Paciente de 24 años, es soltero y trabaja de empleado. Vive solo.
Durante casi tres años, el paciente ha sufrido de tensión y le resultaba imposible relajarse. Ocasionalmente se le refirió a una clínica como paciente externo porque estaba tenso y preocupado, no podía dormir y estaba lleno de sentimientos de inferioridad. A menudo se sentía aprehensivo, tenía palpitaciones y comenzaba a temblar sin una razón aparente. No podía concentrarse y se irritaba fácilmente. A la noche sus constantes preocupaciones lo mantenían despierto. En particular se preocupaba por su aptitud sexual. Tenía miedo de no poder desempeñarse sexualmente si se casaba. A los 14 años, estando de visita en la casa de unos amigos, había espiado en el dormitorio de la hermana mayor de su amigo cuando ella se estaba cambiando. Al ver a la joven de 19 años en ropa interior se excitó inmensamente y a menudo recordaba la experiencia. Desde entonces hacía lo imposible para espiar mujeres cuando se cambiaban o bañaban. Cada vez que lo hacía se excitaba y se masturbaba. El miedo a ser encontrado lo llevaba a hacerlo rápidamente, lo que aumentaba su excitación. A los 22 años estuvo con una prostituta por primera vez y después siguió haciéndolo bastante regularmente. Sin embargo, en los meses anteriores a la consulta no pudo lograr la erección, lo que al principio lo hizo sentir ansioso y luego lo sintió que era inferior. Estaba incómodo en compañía de mujeres y creía que no sería capaz de casarse. Diagnostico diferencial: trastorno de ansiedad generalizada. Diagnóstico: Voyeurismo Pronóstico de la evaluación: desde adolescente el paciente presento una perturbación de índole sexual. Esto se complicó con un mal funcionamiento sexual no orgánico que se manifestó como impotencia eréctil. Caso 2
Paciente de 19 años, masculino, blanco, casado, 10mo grado de escolaridad, con
antecedentes de atención psicológica a los 10 años por nerviosismo, ansiedad, insomnio y timidez. Refiere el paciente que su atracción por el sexo es enfermiza, en los autobuses aprovecha la oportunidad para frotar a las mujeres, llegando a satisfacerse en muchas ocasiones, cuando no puede lograrlo se dirige a su casa pensando en lo que hizo, masturbándose y llegando a la satisfacción, realizando en el día varios contactos sexuales con su esposa, pero predomina la satisfacción visual. La pone en posiciones muy variadas para mirar y obtener el placer en ocasiones la lastima físicamente golpeándola para que llore y grite eso lo hace sentir más realizado, le gusta lo erótico, mira a través de los huecos a cualquier mujer que se esté cambiando. Por tiempo odia a las mujeres, aunque después vuelve a quererlas. Fue maltratado cuando niño por el padre que también maltrataba físicamente a la madre. Todo lo hace callado porque no quiere que su problema se conozca. Se siente mal, angustiado, ¡porque no quiere ser así; pero no puede librarse. Trastorno diferencial: Sadismo Diagnóstico: Frotteurismo Pronóstico de la evaluación: El paciente presenta una sensación de placer frotarse en las mujeres para sentir excitación.
Guía de sanación del abuso narcisista: ¡Sigue la guía esencial de recuperación de narcisistas, sana y deja atrás una relación emocional abusiva! ¡Recupérate del narcisismo o del trastorno narcisista de la personalidad!