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XXIV COLOQUIO INTERNACIONAL DE HISTORIA DEL ARTE

ARTE Y CIENCIA

Edición a cargo de

PETER KruEGER

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO


INSTITUTO DE INVESTIGACIONES ESTÉTICAS
MÉXICO 2002
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES ESTÉTICAS
Directora: Maria Teresa Uriarte
Secretaria Académica: Regina Hernández. Franyuti

Maria Teresa Uriarll


Presentación

DoreAshton
Coun teraction

l. L

Enrique X. de Anda
Introducción

Arturo Chavolla
La estética: ¿creac

ÓscarOlea
El factor estético 1
estructuralel

Annegrete Hohmata
Primera edición: 2002
Structure and Me

DR © 2002. Universidad Nacional Autónoma de México Martha Fernándet.


Circuito Mario de la Cueva, Zona Cultural Guarino Guarini
Ciudad Universitaria, México, D.F. 04510
María Claudia Ro
Instituto de Investigaciones Estéticas
Tels.: 5-665-24-65, 5-622-75-40. Fax: 5-665-47-40
Laugier: La búsq
www. unam.mx/iies de la arquit
libroest@servidor.unam.mx

ISBN 968-36-9944-8

Impreso y hecho en México


ÍNDICE

María Teresa Uriarte


Presentación 11

CONFERENCIA INAUGURAL

DoreAshton
Counteraction 15

l. LAs ARTES, LAS CIENCIAS Y EL CONOCIMIENTO

Enrique X. de Anda A.
Introducción 31

Arturo Chavolla
La estética: ¿creación o conocimiento? 33

Óscar Olea
El factor estético en la determinación de patrones
estructurales, tanto en la ciencia como en el arte 51

Annegrete Hohmann-Vogrin
Structure and Meaning: Interpreting Maya Architecture 61

Martha Fernández
Guarino Guarini en la Nueva España 85

María Claudia Romero Isaza


Laugier: La búsqueda de lo esencial. Teoría
de la arquitectura, siglo XVIII 109

[7]
8 ÍNDICE

Louise Noelle Elizabeth Fuentes 1


Tecnología estructural y estética arquitectónica: La ciencia al senl
el caso de Félix Candela 121 anatomíad

Nina Zschocke María Isabel Gra1i


"Indeterminacy" as a Topic of Art in the Second Half of the 20th La Dendrología 1Ul
Century. An Analysis Based on an Aesthetic of Reception sobre botárl
and Related to the Philosophy of Quantum Physics 137
Christiane Schmid
Alberto Dalla[ Vassily Kandinsk;
Viajes de ida y vuelta: estadios funcionales e interpretativos An Alterna
del arte de la danza: obra ---+ narración ---+ cultura ---. Art Pion·eeJ
conocimiento---+ obra---+ narración ... 159 the Scienti!

Georges Roque Héctor Rodolfo Kc


¿Qué onda? La abstracción en el arte y la ciencia 169 Ese oscuro objel

Alessandra Russo
En busca del paisaje: La experiencia artístico-científica III. ICONOG
de la cartografía indígena colonial 193

Peter Krieger
11. LAs CIENCIAS PARA EL ARTE Introducción

Linda Bank Duu¡


Clara Bargellini Physics and Me1
Introducción
213 Detroit Ind1

Francesco Pellizzi
Nancy Deffebach
Structure and Quantum Leaps: Claude Lévi-Strauss's Renaissance Sci
Early Study of the Traditional Arts 215 in the Art
José Luis Blondet
Margit Kern
El cuaderno de Blas Coll: arte apócrifo, ciencia oculta 229 De cómo las cu
en seis o f
Cristina Martínez, José Luis Ruvalcaba, con la ver1
M. Ángeles Ontalba y Linda Manzanilla
Caracterización mediante haces de partículas: Erik Velásquez G
Estudios interdisciplinarios de pintura mural teotihuacana 239 Una nueva inte
Gerhard Wolf
Miguel Olmos A¡
De la Tierra a la Luna 265 El simbolismo l
los yuto-a;
ÍNDICE 9

Elizabeth Fuentes Rojas


La ciencia al servicio del arte: la enseñanza de
121 anatomía en la Academia de San Carlos 277

María Isabel Grañén Porrúa


La Dendrología natural, un manuscrito ilustrado
sobre botánica mexicana 301
137
Christiane Schmidt
Vassily Kandinsky and Modern Physics:
An Alternative Interpretation of the Abstract
Art Pion·eer's Work Based on an Analysis of
159 the Scientific Books from his Personal Library 313

Héctor Rodolfo Kohen


169 Ese oscuro objeto sin deseo 337

111. ICONOGRAFÍA DE LAS CIENCIAS Y DE LA NATURALEZA EN LAS ARTES


193

Peter Krieger
Introducción 355

Linda Bank Downs


Physics and Metaphysics in Diego Rivera's
213 Detroit Industry Murals 357

Nancy Deffebach
Renaissance Science, Heresy, and Spirituality
215 in the Art of Leonora Carrington 377

Margit Kern
229 De cómo las cuatro lunas de Júpiter se convirtieron
en seis o por qué la verdad astronómica no coincide
con la verdad artística 393

Erik Velásquez García


239 Una nueva interpretación del Monstruo Cósmico maya 419

Miguel Olmos Aguilera


265 El simbolismo de la naturaleza en el arte de
los yuto-aztecas del Noroeste de México 459
10 ÍNDICE

Mónica Eliana Bolton Graf


El trabajo en la cantera: la pintura indígena del Códice
Florentino y el mestizaje en la apreciación y
representación de la naturaleza 483

Danny A. Zborover
A Methodical and Stylistic Look ata Native Mexican Lienzo 509
En una reunión
Vibeke Olson el Homo sapiens
Engaging the Spectator: Nature as Catalyst in cotidianamente
the Royal Portal of Chartres 531

Linda Báez Rubí


Variaciones sobre un tema luliano: la figuración
del ars magna sciendi 549

Andrés Reséndiz Rodea


Apología del entorno en la medicina y la plástica
mexicana del siglo XIX 577

Vicente Quirarte
El sueño de la razón produce monstruos: Frankenstein
y sus transformaciones discursivas 599

María Teresa Uriarte


Comentarios finales 625

_...""'L'.J" de estrellas y apo-
-atnll"!'lnn tanto por Alessan-
al aumentar el número

UNA NUEVA INTERPRETACIÓN


DEL MONSTRUO CÓSMICO MAYA*

ERIK VELÁSQUEZ GARCÍA


Instituto de Investigaciones Estéticas, UNAM

a la inconclusión tan- ... sus ojos son como los párpados del alba.
científico, la Historia al Salen antorchas de sus fauces,
•llalldro Segni en muchos chispas de fuego saltan ...
•aar·c~o:. descubrió el quin- Animal exento de temor.
1999,70 científicos de la Menosprecia toda cosa alta ...
17° satélite en sus car- jos, XLI: 18-19, 33-34.

Introducción

El Monstruo Cósmico o Celeste es una entidad compleja de la iconografía


maya. Los ejemplos más tempranos del mismo se encuentran en unos hue-
sos grabados de Chiapa de Corzo, 1 así como en el Altar 12 de Abaj Takalik.
Ambos datan del periodo Preclásico Tardío ( 400 a.C.-250 d. C.) y no fueron
producidos por los mayas, sino por ancestros de los actuales mixes, zoques
y popolucas. Los mayas del periodo Clásico (250-909 d.C) adoptaron este
monstruo, aunque con anterioridad habían formulado su mens~e cosmoló-
gico en mascarones arquitectónicos de estuco (Estructura 5C-2a de Cerros).
Los ejemplos clásicos se encuentran esculpidos sobre puertas, monumen-
tos pétreos y paneles estucados, aunque también están pintados sobre muros
y vasos policromados de elite. El ejemplo pictórico más tardío se encuen-
tra en la página 74 del Códice de Dresde y data del periodo Posclásico Tardío
de Yucatán ( 1200-1541 d. C.); más tarde sólo se encuentra mencionado en
textos coloniales como el Chilam Balam de Chumayel, el Chilam Balam de Tizi-
mín y el Códice Pérez.
El Monstruo Cósmico maya es, en realidad, una quimera fantástica de
cuerpo alargado y dos cabezas, una en cada extremo. Como otros seres de
*Dedico este trab'\io a la doctora María Teresa Uriarte Castañeda, a quien agradezco su
apoyo y generosidad.
1 Se trata de los fémures humanos de la Tumba 1 de Chiapa de Corzo (Agrinier, 1960).

[419]
420 ERIK VELi.SQUEZ GARCÍA

la iconografía maya tiene manifestaciones celestes (fig. 1 a, 1 b) y terrestres


(fig. 1 e). En estas últimas adopta el cuerpo de un lagarto ( ahiin) de dorso
dentado y marcas kawak, vinculadas con la lluvia y las rocas. Como ha mos-
trado Karl A. Taube ( 1989: 2) dicha manifestación del monstruo correspon-
de a Itsam KabAhiin o YaxMumulAhiin, ser que representa la superficie de
la tierra. Bajo su forma celeste presenta un cuerpo serpentiforme, casi siempre
dividido en segmentos con signos astronómicos (fig. 1 a: banda celeste). En
ocasiones, sin embargo, tiene manchas de ofidio (fig. 1b). 2 Algunas veces
su cuerpo adopta la forma de una cuerda viviente (kuxam su'um) o soga
celeste ( xtab ka 'anif), como en el Banco de la Estructura 9N-82 de Copán o
bien de unq serpiente formada de nubes, como en la entrada interior del
Templo 22 del mismo sitio (fig. 4a). Con frecuencia se posa sobre él la Dei-
dad Ave Principal, Mut Itsamna 'o Itsam Yeej, pájaro encumbrado de laico-
nografía maya y manifestación aviana de Itsamna '. 3
La cabeza delantera de este dragón celeste (Monstruo de Venus) per-
sonifica al planeta Venus (fig. 2), en tanto que la otra es el Monstruo Cuatripar- './" '

tita (fig. 3). Por lo general este último se encuentra en el extremo derecho
de la composición, en tanto que el Monstruo de Venus ocupa el extremo
izquierdo (fig. 1). Linda Schele ( 1976: 20), basada en la orientación arqui-
tectónica de los monstruos que se ubican sobre las puertas de la Casa E del
Palacio de Palenque (fig. 1 a, 1 b) y del Templo 22 de Copán (fig. 4a), sos-
tiene que la cabeza izquierda representa el poniente de la escena, en tanto
que la cabeza derecha representa el lado oriental. Ambas puertas miran
hacia el sur.
El Monstruo de Venus (fig. 2) ocuparía, entonces, el extremo poniente
del Monstruo Cósmico y no es sino la fusión de un cocodrilo con un vena-
do. Se trata de un ser con hocico largo y dentado (en ocasiones barbado), Monstruc
nariz pronunciada hacia arriba-a veces con obturadores que representan

