Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
lmpreso en España
Prólogo 11
PARTE I. INTRODUCCIÓN
79
4.1. El dcsarrollo prenatal
4.1.1. La etapi gcrminal: dcsde la concepción hasta los 14 días 79
4.I.2. La etapa embrionaria: de la terccra a la octava semana 81
4.7.3. Laetapa fetal: de la novena semana al nacimicnto """"""""" 82
4.2. El cerebro dól reción nacido y su desarrollo postnatal " " " " 83
{J5
4.3. La actividad del reción nacido
4.4. Las capacidades delbebé u6
4.4.1. Los scntidos en el recién nacido 87
4.4.2. Los rcflejos del recién nacido 87
4.4.3. El llanto y la sonrisa en cl recién nacido 90
91
4.5. El temperamento en el rccién nacido
4.6. Epi¡;enética, desarrollo y educación ,......... 95
4.7. Pievención en situaciones de rie'sgo biológico y psicosocial"""""""' 97
101
Rcferencias
103
5.1. El desarrollo físico desde el nacimiento hasta los primeros pasos
5.1.1. Desarrollo del cerebro durante el primer año de vida t04
5.1.2. Desarrollo motor durante el primer año t07
5.2. El período sensoriomotor en el modelo de Piaget .' "' " ' " " " " 110
5.2.1. Características generales del período sensoriomotor " " " " " " "' 110
5.2.2. Laexplicación del desarrollo de la inteligencia sensoriomokiz ... 111
O Ediciones Paraninfo
INDICE
t
5.3.1. La explicación de Piaget 113
5.3.2. Otras interpretaciones del concepto de objeto permanente 115
5.4. Actividades para estimular el desarrollo durante el primer año t77
Refercncins 118
6.1 Metod'l9gía para c'l estudio de las habilidades cognitivas tempranas ... 121
6.2. Desarrollo de la atención en Ia primera infancia... ................. 123
6.3. Desarrollo perccptivo temprani'r 725
6.4. El desarrollo dc Ia memoria: base del aprendizaie ..... 129
Rcfcrcncias 133
O Ed¡ciones Paraninfo
DESARROLLO TEMPRANO
@ Ediciones Paraninfo
INDICE t
11.2. Nuevas perspectivas sobre el desarrollo cognitivo:
más allá de los clásicos ............... aa1
ZJI
77.2.7. El desarrollo de las habilidades mentalistas 237
17.2.2. Relaciones entre el desarrollo del lenguaje
y la teoría de la mente 235
11.3. Complejidad gramatical, habilidades narrativas
y memoria autobiográfica 236
11.3.1. Modelos cxplicativos de la adquisición del lcnguaje 237
17.3.2. Habilidades pragmáticas: las funciones de la cónvcrsación
y la narración y su rc.laciírn con la memoria autobiográfica ... 239
t-a¡ funciones ejecutivas y su desarrollo temprano ..............
It.J.
R$,rncias
247
244
Epílogo
279
Apéndice: Actividades propuestas
287
I. Actividades generales 287
II. Actividades específicas 282
O Ed¡ciones Paraninfo
#i
Prróa<:c<:
12 @ Ediciones Paraninfo
PROI OGO t
Cuando nos acercamos a la interrelación entre pensamiento y lenguaje y otros aspec-
tos de la mente, la primera cuestión que surge se refiere a la del intólecto y el afectó. Su
separación como temas de estudio es una de las mayores debilidades de la psicología
tradicional, puesto que hace que los procesos de' pe.nsamiento parezcan como "flu-ps
de pensamiento en sí mismos", segregados del resto de la vidá, de las necesidades e
intercses personales, de las inclinaciones e impulsos del sujeto que piensa. Cada idea
contiene una actitud afectiva hacia la parccla de la rcalidad a la que se rcfiere (Vygotski,
trad., l9{t6, p. 10).
O Edic¡ones Paraninfo
13
il
Fen-rp I
Ir
INTRODUCCION
t
cAPtrulo r
Ln pslcolocín o+ DEsARRoLLo
EN LA VIDA DE UN MAESTRO
se vuelve más compleja cuando los cambios son sutiles. Por ejemplo, uno de los cam-
bios más important^es qn" se producen en la infancia es aprender a hablar. Este sería un
ejemplo de cambio múy claro. Sin embargo, si queremos entender cómo aprenden,a
hablár los niños tendremos que observar cón muiho cuidado todo lo qu€ van diciendo
y cómo 1o dicen. Asi podremos darnos cuenta de que los niños alprincipio no forman
ítur"r, sino que utilizan solo una palabra para eipresar el significado de una frase
(dirán ,'pap{, para cxpresar "quiéro que papá me cojq en brazos"). Más adelante
incorpoiarin el'verbo formandufrases de dos palabras (dirán "papi upa" para expre-
t;u, nüu vez "quiero que papá me coja cn brazos"). La mayorparte de los adultos no se
da cuenta de estc cambi,c, p"ro puru los estudiosos dc la adquisición del lenguaje cl
paso <-le una a dos palabras mu,y relevante (véanse.capítulos 8 y 9)'
"s,rn.n,r-"nb
b,sbs cambios son sutiles y, por tanto, más difícilcs de detectar para las personas quc
no estudian cl desarrollo hn*ono. Si le pidiéramos a alguien no experto que dcscri-
biesc los cambios más importantes que se dan en la infancia, seguramente nadie men-
cionaría el paso de- una á dos palabras en la adquisición dcl lenguaje. Sin embargq
obscrvar con cletenimiento y dóscribir todos los cámbios sutilcs que- se producen en.el
dcsarrclllo es una tarea funáamental para poder abordar el mayor dcsafío de csta dis-
ciplina: cxplicar por qué y cómo se producen dichos cambios.
' Acabamos de ver-un ejcmplo relacionado con el lenguaie, pero podríamos po.ner
muchos otros rel¿rcionados con otras habilidades o procesos que van apareciendo a
lo largo dc la vida: caminar, recordar, resolver problemas, lee'r, entendcr a los dcmás,
etc. iáda uno cle cllos implica cambios claros y cambios sutile^s. Para podcr ide'ntifi-
car estos últimos es nccesario obscrvar cada proceso con muchcl detenimiento. Una
vez identificados los cambios pcldcmos preguntarnos para cada uno de cllos p9r qYé
y cómo se- producen. Este int'ento por óxplicar los cambios que se van dando a lo
iargo clel desarrollo en tantos aspecios conviertc a la psicología del desarrollo cn una
disiiplina que aborda numerosos problemas dc una enorme compleiidad. Rctomc-
*o, !l ejemplo dcl lenguaje. El hombre es la única especie capaz de hablar. Muchos
invcsti¡;ádoies se han prcguntado por qué ha aparecido esta capacidad cn nue'stra
espe.cie'y, una vez qrr"'upár".", cómo y por quóse dcsarrolla. Estas c-uestiones han
güe.a.i'o pre¡;untas ..r-b, ¿por quó los niños aprenden-tan rápido a hablar? ¿Cómo
áprenden a manejar la gramaticá si nadic se la enseña? ¿,lgr qué a los adultos nos
c¡esta tanto aprend". uñu lengua y a los niños no? Como el lector ya habrá compren-
dido, responder a estas preguntas es muy complicado. Aunquc existen numerosas
teorías que 1o intentan, muchas preguntas siguen sin tener una resPuesta.clara.
A peiar de la dificultad que eht.i¡a cxpliiar el desarrollo humano, los intentos de
los investigadores han dadó algunos frutos. Los rasgos que caracterizan _las etapas
están bastinte claros y se ha logrado entender algunos procesos. Ahora biery cada
pregunta se puede abórdar desdé distintasperspectivas_teóricas que dan lugar a.dis-
iintás explicáciones. A lo largo del libro tendremos ocasión de mostrar esta diversidad
teórica. Ño obstante, dado q"ue muchas de las preguntas que esta disciplina se plantea
todavía no tienen una respuesta clara, a menudo el lector tendrá que elaborar su pro-
pia explicación del fenómeno. Esta incertidumbre_es prgptu de las disciplinas ióvenes,
.o-o br la nuestr4 que abordan fenómenos complejo.s. Ya hemos mostrado la comple-
18 O Ediciones Paraninfo
LA PSICOLOGIA DEL DESARROLLO EN LA VIDA DE UN MAESTRO
CAPÍ,ULO 1 #
O Ediciones Paraninfo
f9
PARTÉ I INTRODUCCIÓN
Víctor de Aveyron ha sido el niño salvaje más famoso de la historia. Fue capturado en los
bosques de Aveyron, en el sur de Francia, en enero de 1800 cuando tenía alrededor de
12 años. Víctorfue capturado en dos ocasiones anteriores en 1798 y 1799, pero logró
escapar y refugiarse en las montañas. También fue visto en algunas ocasiones mero-
deando las casas de la zona cuando escaseaba la comida en la montaña o en los meses
de invierno cuando hacía mucho frio.
Cuando fue caoturado en 1800 la comunidad científica se abalanzó sobre é1. Era la oca-
sión perfecta para estudiar qué diferencia al hombre de los animales y cómo se produce
el desarrollo cuando el individuo no tiene contacto social. Víctor estuvo una temporada
en una institución para niños sordos en París. Allí fueron evaluadas sus capacidades
perceptivas y sus rasgos fÍsicos. Las primeras descripciones de Víctor lo presentan
como un Ser mas parecidO a un animal que a un humano, Un Ser que mordía y eSCupía,
un "niño asqueroso y desgarbado que presentaba espasmos y a menudo movimientos
convulsivos (...) indiferente a todo el mundo y sin prestar atención a nada", pero obse-
sionado por la comida (ltard, 1801 , citado en Yousef, 2001 , p. 248). La inspección de su
cuerpo reveló multitud de cicatrices, mordeduras y quemaduras, además de una marca
horizontal en la garganta que fue interpretada como un code realizado con un cuchillo.
Esta cicatriz hizo pensar que Víctor fue abandonado por sus padres con una herida mor-
tal que curó de forma espontánea y le permitió sobrevivir en el bosque.
Entre 1801 y 1806 el médico Jean-Marc-Gaspard ltard acogió a Víctor en su casa hacién-
dose cargo de su educación. ltard estaba convencido de que las carencias de Victor se
debían a su falta de socialización y no a una baja capacidad mental. Para comprobar esta
hipótesis puso en marcha todo un programa educativo que pretendía dotar a Víctor de
humanidad. Esta humanidad se basaba principalmente en poder hablar, razonar y relacio-
narse con los demás. A pesar de los esfueaos de ltard, Víctor nunca consiguió hablar ni
entablar relaciones sociales. En 1807 ltard escribió "me he resignado a renunciar a mis
experimentos con el habla y a abandonar a mi alumno a una vida muda incurable" (ltard,
1807, ibídem, p.255). En ese mismo informe, ltard afirmaba que Víctor no prestaba aten-
ción a las personas ni daba ninguna muestra de afecto (ibídem, p.254). La ausencia de
lenguaje y de afecto ha llevado a algunos autores a pensar que Víctor podría sufrir un
trastorno del espectro autista. Para otros, ponía de manifiesto la existencia de períodos
críticos o sensibles, es decir, momentos especiales del desarrollo en los que es necesario
recibir estimulación para que una capacidad se despliegue. Por ejemplo, sería necesario
recibir estimulación lingüística en los primeros años de vida para poder desanollar el len-
guaje. Si en este momento no se recibiera esta estimulación, el lenguaje no se desanollaría
y, aún más, ya no podría darse. En diferentes capítulos retomaremos esta cuestiÓn.
Aunque ltard fracasó en su intento por demostrar la posibilidad de recuperación de Vic-
tor a través de la educación sistemática, constituye el primer ejemplo documentado de
una intervención con un niño con necesidades educativas especiales. El programa de
Itard tenía ya muchas de las características de la educación especial: diseñó un pro-
grama centrado en el alumno donde la motivación era esencial y fue inventando nuevas
iécnicas de enseñanza en función de cómo iba progresando Víctor. La película L'enfant
sauvage de Frangois Truffaut (1 969) es una buena ilustración de la experiencia del doctor
Itard y puede servir como inicio de una reflexión sobre la naturaleza del desarrollo, la
existencia de períodos críticos o sensibles y el papel del contacto socia..
20 @ Ediciones Paran¡nfo
LA PSICOLOGLA DEL DESARROLLO EN LA VIDA DE UN MAESTRO
CAPíTULO 1 *
"1,.2.2.
La fundación y consolidación de la disciplina
@ Edic¡ones Paraninfo
21
PARTEl INTRODUCCION
aportaciones: Preyel Hall, Baldwin y Binet. Este momento coincide con la aparición
dL la psicología cómo disciplina científica, es decil con la fundación en7879 del p^ri-
mer llborato"rio de psicología experimental por Wilhem Wundt en Alemania' Sin
embargo, la psicología del áesariollo y la psicología experimental siguen caminos
diferenltes ha.sta que logran converger en la década de 1960'
En un principio, la fsicología experimental y la psicología del desarrollo no coin-
ciden ni ett o'b¡"to de estudio ni en el método que emplean. La psicología como
"l
disciplina científica se plantea fundamentalmente estudiar los procesos mentales
simpies y utiliza la inhóspección como principal método. Por.el contrario, la psico-
togia deidesarrollo se intóresa por el estudio de procesos mentales complejos, como
el"pensamiento, el lcnguajc y ei conocimiento, péro de ninguna manera-puede utili-
,ui lu introrpecciórr. Lá intróspección requicre que el propio sujeto analice y vglba-
licc sus Drocesos mcntales V iutno es obvitl, está forma de trabaio no es aplicable a
los niñoi. Así pues, ni el obieto dc estudio ni el método de la recién nacida psicología
cicntífica cointiden con loÁ intere.ses de la incipientc psicología del desarrollo. I'or
otra parte, esta primcra psicología científica mantenía una posición bastante ce-rrada,
se¡;ún la cual lo único qu.. formába partc de la psicología.expcrimt--ntal era el estudi<l
dJ pr.,."r.r, mentales (io-o ,"rlru.iorl"t o imágene's) y.cl único.méttldo válido cra la
intiospección. Así pucs, no solo ncgaban la posibilidad de cstablecer una psicología
infantil, sino que adcmás considcra6an que ios métodos propios de la psicoloqÍi.d"l
desarrollo, como }a obscrvación o los cuóstionarios, no eran cicntíficamcnte válidos.
Esta diver¡;encia entre ambas disciplinas marcará los avances de la psicolo¡;ía evolu-
tiva, quizás incluso hasta nucstros dí¿rs.
En el contexto social y metodológico quc describíamos en cl apartado anteriot
aparcció la obra de William Preyer, El ntma del níño (1882), obra quc marcó definitiva-
mentc el inicio dcl estudio cicntífico del niño y dc la psicología del niño como una
disciplina independiente.. En este libro Preyer recoge las minucitlsas observaciones,y
ciertá e.xperiméntaci(rn sobre cl desarrolló de su hi¡o durantc los primeros años dc
vida, planteando interesantes cuestiones tcóricas que aún hoy siguen siendo objeto
de estudio.
En Estados Unidos, Stanlcy Hall contribuyó a la consolidación d9 l_a psicolog^ía
del de.sarrollo a través de sus óstudios sobre la comprensión infantil del mundo. Su
mayor contribución tiene que ver con el uso de cuestionarios y el intento dc obtener
patrones normativos sobre cómo avanzay cambia cl conocimiento infantil.
' Desde un punto de vista teórico este período qucqq marcado por dos grandes
pensadores: James Mark Baldwin y Alfred Binet. Baldwin se interesó por el ori-
gen y el desarrollo del pensamientó y estableció las bases de lo que-sería después
él constructiaismo. Binei fue el primeio en diseñar y úilizar un test de inteligencia
para niños. Su concepción de ia inteligencia era muy moderna: 1a concebía como
ilgo global y dinámiio cuyo fin era la ádaptación..A pes.ar.de que en la actualidad
la"aoórtación de Binet se reduce al conoiido cocienie dc intcligencia (CI), no hay
que'olvidar que tanto su concepción de 1a inteligencia como el uso original de su
t'Át estaban riruy alejados de la'idea estática y clásificadora que se suele tener hoy
del CI.
