad; doctrina general; Resolución; ámbito. Ayuntamien­
La Sala de la Contencioso-Administrativo de la Audien-\ tos: competencia municipal; saneamiento y salubridad; or­
cia Nacional dictó Sentencia en 2 de febrero de 1982, í/eses-J den de retirada de escombros de cauce natural de aguas:
timando el recurso interpuesto por continental de Comercio] procedencia; orden de tala de árboles en propiedad privada:
Exterior, contra acuerdo del Tribunal Económico-Adminis­ improcedencia; competencia de la Jurisdicción Civil. Bienes
trativo Centra! relativo a liquidación realizada en la relación* de las Entidades Locales: conservación y rescate; en vía ad­
mecanizada de pagos, girada por la Dirección General dt\ ministrativa: requisitos; doctrina general; falta de acredita­
Aduanas. ción del uso público; improcedencia; cuestiones de propie­
Interpuesto recurso de apelación por la misma entidad, e¡\ dad; competencia de la jurisdicción civil.

28 29
i
El Ayuntamiento de Luna (Zaragoza) acordó en 26 de mar-. carácter debe primar sobre cualquier otro, so pena de olvi­
zo de 1981 requerir a don Jesús R. M. para que procediera ,
a dejar libre de escombros y materiales una cuneta existente ¡'
dar —reiteramos— la configuración de los recursos adminis-
irativos como instrumento esencial y primario de garantía.
gris
en el denominado «Camino de! Tejar», por la que normal-' I B)Yorquc no es válida la argumentación, que podría haccr-

•te mente discurrían las aguas, y a cortar unos chopos que, sin i
autorización municipal, fueron plantados en la margen de
dicho brazal. Interpuesto recurso de reposición, fue desesti­
mado por acuerdo de dicha Corporación Municipal de 28 de.
mayo de 1981, acordando igualmente la recuperación de le'
vsé/dc que la aplicación estricta del principio de legalidad jus- y
tífica la reformado inpeius, cuando la aplicación de otro prin- v'
cipio —tan fundamental como el anterior— cual es el de se­
guridad tendría que resolverse conforme a la naturaleza de
los recursos administrativos —garantía del administrado y
zona de terreno en donde se había llevado a efecto la planta­ requisito para el libre acceso a la revisión jurisdiccional—,
ción, que se consideró bien de dominio público. lo que no perturba el principio de legalidad, cuya observan­ -■

Interpuesto recurso contencioso administrativo por don Je\ cia por la Administración debe hacerse ya por el cauce de
sus k. M., la Sala de la Audiencia Territorial de Zaragoza,- la revisión de oficio (lesividad), ya utilizando los mecanis­
en sentencia de 3 abril de 1982, lo estima en parte, confir-: mos generales de los artículos 109 y 110 de la Ley de Proce­
mando los acuerdos impugnados en el requerimiento que se dimiento Administrativo, ya aplicando el artículo 16 del Re­
.<7- hace a don Jesús R. M. para que —en plazo de quince días glamento de Servicio de las Corporaciones Locales, ya acu­
hábiles— procediera a dejar expedita de escombros y otres'- diendo a los sistemas recogidos en el Texto Refundido de la
■: materiales el brazal o cuneta existente en el «Camino de Te­ vigente Ley del Suelo, entre ¡os cuales no,está consignada la
jar», anulando el resto de los pronunciamientos que dichos- reformado in peius en vía de rcposición/CnLa exclusión de
—te-

te»
acuerdos contienen, referentes a tala de chopos y recupera [ tal principio se funda —además en la vintmación de la Ad-
ción posesoria de terrenos, sin perjuicio de que los extremos'¡r ministración a sus propios actos declarativos de derechos fDn ✓
de titularidad se debatan ante la Jurisdicción Civil. ¡ La potestad revocatoria de la Administración no puede err v
Promo vido recurso de apelación por el Abogado del Esta­ tenderse más allá de sus límites legales, aprovechando ¡a exis­
do, el Tribunal Supremo. aceptando los considerandos de Is tencia de un recurso. Ello es así por que el recurso adminis­
sentencia apelada, lo desestima, confirmado aquélla. i trativo no puede tipificarse de prcsupuestoTormal para el des-
dohlainicntó~cle las potestades revocatorias de la Adminis­
tración. sino como proceso impugnatorio normal al que es
Fundamentos de Derecho de aplicación el principio de congruencia, en base al cual la
Administración no puede revisar en vía de recurso, más que
i..j ; aquello que concuerdc con las peticiones del recurrente, pues
para ckrcsto ha de acudir a las potestades de revisión de ofi-
4.° Que por lo que afecta al pronunciamiento nudvo- cio/EwPorquc —finalmente— no puede olvidarse que las
—acuerdo Segundo— recogido en el acto dictado en reposi L cuestiones relacionadas con el acto impugnado que no son
ción por el Ayuntamiento demandado, el 28 de mayo de 1981,1 objeto de especial impugnación quedan consentidas: es de­
por el que se acuerda «Recobrar la zona ocupada por la plan - cir que el ámbito objetivo del recurso está determinado por
mcióñd7ch^
bien de dominio público, de conformidad con el articulo 55.1.? recurrido, cuya impugnación no se formula, quedan consen-
dcl vigente Reglamento de bienes de las Corporaciones Lo! tidos y —no olvidemos— sin recurso no hay posibilidad de
cales de 27 de mayo de 1955», tiene que decretarse su anula-i revisión —a salvo las tan citadas pósiestadcs de oficio—.
ción, porque con ello no se hace sino recoger en vía de rccúr-f:
so una reformado in peñ/s aplicación de tan dudoso priher
pió jurídico que no pueda apoyarse en los artículos 93 y 119?
de la Ley de Procedimiento Administrativo —referido a la;
supuestos de Alzada y Reposición— nLciicl artículo 369 dt;
la Ley de Régimen Local, puesto quc:(/y El sistema de rc-}
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9. SENTENCIA DE 17 DE OCTUBRE ¡ 10. SENTENCIA DE 3 DE OCTUBRE


v&cva- •
DE 1984 (Ar. 4970) i DE 1986 (Ar. 5660)
Contencioso-Administrativo (Sala 3.a): Recurso de ape- • Contencioso-Administrativo (Sala 3.a): Plusvalía: Va­
loción: admisión indebida por razón de la cuantía; «refor- ¡ lía: objeto; opera sobre valores, no sobre superficies; doctri­
matio in peius», prohibición. Derechos y tasas por aprove- • na legal; exenciones; terrenos cedidos para viales: necesidad
chamientos especiales o por la prestación de servicios muni- i de probar la gratuidad de tal cesión por el obligado al pago.
cipales: contribución especial por mejoras; pavimentación de i Errores materiales o de hecho: improcedencia de su aprecia­
calles; prescripción de pago; fecha inicial: es la de la terrni- í ción. Ayuntamientos: actos o acuerdos declarativos de dere­
nnfión rtr>
nación las nhrne
de in? v/ilvn rlptprminadnnps
obras, salvo determinaciones psnecíficas.
específicas. chos subjetivos: revocación; doctrina legal; «reformado in
peius»; en recurso de reposición: improcedencia. Sentencias:


