Está en la página 1de 9

Universidad Cristiana de Honduras

UCRISH

Asignatura: Sociología (3-2021-52488)

Catedrático: Lic. Emerson Baron Ortiz Herrera

Tema: Rol de la mujer

Alumno: Ubaldo Oveniel Guerra Cabrera – 21705010017

Fecha: 23 de octubre, 2021

San Pedro Sula, Cortés

Mi boca hablará sabiduría, y el


pensamiento de mi corazón inteligencia.
Salmos 49:3

0
Índice

Introducción......................................................................................................................2
Rol de la Mujer.................................................................................................................3
Conclusiones....................................................................................................................6
Bibliografía.......................................................................................................................7

1
Introducción

Las brechas relativas a las capacidades provocan que las mujeres tengan menor
probabilidad que los hombres para contar con la educación, los contactos y los
recursos necesarios para convertirse en líderes eficaces.

La lucha de las mujeres de los países desarrollados se originó gracias al acceso


progresivo de la mujer a la educación formal, plataforma fundamental que les
proporcionó un arma muy poderosa de formación e información a través de la cual
canalizaron sus aspiraciones y reivindicaciones sociales y políticas, así como su
integración en el mercado laboral.

Si existe un tema que ha sido profusamente abordado y analizado en el ámbito del


desarrollo en todos los países del mundo, que ha sido sin duda el del género y
concretamente el rol que desempeñan las mujeres en la mejora de las condiciones
socioeconómicas y políticas de las sociedades.

2
Rol de la Mujer

El rol de la mujer se ha circunscrito, desde el inicio de la construcción de la sociedad,


al ámbito estrictamente familiar. Progresivamente, la mujer irá asumiendo otros roles
en el ámbito público tras las reivindicaciones llevadas a cabo para conseguir avanzar
en las conquistas que el otro género, los hombres, iban adquiriendo de acuerdo con la
propia evolución del mundo.

Es cierto que la realidad de la mujer es diferente dependiendo del lugar geográfico en


el que se encuentre ubicada. La gran variedad de países que conforman el planeta
provoca que nos hallemos con múltiples modelos aplicables a la situación en la que se
encuentra una determinada mujer. Cada país regula el tema de género de forma
diferente, de tal forma que las mujeres se ven integradas o apartadas de la sociedad
en mayor o menor medida y dependiendo de la estructura sociocultural de cada
sociedad. Generalmente, suele haber una corresponsabilidad entre una mejor
situación de la mujer en países desarrollados frente a una situación de mayor
discriminación en los países en vías de desarrollo. El rol de la mujer en cada una de
las sociedades depende de muchos factores que condicionan su vida, como son la
cultura, las tradiciones, la religión, etc.

Las mujeres de los países desarrollados se han ido incorporando al desarrollo de sus
países como consecuencia de una búsqueda y un anhelo constante para obtener la
igualdad con el hombre, pero manteniendo el respeto a la diversidad. La mujer ha sido
consciente de que su incorporación a la sociedad no se puede realizar mediante una
política de desplazamiento que hubiera tenido como consecuencia un rechazo frontal
a sus posiciones.

La autonomía de la mujer comienza por su independencia económica, un


elemento clave para el disfrute del resto de derechos, por lo que la integración de la
mujer al mercado laboral es esencial, aun cuando siguen existiendo aspectos muy
controvertidos como son la igualdad de retribución por un mismo cargo desempeñado
y la conciliación laboral y familiar.

3
Respecto a la igualdad de retribución salarial, a pesar de que se han conseguido
avances aún queda mucho para poder alcanzar la igualdad, según señala la
Organización Internacional del Trabajo (OIT) al indicar que los salarios promedios de
las mujeres son entre un 4 y un 36% inferiores a los de los hombres, y la brecha
salarial aumenta en términos absolutos para las mujeres que ganan más. En Europa la
brecha salarial entre hombres y mujeres es del 19% y llega casi a doblarse en Estados
Unidos con un 36%.

La OIT reconoce que si la reducción de la brecha salarial entre hombres y mujeres


sigue a este ritmo aún será necesario que transcurran 71 años para eliminarla.
También entre las propias mujeres se aprecian diferencias en función de si tienen hijos
o no. El Informe Mundial de Salarios concluye que la sociedad penaliza la maternidad,
no sólo salarialmente con una media del 5% en España, sino que, además, cuantos
más hijos tenga una mujer menos sueldo percibirá con relación a los hombres y a las
mujeres sin descendencia. Con los hombres ocurre sin embargo lo contrario: cuantos
más hijos tiene un hombre, más ganancias percibe. También se puede concluir que la
brecha salarial se reduce si la madre trabajadora tiene niñas en lugar de niños: se
supone que las niñas pueden ayudar más en las tareas del hogar y liberan a la madre
para trabajar más horas.

