Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Teórico Nº13 (18-06)
Teórico Nº13 (18-06)
Literatura Latinoamericana II
Teórico nª12
Materia: Literatura Latinoamericana II
Cátedra: Susana Cella
Teórico: Nº 12 – 18 de junio de 2014
Tema: Juan Carlos Onetti. La saga se Santa María. La
vida breve, Los adioses y Para una tumba sin nombre.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Profesor Roberto Ferro: Buenas tardes. Yo voy a enunciar en esta clase los doce
temas para el parcial presencial, que ustedes ya deben tener por otras vías -están subidos
al Campus. De todas maneras, yo voy a leer los temas ahora. Las dudas que les surjan a
ustedes del armado en particular del parcial las tienen que resolver con sus profesores de
trabajo práctico. En el práctico les darán las indicaciones que corresponden. Yo
simplemente voy a hacer el enunciado de los temas. En cada práctico, se van a elegir
dos de estos para que ustedes los desarrollen.
1/32
Literatura Latinoamericana II
Teórico nª12
7. Explique las innovaciones formales de El señor presidente con respecto a la
novela realista.
1
8.
11. Efectúe una descripción y un análisis comparativo de las voces en Los adioses y
Para una tumba sin nombre de Juan Carlos Onetti.
Profesor: Nosotros vamos a trabajar este último tema. La idea es comenzar la clase
de Onetti haciendo un desarrollo lineal acerca del itinerario de la vida de Onetti y cómo
su vida se mueve básicamente entre dos ciudades, Buenos Aires y Montevideo.
Onetti es para mí acaso uno de los escritores más notables de América Latina.
Cuando digo “acaso”, es porque creo que la obra narrativa de Onetti no tiene igual en la
literatura latinoamericana por su extensión y calidad. Si bien es verdad que hay otros
escritores que tienen una obra narrativa destacable, en algunos casos el desnivel en esa
obra es muy notable. Podría citar el caso de Vargas Llosa que tiene grandes novelas y
otras que son deplorables. Es el mismo caso de Gabriel García Márquez o de Carlos
Fuentes. En cambio, la obra de Onetti es central en lo que refiere al corpus de novela, a
los procedimientos que plantea y a la extensión en el tiempo.
2/32
Literatura Latinoamericana II
Teórico nª12
Tiempo de abrazar, publicada posteriormente en una versión incompleta, versión que ve
con Roberto Arlt. Arlt es una figura importante para Onetti tanto para su narrativa como
la construcción de la figura del autor. Onetti gana un premio en 1933 por el cuento
“Avenida de Mayo-Diagonal-Avenida de Mayo”. Publica algunos textos en el diario
Crítica. Como ustedes saben, este era un diario pionero en el periodismo argentino.
Recuerden que estos textos lo publica en el suplemento Color de los sábados, que tenía
entre sus figuras a Jorge Luis Borges. Era un suplemento muy importante. Publica
también algunas crónicas de cine, lo que revela el modo con el que se escribe en el
campus intelectual de Buenos Aires.
3/32
Literatura Latinoamericana II
Teórico nª12
y Gombrowicz, el polaco. En esa época, Onetti va a publicar inicialmente dos novelas:
Tierra de nadie (1941) y Para esta noche (1943). Y en 1950 aparece La vida breve, a la
cual me voy a referir ampliamente.
Onetti se va a Montevideo en el 55. Entre 1955 y 1975 va a vivir allí: son 20 años
en total. Son años muy particulares en los que se produce una ampliación extraordinaria
del universo de lectores de la literatura latinoamericana. Sería muy complejo
aproximarse a ese proceso, que, en general, conocemos todos bajo el nombre
infortunado de “boom”. Creo que el dato que es más relevante para nosotros es el
aumento extraordinario del universo de lectores que leen literatura latinoamericana.
Para esto convergen cuestiones distintas: la Revolución Cubana, el acceso a la
educación de masas de nuevos lectores -en particular, en Argentina, México, el sur de
Brasil, sobre todo Sao Pablo-, la aparición de un conjunto de novelas que plantean una
cuestión de ruptura, etc. A pesar de eso, la figura de Onetti no aparece en primer plano,
pero funciona siempre como aquel que tiene un enorme prestigio en el campo
intelectual y literario.
4/32
Literatura Latinoamericana II
Teórico nª12
explícito con el que el autor se refería a la sexualidad de un comisario. La característica
de Onetti es que su literatura aborda cuestiones muy complejas en torno del incesto, la
perversión, etc., pero a partir de una lengua que se repliega sobre las normas explícitas.
Entonces Onetti descarta esa novela porque le parece grosera. Cuando él dice
“grosera”, siendo Onetti un tipo que tiene toda una leyenda negra, está diciendo “está
hecho por trazos gruesos”. Como viene la dictadura, el semanario Marcha se tiene que
achicar, y ese cuento va a un cajón. Resulta que de pronto, por alguna razón que nunca
estuvo clara, reciben una cuota de papel en el seminario y no tenían material. El director
recurre a ese cuento sin haberlo leído. Ese cuento era la historia de un comisario
represor que era homosexual. Entonces, en cana todo el jurado y el director de la revista.
Mercedes Rein estaba internada enferma, Jorge Ruffinelli estaba en Buenos Aires.