22 @ Ediciones Paraninfo
LA PSICOLOGIA DEL DESARROLLO EN LA VIDA DE UN MAESTRO
CAPíTULO 1 *
O Ediciones Paran¡nfo
23
trARTE I INTRODUCCION
Además de estas etapas del desarrollo, Freud postuló la existencia de tres estruc-
turas o instancias que forman la personalid ad'. el ello, el yo y el super-yo . El ello repre-
senta todo lo que es placenteró en la vida mientras que el. su.Per-yo recoge los
principios *o.ul"r y éticos. El yo sería el eje intermedio entre el ello y el.super-yo. El
btto y !t super-yo lucha permanente porque- el ello se rige por el principio del
"étár, "n
placír y el super-yo por la moral propia a la cultura del suieto El yo sigue el pr.incipio
'de
rcql'idad y debó rátirfu."r las demandas del ello ajustándola-s a.las exigencias del
super-yo. Éa superación dc los conflictos de cada etapa y la lucha entre estas tres
initancias dará lugar a la personalidad adulta.
La scgunda teríía que .nat hu influido en la explicaclOl a9l desarrollo humano ha
sido el ciíductismo. E.ste enfoque nació de la mano de |ohn Watson en Estados Uni-
dos. Quizás su frase más conócida sca "Dadme una docena de niños sanos, bien
formaáos, para que los eduque y yo mc compromcto a clegir uno de ellos al azar -y
adiestrarlo'potu qu" se conviertá ét-t un especialista de cualquier tipo que yo pueda
cscofler abogado, artista, hombre dc negocios _e incluso mendigct tt
-*edl.ir,
ladrón- prescindiendo de su talento, inclinaciones, tendencias, aptitudes,_ vocacio-
,'r", y .uro dc sus antepasados". Esta frase resume claramente el cspíritu del conduc-
tismo: entie-nde cl deürrollo como una acumulacitin de aprendizajes determinados
por el entorno. Como vemos, el conductismo retoma los principios empiristas y
mecanicistas. Entiende al scr humano como un scr pasivo cuya he-rencia no tiene
ningún efecto porque está somctido a la influencia del cntorno'
Úno de los prinóipales objetivos del conductismo fue convcrtir a la psicología en una
ciencia objctivi. En éste r"tlúdo, rechaza tanto el método introspectivtl como su objeto
dc cstudió (los procesos básicos) por considerarlos subjetivos. Para el conductismo era
necesario estudiar solo aspectos obse.rvablcs y mcdiblcs, elementos quc-pudieran con-
vertirse en aspectos objetivos. La conducta seconvirtiti así en su objeto de estudio y las
leyes del apréndizaje, ón los mccanismos explicativos_de los cambios conductuales. El
oiganismo'funcionáría, pues, igual quL- una máquina- Cuando,se conocen los principios
delu funcionamiento se puede explicar cualquiera de sus acciones'
En un principio, e[ fundamental que explica,_ según watson, la conducta
"rqu"*u
humana, él aprendizaje y el desarrollo tiene que ver con las asociacionc-s quc se pro-
duccn entrc lbs estímúlós del cntorno y las respuestas del sujeto. Este csqucma (ctnt-
dicionsmiento ckisico) resultó muy pronto insuficiente para cxplicar cómo aparecían
nuevas conductas. Para otros autores posteriorcs y, sobre todo Skinner, las conse-
cuencias que las acciones tienen para el suieto son lo que explicaría el aprendizaje'
Los refuerios y los castigos s" .onrri.tieron en elementos esenciales que explicarían la
proba'bilidad"de que üna conducta se mantenga (se.aprenda).o de-saparezca. Así,
cuando u rrnu .onáncta le sigue un refuerzo aumenta la probabilidad de que vuelva
a aparece{, mientras que si le sigue un castigo dicha probabilidad disminuye' Este
tipo de condicionamiento se denominó operante.
Esta teoría ha tenido una enorme influencia en la educación. La mayor parte de
los profesores utilizan los principios conductistag para maneiar la motivación de los
alumnos o los proble-ur á" conducta dentro del áula. Por eiemplo, en las aulas de
educación infantil muchos profesores utilizan los sistemas de economía de fichas
24 @ Ediciones Paraninfo
LA PSICOLOGIA DEL DESARROLLO EN LA VIDA DE UN MAESTRO CAPffULO 1
#
para lograr objetivos. Esto consiste en dar al niño un refuerzo o un premio (un punto
positivo o un objeto que los niños valoran) cada vez que realiza lá conducta ,rue el
profesor desea (terminar un trabajo, recoger, no gritar, etc.). De la misma forma, los
profesores utilizan los castigos para que lás conductas negativas no se repitan.
El conductismo fue un enfoque muy importante y domiñó el panoramaie la psico-
logra hasta la década de 1950. Aparti¡ de ahí muchos autores a preguntarse
si el ser humano podía reducirse a las conductas que realiza."*p"ru.or,
En realidad, esia visión
obietiva y conducbista deja fuera uno de los elcmóntos quc mejor ntls caracteriza: la
mente humana. A partir de este momento comcnzó la llamada reúolución cosnitiva.
1.2.4. La expansión
@ Ediciones Paraninfo
25
1 INTRODUCCION
se comportan los objetos en el mundo físico y sabemos que los objetos no se atravie-
,un, ,rJpueden desáparecer o caen hacia el suelo si los soltamos. Igualmente, todo el
mundo tiene un modelo mental sobre cómo comportarse con una persona que se
acaba de Conocer. En general, cuando Se conoce a una persona pol pnm€ra v^ez Se
saluda de una forma"especial y se establecen conversaciones especiales' Como
vemos, hay modelos meniales sobre cuestiones físicas y sociales y más o menos atec-
tados porLl entorno cultural (seguramente no sc hace lo mismo cuando se conoce
po. pti*"tu vez a alguien en España que en Japón).
' Éstos modelos móntales t" ,rut haiiendo más complejos con la experiencia' No
solo incluyen más conocimiento, sino que además se pueden rclacionar cada vez con
más cosas. Cuanta más información disponga el sistcma, mejor organizada estó y
más asociaciones se pucdan establecer con otros conocimientos, más complcia.será
la respuesta del organismo. Así es cómo se lle¡;aría a la sabiduría o cómo se podrían
dar róspuestas crciiivas e innovadoras a los problemas. Dcsde este enfoque, esto es,
en defiñitiva, el desarrollo.
En la actualidad el Pl ha tlejado de ser el enfoque más rclevante porque los mode-
limitat yu, ál mcnos en su planteamicnto, al estudio dc la mentc
los actualcs no se
computacional ni rcstring'en cl dcsarrollo al mero procesamiento dc símbolos para
soluiirrnctr problamas. Desd'ó la década dc 1960 y hasta hoy, sc ha producido un salto
cualitativti cn cuanto a produccirin y prolifcracitln de cnfoques, estudios y datos cn
psicología del desarrolló. Podemos dccir que la psicología del desarrollo actual con-
,¡.l"ru ü mente y la conducta como dos elementos fundamentales en la explicación
dcl ser humano,'pcro intcnta ir más allá incorporando otros-ingrcdicntes olvidados.
El problema de muchos enfoques, sin cmbargo, siguc siendo que se centran en un
único factor. I'or ejcmplo, algunos cnfatizan cl papcl de la hcrencia gcnética,. otros se
centran cn la inflúcniin d" iá cultura y otros creen quc las relaciones afe'ctivas quc
tienen lu¡;ar en la infancia son muy explicativas del dcsarrollo postcrior. Recicnte-
mcnte, pErspcctivas como la neuróciencia incorporan la influencia del desarroll<l
cerebral. Como veremos en el siguicnte epígrafe, la explosi(ln d.e cnfoques.y datos
empíricss ha contribuido muchoal desarrollo de la disciplina y ha conseguido que,
en ios últimos años, aParczcan al¡;unas tcorías más integradoras. Veamos antes algu-
nos de los enfoques más relevanies de los últimos años junto con algunos factores
explicativos que pueden ayudar a entendcr por quó surgen'
'Uno
de loi faitores q.,é H"n" mucho que ver con este gran aumento de estudios
es la convergencia, desples de muchos añbs de separación, entre la psicología.básica
y la evolutiía. Esta convergencia ha permitido que se,apliquen al ámbito del desa-
írollo técnicas de experimentlción más rigurosas y controladasy que se tomen otro tipo
de medidas fisiológicas y conductuale.s que han permitido descubrir nuevas capa-ci-
dades en los bebés. La ailicación de técnicas expérimentales al ámbito del desarrollo
ha tenido dos efectos: pbt ,rnu parte, se han superado las limitaciones de la falta de
un método cercano a ias pretensiones científicas de la disciplina y, por otra, se ha
revolucionado la visión sóbre las capacidades del recién nacido. Este nuevo acerca-
miento al bebé ha favorecido el resurgimiento de las teorías innatistas que tanto eco
han tenido en los últimos años, incluso en la divulgación y la prensa.
26 O Ed¡c¡ones Paraninfo
LA PSICOLOG|A DEL DESARROLLO EN LA VIDA DE UN N/AESTRO CAPÍTULO 1 *
Desdeln punto de vista teórico, una de las propuestas que mayor influencia ha
tenido en la disciplina y que ha impulsado toda la corriente innatistaes la teoría sobre
la adquisición del lenguaje formulada por Chomsky en la década de 1960. Esta teoría,
que inspiró también el enfoque del PI, afirma que existe una gramrítica uniaersal innata
(véase capítulo 11). El gran impacto de esta propuesta se ha reflejado, a lo largo de
varias décadas, en una vuelta con fuerza de los modelos que proponen mecanismos
innatos para cxplicar la adquisición del conocimiento y el desarrollo cognitivo. En la
misma línea sc encuentra Ia propuesta de la mente modular de Fodor que'veremos más
adelante. A partir de estas teorías han aparecido múlLiples microteorías de dominio
t'specíficcl, es decil tt'orías sobre aspcct()s muy concretrls del conocimiento (ptlr ejem-
plo, cómo entienden los niños los números o cómo separan lcls sercs animaáos de los
inanimados). Partiendo de estos marcos, hay invcstigadorcs que han lanzado la idea de
que el niño es como un pequeño científict'r que va construycnáo teorías sobre cl mundo
a. base de poner a prueba sus hipótesis. En conjunto, las propuestas que surgen a partir
de la tcoría piagetianay del Pl han sido las más fructífeias ón cuantó a mocielos éxpli-
cativos del cambio y del desarrollo y a partir dc ellas, como ve-remos e-n el siguiente
epígrafe, han aparccido cn los últimos aios nuevas teorías más integradoras.
, La proycccitin de Vygotski ha tclmado otros caminos, pero no há sido menos fruc-
tífera. A partir dc su tecl,ría aparecc la e'scucla socioculbural quc se ccntra en ctimo los
contcxtos culturales influyen y condicionan el desarrollo. Én esta misma línea, sur-
gen propucstas como cl.enfoque ecológico de Bronfcnbrcnner (1979), quien reivin-
dica el estudio de los divcrsos contex-ios cn los que se desarrolla i-ru-b.", ,r,
influencias mufuas y su rcpercusi<in en el desarroll'o. "l
Otro dc los evcntos cic'ntíficos que h9 contribuido al aumcnto de datos y teorías
en la disciplina. ha sido Ia convergencia del psicoanálisis y la teoría etológicá. La
eto-
logía estudia el comport¿.mit'nto anim¿l y su convorgcncia con t,l psicJánálisis clio
lugar a u1a
!e las aportacittnes más interesantes qu" re han realizadb de.sde la psico-
logía evolutiva'.la tcttría del apcgo (véase capítulo 7). A partir de la formulación de
csta
teoría, han sido innumerables-los autores que se- han'acercado a las cuestiones afcc-
tivas en el desarrollo temprano. Por ejemplo, en la dócada de 7979 y 19tt0 apareciti
toda una serie de trabaios-que sc interesarbn por cl análisis preciso de'la interacción
entrc el bebé y su cuidador. Hoy en día, est'as observaciones se enmarcan en una
pcrspcctiva más amplia, donde se estudian además los aspectos emocionales y los
precursores de todas las habilidades cognitivas y socialcs. Esta apertura del ámbito
de estudio, que intenta ligar el desarrollo afectivb temprano .o., ñ, habilitltld"es socio-
cognítiuas, ha dado lugar a innumerables estudios in, últimos años v constituve
una interesante línea de investigación. Una de las"naportaciones más ielevantes, a
nuestro entende4 es qu.e esta-apertura contribuye a r'esolver uno de los problemas
que la psicología evolutiva debe superar: la división entre los procesos afeótivos y los
cognitivos. c9T9 ya hemos visto, el estudio del ser humano es tan complejo qú"
necesario dividirlo y organizarlo para poder acercarse a é1. Esto ha llevaáo á qie lot ",
procesos. cognitivos, los afectivos y los sociales se estudien de forma separada.
En
este sentido, hilar la interacción temprana, dependiente de la afectividad'y la emo-
cióry con las habilidades cognitivas y sociales q,r" apu.ecen más tarde, es éstablecer
@ Ediciones Paraninfo
27
ñARTE r lNrnooucclÓN
un ancho puente que permite fácilmente cruzaf y entrecruzar el ser humano afec-
tivo, el social y el cognitivo.
Por últimó, denño de este amplio panorama teórico, es necesario señalar una
corriente que ha marcado el inicio de un gran cambio en la disciplina. Nos referimos a
laperspectiaa rlel ciclo uitnl.Dutante los años 19!0 y 1970, a partir de los habajos de
urior"5 como Baltes, Schaie, Reese y Nesselroade, comienza una dura crítica respecto
a la concepción dominante en la psicología del desarrollo. Hasta entonces se conside-
raba que l,os cambios evolutivos más importantes, se producían.cn la niñez-y-adoles-
cencia mientras que la vida adulta se caracterizaba por una relativa estabilidad que
empezaba a declinar al aproximarse la vejcz. Fn oposición a esta idea, estos autores
defienden la necesidad de cntender el desarrollo como un proceso que engloba toda la
vida del sujeto. Esto implica que todas las etapas vitales tienen la misma importancia,
ya que el cámbio r" prod.r." áe *u.eru continua. Asi bajo la denominación de enfo-
q"" a"t ciclo vital s" ug.upu una seric de perspectiYat.lr.e pretenden describir los
cambios que ticnen luglr a'lo largo del curso de la vida (Baltes, 19U7; Baltes y Coulet,
1970; y Baites, Reese y'Ñess..lrc,aáe, 1977). Desde este enfoquc.nuevo se critica el con-
ccpto de declive atnéiudn a la vciez y se dcfiendg quc el 9lY:i".1-i"nto biológico ntr
implica neccsariamente involución psicológica (Enesc.o, 2000). Para cstos autores el
tleiarrollo sc entic-nde como multidíreccional y multidimcnsional. Esto significa qrre
pueden darse pórdidas y ganancias a la ,re, ón difcrentes ámbitos. I'or,ciemplo, los
t1iñor o parfir áe los 7 u-8áños pueden resolver problemas lógicos sencillos, pero su
capacidád para imaginar mundo.s posibles suele ser menor quc.a los 4 años. Dcsde cste
se insiste tambión en la inhuencia del contexto cultural c histórico en el que se
"ni.ror"
desañolla la persona y cn la idea de que cl desarrollo conserva suplnsticidad a lo largo
de toda la vida. Por úliimo, este modclo sostiene que existen tres factores que condicio-
nan el desarrollo particular de un individuo: los llamados factorcs normativos de [a
edad v de la historia V lcls factorcs no normativos. Los factores normativtls de cdad son
los quc afectan a tod'o el munclo por igual porquc vienen detcrminados por la madu-
racién (por ejemplo, no se puede'vivii-la pubcitad a los 60 años). Los factores norma-
tivos de histirria'afectan a üna misma generación y se rcfieren a cucstiones sociales o
históricas que ocurrcn en momcntos precisos. Por ejemplo, la. crisis económ-ica que
comenzó en 2009 se puede considerar ün factor normativo de historia porque ha afec-
tado la vida de -rrihur pcrsonas. Los factores no normativos, al contrario, son los
acontecimientos personal^es que marcan la vida de los sujetos, pero de forma indivi-
dual. Por ejemplo, la muerte de un progenitor puede marcar la vida de un niñ.o, pero
no es un fáctoi que afecte a todo ei mundo. Los factores no normativos son los que'
explican las diferéntes trayectorias de desarrollo de las personas.
