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GUION SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

VALENTINA ALDANA MARTINEZ Y KATALINA LINARES BUITRAGO

FEDERMAN CORREA

Educador

COLEGIO NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO FUNZA

CIENCIAS SOCIALES

FUNZA CUNDINAMARCA

2018
31 de Mayo de 1943, Auschwitz

Hoy un día más de mentira, no puedo seguir con esto, ya han pasado tres años desde mi última
conexión con Robert, un infiltrado de Franklin Roosevelt, siento que me van a descubrir, pero tengo que
salvarlos, del infierno de Hitler.

--Hey mudo, avanza que tenemos que llevar las provisiones para el ejército alemán—Me dijo Kurt un
almirante de alto mando.

--si señor—dije con cierto temor, ya que estaba corriendo el rumor, el rumor que podía llevarme a la
muerte, supuestamente me habían encontrado con la esposa del comandante Rasputín.

Al entregar las provisiones, me topé con una carta en la que se encontraba mi nombre, lo que me asusto
un poco, ya que, podría ser mi fin, el fin de mi plan, y de mi propia vida.

“¿Qué tal Eliseo?


Espero no te hayas olvidado de mí, me complace decirte que nuestro plan va con un buen progreso, ya
que estamos persuadiendo desde lo más debajo de las fuerzas de Hitler, cada vez contamos con más
aliados e infiltrados, esto no se hubiera podido realizar sin ti, por ello, los estados unidos de américa,
complace en nombrarte el primer protegido de Alemania, lo que causa que cuentes con la protección
máxima de todos nosotros y de una gran parte de tu país.

Nos veremos próximamente, Atentamente Robert. “

No puedo creerlo, después de tanto tiempo, mi plan sigue en pie, pero, esto aún no se acaba, solo hasta
que Adolf Hitler baje del poder.

1 de junio de 1943, Washington DC

--Presidente acabamos de hacer contacto con Eliseo, todo va según lo planeado—Me dirigí con
satisfacción al mismo, no pensé que llegaríamos tan lejos.

Este, al escuchar mis palabras me respondió con un gesto agradable, y me mando a monitorear la
operación FRCN (fuerzas revolucionarias contra los nazis).

Estaba emocionado, si la operación salía con gran éxito, me nombrarían comandante mayor de los
estados unidos de américa, sería un gran honor para mí.

*Noche del 15 de junio*

--Eliseo, despierte—me dijo Kurt mientras abatía toda la habitación

--¿Qué está pasando?—Dije asustado.

--Encontraron un grupo de judíos, llévelos a las cámaras de gas—


Sentía una sensación que hace mucho creí haber perdido, mi corazón sentía cierto remordimiento, pero,
¿Quiénes eran?, los conozco?

Me levante lo más rápido que pude, y Salí de la habitación, el aire era sofocante, el ambiente estaba
muy pesado, mientras que cada paso que daba recordaba a mi familia, ¿donde estarán? ¿estarán bien?

Cuando estaba próximo a dirigir a las personas, reconocí en especial a una de ellas, era extraño, no los
habían dividido, habían dejado desde niños de 5 años a personas demasiado adultas, mujeres y hombre.

No podía creerlo, ahí estaba ella, el amor de mi vida, ella no sabía nada esto, pensó que me habían
matado, sentí un frio recorrer mui cuerpo, mis ojos se llenaron de lágrimas, no a ella, ¿Por qué me pasa
esto?

Kurt, se percató de mi actitud, y me pregunto que era lo que pasaba, evadí su pregunta, pero el no
parecía a gusto con mi respuesta, así que me pregunto:

--¿conoces a alguien de ahí?—Yo, lo mire, y vi mi plan en la basura, no podía ser, me descubrió

--Ehh, si , la de vestido verde, era vecina mía—Dije tratando de sonar lo mas normal posible .

--Te entiendo, las primeras veces es difícil, después ya te acostumbraras a verlos—dijo como si la vida
del ser humano fuera un desperdicio.

