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TEMA 2: Antecedentes, creación y evolución de los Museos


S. XVI-S-XIX. Modelos, tipologías y criterios expositivos.

Ilustración Ximena Maier 77


España y el germen de los Museos

Principales antecedentes españoles del Museo del Prado

•En 1800 Mariano Luis de Urquijo, secretario de Estado, da la orden de trasladar a


la corte los cuadros de Murillo conservados en el Hospital de la Caridad de Sevilla y
justifica su decisión indicando que en todas las cortes de las naciones cultas de
Europa se forman escuelas y museos.

•Si el antes reseñado es el más antiguo de los antecedentes, el más significativo,


sin duda, fue el frustrado proyecto del no menos frustrado monarca José
Bonaparte I, ese que justamente se conoce como Museo Josefino, cuyo decreto
fundacional fue publicado el 21 de diciembre de 1809. 78
“Los museos privados de productos de la naturaleza se venían propagando a un
notable ritmo desde 1750 en toda Europa, no sólo entre los profesionales de la
medicina y la farmacopea, que mantienen sus colecciones botánicas por fidelidad
a la tradición terapéutica de los herbarios, sino entre las gentes cultas y los
hombres de mundo que consagran buena parte de su tiempo a herborizar, es decir
a colectar, a estudiar, a describir, en una práctica reconocida y respetada
socialmente, como naturistas (desempeñan un papel semejante al del anticuario)”
Según María Bolaños no debe causar extrañeza que los monarcas ilustrados
españoles orientasen sus preferencias cultas al ámbito de las ciencias.

Calvo Serraller, F. “Breve historia del Museo del Prado”. Anales De Historia Del Arte, 29, 2019. Pp. 29-55.
https://doi.org/10.5209/anha.66052 79
Es la apuesta borbónica hacia la ciencia se encuadra lal fundación en 1777 por
Carlos III del Real Gabinete de Historia Natural, con una magnífica colección de
productos naturales (que incluía entre otras la colección del matemático y
astrónomo Antonio de Ulloa en Inglaterra) El Museo se instalará en el piso alto
del Palacio Goyeneche, en la Calle de Alcalá, un edificio al que se trasladará
también la Academia de Bellas Artes (que tuvo sede anterior en la Casa de la
Panadería de la Plaza Mayor) La colección incluía tanto objetos de historia
natural como obras de arte, que incluía pinturas de Murillo, Velázquez, Mengs,
etc. pero también antigüedades etruscas, romanas, chinas y objetos de todo
signo
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Uno de los grandes proyectos culturales de la
monarquía (Carlos III) en este momento será la
construcción de la nueva sede del conocido
como Gabinete de Historia Natural en un
ambicioso proyecto encargado a su arquitecto
más prestigioso, Juan de Villanueva

El nuevo Gabinete de Historia Natural y contaría además con un observatorio


astronómico y un jardín botánico. El Gabinete tendría una Galería de Historia
Natural, Academia de Ciencias y pórticos cubiertos para el paseo público
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Eligió para ello una zona de prados que se extendía a los pies del convento
jerónimo, en el límite más oriental de la ciudad, una zona despejada y periférica
respecto al caso urbano que existía desde época de Felipe II, con buenos pastos,
agua abundante y varias fuentes.
Bolaños, María: Historia de los Museos en España. Gijón. Trea, 2008

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"El Paseo del Prado y el Paseo de Recoletos desde la fuente de las Cuatro Estaciones",Antonio González Velázquez, 1790 bne
Plantas, alzados y perfil del edificio del Gabinete de Historia Natural, Villanueva. 1796. museodelprado.es
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Cuando ya no quedaba mucho para finalizar
la construcción del Gabinete, se produjo la
invasión napoleónica en España. La Guerra
de la Independencia (1808-1814), no solo
paralizó las obras del Gabinete, sino que
destruyó parte del mismo. Y es que las
tropas francesas utilizaron el edificio como
cuartel, y fundieron el plomo de cubiertas y
canalones para la fábrica de proyectiles.

