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NUESTRO FIRME CIMIENTO

20 DE AGOSTO DE 2021

Salmo 62

En ciertos momentos de la historia, Dios hizo temblar la Tierra. Por ejemplo, tembló cuando su
Hijo murió en la cruz (Mt 27.51), y habrá una conmoción aún mayor en el futuro, cuando Cristo
regrese (Zac 14.4).

Pero incluso en nuestros días, el Señor hace temblar los diversos cimientos de nuestro mundo,
ya sean alianzas políticas, sistemas financieros u otra clase de seguridad humana. Es entonces
cuando podemos ver la endeblez de las instituciones en las que hemos basado nuestras
esperanzas. Y no olvidemos que nuestras vidas también pueden verse sacudidas por crisis
económicas, conflictos, enfermedades o pérdidas. Si nos hemos apoyado en la frágil base de la
sabiduría humana, los logros o el orgullo, las cosas pueden parecer buenas durante un tiempo,
pero un fundamento débil no puede resistir las tormentas de la vida.

Pero el creyente puede tener paz incluso en medio de la inestabilidad, porque sabemos que
Dios siempre tiene un propósito a la hora de permitir que los problemas lleguen a nuestra vida.
Las dificultades tienen la capacidad de sacudirnos de nuestra apatía y egocentrismo, y sirven
como recordatorio de que solo hay un fundamento seguro: una relación genuina y salvadora
con Jesucristo, que no nos abandonará en ninguna de las turbulencias.

Biblia en un año: Jeremías 37-40

DIOS TE BENDIGA Y TE GUARDE...

NUESTRO HOGAR CELESTIAL


21 DE AGOSTO DE 2021

Apocalipsis 21.22-22.6

¿Alguna vez ha llegado a su casa después de un viaje, y experimentado una sensación de


seguridad y satisfacción? Con frecuencia, hay una sensación tranquilizadora al abrir la puerta a
las cosas familiares y a la conciencia de estar donde hay un lugar para nosotros.

El apóstol Juan tuvo la oportunidad de vislumbrar nuestro futuro hogar, la nueva Jerusalén.
Quizá le sorprenda saber que en la visión de Juan no había edificios de iglesias, “porque el
Señor Dios Todopoderoso y el Cordero son su templo” (Ap 21.22). Las denominaciones ya no
dividirán el Cuerpo de Cristo. Ni el sol ni la luna brillarán sobre la ciudad en ese día, “porque la
gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera” (Ap 21. 23), es decir, no habrá necesidad
de electricidad.

Otra característica de nuestro futuro hogar es que sus puertas estarán siempre abiertas. Como
el pecado no será un factor, no serán necesarias las cerraduras. De hecho, nada contaminado
entrará en esa futura residencia, ni siquiera la muerte o el deterioro. La vida abundante que
esperamos en Cristo será pura y sin mancha.
La sensación que usted siente cuando abre la puerta de su casa no es más que un asomo de lo
que sentirá al llegar al lugar celestial que nuestro Padre le ha preparado. Todo será restaurado,
y por fin estará en su verdadero hogar.

Biblia en un año: Jeremías 41-45

DIOS TE BENDIGA Y TE GUARDE..

LA PACIENCIA DIVINA

22 DE AGOSTO DE 2021

Para sacarle el máximo provecho a este devocional, lea los pasajes a los que se hacen
referencia.

Todos queremos exhibir el fruto del Espíritu (Ga 5.22, 23), pero a menudo es más fácil decirlo
que hacerlo. Veamos un aspecto de este fruto que es una lucha para muchos de nosotros: la
paciencia.

La palabra griega traducida como “paciencia” es makrothumia. También se traduce como


“tolerancia” o “longanimidad”, y es un término lleno de significado. Según el teólogo F. F.
Bruce, dicha palabra “abarca la constancia y el poder de permanencia”, de manera que
podríamos decir que Makrothumia es una de las cualidades de Dios.

Piense en todas las veces que Dios debería haber perdido la paciencia con usted. Pero nunca lo
ha hecho ni nunca lo hará. Si bien no podemos llegar a tener la misma paciencia de Dios, eso
no quiere decir que no podamos progresar con su ayuda. Todo lo que tenemos que hacer es
pedirlo (Jn 14.13-15). Aunque enfrentemos retos en el proceso, Dios se encargará de que, con
el tiempo, todo sea perfeccionado, incluso nosotros (Fil 1.6).