2 De acuerdo con Mercedes de la Garza (1984: 173-174) se trata de los rombos hachurados

de la serpiente cascabel tropical ( Crotalus durissus terrificus), llamada tsabkan o ajaw kan en yucateco.
En el sistema de escritura aparece como el "segmento serpiente" (T566), cuya lectura logográfica
es MAN.
3 Deidad Ave Principal es el nombre dado por Lawrence W. Bardawil (1976: 195) al pája-

ro que tiene la posición jerárquica más prominente en la iconografía maya. Suele posarse en la
cima del Árbol y del Monstruo Cósmico. Los símbolos y atributos de este ser merecen un estudio
especial. Bardawil definió sus principales rasgos iconográficos y encontró que aparece por vez
primera en el arte preclásico de Izapa; él sugirió que puede tratarse de la manifestación aviana
de Itsamna', lo cual parece confirmarse en sus nombres jeroglíficos, que incluyen la palabra Jtsam
(Fr~idel, Schele y Parker, 1993: 26, 105,421, n. 28). Sus alas con cabezas de serpiente y las cuer-
das celestes que bajan de su pico y adquieren formas ofidianas parecen relacionarse con la con-
ducta chamánica de algunos sacerdotes mayas (Schele y Mathews, 1998: 46-47; Taube, 1994: l. a) Monstruo
660-661 ). También se ha sugerido que representa a Wukub Kaquixdel Popol Vuh (Coe, 1989: 163; 1986: 45. b,
Taube, 1989: 4; Tedlock, 1996: 237) o que tiene atributos solares (Bardawil, 1976: 205; Stone, de Kt
1985: 48).
Una nueva interpretación del Monstruo Cósmico maya 421

FIGURA
la, lb) y terrestres
( ahiin) de dorso
Como hamos-

Deidad Ave Principal

a
Monstruo de Venus Monstruo CUatriparti

Monstruo de Venus Monstruo Cuatripartita

Marca kawak

e
•'"~lcionar·secon la con-
4!K7; Taube, 1994: l. a) Monstruo Cósmico, Casa E del Palacio, Palenque; tomado de Schele y Miller,
Vuh (Coe, 1989: 163; 1986: 45. b) Monstruo Cósmico, Casa E-Sub del Palacio, Palenque; tomado
1976: 205; Stone, de Kubler, 1969: fig. 61. e) Monstruo Cósmico, Altar 41, Copán;
tomado de Schele y Miller, 1986: 45.
422 ERIK VELÁSQUEZ GARCÍA

Pezufia de
a venado b

a
Afijo
yax

Concha

Párpado estriado

d
e
supraorbital

g 3. a) Monstruo (
f
Miiler, 1986: 45.1
2. a) Monstruo de Venus, Casa E del Palacio, Palenque; tomado de Schele y Miiler, de Schele, 1976.
1986: 45. b)Jeroglífico del planeta Venus (ek '), Códice de Dresde, tomado de Closs, 678. d) Monstruo
1989: 404. e) Monstruo de Venus, Altar 41, Copán; tomado de Schele y Miiler, 1986: 45. e) Árbol-inc
45. d) Glifo del día lamat en variante del ojo del Monstruo de Venus, Tablero de los direccional del est
96 Glifos, Palenque; tomado de Closs, 1989: 404. e) Glifo del día lamat en variante direccional del el
de cabeza, Escalera Jeroglífica, Copán; tomado de Closs, 1989: 404. /)Monstruo de (H7), Palenque, di
Venus como patrono del mes yax, Estela 31, Tikal; tomado deJones y Satterthwaite, del Taube, 19~
1982. g) Glifo del día lamat en variante de cabeza, Escalera Jeroglífica, Copán; Inscripciones (05
tomado de Closs, 1989: 404. Central del Tem1
Una nueva interpretación del Monstruo Cósmico maya 423

' 1.

1f e
d

h i

3. a) Monstruo Cuatripartita, Casa E del Palacio, Palenque; tomado de Schele y


Miller, 1986: 45. b) Monstruo Cuatripartita, Tablero de la Cruz, Palenque; tomado
de Schele, 1976. e) Árbol-incensario, vaso policromado; tomado de Taube, 1994:
678. d) Monstruo Cuatripartita, Altar 41, Copán; tomado de Schele y Miller, 1986:
45. e) Árbol-incensario, vaso K3844; tomado de Taube, 1994: 678. f) Cartucho
direccional del este (la-K1N-nz), Códice de Dresde (30c), dibujo del autor. g) Cartucho
direccional del este (LAK-K1N-nz), Panel Central del Templo de las Inscripciones
(H7), Palenque, dibujo del autor. h) Árbol-incensario, Vaso del Nacimiento; tomado
del Taube, 1994: 678. i) Glifo de plato (lakal), Panel Central del Templo de las
Inscripciones (D5), Palenque, dibujo de Linda Schele;j) Glifo de plato (lak), Panel
Central del Templo de las Inscripciones (J8), Palenque, dibujo de Linda Schele.
424 ERIK VELÁSQUEZ GARCÍA

su aliento- (fig. 2a, 2c, 2j), párpados estriados (fig. 2á) y pupilas con cruz Luego en
de San Andrés (fig. 2c).Todos estos elementos son propios de los lagartos ofidiano y saur
en la iconografía maya. Del venado suele presentar las orejas, cuernos y ex- Venus, y otra p<
tremidades delanteras, aunque cubiertas por escamas de saurio (fig. 2a). veremos, es taJ
Son típicas del monstruo las escamas supraoculares, rasgo tomado de las ser-
pientes, volutas en la comisura de su boca -propias de sapos e iguanas-,
lirios, peces y redes en el tocado (fig. 2g), así como conchas y marcas kawak La Vía Láctea
en las extremidades, diseños asociados con el agua. El Monstruo de Venus
recibe ese nombre debido a la presencia de glifos de ese planeta (fig. 2b: El Monstruo G
ek) en sus pupilas (fig. 2a, 2d, 2j) u orejas (fig. 2a, 2e, 2g), así como por el astronómica (S
hecho de ser dios patrono del mes yax (fig. 2j), regido por ese astro. Tam- 1993: 54), laall
bién lo encontramos en algunos ejemplos del glifo del día lamat (fig. 2d, 2e, o nocturno de 1
2g), día asociado con Venus. defendida pon
La cabeza posterior del Monstruo Cósmico recibe el nombre de Mons- 1998; Schele, 1
truo Cuatripartita (fig. 3a, 3b, 3á) y, como vimos, casi siempre se encuentra tea cuando se e:
en el extremo derecho u oriental de la composición (fig. 1). El Monstruo Láctea corre de
Cuatripartita recibe ese nombre por contener cuatro elementos en el toca- o Árbol Cósmic
do: un plato (fig. 3i, 3j: lak) 4 que contiene al Sol (k'in) y sobre el cual des- 1998: 113-114,
cansan una concha spondylus (asociada con el mundo telúrico), una espina cien te sustento
de mantarraya (vinculada con el autosacrificio) y un manojo de plumas con sido formulad•
cruz de San Andrés o signos de muerte en su interior. La lectura fonética En contr<l
de este último elemento es way (celda, aposento, cuarto, soñar o transfor- Sol en las cabe
marse como nahua[), y se piensa que está asociado con el inframundo. Láctea. El camil
El Monstruo Cuatripartita es una de las manifestaciones del monstruo tea, sino la Ecli
terrestre maya (fig. 3b), pero al mismo tiempo es el Sol (Schele y Freidel, Lainterp1
1990: 408) y representa un árbol-incensario5 o ceiba-cocodrilo (fig. 3c, 3e, 3h), diciembre de 1!
entidad compleja que sirve como portal entre el mundo y el inframundo. El pán. La investi:
incensario o plato quemador (lake[) opera también como portal hacia el iluminó lafach
cielo, hacia el cual se elevan las ofrendas bajo la forma de humo. El Mons- luz penetró po
truo Cuatripartita va de cabeza, pues es la carga que arrastra por los cielos che de ese día l
el Monstruo de Venus y algunos autores piensan que no se trata de una cabeza diendo con la al
anatómica del monstruo, sino que está anclada a la cola (Stone, 1985: 40). que enmarca s·
Enmiopi
4
se encuentre 01
Como se observa en la figura 3f (la-K'IN-ni) y g (LAK-K1N-ni), la lectura del plato (T546)
derivó del patrón de sustitución existente en el glifo direccional del este (lak'in). El plato tiene
iluminado por
la lectura logográfica de lak, "plato", en tanto que lakeles "plato quemador" o "incensario" (Schele astro rey alean<
y Mathews, 1998: 48-50, 113) en algunas lenguas mayas. posterior (orie
5 La identidad del Monstruo Cuatripartita con un árbol-incensario fue propuesta prime- del solsticio de
ro por Taube ( 1994: 668-669) basado en el llamado Vaso del Nacimiento. Los árboles-incensarios trionales). Más
comparten una serie de atributos iconográficos que los identifican como tales, entre ellos la ca- no astronómio
beza del Árbol Pax (figura 3c), cuya lectura fonética es precisamente te', "árbol", las espinas de la
Por otra f
ceiba (figura 3c, 3e, 3h) y el plato quemador lake~ sobre el cual se colocan las sustancias aromá-
ticas (figura 3c, 3h). De forma independiente Martha Cuevas y Guillermo Berna! (en prensa) iden-
ción del edifici
tificaron los incensarios compuestos de Palenque como árboles. ce a la entrada i
Una nueva interpretación del Monstruo Cósmico maya 425

Luego entonces, el Monstruo Cósmico es un ser celeste y ten::estre,


ofidiano y sauriano provisto de dos cabezas: una anterior, vinculada con
Venus, y otra posterior, portal asociado con el Sol. La cabeza anterior, como
veremos, es también un portal al inframundo.