En 1814,
1814 una vez expulsados los franceses y
recobrada la independencia nacional, en
plena restauración del despotismo de
Fernando VII se aprestó a formular su
deseo de tener cuando antes una galería de
pinturas (que bautizaría inicialmente como
Museo Fernandino, en un intento de
emular a Napoleón) para la que destinaría
las obras (cuadros, bustos, estatuas, etc.)
que no fueran necesarios para el adorno de
Juan de Villanueva- Goya
los palacios. 84
El edificio se ve por la ventana en una
perspectiva desde el noroeste, con el
aspecto que tuvo cuando se inauguró en
1819. Isabel de Braganza era aficionada a
las bellas artes, practicaba la pintura, era
académica de honor y consiliaria de
la Real Academia de Bellas Artes de San
Fernando, y mantuvo un gran interés en
el proyecto de convertir el edificio
de Juan de Villanueva, destinado en
origen a albergar un Gabinete de
Ciencias Naturales, en museo de
arte. Pedro de Madrazo, en el catálogo
de los cuadros del Real Museo de 1854,
llega a decir que fue la reina
quien sugirió la idea [al rey], por
escitacion [sic] de algunos personajes
aficionado a las nobles artes, y el Rey la
acogió con verdadero entusiasmo.

https://www.museodelprado.es/coleccion/obra-de-arte/maria-
María Isabel de Braganza como fundadora del Museo del Prado isabel-de-braganza-como-fundadora-del-museo/a7a1a933-6dc5-
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Bernardo López Piquer,1829. 4636-b963-224d42e77110
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https://www.museodelprado.es/museo/ampliacion-jeronimos
Evolución de la Sala de la Reina
Isabel con los cambios realizados
por Narciso Pascual y Colomer y
Francisco Jareño.

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Obras de Ferdinando Brambila (1833) Fotografía de J. Laurent y Cia

El Museo del Prado será, durante


casi la primera mitad del siglo XIX,
la única galería de pinturas en
España (el resto se fundarán a partir
de la década de los cuarenta) Por
proximidad geográfica, influencia
dinástica, su referencia será sin
duda el Museo del Louvre
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Jareño construye escalinata en fachada norte para salvar desnivel una vez retirada
la rampa del terreno.

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Entrada 1871

El Museo se inaugura con una


selección de 311 cuadros, que
fueron dispuestos en la
rotonda y galería del norte,
pertenecientes a la escuela
española, entre los que se
contaban con más de ochenta
cuadros de Velázquez y
Murillo, junto con Ribera,
Zurbarán, Valdés Leal, etc., etc.
y algunos contemporáneos
como Madrazo o el propio
Goya.
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http://bibliotecadigital.jcyl.es/es/consulta/registro.cmd?id=22769 93
“Al entrar en las salas, lo primero que busca el
espectador es el orden cronológico de los cuadros,
para venir en conocimiento de los progresos o
decadencia de la pintura en la escuela española;
pero se halla burlado al ver estas obras
confusamente hacinadas como lo estarían en un
gabinete particular, o en una prendería para su
venta. En efecto: parece que se han complacido en
colocar los cuadros de un modo extravagante,
buscando solamente la euritmia y la simetría para
complacer al ignorante, dejando al inteligente en
la precisión de adivinar las diferentes épocas del
arte en nuestra España. Al lado de un cuadro de
Juan de Juanes, que es el más antiguo d elos
pintores españoles, se ve otro de Murillo, que vivió
dos siglos después; sobre una tabla del divino
Morales, hay un retrato de Carreño; y debajo un
cuadro de Velázquez hay un frutero de Melendez”.
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Finales del siglo XIX - Primer tercio del siglo XX
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El incremento de la colección del Museo durante los primeros veinte años de
existencia fue espectacular, ya que en la inauguración contaba tan solo con
trescientas once pinturas de la escuela española, mientras que en 1827 había
almacenados en los depósitos unos cuatro mil cuadros.

En 1820 se añaden a las obras de


españoles 195 cuadros italianos Tras habilitar nuevas salas se colgó el
(tras ser restaurados), abriéndose resto de la colección de diversas
la parte norte de la galería y escuelas europeas, en 1828 se
haciendo un total de 512 pinturas.
pinturas alcanzará la cifra de 757 obras
expuestas y un total de cuatro mil
La ampliación más espectacular cuadros entre galerías y almacén
será la de 1839, con casi dos mil (hubo que contratar mozos para
obras colgadas y la mayor parte mover los cuadros amontonados en
del edificio ya ocupado por la los depósitos)
pinacoteca

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La primera etapa histórica del Prado, la que va desde 1819
hasta 1838, estuvo regida, por tanto, administrativamente, por
un criterio señorial, pues todos los directores fueron
indefectiblemente miembros destacados de la nobleza
española vinculados al servicio palaciego.

Al morir Fernando VII comenzaron las dificultades para el Museo del Prado,
algunas de tal envergadura que amenazaron gravemente la continuidad del
mismo, como, sin ir más lejos, la inclusión de la colección entre los bienes sujetos
a la libre disposición testamentaria, lo que implicaba su reparto entre los
herederos y, por tanto, su fatal dispersión. Gracias a la resolución de una
comisión que sensatamente dictaminó compensar económicamente a las
restantes partes afectadas, se pudo salvar la colección y el Museo. Así y con todo,
el peligro no quedó por completo conjurado hasta que, en 1865, no se vinculó el
Museo al patrimonio de la Corona, lo que, en términos legales, significaba
prácticamente su nacionalización.