Ruffinelli era adjunto de la cátedra de Literatura Latinoamericana que dictaba Noé
Jitrik. Onetti estaba en Montevideo y fue preso. Él era alcohólico. Por lo tanto, lo
empiezan a perseguir, tiene episodios graves de delirium tremens. Como ustedes saben
que, en general, las dictaduras militares se han caracterizado por una notable flojedad de
bibliografía, los militares no sabían quién era Onetti. De pronto, se arma una campaña
internacional en torno a la figura de Onetti. Esto lo salva, porque ya habían aprovechado
sus delirios para provocarle la famosa ejecución por fuga. Onetti logra ir a España,
5/32
Literatura Latinoamericana II
Teórico nª12
porque algunos amigos de él lo invitan a un congreso sobre el barroco, y se queda en
España hasta el fin de sus días.
Cuando Onetti publica La vida breve, se produce un giro que yo voy a tratar de
explicar. Desde 1930 a 1975 lo tenemos entre Buenos Aires y Montevideo. No sólo
entre Buenos Aires y Montevideo, también, por otro lado, Santa María. En Dejemos
hablar al viento, la novela que publica en España en 1976, alguien quema Santa María,
que luego vuelve a aparecer en Cuando ya no importe, que es su última novela.
Profesor: El cuadro tiene que ser una ventana -que yo deliberadamente incliné así.
El vidrio tiene que ser transparente. La ventana tiene un marco. Siempre que leen
literatura tienen que plantear qué significa el marco. El marco no es solamente ni en el
cuadro, en la música, en la literatura, aquel componente material, sino que el marco es
lo que permite distinguir texto de contexto. Lo hace no por la materialidad, sino porque
6/32
Literatura Latinoamericana II
Teórico nª12
esa distinción permite entender qué clase de relación hay entre el texto y contexto.
Porque, si yo estoy viendo un cuadro de Piero della Francesca, el marco me indica
“ponete a cierta distancia”, la mirada y el punto de fuga, y así repongo la perspectiva.
Pero, si estoy viendo Las meninas, el marco me indica que ya no estoy afuera del
cuadro, sino que me lleva dentro del cuadro. El marco son las condiciones de
posibilidad a partir de las cuales pienso estas relaciones.
En Onetti, el vidrio del marco está fisurado. Está fisurado de tal manera que la
representación, el texto -si ustedes quieren-, es una escenografía, una puesta en escena
de la escritura. Una parte de esa escenografía es lo que el texto dice que es la realidad y
otra parte es lo que el texto dice que es la ficción. Esto lo van a ver ustedes
perfectamente en Para una tumba sin nombre. Y ustedes van a percibir ese movimiento
leyendo La vida breve. El vidrio está fisurado, dividido: entonces en el texto está el
proceso de producción de escritura. Por eso, la vida breve es la ficción de los orígenes
de una ficción, como es toda una construcción de un origen. Toda una construcción de
un origen de la verdad es una ficción.
7/32
Literatura Latinoamericana II
Teórico nª12
migran. Esta discontinuidad opera como un sostén de una textualidad que se complace
en las digresiones, los desvíos, los atajos, cuyo rasgo más evidente es la resistencia a
que esos relatos se puedan reducir a resúmenes. En Onetti, no ocurre una historia,
ocurre la construcción de una narración donde la historia es siempre algo tentativo. Si
ustedes leyeron Para una tumba sin nombre, en una introducción que hace Josefina
Ludmer, que fue una crítica que hizo un gran aporte a la obra de Onetti, dice que Díaz
Grey en determinado momento está en un bar y alguien viene mientras él está mirando
por el ventanal del bar y lo empieza a limpiar. Ahí tienen una marca: opacar ese libro,
mostrar que entre la escritura y el mundo no hay una relación de contacto, de inmediatez
o testimonio, sino una opacidad.
En 1939, cuando escribe El pozo, está Eladio Linacero, que ya no camina, está
quieto en su habitación escribiendo sus memorias. Está claro. En esas memorias están
sus sueños y sus aventuras. El personaje dice que algo le pasó: el 31 de diciembre ha
tratado de atraer a una amiga en el hemisferio sur. El 31 de diciembre en el hemisferio
sur hace calor. Entonces trata de atraer a esta mujer, Ana María, en un jardín, al refugio
8/32
Literatura Latinoamericana II
Teórico nª12
del jardinero. Cuando pone de manifiesto sus intenciones, la mujer lo rechaza y lo
escupe. Pero, cuando él escribe, el encuentro con Ana María es en una cabaña en la
nieve y Ana María lo espera desnuda en un camastro con pieles. En ese movimiento está
todo el proceso de escritura de Eladio Linacero.
Luego él va a escribir Tierra de nadie (1941). Siempre allí nos encontramos con el
mismo movimiento. Les digo para todos los colegas que escriban: la crítica tarda en
llegar. Nosotros llegamos ahora a Onetti. Cuando leemos Tierra de nadie, seguramente
lo vamos a leer en relación a toda la gran obra de Onetti. Si ustedes leen esta novela,
van a ver todos los elementos que en Tierra de nadie estarían configurando la ida de
Onetti.
Voy ahora a La vida breve. ¿Por qué digo que hay un giro con esta obra? Mientras
que en los primeros textos de Onetti (“Avenida de Mayo”, “El posible Baldi”, El pozo)
los espacios referenciales eran Buenos Aires y Montevideo, que son espacios
privilegiados para las historias que se narran en sus relatos, cuando surge la emergencia
ficcional de Santa María, estas dos ciudades, que eran dominantes, pasan a constituirse
en polos alternativos. Aquí está Santa María y los personajes van -quizás a Rosario-
generalmente a Buenos Aires o Montevideo.
