David Redman - 1089924

Realizar los procesos comerciales de manera manual, sin auxiliarnos de la tecnología para
comunicarnos, supondría un gran retroceso en la cadena de suministro mundial, pues la buena
comunicación es la que permite que se mueven tantos bienes al día con rapidez y eficiencia.
Imaginando esto vemos lo difícil que fue para las personas de la antigüedad llevar a cabo los
procesos comerciales.

En la actualidad, gracias a la administración de la cadena de suministro, nos es posible

encargar cualquier tipo de producto y que el mismo se nos fabrique con nuestras

especificaciones y, a su vez, sea entregado con rapidez en cualquier parte del mundo. En el

material suministrado, esa relativa perfección es denominada desempeño “seis sigma”, el cual

refleja un nivel de logro con “tasa de error de 3.4 defectos por millón o un porcentaje de

perfección de 99.99966”.

“La administración de la cadena de suministro consiste en la colaboración entre las empresas

que persiguen un posicionamiento estratégico común y pretenden mejorar su eficiencia

operativa”. En dicho sentido, este “aspecto”, para llamarlo de algún modo, está basado

plenamente en las relaciones, la dependencia y la colaboración. Podríamos compararlo con

una orquesta tocando el Lago de los cisnes de Tchaikovski, o el exquisito op. 25 no. 11 de

Chopin: todos los instrumentos tocan y emiten bellos sonidos, pero de la programación ideal,

de la sincronización… ¡esa es la palabra, sincronización!, es que nace el verdadero

espectáculo. Si uno de los instrumentos que interviene no entra en el tiempo que le

corresponde, la falla puede llevar a la descoordinación total y, con ello, a que se arruine toda

la función.

Con el tema de la colaboración dentro de la cadena de suministro, luego de la Revolución

Industrial las empresas tomaron un poco de consciencia sobre la necesidad de unirse y las

ventajas que suponía. Sin embargo, con el paso del tiempo, comenzaron a tirar de la soga
cada quien para su lado, creyéndose autosuficientes, lo cual llevó a que el ambiente

cooperación pasará a ser una competencia despiadada.

En la actualidad, la colaboración ha regresado y el Internet dentro de la tecnología de la

información ha sido una pieza de gran importancia para facilitar. “La estructura y la

estrategia de una cadena de suministro se producen a partir de los esfuerzos que permiten

cumplir el compromiso operativo de una empresa con sus clientes, al mismo tiempo que

apoyan las redes de distribución y de proveedores para obtener una ventaja competitiva. Por

lo tanto, se integran las operaciones de negocios desde la adquisición inicial de materiales

hasta la entrega de productos y servicios a los clientes. Se genera un valor a partir de la

sinergia entre las empresas que integran la cadena de suministro con respecto a cinco flujos

fundamentales: de información, de producto, de servicio, financiero y de conocimiento”.

La cadena de suministro está impulsada por cinco fuerzas: La administración integral, la

capacidad de respuesta, los aspectos financieros, la globalización y la transformación digital.

La administración integral ayuda para que las empresas se enfoquen en el cumplimiento de

los procesos, más que en las funciones individuales, lo cual permite que haya mayor

compenetración entre los distintos individuos que intervienen en un proceso. De esta manera,

se puede conseguir disminuir los costos totales al considerar las ventajas y las desventajas

existentes entre las funciones de cada individuo. Esta disminución del costo es para el

proceso total, lo cual no siempre significa que individualmente se logrará un costo más bajo

para cada función. Los costos y las ventajas y desventajas de cada función se pueden

cuantificar mediante recursos como el Análisis del costo total, la determinación de costos

basada en actividades y la Ingeniería de procesos.

El desarrollo de modelos empresariales se crea en base a la conectividad de la información.

Entre los modelos empresariales encontramos el predictivo y el reactivo.

En el modelo empresarial predictivo, la empresa planificaba la fabricación de productos en

base a las predicciones del mercado. Las etapas comunes en este modelo son:

1- Predicción.

2- Compra de materiales.

3- Fabricación.

4- Almacenamiento.

5- Venta.

6- Entrega.