En los últimos años han confluido varios elementos que están dando lugar a un ver-
dadero cambio de paradigma en nuestra disciplina. Estos elementos son la teoría de
28 @ Ediciones Paraninfo
LA PSICOLOGÍA DEL DESARROLLO EN LA VIDA
DE UN MAESTRO CAPÍTULO 1
#
O Ediciones Paraninfo
29
runre r rnrRooucclóN
30 @ Ediciones Paraninfo
LA PSICOLOGÍR ¡TT DESARROLLO EN LA VIDA DE UN MAESTRO CAPÍruLO 1 *
entender cómo y qué factores externos pueden incidir de forma distinta en las
secuencias de genes y producir las diferencias que observamos entre los seres huma-
nos. Estos factores externos están. presentes désde el momento de la concepción y,
por tanto, condicionan la expresión genética desde el mismo momento qr" ,"
"r, "l y lo
crea la vida. Esta rama de la genética surge como un puente entre lo heredad'o
ambiental. Su estudio dará muchas clavei que en un iuturo, quizásno muy lejáno,
permitirán cerrar definitivamente este viejo debate
Otro debate relevante,dc'sde r'l punto dc vista teórico tiene que ver con cómo son
los cambios que se v3n d.and9 a lo largo del de.sarrollo. Vamoi a poner un ejemplo
para explicarlo. Casi todas |as personas adultas, cuando piensan cn cómo eian
durante su infancia, adolescencia o juvenfud suelen ,".nno.brr" en algunos rasgos,
pero no en cltros. Es decir; para algunas cosas encuentran que, aunque ñar1
ca-büdo
un poco, son básicamcntc la misma persona. Al contrario, también encucntran
oue
para otros aspcctos han cambiado cclmpletamente y no se reconocen
o se .".,rrn/".
p.oco- Por ejc'mplo, una persona- puede decir c¡ue de pequeña
er¿r excesivamente
tímida y que ahora es muy sociabic-, por ro que no se rcconocL- como
ra misma per-
misma.pe,rsona puede decii también que, aunquc puedc n"n", ."-uIá,
l?_no lto
algo/ srempre ha trabajado,de forma planificada y rigurosa y'"^
se reconocc pcr_
fectamente' El lecbr pucde pe'nsar én sí mismtí puro u".'-¡, "r,,
.lu.u c-sta cue-stión.
Podemos decir quc bs grandes cambios que se cxpcrimentan
y que dificurtan cl
reconocimicnto son cambios cualitativos. Ál contr.riio, los ras¡(rs
que varían poc',
aunquc cambien por e'fecto de la maduración o la experic.ncia,
le pu"a"¡ ..rr.,rii"ra,
cambios cuantitativos.. l'ara algunos autores los caÁbio, q"á r"'dan
a lo largo del
desarrollo son cualitativos y pira cltros son cuantitativos. Esta difc.renciación
se tra-
duce cn una conccpción difórente de lo quc ocurrc a lo largo
de la vida: para acluellos
que, piensan-que los cambitts son cuanti[ativos, lo único
qíc ocurrr: es que- se va acu-
mulando informaci<in o los procesos se van hacicndo pir.u u po.n
más complejos,
pero no se modifican de forma radical. AI contrario, puiu u.1r..llos
que. pi...,sán q,re
los cambicls son cualitativos el de'sarroll<l consiste g.urli", rnoálf¡.n.inrl", q'u"
permitcn realizar tareas nuevas, entender el mundo "r, u p"r,ru. de una forma cualitati-
vamcntc distinta. Como vimos con la cuestión ante.riór, lo más razonablc
es pcnsar
que L-n cl desarrollo hay cambios dc los dos tipos. Ahora bien,
tivrs y cuáles son cuantitativo.s?.y ¿cuáles son cualita-
¿cómo se pioducen unos y oirnrz Estas son pre_
guntas aún sin una respuesta definitiva.
Por último, otro debate clásico tiene que ver con la influencia
del entorno social o
la prevalencia de los rasgos individuales en el desarrollo.
El lector puede no."rr" r¡u
pregunta para entender mejor esta cuestión. si piensa en su desairollo,
diría qr" lo
q"." es ¿es sobre todo él resultado de la influencia del entorno social?
lgy
más bien que, a pesar de que hay cierta influencia del ¿O diría
in que de verdacr le
""toÁo,
caracteriza son una serie de rasgo.s propios y únicos? Estas cuestionei plantean hasta
qué punto el desarrollo está condici,onádo por el entorno social
o existe una unicidad
que cada,persona sea única e iriepetible. t-a psi.oiogiá del desarrollo ha
!|: li:",
Duscaoo tradlclonalmente pautas universales para podei dar
cuénta de los hitos evo-
lutivos más importantes que se dan en todas lur^p".ro.usl,-quízás,
ha olvidado
@ Ed¡c¡ones Paraninfo
31
PAFTfl r rNrno¡ucctóN
estudiar aspectos más particulares a cada individuo. En los últimos años, desde
algunos .tra..or teóricos se reivindica con fuerza el estudio de las trayectorias indivi-
duales de desarrollo y se pone énfasis en destacar las diferencias individuales. La
respuesta a esta cuestión tampoco está clara de momento. Seguramente, el desarrollo
está influenciado por aspectos sociales e individuales, pero ¿qué rasgos son más
sociales o más individuales? ¿Por qué el impacto de los acontecimientos afecta de
forma distinta a las personas? Incluso personas muy cercanas, como los hermanos,
que comparten entornos familiares, sociales y culturales sue-len desarrollar muchas
diferencias. ¿Dc qué depende que aparezcan esas diferencias? Como vemos, los
detalles quc scrían realmente explicativos siguen sin estar claros.
Como ya hcmos visto, la falia dc rcspuéstas ante estas preguntas es propia dt'
disciplinas ióvcncs que abordan temas complejos. A pesar del desconcierto o la frus-
tración que en algunos momentos pucde causar, en esta juventud se cncuentra tam-
bién bdo su atractivct. Es una disciplina que nos permitc seguir reflcxionando sobre
cuestiones gcnerales acerca de la naturaleza del hombre' y también sobre aspectos
muv Dersonales acerca de cada individuo. El estudio de esta disciplina constituye
una oportut-ridacl para intentar entender cómo e-s el hombre y cómo .t.r*.rt cada untr
dc nosotros a travós dc nuestro propio proccso de desarrollo.
32 O Ediciones Paraninfo
LA PSICOLOGIA DEL DESARROLLO EN LA VIDA DE UN MAESTRO GAPITULO 1 il
necesidades biológicas de los adolescentes. Por ejemplo, algunos investigadores
están señalando ya Ia necesidad de retrasar la hora de inicio de las clases en la etapa
de secundaria dadas las necesidades biológicas de sueño que se producen en este
momento del desarrollo. La psicología del desarrollo muestra que los niños de infan-
til y primaria aprenden mucho mejor cuando experimentan. Así pues, un profesor
que diseñe actividades en las que los niños puedan tener acceso directo a los objetos
y tcngan que actuar sobre ellos obtendrá mcjores resultados que aquel que sc limite
a explicar un concepto de forma oral.
Por último, el maestro de educación infantil y primaria es hoy en día en las socie-
dadcs occidentales un observador privilegiado dcl desarrollo infantil. Esta posición le
permite no solo observar su curso, sino dctectar posiblcs problemas, rehasos o momen-
bs difícilcs en el desarrollo clel niño. Los profeiore.s sen,sibles ctue entitndan v conoz-
can la pauta dc desarrolltr esperablc prrdrán dctectar desde muy temprano las posibles
dificultadcs y anomalías que surjan. Obviamente, no será tare-á del maestro diagnosti-
c¿rr ni intervenir desde un punto.de vista psicolclgico, pcrcl sí puede
dcsempeñar'un rol
escncial en la detección. Otra dc las cucstiott"s qüe la psicología del
desarrollo muestra
con claridad qye la intervcnción es más efica) cuanto antei se inicie. En las socieda-
:s
oes 0ccrdL'nt¡rt'S los niñtx pasan, en muchos casos,
más tiempo en sus centros educati_
vos que con strs padre's. En este scntido, la organización
sociál actual e.stá otorgand, al
maestro dc educación infantil cierta responrob¡liAud en Ia
detecciárl t"-prurlu dc p.si-
que los padres n., pn"d",-, o, en ocasiones, no quiercn ver. Será
lt:: ltt.l'j"de.s
sron cr('c¿d¿ mat'slr() ¿sumir tl no cst¿ rcsponsabilidad,
deci_
pero sin lugar ¿ dud¿s t,l
conocim.ientoprofundo de la psicología de desarrollo uiu hcrramicnta fundamcn-
tal para llevarla a cabo de forma profeísional. ",
Referencias
Ariós, I'h. (1960), L'cnfant et Ia uia
farnilialt B¿rltes, P. Ileese, H. y Nesselroade, J. fl977),
sous l'Ancittt Régíme. Irarís: Irlon. (Trad.
Li fc - sp tt t rI al p sy cl o b gy. I n t r o _
d t u el olt ttt cn
c¿st,: f / rti.ño t1 lu riLltt ftnilitr ctt tl Atttituo
t
@ Ediciones Paraninfo
33
PARTE I INTRODUCCIÓN
Enesco, I. (2000), Psicología del Desarrollo.Do- Pérez Pereira, M. (1995), Nueaas perspectiaas
cumento Micronet. htry I u,u,w.enciclonet. en Psicología de Desarrollo. Madrid: Alian-
es (# 1-4). Ld.
v @ Ediciones Paraninto
*
CAPíTULO 2
En este capífulo vamos a explicar las teorías sobre cl desarrollo cognitivo que más
influencia han tcnido en la disciplina. Nos referimos a las teorías constructivistas
claboradas por dos grandes genios: Jean Piagct y Lev Vygotski. Estas dos teorías son,
además, las teorías básicas que todo maestro debc conocer para poder enmarcar su
trabaio dcntro elel aula. Dad'o que la rcpcrcusión y las apliiacioncs que han tenidtr
dentro dcl campo dc la educación han sido enormes, al final del capítulo las explica-
remos de forma comparativa.
jean Piaget sigue siendo la referencia más nombrada en el panorama teórico dcl
desarrollo cognitivo. A pesar de las numerosas críticas que ha recibido su teoría y de
los cambios que se han producido en las últimas décadas, su explicación acercá del
desarrollo del pensamiento sigue siendo la más completa y estructurada que nunca
se haya formulado en esta disciplina. En este capítulo vamos a exponer d-e manera
resumida sus principales aportaciones teóricas y algunas de las críticas recibidas.
Lev Vygotski ha tenido, quizás, menos repercusión desde un punto de vista expe-
rimental porque más que una teoría solo pudo formular un marco explicativo gene-
ral. Su muerte prematura le impidió desarrollar su modelo teórico. No obstante,
dicho marco general es fundamental porque permite entender el papel que los adul-
tos desempeñan en el desarrollo infantil y aplicarlo dentro del aula.
PARTE I INTRODUCCION
@ Ediciones Paraninfo
36
TFORIAS SOBRE DESARBOLLO
HUMANO... CAPíTULO A
il
mente no es una copiafiel del
exterio¡, sino una reelaboración
la acción sobre er medio. si p;;;;;, individual que parte de
idea. Para Piager, aprendizaje escorar veremos crara
"" "r esta
aprender las cosas de memoria sin
haber actuado sobre '":^ilT:Éd;;;';ueden
ellas (o esie no sería,
conocimiento en ra memoria es
necesario #:ilHff:t--*lñ:t1ffffi:,1,1
il:..:,gl':'#:"X:';'#/*'y este paso ,"qui",", * p;;";l,l,upu,
i;; io de ra vida, de
d rena, cl
n ño o"ou*l=*j'lllt,li*l
i
plol
r."-"il;;;; j.
pa ra aprend". d i f**n.¡o'*n
cerdeu".Juái;H;l:Fil::ii3:3'*ni::'"ru,::1rf#:,;lrJájn:mlili*;
realizar la experienctlo p?..f
r a" i" er ,"ü'."paz de construir un
conocimiento quc ticne r"n_ti,ln
y qr.. ""fJr;encia "rn"
p.iJ"_...tu.ro.u..on-Lt ol .ono.¡mientos pre_
vros que ya tc'nía. Esa es ra formá
<re ir creando
significativo' cuando se aprende "nu;";¡;;;*';t"a" de conocimiernt<.r
utgu J" -"*oria no se reariza el ejercicio dc recons-
trucción mentar y, p'r.tanio,.r
es débil y sc pierde rápidamente.
puede rc'cordar la cantidad de "p."iá."¡" El lc.ctor
cüntenido.i-gu." upr"íaro'd"
y ha pcrdido.r-;;;';;;eje.mpro -"^f.¡" a lo lar¡;o de su
T:jl:.:t:"-rtun de qué ocurrLr cuando er c'noci_
il.i[':#fü":T:i:t#n*:#,H.1r..j'.T'b..,'il";to en rás p,iÁ.*u, erapas der <]esa-
serearizaaJ?.,_",i,"uori.ug.u.;;ffi;¿
Por c'so' también r"
j::¡liritJ{:ffi1119"¿T;::,,},ffi ti:l
"n:rg"i"r;;.,']rir..nn'ao
peio
a arguien.)a no se nece-s*a ra
3::fii[:Íl,l'Jáit'ojeto, 'rg"" 'i",'átF;;4i: .ii.u,l,--itin menrar, c.s
r""u',"",*;;;ilH:;fi :il,L.#iiJ,,IJ;,,ffi Ti'.xr"",T,*,ilr,:l[Tf i.H#
il['#ÍÍái::iT'irá".,,il,":: k¡;|'f"-aao, ha t""ia,," "",,.."" i_pu.to en ros
,.r,t¡&
i"r-
F?+ t:!¿..
O Ediciones paraninfo
37
PARTE I INTRODUCCION
38 O Ediciones Paraninfo
TEORÍAS SOBRE DESARROLLO HUMANO... CAPÍTULO 2 il
agarrar este tipo de objetos pod¡á aplicar la misma acción mismo esquema- a
otros objetos similares. A través dé estas acciones estará -elaumentando su conoci-
miento sobre los objetos y podrá explorar sus características y funcionamientos.
sin embargo, cuando quierJ coger un objeto con un¿ forma diierente
plo, una pelota-, su esquema de agarre ya no le servirá. En este -porelejem-
-n-"¡io 6ebé
se encuentra ante un desequilibrio. Para poder resolverlo y volver al equilibrio
necesita encontrar una.nueva posición de la mano que le p".-itu coger el ou¡"to. n
través de su acción sobre el objeto.logrará- cambiai la pósición de iós dedos para
term_inar cogiéndolo, pero este cambioimplica la creacién de un nuevo d"
acción. Este ejemplo permitc ver claramónte cómo funcionan los mecanismos "rqrr"-o dc
asimilación y acomodación. La asimilación permite integrar conocimiento nuevo a
un esquema ya creado. La acomodacitin, al contraritt, mttdifica el esqucma previo
dc conocimiento. Si volvemos al eicmplo anterior, cuando el bcbé apliia el esquema
dc agarre. del sonajero Para coger otros objctos similares está asimilando. Es decir,
a partir
9: u" L'squema de acción ya creado (cómo poncr la mano pu.o .o¡;". "i
sonajero) integra conocimiento nuevo (el relativo a tódos los objetos qr" ,,,u i,r.ro-
ciendo gracias a ese esquema de agarrc). cuando cl bebé
-ndifi.o "r.- "rou"-o
Pdr¿ coger Ia pt'lota esti ¿ctlmod¿ndo. Es deci r, modifica una cstructura de cinoci-
miento previo (cl esquema de agarrc del sonajero) y crea una nueva (el csqucma
pard cog,cr la pelota) qut' le pcrmite c()noccr nuevos"objetos.