Esta es una buena pregunta: ¿con qué materiales hace un escritor sus ficciones? Lo
rastreamos. Hoy estamos viendo a Onetti, pero podemos extender la pregunta a los
escritores argentinos más conocidos. Los materiales que constituyen las ficciones de
Onetti son materiales provenientes casi excluyentemente de relatos de aventura. Los
9/32
Literatura Latinoamericana II
Teórico nª12
relatos de aventura de alguna manera exhiben siempre juegos de iniciación. El relato de
aventura suele ser un relato de iniciación. Estos relatos de iniciación son o iniciación
literaria o iniciación sexual. A partir de La vida breve, se produce un notable
desplazamiento de ese modelo a la narrativa policial. Es decir, posterga el privilegio de
la narrativa de aventuras -al lugar extraño, el lugar extranjero- y aparece la narrativa
policial.
Esta podría ser una buena pregunta: ¿por qué ese privilegio sobre la narrativa
policial en la literatura americana? Primera cuestión: la narrativa policial construye un
verosímil de género y no un verosímil con el mundo. Cuando Borges escribe, traduce,
antologa y conduce una colección como El Séptimo Círculo, lo que está haciendo es
elegir el policial como emblema para atacar a la literatura realista. Hay algunas marcas
del policial que ustedes conocen: a mayor culpabilidad al principio, segura inocencia al
final; cuando leo un policial, juego, la verdad está al final de la espera. Pero luego, muy
particularmente en la literatura de enigma, lo que cierta narrativa como la que Onetti
hace es sospechar de la entidad de la historia: no atribuirle a esa historia las condiciones
de verdad. Por eso, ustedes van a ver que en Los adioses lo que hay es un relato que
construye la explicación de un error. En Para una tumba sin nombre lo que ustedes van
a ver son sucesivos textos y, finalmente, un texto en el que no invalida a ninguno de los
otros, pero termina escribiendo cómo se construye el texto.
10/32
Literatura Latinoamericana II
Teórico nª12
aparece la sospecha. Ustedes pueden ver esto, básicamente, en Macedonio y en Borges,
pero también en toda la descendencia de estos dos. Cuando digo “sospecha”, estoy
diciendo el sentido que se produce en el texto inicialmente dice “esto es una
construcción”.
Brausen, que podría ser un pariente cercano de Endosain, es un tipo que trabaja en
una agencia de publicidad, que ha sido despedido y que está en un proceso de
separación de su mujer, que ha sufrido un proceso de ablación de mama. Un colega de
la agencia de publicidad le ha pedido un guión de cine. Entonces José María Brausen a
partir del capítulo 5 empieza a imaginar la ciudad y sus personajes. La vida breve es una
trama alternada entre una serie, que es la serie de Brausen, el tipo que vive en la ciudad,
que tiene relaciones con una prostituta. La idea de prostituta es central, La idea de la
prostituta y el médico no tienen que ver con la literatura naturalista, sino con un trabajo
de corrosión de esas seguridades. Está esa historia de Brausen que se separa de su mujer
y tiene relaciones con una prostituta de al lado. Ahí se arma un triángulo. Mientras tanto
se desarrolla la historia de Santa María.
Brausen tiene una relación con la Queca, la mujer que se acaba de mudar al
departamento de al lado. Se arma un triángulo ahí con un tercero, que además lo golpea
a Brausen. Finalmente, ese tercero mata a la Queca y Brausen lo ayuda para que se
escape. Pero antes deja un billete, deja un indicio, lo traiciona a Ernesto. ¿A dónde
huyen Ernesto y Brausen? A Santa María. Ahí tienen el juego en donde ese vidrio
facetado nos lleva a un tipo de diseño narrativo que podría semejarse a los dibujos de
Escher. A partir de ese momento, en los textos posteriores a La vida breve, Brausen será
el fundador, estará en una estatua en el centro de la plaza de Santa María. Ahí tienen
ustedes esa figura: el fundador de Santa María es un héroe. ¿Quién es? El padre de la
11/32
Literatura Latinoamericana II
Teórico nª12
patria. Esa estatua, que está detallada en la novela, es una parodia de todos los debates
que hubo sobre el armado de la estatua de Artigas.
La identidad del que narra -Díaz Grey en Para una tumba sin nombre, el
almacenero en Los adioses-, mientras dice “yo soy”, se oculta en una otredad. La ley
transgredida enfrenta tanto mundos como modos de representación antitéticos. Los
límites son ambiguos y confusos. El relato de un crimen es el relato del relato de un
crimen en una recurrencia incesante. Entonces -esto es una clase fundamental para una
clase de literatura universitaria- el delito, el fraude y la duplicidad se expanden y
12/32
Literatura Latinoamericana II
Teórico nª12
proliferan como metáforas de la producción literaria. En Onetti está clara esta idea de
apropiación.
Siempre que en teoría literaria y en crítica literaria estamos hablando del origen de
un texto, no estamos hablando del origen del texto sino de la caducidad. Cuando se
postula un origen del texto, lo que se quiere es controlar el texto. Entonces, cuando yo
digo “claro, Puig era homosexual”, “Viñas era marxista”, “Green era católico”, quiero
controlar la proliferación de sentidos. Cuando origino un texto, estoy ejerciendo control
sobre lo más revulsivo que tiene un texto literario, que es la proliferación de sentidos.