La Vía Láctea

El Monstruo Cósmico ha sido interpretado en el· pasado como una banda


como por el astronómica tSpinden, l97S: S3-So), \os bordes de\ mundo lMi\\ery'I'aube,
ese astro. Tam- 1993: 54), la alborada (Schele y Miller, 1986: 45) y el camino diurno del Sol
•Uimat (fig. 2d, 2e, o nocturno de los planetas (Schele y Freidel, 1990: 408). La opinión actual,
defendida por varios autores (Freidel, Schele y Parker, 1993; Galindo y Ruiz,
1998; Schele, 1992; Schele y Mathews, 1998), es que se trata de la Vía Lác-
tea cuando se extiende por los cielos de este a oeste. En contraparte, si la Vía
Láctea corre de norte a sur es representada mediante la figura de una ceiba
o Árbol Cósmico (Friedel, Schele y Parker, 1993: 73-78; Schele y Mathews,
1998: 113-114, 417-418). Esta última propuesta tiene, en mi opinión, sufi-
ciente sustento y no se trata de una interpretación novedosa pues ya había
sido formulada antes (Krickeberg, 1966: 215).
En contraste, nadie ha explicado la presencia del planeta Venus y el
Sol en las cabezas extremas de un dragón que presumiblemente es la Vía
Láctea. El camino natural del Sol y los planetas, como se sabe, no es la Vía Lác-
tea, sino la Eclíptica.
La interpretación galáctica del Monstruo Cósmico se originó el12 de
diciembre de 1987, cuando Schele (1992: 118-119) visitó el Templo 22 de Co-
pán. La investigadora observó que poco antes del mediodía la luz del Sol
iluminó la fachada principal del edificio (orientada hacia el sur) y el haz de
luz penetró por su boca zoomorfa. Schele se percató de que al caer la no-
por los cielos che de ese día la Vía Láctea se extendía por los cielos de este a oeste, coinci-
una cabeza diendo con la alineación del edificio y, por tanto, con la del Monstruo Cósmico
1985: 40). que enmarca su entrada interior (fig. 4a).
En mi opinión, es obvio que cualquier edificio cuya fachada principal
se encuentre orientada hacia el sur quedará (en latitudes mesoamericanas)
iluminado por la luz del Sol alrededor del solsticio de invierno (cuando el
astro rey alcance sus declinaciones meridionales), en tanto que su fachada
posterior (orientada hacia el norte) tendrá iluminación natural alrededor
del solsticio de verano (cuando el astro alcance sus declinaciones septen-
trionales). Más aún, es injustificado o poco convincente derivar un fenóme-
no astronómico nocturno de otro que acaeció a mediodía.
Por otra parte, Schele ignoró en su interpretación la fecha de dedica-
ción del edificio. Esta última se encuentra escrita en el escalón que condu-
ce a la entrada interior del edificio (fig. 4a) y fue descifrada por David Stuart
426 ERIK VEI.ÁSQUEZ GARciA

( 1989) como 9.1


ta de que se trat
resulta más lógic
fecha, en la que V
señor. Así parece
después del orto:
vernal, época pt4
servar alguno de
nadas con el cid
el programa icon
vespertino y la lh
ciar (fig. 4b) ,7 la
cación del edifici
Un rasgo ic
dos cabezas con,
gún veremos, un.
truo ubicado en
formado de nub
Escalón de la entrada interior a monstruo debe i
muchos mayistas
N 4-5), cuando ltst
destas palabras:/¡
tancia del cielo, y
Templo 22. Su caj
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1996a: 32) y estr¡
En el·Dinte
Palacio de Paleó
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6 Ivan Sprajc (l
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declinaciones septenl
parte, los extremos~
estación húmeda. No
de estos fenómenos p
rren durante Jos primí
poniente del Templo
85-89) es probable q~
dente, y las fechas e~
b
primeras cosechas (V
7 Las imágenet

4. a) Monstruo Cósmico, puerta interior del Templo 22, Copán; tomado das del "Círculo Cele
de Schele, 1992: 119. b)El cielo en 9.14.3.6.8, 5lamat 1 sip, efemérides de ese cír
27 de marzo de 715 (gregoriano), 19:00 hrs. aparecen invertidas ~
Una nueva interpretación del Monstruo Cósmico maya 427

( 1989) como 9.14.3.6.8, 5 lamat 1 sip, 23 de marzo de 715 Quliano). En vis-


ta de que se trata del único dato epigráfico vinculado con esta fachada,
resulta más lógico suponer que la escena del monstruo corresponda a esa
fecha, en la que Waxaklahu'n Ubaah K'awiil celebró su primer k'atuuncomo
señor. Así parece confirmarlo el hecho de que este evento ocurrió 28 días
después del orto heliaca! vespertino de Venus y 6 días antes del equinoccio
vernal, época propicia para quemar los campos (Morley, 1992: 146) y ob-
servar alguno de los extremos de la estrella de la tarde, fenómenos relacio-
nados con el ciclo de la lluvia (Sprajc, 1996a). 6 Estos datos coinciden con
el programa iconográfico del Templo 22, relacionado con el maíz, el Lucero
vespertino y la lluvia ( Closs, Aveni y Crowley, 1984). Como podemos apre-
ciar (fig. 4b), 7 la Vía Láctea no corrió de este a oeste en la fecha de dedi-
cación del edificio y en horas apropiadas para observar a Venus vespertino.
Un rasgo iconográfico importante del Monstruo Cósmico es que sus
dos cabezas con frecuencia vomitan agua o sangre. Itsam Kab Ahiin es, se-
gún veremos, uri lagarto pluvial (Villa Rojas, 1986: 125). El cuerpo del mons-
truo ubicado en la entrada interior del Templo 22 de Copán (fig. 4a) está
formado de nubes. J. Eric S. Thompson (1975: 258-287) pensaba que el
monstruo debe identificarse con el dios ltsamna', opinión aceptada por
muchos mayistas hasta ahora. De acuerdo con Bernardo de Lizana (1893:
4-5), cuando Itsamna' era cuestionado sobre su identidad "no decía más
destas palabras: Itz en caan, itz en muyal, que quiere decir: yo soy el rocío o sus-
tancia del cielo, y nubes", lo cual es una buena descripción del monstruo del
Templo 22. Su cabeza anterior, un Monstruo de Venus, nos recuerda que ese
planeta es un avatar de las nubes (Closs, Aveni y Crowley, 1984: 230-232; Spr..yc,
1996a: 32) y es tractor de lluvia (López Austin y López Luján, 1999: 58).
En el" Dintel 3 del Templo IV de Tikal, así como en la Casa E-sub del
Palacio de Palenque (fig. lb), el monstruo tiene cuerpo de serpiente. De
acuerdo con De la Garza (1984) la serpiente celeste es símbolo de la ferti-

6 Ivan Sprajc (1996a: 23-26) estudió con detalle la importancia estacional de los extremos
acimutales de Venus. En latitudes mesoamericanas la estrella vespertina alcanza sus máximas
declinaciones septentrionales entre abril y junio, coincidiendo con el inicio de las lluvias; por su
parte, los extremos meridionales tienen lugar entre octubre y diciembre, marcando el final de la
estación húmeda. No dispongo de efemérides astronómicas que me permitan calcular las fechas
de estos fenómenos para el año 715; sin embargo, y a juzgar por los datos publicados, ellos ocu-
rren durante los primeros 247 días de visibilidad vespertina. Aunque la ventana abierta en el muro
poniente del Templo 22 de Copán no es ideal para observarlos extremos de Venus (Sprajc, 1996a:
85-89) es probable que haya servido para observar el primer avistamiento del planeta en el occi-
dente, y las fechas en que pasaba por la ventana coincidían con la quema de los campos y las
primeras cosechas (Velásquez, 2000: 396, 420).
7 Las imágenes de la Vía Láctea y las estrellas fijas ilustradas en este artículo fueron toma-

das del "Círculo Celeste" publicado por Físicos Astrónomos Mexicanos y Asociados (FAMA). Las
efemérides de ese círculo son válidas en latitudes mesoamericanas. Las direcciones este y oeste
aparecen invertidas debido al tipo de proyección empleada.
428 ERIK VEI.ÁSQUEZ GARCÍA

N
lidad o principi
de caer dentro
Mesoamérica y e
tica o Vía Lácte
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ok waxak suuts':
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sagrada, se hizc

8 El Panel ú
final de periodo 9.1
heliaca! de la estrel
chaksijo 'm, el oncea~
b cifrado], bulto sagr.
el glifo de "tierra pl
5. a) El cielo durante el solsticio de verano, 6:00 hrs. b) El cielo municación escrita
durante el solsticio de invierno, 19:00 hrs. plausible.
Una nueva interpretación del Monstruo Có.fmico maya 429

lidad o principio engendrador del cielo. El Monstruo Cósmico maya pue-


de caer dentro de la gran familia de dragones celestes bicéfalos que en
Mesoamérica y otras partes del Nuevo Mundo personifican al arco iris, Eclíp-
tica o Vía Láctea y son portadores de lluvia (Cadson, 1982). El Monstruo,
entonces, parece tener un significado estacional.
Una investigación en torno a las posiciones de la Vía Láctea en los
puntos destacados del ciclo estacional (equinoccios y solsticios) revela que
los únicos momentos del año en que el Monstruo puede encarnar a la ga-
o laxia son el amanecer del solsticio de verano (fig. 5a) y el anochecer del
solsticio de invierno (fig. 5b). Durante otras horas de las noches correspon-
dientes a los dos equinoccios y solsticios del año no es posible, desde el
punto de vista iconográfico, que el monstruo represente a la Vía Láctea,
pues mientras que algunas veces se extiende de norte a sur (Árbol Cósmi-
co), en otras lo hace de este a oeste a media noche, cuando no es posible
ningún avistamiento de Venus.
El único ejemplo conocido del monstruo relacionado directamente
con una fecha epigráfica procede de un plato trípode de colección priva-
da (fig. 6a). La fecha, escrita en Rueda de Calendario como 13 ok 8 suuts',
corresponde a una de las apariciones canónicas de la estrella vespertina
registradas en la Tabla de Venus del Códice de Dresde (fig. 6c: D4 7b). El ver-
bo vinculado es wak, "salir, reventar o hacer saltar" (fig. 6b), y fue interpre-
tado hace años (Lounsbury, 1982: 153, 167; Schele, 1982: 253) como una
expresión pictográfica y metafórica de la primera salida de Venus vesperti-
no, según se consigna en el Panel Central del Templo de las Inscripciones
(fig. 7). 8
La presencia del dios pluvial y guerrero Chak Xib Chaahk, así como del
Jaguar Lirio Acuático (GIII) del inframundo refuerza la idea de que la es-
cena se refiere a un fenómeno vespertino de Venus y sugiere, además, una
o relación con la lluvia. El Monstruo Cósmico, como se observa, invierte el
orden usual de las cabezas, lo que parece indicar que Venus (Monstruo de
Venus) persigue al Sol (Monstruo Cuatripartita), o sea, el fenómeno de la
estrella vespertina. La cláusula jeroglífica (fig. 6b) explica la escena: oxlahu 'n
ok waxak suuts' uht k 'uhul wak och utiiy ik' waynal, ik '¿ ? nal, hom waynal, chan
eh 'e 'n, chan k 'u 'ul matan, hix ¿ ?, " [en] trece ok ocho suuts' ocurrió la salida
sagrada, se hizo la entrada al recinto negro,¿? negro, aposento cavernoso,

8 El Panel Central del Templo de las Inscripciones de Palenque (A2-A8) corresponde al

final de periodo 9.11.0.0.0, 12 ajaw 8 keej, 11 de octubre de 652 (juliano), seis días antes del orto
heliaca! de la estrella vespertina. La inscripción (figura 7) consigna que en "once ajaw ocho
chaksijo 'm, el onceavo k 'atuun se enseñoreó en el cielo; salió [la estrella vespertina], salió [no des-
cifrado], bulto sagrado de arriba, bulto sagrado de abajo". Mi che! Davoust tiene otra lectura para
el glifo de "tierra partida"; en lugar de leerlo wak, "salir", lo lee sihaj kab, "nació de la tierra" (co-
municación escrita, 6 de septiembre de 2001). A mí me parece que su propuesta también es
plausible.
430 ERIK VE!ÁSQUEZ GARcíA

laJ

u buluk

ho

6. a) Plato trípode de colección privada; tomado de Schele y Freidel, 1990: 70.


