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Carta de La Tercera Meditación de Descartes
Carta de La Tercera Meditación de Descartes
Señor
René Descartes
Filósofo, matemático y físico.
Cordial saludo.
Por la presente es grato dirigirme a usted, deseándole salud y armonía para que
pueda realizar sus actividades cotidianas; aprovecho la presente carta para expresarle mis
pensamientos respecto a su obra “las meditaciones metafísicas”.
Usted mismo, nos dice que para dudar de las matemáticas necesitaría un genio
maligno muy poderoso, pero, se pone de manifiesto la contradicción de su pensamiento
porque no puede resistirse afirmar que por mucho que se le intente engañar siempre va
creer dos cosas: soy porque me noto pensar y la segunda cuando afirma que las
matemáticas producen verdades evidentes; siempre subyace su fe inquebrantable en las
matemáticas que es en realidad, su fuente de verdades evidentes.
Por otra parte, para poder salir del solipsismo solo puede reunir lo que ay en su
mente, las ideas; y una idea es una imagen de la mente que existe por representación de
algo, pero, como usted mismo lo afirma debe que haber una causa y solo Dios puede ser
efecto de esta causa. Así pues, afirma que Dios existe y veo que su concepción de Dios es
como se entendería desde una visión jerárquica eclesiástica, estas demostrando la creencia
en los dogmas de la fe.
De tal manera, podríamos dar por verdadero de que Dios existe, es evidente; pero,
no encuentro la forma de comprobar la existencia de Dios por medio de las matemáticas, y
con todo respeto, utiliza la idea de Dios para escapar, ya que es garante de las cosas
exteriores, ¡parece un poco forzado!
Atentamente,