En Onetti, desde el momento en que se parodia el origen, desde el momento que
Brausen aparece en el centro de la plaza de Santa María, está hablando de cuestiones
fuertes del campo literario, como la ley del género, la propiedad, la significación, la
construcción del sentido. Cuando hablamos de crítica literaria, no hablamos de
erudición sino de polémica. Se trata de los debates en torno de aquellos que tratan de
sedar los textos, controlarlos y hacer un city tour como si fuera un museo y aquellos que
podemos ver de pronto determinadas situaciones que van en otra dirección. Onetti, en
este sentido, es una figura que nos permite entrar por ese lugar.
13/32
Literatura Latinoamericana II
Teórico nª12
mismos transcurre en una ciudad imaginaria, Santa María, y las voces narrativas se
multiplican y se descentran, produciendo una red de relaciones que hilvanan un tejido
intertextual en el que imbrican y se entrecruzan personajes y situaciones. La saga de
Santa María es un encadenamiento inestable de historias, que, como algunos motivos
musicales, retornan entre repetición y diferencia.
Repetición y diferencia sería un buen punto de partida para pensar Para una
tumba sin nombre. Tengo inicialmente una escena, distintos narradores y distintos
modos de construir. De pronto Díaz Grey dice cómo construye eso. En La vida breve se
narra la generación de un relato desde otro relato. Díaz Grey es armado sobre el médico
que operó a Gertrudis, por ejemplo. Gertrudis es dos damas. En el capítulo 5 de La vida
breve, es cuando se inicia la acción de Santa María. Ahí está Díaz Grey y viene una
paciente, Helena Sala. Lo primero que le llama la atención de Helena Sala, que está
construida entre otros con Gertrudis, son los pechos de Helena Salas. Es sorprendente.
Gertrudis su mujer había tenido una ablación de mama. A lo que asistimos es con qué
elementos Brausen construye su ficción. Este es un punto muy importante. La ficción es
el relato de los orígenes de una ficción, es casi una poética a partir de que Brausen
noveliza La vida breve. Después, el giro. Porque ahí está el policial: Ernesto mata a una
prostituta. Brausen, como Silvio Astier, lo traiciona. En el final de La vida breve,
cuando ya están en Santa María, Brausen está en un banco de plaza y se acerca un
policía y le dice en una frase extraordinaria, que es como una condensación de todo el
texto: “Ustedes es el otro, usted es Brausen”. Es una economía extraordinaria.
Hay un crítico francés que utiliza el concepto de hipograma, que lo usa mucho en
poesía. A veces dice que hay un sintagma o una frase a partir de la cual se puede
generar todo el texto. “Usted es Brausen, usted es el otro” podría ser pensado como un
buen hipograma para La vida breve, porque a partir de ahí se prolifera el texto. Casi
podríamos decir que Onetti anticipa la consigna de Barthes: el que narra no es el que
escribe y el que escribe no es el que vive. Entonces aparece de nuevo esta idea de
ruptura.
La vida breve puede ser leída como la ficción de los orígenes de una ficción -no
los orígenes de la ficción- como un texto que se constituye jugando a establecer y borrar
las diferencias entre la posición de enunciación y los enunciados producidos. En
particular en los primeros capítulos se da a leer qué elementos del relato generador, el
14/32
Literatura Latinoamericana II
Teórico nª12
relato que el texto dice que es la realidad, el relato de las aventuras de Brausen, son
transformados en relatos de ficción y la relación de Brausen con el discurso que va
produciendo.
Juan María Brausen desaparece en los textos siguientes, deja de ser personaje. La
doble competencia textual que tenía en La vida breve se transforma. Los personajes no
tienen competencia psicológica, sexual, ideológica; tienen, ante todo, competencia
textual. Voy a decir un ejemplo de Madame Bovary, que es una celebración de parte de
Flaubert de El Quijote. Alonso Quijano, como Emma Bovary, lee literatura y pretende
ordenar el mundo de acuerdo a la literatura. Emma Bovary estaba casada con un marida
de píes fríos y leía novelas sentimentales. Yo tengo la intuición de que debería estar
buena, porque los tipos le andaban atrás. Con lecturas de novelas sentimentales, ustedes
saben que no alcanza. Uno de ellos la invita justamente a cabalgar. Ella, recatada, le
dice que le tiene que pedir permiso a Charles, que era su marido. Y Charles Bovary dice
sí. Pensemos. ¿Por qué dice que sí? ¿Porque es un cornudo consciente, porque es de
mente débil, porque es un dominado? No. Dice que sí, porque, si dice que no, a Flaubert
se le cae la novela. Tiene que construir ese personaje, para que ese personaje haga la
función textual que tiene que hacer. Primero, está la función textual.
En una gran novela, como la de Flaubert, esa competencia textual está investida de
un conjunto de rasgos que permiten que cumpla eso. Porque un personaje, como dice
Macedonio, no es una persona: un personaje es un nombre en forma de percha. Ustedes
de ese nombre cuelgan enunciados de ser, de hacer, de poder y de saber. Cuando llegan
a la página 82 de Rayuela, el nombre Oliveira es la clave de un archivo donde están
acumulados todos los enunciados. No es que los personajes actúan como actúan porque
tienen una motivación psicológica. Esa motivación psicológica está entramada con las
necesidades textuales.
La función que tenía Brausen en La vida breve, ese doble juego de estar adentro
de su propia ficción y afuera, pasa a ocupar otro lugar: está en una plaza y es un héroe
epónimo. Hagan la prueba. A veces salen colecciones de obras clásicas de la literatura
universal. Como uno es medio agarrado y salen dos al precio de uno, uno compra.