b) Cláusula principal del plato trípode. e) Orto heliaca! canónico de la estrella 7. Texto jerog
vespertina ( oxlahu 'n ok waxak suuts ', lik 'abaj chik 'in A kan Chak Ek ', "trece 14deo
ok ocho suuts', se levantó en el oeste la gran estrella Akan ([Dios A'])",
Códice de Dresde (47a, b), tomado de Schele y Grube, 1997: 144.
Una nueva interpretación del Monstruo Cósmico maya 431

A B

lahcha ajaw waxak chaksijo'm

u buluk ¿k'atu'm? ahawniiy

chanal waklaj

~? te• waklaj

ho • ~? te' chanal

kabal

7. Texto jeroglífico que conmemora el final de periodo 9.11.0.0.0, 12 ajaw 8 keej,


14 de octubre de 652 (gregoriano), seis días antes del orto heliaca!
vespertino de Venus, Panel Central del Templo de las
Inscripciones (A2-A8), dibujo de Linda Schele.
432 ERIK VELÁSQUEZ GARCÍA

cueva del cielo, dádiva sagrada del cielo,jaguar ¿?"Se trata de una descrip- basa para ello en
ción del orto heliacal de Venus, el cual, se creía, salía del inframundo. sonifica la superf
Este tipo de platos datan de la época Tepeu 1 (550-700 d. C.) o 11 (700- Thompson
800 d.C.) ,9 así que el [echamiento preciso de su Rueda de Calendario debe que los templos r
entrar en ese lapso y aproximarse a un avistamiento vespertino del plane- truos celestes. La
ta. Las fechas posibles, reconstruidas en el calendario gregoriano e ilustra- fachadas polimorl
das en la figura 8 son: a) 28 de mayo de 566, e) 3 de mayo de 6 70, e) 8 de abril Templo 22 de CoJ
de 77 4 y g) 13 de marzo de 878 d. C. Como podemos apreciar, en ninguna de 250). Gendrop (1
ellas la Vía Láctea corre de este a oeste y, por tanto, ese camino galáctico no zos escamosos en
puede contener al Sol y a Venus en sus extremos. En cuanto a la fecha Cósmico.
correcta, la primera me parece temprana a juzgar por el estilo, y la cuarta es John Carlso:
muy tardía; la tercera cae dentro del margen señalado arriba y se adelanta Kawak, personific
catorce días al primer avistamiento del planeta; no obstante, ocurre durante gón bicéfalo. En e
la época seca del año. El3 de mayo de 670 d. C. es, a mi juicio, la mejor opción, truo de Venus alg~
pues en ese día algunos grupos mayances contemporáneos celebran la fiesta tocado, escamass
ritual del inicio de las lluvias (Sprajc, 1996a: 87; Thompson, 1975: 322) y de lagarto, aunqll
la escena del plato contiene al principal de los dioses Chaahk. 1 Concluimos, ° Las represerí
entonces, que el único ejemplo del Monstruo Cósmico fechado directa y lOa) empero, tier
epigráficamente no sugiere que se trate de la Vía Láctea. fía maya de agujer
tirse (fig. 2b), elj
también esta form
El Monstruo Caverna cabeza de ese jero
Monstruos de Ven
Antes de proponer una nueva identidad astronómica del Monstruo Cósmico 9c). Una vista su~
deseo resaltar otro de sus atributos iconográficos. En la fig. 9a y b observa- truos Kawak12 (Ve
mos dos vistas frontales del Monstruo de Venus. Éstas provienen de las enta- Podría seña
bladuras norte y oeste del Templo de la Cruz de Palenque. En ellas son entre estas cavern
observables los nenúfares, peces y hojas de maíz que lleva en el tocado, sus ob- gún algunas fuent
turadores nasales, párpados estriados, pupilas con forma de cruz de San 1982: 100) Venus
Andrés y las marcas kawak en sus extremidades. En opinión de Thompson pola Blanca (Sak
(1975: 272-275) estos atributos son típicos del monstruo terrestre maya. Se concibieron al cie
249; Mediz Bolio,
tes en el arte preh
9 De acuerdo con RobertJ. Sharer (1998: 654) la cerámica Tepeu 1 se caracteriza "por
27) y, de acuerdo 1
productos negros y rojos sobre capa anaranjada (Policromo Anaranjado Yaxché), asociada a
cueva (fig. lla, 1
cuencos con lados redondeados y grandes platos trípodes". Tepeu 11, por su parte, se distingue
"por decoraciones más elaboradas sobre anaranjado brillante (Policromo Anaranjado de Palmar) de un reptil, iden
y color crema (Policromo Crema de Zacatel). Se pintan dibujos sobre platos y cuencos de pare-
des brillantes" y, además, se logran los ejemplos más refinados del retrato en cerámica. 11 De acuerdo e<

°
1
Chak Xib Chahk, el dios oriental de la lluvia, era considerado el más poderoso de los que simbolizan el cielc
Chahkob, pues es quien porta el arma ofensiva del rayo (Bastarrachea, 1970: 29, 34-35; Thompson, aclarar también que ut
1975: 241, 244). El oriente era la dirección del rayo. De acuerdo con las creencias yucatecas, los básicos de serpiente o.
cuatro dioses direccionales de la lluvia se reunían en Chun Ka 'anal iniciar la estación lluviosa. El y plumas, según la defi
Chun Ka 'an estaba en el oriente y desde allí cabalgaban comandados por K'unk 'u Cháak para regar 12 Como observ¡

la lluvia (Thompson, 1975: 310, 313, 318, 388). m orfos de Quiriguá so


Una nueva interpretación del Monstruo Cósmico maya 433

de una descrip- basa para ello en las representaciones del Monstruo Cósmico cuando per-
inframundo. sonifica la superficie terrestre (fig. 1 e, 2e).
d.C.) o 11 (700- Thompson (ibid.: 266) y Gendrop (1980: 138-141) llegaron a sugerir
~,..o;;Jlu,,u· debe que los templos monstruo de la arquitectura Puue son en realidad mons-
truos celestes. La presencia ocasional de símbolos planetarios en algunas
fachadas polimorfas, 11 como la de la Pirámide del Adivino de Uxmal y la del
Templo 22 de Copán puede confirmar esa identificación (Velásquez, 2000:
250). Gendrop (1980: 143-144) reporta la presencia de fachadas con bra-
zos escamosos en algunos edificios de Uxmal, rasgo típico del Monstruo
Cósmico.
John Carlson y L.C. Landis (1985: 128) afirmaban que el Monstruo
Kawak, personificación de las rocas, puede aparecer en contextos de dra-
gón bicéfalo. En efecto, el Monstruo Kawak (fig. 9d) comparte con el Mons-
truo de Venus algunos atributos iconográficos como las hojas de maíz en el
tocado, escamas supraoculares, párpados estriados, marcas kawak y hocico
de lagarto, aunque sin mandíbula inferior.
Las representaciones frontales del Monstruo de Venus (figs. 9a, 9b, 9e,
lOa) empero, tienen las fauces abiertas en forma semejante a la iconogra-
fía maya de agujero ( hol) o caverna ( hom) (fig. 11 a, 11 e). Como podrá adver-
tirse (fig. 2b), el jeroglífico maya de "estrella" o "Lucero" ( ek) comparte
también esta forma cavernosa. El Monstruo de Venus no es sino la variante de
cabeza de ese jeroglífico. Un personaje humano se posa en las fauces de los
Monstruos de Venus esculpidos en los monumentos 2 y 16 de Quiriguá (fig.
...n.,n-.,,_.. Cósmico 9e). Una vista superior de esos monumentos muestra que se trata de Mons-
9a y b observa- truos Kawak 12 (Velásquez, 2000: 249-254).
de las enta- Podría señalarse, en adición, una posible vinculación iconográfica
entre estas cavernas (fig. 11 a, 11 e: hom) y las flores (fig. 11 b: nik), pues se-
gún algunas fuentes (Barrera Vásquez, 1980: 96, n. 11; Brito y Bastarrachea,
1982: 100) Venus es la Flor de Luz del Cielo (U Lol Sas Ka 'an) o una Ama-
pola Blanca ( Sak K'uyuehe). Por lo demás, los pueblos mesoamericanos
concibieron al cielo nocturno como un campo floreado (Krickeberg, 1966:
249; Mediz Bolio, 1988: 76; Roys, 1967: 93-94). Muchas de las flores presen-
tes en el arte prehispánico tienen propiedades psicoactivas (Heyden, 1983:
27) y, de acuerdo con Brian Stross ( 1996: 85), el jeroglífico cuatrifoliado de
cueva (fig. 11 a, 11 b, 11 d, 11 e) pudo haber derivado de las fauces abiertas
de un reptil, identificadas como un portal al inframundo acuático.

11
De acuerdo con jacinto Quiriarte (1974: 129) los "polimorfos" son figuras compuestas
que simbolizan el cielo y la tierra y funcionan como estructuras para escenas narrativas. Debo
aclarar también que utilizo el término "dragón" para referirme a una bestia fabulosa con rasgos
básicos de serpiente o saurio, pero que incorpora elementos de otras criaturas, como astas, alas
y plumas, según la definición de Carlson (1982: 135).
12
Como observa Andrea Stone ( 1985: 40), los Monstruos Cósmicos esculpidos en los zoo-
morfos de Quiriguá son sustituidos únicamente por el Monstruo Kawak.
434 ERIK VE!ÁSQUEZ GARCÍA

He

Escama
supraocul

8. a) E! cielo en 9.6.12.6.10,13 ok 8 suuts', 28 de mayo de 566 (gregoriano), 20:00


hrs. b) E! cielo en 9.9.5.1. 10, 13 ok 8 suuts: 16 de mayo de 618 (gregoriano), 6:00
hrs. e) El cielo en 9.11.17.14.10, 13 ok 8 suuts', 3 de mayo de 670 (gregoriano), 9. a) Vista fron1
19:30. d)E! cielo en 9.14.10.9.10, 13 ok8 suuts', 21 de abril de 722 (gregoriano), Palenque; to
6:30 hrs. e) E! cielo en 9.17.3.4.10, 13 ok 8 suuts', 8 de abril de 774 (gregoriano), Cósmico, ent:
19:30 hrs . ./)El cielo en 9.19.15.17.10, 13 ok 8 suuts', 26 de marzo de 826 y Frt
(gregoriano), 6:30 hrs. g) E! cielo en 10.2.8. 12.10, 13 ok 8 suuts', tor
13 de marzo de 878 (gregoriano), 19:30 hrs.
Una nueva interpretación del Monstruo Cósmico maya 435

Obturadores nasales

Marca kawak

Escama
supraocular

~f$9~Párpado
\estriado

e Escama supraocular d

Párpado estriado

9. a) Vista frontal del Monstruo Cósmico, entabladura norte del Templo de la Cruz,
Palenque; tomado de Schele y Freidel, 1990: 238. b)Vista frontal del Monstruo
Cósmico, entabladura oeste del Templo de la Cruz, Palenque, tomado de Schele
y Freidel, 1990: 238. e) Monumento 16 (lado norte), Quiriguá,
tomado de Stone, 1985: 40. d) Monstruo Kawak, Templo 22
de Copán, tomado de Schele y Freidel, 1990: 73.
436 ERIK VEIÁSQUEZ GARCÍA

Motivo
vegetal
escalonado

Signo o
espejo
ak'ab
a

de maíz

e d

10. a) Vista frontal del Monstruo Cósmico, Estructura 5D-33-2a, Tikal, tomado
de Schele y Freidel, 1990: 169. b) Monstruo Wits, Tablero del Templo de la Cruz 11. a) Glifo ma
Foliada, Palenque, tomado de Schele, 1976. e) Glifo e imagen del juego Palenque, dibujo ~
de pelota (pitsiil), Códice de Dresde ( 41a), tomado de Schele y Freidel, 1990: Uxmal, tomac
68. d) Monstruo Cósmico que sale de la frente escalonada del Monstruo de Kent Reilly, 1
Wits, vaso inciso, tomado de Schele y Miller, 1986: 308. tú
Una nueva interpretación del Monstruo Cósmico maya 437

a b

d e

11. a) G!ifo maya de portal (o'hl), dibujo del autor. b) G!ifo maya de flor ( nik),
Palenque, dibujo del autor. e) G!ifos de portal con fémures cruzados, Monumento 4,
Uxmal, tomado de Graham, 1992. d) Monumento 9 de Chalcatzingo, dibujo
de Kent Reilly, tomado de Stross, 1996. e) G!ifo náhuatl de Chicomóztoc, Códice
del Manuscrito Mixteco, tomado de Heyden, 1983: 76.
438 ERJK VELÁSQUEZ GARCÍA

En la fig. lOa observamos otro ejemplo frontal del Monstruo de Venus.