El modelo predictivo no era factible porque muchas veces las predicciones resultaban

erróneas, lo cual generaba discontinuidad y, con ello, pérdidas.

En el modelo empresarial reactivo se realizan planeaciones conjuntas mediante el

intercambio de información entre los participantes de la cadena de suministro. Esto crea una

competencia basada en el tiempo, ya que los administradores comparten más información

para mejorar la precisión de las predicciones. Las etapas comunes en el modelo reactivo son:

1- Venta.

2- Compra de componentes y materiales.

3- Fabricación.

4- Entrega.

En las etapas podemos ver la similitud del modelo reactivo con la fabricación sobre pedido

tradicional, diferenciándose ambas en el tiempo para la ejecución y el grado posible de

personalización. Esta última se realiza en los modelos reactivos gracias a la conectividad

directa con el cliente, el cual deja la pasividad dentro del sistema tradicional de lado,

volviéndose un participante activo que busca opciones, se informa y diseña o personaliza el

producto que solicita.

El modelo reactivo permite aplazar la fabricación de objetos personalizados hasta que se

tengan pedidos del mismo. Hay dos tipos de aplazamientos comunes en las operaciones de la

cadena de suministro reactivas, que son el aplazamiento de formación o fabricación, y el

aplazamiento logístico o geográfico. En el primero se fabrican los productos luego del

pedido, mientras que, en el segundo, los productos se fabrican, se ponen en inventario y sólo

se despliegan una vez se tengan los pedidos de los clientes.Sin embargo, algo a tomar en

cuenta es que una entrega rápida significa menos inventario y una disminución en la

necesidad de plantas de distribución; de este modo, una cadena de suministro eficiente afecta

positivamente las finanzas de las empresas. “El tiempo requerido para convertir la materia

prima o las compras del inventario en ingresos por ventas se denomina conversión de efectivo

a efectivo. Ésta se suele relacionar con la rotación del inventario: entre más alta es la rotación

del inventario, más rápida es la conversión del efectivo. Una meta del diseño de una cadena

de suministro es reducir y controlar el tiempo desde la recepción de un pedido hasta la

entrega, en un esfuerzo por acelerar la rotación del inventario”.

En conclusión, podemos decir que una buena administración de la cadena de suministros

sirve a las empresas para cumplir con su propósito de maximizar ganancias, ya que ayuda a

disminuir costos mediante la logística del almacenamiento y transporte, además de buscar la

conectividad con el cliente a fin de ser eficaces con las entregas.

En la antigüedad, no existía una gran diversidad de productos ya que la demanda por parte de
los clientes y consumidores no era tan específica. Otra característica que se daba es que no
existía una alta conectividad que permitiera hacer llegar el producto con facilidad al
consumidor, lo cual representaba dificultades tanto para estos últimos como para los
negociantes, quienes se veían obligados a almacenar en inventario gran cantidad de producto.
Sin embargo, esto no suponía una solución viable, ya que el problema no radica sólo en la
disponibilidad de producto, sino en las muchas debilidades dentro del proceso en la cadena de
suministro.
Este problema lo hemos visto ejemplificado en la actualidad, al menos parcialmente, con la
pandemia del COVID-19. Empresas grandes y pequeños comercios se vieron afectados al
principio por el mismo problema: tenían los productos disponibles en almacén, pero no tenían
la forma de entregarlos. Esto provocó que ambos sectores tuvieran que reinventarse desde la
administración de la cadena de suministro, es decir, “sus prácticas referentes a
mercadotecnia, compras y logística”.

En el material suministrado por el profesor, nos dicen que la administración de la cadena de

suministros viene desarrollándose desde la década de los noventa, con lo que se conoce como
la era de la información o la era digital. Pensándolo bien, ha de ser difícil si, en un mundo
como el de hoy, nos restringen del uso del internet y del teléfono.

Realizar los procesos comerciales de manera manual, sin auxiliarnos de la tecnología para
comunicarnos, supondría un gran retroceso en la cadena de suministro mundial, pues la buena
comunicación es la que permite que se mueven tantos bienes al día con rapidez y eficiencia.
Imaginando esto vemos lo difícil que fue para las personas de la antigüedad llevar a cabo los
procesos comerciales.