Respecto a la conciliación laboral y familiar se produce la siguiente paradoja: si


bien la mujer se ha incorporado a la sociedad y al mundo productivo, una vez
alcanzado ese paso continúa asumiendo la carga familiar. El reto al que se enfrentan
estas sociedades en la actualidad consiste en conciliar ambas vidas, la laboral y
familiar, tanto para hombres como para mujeres. Así, se favorecerá un reparto más
equitativo entre ambos sexos y esto contribuirá a la igualdad real.

Otro aspecto relevante en el que centrarse dentro el análisis de la realización de


género y desarrollo es el referente al liderazgo y la participación política de las
mujeres. Las mujeres obtienen una escasa representación no sólo como votantes,
sino también en los puestos directivos, ya sea en cargos electos, en la administración
pública, el sector privado o el mundo académico.

4
Esta realidad contrasta con su indudable capacidad como líderes y agentes de
cambio, y su derecho a participar por igual en la gobernanza democrática. Las mujeres
se enfrentan a dos tipos de obstáculos a la hora de participar en la vida política. Por un
lado, las barreras estructurales creadas por leyes, y por otro las instituciones
discriminatorias que siguen limitando las opciones que tienen las mujeres para votar o
presentarse a elecciones.

Como señala la resolución sobre la participación de la mujer en la política aprobada


por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2011, “las mujeres siguen
estando marginadas en gran medida de la esfera política en todo el mundo, a menudo
como resultado de leyes, prácticas, actitudes y estereotipos de género
discriminatorios, bajos niveles de educación, falta de acceso a servicios de atención
sanitaria y a la pobreza que las afecta de manera desproporcionada”.

A diferencia de lo que se suele suponer, la presencia de un mayor número de mujeres


en la política no está correlacionada con niveles más bajos de corrupción. Antes bien,
se aprecia la existencia de una correlación entre los sistemas políticos democráticos y
transparentes y unos niveles de corrupción reducida. Ambos elementos crean a su vez
un entorno propicio para un incremento de la participación de las mujeres.

Los desafíos del crecimiento, la creación de empleo y la inclusión están


estrechamente relacionados. Si bien el crecimiento y la estabilidad son necesarios
para ofrecer a las mujeres las oportunidades que necesitan, la participación de la
mujer en el mercado de trabajo también es parte de la ecuación de crecimiento y
estabilidad. Conceder mejores oportunidades para las mujeres también puede
significar obtener un mayor desarrollo económico en las economías en desarrollo, por
ejemplo, a través de un aumento del número de matrículas escolares de las niñas.

La equidad de género es fundamental para mejorar las condiciones económicas,


sociales, políticas y culturales de la sociedad en su conjunto, y también contribuye a
lograr una ciudadanía más integral para fortalecer la gobernabilidad democrática.
Lograr la equidad de género es un reto para todas las sociedades y sus gobiernos,
tanto es así que, dentro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, se encuentra el
objetivo de promover la Equidad de Género y la Autonomía de la Mujer (ODM 3).

5
[ CITATION MAR16 \l 18442 ]

6
Conclusiones

Diferentes estudios han puesto de relieve que la incorporación de la mujer a la


sociedad es la única vía para conseguir avanzar en el desarrollo, ya que es
económicamente rentable.

Si la situación en los países desarrollados dista mucho de haber alcanzado la


igualdad, como se puede ver, en los países en desarrollo la realidad es mucho más
compleja. Estos países no solo se encuentran condicionados por la falta de desarrollo
económico, sino que la cultura, la idiosincrasia y las tradiciones condicionan
enormemente la sociedad y la estructura de esta.

Las mujeres representan poco más de la mitad de la población mundial pero su


contribución y la participación femenina en la fuerza laboral se ha mantenido por
debajo de la participación masculina. Las mujeres realizan la mayor parte de los
trabajos no remunerados, y, cuando tienen un empleo remunerado, están
sobrerrepresentadas en el sector informal y entre la población pobre.

Debemos implementar todas las acciones necesarias para avanzar hacia un desarrollo
sostenible, que pasa por la inclusión de las mujeres en todos los procesos de la vida,
fomentando la incorporación universal de las niñas a todos los ciclos de enseñanza,
apoyando su inserción real en el mercado laboral y el espacio público, mejorando la
gestión de su tiempo familiar y privado para no se vean sobrecargadas en exceso,
fomentando la lucha contra la violencia de género en todas y cada una de sus
manifestaciones, fortalecer la autoestima de las mujeres para que puedan identificarse
como sujetos de derechos, etc. Si verdaderamente las sociedades quieren avanzar en
el desarrollo y bienestar de sus miembros, esto no se podrá lograr sin incorporar a la
mitad de la masa laboral, las mujeres, sin que se vean postergadas a ser meras
espectadoras.

7
Bibliografía

GIL, M. (6 de enero de 2016). agorarsc. Obtenido de


https://www.agorarsc.org/la-mujer-y-su-rol-en-el-desarrollo-de-las-
sociedades

También podría gustarte