Éste procede de un panel ubicado en la Estructura 5D-33-2a de Tikal y añade
dos novedades importantes: marcas ak'ab, "noche", en las extremidades, y

~
frente con motivos escalonados. El primer rasgo se asocia, quizá, con cier-
tos atributos simbólicos de Venus que tienen que ver con la aurora y la no-
che. Los diseños escalonados, empero, son de especial pertinencia aquí,
1
puesto que se trata de un rasgo propio del Monstruo Wits (fig. 1Ob), perso-
nificación maya de la montaña. Este ser, de frente escalonada, hocico de la-
garto y marcas kawak, emite de su hendidura frontal la planta tierna de maíz,
rasgo de profundas connotaciones mitológicas. Cierto detalle inciso en un
vaso cilíndrico (fig. 1Od) refuerza la sospecha de una relación iconográfica
entre el Monstruo de Venus y la hendidura escalonada del Monstruo Wits. Oburadores /
Ambos monstruos parecen estar implicados en un arreglo de perspectivas
nasales --<.....
y espejos común en el arte prehispánico, aunque también es posible que
indique que Venus sale de la abertura escalonada. Esta última es conside-
rada como un portal de acceso al inframundo y representa el corte trans-
versal de la cancha de juego de pelota (fig. 1Oc: pitsii[).
Como fue demostrado hace mucho (Krickeberg, 1966), la cancha de
juego es el límite entre el día y la noche y a través de ella los astros salen o
se ocultan. Ello sugiere que el Monstruo de Venus es una cueva o pabellón
auroral que separa el mundo del inframundo. El planeta Venus es, como
estrella matutina, un extractor del día y como estrella vespertina un extrac-
tor de la noche (López Austin y López Luján, 1999: 58).
Daniel Schávelzon (1980: 156-157) le confiere al jaguar-caverna el
carácter de puerta por donde sale el Sol naciente o que devora al Sol po-
niente. Más adelante cita a Herrera y Tordesillas, quien afirmaba que tan-
to el Sol como la Luna nacieron en una cueva. Lo anterior sugiere que el
Monstruo Cósmico tuvo también un aspecto crepuscular, mismo que deri-
va de que Venus guía o acompaña al Sol durante su salida o puesta respec-
tivamente, pero que se encuentra aludido en la iconografía de portal (fauces
y frente escalonada) que presenta el Monstruo de Venus. La información epi-
gráfica e iconográfica sugiere que los mayas concebían el amanecer (pasaJ)
como un acto donde se abría (pas) una puerta (pasi[) entre el cielo y la tie-
rra (fig. 13e, 13j).
La caverna-flor (fig. 11 a, 11 b, 11 e) de la iconografía maya comparte afi-
nidad simbólica con otras expresiones mesoamericanas de la cueva que se
remontan hasta los tiempos olmecas (fig. lld). En la fig. U e observamos el
jeroglífico náhuatl de Chicomóztoc, "Lugar de las Siete Cuevas". El signo
náh uatl de cueva ( oztot[) tiene la forma básica de un jaguar abriendo las
fauces. Se trata de Tepeyolohtli, el Corazón de la Montaña, símbolo de las en-
12. a) Hombre
trañas de la tierra (Bernal, 1991: 139-140; Caso, 1993: 45), montaña partu-
b) Hombre-páj;
rienta, lugar de nacimiento y origen de los hombres (Schávelzon, 1980: 94. c)Tn
151-152, 155).
Una nueva interpretación del Monstruo Cósmico maya 439

Oburadores
nasales

12. a) Hombre-Pájaro-Jaguar-Serpiente, TuJa, tomado de Kelley, 1976: 94.


b) Hombre-pájaro-jaguar-serpiente, Chichén Itzá, tomado de Kelley, 1976:
94. e) Trono-Eclíptica de barra de serpiente bicéfala, Templo
del Sol, Palenque, tomado de Schele, 1976.
440 ERIK VElÁSQUEZ GARCÍA

~!JI@
....
b

a d e

13. a) Dios descendente, Códice de Dresde (58b), tomado de Closs, 1989: 405. b) Emek'
oxlahu'n ¿tuun?, "estrella descendente, 13 tunes" (13 tunes es un ciclo probable
de eclipses; Closs, 1989: 403), Códice de Dresde (58b), tomado de Closs, 1989: 405.
e) Glifos de eclipse solar y lunar, Códice de Dresde (58b), tomado de Closs, 1989: 405.
d) Glifo eh 'e'n, "cueva, pozo o roca", plato trípode de colección privada, dibujo
del autor. e) Glifo nominal de Yax Pasaj, Altar U, Copán, dibujo del autor. f) Soportes
de una banca jeroglífica, Estructura 9K-47, Copán, dibujo de Linda Schele.
Una nueva interpretación del Monstruo Cósmico maya 441

Otra quimera fantástica, fusión de hombre, pájaro, jaguar y serpien-


te (fig. 12a, 12b) fue identificada hace mucho como manifestación de la es-
trella matutina ( Tlahuiz.calpantecuhtli). Su cabeza, provista de obturadores
nasales, "ostenta la forma del jaguar serpiente, monstruo de la tierra" (Rey-
den, 1983: 69). El Panel del Templo del Sol de Palenque (fig. 12c) repre-
senta al mismo jaguar serpiente, quien abre sus fauces cuatrifoliadas y se
ubica en medio de un trono de serpiente bicéfala, manifestación recono-
cida de la Eclíptica. Podría tratarse de la estrella vespertina, quien acompaña
al Sol poniente. Este jaguar serpiente es, por tanto, una vieja cueva celeste
y terrestre 13 en la iconografía mesoamericana.

El Monstruo de los Eclipses

Como podrá apreciarse (fig. 11 e), el glifo náhuatl de Chicomóztoc tiene en


sus fauces la fecha del día 9 ehécatl, año 1 acatL Según Arnold Lebeuf ( 1995;
comunicación personal, 1999) esa fecha corresponde al 22 de enero de 623
(juliano); en ella tuvo lugar un eclipse lunar (Aveni, 1992: 92-95) que pre-
cedió por quince días a la primera aparición canónica de la estrella matu-
tina según el Códice deDresde (p. 24) y por treinta días a la salida real del astro.
Este último acontecimiento se dio el 21 de febrero de 623 (juliano), fecha
en que según Lebeuf inició un nuevo gran ciclo de ceremonias de fuego
nuevo en relación con el patrón de los eclipses. 14
La ceremonia náhuatl del fuego nuevo se practicaba cada 52 años o
18 980 días. Dos de ellas sumaban 104 años o 37 960 días. Este ciclo era muy
importante, pues es próximo a 65 ciclos sinódicos de Venus y puede con-
ducir de un eclipse lunar a uno solar y viceversa (Aveni, 1992: 90;Justeson,
1989: 96-97; Lebeuf, 1995: 232-233; Sprajc, 1996b: 66). Las ceremonias de
fuego nuevo estaban ligadas a la previsión de los eclipses, "identificados
como signos apocalípticos, propios de los fines de siglo" (Lebeuf, 1995:
251). Por otra parte, diversos ciclos del planeta Venus eran usados por los
mayas y otros pueblos mesoamericanos como instrumentos en la predicción

13 En su estudio sobre los portales cósmicos mesoamericanos, Stross (1996: 91, n. 8) sugiere
que dentro de las cuevas había dos caminos, uno que conduce al cielo y otro al inframundo. Miguel
Rivera Dorado ( 1995: 260) llega a conclusiones semejantes al afirmar que Xibalba era el umbral
del cielo: "Xibalba, pues, forma parte del mismo 'firmamento' a donde los héroes se dirigen; es
'la parte oscura del cielo', su dificil y necesario preámbulo", "cielo e inframundo son la misma
cosa, sólo que a uno y otro lado de la bruñida superficie del espejo ... "
14
Michel Graulich (1995: 52) proporciona una serie de razones documentales y calen-
dáricas para pensar que los pueblos del Altiplano Central de México creían que el "Cuarto Sol"
dio comienzo en 656 o entre 680 y 684 d. C. La diferencia entre la fecha del eclipse lunar de 623
y el año 656 d.C. es justamente de 11 960 días, o sea, la longitud de la Tabla de Eclipses del Códice
de Dresde.
442 ERIK VEI.ÁSQUEZ GARCÍA