La Sala Segunda de Barcelona dictó sentencia en 9 de no- ; congruencia.
viembre de 1982 desestimando el recurso interpuesto por D.a
Josefa G. L. contra resolución del Tribuna! Económico- | La Sala de Zaragoza dictó sentencia en 12 de marzo de *¿2
Administrativo Provincial de Barcelona sobre liquidación de í 1984, estimando el recurso deducido por Construcciones S
i tasa por pavimentado de calles, alegándose por la recurrente ¡
la prescripción de la tal obligación. ¡
contra acuerdo del Tribunal Económico-Administrativo Pro­
vincial de 17 de junio de 1983, que desestimó su reclamación
’W
Interpuesto recurso de apelación por la misma actora en i sobre pago de Plus Valía. El fallo de dicha Sala ordena prac-
i ~ r
primera instancia, el Tribunal Supremo declara indebidamen- .F
JO... i .......................................... • ticar otra liquidación que no sea superior a la inicialmente
te admitido el recurso de apelación en lo atinente a liquida- ■ girada de 134.779 pesetas.
dones de la contribución especial en aquellas que no llegan • Interpuesto recurso de apelación por el Ayuntamiento de
a la cantidad de 500.000 pías, y en cuanto al resto de los pro- i Zaragoza, el Tribunal Supremo revocando la sentencia en

Ib
alindamientos de la sentencia apelada, los confirma. cuanto ordena excluir la superficie de solar destinada a via­
les de la nueva liquidación que se practique, exclusión im­
CONSIDERANDO: Que consecuentemente a la circuns- ■ procedente que debe ser anulada, confirmando los restantes
tancia de haber sido la persona obligada al pago de las liqui- | pronunciamientos de la sentencia.
daciones, la que ha interpuesto el recurso de apelación, al i
que no se han adherido ninguno de los demandados, es evi-1
dente que tampoco puede ser objeto de enjuiciamiento el te-; Fundamentos de Derecho
ma concerniente a la hipotética extemporaneidad del rccur-!
so de reposición formulado contra las liquidaciones ante la '
propia Corporación sujeto activo de la obligación tributa­
ria, pues dado el razonamiento contenido en el primer Con­ 2.° La segunda de las cuestiones es la referente a si exis­
siderando de la Sentencia de primera instancia, y el pronun­ te o no una modificación de la primitiva liquidación, notifi­
ciamiento correlativo que le permitió entrar a conocer del fon­ cada a la Sociedad hoy apelada el día 14 de junio de 1980,
do de la cuestión planteada, podría incidirse en una eventual en la que se reflejaba una cuota de 134.779,32 pesetas, con­
reformado in peius, lo que está proscrito por la doctrina ju­ tra la que interpuso recurso de reposición la Sociedad deu­
risprudencial de esta SafiC —— dora en virtud del cual el Ayuntamiento de Zaragoza anuló
esa liquidación y giró otra por el mismo concepto, con una
cuota de 793.470,05 pesetas, lo que, según el ayuntamiento
apelante, no es sino la corrección de un error material, no
de hecho. Pero los argumentos del Ayuntamiento no pue­
i den ser aceptados. El artículo 369 de la Ley de Régimen Lo­
cal dispone de las Corporaciones Locales no podrán revocar
sus propios actos o acuerdos declaratorios de derechos sub­
jetivos, salvo al resolver recurso de reposición, si bien po-

32 33
íl
■ - - — ■ - - - ■ •__________ _________________ .. .

drán rectificarse los errores materiales o de hecho. El error i ción procesal de don Miguel H. R. contra Resolución del Tri­
material supone cn esencia, la conservación del acto inicial, .
del que se rectifican los errores, puramente accidentales que
resulten del propio expediente, nada de lo cual se puede apli
bunal Económico-Administrativo Provincial de Murcia en 27
de septiembre de 1984 sobre plus valia. El fallo de dicha Sa­
la ordena que se practique una nueva liquidación.
Interpuesto recurso de apelación por el Ayuntamiento de
es»
car cn el presente caso cn el que la liquidación inicial, se anula •
por el Ayuntamiento por propia iniciativa, sino en virtud de Murcia, el Tribunal Supremo confirmando la sentencia ape­
un recurso de reposición interpuesto por el sujeto pasivo de ; lada cuyos considerandos acepta aunque no aparecen trans­
la liquidación. La liquidación no se conserva, sino que se mo- ‘ critos, lo desestima.
difica cn sus elementos esenciales, cuales sea la base imposi­
tiva y la deuda tributaria, cuya modificación no podía reali­
zarse sino acudiendo previamente, a la declaración de lesivi- i Fundamentos de Derecho
dad de la primeramente practicada. Y como esta modifica- •
ción realizada, se hace aumentando en 5,88 veces la liquida- ■
ción imcialmente girada, cn perjuicio del sujeto pasivo, es f
L •] M
evidente que existe una reforma en perjuicio del recurrente, 2.° Las alegaciones de la única parte apelante por haber
ío que es suficiente para la mieva liquidación deba de ser de­ desistido el Letrado del Estado, no consiguen desvirtuar los
clarada contraria al Ordenamiento Jurídico, como tiene reí- • fundamentos de la sentencia de primera instancia, que acep­
teradamente declarado esta Sala en Sentencias de 14 de julio ¡ tamos, y aun cuando por sí solos motivarían la < ►afirmación,

fe®Eí? de 1982, y 24 de septiembre de 1984, entre otras por ello, de- .


be de confirmarse la Sentencia apelada cn cuanto ordena que ■
la nueva liquidación que se practique por el Ayuntamiento ?
se hace conveniente las siguientes precisiones*
cion del Tribunal Económico-Administrativo,' _________
rcsolu-
rioase a do-
cimientos presentados cn la reclamación, fija al terreno gra­

bwwi de Zaragoza, no sea superior a la iniciatmcnte practicada, ; vado una superficie real de 2.800 m2, superior a los 2.199 m2

tesa por importe de 134.779,32 pesetas por ser éste un derecho •'
subjetivo que adquirió la entidad deudora desde el momen- :
to cn el que le fue notificada la liquidación por el Ayunta- •
miento cn virtud del recurso de reposición interpuesto por ¡
el deudor, sino bien acudiendo al procedimiento de la pro-'
figurando cn la liquidación impugnada, la que por tal moti­
vo anula, ordenando se sustituya por otra cn la que se tome
por superficie la de 2.800 ni2 y se aplique la bonificación del
20 por 100, y cn su virtud el Ayuntamiento de Murcia gira
nueva liquidación por el mismo concepto, conteniendo esas
pía declaración de lesividad, o bien al resolver otros rccur-r modificaciones, por un importe de 980.840 pesetas, mayor

fe® sos de reposición interpuestos por persona distinta del deu- i


dor o deudores tributarios.

l.
que la liquidación anulada que era por valor de 877.704 pc-
setasw) ¿s evidente que con referida resolución cconómico-
admimSrativa se ha infringido el principio procedimcntal pro­
hibitivo de la reformado in peius en cuanto con ella se agra­
vó el acto recurrido en perjuicio del recurrente, al modificar
el contenido material de dicho acto, pues el sistema de recia- v
11 mariones y recursosDE
SENTENCIA está30 DE ABRILt
establecido cn garantía de..los ad-- ------------------- ---------
H ORÍ! ( A r 60) l ministrados y no de la administración por razones de seguri-
Bto®® i V