Estos mccanismos dc creación de- conocimiento se eÁplean a lo largo de toda la
vida. Gracias a la acción del sujeb sobre el mundo, va asimilando inforrñación nueva
a los esquemas quc ya posce y va también modificándolos cuando 1o nccesita para
poder integrar otros conoc.imientcls que no puede.n encajar en los esque-n, pr..uior.
Por,ejemplo, cuando r1n niño ap_.ende a sumar crea un esquema sobre la gpcración
de la suma. A partir de ahí podrá aplicarlo a difercntes contenidos quc iia asimi-
lando a cse csquema. Sin embargo, iuando le enscñen a re-st¿rr tendrá que. crear un
c-squema nu:v9 porque no podrá resolver la operación a partir del esquema antiguo
de la suma- Enfrentarse a un problema dc resta las primeias ,r".", ,"rá un desecluili-
brio y para pode'r volver a alcanzar cl equilibrio tcnrlrá clue acomodar crcandt un
esqucma nuevo. En e-l caso de'l conocimiento adulto u.,tr." algo similar. A partir rJe
los esquemas quc'ya tenemos se asimila la informaci(ln que pero cuando los
esquemas no sirven para entender algo o resolvcr un próblemo "ñ.u¡u,
.rrr"rru, cs necesario
acomodar creando nYCYas estructurás que permiten volver al equilibrio. En esto
consiste el desarrollo de la inteligencia, eñ ir óreando esquemas ,rrr"io, a partir cle la
acción sobre el meditt que permiten integrar cada vez
-ás ir,for*ación y más com-
pleja. cuantos más esquemas. construya un sujeto, más información y más compleja
se asimile en ellos, mayor será su desarrollo cognitivo y, según piaget, su
adaptacioir.
Como vimos.al principio, para Piaget el objetiüo últim'ó deia intelígencia o d'el desa-
rrollo intelectual es adaptarse al medio. por eso, a mayor desarrollo"cognitivo, mayor
adaptación al medio.
Los mecanismos de asimilación y acomodación junto con la equilibración, que es
el factor de autorregulación de todo el sistema, funcionan a lo largo de toda iatvida,
se aplican para cualquier tipo de conocimiento y actúan siempre áe forma
conjunta.
O Ediciones Paraninfo
39
PAFITE } INTRODUCCION
@ Ediciones Paraninfo
40
TEORIAS SOBRE DESARROLLO HUMANO... CAPíTULO
2 t
de acción o sensoriomotor, es decir, un esquema basado en el conocimiento senso-
rial y motor. Dado que este es el único tipo de esquema que el bebé
puede cons-
truir, su conocimiento sobre el mundo tendr¿ la misma.,rilidud, es
dlciq, será un
conocimiento sensorial y motor basado en la acción sobre los objetos.
luru ff"g*
a este tipo de conocimiento el bebé necesita, pues, tocar,
chupar, lunrur, mord-er,
etc. los objetos.
Entre los 78 y los,24 meses.se_produce un cambio importantísimo
en el tipo de
esquema que se puede construir. Gracias a la nueva .upoiidud del
niño poru fó.-u,
representaciones mentales, los esquemas pasarán tamtién a ser
represcntnciotules <-¡
simbólicos. Estos esquemas ya no necesitan de la acción directa soürc
el ob¡cto plr-
que pueden re-presentarse ct-t la mente a modo de imágene.s o conocimiento
verbal.
I 'a capacidad del sistcma cogrritivc'l para utilizar
símbol[s es la que permitc este cam-
bio cn cl tipo de esquema.Esta módificación esencial cn la crlaliáad del
esquema
pcrmite conoccr el mundo de una forma radicalmente difercntc
y da lugar u .'upn.il
dades simbólicas comoel lenguaje. Asi cuando e.l niño r; ¡";iig;
de la acción directa
c.eá' óonocimienro ya pur:cle. asimili y acomodar a partir
::..0:::':li:,jlL1l1
cle ?"d"rI-o que.escuch¿
olro trpo de lucntes. y, más ¿dt'lante, kr que i,,e sirv,,prrr'.,,nr-
truir conocimiento. En estc scntido, er conocimicnto se desliga de.l ,,aquí
y el ahora,,
para pode.r dirigirse a otros mclmentos y lugares.
rcprr'sentacional.de los ósquemas <Ie conocimiento ya no cambia
,^_!^o:"1'ldad a ro
lar8,o del desarrollo. Es dt'cir, dur.rntt'el resto de Ia vida los
esqucmas scguir.ín
siendo represcntaciones mentalcs Lo que variará será el tipo cle
ope.ración mcntal
quc el csquema. permitc rcalizar. Duranie los primeros añosie. la iniancia
lo,
mas son simbólicos, pc'ro e'l pensamientu r".á. aún preconccptuar. "rqr"-
Los niños p;.il;
ños no.pueden crcar esquL-mas quc permitan f,r.*a, clnceptos, sino
qu.j su
pensamiento se- basa cn casos individuales. por cso, no puedln
pensar "lo,
cochc-s" en general, sino en un coche en particula.
qr" ilto, .nr1u."n-. ""
-*í
sentido, el pensamiento es concrcto, es áecir, se basa
En este
en elemcntos concretos dc la
realidad que el niño conoce. Esta característica "concreta" dcl pe-nsamicnto
se cxtcn-
derá, se¡;ún Piaget, hasta los 77 o 12 años. A partir de los 6 i 7 años,
los niños va
py"d:l operar de forma mental. Los tsquema.s permiten r"utiror op"í;;il;"';
tales lógicas a trave<s dt' las cuale. t" puéd" imaginar cómo sc
trans'forman lu, .rt ¡..
krs. Prr eicmplo, un n1ñ1 de 8 o 9 añbs puedc iiraginar ctimo
quedari una hoja i,,
papcl rccompuesta cuando sc ha rrlto en pedazos.r imagirlar
[uede cómo clasificarí¿
una serie de objetos. Esta opcración mental, sin tiine que estar ligada a
contenidos concretos, es deci¡, a contenidos que cl.embargo,
niño p"ueda conocer directamente
a través de la manipulación. Cuando se le pide al niño que
razone solo a partir de
enunciados verbales, que no puedan materializarr" oÉ¡"tos concretos, el niño no
será capaz de hacerlo. La ra2ón básica es que todavía "r-, ,-,á pr"á"
pensar de forma
abstracta. La capacidadde pensamiento abstracto y en funci'ón
de una lógica propo-
ligada a proposiciones verbates- aparece, segun pia[et, o pu'rtir"
:'.:'?:1r:::1"_.ll,^
de Ia adolescencia. Esta lógica proposicional permite al sujetJ desligXrse
hechos concretos y poder raionai en'función a" i, iogi.. ;" i;¿;;r".iados
,j" lo,
verbares.
El pensamrento abstracto y proposicional es la última y más compleja
forma de
O Edic¡ones Paraninfo
41
PARTE 1 INTRODUCCION
caracterizan como cambios cualitativos, eS decir, cambios que permiten tener otra
concepción o lograr otro cntendimiento. Tambie<n se entiende que e-ste tipcl,de cam-
bio, plr scr cuañtativo, supone una discontinuidad. Para Piaget el desarrollo cogni-
tivo no es un proceso lineál que avanza sicmpre en_línca recta hacia dclante. Es más
bien un prn."ro abrupto, .u-o escalones^c'l cn forma de espiral asccndcnte' Por
de lás "tr concretas al pensamiento abstracto suponc un
opcracione-s
ejcmplo,'el paso
.l*Éiu cualitatirro para li mente dcl niño porque a partir dc este tipo de esquema
podrá ampliar su visión del mundo, razonar sobre cosas que no son directamente
Lbser*rablós o pensar sin necesidad de manipular. Este tipo de operaciones, lógica-
mente, permitirán también conectar conocimientos,que antes estaban desconecta-
dos, fórmular hipótesis, etc. En este sentido, se trata dé una revolución para la
mente
que cambia la forma de Pensar.
A partir de los cambits en los tipos de esquemas, P_t3g^"j propone la existencia de
tres eitadios diferenciados: el sensóriomotor 0 a78-24 meses-, el de las opera-
ciones concretas
-de
se subdivide en preoperatorio entre los 2 y los 6 año-s i. oge-
-que
raciones concretas propiamente dichas entre los- 7, y -los 1^1 años-_y el de las
operaciones proposicionales o formales partir de los 77 o 72 años-. El cuadro 2'1
-a
résume los distintos estadios y sus características'
@ Ediciones Paraninfo
42
TEORÍAS SOBRE DESARROLLO HUMANO... CAPíTULO 2 *
Período Caracteriisticas
O Ediciones Paraninfo
43
FARTE I INTRODUCCION
4 @ Ediciones Paraninfo
TEORIAS SOBRE DESARROLLO HUMANO...
CAPíTULO 2 t
operaciones mentales. Por
que varían en forma, ,^111or _ejemplo, si tenemos un conjunto de figuras geométricas
y ioror,y pedimos u tiino á" + uño, q.r"" lu., Jrrifi:
que, lo más probable-es que no puedí mantener "tr
un criterio estable p;;; ;;g;;i;;;
toda la clasificación. Es d-ecir, no'podrá mantene¡,
por ejemplo, er color de manera
constante y hacer tres grupos de figuras: las rojas,
iu, ,u"rá", ir-iu, urut"r. A partir de
los 7 años,.según piaget,'ros ninoé ya puedei;ñ;*;;1ut-".,t"
org,anizar el material de forma mentál y'mantenei
y eso permite.
el criterio constante sin tener que.
ir comparando todas las figuras ,nu u úr'ru. Ar contrario,
lor r-,iR,r, pequeños tendrán
que clasificar las figuras una a una o irán variando
el criterio según vayan cncon_
trando.nuevas figuias con criterios diferentes. Rueaen
e-p"ru1 p"r-,rur",do que van a
poner juntos los cuadrados y al ir a clasificar un
cuadrado azul cambiar el criterio
para aflrupar las fi¡;uras azules. De esta forma, tur
p"qu"n* ,r"1", ir saltando de
critcrio cn criterio v no consiguen realizar clasificaci,oná,
.nrr".tur. lrara piaget esta
conducta es una mlestra de ü ausencia Je erq.remas
operacionares, cs decir; esque-
mas que permitc'n rearizar operacioncs me-ntales.
I os clsquemas operacionares per_
miten a los niños entrc z y il unot solucionar toda
correctamente' Sl pensamiento se vuelve también
uia ,"r¡" d" tarcas ltigicas
mis lógico porque esta f'rma rlc
opcrrar permitc desligarse dc Ia apariencia, dcpend".
a.ila riccio,-, t.;h;,1".
otros puntos dc. vista. ^"rli,,
Ef último estadio del desarrollo para Piaget
es el períod. de las opuacrones
/cs. como ya hemos visto,, cstc. p"iíudu sr. forma-
caractcriza por poder pcnsar dc forma
abstracta y razonar considerandn Iu, prnp,rricione-s
verbales. La difercncia escncial
cntre el pcríodo de las optraciones .on.r"to-'
y el d; la;;p;;;.i.,"", ror-ut", .* qu"
los niños p?Tn podbr razonar acerca de una situacitin concreta a poder
9:
tearsc una situación hipotética. por ejcmplo, plan-
los niños de z u g a¡os pueden razonar
acerca de la justicia o injusticia de una siiuaci(rn
concreta c, tui f .u-,, la conocen en
su vida cotidiana, pcro no podrán clar una
de.finición
plantear.hipotóticas situaiiones justas oinjustas "b;il; i" la justicia ni podrán
miento. A partir de los 17 o llzañós, los niños ya
que ,t";-;;, a[á <]e su conoci_
pürán ,ur.r.u. acerca de lo posible
y salirse de lo real, pla,ntea¡ h,ipótesis y o."r.oir..
ir pensamiento cie.ntífico propio dcr
Para.Piagefeste estacli'o ,rp.rí" tu li-u del iesarrollo
lautto
la organización cognitiva más adabtativa.
intcrectuar y, por tanb,
Los e'stadios del desarroll,, ,rpn.,".r la forma rJe-equilibrio
más adaptativa que
t: -teligencia en cada momento der desarroltolcuau ,,lo
i*ll-l
dera un momento de equilibrio, es deci¡, un
de e¡os se consi-
unas estructuras menjll:r,.1:
período qr.,"i
,ujeto puede utilizar
organizada pa.a"ncomprender.el
"t
mundo y ,"*i_
l:.-"
ver los problemas que se re van presentando. aJ;;i; há*o.""ira, ra cuaridad cre
las estructurur -"ntur"s-
ryese ;iilt;il;; cada estadio impone
visión del mundo, una foima particurar a"."tu.iá"u;;.^;"?; una determinada
una comprensión
cualitativamente difere¡.te. Sin^embargo, ha¡,,mgmentos
de desequilibrio que permi_
ten que se den los cambios y las disco"ntinuidades. gstos
mome.,'to, d"."^rri."p"
recen cuando los esquemas que el sujeto utíl_iza
ya nodr""" pu.u adaptarse a la
realidad y necesita ciear estructuras nuevas. t-u
.ríu¿rrr".iá"'rriárogica junto con la
experiencia del sujeto son los dos factores que impulsan
estos saltos o cambios de
O Edic¡ones Paraninfo
45
PARTE 1 INTRODUCCIÓN
estadio. Por eso, las edades son aproximadas y no tienen mucha relevancia en esta
teoría. Lo que importa es la forma cualitativamente distinta en la que se adquiere
conocimienio .udu en estadio y que va evolucionando hacia formas más comple-
jas y adaptativas "n de equilibrio. En áefinitiva, desde esta perspectiva podemot...9":
'ctrrí, q,r" ia lnteligencia sería la organizaciónmental que prógresa hacia 1a complejidad
buscando el equilibrio más adaptativo posible.
46 O Edic¡ones Paraninfo
TEORIAS SOBRE DESARROLLO HUMANO... CAPÍIULO2 ü
entenderse como unitaria, es deci¡, que afecta a todo el conocimiento y todos los rasgos
del pensamiento. Asi estar en un eitadio implica conoce{, razortar y relacionarseie
acuerdo con los rasgos del estadig con las op'eraciones que los esquómas propios del
estadio permitan realizar. Un bebé que est-é en el perrodo sensoriomotor utilizará
esquemas sensoriomotores para conocer los objetos, relacionarse con sus padres v
conocer otros niños. Un niño del estadio operacional utilizará las operacion", .n..é
tas para.solucionar problemas matemábicoi, jugar al ajedrez o ju¡;ar con sus
amigos.
Esta idea de los estadios implica cierta homdgeneidad e.r el pensamiento. Sin áuda,
e-s una id.ea sensata y que da coherencia al pensámiento. Sin cliferentcs estu-
dios pusieron de manificsto que csta coheiencia no siempre "*burgo,
se mantenía. En algunas
ocasioncs el mism<t sujeto resolvía unas tareas sí y otras nó cuando todas tenían
turas similares. En otras ocasiones sujetos dc difórentes estadios resolvían de la ".it-.-
misma
manera una tarea. Si la teoría de los estadios es correcta, ambos resultados son incom-
Asi un sujeto quc manejc unas operacioncs determinadas dcbe poder apli-
latjbles,
carlas slempre unas vcces sí y otras no cuando la cstrucfura de la-tarea ei la
misma- y un suieb -no quc esté en un cstadio menos avanzado no puede resolver una
tarea aplicando esquemas propios dcl estadio siguientc. Estos clos fcnómenos se
dcno-
minan desfases porque no encajan con la predicción de los estadios. El primero se clcno-
mina desfase horizontal y el scgundo, desfase vertical. El caso de los dcsfases
horizontales ha sido más cstudiadn'po.q.r.. resulta más sencillo dcsrle cl punto de vista
metodológico. Basta con presentar tareas con la misma estrucfura y diferentes contcni-
dos.aI mismo niño y.analizar sus respuestas. Muchos estudios han puesto dc mani-
ttesto que, al contrario de lo que sostenía Piage! Ia actuación a la ñora de resolver
tarcas varía en función del contenido. Asi resulta más fácil razonar sobrc conteniclos
familiares o conocidos que sobre contenidos desconocidos o muy abstractos, incluso
cuando el tipo de tarea es similar o se trata dc tareas con estructuias idénticas.