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La segunda mitad del XIX marcará un cambio en la dirección del Museo: José
de Madrazo, que ocupó el cargo hasta 1857, durante casi veinte años, una de
las direcciones más prolongadas, excepciones hechas de la de su hijo Federico
que estuvo al frente de la institución durante veintidós años, y la de
Fernando Álvarez de Sotomayor, que llegó a los treinta, si bien cada uno de
ellos en dos periodos diferentes, cabe observar algunas orientaciones
positivas desde el punto de vista museográfico, orientaciones que, además,
dada la permanencia en el cargo, así como el casi asentamiento dinástico de la
familia Madrazo en el Prado, se consolidarán y hasta se convertirán en una
suerte de «estilo» que marcará la institución. 99
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https://www.museodelprado.es/aprende/biblioteca/biblioteca-digital/fondo/catalogo-de-
los-cuadros-del-real-museo-de-pintura/0ce2730e-c5ac-44a0-ab05-e8be6d4137ee# 101
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El Museo de la Trinidad y su fusión con el Museo del Prado

El Museo Nacional de la Trinidad, abierto al público


el 24 de julio de 1838, fue creado como
consecuencia de la célebre ley de Desamortización
de los bienes de las órdenes religiosas. Se eligió como
sede el exclaustrado convento de la Trinidad, en la
céntrica calle de Atocha.

En el catálogo de 1865, se contabilizaban mil


setecientas treinta y tres obras existentes y además
setecientos sesenta cuadros de pintores del XIX que
habían sido premiados en las Exposiciones
Nacionales de Bellas Artes.

El 22 de marzo de 1872 se acordó su fusión con el Museo del Prado. Proceden


del Museo de la Trinidad un considerable número de pinturas de gran calidad
(los grandes lienzos del Greco, las tablas de Pedro Berruguete, los lienzos de
Maíno, tablas flamencas, etc.)
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https://www.museodelprado.es/aprende/biblioteca/biblioteca-digital/fondo/catalogo-provisional-
historial-y-razonado-del/54b0ec04-1f4a-4a43-b405-6d2c21668388 104
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El Museo del Prado en el S.XX

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Muguruza sustituye escalera de
Jareño por la actual y elimina
madera de bóvedas

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Será especialmente importante para el futuro del
Museo la fecha de 1912, momento en el que se
crea un Patronato, que adquirió plena autonomía
en 1927, lo que le dotaba de la capacidad de
administrar, poseer y adquirir bienes de todas
clases en lo referente a la administración,
enriquecimiento y mejora del Museo.

En 1968 se produjo el segundo de los cambios. Ese


año el Patronato del Museo del Prado pasó a
depender del recién creado Patronato de Museos
Dependientes de la Dirección General de Bellas
Artes, que era el encargado de gestionar la mayor
parte de los museos españoles; por lo que el
Prado perdió su autonomía y pasó a ser
controlado enteramente desde la Administración.
Esta situación se mantuvo hasta que en 1985 el
Museo recobró su autonomía al convertirse en
organismo autónomo.
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Los directores a partir de 1960, fecha en la que muere, siendo director del
Prado, el pintor Fernando Álvarez de Sotomayor, y es sustituido en el cargo por el
historiador del arte universitario Francisco Javier Sánchez Cantón. Desde
entonces y hasta la fecha, los sucesivos directores han sido casi todos, en efecto,
historiadores del arte universitarios –Diego Angulo, Xavier de Salas, José Manuel
Pita Andrade, Alfonso E. Pérez Sánchez, Felipe Vicente Garín, Francisco Calvo
Serraller, Fernando Checa, Miguel Zugaza, etc.
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Banquete ofrecido por los artistas españoles a
Rodin en el restaurante La Huerta de Madrid el 6
de junio de 1905 -

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«Comprar es mucho más americano
que pensar, y yo soy el colmo de lo
americano».

Pidió primero visitar la librería (…) Miró y


remiró postales y al final compró tres o
cuatro, básicamente bodegones de
Zurbarán. Cuando le propusimos iniciar la
visita real, nos dijo que ya había visto y
tenía lo que deseaba, no quería más.
Entre 1931 y 1936,
1936 una ola de entusiasmo y de compromiso social se extiende entre
el círculo de pensadores y pedagogos españoles que, desde hacía años, venía
cifrando la regeneración de la nación en una vivificadora acción educativa. Al calor
del cambio político que supone la proclamación de la Segunda República, este
fervor cristaliza en las Misiones pedagógicas. En estas, verdadero hito de la
vanguardia pedagógica en España, convergieron los postulados de educación
integral difundidos desde la Institución Libre de Enseñanza. Desarrollaron la labor
de llevar la cultura hasta el más recóndito rincón de la geografía hispana. Junto
con ellos viajaron réplicas de una selección de cuadros -principalmente del Museo
del Prado- que constituyeron la base de lo que se llamó el Museo Circulante.
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el Museo Circulante.