Contencioso-Administrativo (Sala 3.a): Errores mate L


• •.
£
dad jurídica, como sostiene la jurisprudencia cn Sentencias
de 20 de julio de I 9" de julio de 1985 y 3 de octubre de
1986, entre otrasffi^to ,puede ___ ____________________
prosperar el argumento del

¡tesis ríales o de hecho: modificación por Ayuntamiento de cuan- '


tía de exacciones tributarias en perjuicio del administrado cn*
cumplimiento de Resolución del Tribunal Económico ]
Ayuntamiento alante de que cn la citada resolución no se
agravó la situaciórTdcl recurrente, sino que se limitó -a _..u
acravó
sanar
sanarup materialproducido
errormaterial
uperror producidoporporlalaÁdmmistracTóñ
sub-
ÁdmtnistracTóñ’mu-
Administrativo; «reformado in peius»: improcedencia. lin t
puestos.
MUreía aiClO .scniennu cn u r
‘»
,
p
nicipal al practicar la liquidación, y que despuésse
, icdespués
atendiendo a la verdadera superficie L«..nu.uiv.a,
giróotra
segiró otra
transmitida, con base
cn c| articulo 111 de la Ley de Procedimiento Administrad-
en el artículo 111 de la Ley de Procedimiento Administrati-
p'fe?
parte el recurso interpuesto por la representa^ postura apelante, porque

I»® 34 35

_____ ________________ __________


miento de dicho artículo 111 anular un acto, porque ésto só­ liquidación por el Impuesto sobre Sucesiones aplicando el nú­
lo es posible a través del cauce procesal regulado en los ar­ mero dos de la tarifa del texto refundido de 1967.
tículos 109 y 110 de Ley Procedimiento Administrativo o por Interpuesto recurso de apelación por el letrado del Esta­
los especialmente previstos al efecto, ya que el error mate- do, el Tribunal Supremo lo estima, revocando la sentencia
rial o de hecho supone la conservación del acto inicial del apelada y declarando ajustada a derecho la Resolución del
que se rectifican los errores, puramente accidentales, que re­ Tribunal Económico-Administrativo Provincial de Málaga
sulten del propio expediente, nada de lo cual se puede apli- de 29 de junio de 1976 y revocando la Resolución dictada
car en el presente caso, en el que la liquidación primera que­ por el Tribunal Económico-Administrativo Central en 25 de
da anulada, no por iniciativa del Ayuntamiento, sino en vir­ marzo de 1982 que se declara no ajustada a derecho.
tud de una reclamación económico-administrativa interpuesta
por el sujeto pasivo de la liquidación, que no se conserva si­
i
no que es modificada en sus elementos esenciales, cuales son Fundamentos de Derecho
la base impositiva y la deuda tributaria, cuya modificación
no podía realizarse en perjuicio del recurrente sino acudien­ l-l
do la Administración previamente a la declaración de lesivi-
dad, pues la persona deudora adquirió el derecho subjetivo 2.° Ciertamente, lo precedentemente impuesto implica
a que el importe a pagar no fuere superior desde el momento que la Resolución del Tribunal Económico-Administrativo
en que le fue notificada la liquidación, como ya hemos de­ Central de 25 de marzo de 1982 conlleva la reformado in peiu$
clarado y reconocido en nuestras Sentencias de julio de 1982, de los recurridos, lo que, a tenor de la doctrina del Tribunal
24 de septiembre de 1984 y 3 de octubre de 1986, entre otras. Supremo, contenida en las Sentencias, entre otras, de 14 de
julio de 1982, 23 y 25 de abril y 31 de mayo de 1983 y 17
de julio de 1987, debe ser rechazado.
En efecto, aun cuando el artículo 169 de la Ley General
Tributaria dice que «Las reclamaciones tributarias atribuyen
12. SENTENCIA DE 21 DE MAYO al órgano competente, para decidirlas en cualquier instan­
DE 1988 (Ar. 3977) cia, la revisión de todas las cuestiones que ofrezca el expe­
diente de gestión y el de reclamación ante el órgano inferior
hayan sido o no planteadas por los interesados, a quienes se
Contencioso-Administrativo (Sala 3.a): Procedimiento les expondrán para que puedan formular alegaciones», y el
económico-administrativo; Tribunales Económicos: son ór­ Texto articulado de la Ley de Bases 39/1980, de 5 de julio,
ganos de «resolución de reclamaciones» y no de «gestión»; aprobado por Real Decreto Legislativo 2795/1980, de 12 de
doctrina legal: examen de cuestiones obrantes en el expediente diciembre, tras repetir la anterior fórmula en el apartado 1
y no alegadas por los recurrentes; límites; «reformado in de su artículo 17 añade en el apartado 2 que «si el órgano
peius». Impuesto General sobre Transmisiones Patrimonia­ estima pertinente examinar y resolver cuestiones no plantea­
les y Actos Jurídicos documentados: adopción simple o me­ das por los interesados, las pondrá a los que estuvieren per­
nos plena; tarifa aplicable; doctrina legal. sonados en el procedimiento y les concederá a un plazo de
15 días para que formulen alegaciones», precepto que repite
La Sección Segunda de la Audiencia Nacional dictó Sen­ el artículo 44.3 del Reglamento y cuya infracción —de otro
tencia en 1 de marzo de 1985 estimando el recurso interpues­ lado— determina la nulidad de actuaciones, según ha decla­
to por la representación procesal de doña María Josefa C. rado la Sentencia de 5 de mayo de 1984, sin perjuicio de que
F. contra Resolución del Tribunal Económico-Administrativo ocasionaría la indefensión que proscribe el artículo 4.1 de la
Central de 25 de marzo de 1982, que revocó la resolución del Constitución, es lo cierto que dicha dificultad revisora ha de
Tribunal Económico-Administrativo Provincial de Málaga tener como límite la rejonnatio in peius toda vez que , de
sobre liquidación practicada a ¡a adora por el Impuesto Ge­ una parte, como dice la antes citada Sentencia de 14 de julio
neral sobre Sucesiones. Elfallo de dicha Sala declara la nuli­ de 1982, en otro caso se cercenaría la facultad de impugnar J
dad de la resolución del Tribunal Económico-Administrativo los actos de gestión tributaria ante el riesgo de obtener una
Central declarando que debe procederse a practicar una nueva resolución más perjudicial —con lo que, además, se vulne-