Luego termina teniendo 6 Hamlet, 6 El Quijote, etc. En una edición muy pero muy
barata que compré, el primer volumen eran Madame Bovary y Otelo. Era tan barata que
estaban mezclados los personajes. Imagínense ustedes a Emma Bovary y a León yendo
15/32
Literatura Latinoamericana II
Teórico nª12
a la casa de Bovary y, en vez de salir Charles, sale el negro. Imaginen qué hace
Flaubert. Lo tiene que echar, porque es la función textual. Ese punto me interesa que lo
vean: los principios constructivos, cómo está operando el texto. Si no, nos quedamos
enganchados con la fascinación.
Me parece que Brausen funciona como una parodia del autor. ¿Cómo se llama la
Feria del Libro en Buenos Aires? Del autor al lector. ¿Qué se hace en esa feria? Como
es negocio, se hace exégesis de los autores. Se los coloca en el lugar de celebrities. Esas
operaciones del espacio literario están fuertemente parodiadas en La vida breve.
Brausen, a quien se le atribuye la fundación de Santa María, atrae a la escena de la
escritura el conjunto de notas distintivas que parodian el imaginario literario del escritor
como causa del sentido de los textos que escribe. En la narrativa de Onetti, desde La
vida breve, la figura del autor está atravesada por la repetición y la excentricidad. Como
ningún texto nace o se origina como un absoluto, escribir supone ser escrito; la lectura,
una inscripción que recodifica, absorbe y prolonga lo que lee.
A Onetti lo acompañó toda su vida una pasión por la lectura. Era un lector
omnívoro. No es verdad que solamente se investiga en las bibliotecas, ni tampoco es
verdad que solamente se investiga en Google. Una investigación de esa naturaleza
estaría estableciendo cierta simetría entre una muñeca inflable y un cuerpo. En una
época, yo perseguí la biblioteca de Onetti. Finalmente encontré una parte que estaba en
la casa de su tercera esposa, la holandesa, Elizabeth Pekelharing. Ella es madre de Liti,
una de los dos hijos de Onetti. El otro hijo es Jorge Onetti, que era novelista. Liti es la
persona para la que está dedicada Para una tumba sin nombre. Allí había parte de su
16/32
Literatura Latinoamericana II
Teórico nª12
biblioteca. La cantidad de textos policiales era notable. Las anotaciones de Onetti
también eran notables. Hay cierto interés extraordinario por la lectura de policiales. Por
ejemplo, los textos que tenía la holandesa eran de la década del 40. En esa década,
aparece la primera etapa de Séptimo Círculo, que dirigen Borges y Bioy Casares.
Cortázar, cuando se va de Buenos Aires, lamenta tener que rematar su colección de
literatura policial. Ahí se produce una escisión entre el modo en que se consideraba la
escritura policial en aquellos años, que era como literatura de quiosco, y la apreciación
que tenían ciertos escritores que estaban produciendo una transformación en la escritura.
En la biblioteca que yo pude rastrear de Onetti, había muchos textos clásicos policiales,
no solamente de Séptimo Círculo. Había muchas anotaciones y eran las anotaciones de
un escritor, las anotaciones constructivas, las preguntas que haría un formalista ruso –
cómo está hecho el texto, cómo está construido-. Muchas veces hay ciertas
interpretaciones críticas que se fundan en una mirada distorsionada de la construcción
del texto. Esto habrá que discutirlo.
17/32
Literatura Latinoamericana II
Teórico nª12
no reescribe toda su biblioteca. ¿Qué está reescribiendo Onetti? Lo que estoy tratando
de exhibir acá.
En 1953 Onetti escribe el cuento “El álbum”, que es un cuento ligado a la saga de
Santa María. Es un texto muy importante. La vida breve aparece en el 50 y en el 54, Los
adioses. Esta última no pertenece a la saga. En “El álbum”, un Jorge Malabia es un
personaje importante de la saga y ocupa un lugar destacado en Para una tumba sin
nombre. Llega a Santa María una mujer que se llama Carmen Méndez, que se aloja en
un hotel. Esta mujer tiene fama de haber tenido una vida rumbosa e importante. Sería
como una ex celebrity. Jorge Malabia se siente atraído por esta mujer. En un relato
donde trabaja de manera interesante y elusiva el cruce entre iniciación literaria e
iniciación sexual, la visita a Carmen Méndez en su habitación. Se quedan juntos toda la
tarde. Onetti no cuenta. Es un escritor que trabaja con otro tipo de cuestiones. En un
momento, la mujer se va del hotel, desaparece, pero deja impaga su cuenta, y queda un
baúl. Jorge Malabia, que es el hijo del director del diario de Santa María, quiere tener
acceso a ese baúl. El director del diario (SIC) dice que primero le pague la cuenta y que
luego se lleve el baúl. Efectivamente consigue que el padre le de los mangos y
finalmente abre el baúl. Carmen Méndez le había contado que había estado con
príncipes, actores de cine y grandes deportistas. Cuando Jorge Malabia abre el baúl, se
decepciona, porque realmente Carmen Méndez había estado con esos tipos, estaban las
fotos. Ahí tienen ustedes en un texto condensado el juego entre la potencia de la ficción
y la precariedad de la realidad. Si le contó la verdad, quiere decir que esa era una verdad
repetida, que Malabia no era el centro de su fascinación, no había seducción. Piensen en
“El posible Baldi”.
¿Alguna pregunta?
Estudiante: ¿Santa María tiene que ver con Santa María de los Buenos Aires?