de los eclipses (véase Aveni, 1992;Justeson, 1989: 96-98; Lounsbury, 1992; La muestra más
Smiley, 1973; Sprajc, 1996b: 64-66). es tal vez la esce1
Las fuentes coloniales y etnográficas del Área Maya hablan reiterada- sólo tiene cuerpo
mente de un ser que trata de comerse al Sol o a la Luna durante los eclip- su largo. Como s
ses. Una de las bases observacionales de esta creencia es la forma arqueada En elBanct
de la umbra, semejante a la marca producida por una mordida (Closs, 1989: cuerpo con form
389-390). Aunque entre algunos grupos mayances se asegura que se trata como la Eclíptic
de animales desconocidos (Villa Rojas, 1995: 63), entre otros, como los y Parker, 1993: 9'
chales de Palenque y mayas yucatecos, se piensa que el devorador es una mayas de Valladt
hormiga llamada Xulab (Closs, 1989: 390-392; López de Cogolludo, 1971: su 'um) suspendic
239; Nájera, 1995: 320-321; Roys, 1967:87-88, n. 2; Sánchez de Aguilar, 1937: 153). Las cabeza
121-122). Entre los mopanes de Belice y kekchíes de Guatemala Xulabes el Algunos yu
dios de la estrella matutina y jefe de los dioses de la lluvia (Bastarrachea, K'ana() devorad
1970: 23-24; Closs, ibid.: 397-398; Closs, Aveni y Crowley, 1984: 231-232; Roys, 1989: 395; Nájá
ibid.; Thompson, 1975: 306, 418-420). Kaua para el día.
Cierta versión recogida entre los lacandones asevera que una iguana con Kisin" (Closs
celeste es quien trata de comerse a la Luna eclipsada. También se piensa que Landa ( 1975: 13:
una serpiente celeste llamada K'uk 'ikan es matada y comida en tiempos de bién de la muerte
gran peligro, como los eclipses (Closs, ibid.: 392-393; Tozzer, 1907: 96, 157). efecto, dicho ser
Esta deidad es equivalente del dios yucateco K'uk 'ulkan, la Serpiente Emplu- temporáneo (Spi
mada, dios del planeta Venus. En los códices mayas de Dresde (p. 56b, 57b) Un jaguar<
y de Madrid (p. 66b, 67b) una serpiente devora al Sol durante los eclipses. socorrido en la m
La creencia en una serpiente celeste que lleva al Sol cada día de este a oeste Kom, lacandone~
se confirma entre los quichés, donde el animal se llama K'ucumatz (Carmack woli k 'uxbahlum, '
y Mondloch, 1983: 232, n. 184), y entre los tzotziles, donde se llama Mukta Rojas, 1995: 63).
Ch'on (Holland, 1963: 77). En ambos grupos se identifica con Venus. Los libros de ChiJ
Como hemos visto, el Monstruo de Venus tiene cuerpo ofidiano y lle- del día lamat, qu•
va al Sol como carga a través del cielo (Monstruo Cuatripartita); además, Schele y Pether ~
la identificación del Monstruo Cósmico como Vía Láctea no explica por qué 352, n. 9, 409) e1
tiene a Venus y al Sol en sus extremos. Por otra parte, el monstruo casi siem- vespertina. Todo
pre tiene cuerpo con forma de banda celeste. Existen buenas razones para dentro de sus fau
pensar que estas bandas representan segmentos de la Eclíptica: de ellas pen- Monstruo Celeste
den jeroglíficos de eclipse y diversos seres (Callea, 1981: 221-229), entre En vista de 1
ellos el dios descendente venusino de la página 58b del Códice de Dresde Serpiente de Tul:
(fig. 13a). Trece figuras zoomorfas, identificadas como "constelaciones zo- regional y tardío d
diacales", cuelgan de bandas celestes en el Códice de París (fig. 14a: P23-24) jaguar-caverna de
y el friso de la Casa de las Monjas de Chichén ltzá. El intervalo entre esos
animales es de 168 días y David Kelley ( 1976: 49-50) pensaba que servía para
calcular eclipses solares consecutivos que tuvieran lugar en una constelación 15
Notansólod•
opuesta del cielo. los eclipses (Ignacio S.
16
Las bandas celestes forman también el cuerpo de una serpiente bicé- Es interesantt
fala cuya presunta identidad, según varios mayistas (Freidel, Schele y Parker, se introducen el Sol y 1
jicarilla de Norteamén
1993: 78-79; Schele, 1992: 132; ScheleyMathews, 1998: 114-115) es la Eclíptica.
(Campbel, 1996:273,:
Una nueva interpretación del Monstruo Cósmico maya 443

La muestra más elocuente de la identidad eclíptica del Monstruo Cósmico


es tal vez la escena del diluvio del Códice de Dresde (fig. 14b: D74), donde no
sólo tiene cuerpo de banda celeste, sino glifos de eclipse (fig. 13c) que corren a
su largo. Como se sabe, tales fenómenos sólo tienen lugar sobre la Eclíptica.
En el Banco de la Estructura 9N-82 de Copán el monstruo presenta un
cuerpo con forma de cuerda. Estudios recientes identifican ese tipo de sogas
como la Eclíptica o el cordón umbilical del Dios del Maíz (Freidel, Schele
yParker, 1993:99-100, 112; ScheleyMathews, 1998:45, 116,232, 414). Los
mayas de Valladolid creían en la existencia de una cuerda viviente (kuxam
su'um) suspendida en el cielo por medio de la cual fluía sangre (Tozzer, 1907:
153). Las cabezas del Monstruo Cósmico vomitan con frecuencia sangre.
Algunos yucatecos y tzotziles identifican a la Gran Estrella (Muk 'ta
K'ana{) devoradora de la Luna durante los eclipses con el diablo (Closs,
1989: 395; Nájera, 1995: 321). El augurio contenido en el Chilam Balam de
Kaua para el día 12 lamat, día ritual de los eclipses, dice: "malo. Encuentro
con Kisin" (Closs, 1989: 402). Kisines el dios de la muerte y según Diego de
Landa (1975: 132, n. 618; 1982: 60) Hu'n Ajaw, dios de Venus, lo era tam-
bién de la muerte. Los frailes españoles traducían Kisin como "diablo" y, en
efecto, dicho ser es identificado con el Lucero en el folklore indígena con-
temporáneo (Sprajc, 1996a: 34-36).
Un jaguar celeste es, empero, el depredador del Sol y la Luna más
socorrido en la mente de los mayas. 15 Esto acontece entre los mayas de Chan
Kom, lacandones del Lago Miramar y chales, quienes dicen de un eclipse:
woli k'uxbahlum, "eljaguar está comiéndolo" (Closs, 1989: 391-394; Villa
Rojas, 1995: 63). Ch'ay Bahlum, 'jaguar Extintor", es el nombre de la fiera.
Los libros de Chilam Balam afirman del dios venusino Lahu 'n Chan, patrono
del día lamat, que tiene cabeza de jaguar (Barrera Vásquez, 1943). Linda
Schele y Pether Mathews (1998: 145-150, 154, 158, 162-163, 190-191, 195,
352, n. 9, 409) encontraron una manifestaciónjaguaresca de la estrella
vespertina. Todo ello sugiere que el glifo náhuatl de Chicomóztoc tiene
dentro de sus fauces una fecha de eclipse lunar y es una manifestación del
Monstruo Celeste de los eclipses jaguar-caverna. 16
En vista de todo lo anterior es posible que el Hombre-Pájaro:Jaguar-
Serpiente de Tula (fig. 12a) y Chichén Itzá (fig. 12b) sea un equivalente
regional y tardío del Monstruo Cósmico maya quien es, además, la serpiente-
jaguar-caverna de los eclipses. Estos fenómenos pudieron ser considerados

15
No tan sólo de los mayas, pues el jaguar Tepeyolohtliera capaz de comerse al Sol durante
los eclipses (Ignacio Berna!, 1991: 139-140).
16
Es interesante advertir, por comparación, que la creencia en una cueva celeste donde
se introducen el Sol y la Luna durante los eclipses se encuentra documentada entre los apaches
jicarilla de Norteamérica, quienes creen que se trata de un agujero uterino en la cúspide del cielo
(Campbel, 1996:273, 276).
444 ERIK VELÁSQUEZ GARCÍA

-al igual que el ju


de los atributos ere
jeroglíficos de ecliJ
"cueva, pozo" (fig.
ridad. Los eclipses
abría (pas) un poz~
Es necesario a
a fica con Venus --cu
al astro rey-, el pl
parado por 180° de:
tación de un segme
o vespertino.

El diluvio

Con frecuencia eno


Cósmico vierten lí1
miento, afijos yax, 1
sugiere que estos to1
El líquido vertido p
14b), empero, ha si•
b
del diluvio, cataclis
anterior. En la im~
vertiendo las aguas
cid o), quien bland•
muerte y destrucci<
El mito maya<
son, 1970: 25-31; Re
Altas de Guatemala
15 7; Mediz Bolio, H
tecas. De acuerdo c1
e Caj (Corazón del (
jade destruir a la raza de
afirma que el catacli
nes ultrajaron al dio.
Como consecuenci:
Signo de completamiento
17 En un estudio n:
14. a) Banda "zodiacal" del Códice de París (23-24), tomado de Schele y Grube, 1997: la Estructura 8N-66C de 4
211. b) Monstruo Cósmico, Códice de Dresde (74), tomado de Schele y Grube, 1997: tada hacia la posición de
199. e) Texto sobre la decapitación del Monstruo Cósmico, Trono del Templo XIX d.C.), de asentamiento h<
(E2-H1), Palenque, dibujo de David Stuart. d) Monstruo de Venus, Estela 11, nante de coincidencias n
Piedras Negras, tomado de Montgomery, 1998. truo Cósmico con Venus,
Una nueva interpretación del Monstruo Cósmico maya 445

-al igual que el juego de pelota-límites entre el día y la noche en virtud


de los atributos crepusculares del Monstruo Cósmico señalados antes. Los
jeroglíficos de eclipse solar y lunar (fig. 13c), así como ellogograma eh 'e'n,
"cueva, pozo" (fig. 13d), representan esta polaridad entre la luz y la obscu-
ridad. Los eclipses fueron quizá considerados como fenómenos donde se
abría (pas) un pozo, fauce o caverna en el cieloP
Es necesario aclarar, por último, que si el Monstruo Cósmico se identi-
fica con Venus -cuyo cuerpo ofidiano representa la Eclíptica que transporta
al astro rey-, el planeta no está en oposición respecto al Sol (es decir, se-
parado por 180° de arco). El Monstruo Cósmico sería tan sólo la represen-
tación de un segmento de la Eclíptica visible durante el crepúsculo matutino
o vespertino.