36 37
L
raría el derecho a la tutela judicial efectiva que consagra el reclamación económico-administrativa, fue estimada parcial­
citado artículo 24 de la Constitución—; y, de otro, ha de te- • mente por el Tribunal Provincial de Valencia en 9 defebrero
nerse en cuenta que los Tribunales Económicos nos son «or- [ de 1976. Interpuesto recurso de alzada por el propio recu­
ganos de gestión» sino de «resolución de reclamaciones», y í rrente, fue desestimado por el Tribunal Económico-Admi­
que en este tipo de procedimientos no es la Administración • nistrativo Centra! en 30 de septiembre de 1981.
quien impugna el acto sino quien muestra su conformidad : Interpuesto recurso contencioso-administrativo por «A. H.
con él. No es, por tanto, dable al Tribunal convertirse en ór- ; del M., S.A.» la Audiencia Nacional dictó Sentencia en 7 de
gano de gestión (lo que vulneraría el artículo 90 de la Ley ■ diciembre de 1984 estimándolo, anulando las resoluciones y
General Tributaria) y corregir el acto en beneficio de quien ¡ liquidación impugnada.
ha mostrado conformidad con su contenido. A mayor abun- ■ Interpuesto recurso de apelación por el Letrado de! Esta­
damicnto, la Administración tras dictar el acto firme de ges- ¡ do, el Tribunal Supremo lo desestima.
tión tributaría, no puede modificarlo sino a través de su de- •
claración de lesividad, y el Tribunal Económico (como br-
gano de'ella que es) sólo tiene facultad revisonf dentro de
toa j la pretensión que le ha formulada el reclamante, ya que, en
otro caso, aquélla podría volverse de sus propias decisiones
Fundamentos de derecho

l.° Dos son las cuestiones fundamentales que se propo­


sin necesidad de impugnarlas. nen en esta apelación: lina, concerniente a la viabilidad de
Por todo cuanto antecedente, ha de estimarse que la Re- • que los acuerdos de los Tribunales Económico-Administra­
solución del Tribunal Económico-Administrativo Central de ; tivos, al resolver reclamaciones exclusivamente interpuestas

Ifeo e marzo de 1982 no se ajusta a Derecho.


25 -d------------------------------------------------------ : por los contribuyentes, puedan agravar o hacer más oneroso
las obligaciones que les venían impuestas por el de la gestión
tributaria impugnado o por la resolución del Tribunal infe­
WL
É» 13. SENTENCIA DE 5 DE DICIEMBRE
I rior; es decir, si puede darse lo que, haciendo un uso licen­
cioso de la terminología procesal, se ha dado en llamar re­
formado in pcius^Om, la posible sujeción al Impuesto so­ tew
DE 1988 (Ar. 9767) j bre Actos Jurídicos Documentados, con bonificación del 95
por 100 de la base, de la escritura que autorizó el Notario
de Sagunto (Valencia) don Vicente L. S. S., en 20 de octubre
Contencioso-Administrativo (Sala 3.a): Procedimiento j de 1975, en interés de A. H. del M., S. A.
económico-administrativo: nulidad de actuaciones; examen ‘ Por lo que a la primera cuestión se refiere, es manífiesto

tas
de cuestiones no planteadas por los interesados; no traslado j que según una moderna y reiterada doctrina de este Tribu­
a los mismos para formular alegaciones; «reformado in pe- t nal Supremo, de la que son exponento sus Sentencias de 14
.-3 tus»: improcedencias. Tribunales Económico-Administrad- i

iSteí
de julio de 1982, 18 y 25 de abril y 31 de mayo de 1983, 17
vos: son órganos de «resolución de reclamaciones» j» no de de julio de 1987 y 21 de mayo de 1988, tal posibilidad de re­
«gestión»; doctrina legal. Impuesto General sobre Trasmi­ formatío in penis ha de ser rechazada. A este respecto debe
siones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados: base
'r imponible; agrupación de variasfincas y segregación de una
con la finalidad de realizar posteriormente una emisión de
I
tenerse en cuenta que el artículo 169 de la Ley General Tri­
butaria dice que «Las reclamaciones tributarias atribuyen al
órgano competente para decidirlas, en cualquier instancia,
obligaciones hipotecarias; valor de los terrenos agrupados al la revisión de todas las cuestiones que ofrezca el expediente
que se añade el de las edificaciones existentes: improceden- * de gestión y el de reclamación ante el órgano inferior, hayan
cia; bonificación: procedencia. :■ sido o no planteadas por los interesados, a quienes se les ex­
pondrán para que puedan formular alegaciones», y el Texto
La Oficina liquidadora de! Impuesto sobre Transmisiones ! articulado de la Ley de Bases 39/1980, de 5 de julio, aproba­
Patrimoniales y A dos Jurídicos Documentados de Sagunto • do por Real Decreto Legislativo 2795/1980, de 12 de diciem­
giró liquidación a «A. II. del M., S.A.» como consecuencia * bre, tras repetir la anterior prescripción en el apartado 1 de
de la escritura pública de agrupación v segregación de fincas I su art. 17, añade en el apartado 2 que «Si el órgano estima
autorizada ante Notario en 20 de octubre de 1975. Interpuesta . pertinente examinar y resolver... cuestiones no planteadas por
I
38 .■
39
r
53^-™

¡os interesados, las expondrá a los que estuvieren persona­ Texto articulado de 5 de julio de 1980 y el art. 44.3 del Re­
dos en el procedimiento y les concederá un plazo de quince glamento de Procedimiento, revisar todas las cuestiones que
días para que formulen alegaciones», precepto que repite el ofrezca el expediente, incluso las no planteadas por los inte­
articulo 44.3 del Reglamento de procedimiento y cuya infrac­ resados si se les concede un plazo de quince dias para alega­
ción determina la nulidad de actuaciones, según la sentencia ciones , pero de tal revisión no puede resolver en términos mas
de este Tribunal de 5 de mayo de 1984. La pauta que fijan perjudiciales para el reclamante que los contenidos en el ac­
estas normas, ciertamente salva, en principio y en aparien­ to de gestión tributaria o resolución inferior, únicamente por
cia, el escollo que podría suponer el artículo 24.1 de la Cons­ él impugnados.
titución, en cuanto proscribe la indefensión (a la que se da­ En la medida, pues, que la sentencia apelada se ajusta a
ría lugar si la resolución se pronunciara respecto a cuestio­ la doctrina que antecede, debe ser confirmada y desestima­
nes de las que el recurrente no ha tenido ocasión de defen­ da su apelación.
derse) y la doctrina que, en su interpretación, ha sustentado
el Tribunal Constitucional, entre otras, en su Sentencia de 2.° Mediante la escritura pública, a que antes se ha he­
12 de marzo de 1987. De esta forma, podría pensarse que cho referencia, autorizada por el Notario de Sagunto (Va­
si el Tribunal Económico se pronuncia sobre una cuestión lencia) señor S. S., A. H. del M., S. A. procedió a la agru­
no propuesta por el recurrente, pero respecto de la que ha pación de 141 fincas de su propiedad y a la segregación de
sido oído por 15 días para alegaciones, no hay indefensión una, con la finalidad de realizar posteriormente una emisión
y, por consecuencia, la resolución económica puede dar lu­ de obligaciones hipotecarias. La Oficina liquidadora de aquel
gar a la reformatio m peius. Partido Judicial giró liquidación por Impuesto sobre Actos
Pero no es así. La doctrina de este Tribunal Supremo ha Jurídicos Documentados en la que concurren dos particula­
ido más allá y niega, incluso en el supuesto de que el recla­ ridades: una, que al valor de los terrenos agrupados añade
mante haya sido oído respecto a la nueva’cuestion, que pue­ el de las edificaciones existentes sobre él; y otra, que a la ba­
da producirse la reformatio m'pgius. Tal rechazo descansa se resultante aplica la bonificación del 95 por 100 concedida
en dos principios lundamenkilcsfklc un lado, la limitación para la emisión y cancelación del empréstito por Orden del
que el riesgo de obtener una resolución más perjudicial, sig­ Ministerio de Hacienda de 13 de octubre de 1975. Discon­
nifica para las facultades de recurrir en la vía administrativa forme con lo primero (mas naturalmente, no con lo segun­
y, derivada de tal limitación, la restricción que se opera en do). A. H. del M., S. A. impugnó la liquidación, y el Tribu­
el derecho fundamental a la tutela judicial efectiva que con- nal económico-Administrativo Provincial de Videncia, en Re­
sagra el propio artículo 24 de la Constitución?De otra parte, solución de 28 de febrero de 1976, entendió Va) que a tenor
es evidente que ios Tribunales Económicos no son «órganos del artículo 9.° 13 del Reglamento del Impuesto, la adición
de gestión» sino de «resolución de reclamaciones»; y en el del valor del vuelo al del suelo no era procedente en el pre­
procedimiento contemplado no es la Administración quien sente caso de agrupaciones y segregaciones; y¿>/que tampo­
impugna el acto sino quien manifiesta su conformidad con co era procedente bonificar la base, ya que en el beneficio
él. No es, por tanto, licito al Tribunal convenirse en un ór­ estaba concedido para los actos y contratos necesarios para
gano de gestión (que vulneraría el art. 90 de la Ley General la emisión del empréstito, no siéndolo las operaciones enca­
Tributaria) y corregir el acto en beneficio de quien ha mos­ minadas a hacer posible la futura garantía hipotecaria; cri­
trado conformidad con su contenido. A mayor abundamien­ terio que, recurrida en alzada por el contribuyente, compar­
to, la Administración, tras dictar, el acto firme de gestión tió el Tribunal Económico-Administrativo Central en Reso­
tributaria, no puede modificarlo sino a través de su declara­ lución de 30 de septiembre de 1981, donde, a mayor abun­
ción de lesividad o su revisión (arts. 154 y 171 de la Ley Ge­ damiento, sostiene no sólo una postura absolutamente dis­
neral Tributaria) y el Tribunal Económico (como órgano de crepante de la antes referida en torno a la llamada reformatio
ella que es) sólo tiene facultad resolutoria de reclamaciones in peías, sino, además, considera que la emisión del trámite
dentro de la pretensión que le ha formulado el reclamante,
i
cisiones:/*^ la liquidación del Ayuntamiento de Jávita, por
14. SENTENCIA DE 31 DE ENERO conccpto'xle impuesto sobre Incremento de Valor de los Te­
DE 1989 (Ar. 619) rrenos, prcacticada en 1983 no implica subsanar un error ma­