Profesor: La primera cuestión que uno debe hacer frente a un escritor como Onetti
es no establecer simetrías sino pensar dónde está Santa María. Está en el litoral. No es
una metrópolis, es un pueblo. ¿Qué migro, entonces? ¿Qué tiene de Santa María de
18/32
Literatura Latinoamericana II
Teórico nª12
Buenos Aires? Una parte del nombre, que en Onetti es más importante que el referente.
Allí vos ya tenés un elemento.
Muchos críticos se han fascinado con encontrar el lugar de Santa María. Eso es
una barbaridad. No busqués correspondencias. Además hay otra cosa. Tomo una
referencia de Josefina Ludmer. En el principio de La vida breve, el comienzo es una
frase de la Queca, que está en el departamento de al lado. La Queca dice “mundo loco”
y Brausen dice “mundo loco, dijo la Queca”. El comienzo de la fundación de Santa
María es una situación similar a la de Santa María, que fue concebida por el oído. Ahí
un juego de entrecruzamiento. Podemos pensar eso y muchas cosas más, sin que
ninguna de ellas se excluya y todas se asedien entre sí. Está en el litoral. Tiene un puerto
pero chico. A veces Onetti ha hecho mapas, como Faulkner.
A veces los críticos tienen manías. A veces nos hemos juntado, algunos de ellos
que yo valoro – Ruffinelli, Verani, Sonia Mattalía-, y pensamos ciertas cosas en torno
de obsesiones. Hay una diferencia entre Yoknapatawpha y Santa María. La condición de
entidad imaginaria de Santa María está narrada como tal y no ocurre lo mismo con la
ciudad de Faulkner.
(Pausa)
Profesor: Para hablar de la pre-potencia del referente voy a comenzar hablando del
humor de Macedonio. Si uno entiende bien el humor de Macedonio Fernández, uno
entiende cómo está cuestionando la poética realista. Macedonio dice que, si un señor
bajito lleva un sombrero, cuando pasa frente a un portal muy alto, se agacha, el humor
que produce eso está atado al referente. Macedonio dice algo que a mí me resulta
interesante para hablar de la situación con la que me encuentro: faltaron tantos alumnos
al teórico que, si faltaba uno más, no cabíamos. Ese humor no depende del referente es
una construcción de la paradoja de las palabras. Este es un tipo de humor de
construcción de sentido que no está atada al referente. Cuando ustedes lean los textos de
Onetti, busquen esto. Lo que se está debatiendo es el modo en que se construye el
relato.
19/32
Literatura Latinoamericana II
Teórico nª12
Los adioses aparece editada en 1954. Está editada por Sur y está dedicada a Idea
Vilariño, que es una gran poeta uruguaya. Es una historia contada por un narrador
único, un almacenero de un pueblo innominado, en un lugar que podría ser las Sierras,
en una época en la que la tuberculosis era un mal gravísimo y en que una curación era
llevar a los enfermos allí. ¿Ustedes conocen alguna gran novela de un escritor alemán
que plantee la cuestión de la vida y de la muerte en una clínica de enfermos?
Profesor: Sí. Hay que ver si hay algún tipo de relación lejana.
20/32
Literatura Latinoamericana II
Teórico nª12
“Quisiera no haber visto del hombre, la primera vez que entró en el almacén, nada
más que las manos; lentas, intimidadas y torpes, moviéndose sin fe, largas y todavía sin
tostar, disculpándose por su actuación desinteresada. Quisiera no haberle visto más que
las manos, me hubiera bastado verlas cuando le di el cambio de los cien pesos y los
dedos apretaron los billetes, trataron de acomodarlos y, en seguida, resolviéndose,
hicieron un apelota achatada y la escondieron con pudor en el bolsillo del saco; me
hubiera bastado aquellos movimientos sobre la madera llena de tajos rellenados con
grasa y mugre para saber que no iba a curarse, que no conocía nada de donde sacar
voluntad para curarse.”
Profesor: ¿Qué hace el narrador? Dice que sabe. ¿Qué pasa? Se equivoca. Todo el
texto es el sufrimiento del narrador que trata de explicar por qué el basquetbolista no
muere por la enfermedad, se suicida. Su voz parece exhibiéndose una abarcada
seguridad para profetizar el curso de las acciones. Esa seguridad exhibe los materiales
con los que construye su relato.
Este narrador es un narrador que escamotea. Yo ahora les voy a pedir un esfuerzo
y traten de seguirme en esto que tiene cierta complejidad. La lectura consiste en tocar el
21/32
Literatura Latinoamericana II
Teórico nª12
texto con la mirada. No hay posibilidad de leer un texto sin añadir un suplemento. Si
existe un entramado entre lectura y escritura, si la lectura se entremezcla con la
escritura, esa confabulación no designa ni la reunión indiferenciada ni la identidad
unívoca; el entramado que une la lectura con la escritura muestra sus costuras en alguna
parte. La lectura se vuelve sobre sí misma para criticarse y postularse como una réplica
de lo que se cuenta en la escritura, pero es una réplica que tiene más que ver con el
reenvío que con la especularidad. En realidad, hacer crítica literaria consiste en entrar a
un texto a partir de otro texto y ver cómo se sale de ese texto hacia otros textos. Por lo
tanto, la relación entre los textos nunca es de especularidad sino de reenvío. Las marcas
de lectura en el texto son las marcas de su itinerario por una determinada biblioteca.
Si yo tuviera que trabajar con un texto narrativo, les aconsejaría que analicen el
principio y el final. El trabajo de la crítica consiste en especular acerca de la economía
que permite desde tal comienzo llegar a tal final. Si ustedes toman el principio de Los
adioses y hacen esto, van a poder trascender la bibliografía, incluso la mía, para ver a
partir de qué elementos ese texto está armando una determinada lógica y proliferación.