PIENSE EN ESTO

¿Cómo puede usted crecer en paciencia para con los demás? ¿Con usted mismo? Hable con el
Señor sobre este buen deseo, y pídale que le ayude a cultivarla.

Biblia en un año: Jeremías 46-48

DIOS TE BENDIGA Y TE GUARDE...

CÓMO CONVERTIRSE EN UNA PERSONA PACIENTE


24 DE AGOSTO DE 2021

Hechos 25

Al continuar el estudio en cuanto a la paciencia, podemos aprender mucho sobre el tema del
relato del juicio a Pablo. En vez de dejar que sus acusadores lo enojaran, el apóstol sufrió con
paciencia el proceso legal. Se abstuvo de atacar la oposición o denunciar la injusticia de las
acusaciones. Al final, la actitud serena de Pablo se ganó el favor del gobernador y consiguió
tener un auditorio para el evangelio (Hch 25.24, 25).

Necesitamos la ayuda del Señor para crecer en paciencia como Pablo. Esto involucrará:
NUESTROS PENSAMIENTOS. Debemos tratar de apartar nuestra atención de los problemas, y
ponerla en nuestro Padre celestial. Su Espíritu nos ayudará a tener la perspectiva correcta.

NUESTRAS EMOCIONES. Cuando notemos sentimientos negativos, es bueno hacer una pausa y
pedir al Espíritu Santo que guíe nuestras reacciones.

NUESTRAS PALABRAS. Ore por el control de su lengua. Una palabra oportuna puede calmar
una situación (Pr 15.18).

El Señor responderá a nuestras oraciones y nos dará lo que necesitemos, tal como lo hizo con
Pablo cuando el apóstol enfrentó a Festo y al rey Agripa. A pesar de la injusticia de esas
situaciones, Pablo no se dejó provocar. Imagine lo que Dios hará a través de usted a medida
que crezca en la virtud de la paciencia.

Biblia en un año: Jeremías 51-52

DIOS TE BENDIGA Y TE GUARDE..

NUESTRA VESTIDURA

"Y te vestí de bordado, te calcé de tejón, te ceñí de lino y te cubrí de seda."

[Ezequiel 16:10]

Contempla con cuán inigualable generosidad el Señor provee para las vestiduras de su Pueblo.
Estas son tan adornadas que puede verse la habilidad divina en la producción sin igual del
trabajo de bordado en el cual cada atributo toma parte y cada belleza divina es revelada.

No hay arte como el que se exhibe en nuestra salvación, no hay trabajo tan habilidoso como
aquel que se contempla en la rectitud de los santos. La justificación absorbió el interés de los
escritores eruditos en toda época de la Iglesia, y será el tema de admiración en la eternidad.
De hecho, Dios lo ha formado "en lo oculto" (Psa_139:15, RVR60). Con toda esta elaboración
se entremezclan la utilidad y la durabilidad, que se compara con ser cubiertos con pieles de
tejones.

El animal mencionado acá es poco familiar, pero su piel cubría el tabernáculo y constituía uno
de los cueros más finos y fuertes que se conocían. La justicia que es de Dios, por fe, dura para
siempre, y quien es calzado con este apresto divino atravesará el desierto con seguridad, y
podrá incluso hollar al león y al dragón. La pureza y la dignidad de nuestra vestidura santa se
convierten en lino fino.

Cuando el Señor santifica a su Pueblo, ellos son ataviados como sacerdotes de blanco puro, y
ni la nieve supera esa blancura; los hombres los miran y los ángeles se admiran, e incluso a los
ojos del Señor están sin mancha. Entretanto, la vestidura real es delicada y fina como la seda.
No se escatiman gastos, no se oculta la belleza ni se niega ninguna delicadeza. ¿Entonces qué?
¿No podemos inferir algo de todo esto? Con toda seguridad, hay gratitud que sentir y gozo que
expresar:

¡ven, corazón mío, no dejes de proclamar aleluya esta noche! ¡Afina tu flauta! ¡Haz sonar las
cuerdas!

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