Este tipo de resultado's hizo tlue muchos autores se fijaran en las tareas que piagct
,había
.
diseñado para aplicar a lós niños y elaborar su teoría. Al modificar el conte-
nido de la tarea su cstrucfura-, en-muchos casos:ie observó que los niños las
rcsolvían antes de -nolo supuesto en función del cstadio. Asi se empe2ti a pensar quc
las estructuras u operaciones.que se activan para solucionar un pioble.ma' d"penden
dcl contenido del mismo, es décir, del dominlo al que se refieran'y de la familiaridad
q""-:l_:_ri9lo ten¡;acon ese dominio. Veamos un cláro ejemplo. A iinales de la década
de 7970, chi (1978) comparó cómo jugaban ar ajedre, niRos de 10 años expertos y
adultos novatos, es deci¡, niños que .sabían jugar al ajedrez y jugaban u
adultos que no sabían jugar. De acuerdo con lá teoríí de elagót,ios adultos -"r-,Ldu .,ri
deberían
siempre ganar a los niños, puesto que su estadio cognitivJes superior y el tipo de
operaciones que utilizan, más complejas. Al contrario, los niños soio podiían riiliru.
esquemas operacionales-y deberían realizar jugadas menos sofisticadas y perder. Los
resultados de este esfudio mostraron todo io contrario. Los niños actuaion cle una
forma mucho ¡¡{s sfiq¿2-más adaptativa- que los adultos porque al ser un domi-
nio conocido disFonían de estrategiás de juego más complejat qré tur de los adultos.
Ai contrario.de lo que afirmaba
miento o aplicar operaciones más fiaget, es pósible desarioliar éstructuras de pensa,
Complejas a problemas concretos sobre lás que
O Ed¡ciones Paraninfo
47
il
PARTÉ I INTRODUCCION
La segunda crítica que afecta de forma importante-a la teoría de Piaget es si los esta-
dios son"universales. Para Piagef como ya vimos, todos los suietos pasan en el mismo
orden por todos los estadios áunque el momento de adquisición pueda variar. Esta
sucesión hace que los estadios se inbegren progresivamente unos en otros. Para complo-
bar la hipótesis de la universalidad sérá neceéario evaluar sujetos pertenecientes a.dis-
tintos entornos sociales v culturales y ver si su desarrollo cognitivo coincide en términos
I @ Ediciones Paraninfo
rEORÍAS SOBRE DESARROLLO HUMANO... CAPÍTULO 2 ü
@ Ediciones Paran¡nfo 49
I
ffARTFI INTRODUCCION
por el lenguaje, sobre todo, le llevó a intentar explicar cómo adquiere el ser humano
los llamados procesos psicológicos superiores. Cuando Vygotski habla de procesos psi-
cológicos superiores se refiere a todos aquellos procesos complejos que nos distin-
guen de otras especies animales: el lenguaje, el razonamiento o la conciencia son
ejemplos de este tipo de procesos.
La principal idca dc. Vygotski es que cstos procesos surgcn en el ser humano gra-
cias al entorno social y al contacto con los demás. Para Vygotski, pues, el lenguaic, la
conciencia o cl pensamiento tienen un origen social (Vygotski, 1931/1996). A partir
de la interacción social el sujeto tcndrá que reconstruir el conocimicnto y apropiár-
selo de forma individual. Como vemos, la posición de Vygotski también es construc-
tivista porquc esa apropiación implica una reconstrucción activa del conocimicnto
por parte del sujeto. Amedida que el sujeto se va apropiando de funciones complejas
se va desarrollando. Así el desarrollo consiste en ir haciendo individuales las funcio-
nes psicológicas que en principio son sociales. Veamos todo ello en detalle.
2.2|1,. La internalización
50 O Ediciones Paraninfo
TEORIAS SOBRE DESARROTLO HUMANO... CAPíTULO 2 #
empieza a hablar con una clara finalidad comunicativa. En este sentido el origen del
lenguaje es social: surge al estar en contacto con los demás y sirve para relaci"onarse
con los otros. No obstante, al cabo de un tiempo el niño e"mpieza a internalizar el
lenguaje que hasta entonces solo ha utilizado de forma exteina. Vygotski observa
este proceso de internalización a través del llamado lenguaje cgocénlrico (Vygotski,
19341.7981). Cualquier persona que haya observado ni¡bs'de'3 a 5 años
iu"gando
habrá notado que muy a menudo los niños juegan "en voz alta". Es co*o éi á"r.,r-
nectaran del mundo que tienen alrededor y se centraran tanto en su juego que incluso
verbalizan las secuencias que van inveniando. Para Vygotski está hábtá, denomi-
nada "egocéntrica", indica que cl niño está ¿r intcrnalizar el lcnguajc
porque/ precisamente, empieza a tener una función"*p"rutl.io
diferentc: a través dcl habla ego-
céntrica cl niño no srtlo se comunica, sino que comicnza a regular su propia accién.
Es decir, estc tipo de habla sirve para or¡;ánizar la acción que el suj'ettr'está reali-
zandcl. En este momento del desarrollo, cl ienguaje ticne una doble función: por una
parte si¡;uc siendo social porque no pierde su función comunicativa y, pbr otra,
e-mpieza a hacerse individual porque se acerca al pensamiento y a su fut.rÉi,in regula-
dora de la conducta. Unos años más tardc, hacia'los 6 años, eilenguaje cgocénirico
dcsaparecc- El niño ya no habla en voz alta para planificar su accién. jPoi quó des-
aparecc esta manifestación? Vygotski dirá que la ausencia de hablá cgocéntrica
muestra quc el proceso de internalizaci(rn sc ha completado. El habla eqolónhica al
internalizarse sc convertirá en pensamiento verbal.
Como podemcls ver; la intcinalización conllcva sicmpre una transformación. El
sujeb reconstruye cl proceso y al hacerlo modifica su estructura y su función. Así el
lcnguaje al intcrnalizarse- cambia su estructura: se conviertc en ún discurso intcrno
que ya no es audible para los demás y no presenta la misma forma que cuando se-
utiliza para comunicarsc con otros; por el contrario, al "hablarse. a unb mismo", dc
lorml interna, el lenguaje se hace mcnos explícito y su gramática menos complcja.
Por otra parte, cambia también su función: se utilizá pará organizar la activiclad cíel
sujeto, para regular y dirigir la propia conducta.
Toda función en el desarrollo cultural del niño aparece en escena dos veces, en dos
planos; primero en el plano social y después en ei psicológico, al principio eintre los
hombres como categoría interpsíquica y luego ..t Ll i.,t"ii,o. del niRo como catego-
ría intrapsíquica. Lo dicho se iefiére por iguál a la atención voluntaria, a la memo-
ria lógica, a la formación de conceptos y ár desarroilo de la voluntad. [...] El paso,
@ Ediciones Paraninfo 51
PARTE I INTRODUCCION
Esta ley de la doble formación, como vemos, se aplica a todas las funciones psico-
lógicas superiores. Así el pensamiento, el lenguaje, la memoria y la conciencia nacen
en el seno de la interacción humana y posteriormcnte el sujeto se apropia de ellos
internalizándolos. Esto es, en definitiva, cl desarrollo para Vygotski, la progresiva
intcrnalización de procesos culturales que al hacerse individuales suponen un cam-
bio para el sujeto. Según Vygotski los cambios que se producen como resultado de la
internalización son cualitativos. Igual que para Piaget los cambios dc estadio son
cambios cualitativos, para Vygotski los cambios debidos a la internalización hacen
quc el sujeto pucda resolver nuevas tareas, cntienda el mundo de otra manera o
pucda pensar dc forma cualitativamente distinta.
2.2.3. Lamediación
52 O Ediciones Paraninfo
TEOR|AS SOBRE DESARROLLO HUN/ANO... CAPÍTULü2
superiores exclusivos del ser humano (hablar, razonar, controlar la atención, etc.). El
uso de herramientas materiales está más asociado con la línea natural del desarrollo
y permite adaptarse al mundo natural. El uso de herramientas psicológicas, al con-
trario, es propio de la línea cultural del desarrollo. Esta línea d'e clesañollo se Dro-
duce gracias a la interacción social y el uso de herramientas psicológicas permite una
mayor adaptación al mundo social. Así pues, gracias a la'interaciión iocial el ser
humano ha desarrollado una serie de herramieñtas mentales que meioran su adap-
tación al medio social y que dan lugar a funciones psicológicai compiejas que otras
especies animales no poseen.
En este sentido, ei dcsarrollo consistt en ir internalizando csas herramientas a
travc<s de acciones mediadas para que el propio sujeto pucda organizar su pL.nsa-
miento y.su conducta. En un principio y puesto que todos los proiesos r,-,,-' pii*".o
sociales (recordemos la lcy de la doble formacióñ), c-l niño ncipuede orgurliro. r.,,
propios pcnsamientos ni sus conductas. Cicrtamcnte, ni los bebes ni los ni"ñgs pcque-
ños son auttlnomos y necesitan el apoyo del adulto para acfuar y aprcnder a e.star cn
el mundo dc forma adaptativa. Poco a poco, el niño va hacleñdo suyos (intemali-
zando) esos instrumentos psicológicos-quc le scrvirán para ir dcspegándose del
apoyo cxterno, social o adulto y alcanzar la autonomía a travós de lá cápacidad de
a u torre¡1u lación.
, El ejemplo sobre'la intcmalizacitin del len¡;uaje es, una vez más, la forma más clara
de cntender cl proccso. En un principio el lenguaj'e es social, el niño aprende a hablar cn
inte'raccitin con los demás y con una finalidad comunicativa. Gracias al lcnguajc, que es
una herramicnta psicoltigica y sirve para influir cn uno mismo o en los a"*ar,tt adultg
regula dc form¿r extcma cl pensamiento y la conducta del niño. El lenguajc egoce<ntrico
mucsha ccimo el niño se va apoderando dc ese instrumento y va cambiando sú función:
cuando sc habla a sí mismo,se comunica, pero también se oryaniza y planifica dc. forma
intema. En este momt--nto el niño ya es capaz de empezar a régulars-e iin la ayuda dc los
demás. Al final del proceso, cuando el niño ya ha intemalizJdo Ia herramieinta, cuenta
con una nueva capacidad: ya pucde pensar de forma interna, autónoma y, sobre todg,
puede cmpezar a organizarse él solo. Esta internalización cambia, .u^,, yá hemos mcn-
cionado, la estructura y la función de la propia herramicnta: lo que aÁtes scrvía a la
comunicación con los demás ahora sirve también a la "comunicacibn con uno mismo,,,
a la autone¡;ulación. El manejo de csta herramienta de forma interna constituye un
cambio cualitativo para la vida mental dc.l niño que repercute en sus posibilidaáes de
aprendizaje. En definitiva, esto es para Vygotski el desarrollo.
@ Ediciones Paraninfo 53
PARTE I INTRODUCCION
su desarro-
desarrollo? O ¿qué puede aprender un niño en un momento concreto de
Vygotski son sistemas sim-
11o? Recorder.rii qú" las herramientas de las que-habla
en el mundo cultural. Así, el lenguaje,
bólicos o signos que ayudan a la adaptación
pero tambián el calculá aritmético, lai estrategias de memoria, el dibuio o cualquier
i"pi"i""to.ión gráfica son ejemplos de herramientas psicológicas que el niño va a
ir internaiizando.
Todos los individuos tenemos ciertos conocimientos que nos permiten resolver
pode-
problemas sin ayuda de otra persona. A-medida que conocemos más cosas
mos solucionar más problemas solos. No obstant-e, siempre podemos avanzar si
alguien más competei-rtc nos ayuda a resolver las tareas que aún no sabcmos reali-
,uí :;nlor. Por ejémplo, cuandb nos enseñan a utilizar un programa informático
nuevo siempre Éay funciottes quc no sabemos utilizar, pero cuando un experto en
.-t prngru*J nos ló enscña, después nos rcsulta fácil hacerlo y se¡;uir aprendiendo
solos. Lcl mismo ocurrc con loi niños. Por ejemplo, muchos niños pequeños que
inician la lectoescritura no puedcn escribir una palabra complcta cuando la oyen,
pero sí pueden hacerlo si ei adulto scpara una a una las sílabas que la :omp9l9n.
ht .uuu de un ticmpo, con la práctica, los niños cscriben palabras tl incluso dicta-
dos sin neccsidad dc oír cada sílaba pclr separado. En ambos casos/ como vL-mos/
hay un margen para cl aprendizaic, .ttt cn el que 'si otra perstlna .n",* uy"dl
"tpu.i.t lo que Vygotski denominó zotta dc
p,rá"-o, ui."ná"t.oroi tln"uus. Este c.spacio cs
hesarrollo pióri*u y se define como la diitancia entré lo que un suieto es capaz dc
hacer por'sí solo y io quc es capazde hac-er con ayuda.dc otro más experto. vygotski
llamó'niael renl ic tlesarrolltt a iodo aquello que un suieto puede hacer scllo, con sus
propios recursos y niael dc desarrttllo'potcncial a todo aqucllo que pucde solucionar
con'la ayuda de tjtro más compe'tente (Vygotski, 19É'())'
Los limitcs entre el nivcl reál y el nivci potcncial dc' desarrollo son lo que permite
sabcr dónde se encuentra la zoná de desarrollo prtlximo de cada sujeb. Los profeso-
res deben situarsc siempre en la zona dc desarrollo próximo de sus alumnos para
qre puedan up.".á".. Asi cuando estos límites ie sobrepasan por cncima de la
,'oru"rt.rs
d" dlsarrollo pr(tximo, el sujeb no puede aprender..son las situaciones en las
que el conocimientó es demasiado complójo, cl sujekr-se pierdc y no puede.aprehen-
derlo. En estos casos, el profesor se si-fua más allá del espacio- que el sujeto tiene
Jisponible para el aprendizaje. Cuando no se llega al límite inferior de la zona de
desarrollo próximo él suieto tu-po.n aprende, pero,por aburrimiento. Estas son las
situaciones en las que se enseña 1ó que ei suieto ya sabe y, por tanto, no aprende nada
nuevo.
Como vemos, 1a zona de desarrollo próximo tiene unos límites, pero esos-lími-
tes pueden variar constantemente en función de las oportunidades de aprendizaje
que el entorno social ofrezca. En el-siguiente epígrafe volveremos sobre este asunto'
Éara terminar con la explicación de-este corté"pto, cabe señalar que el proceso de
aprendizaje que Vygotski sitúa en la zona de désarrollo próximo es similar al de la
internalizácién, píiíle.o se aprende de forma social, en interacción con otro más
competente que énseña y después el sujeto internaliza, se apropia del conocimiento
para'utilizatlo d" formi autónoma. Dado que para Vygotski el desarrollo tiene un
Ediciones Paraninfo
il @
TFORIAS SOBRE DESAFBOLLO HUN/ANO... CAPíTULO 2
carácter social V que se necesita de otro más competente que guíe la internaliza-
ción, el lector yá háUra advertido Ia importancia que el maestro tiene en el desarro-
llo del niño.
