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Bonsái de olivo

La olea europaea es un arbolito perenne de tamaño mediano, que se


distribuye por todo el litoral mediterráneo. Se caracteriza por su rugosa
madera, que con el paso de los años se va fisurando y retorciendo,
mostrando un aspecto de gran vejez. Los olivos son árboles de una gran
longevidad, con capacidad para vivir más allá de los mil años.

Su fruto, la oliva, y en el caso de los olivos silvestres (acebuches), la


olivina, son de un atractivo extra para su cultivo como bonsái.

Su gran belleza, que lo eleva como una de las especies más comunes para
usar como bonsái, lo encontramos en sus cortezas abotonadas y sus
maderas muertas imposibles. La especie más usada dentro del género
olea, es la olea europaea var. sylvestris, y más concretamente aquella que
se desarrolla en las islas baleares, pues el clima mallorquín consigue unas
cortezas con una personalidad y un carácter mucho más marcado.
bonsai olivo

En esta entrada encontrarás


 1 ¿Cómo cuidar un bonsái de olivo?
o 1.1 ¿Cómo regar un bonsái de olivo?
o 1.2 Orientación de un olivo bonsái
o 1.3 ¿Cómo y cuándo transplantar un bonsái de olivo?
o 1.4 Defoliado de un olivo bonsái
o 1.5 ¿Cómo abonar un bonsai de olivo?
o 1.6 ¿Cómo podar y pinzar un bonsái de olivo?
 2 Hacer bonsái de olivo desde cero
 3 Bonsai de olivo a partir de esqueje

¿Cómo cuidar un bonsái de olivo?


El olivo es un árbol muy frecuente en este mundillo debido a su fácil
cultivo y su capacidad para reponerse de accidentes en sus cuidados. Se
recomienda cultivarlo en zonas cálidas y secas, dado que el desarrollo del
árbol es más vigoroso bajo estas condiciones. En Andalucía y en la costa
mediterránea, a pesar de ser una especie de crecimiento lento, la
brotación se desarrolla muy rápidamente, llegando a formar copas
bastante tupidas en muy pocos años.

El principal obstáculo a la hora de mantener un olivo como bonsái lo


encontramos en el clima. En lugares con inviernos fríos, corremos el
riesgo de perder parte de la ramificación por heladas, y si los veranos no
son suficientemente calurosos, el crecimiento será bastante pobre
durante todo el año.


¿Cómo regar un bonsái de olivo?


En cuanto al riego, aunque soporta relativamente bien la sequía, en
comparación a otros bonsáis, es aconsejable regar en cuanto la parte
superficial del sustrato comience a secarse. En cualquier caso hay que
plantar a los olivos en un sustrato muy drenante y poroso, como podría
ser akadama, pomice o arena de río, ya que una excesiva humedad en el
cepellón puede llegar a pudrir las raíces.

También se puede emplear grava volcánica como separador, aunque


siempre hay que combinar con algún otro tipo de sustrato que retenga
bien la humedad, como es el caso de la akadama

Orientación de un olivo bonsái


Los ullastres, acebuches y olivos necesitan de una exposición a pleno sol
para poder desarrollarse adecuadamente. No se recomienda cultivarlos a
semisombra ni mucho menos en interior, porque con el paso del tiempo
el bonsái irá debilitándose, languideciendo los brotes y finalmente morirá.
Puede tolerar incluso el pleno sol en verano, siempre y cuando
aumentemos la frecuencia de riego.

Uno de los grandes atractivos de los olivos, lo encontramos en el tamaño


de sus hojas. Con las técnicas adecuadas la reducción foliar puede ser
impresionante, pero para ello es necesaria una plena exposición solar.

¿Cómo y cuándo transplantar un bonsái de olivo?

El transplante debe realizarse justo antes de que comience la brotación,


es decir a finales de la primavera, aunque también puede realizarse en
agosto, cuando el árbol se encuentre parado como consecuencia de las
altas temperaturas.

Durante el transplante podemos cortar gran cantidad de raíces, ya que es


una especie que las regenera con mucha facilidad. En cualquier caso, es
recomendable defoliar, si la poda de raíces es excesiva. De esta forma
evitaremos la transpiración.