v
o- 1 d Contencioso-Administrativo (Sala 3.a): Inadmisibilidad
del recurso: falta de agotamiento de la vía administrativa pre­
via; improcedencia; notificación administrativa indicativa de
I
terial padecido por la Administración Municipal al realizar
las liquidaciones de 1981, rectificando esc error al amparo
de lo preceptuado en el artículo 111 de la Ley de Procedi­
miento Administrativo, 156 de la Ley General Tributaría y
57 del Reglamento de Procedimiento para Reclamaciones
que cabía interponerlo; economía procesal; tutela judicial Económico-Administrativa, cual-se sostiene en el informe de
efectiva. Actos administrativos: declarativos de derechos; rec­ Letrado de 15 de julio de 198fif ¿Amular un acto sólo es po­
d ■ i tificación de errores materiales; inexistencia; revocación: sin sible a través del cauce proccsalu^gulado en los artículos 109
seguir el procedimiento legalmente establecido para ello; nu­ y 110 de la Ley de Procedimiento Administrativo o por los
lidad. Procedimiento económico-administrativo: liquidación;
- d rectificación al amparo de la subsanación de un error mate­
especialmente previstos al efecto, ya que el error material o
de hecho o los aritméticos que contengan el acuerdo supone
rial que encierra uua modificación en uno de sus elementos la conservación del acto inicial del que se rectifican los erro-
esenciales cual es la deuda tributaria: improcedencia. Régi­ res puramente accidentales que resultan del propio expediente,
men General Triburano. y esto no es lo producido en el caso examinado, en que la
liquidación primera queda anulada y sin efecto, es decir que
En 21 de diciembre de 1983, el Ayuntamicnto de Játiva no se conserva sino que es modificada en sus elementos esen­
practicó dos liquidaciones por el Impuesto sobre el Incremen­ ciales cual es la deuda tributaria a ingresar, cuya modifica­
to del Valor de los Terrenos por importe de 834.286 y 73.828 ción no podía hacerse en perjuicio del interesado más que
pesetas. D. Harnoldo F M. interpuso reclamación económico-

ib®
acudiendo la Administración Local previamente a la decla­
administrativa. El Ayuntamiento de Játiva anuló las dos li­ ración de lesividad pues la persona deudora adquirió el de­
quidaciones y practicó una nueva por importe de 1.668.572 recho subjetivo a que el importe a pagar no fuera superior
pesetas, contra la que también se interpuso reclamación desde el momento en que le fue notificada la liquidación, co­
económico-administrativa, siendo acumuladas ambas y esti­ mo ya hemos declarado en nuestras Sentencias de 14 de julio
Rlda madas por el Tribunal Provincial de Valencia en 13 de julio
de 1984.
Interpuesto recurso contencioso-administrativo por el
de 1982, 24 de septiembre de 1984, 3 de octubre de 1986 y
30 de abril de 1988, entre otras [...].

fesBía Ayuntamiento de Játiva, la Audiencia Territorial de Valen­


cia dictó Sentencia en 20 de diciembre de 1986, declarando
su inadmisibilidad.
Interpuesto recurso de apelación por el Ayuntamiento re­
|
15. SENTENCIA DE 5 DE MARZO
DE 1990 (Ar. 1667)
Odfi currente, el Tribunal Supremo revoca la sentencia apelada
en cuanto declaró la inadmisibilidad de recurso y lo desesti­
Lww ma en cuanto alfondo, declarando ajustada a Derecho la re­
solución del Tribunal Económico-Administrativo Provincial.
Compraventa: Compilación de Cataluña, legitimación pa­
ra el ejercicio de la acción de rescisión por lesión. Sucesión:
Interpretación de las cláusulas testamentarias. Prodigalidad:
Fundamentos de Derecho Prohibición de allanamiento en el procedimiento declarati­
vo. Recurso de apelación: civil, ámbito; pretensiones de las
partes; cuestiones de orden público.

5.° Procede desestimar en cuanto al fondo el recurso con­ Fundamentos de Derecho


tencioso-administrativo y declarar ajustada a derecho la Re­
solución de 13 de julio de 1984, del Tribunal Económico-
Administrativo, por los propios razonamientos de esta, aun­
que a mayor abundamiento convenga hacer las siguientes pie- 4.” Por el referido motivo primero, con sede procesal en

42 43

-• .<2.
■Sí® !