Las teo.rías de.Piaget y Vygotski comparten muchas cosas, pero también difiercn en
otras. Asi ambos son con.structivista.s porque entienden ei papcl activo dcl inclivi-
duo en la construcci<'tn del conocimiento. Sin cmbargo, mientras que Piaget se intc-
resa más por la actividad individual, Vygotski estudia el papel que la intcracción
social tienc en esa construcción del conóiimiento. Podría-or a".i. que piaget cla-
bora un constructivismo individual y Vygotski un constructivismo social. En este
sentido, ambas te-orías.son complcméntaiiás porquc cada una explica una parte tlel
proccso. Para Vygotski, sc aprcndc gracias a ia interacción social y son los otros los
que proporcionan el conocimiento. Para piaget, es principalmcnté cl sujcto el que a
través dc la manipulación y la experimentación con su va a ir cónstruyénd'
A pesar de que Piaget sc intcresó más por esta "r',iu.r',,,
actividad indivicluaí, tn--
::9".,11t.
bién dejó un cspacio a la interácción social .,r-o iu..r-ra de aprendizajc. piaget habló
del co.nflicto socioco,qnitiuo como una forma cle modificar los^propios esqucñ-ras. Estc
conflicto sociocognitivo se producc cuando cl sujeto consiguó punto de
vista (o su esqucma) al con.siderar el punto de vista exprc-"saclo^L.1ifi.u.'r.,
por otra peisona. En
cste caso no es la accitin solitaria del sujeto, sino la inteiacción social lo quc consigue
cl cambit'r. cognitivo. Para. Piaget los niños puedc.n progresar gracias al conflict,r
socioco¡;nitivo a p-artir dc los 7 añcrs porque es entonces cuando'pueden consiclerar
el punto de vista dc otra pL-rsona. La inve.stigación actual muestra, sin embargo, que
los niños más pequeños también puedcn be-"neficiarsc de los puntos dc vista iontia-
rios para modificar sus idcas. Los profcsores pucden crear si'fuacioncs en cl aula en
las quc diferentes puntos de vista reun e*prertos. Mcdiante la explicación de los
punlos de vista se puedt',logr¿r que algunos niños cambien sus ¡d,'¿s. gl maestro t¡ue
Iclgre este c¿mbi. h¿brá hecho pro¡lrcsar a sus ¡lumnos de un¿ m¿nera muy ,,naiu-
ral", cs.dcciq,
lil qu9 al niño le iesuite costoso modificar su esquema. Un cjemplo de
aplicación práctica de este proceso es la llamada "enseñanza dialógica,,. Eite tipo d..
enseñanza basa gran parte del aprendizaje de los niños en la posiñilidaa Ae mb¿ifi-
car sus e,squemas a través del diálogo entre iguales y la confrontación de diferentes
puntos de vista. Tanto el conflicto sociocogniiiuo .o-o las ideas de Vygotski subya-
cen a esta forma de trabajar en el aula.
Quizás la diferencia más notable entre Piaget y Vygotski a la hora rJe aplicar sus
teorías al mundo educativo sea la concepción qué amños denen sobre cómo se rela-
cionan el desarrollo y el aprendizaje.Para Piag-et el desarrollo es previo al aprendi-
zaje. Esto significa que para que un sujeto pueda aprender necesita un njvel de
desarrollo previo. Por eje-mplo, para que un niño puedu aprender a calcular mental-
mente necesita estar en el período de las operacioñes concretas. Es el manejo de esas
O Ed¡c¡ones Paraninfo
55
PARTE I INTRODUCCION
56 @ Ediciones Paraninfo
TEORiAS SOBRE DESARROLLO HUMANO... CAPíTULO 2 t
otganizar su acción, para regu-lar su actividad. Durante los años en los que más habla
egocéntrica se produce (entre los_3 y los 6 años), los niños tienen aún müy poca capa-
cidad para otganizar su acción. Sin embargo, algunos esfudios muestran que cuanta
más h.abla egocéntrica produzcan los niñós o e-"tur edades, mejores capacidades de
organizac^ión, planificación y autorregulación tendrán (Diamond, Barnétt, Thomas y
Munro, 2007).Una manera de ayudar a los niños de educación infantil es animarle.s
a decir en voz alta los pasos que van a seguir para realizar una tarea, cómo van a
organizar un juego o ccimo pueden resolver un problema.
Como vcmos, las aplicaciones directas de las tcorías de piaget y Vygotski al
mundo cducativo scln muchas y muy relc.vantcs. Para que la accién .je un"maestro
sea eficaz cn su aula, para que pueda generar conocimie.nto y dcsarrollo en sus alum-
l_os/
c: imprescindiblc conocer cstos principios tcriricos y aplicarlos cclrrectamente.
Cuando un macstro no se guía por los conoiimie.ntos tcriiicos que sabemos que fun-
c.ionan, su accitin p.,qd" se-r caótica y dar muy pocos frutos ,, el áesarro-
"nturp"c"r
llo. Los estudiantes de magistcrio suelen qu'e¡arse dc la abundur,iio d" tcoría y la
falta dc práctica en su. form.rcitin. Aunqu.Jpuede quL. cn algunos aspectos tengan
razón, no podcmos dejar de scñalar que, cn muchas ocasionós, una b|ena teoríJes
la herramicnta más eficaz para llevar á cabo una buena práctica eclucativa. A nucstrg
juicio las contribucioncs de Piagct y Vygotski sin duda lo son y ningún mae-stro dcbe
pasarlas por alto cn su labor diaria.
Referencias
Chi, M. 1'. (1975), "Knowlcd¡;e structure ancl and Rwanda", en I'. I{. Dasen (ed.), Pia-
memory development", cn Il. Sieglcr u e I ian p st¡ c ut lo{'v. Cross-cr.t I t u r al co u t r iltu-
I
(ed.), Childrcn's thinking. Wlnt dcuclolts? fions. Nucva Yrrk: Clardner Prcss, pp.
Hillsdale, NJ: LEA, pp 73-96 175-200.
Diamond, A., Barnctt, W. S., 'l'homas, J. y I)iagct, l. (1936 I 1985), L.l nacimioüo dc la intc-
Munro, S. (2007), "Prcschool program ligtncin en cl niño. Barcelona: Crítica.
rmproves cognitive control", St.icncc, 308,
Piaget, I. 0964 I 1985), Scis csf rdlos Llc psicok>
1387-1 38{J.
{'Í?. Barcclona: Planeta-Agostini.
Dulit, E. (1972), "Adolescente thinking á Vygotski, L. S. (1931/1996), "Géncsis de las
la Piagct: The formal stage", Jounnl of funciones psíquicas superiores", cn L. S.
Youth Adolcsu: ncc, 1, 281 -301.
Vygotski, Obras escogitias, vol. III . Ma-
KarmiloÉf-Smith, A. (79921t994), Mtís ailtí dt drid: Visor, pp. ll-47.
la modularidad. Madrid: Alianza. Vygcrtski, L. S. (1934/198I), PcnsLtmicnto y
Ienguaje. Buenos Aires: La Pléyade.
Laurendau-Bendavid, M. (1977), "Culture,
schooling and cognitive development: Vygotski, L. S. (1960), Mind in society. Cam-
A comparative study in French Canada bridge, MA: Harvard University Press.
@ Ediciones Paraninfo 57
CAPÍTULO 3
DEL DESARROLLO
@ Ediciones Paraninfo
@
ENFOQUES ACTUALES EN PSICOLOGÍA DEL DESARROLLO CAPíTULO
T
ü
teoría sobre la adquisición del lenguaje (véase capítulo 11). Algo semejante, aunque
en otro dominio de conocimiento, sucedería con ia informaciói visuaú qu"
tJag zu procesamiento el reconocimiento de objetos del mundo qr" ,,o, rohea.
p"r*it"
En
definitiva, un módulo es un sistema organizadg puru procesar daós específicos que
provienen del exterior. Como nos reiuerda Kármilbff-smith, los módulo,
"riá.,
preestablecidos genéticamente, son autónomos y tienen un funcionamiento rápido
que está automatizado. Esta visión del funcionamiento de la mente, recordemü, es
contraria a la visión piagetiana de dominio general.
Hay una metáfora quc ilu.stra muy bieir cl concepto de módulo cognitivo: la
metáfora g" t3 nav.]jg suiza. una narrá;u suiza no funiiona como una dc."Albacetc,
por ejcmplo. Esta última solo dispone de una hoja que sirve para todo, para cortar
todo tipo de alimentos, para usarla como tijeras .uru .le'apu.o, utilizarla
como.pequeña palanca o incluso como un improvisado "r ru.u..r..h,rr. Lapara
navaja suiza,
por e[ contraricl, se despliega en varios "artiiugios", ca<ia uno dedicado a una fun-
ción cspccífica (cortari abrir una botella con tapén cle corcho, etc.). La navaja de
Alba-
ccte sería dc domínio gencr,nl, mientras que la sófisticada navaja suiza sería',Jc
dominig
cspecfico. ¿Qué ventajas tie-ne ur-'u m"nt" modular, organizaja por dominios en fun-
ción de la entrada que llegue desde el extcrior? Básicimente, qüe permite
un funcio-
muy cficaz y rápido. No es necesario pensar.nuchó c(rmo hay quc poner
Tllli-",i
ld hola dt'la navaia suiza p-ara corlar t'stc o at¡ucl objettl, sino utilizaicl'artilugi¡
apropiado que tienc ya una forma de utilizacitin-clara y prccisa. Dicho dc str11 *otu,
una arquitectura dc la mente modular es muy desde el punto de vistá
cognitivtl; permite opcracioncs rápidas y precisas,"..',t-r,írni.o
e incluscl conductas automatiza-
daf/ _que no,necesitan de un gasto atencional clevado. Recurricndo cle nuevo a Kar-
miloff-Smith, un módulo cognitivo sería como un pequeño ,,ordenador diseñado
con un prop(rsito especial y con su propia base de. datos;, (ibídem, p.20).
Figura 3.1. La metáfora de la mente como una,,navaja suiza,': una mente modular.
O Ediciones Paraninfo
61
ñARTE I INTRODUCCION
Karmiloff-Smith fuc una alumna aventajada de Piagct en Ginebra entrc los años
7972 y 1980. Trabajti cn cl Centro Internacional de Epistemología Genótica dirigido
por el profesor suizo y llevó a cabo investigaciones sobrc cl desarrollo cognitivo
normal. Luego, dirigióun programa dc investigación en el lnstituto de Psicolingüística
Max Plack en Nimega (Países Bajos), específicamente en adquisición del lenguaje.
Hasta su fallecimiento formó parte de un grupo de investigación en la Universidad
de Londres, el Laboratorio de Neuroco¡;nición Evolutiva (Developmental Ncuro-
cognition Lab). Su trayectoria vital nos sirve como una guía de la propia evolución
de la psicología del desarrollo, desde el auge de la teoría piagetiana hasta el
momento actual en el que la perspectiva neurocognitiva y del desarrollo han con-
fluido felizmente.
En 1974 Karmiloff-Smith, en colaboración con Sinclair, planteó que el lenguaje
constituía un ámbito de conocimiento específico para los niños. De este modo con-
testaba a su "jefe", Piaget. Karmiloff-Smith propone una visión del desarrollo que
puede agruparse dentro delas perspectiuas neopiagetianas, aunque en los últimos años
es una de las principales voces del neuroconstructiuismo. Se trata de teorías que hacen
62 @ Ediciones Paraninfo
ENFOQUES ACTUALES EN PSICOLOGIA DEL DESARROLLO CAPíTULO S
una relectura del modelo piagetiano desde el cognitivismo. Como Loredo (2016)
plantea en su revisión de los constructivismos, al ifrral que sucede con todas las teol
rías psicológicas:
.los Las,propuestas
problemas
ncclpiagetianas
surgieron como respuesta a lo que sc consideraban
dc la te'oría piage'tiana. Ño vamos
a cntrar en una relvisión detallada de
bdas cllas (véase García-Mad ruga,7997); tan solo nos detenclremos en la propuesta de
Karmiloff-Smith, por su relevancia en relación con la labor cle los macstros v DOr su
continuidad en los modelos neuroconstrucitivistas que abordaremos en et ep(.áfc a.S.
Desde cl punto de vista te'órico, el objetivo de Karmiloff-Smith cs reioXciliar la
propucsta piagetiana sobre cl dcsarrollo propuesta constructivjsta, como
-una
veíamos en el capítulo 2- con las propuestas, más-nuévas, cclgnitivas e innatistas.
O Ediciones Paraninfo
63
PARfH I INTRODUCCIÓN
De modo análogo a como el niño maneja primero los objetos físicos y luego desa-
rrolla una especie de "teoría física" sobre el comportamiento de los mismos, también
aprende a comunicarse mediante el lenguaje y se convierte, alrededor de los 4 años,
en un pequeño lingüista que es capaz de explicarte por qué se dice "la mariposa" y
no "el mariposa"; y más adelante incluso, algo más difícil de explicar: por qué no se
puede decir "la fantasma" o "yo no cabo". En cualquiera de los ámbitos del desarro-
llo, el cambio de unos momentos o fases a otros implica para esta autora cambios en
el modo de tratamiento de la información que va aprendiendo el sistema. Karmiloff-
Smith, como veremos en detalle después, propone que el sistema cognitivo trabaja
sobre el conocimiento va construido oara hacerlo cada vez más explícito v más cons-
cicntc. Es como si cl iistema cognitivo volviese a escribir, a redescribií el conoci-
miento cn otro formato más accesible a la consciencia, más manipulable. Puesto quc
cse trabajo de. análisis se realiza sobre las representaciones quc cl sistema ya tiene, la
autora lo dcnomina redescripción representacional.
Karmiloff-Smith propone el conceptc¡ de dominio cogtritiao frcnte al de módulo, cl
mecanismo RR y la existencia de prerrequisitos cognitivos, también llamados sesgos
de prcrcesamiento v últimamente denominados meclnismos releuantcs Dara un domi-
nio (Karmiloff y Karmiloff-Smith, 2005). Como vL-rcmos más adelantó, c'stos sesgos
de procesamiento t'l restriccioncs inicialcs dcl sistema también forman parte de la
propuesta neuroconstructivista. Adcmás, Karmiloff-Smith propont' un modelo de
cuatro fascs para explicar los cambios a través del desarrollo e'n todos los dominios
de conocimicnto. Vamos a ver en detalle el modelo, ilustrándolo con ejemplos.
En primer lugar, es importante insistir cn quc la construcci(rn del conocimiento
en los distintos dominios se conceptualiza como proceso de cLtnstrucción dc rcprcsen-
laciottts. Esta aportación no es original de la autora sino quc, como ya hcmos visto,
viene heredada del enfoque del procesamientcl de la información. La aportación de
Karmiloff-Smith se refiere a su énfasis en el oroceso dc cambio v evolución dc dichas
representaciones, a su insistencia en "tomarse el desarrollo e'n ic'rio". ¿Ctimo es pues
cstc proceso de construcción? ¿Qué cambia durante el mismo? A cstas preguntas la
autora rcspondc planteando que desde el nacimiento o incluso antes, la mente
humana va construyendo representaciones de distinto tipo, primero de tipo implí-
cito y posteriormente de tipo explícito. Veámoslo con más detalle.
u O Ediciones Paraninfo
ENFOQUES ACTUALES EN PSICOTOGÍA DEL DESAFROLLO CAPÍTULO 3 t
veremos en detalle en el capítulo 8, le permite ir construyendo forma implícita,
-de
es dec.ir, sin que él tenga conciencia alguna- un conjuntó de representaciones inicia-
les sobre cómo es la lengua a la quJestá expuestó. Se trataria de un conjunto de
representacion€s que con el le van a permitir entender y hablar el ienguaje
lien-rpo
que le rodea, al menos a un nivel básico. Es importante destacar que el niño t",o'í¡"r,"
conciencia de este tipo de conocimiento, no sabe que lo tiene, soló lo usa para lo que
necesita; es decir; para hablar y entender. Cuandb un conocimiento o coniunto-de
reprcsentaciones no es accesible a la conciencia se denomina conocimicnto implícíto.
Pucs bicn, en la Fase 1 los niños construyen representaciones de tipo implícito sobre
los distintos dominios de información rélevanies para su desarrolio. Est'as rcrprescn-
laciones son Ia b¿se de las conductas que clbservimos desdt,fuer¿. Como dt]cíamos
antes, les pcrmiten lograr lo que Karmilot'f-Smith denomina "maestría cclncluctual".