Defoliado de un olivo bonsái


Los olivos aceptan muy bien esta técnica, siempre y cuando se encuentre
en un estado de salud óptimo. En climas cálidos, que son más favorables
para su cultivo, podemos incluso defoliar hasta 2 veces en un año. Lo que
vamos a conseguir con esto es un tamaño de hoja minúsculo y una
ramificación realmente fina.
En unos cuantos años, si somos metódicos con el pinzado y el defoliado
podemos llegar a conseguir unas masas de verde muy compactas.

Es importante aclarar, que el defoliado solo es recomendable en las fases


finales de la formación de un bonsái. Al quitar todas las hojas detenemos
el crecimiento del árbol, por lo que el proceso de engorde del tronco y de
las ramas lo atrasaremos.

¿Cómo abonar un bonsai de olivo?


En cuanto al abonado, comenzaremos a fertilizar cuando comience a
alargar los brotes, después del periodo invernal. Lo más aconsejable es
complementar el abonado órganico con algún abonado químico semanal.

Es una especie que necesita mucha luz para poder desarrollarse


correctamente, de forma que si tenemos un balcón con poca luz o sin sol
directo, el árbol presentará carencias y comenzará a debilitarse.

¿Cómo podar y pinzar un bonsái de olivo?


Los olivo cicatrizan fatal, de modo que si vamos a cortar una rama gruesa,
a veces resulta más interesante tratar de disimular el corte con madera
muerta. En las zonas en las que se dan bien los olivos, como el sur de
España, tienen un crecimiento de brotes muy vigoroso. Se puede ramificar
mucho un olivo en poco tiempo. Para ello acortaremos a dos hojas las
ramas que han crecido en exceso y si lo deseamos podemos defoliar en
verano para forzar una segunda brotación con un menor tamaño de
hojas.

Las ramas que sean extremadamente gruesas y sepamos que no tienen


cabida en el diseño, lo ideal será cortarlas dejando un pequeño tocón, de
forma que podamos luego trabajar la madera muerta y disimular el corte.

Hacer bonsái de olivo desde cero


Los olivos suelen trabajarse con mucha madera muerta, dado que su
dureza evita que ésta se pudra. Para una correcta conservación es
aconsejable emplear polisulfuro de calcio, que además de proteger la
madera, la dota de un color blanco que contrasta con las venas vivas.
Dado que su crecimiento es muy lento, lo más sensato es partir de
material de vivero, o en su defecto acodos de árboles más grandes. Los
acodos aéreos se pueden realizar incluso en ramas del grosor de un brazo

Para conseguir una ramificación más desarrollada, podemos defoliar el


árbol en verano, para forzar al bonsái a emitir nuevos brotes. También es
importante el continuo pinzado de los brotes que alargan demasiado,
para repartir el vigor del árbol y no perder la forma que nos guste.

Hay que alambrar los brotes antes de que engorden demasiado, de lo


contrario será más difícil lograr la posición que deseamos, ya que como
hemos comentado anteriormente, tienen una madera muy dura y
quebradiza.

Bonsai de olivo a partir de esqueje


Una buena manera de conseguir un olivo con un buen grosor es a partir
de esquejes. Los olivos tienen una gran facilidad para emitir raíces, incluso
de estacas de un gran tamaño. Podemos aprovechar los restos de poda
de un olivo plantado en un jardín para poder hacer un bonsái de olivo
gigante.

Una vez tenemos los esquejes hay que plantarlos en un sustrato suelto y
mantendremos la humedad. Para ello los ubicaremos en un sitio a media
sombra y no dejaremos que se seque la tierra. También podemos meterlo
en un invernadero para conseguir un clima más adecuado. En pocas
semanas las varas brotarán y poco a poco iremos situándolas en una
posición más soleada.

Hay una técnica que funciona muy bien para asegurar el éxito con los
esquejes. Consiste en emplear una bolsa negra alrededor del tronco.
Debemos cubrir todo, tanto maceta como estaca e ir ventilando cada
semana para vigilar que no hay demasiada humedad ni hongos.

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