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Los primeros museos provinciales
Como explica Mª Bolaños “el proceso constituyente de los museos coincidió con un
proceso general de homogeneización educativa puesto en marcha por los
Gobiernos moderados y con una redefinición de las instituciones dedicadas a la
enseñanza artística en España, particularmente en las academias de bellas artes,
que a partir de la segunda mitad del siglo XIX mantendrán una estrecha relación con
los incipientes museos. educativo”.

Este vínculo entre museos y academias


está inspirado siguiendo el mismo
programa del Museo del Prado,
entendiendo la institución como un lugar
de estudio, como un centro asociado a la
enseñanza del dibujo y de las artes en
general. La valoración del museo partirá
durante el siglo XIX de su valor educativo.

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Un ejemplo será el de la Academia de las Nobles Artes de San Carlos (creada en
1768 por Carlos III) de Valencia, llegó a reunir una colección propia, que en 1800
llegaba a doscientas piezas entre cuadros y esculturas (desamortización
eclesiástica le permitirá un mayor incremento) habilitando en 1838 una sede en
el convento del Carmen Calzado, para albergar un Museo Provincial de Bellas
Artes. El edificio que no reunía las condiciones necesarias para la exposición será
remodelado periódicamente.

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Fotografía de principios del siglo XX. Esculturas de los alumnos en uno de los claustros del Convento del Carmen
Córdoba: En 1844, las piezas arqueológicas procedentes de las desamortizaciones
de los conventos cordobeses se reúnen y custodian en el Museo Provincial de
Bellas Artes, formando la Colección de Antigüedades, más tarde, Sección de
Antigüedades. El Museo de Bellas Artes sufrirá diversos traslados y con él la
colección de piezas arqueológicas: la primera sede fue el Colegio de la Asunción;
en 1849 se trasladó a la Diputación Provincial; y en 1861 pasa definitivamente al
Hospital de la Caridad. El Museo Arqueológico Provincial de Córdoba se creó
finalmente en1868, y a pesar de tener consideración de museo autónomo
compartirá sede durante varios años con el Museo de Bellas Artes.

Granada: Entre los años 1842 y 1879 no existió como tal museo sino que fue un
Gabinete de Antigüedades dependiente de la Comisión de Monumentos de
Granada. Los esfuerzos de la Comisión y del Ayuntamiento de la ciudad dieron
como fruto la creación en el año 1879 del Museo Arqueológico Provincial de
Granada y, hasta mediados del siglo XX compartió local con la Comisión de
Monumentos, o con la Academia de Nª Sª de las Angustias, y sufrió un largo
peregrinaje por distintos edificios de la ciudad como el Convento de Santa Cruz la
Real, unos bajos del Ayuntamiento, y un edificio en la Calle Arandas, ninguno de
ellos apropiado para la función museística.

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http://www.artearqueohistoria.com/spip/IMG/pdf/-26.pdf 126
El cuerpo facultativo de Anticuarios

En 1867 se creará la figura del anticuario como un nuevo


especialista del Museo que se nutrirá de profesionales
procedentes de la Escuela de Diplomática, de las
Academias de Historia y Bellas Artes y de la Facultad de
Filosofía y Letras. El perfil de anticuario era el de un
erudito que pudiera clasificar, reunir, ordenar, conservar
el delicado material de los museos.

El cuerpo Facultativo se denominará “Cuerpo de


Archiveros, Bibliotecarios y Anticuarios” y al igual que
otros cuerpos se clasificaba en categorías
administrativas que evocaban las antiguas estructuras
gremiales (jefes, oficiales y ayudantes, subdivididas a su
vez en tres grados) La queja más frecuentes por parte de
los facultativos conservadores eran la falta de efectivos
humanos.

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El Real Decreto de 8 de marzo de 1910 permitiría el libre acceso de la mujer a la
universidad y el de 2 de septiembre del mismo año el derecho a ejercer una
profesión y la posibilidad de presentarse a los exámenes para obtener plaza en la
función pública, circunstancias que se extendieron con carácter general en toda la
Administración gracias al Estatuto de 1918. Consecuencia de esta normativa, en el
año 1913, Ángeles García Rives sería la primera mujer en aprobar las oposiciones
al Cuerpo Facultativo (Museos, Archivos y Bibliotecas)
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