í
el artículo 1.692.5 LEC (aunque, como ya se ha dicho, el cau­ TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
ce correcto de articulación debería haber sido el del ordinal
segundo), y diciendo denunciar infracción de los artículos 294
• ■
y 296 CC, reformado por la Ley de 24 de octubre de 1983, 1. SENTENCIA 17/1989,
y las disposiciones transitoria 2.a y adicional de dicha Ley, DE 30 DE ENERO
las recurrentes, vienen, en síntesis, a sostener que, habiendo
quedado firme en primera instancia el pronunciamiento de­
claratorio de la prodigalidad de D. Antonio R.O. al no ha­ Reformado in PEIUS: Prohibición; finalidad jurídica; su­
ber sido el mismo apelado por los que estaban legitimados puesto de existencia. Derechos fundamentales y libertades pú­
para ello el declarado pródigo o el Ministerio Fiscal, la Sala blicas: tutela judicial; derecho a ser informado de la acusa­
de apelación, al resolver el recurso interpuesto contra otros ción. Recurso de amparo: fundamentación de la demanda;
pronunciamientos de la misma sentencia de primer grado, ca­ posible examen por el Tribunal de derechos distintos de los
rece de competencia, para entrar a revisar también dicho pro­ alegados; error cometido por órgano judicial; Sentencia con­

Éfe nunciamiento firme. Por su parte, la Sala a quo, en su sen­


tencia aquí recurrida (S. de 14 de octubre de 1987), después
de reconocer que «se han aquietado a dicho pronunciamien­
denatoria; limitación de la facultad del Tribunal Constitu­
cional.

to tanto el declarado pródigo como el Ministerio Fiscal» (Fun­ En el recurso de amparo número 809/1987, promovido por
damento de Derecho segundo), sostiene su competencia pa­ D. Santiago y D. José María, contra la Sentencia de 28 de
ra entrar a conocer del expresado pronunciamiento, para la abril de 1987 del Juzgado de Instrucción de Huesca, que en
cual, aunque no con una óptima claridad expositiva (Funda­ apelación revocó la del JD de 20 de febrero de 1987, y en
mentos de Derecho tercero a séptimo), parece basarse en lo el que ha sido parte el Abogado del Estado, en representa­
siguiente: a) en el interés público o social que conlleva la de­ ción de la Administración Pública. Ha comparecido el Mi­
claración de prodigalidad; /?) en la sustracción de esta mate­ nisterio Fiscal, siendo Ponente el Magistrado Sr. Díaz Eimil,
ria al poder dispositivo de las partes, al estar prohibidos el quien expresa el parecer de la Sala.
allanamiento a la demanda y la transacción; c) en la no fir­
meza del referido pronunciamiento, por entender que «se ha
impugnado tácitamente». La expresada tesis de la sentencia Fundamentos jurídicos
recurrida no puede ser aceptada, por las siguientes razones:
f l f Siendo elemental principio procesal el de que el órgano I-]
jurisdiccional de segundo grado sólo adquiere competencia
funcional, a virtud del recurso de apelación interpuesto, pa­ 7.° El derecho a ser informado de la acusación viene re­
ra volver a conocer de aquellas pretensiones que, resueltas conocido en el artículo 24.2 CE y garantiza que nadie será
en primera instancia, hayan sido sometidas nuevamente a su condenado en proceso penal con base en una acusación de
resolución por la parte apelante (tantum devolutum quan­ la que no se ha tenido conocimiento suficiente y, por tamo,
tum apellatum), es evidente, por el contrario, que le está ve­ que no recibirá un trato de desigualdad frente al acusador
dado el conocimiento sobre aquellas otras pretensiones cuyo que le ocasione indefensión —STC 54/1985, de 18 de abril—,
fallo resolutorio en primera instancia haya quedado firme, mientras que la prohibición de la reforma peyorativa es una
por no haberlo recurrido las partes legitimadas para su ape­ garantía de la no indefensión, incluida en el derecho prote­
lación, y ello aunque alguna de esas pretensiones puedan ser gido por el artículo 24.1 CE, cuyo objeto es impedir que la
de interés público o social, pues la virtualidad ampliatoria del situación jurídica establecida en una Sentencia sea modifi­
ámbito de conocimiento y del poder decisorio que toda cuestión cada en perjuicio del que recurre contra ella, a no ser que
de orden público o de interés social atribuye al órgano juris­ exista pretensión de signo contrario dirigida a obtener ese
diccional, presupone necesariamente la previa e ineludible resultado peyorativo para el recurrente o este resultado ven­
competencia del órgano para resolverla, que indudablemente ga legitimado en la aplicación de normas de orden público
no tiene, por lo ya dicho, respecto de una pretensión que no ha —SSTC 54/1985, ya citada; 84/1985, de 8 de julio; 202/1988,
sido sometida a su conocimiento, al haber quedado firme la de 21 de octubre, y 225/1988 de 29 de noviembre—.
resolución que sobre ella dictó el órgano de primera instancia.

44 45
2. SENTENCIA 40/1990, de signo contrario, ejercitada por las partes, dirigida a obte­
DE 12 DE MARZO ner esc resultado peyorativo o cuando esc resultado viene le­

Derechos fundamentales y libertades públicas: Tute­


gitimado por la aplicación de normas de orden público (STC
17/1989, FJ 7.°).
Traída esta doctrina al presente caso, es decir, a su even­
te
la judicial; interdicción de la indefensión; adhesión a la ape­ tual aplicación en materia de incremento de las indemniza­
Fi, . í- lación; ámbito del recurso. « Reforma!io in peius»: incremento
de la responsabilidad civil determinada en primera instancia.
ciones civiles derivadas de la falta cometida acordado en se­
gunda instancia, la respuesta, como señala el Ministerio Fis­
cal, ha de ser claramente afirmativa. En efecto, de acuerdo
_■
En el recurso de amparo número 486/1988, promovido por con una línea jurisprudencial claramente consolidada (SSTC
D.a Paloma B. A. contra la Sentencia de 1 de octubre de 1987 15/1987, FJ 2.°, 116/1988, FJ 2.°, 202/1988, FJ 3.°), la res­
dictada en grado de apelación por el Juzgado de Instrucción ponsabilidad civil ex delicio queda plenamente integrada en
de Madrid número 11, y contra el Auto denegatorio de acla­ la garantía que supone la interdicción de la reforma peyora­
ración de Sentencia de 29 de enero de 1988, han compareci­ tiva; es decir, al Juez ad quem le está vedado decretar una
do, como parte demandada D‘‘ Alejandra L.S., y el Ministe­ responsabilidad civil que supere el límite de la ya acordada
rio Fiscal. Ha sido Ponente el Magistrado Sr. Rodríguez Be- en primera instancia si no ha existido pedimento alguno al
reijo quien expresa el parecer de la Sala. respecto de la segunda, salvo que sea consecuencia de la apli­

IHlif
cación de normas de orden público que debe efectuar el Juez,
en todo caso, con independencia de que se haya pedido o no
Fundamentos jurídicos por las partes.