Luego tienen que pensar que no hay ninguna razón para un comienzo, para empezar a
narrar. Siempre los comienzos de una narración son arbitrarios. Es distinto con los
finales. ¿Por qué se termina algo? Porque había comenzado. Cuando ustedes tomen un
texto onettiano, van a ver que el final del texto no es la verdad de lo que ocurre en lo
que el texto cuenta, es otra cosa, es una reflexión de múltiples perspectivas acerca de las
condiciones de posibilidad del sentido. El sentido no se clausura sino se cierra. Entonces
nosotros -los otros animales- vamos a trabajar sobre ese tejido. Reenviar en la lectura
22/32
Literatura Latinoamericana II
Teórico nª12
las marcas de la escritura es abrir el juego a la posibilidad de que esa escritura en la
ilimitada serie de escrituras que se van entramando con ella no sean nunca la misma.
Si La vida breve es la ficción de los orígenes de una ficción, Los adioses escriben
el relato de la cuestión del perspectivismo narrativo, específicamente el de las
dificultades de los testigos para interpretar los hechos que ven y para integrarlos con los
que no ven. El sufrimiento del narrador comienza con un sacrificio: prefiere privilegiar
su posición de narrador a la de personaje. Pero sacrifica su propia historia. Se constituye
como narrador a expensar de su posibilidad de ser personaje. De este modo no tiene otra
existencia que no sea la de narrar. Esta pérdida no es constante. Hay tensión entre
narrador y personaje. Uno de los rasgos del sufrimiento del narrador es que para cumplir
con su designo debe aparecer a sí mismo como un fantasma. Dice el diccionario de
Laplanche y Pontalis que el fantasma no es una presencia intensamente ausente. Un
fantasma es un escenario. El padre de Hamlet no es una figura aislada, es un escenario.
¿Cuáles son las operaciones a partir de las cuales él va construyendo este texto?
La reticencia, marcada por la alusión, que de algún modo es un recorte: se dice una
parte. Es un modo privilegiado de un discurso que se propone poner la resolución de la
verdad sometiendo el enigma a una puga de suposiciones. Esta reticencia también se
manifiesta en la sinécdoque, la parte por el todo. El recorte o el fragmento se presentan
como el representante suficiente de un todo que anuncia diagonalmente que todas esas
marcas conducen a la consumación de la verdad al final.
23/32
Literatura Latinoamericana II
Teórico nª12
El recorte se propaga y fragmenta los distintos espacios del texto. Se puede
reconocer en Los adioses -sigo acá a Sylvia Molloy- una topología en la que los
espacios integran una gradación. Hay un afuera tan alejado que está al otro lado de la
selva en Buenos Aires y en Rosario, un lugar cuya otredad excede los cálculos de
distancia. Hay un territorio distante y diferenciado de un afuera más próximo, cuyo
nombre el narrador repite como un monograma íntimo. Las siete letras de este nombre,
el de la capital de una provincia, el de una ciudad que puede visitarse por negocios.
¿Cuál es? Córdoba. Estas dos lejanías permiten definir lo contiguo: Buenos Aires por un
lado y Córdoba por el otro. Empieza a haber una topología.
Hay dos extensiones. Una que comprende el ámbito que abarca el almacén, un
viejo hotel y una casa, es decir, los sitios de la historia, como un juego de cajas chinas.
Finalmente, hay un espacio chico, el centro de la topología, que es el almacén. El
mostrador es lo que divide el almacén. Esa distancia es lo que permite conjeturar la
posición del narrador. El narrador, que ha buscado protegerse con la alusión y la
sinécdoque, sufre porque conoce el final. Él conoce el final, exhibe la manipulación.
24/32
Literatura Latinoamericana II
Teórico nª12
Profesor: El modo de construcción es una primera persona restringida, porque es
el que va armando el relato. Te dice cómo lo arma, pero ese armado revela que es la
justificación del error del principio, porque el basquetbolista no se muere de la
enfermedad que detectó sino que se mata.
En el texto hay otra cuestión importante: la mujer joven. La mujer joven da para
muchas cosas, todas se asedian. ¿Quién es? ¿Una amante? ¿La hija? En cualquiera de
los dos casos, ¿qué impide cualquier tipo de relación entre un hombre y una mujer? Ahí
hay una vuelta de tuerca. En Onetti hay una insistencia o un motivo marcado, que es la
niña o la mujer joven, que funciona como una suerte de condensación del tiempo.
Cuando Onetti dice “un hombre se acuesta con una muchacha y cuando se despierta está
con una mujer”, no está haciendo una alusión pedestre sino que habla del paso del
tiempo, habla de la idea del sueño. Onetti es un escritor fino, a pesar de que trabaja con
cuestiones complejas. Hay una escena en Los adioses en la que el basquetbolista
desnudo se mira en el espejo, pero afuera están los diarios tostados de sol. El crítico
literario tiene que trabajar con eso. ¿Qué son los diarios? Los diarios son un tipo de
escritura marcada por la fugacidad. ¿Qué tienen que ver con esos diarios arrollados y no
leídos? Tienen que ver con la sucesión del tiempo. Hay que ver eso: cómo ejerce el
poder para los informantes. Allí hay todo un juego, está el trabajo sobre el poder entre
otras cosas en el texto.
25/32
Literatura Latinoamericana II
Teórico nª12
Profesor: Está bien. Eso lo tienen que describir. En relación con la trama, al haber
esta diferencia en el sistema de las voces narrativas, la trama es una construcción
diferente. La trama en Para una tumba sin nombre trabaja con la reescritura. Cada uno
reescribe los textos del otro.