El diluvio

Con frecuencia encontramos en la iconografía que las cabezas del Monstruo


Cósmico vierten líquidos (fig. la). La presencia de signos de completa-
miento, afijos yax, k'an o chak, conchas cortadas, cuentas de jade o hueso
sugiere que estos torrentes deben identificarse con sangre (figs. 2a, 3a, 14d).
El líquido vertido por el monstruo de la página 7 4 del Códice de Dresde (fig.
14b), empero, ha sido identificado con agua. Se trata de la conocida escena
del diluvio, cataclismo cósmico que dio al traste con el mundo o creación
anterior. En la imagen del Dresde aparece la anciana Chak Chel (Diosa O)
vertiendo las aguas de un cántaro, así como el Dios L (de nombre descono-
cido), quien blande sus dardos sobre la superficie de la tierra en señal de
muerte y destrucción.
El mit~ maya del diluvio es mejor conocido por el Popal Vuh (Edmon-
son, 1970: 25-31; Recinos, 1984: 94-98; Tedlock, 1996: 71-73), de las Tierras
Altas de Guatemala, y el Chilam Balam de Chumayel (Edmonson, 1986: 153-
157; Mediz Bolio, 1988: 87-89; Roys, 1967: 99-100), de las Tierras Bajas yuca-
tecas. De acuerdo con el relato quiché, el diluvio fue producido por U C'ux
Caj (Corazón del Cielo) o jurakan, madre y padre de los dioses, a fin de
destruir a la raza de hombres de madera. En el Chilam Balam de Chumayelse
afirma que el cataclismo fue causado por Ah Musen Kaby Bolon Ti K'u ', quie-
nes ultrcyaron al dios uranio Oxlahu 'n Ti K'u 'y le robaron su insignia ( kanhef).
Como consecuencia de ello el cielo se desplomó y, según consigna Landa

17 En un estudio reciente, Harvey M. Bricker y Victoria R. Bricker ( 1999) mostraron cómo


la Estructura 8N-66C de Copán, que contiene un banco con forma de banda celeste, está orien-
tada hacia la posición de puesta del Sol el día de su paso cenital por la región ( 3 de mayo de 785
d. C.), de asentamiento heliaca! de la estrella matutina y de eclipse de Luna. Esta serie impresio-
nante de coincidencias resumen lo que hemos venido diciendo acerca de la relación del Mons-
truo Cósmico con Venus, los eclipses y la fiesta del inicio de las lluvias.
446 ERIK VELÁSQUEZ GARCÍA

(1975: 135-136; 1982: 62), los dioses sostenedores del cielo (Bakabob) esca- completo con b
paron a esta destrucción. En la "Relación de la ciudad de Mérida" (De la mó la superficit
Garza, 1983, 1: 72) el lagarto cósmico simbolizaba el diluvio y la tierra: Ermilo Salís Ale
do se junten el~
Tuvieron también noticia de la caída de Lucifer y del Diluvio, y que el mundo se ( 1990: 87) dice
había de acabar por fuego, y en significación de esto hacían una ceremonia y la Luna"; por su
pintaban un lagarto que significaba el Diluvio y la tierra, y sobre este lagarto
when theywilljo
hacían un gran montón de leña y poníanle fuego y, después de hecho brasas,
allanábanlo y pasaba el principal sacerdote descalzo por encima de las brasas sin coincide con la
quemarse, y después iban pasando todos los que querían, entendiendo por esto que al referirse a los¡
el fuego los había de acabar a todos. 18 bar con nuestro
que serán comit
Lo anterior sugiere que dicho lagarto pluvial y terrestre es el que apa- se dicen que es
rece en la escena del Códice de Dresde (fig. 14b) mencionada antes y que, Estasfuent
según parece, es el agente del diluvio. Ello se confirma en dos pasajes sinóp- penden del MOJI
ticos que aparecen en el Chilam Balam de Tizimín (Edmonson, 1982: 40-41; Se trata del dr3f
Makemson, 1951: 39-40) y el CódicePérez (Craine y Reindorp, 1979: 117-118; dichos fenómell
Salís Alcalá, 1949: 230-231), mismos que agregan otros detalles del mito: Taube (1~
K'u le cortó lag
será cuando se junten el Sol y la Luna, en la noche. Cuando Oxlahun ti Ku hizo mundo se asem1
que amaneciese para ellos. Balón ti Ku creó, hizo aparecer al monstruo lagarto tes nahuas, dom
[Itsam Kab Ahiin], para que acabase con los seres vivientes del mundo, cuando se
terrestre Tlaltec
hundió el cielo, y se hundió el Petén, cuando empezó a sonar Oxlahun ti Ku,
cuando hubo un cataclismo muy grande, cuando se levantó el lagarto monstruo -dice Taube-
[Itsam Kab Ahiin], lo cual ocurrió al concluir una serie de Katunes. Con un dilu- posclásica procc
vio se acabarán los tiempos. Se contaba ell8 Bak Katún, en su 17• parte, antes de Recientes 1
acabar el Katún. No quiso Bolon ti'Ku (que el monstruo acabara con el mundo, mito ya existía d
por lo cual le cortó [xoti]) la garganta, y se formó la superficie del Petén. 19 to del Trono dec
E2-H1) refiere,
La destrucciÓn del mundo anterior fue, entonces, auspiciada por el enero de 3298 a
dios telúrico Bolon Ti K'u, quien trajo a Itsam Kab Ahiin (el Monstruo Cós- recinto] del Coc
mico) para que ocasionara el diluvio, pero no permitió que acabara por lo Arqueado" (tl

18 Bartolomé de las Casas ( 1967, 11: 507) confirma que los mayas creían que el mundo aca- 20 "carne to tb

baría por fuego, pues dice de los indios de Vera Paz que "había entre ellos noticia del diluvio y night" (Makemson,
de la fin del mundo, y llámanle Butic, que es nombre que significa diluvio de muchas aguas y quie- 21 El glifo T2~

re decir juicio, y así creen que está por venir otro Butic, que es otro diluvio y juicio, no de agua, fuerzas emprendido
sino de fuego, el cual dicen que ha de ser la fin del mundo, en el cual han de reñir todas las cambio, fue leída sat
creaturas ... " bajo (Velásquez, en 1
19 "the days and nights that fell without order, and pain was felt throughout the land.
Mis evidencias, emp•
[Because ofthis] Oxlahun ti Ku [the Thirteen Gods] and Bolon ti Ku [the Nine Gods) crated the cos o sustitución silá
world and life; there was also bom ltzam Cab Ain [Iguana Cocodrile ). [Ah Mesencab) tumed the sky que funciona bien el
and the Petén upside down, and Bolon ti Ku raised up Itzam CabAin; there was a greatcataclysm, and Dresde ( ahk, "tortuga'
the ages ended with a flood. The 18 Bak Katún was being counted and in its seventeenth part. ba-aj, "se asentó", ha
Bolon y ti Ku refused to permit Itzam Cab Ain to take the Petén and to destroy the things of the lenque (H9-J1), que
world, so he cut the throat ofltzam Cab Ain and with his body formed the surface ofPetén" (Craine y (juliano), cuando V1
Reindorp, 1979: 117-118). Cfr. la traducción de Alfredo Barrera Vásquezy Silvia Rendón (1990: 87). te mucho tiempo Ju,
Una nueva interpretación del Monstruo Cósmico maya 447

completo con la creación, así que le cortó la garganta y con su cuerpo for-
mó la superficie de nuestro mundo. Cabe resaltar que la traducción de
Ermilo Solís Alcalá citada antes inicia con la afirmación de que "será cuan-
do se junten el Sol y la Luna", en tanto que la versión de Barrera y Rendón
(1990: 87) dice que "es el tiempo en que se juntarán y coincidirán el Sol y
ceremonia y la Luna"; por su parte, Munro S. Edmonson asevera que "is the day for it,
e$te lagarto
when theywilljoin each other: the rising sun and moon and night", 20 lo cual
hecho brasas,
las brasas sin coincide con la información recogida por Las Casas (1967, 11: 507) quien,
al referirse a los sucesos que acompañarán al diluvio de fuego que ha de aca-
bar con nuestro mundo, afirma "que se eclipsará la luna y el sol, diciendo
que serán comidos, que es su manera de hablar, porque cuando hay eclip-
se dicen que es comida la luna o el sol".
Estas fuentes parecen dar razón de la presencia de glifos de eclipse que
penden del Monstruo Cósmico de la página 74 del CódicedeDresde (fig.14b).
Se trata del dragón de los eclipses, a lo largo de cuyo cuerpo tienen lugar
dichos fenómenos astronómicos.
Taube (1993: 69-70) opina que la parte del mito maya donde Bolon ti
K'u le cortó la garganta a ltsam Kab Ahiin y formó con él la superficie del
mundo se asemeja a la que aparece en la Histoyre du Mechiquey otras fuen-
tes nahuas, donde Quetzalcóatly Tezcatlipoca cortaron el cuerpo del monstruo
terrestre Tlaltecuhtli, y con sus partes hicieron el mundo. Por tal motivo
-dice Taube- esta porción del diluvio pudo haber sido una introducción
posclásica procedente del México central.
Recientes hallazgos en el Templo XIX de Palenque revelan que este
mito ya existía desde el Clásico. La sección mitológica contenida en el tex-
to del Trono dedicado por Ahkuul Mo' Nahb 111 en dicho templo (fig. 14c:
E2-H1) refiere, al parecer, que en 12.10.12.14.18, 1 ets'nab6 yaxk'in, 18 de
enero de 3298 a.C., "fue cortada la imagen" (eh 'ak uba[h]) "de la coesencia [o
recinto] del Cocodrilo Arqueado" ( way Ahk 21 Ahiin), "el dibujo del Cocodri-
lo Arqueado" ( ts 'ihbal Ahk Ahiin); a continuación siguen tres cartuchos difí-

20 "carne to the festival, in spite ofthe fact that the enemy in our midst harrassed us day and
night" (Makemson, 1951: 39).
2! El glifo T227 o "pene-maniquí" no tiene aún lectura fonética segura, a pesar de los es-
fuerzos emprendidos por Closs (1988) y Bricker (1992) para descifrarlo. Su forma invertida, en
cambio, fue leída satisfactoriamente como em, "bajar" (Grube y N ah m, 1990: 19-20). En otro tra-
bajo (Velásquez, en prensa) sugiero que el T227 pudo haberse leído logográficamente como ahk.
Mis evidencias, empero, son conjeturales, pues no se conocen a la fecha complementos fonéti-
cos o sustitución silábica alguna para dicho glifo. Los argumentos que expuse entonces son: a)
que funciona bien en el cartucho nominal de la cuarta víctima de la Tabla de Venus de Códice de
Dresde (ahk, "tortuga"), escrita K'AN-a-AHK (D49b) y KAN-AHK (D49c) y b)que el cartucho AHK-
ba-aj, "se asentó", hace buen sentido en el Panel Central del Templo de las Inscripciones de Pa-
lenque (H9:J1 ), que se refiere al final de periodo 9.12.0.0.0, 10 ajaw8 yaxk'in, 28 de junio de 672
(juliano), cuando Venus estaba a un día de máxima elongación (venusticio) y fue visible duran-
te mucho tiempo luego de la puesta del Sol.
448 ERIK VELÁSQUEZ GARCÍA