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No obstante la escasez de preceptos legales sobre la mate­
ria en nuestro Derecho, es línea doctrinal constante de este TRIBUNAL ECONÓMICO-
Tribunal que la interdicción de la reforma peyorativa cons­ ADMINISTRATIVO
tituye un principio general del Derecho procesal que forma
parte del derecho a la tutela judicial efectiva reconocido por
el artículo 24 CE, a través del régimen de garantías legales
1. RESOLUCIÓN DE 14 DE JULIO
de los recursos y, en todo caso, de la prohibición constitu­ DE 1936 (Rec. n.° 898/1931)

fe»
cional de la indefensión. Lo es, en primer lugar, como con­
secuencia de la regla que rige la apelación tantum devolutum En la Villa de Madrid, a 14 de julio de 1986, vista la recla­
quantum apellalum cuya vigencia en nuestro Derecho no pue­ mación económico-administrativa que en segunda instancia
de discutirse. Se entiende así que es la impugnación de una pende ante este Tribunal Central, en Pleno, promovida en
Sentencia lo que opera la investidura del Juez superior, que virtud del recurso de alzada interpuesto por la entidad (...]
determina la posibilidad de que éste desarrolle los poderes con domicilio en [....] en su representación [...] contra Re­
que tiene atribuidos, con la limitación determinada por la pre­ solución del Tribunal Económico-Administrativo Provincial
tcnsión de las partes. De esta suerte, salvo las expresas ex­ de Zaragoza de fecha 6 de abril de 1982 dictada en el expe­
cepciones previstas por la ley, el efecto devolutivo de la ape­ diente de reclamación número 898/1981 que desestimó la in­
lación se limita a los puntos de la decisión recurrida a los que terpuesta por la recurrente contra la liquidación definitiva
el recurso se refiere. Por último, es igualmente claro que en practicada por el Impuesto General sobre la Renta de Socie­
un sistema acusatorio deben entenderse igualmente excepcio­ dades, ejercicio 1978.
nales los poderes de actuación ex officio del Juez lo mismo
en la primera que en la segunda instancia (SSTC 54/1985,
FJ 8.°, 84/1985, FJ l.°, 6/1987, FJ 2.°, 92/1987, FJ 2.°,
116/1988, FJ 2.°). Por ello, no se produce la lesión del ar­ CONSIDERANDO 8.°: Que podría sostenerse prima Ja-
tículo 24.1 CE en este aspecto, cuando existe una pretensión cie que el cálculo anterior, llevado a cabo para cifrar la do-

46 47
tación a la Previsión para Inversiones, comporta una refor- CONSIDERANDO 3.°: Que a este aspecto hay que mani­
maíio in peius, porque la cantidad reducible de la base im­ festar que la valoración recurrida, cifrada en 108.000.450 pe­
ponible es menor que la calculada por la Oficina Gestora en setas, adolece del mismo defecto que provocó el fallo esti-
¡a liquideión definitiva origen del expediente y que tue con­ matorio del 30 de septiembre de 1987, esto es, de una ausen­
firmada tácitamente por el Tribunal de instancia; sin embar­ cia total de motivación que impide que la interesada pueda
go, es menestar precisar con sumo cuidado la denominada conocer los criterios determinantes de la misma. Por ello, y
doctrina de la prohibición de la refonnalio in peius, para evi­ dado que ese vicio es de suficiente entidad como para deter­
tar una extensión insospechada de la misma; es cierto que minar la anulación de la comprobación de valores asi efec­
hay que evitar el que la Administración Pública coarte o me­ I tuada, procede anularla ordenando que se realice de nuevo
noscabe las garantías legítimas de los administrados, ante la en forma motivada, si bien teniendo presente que, en virtud
amenaza de agravar su situación inicial, cuando interponen del principio de prohibición de la rejbrniatio in peius, reite­
recursos, pero tampoco es menos cierto que no puede la pro­ radamente proclamado por este Tribunal, la nueva valora­
hibición de la reformado in peius convertirse en un sencillo ción que se atribuya no podrá superar la cuantía de 21.000.000
procedimiento para evitar el que la Administración Pública de pesetas, fijada inicialmente por la Oficina Liquidadora de
pueda revisar sus actos administrativos, por lo que se hace Estepona.
necesario matizar la llamada doctrina de la prohibición de
la refonnatio in peius, aclarando que ésta no opera, cuando
la Administración al revisar el expediente descubre: l.° Que
existe error de hecho, que podrá rectificar, sin la menor du­
da, aunque ello perjudique al recurrente; y 2.° Que existe una
infracción manifiesta de la Ley, cuya revisión es tan clara e
indiscutible que no puede llevar consigo la más mínima in­
tención coaccionadora del recurrente, como acontece en el
presente recurso de alzada, en el que, pese a los términos ta­
jantes del apartado 3 del articulo 36 del Texto Refundido del
Impuesto sobre Sociedades de 23 de diciembre de 1967, la
dotación a la Reserva para Inversiones de Exportación ha si­
do incluida a efectos de cálculo del límite máximo del 50 por
100 como formando parte del beneficio no distribuido.

2. RESOLUCIÓN DE 30 DE MARZO
DE 1989 (Expediente n.° 910/1988)
En la Villa de Madrid, vista la reclamación económico-
administrativa que, en segunda instancia, pende de resolu­
ción ante este Tribunal Económico-Administrativo Central,
promovida por [...1 y en su nombre y representación por [...]
con domicilio a efectos de notificaciones en [..J, contra Re­
solución del Tribunal Económico-Administrativo Provincial
de Málaga de 29 de julio de 1988 número de expediente
910/1988, por el Impuesto sobre Transmisiones Patrimo­
niales.

I-.]

48 49
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1
N.° Referencia Fecha de la Sentencia Sala del TS
Anexos Ar. 4.386
Ar. 1.854
22 de octubre de 1980
21 de abril de 1981
6.a
4.a
Ar. 2.153 25 de mayo de 1981 4.a
Ar. 4.605 26 de noviembre de 1981 6.a
Ar. 5.452 22 de diciembre de 1981 4.a
Ar. 3.136 4 de mayo de 1982 6.a
Ar. 5.351 7 de julio de 1982 4.a
Ar. 4.749 14 de julio de 1982 3. a
La Lev 1983-1, p. 513 28 de septiembre de 1982 4. a
Ar. 3.272 8 de abril de 1983 3.a
Ar. 1.964 25 de abril de 1983 3.a
Ar. 2.647 31 de mayo de 1983 3.a
La Lev 1984-1, p. 908 4 de noviembre de 1983 3.a
Ar. 1.424 13 de marzo de 1984 3.a
Ar. 1.483 23 de marzo de 1984 3.a
Ar. 2.429 5 de mayo de 1984 3.a
1. RELACIÓN CRONOLÓGICA Ar. 2.860 7 de mayo de 1984 3.a
Ar. 2.869 5 de mayo de 1984 3. a
DE JURISPRUDENCIA Ar. 3.661 28 de junio de 1984 4. a
Ar. 3.950 6 de julio de 1984 5. a
Figuran en cursiva las Sentencias y Resoluciones incluidas Ar. 4.080 7 de julio de 1984 4.a
en la «Selección de jurisprudencia». Ar. 4.248 20 de julio de 1984 4.a
Ar. 4.544 24 de septiembre de 1984 4. a