En e[ caso del dominio lingüístico, la maestría conductual sc alcanza cuando el niño
puedc.comprender y producir la lcn¡;ua de sus mayores. Pero e-sto es solo el princi-
pio del proccso dc desarrollo.
L0 interesante del modclo dc RR es que la mente humana no se clctiene en la
Fase l. De forma inevit¿tblc' "trabaja" sclbre las re.prescntaciones que construye L-n
esta fasc: Jas reprcsentaciones implícitas.
¿Que< tipri cle análisis se hice dc estc Éono-
cimicnkr implícito? Un análisis desdc dentro, es decir, un tipo de análisis que ya no
se alimenta dc los cstímulos extcrnos, sino del propio.on.rti-i"rlto ya constiuido.
En cste sentido, las siguientes fases constituyén p.occsts cle expliéitación cie las
repre-sentaciones implícitas, mediante los cuaies ei conocimiento no conscicnte
va
construido se va hacicndo más y más conscicnte y acccsible; es decir, las ,epresen-
taciones de la Fasc 1 sc transforman en ra¡trcscutáciLtnes axplícitas cie clistintá nivel.
K¿rmiloff-Smith difert'nci¿ tres fast's dt'conocimiento explícito: f¿scs 2.3 v 4. La
principal diferencia entre e'llas es que el nivel de cxplicitacitin es cada u",
decir, quc el sujeb tiene cada vez un mayor ¿rcccso il conocimicnto. En [a Fasé -áy.r,; ..,
2, las
reprcsentaciones implícitas se rcdescriben en un formatc¡ más acccsiblc, pero que
aún no es verbalizable. Siguiendo con el e.jcmplo dc.l lenguaje, cuando ,rtr ni¡o di."
"la,fantasma" cn lugar dc "el fantasma" está poniendo d'ó manifiesto que ha aprcn-
dido una rcgla, la dc concordancia de génerojy, justamentc por cllo, cometc el erro.
de aplicar la regla a una exccpción. Esic tipo de ó.ru..., de- sobre-genera-
-llamados
lización- muestran ctimo ha habido un análisis interno del conocimicnto iíngüís-
tico ya almacenado por el niño; el niño no solo cs capaz de hablar bien v áecir
corrcctamente "la mariposa" o "el tobogán", sino que ha conectado las reprósenta-
ciones de los nombres. de género_femenino y las dé los masculinos y ha aprcndido
las regularidades que impone su lengua. poi eso, aunque nunca huyá de
"rc.r'.hado
los adultos una emisión como "la fañtasma", sí la produce. sin c.mbargo, si le pre-
guntamos por qué lo dice, todavía no es capaz de dárnos una explicació;. si bien su
conducta verbal muestra que ya ha construido representacionesrlz/s explícitas de su
conocimiento Iingüístico, no es capaz de acceder conscientemente a él de forma
plena, de forma verbalizable. Los aáultos también tenemos mucho conocimiento en
esta fase de redescripción y 1o podemo.s identificar fácilmente. Es todo aquello que
sabemos, pero que nos resulta muy difícil explicar. Cuando decimos ,,séio que es,
@ Ediciones Paran¡nfo
65
PAFT€ I INTRODUCCION
66 @ Ediciones Paraninfo
ENFOQUES ACTUALES EN PS¡COLOGÍA DEL DESARROLTO
CAPíTULO3
-. !,s imqortantc' dcstacar una difercncia entre los conceptos de fase de K¿rrmiloff-
Smith y de e'stadio de Piaget. Para Karmiloff-Smith las fases no ocurren
de forma
generalizada en todos los dominios. No existe nada parecido a un estadio
de conoci-
mienkl solo implícito. El desarrollo se producc por áominios. Dcntro de cada
clomi-
nio, sea el lingüístico, el relativo al conocimienfo social o al matemático,
se obscrva
esta,evolución por fases. Pero un mismo niño puede disponer del conocimiento
implícito propio de la. Fase. 1 para un dominio, mientras q,1" pu., otro
puede estar
puedc disponer de represenl.!c¡ones cxplícitas propias
T:i^T:y:d.o, {.?ot :i*mplo,quc poníamos en el capítulo 2 sobre tos niñoi expertós júga_
lll1.jl"^,-^ :l "]"-Tp,o
oores de aledrez nos permite de nuevo ilustrar esta idea: se trata de niños qrré h"u¡
de juego más complejas que adultos novatos en ajedrez. y
l::l1lt]{.=estrategias
probablemente serán capaces de explicar por qué una u otra jugada
es posible o
imposible' Sin embarg-o, eso no quieie decii que'en todos los ambitos se
encuentren
en una lase de desarrollo cognitivo tan avanzáda. Esta diferencia
entre fase y estadio
"á la Piaget" es crucial porqrrre. permite explicar los desfases q.," ," observan
entre
dominios de conocimiento. Adémás, para Karmiloff-smith, u'áif"r"r,.iu
a" riug;t,
@ Ediciones Paraninfo
67
PARTE I INTRODUCCION
68 @ Ediciones Paraninfo
ENFOQUES ACTUATES EN PSlCotocÍA DEL DESARRoLLo CApfIULo g t
qué es un sístema complejo y por qué este concepto es relevante
para el estudio del
desarrollo humano.
un.sistema complejo es, básicamente, un conjunto de elementos o
componentes
que interactuan entre sí. Es un sístema dintimico si áichos
componentes se afJctan y se
cambian unos a otros a lo largo del tiempo. un ejemplo protbtípico
de sistema com_
plejo dinámico es un ecosistéma en el que distintas'plat"rtur yánl-ales
interactúan
se influyen mutuamente. Todos los seres vivos, ináuidos
:"lr::íy
belres humanos, son sistcmas ctlmplejos. También Io cs un
dcsdc rueso ros
cerebro human¡
racción con el ambiente físico y srtcial. Una característica crucial ",1'int*-
dc los sistemas com-
plcjos es que, a medida que evolucionan, producen orden y crt.,rctura.
Esta idea, que
fue demostrada en el campo de Ia química por Ilya r.igogin;
ble al campo dcl desarrollo psicokigico. La'propia teoiía"de piaget"rf;lr^;;;üir;;
es justamcnte un
bucn cjemplo de cómo el deiarrollo de' Ia intlligencia en los ni¡o",
gcnera estructuras
tipo co¡initivo, claro-. Dichas estructuras emergen gracias a procesos de
-de
autrtorganización, otrct de los conceptos importantes et-r liic,r.á
dc sistemas dinámi-
cos/ que también encontrábamos en el modelo de Piaget
a través de Ia equilibru.iO".
Como c'xplica Van Geert (2003),la autoorganización'óc produce como rcsultado
clc
procesos que se organizan por sí mismos cn patroncs complejos,
pero ,,no hay narJa
que instruya al proccso a comportarse así: se cre.a a sí mismo espontá¡c-amcnte.,, (ibí-
dem, p. 651). Por eje'mplo, nadie enseña explícitamente a ,.,n r,'iñu
cr rengua;e. ñin-
guna madre española en sus cabales cxplicaría cl sistema verbal u
s,r tcbe de tg
mescs; sin embargo, un.niño de 3 años ya maneja muy bien
much.s de los ticmp.rs
verbalcs, con sus variaciones morfológióas de peisona y número.
Eih;h;" q;i;;
kl: ln*i!_o _'e¡nontáneamenre",
iin insrruccitin exprícita, no quiere <iccir quc Io
naya nccho s¡n t'stuerzo co¡;nitivo. Estos modelos proponet-r que el sistema réaliza
todo un trabajo.cognitivo que pcrmite ir adquiricndo lJ gramáiica
de la lcngua aun-
que succda de forma espontánea. por otra parte, la autoórganización
sc produce cn
proc('sos o sistema.s pose('n.un ¿lto grado de t'struciura
9y,'yn ., cumpl"jidad por sí
mismos, como un bebé recién nacido.
Otro cclncepto importante dentro cle la teoría de sistemas dinámices, cspccial-
mente relevante para -su aplicación a la exploración y estudio del
desarrollo humano,
.J^::"::pto.de ambien'te. A cliferencia'de la conéeprualiralion quc normarmentc
::
::l?:,^"1_ry::rl"gl" c., ambiente como l. externo, lo que rohea al sujcto), ei
(i.
amblente en los modeltls de sislemas dinámicos es un .on."pio técnico
qu" ré refit,re
a los propios componentes dcl sistema quL. interactúan ..rr,
¿1. Es deciq, se re-fiere a
todos los elementos, incluso der propio sistema, que inciden en
su funciá"u-i"r,to f
no solo lo externo. Por ejemplo, si 'consideramoi el bebé humano, tanto
su propia
constitución física como sus rasgos temperamentales o la clase social
cle sn fa-iliu
serían elementos del ambiente. -
siguiendo con el ejemplo_ del aprendizaje del lenguaje, concebir al aprendiz
. del
mismo como un sistema diniímico-ayuda a iesaltu. .J-fon"ntes vitales
hel p.o.eso
y de su explicación, más allá de la visión innatista qrré ,u"r"*os en el capíiulo
11.
Concretamente, supondría consider ar el cambio contiiuo del sist,ema,
las influencias
amDlenta'tes y un aspecto crucial del proceso: la influencia
de estados anteriores del
@ Edic¡ones Paraninfo
69
PAH]E I INTRODUCCION
propio sistema sobre la dinámica actual del mismo. Esta propiedad- explica mucha
ie ü evidencia interesante relativa a diversos aspectos del desarrollo humano. Por
eiemplo, según la teoría de sistemas dinámicos, pira poder explicar por qué un bebé
u i.,dut hay que entenderlo como un sistema dinámico, es decir, un sistema
"*pi"ru
q"á ti""a" u ptodutliestructuras y condrrctas cada vez más complejas..Dentro.de
e.ste sistema, para entender los inicios de la marcha sería necesario considerar
todos
los comoonentes dcl ambiente (las oportunidades de moverse que tenga el bebé,
pcro también su peso corporal, su fueiza muscular, cl control motor que vaya adqui-
iicndo, la maduiación cérebral de las áreas motrices, etc.) y relacionar los estados
anteriores dcl sistema con la aparición de las nuevas conductas. No nos vamos a
detener más en este punto, pero a lo largo dc los capítulos siguicntes ire-mos viendo
algunos ejemplos en el desárrollo cogniiivo, lin¡;üístico, social y emocional. Uno de
cliós ticné qu'" u". con un importantc fenómcno que ya Piaget señaló: el desarrollo
del concepto dc objeto. La TSD ha aportado, como vL-remos, una visitin muy distinta
de dicho fenómeno.
La última propiedad de los sistemas dinámicos a la que nos referiremos se rela-
ciona con su tbndtncia a evolucionar hacia alguna forma de equilibrio: los llamados
estados atrsctorcs. Por ejemplo, sc podría pensar quc e'l nivcl "adulto" de conoci-
micnto gramatical es un cstado atractor o estable del sistema de aprendizaie dcl len-
guafe, aigo como un hib importante hacia el quc se orienta modo no intencional,
-de
á"rá" luégr>- el sistcma. El concepto de atractor cstá mucho más opcrativizado.y
ejemplificádo cn los sistemas matemáticos puros. Es necesario subrayar quc su apli-
cación a otros sistcmas dinámicos nafuralcs, entrc ellos al desarrollo humano, es más
mctafórico. Pero la psicología es una ciencia y por ello tambión se sirve dc los mode-
lcls matemáticos para su a;ance tcórico. De hecho, en los últimos años cs cada vez
más frecuentc eniontrar modelos psicoltigicos quc se expresan en modelos compy-
tacionales y simulaciones con base matemática, iomo veremos más adelante al rcfe-
rirnos al concxionismo.
Sintctizando lo expuesto hasta aqui las características dcfinitorias dc los sistemas
dinámicos son: la intórconectividad cntre los componentcs de los mismos, su funcio-
namiento centrado cn la complejidad y variabilidad, la autoorganización como
mecanismo fundamental del cambio y la emergencia de estados nuevos fruto de
dichos procesos de autoorganización (véase Thelen y Smith, 1994, para su aplicación
al desairollo motor temprano). Estas características son solo rclativamente nuevas,
es deciq, las hemos visto ya aflorar en modelos del desarrollo constructivistas, desde
el propio modelo de Piaget. La novedad de la teoría de sistemas dinámicos aplicada
al desárrollo psicológicoradica en aunar en un solo modelo todas estas propiedades,
en postular firmemente el mecanismo de autoorganización como proceso de cambio
y ru intento de formalización en modelos matemáticos que captan la dinámica de
".
ios sistemas. Para entender mejor lo que esto implica, el lector debe recordar las
visiones tradicionales sobre el desarrollo que vimos en el capítulo 1. Teorías como el
conductismo o el procesamiento de la información suponían visio¡res fragmentadas
del ser humano. Por eiemplo, el conductismo solo consideraba la conducta como
objeto de estudio y dejábaiuera muchos elementos fundamentales. Al contrario, el
70 @ Ediciones Paraninfo
ENFOQUES ACTUALES EN PSICOLOGÍA DEL DESARROLLO CAPÍTLOS *
Hay otros aspectos de los modelos dinámicos que son muy intcresantes, a la vez
que los alejan claramcnte dc los modelos cognitivos computacionales. Entrc ellos
destacaríamos el concepto dc represcntación mental que mane-jan. pero quizás es
este un tcma muy especializado que, de momento, no convicne detallar. Al ádentrar-
nos en el dcsarrollo sensoriomotor tcmprano, en el próximo capítulo, tratarcmos este
aspecto de la mano de Thelcn y Smith.
@ Ediciones Paraninfo 71
.PNRT= I INTRODUCCION
que está enormemente influido por la información que proviene de otro ámbito de
rdio, la neurociencia. De hecho, se habla también de neurociencia cognitiva del
"it
desarrollo, un punto de encuentro entre la psicología del desarrollo- y la neurociencia
(véase Rodrigó, 2010). Este punto de encuentro está siendo muy fructífero, no solo
desde el pun[o de vista del volumen de las investigaciones que e-stá generando, sino
desde el punto de vista del avance teórico en la comprensión de la mente humana, y
especialmente de la mente en desarrollo. Comprender en detalle las aportaciones del
neuroconstructivismo requiere estar familiarizados con una scrie de conceptos rela-
tivos al desarrollo cerebrál que no vamos a introducir en este punto (véase capítulo
siguiente). No obstante, daremos una caracterización general de este enfoquc teórico
apoyándonos en los conceptos que sí hemos revisado hasta aquí.
72 @ Ediciones Paraninfo
ENFOQUES ACTUALES EN PSICOLOGÍA DEL DESARROLLO CAPíTULO 3 ü
auditivos. Estas preferencias no son baladíes, pues sirven para orientar la atención
hacia un tipo de estimulación clave para la adaptación del bebé al mundo de los huma-
nos: los sonidos del lenguaje. A su vez, esta oriéntación automática de la atención favo-
i::: y promueve los procesos de percepción y análisis de la señal lingüística que, en
última instancia, conducen al aprendizaje del vocabulario y la gramátiia. Estos,sesgos
son los mismos a los que aludía Karmiloff-smith en su "moáelo. como ," up."!iu,
dichas restricciones iniciales producen una serie de procesos encadenado, o ,,ór-, .ur-
cada" que, en el caso del lenguaje, permiten a un niñb dc 2 a 3 ¿ños comunicarse a un
nivcl básico. Dichos efectos sc observan cn todas las áreas del dcsarrollo v son esne-
cialmente relevantes para explicar los procesos de dcsarrollo alterados (Karmilotf-
Smith, 199tt). De nuevo, tencmos que rcmitir al lector a los siguientes capítulos, en los
que de modo detallado veremos cuáles son estas prcdisposici-otl..r u mccanismos rele-
vantes para cada uno de los dominios. En estc punto solo convicne destacar una idca
ya planteada de forma bastante clara hace años por Karmilol'f-Smith (1998): la idea dc
que las rcshricciones inici¿les rt'levantes para losdistintosdominios llegan ¿ ser(no lo
son dcsde el principio) específicas dc dominio gracias al propio pr..eró dc. desarrollo.
