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RESPONSABILIDAD DEL NOTARIO

Este recurso fue recopilado por el Prof. José Manuel Volquez Novas con ayuda de los libros de Castillo
Ogando, N. 2000. Manual de Derecho Notarial Dominicano. Moca, Republica Dominicana. Editora Dalis,
Pérez, L.  1895. Tratado de Derecho Notarial. Madrid, España y
Ley No. 8905 que crea el Colegio de Notarios. Promulgada en fecha 24 de febrero del 2005.

Fundamento de la Responsabilidad Notarial

La responsabilidad del notario se fundamenta en dos principios: 1) En relación


directa con el estricto y fiel cumplimiento del oficio notarial que debe desempeñar 
el notario, cumpliendo con todos los deberes generales que le impone la función y
2) en referencia a la responsabilidad que debe tener el notario ante las personas
que le solicitan sus servicios, a quienes no puede defraudar la confianza que en él
hayan depositado; ya que en el caso de defraudarla, la consecuencia es que se le
hace responsable por los daños y perjuicios provocados.

Esta responsabilidad obedece al deber de obrar conforme a las normas propias de


la función notarial.

Clasificación de la Responsabilidad  Notarial.

La Responsabilidad Civil.

La responsabilidad civil es la obligación de reparar y satisfacer por sí o por otro,


las consecuencias injustas de una conducta contraria a derecho, o bien reparar un
daño causado sin culpa, pero que la ley pone a cargo del autor material de este
daño.

También como la responsabilidad resultante de los daños y perjuicios ocasionados


a terceros por incumplimiento de la propia Ley del Notariado, o la responsabilidad
en que incurre el notario por el mal desempeño de sus funciones, según
dispongan las leyes generales.

Tipos de responsabilidades civiles del notario:

1.- Tipo contractual.


2.- Tipo extracontractual.

Para que se dé una o la otra se tiene que combinar estos tres elementos:

a)      Que haya antijuricidad, es decir, la violación de un deber legal, por acción u
omisión del notario;

b)     Que haya culpa o negligencia de parte del notario; y


c)      Que se cause un perjuicio o daño.

Habrá responsabilidad civil cuando el notario, faltando a los deberes propios de


sus actividades incumplan obligaciones que tengan origen convencional o legal,
por acción u omisión, culposa o dolosa, y que la misma produzca un daño que le
sea imputable según las reglas de la causalidad.

La responsabilidad civil en que incurre el notario, señala Pérez Fernández del


Castillo, nace de la abstención o actuación ilícita, con culpa o no, que dé lugar a
uno de los siguientes supuestos:

1.- Por causar daños y perjuicios al abstenerse, sin causa justa, de autenticar por
medio de un instrumento público un hecho o un acto jurídico.

2.- Por provocar daños y perjuicios en virtud de una actuación notarial morosa,
negligente o falta de técnica notarial.

3.- Por causar daños y prejuicios por la declaración judicial de nulidad o


inexistencia de un acta o escritura pública.

4.- Por originar daños y perjuicios al no inscribir o inscribir tardíamente en el


Registro Público, una escritura pública o actas que sean inscribibles, cuando haya
recibido de su cliente para tal efecto, los gastos y honorarios.

5.- Por el daño material o moral causado a la víctima o a su familia en la comisión


de un delito.

Los arts. 19, 20 y 59 de la Ley 301 del Notariado penalizan al notario por los daños
y perjuicios ocasionados por su violación, pudiéndose actuar contra él por su
incumplimiento del art. 9 de la misma ley y, así mismo, de conformidad con la
responsabilidad común dentro de los términos de los arts. 1382 y siguientes del
C.C.

La Responsabilidad Penal.

La responsabilidad penal es la que asume el notario al redactar los actos


notariales incurre en falsedad y otros delitos conexos, haciendo constar
situaciones de derecho y de hecho que en realidad no existen, o aprovechándose
de su función en beneficio propio o ajeno.

Este tipo de responsabilidad es la derivada de una actuación delictuosa de parte


del Notario durante el ejercicio propio de la función notarial, puesto que, también,
responderá a otras actuaciones delictuales en su posición de simple ciudadano.
Hay que entender que el hecho de ser notario no entraña de por sí ningún
tratamiento distinto del común de las personas.
La responsabilidad penal está fundada en la necesidad de sancionar una conducta
contraria a derecho.

Las características de la responsabilidad penal de los notarios puede tener una


agravación especial en la penalidad, con derogación de la regla “Non bis in
idem”, pues además de la sanción penal puede ser objeto de una penalidad
corporativa, es decir una sanción disciplinaria del Colegio de Notarios.

La razón de la agravación de la penalidad radica en que el Notario delincuente, no


sólo lesiona intereses públicos y particulares directamente afectados, sino los de
la institución que los agrupa o Colegio de Notarios, que siempre quedan
salvaguardados con castigo penal, si el Notario condenado ha de seguir formando
parte de aquella. Por eso el gremio notarial reacciona, además, con su penalidad
disciplinaria llegando incluso a la expulsión o separación del delincuente.