ciles de interpretar, pues algunos de sus glifos no han sido descifrados, contexto funde
aunque podemos leer una parte que dice "u wayle' nak"; luego tenemos dos cio. En otras p
verbos asociados con dedicación, "taladró fuego" (joch 'k 'ahk '), "y entonces usado como trc
fue formado" (iwal patilaj), ¿lo hizo? (yetej') Gl' (Hu'n Nal Ye' Chaahk). Toda veril
El verbo implicado en este pasaje es ch'ak, "cortar de golpe con hacha tada, pues se tr
u otro instrumento"; como menciona Stuart (2000: 29), parece aludir a la astronomía fon
decapitación "de un caimán con atributos de venado y signos de estrellas ejemplo partic\
en los ojos" (ltsam Kab Ahiin). Se trata de la cabeza anterior del Monstruo pleto de un ten
Cósmico, o sea, el Monstruo de Venus (fig. 2a, 2c, 2e, 2f, 2g). La presencia Laseviden
de dos verbos vinculados con dedicación o consagración de monumentos Cósmico maya e
o edificios se refiere, como dice Stuart (ibid.), "a la destrucción y creación americanos o d
de un nuevo orden cosmológico". Gracias a la información proporcionada poder de transJ
por el Chilam Balam de Tizimín y el Códice Pérez sospecho que este pas¡:ye forma 157-158), mism
parte del mito del diluvio y creación del mundo; el protagonista de estos to benéfico (lh
verbos es Hu 'n N al Ye' Chaahk o GI" quien, de acuerdo con el propio Trono su lado favorah
(A1-D8), ascendió al mando once años antes (11.1.16) "bajo la supervisión de viento que ¡
de Itsamnaaj' (u kabiiy Itsamanaaj). fluvial celeste (1
En las fuentes yucatecas coloniales el dios telúrico Bolon ti K'u '"cortó (Carlson, 1982:
la garganta" (xoot'i u kaal) del Monstruo, en tanto que en este monumento tural se encarg:
palencano del siglo VIII Hu 'n N al Ye' Chaahk "cortó la imagen" (eh 'ak uba[;]) verso se encue1
del mismo. Por último, todas las versiones contenidas en los libros de Chilam sequía (Marion
Balam asientan que el diluvio tuvo lugar en un k 'atuun 11 ajaw, en tanto que crearse el mun
el texto de Palenque coloca ese acontecimiento en un k 'atuun 9 ajaw elementales de
( 12.10.0.0.1-12.11.0.0.0), que es el siguiente al 11 ajaw. El Monstr
(Freidel, Schel(
1986: 286),23 pe
Conclusiones difícilmente se
(1982: 146) me
En este trabajo propongo otra forma de interpretar el Monstruo Cósmico creían en unas
maya, misma que tiene la ventaja de explicar la presencia del planeta Venus
22 Esta obsen
y el Sol en los extremos de dicho dragón. En mi opinión, la identidad galác-
tica del Monstruo se apoya en una investigación apresurada y entusiasta de el Monstruo Cósmi1
de Venus) a sur(~
Schele (1992: 118-119) y era necesario revisarla desde el origen. 23 La escena
No siempre, empero, los ejemplos escultóricos del Monstruo se extien- dos del Entierro 11
den de este a oeste, pues hay algunos, como el del Edificio Margarita de gen contienen la fe
Copán (Stuart, 1997) o los de los monumentos 2 y 16 de Quiriguá (fig. 9c) después de la máxir
que corren de norte a sur, en tanto que los de las estelas 6, 11, 25 y 33 de días antes del brillo
Piedras Negras se desvían algunos grados al este del norte. Como observa (Vía Láctea) cuand•
Quiriarte (1974: 129), las variaciones de los polimorfos mayas pueden re- noche y hasta apro1
no es posible avista!
tener el mismo significado, pero bajo diferentes funciones. Stone (1985: 46)
ria, pues el verbo in
sugiere que cuando los Monstruos aparecen en relieves o dinteles poseen una una de las expresio1
alineación de este a oeste; en cambio, como zoomorfos presentan un alinea- que planetas comoJ
miento de norte a sur, extrayendo los componentes iconográficos de su (Justeson, 1989: 1()
Una nueva interpretación del Monstruo Cósmico maya 449

contexto funcional para presentarlos en un formato más adecuado al espa-


cio. En otras palabras, el Monstruo Cósmico a nivel terrestre puede ser
usado como trono e iría de norte a sur. 22
Toda verificación del Monstruo con efemérides celestes parece limi-
tada, pues se trata de una quimera cultural que excede los ámbitos de la
astronomía formal y es plurisimbólica. Como señala Stone ( ibid.), cualquier
ejemplo particular del Monstruo Cósmico es un retrato abstracto e incom-
pleto de un tema que sólo existió en su totalidad como concepto.
Las evidencias iconográficas y etnohistóricas sugieren que el Monstruo
Cósmico maya comparte simbolismos con algunos de sus congéneres meso-
americanos o de otras partes de América. El más obvio tiene que ver con su
poder de transportar y controlar la lluvia (Carlson, 1982: 136-141-151-153,
157-158), mismo que se manifiesta en el bestiario amerindio en un aspec-
to benéfico (lluvia y fertilidad) y otro destructivo (diluvio o sequía). Bajo
su lado favorable, estos monstruos pueden adoptar la forma de un dragón
de viento que arrastra las nubes (Marion, 1988: 102, 105), una corriente
fluvial celeste (Carlson, 1982: 140; Thompson, 1975: 319-323) o el arco iris
(Carlson, 1982: 136-137, 144-146, 152-153, 157-159). Un dios o héroe cul-
tural se encarga de matar al monstruo con un rayo o hacha cuando el uni-
verso se encuentra amenazado por un diluvio (Preuss, 1955: 384-385) o
sequía (Marion, 1988: 105-106). A partir de sus trozos cortados puede re-
crearse el mundo, lo cual parece formar parte de un conjunto de ideas
elementales de considerable alcance geográfico (Campbell, 1996: 138).
El Monstruo Cósmico maya podía también adoptar forma de canoa
(Freidel, Schele y Parker, 1993: 89-92; Schele, 1992: 127-128; Schele y Miller,
1986: 286), 23 pero la imagen grabada en los huesos del Entierro 116 de Tikal
difícilmente se refiere a la Vía Láctea cuando corre de este a oeste. Carlson
(1982: 146) menciona que los indios de la costa noroeste de Norteamérica
creían en una serpiente bicéfala concebida también como canoa, conduc-

22 Esta observación de Stone no funciona en el caso del Edificio Margarita de Copán, pues

el Monstruo Cósmico se encuentra esculpido en un panel de estuco y corre de norte (Monstruo


de Venus) a sur (Serpiente de Nariz Cuadrada con Chak Xib Chaahk).
23 La escena de la tanoa maya que conduce al dios del maíz procede de los huesos graba-

dos del Entierro 116 de Tikal, la tumba de Jasaw Chan K'awiil. Los textos asociados con la ima-
gen contienen la fecha 9.14.11.17.3, 6 ak'baall6 sak, 12 de septiembre de 723 (juliano), 16 días
después de la máxima elongación vespertina de Venus, 8 días antes del equinoccio de otoño y 19
días antes del brillo máximo del planeta. Siendo como se piensa una representación del Xibal Be'
(Vía Láctea) cuando corre de este a oeste sólo se extiende con esa posición alrededor de la media
noche y hasta aproximadamente las 2:30 de la mañana de113 de septiembre (juliano), cuando
no es posible avistamiento alguno de la estrella vespertina. Esta última condición parece necesa-
ria, pues el verbo implicado en estas escenas es tek' kab, "pisó el mundo" (Velásquez, en prensa),
una de las expresiones que contienen el jeroglífico de Venus. No obstante, cabe la posibilidad de
que planetas como júpiter o Saturno hayan estado implicados como sustitutos nocturnos de Venus
(Justeson, 1989: 109).
450 ERIK VEIÁSQUEZ GARCÍA

tora del arco iris, el salmón y la riqueza del mar. Él sugiere que forma parte dragones celestes·
de un gran complejo universal de dragones pluviales-canoa presente tam- adoptarían forma
bién en China (Wen, 1961: 122-123), pero este tipo de comparaciones son expresan ideas ele1
riesgosas y polémicas, por lo que resulta prematuro emitir una opinión al determinado.
respecto.
El Monstruo Cósmico puede identificarse con la serpiente o jaguar
celeste-cavernoso que trata de comerse al Sol o a la Luna durante los eclip- Bibliografía
ses; de forma paralela, esos fenómenos astronómicos tienen lugar a lo lar-
go de su cuerpo. Venus es el agente de los eclipses en el pensamiento maya, AGRINIER, Pierre, •
en tanto que la banda de su cuerpo parece identificarse con la Eclíptica. La Corzo, ChiaF
existencia de monstruos de eclipses es mejor conocida en el Viejo Mundo, dation, núm. j
donde la cabeza y cola de un gran dragón celeste representaron por siglos 1960.
los nodos de la Eclíptica con la órbita lunar (Azarpay, 1978); en algunas AVENI, Anthony F. 1
regiones de Asia esos ofidios celestes que devoraban eclipses adquieren AnExample·
también formas tigrescas (Carlson, 1982: 142-143; Wen, 1961: 122). Por el the Maya Litel
momento, sin embargo, dichas analogías no pueden ir más allá de la com- 1992, pp. 87.
paración. AzARI>AY, Guitty, "1
El Monstruo Celeste suele formar con su cuerpo una estructura o ni- With anote<
cho arqueado que, en el caso maya, parece vincúlarse con rituales de acce- eclipse, by A
so al poder (Proskouriakoff, 1960: 455). El individuo divinizado bajo este 98, núm. 4, l
portal iniciático se muestra como el centro del mundo bajo la autoridad BARDAWIL, Lawren
celeste del Monstruo. El Monstruo Cósmico era, sin duda, un símbolo de graphic Stu<
poder (Carlson, 1982: 146, 162; De la Garza, 1984: 294-301) .24 Portales ini- Palenque, 19?
ciáticos de dragones pueden encontrarse en otras culturas de Mesoamérica Research-Th
y, quizás, de Sudamérica (Schávelzon, 1980: 151-152). BARRERA VÁSQUEZ,
El Monstruo Cósmico maya parece ser, entonces, la manifestación signos del tz<
local de una serie de conceptos astronómicos y meteorológicos, así como en Registro r.L
de temas míticos, cosmológicos y políticos cuyos arquetipos parecen encon- _ _ , El libro de lo~
trarse en diversas sociedades de Mesoamérica y probablemente de otras 1980.
partes del continente. Resulta sugerente el hecho de que algunos de sus _ _ y Silvia Ren<
atributos encuentran paralelismos en Asia, pero se trata de evidencias se- co, Fondo d4
paradas por miles de kilómetros sin ejemplos claros que las medien. Si acep- BASTARRACHEA,ju~
táramos, como piensa Carlson, que existió un gran complejo universal de su lares desde'
NacionalAu1
24 Los nichos o pabellones formados por el Monstruo Cósmico son, indudablemente, por- de Estudios t
tales cósmicos. Así lo confirma la presencia del par de glifos Bolon Waynaly Wuk /k' K'anal que están BERNAL, Guillermc
presentes en ambos pabellones del Edificio Margarita de Copán. Ese par de cartuchos designan na, vol. VIII,
lugares del inframundo que son vistos por la gente que cruza el portal y están, por tanto, asocia- pología e Hi
dos con la muerte. Han sido encontrados dentro de algunos ejemplos del glifo de portal (figura BERNAL, Ignacio, j
lla}, pintados en platos de ofrenda depositados en escondrijos (caches) y están directamente
BruCKER, Victoria;
asociados con la cancha de juego de pelota en Toniná, otra forma de portal (Schele y Mathews,
1998: 99, 166-167, 340, n. 3, 350, n. 35). La lectura dellogograma T629 o "Casper" ( WAY) es obra
(Una interpre.
de Guillermo Be mal (2000: 26). Linda Las ky me informó sobre la presencia del glifo Wuklk 'K'anal Center for 1\J
en el panel no fotografiado de Margarita. toria, 1992 (
Una nueva intnpretación del Monstruo Cósmico maya 451

dragones celestes acuáticos, las representaciones concretas de los mismos


adoptarían formas y versiones enteramente diferentes, pues los símbolos
expresan ideas elementales o primarias en un plano étnico e históricamente
determinado.

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