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PROYECCIÒN DE MUNDOS FLUIDOS

La arquitectura en sus albores a través del tiempo está íntimamente relacionada

con las dinámicas formuladas por parte de los paradigmas sociales, políticos y

económicos, es decir, Zeitgeist¸ el espíritu de la época, la cultura desarrollada. Esta a su

vez, de manera impositiva debido a los que poseen el poder de controlar a las masas,

medios de comunicación en su cosmología y cosmogonía, en fin, la estructura de

vivencia colectiva. Naturalmente, la arquitectura no es la excepción, ya que hace parte del

espectro de propaganda de la regencia del vigente. Además, debido a la inmersión y

dinámica de este “espíritu” se han formulado “las vías racionales” que determinan el

método “correcto” de vida, y como el ser existe y suscita ser como creador se denota

como marca distintiva del homo sapiens.

La inmersión sobre las lecturas desarrolladas, generan una reflexión sobre la

forma en la cual como educados de la escuela de la arquitectura percibimos el mundo, ya

que el crear arquitectura es una extensión de cómo y quienes somos como sociedad y es

el reflejo de los valores que nos diferencia de otros. También el revisar de nuestra forma

de percibir y reproducir el mundo es por consiguiente la refracción de nuestros ideales

equívocos o asertivos, rígidos e inamovibles; fluidos y dinámicos, lo cual permite la

exploración más allá de lo que se ha postulado, buscando desarrollar las ideas de edificar

de una manera más viva, revolucionando los esquemas de espacio y funcionalidad que

están naturalizados en nuestra labor como arquitectos.

Igualmente, Kiesler puede tomarse como un icono de protesta y postulado alternativo de

la concepción de que es proyectar vivienda o arquitectura debido a su insistencia de

arquitectura sin forma sin ángulos, pero con irregularidades de raíz, que emulan lo fluido,
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lo dinamico y organico del ser que habita el espacio emulando las formas de un corazón

con sus distintos conductos y ventrículos, capaz de copar las necesidades funcionales y

espirituales de los usuarios. Este arquitecto se puede percibir como un artista o – un

hombre vulgar para sus contemporaneos y terruño – debido a su critica al espiritu de la

època, ya que ideò su arquitectura como la anatomía femenina, emulando la infinidad -

no hay principio y no hay fin - del mismo que se planta frente a una sociedad rigida.

Kiesler denomina su hacer como una obra sin fin, retocando durante décadas los modelos

y diseños. Para él, “La forma no sigue a la función. La función sigue a la visión. Y la

visión sigue a la realidad.” Finalmente, Para este arquitecto conceptual, las formas sin

ángulos ni barreras estanco, próximas a las de la naturaleza, tenían la espontaneidad y el

carácter inabarcable -y siempre reinterpretable- de la vida, mientras que las formas

euclidianas, con ángulos rectos y compartimentos, se referían a la interpretación

restringida, a las estructuras que querían separar el espíritu del hombre de la vida y las

intuiciones sensoriales.

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