teses
Ar. 4.954 8 de octubre de 1984 3.a
Ar. 4.970 17 de octubre de 1984 3.a
Sentencias del Tribunal Supremo Ar. 407 28 de enero de 1985 5. a
Ar. 267 28 de enero de 1985 3. a
N.p Referencia Fecha de la Sentencia Sala del TS Ar. 4.937 9 de julio de 1985 4. a
57
WSWÉ Ar. 1.530
Ar. 2.163
Ar. 1.725
Ar. 3.252
29 de marzo de 1961
5 de marzo de 1963
14 de marzo de 1964
5 de junio de 1967
4. a
5. a
Impuestos, I, 1986, p. 429 29 de octubre de 1985
Ar. 5.542
✓Ir. 5.660
Ar. 7.160
5 de noviembre de 1985
3 de octubre de 1986
16 de diciembre de 1986
3. a
4. a
3.a
3.a
Ar. 2.237 ¡0 de abril de 1972 4. a Ar. 203 20 de enero de 1987 3.a
Ar. 4.255 22 de junio de 1972 3.a Ar. 954 26 de febrero de 1987 3. a
Ar. 3.785 22 de julio de 1972 3.a Ar. 6.099 8 de junio de 1987 4. a
Ar. 489 15 de febrero de 1973 5. a Ar. 5.759 17 de julio de 1987 3.a
Ar. 3.872 14 de octubre de 1974 3.a Ar. 6.548 30 de septiembre de 1987 3. a

|gOi Ar. 4.036 24 de octubre de 1974 3. a Ar. 9.339 1 de diciembre de 1987 4. a


Ar. 2.554 16 de abril de 1975 4. a Ar. 171 29 de enero de 1988 3.a
Ar. 5.080 30 de diciembre de 1975 3.a Ar. 1.457 23 de febrero de 1988 5. a
Ar. 210 19 de enero de 1976 3. a Ar. 3.169 30 de abril de 1938 3.a
Ar. 3.053 2 de junio de 1976 4. a Ar. 3.977 21 de mayo de 1988 3.a
Ar. 4.220 23 de junio de 1976 Ar. 8.207 27 de octubre de 1988 3.a
Ar. 4.443 29 de octubre de 1976 5. a Ar. 9.767 5 de diciembre de 1988 3.a
Ar. 194 22 de enero de 1977 3.a Ar. 619 31 de enero de 1989 3.a

kv;::W
Ar. 2.655
RW Ar. 2.025 12 de mayo de 1977 3. a 13 de marzo de 1989 3.a
Ar. 3.488 21 de mayo de 1977 4. a La Ley, 1989-4, p. 797 ¡4 de junio de 1989 3.a
Ar. 4.748 14 de diciembre de 1977 3.a La Ley, 1989-4, p. 795 4 de julio de 1989 3.a
Ar. 696 19 de diciembre de 1978 3. a La Ley. 1989-4, p. 810 19 de julio de 1989 3.a
Ar. 1.179 8 de marzo de 1979. 4. a La Ley, 1990-1, p. 317 9 de octubre de 1989 3.a
¿■- -.?..••■•: A;T^gs?* ’ Ar. 3.751 15 de octubre de 1980 3.a La Ley. 1990-2, p. 250 26 de diciembre de 1989 1.a
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50 51

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....

¡CSeU'.--- -ir-
N.ü Referencia Fecha de la Sentencia Sala del TS Giménez-Reyna: «La reformado in penis en la jurisprudencia del
La Ley, 1990-2, p. 404 15 de febrero de 1990 1.a Tribunal Supremo y en la doctrina», Crónica Tributaria, n.° 43,
La Ley, 1990-2, p. 532 1 de marzo de 1990 1.a 1982, p. 275.
La Ley. 1990-2, p. 532 5 de marzo de 1990 1.a Lorca Navarrete, Antonio Ma: «Sobre la prohibición de la refor­
Ar. 2.230 26 de marzo de 1990 mado in penis». La Ley, 1983-2, pp. 1150-1170.
Ministerio de Economía y Hacienda: Doctrina. Resoluciones del
Sentencias del Tribunal Constitucional Tribunal Económico-Administrativo Central, años 1986 y 1989.
Navarro Palacios, M.. «Reformado in peius y jurados tributa­
Número __________ Fecha______ Sala rios», Revista de Hacienda Pública Española, n.“ 64, 1980, p. 191.
Rato Rodríguez de Moldes, Antonio: «La reformado in peius en
54 18 de abril de 1985 ~í~ el procedimiento económico-administrativo», Crónica Tributaria,
84 8 de julio de 1985 2.a n.” 42, 1982, p. 349.
115 6 de octubre de 1986 2.a Sainz Moreno, Fernando: «La reformado in peius en materia de
31 12 de marzo de 1987 1.a contrabando», Revista de Administración Pública, n.° 76, enero-
92 3 de junio de 1987 1.a abril 1975, p. 181.
206 21 de diciembre de 1987 1.a —«La eliminación de la reformado in peius en los recursos admi­
17 30 de enero de 1989 nistrativos», Revista Española de Derecho Administrativo, n.° 6,
40 12 de marzo de 1990 2.- 1975. p. 486.
Santamaría Pastor, J.A.: «¿Crisis definitiva de la reformado in
peius?», Revista de Administración Pública, n.° 72, 1983.
Resoluciones del Tribunal Económico-Administrativo Toledo Jáudenes, J : «El fin de la reformado in peius en la vía
Central económico-administrativa». Revista de Administración Pública,
n.° 103, enero-abril 1984, p. 243.
Referencia ___________ Fecha______ Vocalía
Rec. n. ° 898/1981 14 de julio de 1986 2.a
Rec. n.° 405/1981 27 de noviembre de 1986 9.°
Rec. n.° 9.588/1978 y
6.742/1979 16 de diciembre de 1986 9.°
N.° Expíe. 845/1986 21 de diciembre de 1988 2.a
N.ü Expíe. 910/1988 30 de marzo de 1989 4.a 3. ÍNDICE DE MATERIAS
Rec. n.° 6.381/1978 17 de julio de 1989 9 -
ACTOS ANULADLES
—IV; TEAC, n.° 1.
ACTOS NULOS
—IV; TEAC, n.° 1.
AUDIENCIA AL INTERESADO
—V; TS, n.os 3, 12 y 13.
2. BIBLIOGRAFÍA CONGRUENCIA
—I; TS, n.° 8.
DEUDAS TRIBUTARIAS Y ACTOS DE CONTENIDO ECONÓ­
Albiñaña, César: «Presentación» al n.° 42 de Crónica Tributaria, MICO
1982, p. 22. —III; TS, n.os 7, 10, 11; TEAC. n.°» 1 y 2.
Balada Oliveras, María: «Arbitrio de plusvalía (Sentencia del Tri­ ERRORES DE HECHO
bunal Supremo de 20 de enero de 1984)», Crónica Tríbunatariu, —IV; TS. n.Oi 10. 11 y 14; TEAC, n.° 1.
n.° 52, 1985. INDEFENSIÓN ...
Checa González, Clemente: «La reformado in peius en el ámbito —VI; TS. n.o$. 12 y 13.
económico-administrativo», Impuestos, 1985, 1, pp. 334-342. LEY EXPRES,\
Dirección General de Inspección Financiera y Tributaria: «In­ —V; TS, n.ot 4. 6 y 8.
forme de 4 de marzo de 1988. Prohibición de la reformado m peius. ORDEN PÚBLICO
Trascendencia de la misma para los órganos o dependencias ins­ —VI; TS, n.os 5, 9, 12, 13 y 15; TC, n." 1 y 2.
pectoras. Siete», Revista de Actualidad Tributaria, enero, 1989, i PROCEDIMIENTO DE REVISIÓN
p. 21. —TS. n.M 8, 12 y 14.
I
¡
52 53

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