Para una tumba sin nombre fue publicado originalmente con el título Una tumba
sin nombre en el 58. A partir del 67 Onetti le agrego el “para”. El primer capítulo
comienza con un prólogo en el que la voz narradora se diluye en un nosotros
mayestático, que siempre es una enunciación figurada. El “nosotros” siempre es una
enunciación figurada. Salvo en el himno nacional argentina, donde decimos “juremos
con gloria a morir” y cantamos todos juntos, la enunciación es individual. Por lo tanto,
el “nosotros” siempre es una palabra peligrosa. Yo les podía decir a ustedes “nosotros,
los críticos de Onetti” o “nosotros en esta clase”. Este es un “nosotros” inclusivo,
mayestático.
“Todos nosotros, los notables, los que tenemos derecho a jugar al póker en el Club
Progreso y a dibujar iniciales con entumecida vanidad al pie de las cuentas por copas o
comidas en el Plaza. Todos nosotros sabemos cómo es un entierro en Santa María. […]
Todo eso sabemos. Todos nosotros sabemos cómo es un entierro en Santa María,
podemos describirlo a un forastero, contarlo epistolarmente a un pariente lejano. Pero
esto no lo sabíamos; este entierro, esta manera de enterrar. “
26/32
Literatura Latinoamericana II
Teórico nª12
sucesivamente, Díaz Grey comienza a recibir visitas. ¿Qué hace un médico al recibir
visitas? Salvo en La vida breve, Díaz Grey recibe visitar que no tienen que ver con su
actividad, sino con el intercambio. Jorge le trae al médico la noticia de otra muerte, es
decir, de una repetición. También trae su historia, que lleva inscripta una diferencia.
Esto va implicar un desplazamiento. Díaz Grey no pierde el hilo de la narración, pero
cede la palabra a Jorge Malabia, que relata y protagoniza la historia que la voz de Díaz
Grey cita injerta en su relato, ajustándolo para que no se mueva con las grampas dobles
de las comillas. Piensen esto. ¿Qué son las comillas? Son como las guía de una grúa.
Entre el médico y Malabia hay tensión. Mientras Díaz Grey tiende a unificar los
relatos y tratar de revelar los enigmas, Jorge se propone mantener la verdad de la
mentira, por lo tanto proteger su versión anterior de la historia de Rita con variaciones.
Así acepta Jorge que el relato imaginado por Díaz Grey se ajusta a la realidad.
27/32
Literatura Latinoamericana II
Teórico nª12
Y cuando pasaron bastantes días de reflexión co-mo para que yo dudara también
de la existencia del chivo, escribí, en pocas noches, esta historia. La hice con algunas
deliberadas mentiras; no tra-taría de defenderme si Jorge o Tito negaran exac-titud a las
entrevistas y no me extrañaría demasiado que resultara inútil toda excavación en el
terreno de la casa de los Malabia, toda pesquisa en los libros del cementerio.”
28/32
Literatura Latinoamericana II
Teórico nª12
De alguna manera toda la introducción que yo hice en torno del texto apuntaba a
eso. Al leer Onetti, yo les sugiero que enganchen la escena a lo Escher de escritura y de
lectura: de qué modo y con qué materiales Díaz Grey construye la historia, con qué
materiales el almacenero construye la historia, de qué modo la construcción de la
historia revela un proceso que no culmina en la verdad. Si ese proceso culminara en la
verdad, se cerraría el sentido de la historia. En Onetti no hay una certeza de una historia,
sino la certeza de proliferación de sentidos en torno de un relato.
Estudiante: En Para una tumba sin gloria no aparece el nombre del médico.
29/32
Literatura Latinoamericana II
Teórico nª12
Para una tumba sin nombre trata de explorar la aparición de lo extraño. Eso es una
actitud inquisitiva propia del policial.
30/32
Literatura Latinoamericana II
Teórico nª12
formular la verdad. En Onetti eso no está: lo que hay contantemente la formulación de
narraciones o especulaciones que corroen esa seguridad.
Estudiante: (Inaudible).
Si yo tuviese que escribir en una página y media una respuesta de parcial, trataría
de ser astuto con las citas. Si ustedes tienen una consigna compleja, elijan el modo de
citar y trabajen las cuestiones generales en torno de la cita. Ustedes pueden cortar las
citas, porque no pueden hacer una de diez línea. Si tienen que trabajar con Onetti, elijan
dos citas cortas de las voces narrativas para mostrar la confrontación. Igual con la trama.
La trama narrativa a la que yo me estoy refiriendo es la disposición de los materiales del
texto. Mientras que la trama narrativa de Los adioses tiene cierto grado de continuidad,
porque está proferida por una voz hegemónica, la trama de Para una tumba sin nombre
está marcada por la discontinuidad y la heterogeneidad. Esa discontinuidad y esa
heterogeneidad tienen que ver con los procesos de escritura y reescritura. Por algo Díaz
Grey al principio está autorizado para firmar. Es uno de los notables que firma.
En un cuento de Ricardo Piglia el narrador dice que el padre alguna vez le dijo que
narrar es como jugar al póker: hay que parecer que se miente cuando se dice la verdad y
hay que parecer que se dice la verdad cuando se miente. Es llamativo que los tipos
jueguen al póker. Es llamativo el modo en que Díaz Grey se desprende del grupo.
31/32
Literatura Latinoamericana II
Teórico nª12
32/32