Algunas infracciones:

-          La falsedad en escritura pública o privada contemplada en los arts. 145 y


siguientes del Código Penal y 239 y 240 del Código de Procedimiento Civil;

-          La estafa o fraude sancionado por el art. 405 del Código Penal;

-          El abuso de confianza que penaliza el art. 406 del Código Penal.

Además, quedan comprendidos dentro de las violaciones que la ley castiga como
crimen o delito, las actuaciones notariales que traspasen los límites de los arts. 6,
20, 24, 29, 39, 40, 53, 59 y 60 de la Ley 301 sobre el Notariado.

La Responsabilidad Disciplinaria.

Es la responsabilidad derivada del incumplimiento de la Ley del Notariado o


disposiciones que regulen la actuación propia del notario y de la función notarial,
es decir, cuando se falta a los deberes de la profesión, a la ética profesional o se
atenta en contra del prestigio y decoro del oficio.

La reglamentación disciplinaria s la descripción legal de la ética y los principios


que debe observar quien ejerce una actividad o profesión. Cuando dichos
postulados son infringidos, se incurre en responsabilidad disciplinaria, sin perjuicio
que tales comportamientos a la vez, pueden comprometer a su autor en otras
responsabilidades, como la penal y la civil.

Algunas violaciones disciplinarias:

-          Contravenir las prohibiciones e incompatibilidades de su ejercicio;

-          Desconocer el derecho y se extralimita en sus funciones;


-          Omitir el cumplimiento de los deberes ético-jurídicos establecidos en la ley.

Según la intención del contraventor las faltas disciplinarias pueden ser de dos
tipos: dolosa o culposa.

Dolosa: Cuando se actúa con “una conducta deliberada, voluntaria, intencional,


para producir un resultado ilícito”.

Culposa: “La falta proviene de la imprudencia, la imprevisión, la negligencia, la


impericia o la violación de reglamentos e instrucciones, por ejemplo, cuando el
notario infractor omite el cumplimiento de los requisitos formales o sustanciales
previstos en las normas legales, presta una asesoría descuidada o negligente, no
cumple con sus obligaciones civiles, comerciales, laborales o administrativas,
abandona injustificadamente el cargo, o viola normas sobre prohibiciones,
impedimentos o incompatibilidades.”

Sanción

Art. 8.- Los Notarios serán juzgados disciplinariamente por la Suprema Corte de
Justicia constituida en Cámara Disciplinaria, pudiendo aplicar como penas, multas
que no excedan de Quinientos pesos oro (RD$ 500.00) y suspensión temporal que
no pase de dos años o la destitución, según la gravedad del caso. Se entiende por
falta para los efectos del presente artículo todo hecho, actuación o procedimiento
que un Notario realice en el ejercicio de sus funciones o con motivo de éste, o
prevaliéndose de su condición de Notario, no penados por ninguna otra ley, y que
a juicio de la Suprema Corte de Justicia y para la conservación de la moralidad
profesional, necesite ser corregida en interés del público.

Art. 61.- Los Notarios solo podrán ser destituidos por la Suprema Corte de
Justicia. La destitución se aplicará: 1ro. Por inconducta notoria; 2do. Por faltas
graves en el ejercicio de sus funciones que no estén previstas en la presente Ley;
3ro. Cuando el Notario hubiere sido condenado más de tres veces en un año, por
infracciones a la presente ley; 4to. Cuando la destitución es pronunciada por la
Ley

Asimismo, en la parte final del art. 24 de la Ley del Notariado se previene al


notario sobre la posibilidad de ser destituido cuando ejecute en forma incorrecta la
salvedad de las enmiendas o por interlineados u otros defectos en la redacción de
actos auténticos, siempre  que sean como consecuencia de fraude; en caso
contrario, la amenaza de una pena de multa de cien pesos (RD$100.00) sería
suficiente.
Sanción Civil, Penal, Notarial o Disciplinaria. 

Toda infracción a las disposiciones de la Ley de Notarios, que no esté sancionada


con otra pena, se castigará con multa de RD$20.00 (veinte pesos oro) y en caso
de reincidencia, con la suspensión de los Notarios, por tres meses a los menos y
seis a lo más. Los Notarios solo podrán ser destituidos por la Suprema Corte de
Justicia. La destitución se aplicará:

1ro. Por in conducta notoria;


2do. Por faltas graves en el ejercicio de sus funciones que no estén previstas en la
presente Ley;

3ro. Cuando el Notario hubiere sido condenado más de tres veces en un año, por
infracciones a la presente ley;

4to. Cuando la destitución es pronunciada por la Ley.

Los Procuradores Fiscales visitarán una vez al año, por lo menos las notarías de
sus jurisdicciones para verificar el estado del Archivo, en cuanto a orden y
seguridad; y si incumplen las disposiciones de Ley respecto al Protocolo. De éstas
visitas darán cuenta al Procurador General de la República.

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