Me acerque y abri la puerta de la cámara, cada uno fue entrando, algunos con cara de piedad, mientras
que otros ya sabían que iba a pasar, pero, ella se negaba a entrar, lo que me causo cierto alivio, ya que
no quería que muriera de esa forma, realmente no quería que muriera de ninguna manera.

Me acerque a ella,y la obligue a entrar, pero ella se negó hasta que sus ojos se toparon con los míos,
esos ojos, son los mas hermosos que alguna vez pude der, trasmitían una paz inconcebible.

Duramos mirándonos un par de minutos hasta que ella reacciono, no dijo nada, solo me miro con cierta
tristeza , estaba decepcionada de mi, al ver que me convertí en lo que jure destruir.

No se negó a entrar, siguió caminando hasta que, cuando iba a pasar la puerta se detuvo y me dijo:

--Ellos están bien, los está cuidando Lieselotte—dijo mientras me agarraba la mano, por ultima vez, el
último contacto que tendría con ella.

Lieselotte, era una alemana , la cual vivía en Ámsterdam, era muy cercana a nosotros, tenía un cierto
cariño a nosotros, ya que, según ella, éramos la familia que ella nunca pudo tener.

Entro a la cámara, y en un par de minutos, el gas comenzó a expandirse por toda la habitación, y vi como
los ojos de la se apagaban poco a poco, sentí un gran remordimiento y una impotencia, quería sacarla de
ahí, quería decirle cuanto la amaba, que cada día al amanecer pensaba en ella, era la luz de mis días, la
inspiración, el motor de mi vida, pero lastimosamente, en mí, gano la sed de venganza.
Solo rezaba que el ejército estadounidense llegara rápido, para acabar con el dolor, de todas las almas
inocentes y la muerte de las almas impuras.

2 años después

Otro día en donde la muerte de nosotros, los judíos se consideraba un deporte, a los nazis, les causaba
mucha gracia ver a las personas sufrir enfermedades por falta de higiene, el cansancio máximo, y ver a
las personas morir en las cámaras de gas.

--Eliseo!, prepare la armería—Me ordeno el comandante, era muy raro, nunca habían puesto las armas
en práctica.

Pero presentí que era el fin de esta guerra.

Robert me había contactado hace 2 días para avisarme sobre un atentado que realizarían al campo, que
estuviera pendiente, y salvara a las personas que más pudiera.

Kurt tenia cierto miedo en su mirar, no entendía el por qué mas preferí no preguntar.

Dos horas después, en todo el campo se escuchó la alarma de emergencia, por fin, los estadounidenses
habían llegado a tierras alemanas , no era mentira, Robert tenía razón, ellos no nos abandonarían.

Recibimos la orden de contraatacar con los tanques a los estadounidenses, yo ya tenía claro lo que iba
realizar, cuando me iba a retirar de manera sigilosa, escuche un disparo, gire mi mirada y me di cuenta
que le habían disparado a kurt.

Me dirigí corriendo hacia el, no le quedaba mucho tiempo, pero, cuando me reconoció, sonrió y me
entre una carta.

--¿Para quién es?—pregunte con miedo.

--entrégasela a mi esposa, dile que la amo—

No entendía el porque mas no le pregunte, ya cuando a me iba a alejar de el e ir a salvar a las personas
me detuvo y me dijo:

--Siempre supe tu secreto, tranquilo que yo también soy Judío—le recorrió una lagrima toda su mejilla
hasta que cerro sus ojos para nunca volverlos a abrir.

Mis ojos se inundaron de lágrimas, decidí salir corriendo en busca de refugio, pero cuando me di cuenta,
ya no había nadie, me percate que un tanque venia hacia mi, no era alemán, claramente se notaba en la
novedad del equipo, se abrió el tanque y no podía creer quien era.

--Te lo dije, ganaríamos la guerra— Dijo Robert con una sonrisa en su mirada. Al fín, el plan se cumplió,
se acabo el imperio de Hitler.

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