EI propio proccso dc desarrollo y su particulariitmo o tempiralizaci(rn sc constituyen
en factor crucial para explicar por qué el desarrollo ocurre como ocurre hasta llcgár a
un punto de cie.rta estabilidad: cl estado adulto.
O Ediciones Paraninfo 73
PARTE I INTRODUCCIÓN
desde su
los enormes cambios que caracterizan el desarrollo de la mente humana
estado inicial.
Entrada 2
1
1
_.>
o o-
\?,
Entrada 3 ,----\ .-''
--> (s)<
Entrada n
En primer lugar, para entender quó es lo quc cambia de unas etapas a otras.del
dcsarróllo, los ne"uroionstructivistasidoptan una posfura eminentementc cognitiva'
(i' e',
Esto suponc conceptualizar el cambio en términoi de'cambio represcntacional
en las rcp.escntaciclnes mcntalcs). La diferencia frentc a los modelos cognitivos clá-
sicos es que si bicn se enticnde que la conducta se explica mejor si ntls situamos cn el
,'rlu"t .ngnitivo, dicho nivcl está constrcñido (o muy influido) por los niveles de des-
cripción''infcriorcs (cerebral, neuronal...) y superiores (nivel 5o-rpgqal e incluso
,oÉiul¡. Es una idea que parccc bastante abstracta, pero en realidad favorece una
visión más concretu, ri-tát materialista, de la mente humana. En este sentido, sL'Pos-
tula que la mente existe "encarnada" en un cerebro y en un cuerpo, y ambos a Su vez
están insertos en un ambiente físico y social. Lo interesante, a nuestro entendeq' es
que esta multiplicidad de niveles (dé la neurona a la sociedad) se entienden como
necesarios pará aproximarse a un mejor modelo del desarrollo psicológicohumano'
Obviamente, los psicólogos no tienen que reconvertirse en biólogos moleculares o en
sociólogos para bntendJr el desarrollb. Pero, aun tomando como nivel propio de
explicailOn el cognitivo (el relativo al conocimiento y las representaciones subyacen-
tes'), no deben dóatender el hecho de que los seres humanos tienen un cerebro-y
un
.uéipo en desarrollo y viven en interaciión social constante. Ambos.grupos de facto-
,"r, biofíri.os V socitculturales y su interacción, serían factores "formantes" del
@ Ediciones Paraninfo
74
ENFOQUES ACTUALES EN PSICOLOGíA DEL
DESARROLLO CAPITULO 3
@ Ediciones Paraninfo
75
I
PARTE I INTRODUCCION
Referenctas
Fodor, J. Í986), IÁ modularidad tle Ia mente. Karmiloff-Smith, A. (2009), "Nativism ver-
Madrid: Morata. sus Neuroconstructivism: Rethinking
the Study of Developmental Disorders",
García-Madruga, l. (7991), Desarrollo y conoci- Dcur'lopmortul Psycholryy. 45( | ), 56-r'3.
micnto. Madrid: Siglo )ü1.
Loredo, l. C. (2016), "Los constructivismos",
Gutiórrez, F. (2005), Teortus del Dcsarrollo Cog- en E.Lafuente, J.C. Loredo, J. Castro,
r¡lflao. Madrid: McGraw-Hill. yN.I'izarroso, Historia dc la Psicoktgía.
Madrid:UNED.
KarmiloÉf-Smith, A. (1992), Mtís alhí de la
modularidad. Mad rid: Alianza. Rodrigo, M. J. (2010), "Where Dcvelopmcn-
tal Psychology and Ncuroscicnce Mect: A
KarmiloÉf, K. y KarmiloÉf-Smith, A. (2005), Threatcning of a Fclicitous Encountcr?",
Hacia cl lenguaje. Madrid: Edicioncs Irtfarriu lt Alrtndizuit, I3 (l ), 25-21t.
Morata.
Van (lecrt, I'. (2003), "Dynamic System
KarmiloÉf-Smith, A. (1998), "Dcvelopment Approachcs to Modcling of Develop-
itself is kcy to understanding develop- mcntal Proccsscs", en Valsiner y Con-
mcntal disorders", 'l-rcnds in Co;¡rrilitrc nolly (cds.), HanLllttnk of Daztclopmcnlal
Sc i cttc cs, 2(1 ), 757 -167 . P sr¡ chology. Lond rcs: SAGE.
76 O Ediciones Paraninfo
Panr= ll
D¡snnRoLLo IRENATAL,
Er o¡sARRoLLo PRENATAL
Y EL RECIEN NACIDO
EI período prc'natal constituye la primera partc del proccso de desarrollo biológico. Desde
la conccpción hasta el nacimiento dcl bebé se producen multitud de cambios quc interac-
tuan t'nhe sí y constituyen la base sobrc la que se cdificará el desarrolkr posterior. Es
importante conocer algunos detallcs de estos pn)cesos dc cambio y de los factores que
intervicnen en ellos para comprendcr el curso dcl desarrollo normal o lpicg pcro también
los casos de desarrollos alterados. Este capíhrlo comienza con una descripciiin de las dis-
tint¿s fascs del pt'rúdo prenatal. A ctlntinüación, st' rcvisarán un conjunlo de datos y con-
ceptos re-lativos al desarrolkr del cercbro y se abordará la cue.stión sobre cuálcs son las
capacidades y actividades del rccién nacido. Se enfatizará la idea dc que los procesos bio-
lógictts, e,spe'áalmentc los relacionados con cl desarrolkr cerebral y lnr'p..',ceJus psicológi-
cos se influyen mutuamente. Fruto de esta interacción surge la posibilidad de intervcñir
positivamente en el dcsarrollo dcsde la práctica educativa y la estimulacitin temprana.
célula simple denominada cigoto. Durante las horas que siguen a la penetración
del espermatozoide en el óvulo, el material genético de ambas células qu€,.recor-
demoi, tienen cada una la mitad de los cromosomas que el resto de las células del
cuerpo, se combina. De este modo se forma una célula con 46 pares de cromosomas
que iontienen toda la información genética para dar lugar a un nuevo ser, es decir,
el genotipo. Puesto que los cromosomas del padre y la madre biológicos se combi-
nu.t d" forma urutoiu,la combinación resultante, cl cigoto, constituye el origen de
un ser con material genético único. Solo en el caso de hermanos gemelos idénticos
o univitelinos, que proceden de la división del cigoto, encontramos individuos con
la misma dotación genética o genotipo. Aun asi su ft:notipo, es dccir, las caractcrís-
ticas observables (fi.sicas o de iomportamicnto) no son idénticas. Todos tencmos la
experiencia de conocer a ¡;emelos idénticos, que pueden ser incluso físicamente
indistinguibles para personas no ccrcanas, pcro que con cl tiempo desarrollan ras-
gos, sobre bdo dc personalidad, diferentes, lo gue también les hace ser scres úni-
cos, aunque más parecidos entrc sí que hermanos gemclos bivitclinos (no idénticos
genéticamentc) o simplementc hermanos no ¡;emeltts. La figura 4.1. muestra un
éjemplo cl síndrome dc Angelman- cn cl que se poncn de manifiesto las relacio-
nes cnlrc un genol.ipo altcrado (i. e., I¿ disomí¿ parcntal) y las consccuencias que
ticnen para el desarrollo fetal (i. e., delección cromosómica; cs decir, se elimina una
parte de un cromosoma en la desccndencia de padres con disomía), lo que da lugar
a una mutación genética que sc manifiesta cn rasgos concretos (i. r'., fenotipo) como
la disminución del tamaño craneal, la prescncia de epilcpsia, la falta de'pigmenta-
citln suficiente en la oicl v menor Deso al nacer.
UBE3A + MUTACIONES
/\
/\
,/\
Genotipio
I I
Fenotipo Microcefalia
Epilepsia
Hipopigmentación
Menor peso
Figura 4.1. Relaciones entre el genotipo y el fenotipo: el caso del Síndrome de Angelman.
80 O Ediciones Paraninfo
EL DESARROLLO PRENATAL Y EL RECIEN NACIDO CAPÍ1U{-O 4
!1 glupu inicial del período prenatal se caracteriza por ser una fase de rápida
multiplicación y diferenciación celular. El cigoto se divide primero en dos células,
luego en cuatro y así de modo continuo hastá llegar a 16 células aproximadamente.
En ese momento constituye una formación similar a una moia
mórula- que pasa por la trompa de Falopio y se desplaza hasta fijarse-denominada
a la pared del
útero materno, donde queda implantada. En este momcnto el centro de dicha masa
de células o mórula se hunde por el centro y se forma una esfera hueca: la blástula.
Las células que la forman se separan en dos grupos distintos. Las exteriores forma-
rán la placenta y las intcriores comienzan a diferenciarse y se organizan o sitúan en
tres capas distintas: el ectodermo, el endodermo y el mcr,idermol Esla nut'va forma-
ción se denomina gástrula. A partir de las células de las trcs capas de la gástrula sc
irán formando distintos órganos y miembros del futuro embrién. Es decir, la etapa
ge'rminal quc comienza con la fecundación termina con la formación de la gástrula
que ya contiene células diferenciadas en trcs capas. Comienza entonces la seeunda
etapa del desarrollo prenatal.
Esta segunda etapa comienza tras la implantación dcl nuevo organismo, ahora deno-
minado embrión. Distintos cambios hormonales en cl cuerpo áe la mujcr permiten
crear un cntorno en el que se garantizan la alimentacitin y el crecimienio del nucvcr
ser durantelos siguientes meses. En este pcríodo sc producen procesos de diferen-
ciación celular en las tres capas dc Ia gástrula cncaminados a-la formación de los
principales órganos del cuerpo. Asi a partir del cctodermo se forma la picl, los pul-
moncs y el sistema nervioso; Ias células del endodermo se encargan de la formacitln
de las,glándulas y órganos internos, como el cstómago e intesfinos; y a partir dcl
mesodermo se constifuye-n los huesos, los músculos y tendoncs, las células sanguí-
ncas y órganos como el corazón.
Se trata de una etapa especialmente crítica en el cmbar azo, ya que cl embrión es
muy vulnt'rable ¿ las influencias del ambientc prenatal. Distintos lipos de factorcs
externos, como la influencia de- virus, sustancias tóxicas como radiaciones, ciertas
drogas, medicamentos, o incluso de'carencias en la alimentación matcma pueden
producir importantes alteraciones en el desarrollo y crecimiento del cmbrión. Un
c¡so especialmente ilustrativo se produjo en los años 70 y se conoce como la tragedia
de la talidomida. Durante esos años algunas mujeres tomaron ese medicamento
durante las primeras semanas de cmbaralo para combatir algunas molestias típicas
de ese período. Los niños nacidos de estas madres presentáron distintos tipós de
malformaciones, como ausencia de brazos o piernas, distintos déficiLs r"nroiial", y
otras alteraciones en órganos internos. El grádo y lugar de afectación de los reciéí
nacidos dependió del momento en que el medicamento atravesó la placenta y afectó
al desarrollo embrionario. La mismá dosis de talidomida en distintós momeítos del
desarrollo inicial produjo diferentes malformaciones, lo que indica la importancia
del estado del organismo en desarrollo sobre su evolución posterior. Este caso ilustra
@ Ediciones Paraninfo 81
pnnrÉ*t DESARRoLto PRENATAL, RrctÉN NACIDo Y PRIMER RÑo oE vloR
Esta etaoa abarca dcsde la novL-na semana hasta el nacimiento, cn tomo a la scmana 38.
Se trata de una fascmuy importantc del desarrollo prenatal cn Ia que'se cxperime-nta
un aumento de pcso del fcto y longitud muy drástico. Los cambios no son solo cuan-
titativos, sino que tambión afectan a la organización de órganos y divcrsas estructu-
ras que 'uan coñformando el cuerpo dcl futuro bebé. Si el feto nacicra entrc las 24 y
2fJ sémanas (alrededor de los 5-6 meses de embarazo) cn la actualidad y en ciertas
condiciones (en unidades neonatales de hospitales modernos) podría sobrevivil,
aunque con altas probabilidades de presentar secuelas que afectarían al desarrollo
postérior. Se trata de los grandes prematuros, muchos de ellos afectados de parálisis
cerebral, diversos problemas de visión o audición y otro tipo de síntomas con g,ran-
des repercusiones en la vida de los niños y sus familias. A partir de la seman a 29 el
feto yá puede sobrevivir por sí mismo. No obstante, la calidad de vida mejora a
medída que el nacimiento se aproxima a la semana 38-40. Entonces se dice que el
bebé es nacido a término. También se pueden producir complicaciones relacionadas
con el proceso de parto o perinatales que en alg,rt os catoj (po. ejemplo, distintos
grados-de anoxia áe parto, una falta de oxígeno) pueden dar lugar a lesiones en el
sistema nervioso u otros órganos del cuerpo.
82 O Ediciones Paraninfo
EL DESARROLLO PRENATAL Y EL RECIEN NACIDO CAPíTULO 4
@ Ediciones Paraninfo 88
pAfiTE tt DESARRoLLo PRENATAL, RECTEN NACIDo Y PRIMER RÑo or v¡R
u O Edic¡ones Paraninfo
EL DESARROLLO PRENATAL Y EL FECIEN NACIDO CAPÍIULO 4
O Ediciones Paraninfo
85
PAftTE II DESARROLLO PRENATAL, RECIÉN NACIDO Y PRIMER AÑO DE VIDA
sueño de uno y otro tipo cambia con la edad. Mientras que un,feto de 25 semanas
casi solo tiene iases de sueño activo, el recién nacido distribuye la mitad del tiempo
de sueño en activo y la otra mitad en tranquilo. A los tres meses el tiempo de sueño
tranquilo dobla al áe sueño activo y, comó acabamos de mencionar, en el adulto el
sueRt tranquilo representa el80'/,, del sueño total. Por tanto, a lo largo del desarrollo
se produce una disminución progresiva del sueño activo. Este predominio en las
fases tempranas ha llevado a pensar que el sueño activo cumple alguna función en
el desarrollo cerebral. Aunque no podemos saber si los bebés sueñan, sí parece que
durante el sucño activo se réalizan conexiones neuronales y en los últimos años se ha
relacionado el sueño activo con la consolidación de los aprendizajes. De ahí la impor-
tancia dcl sueño durantc el desarrollo.
É3
&2
Figura 4.4. Las horas de sueño activo (REM) representan la mitad
de las horas de sueño de un recién nacido y van sufriendo
un continuo descenso a lo largo del ciclo vital.
86 @ Ediciones Paraninfo
EL DESARROLLO PRENATAL Y EL RECIEN NACIDO CAPíTULO 4
@ Ediciones Paraninfo
87
r*Nüg II DESARBOLLO PRENATAT, NTCIÉN NACIDO Y PRIMER RÑO OT VION
Prensión Contacto con la oalma de la Cierra la mano o los dedos del pie
mano o del oie con prensión del objeto, si es
posible. Desaparece hacia los 3-4
meses.
88 O Ediciones Paraninfo
EL DESARROLLO PRENATAL Y EL RECIEN NACIDO CAPÍTULO 4
Los reflejos que posee el bebé cambian a lo largo del desarrollo (véase cuadro 4.1
para una descripción de algunos de ellos). Unos, iomo el respiratorio o el parpadeo,
permanecen a lo largo de toda la vida. Otros, los que más han interesado a los psicO-
logos evolutivos, se pierden unos meses despuSs del nacimiento v se vuelven a
aprender más tarde de forma voluntaria. Por elbmplo, el reflejo de la áarcha desapa-
rece a los tres o cuatro meses y el niño aprende a ándar de forma voluntaria haciá el
año de vida. El reflejo de natación se pieide a los seis meses y el niño aprende a nadar
años más tarde de modo voluntario. Hay otro grupo de reflójos q,te,on aquellos que
se manifiestan en el n3cjmi.enlo y de.saparecen-a lbs pu.,rr *"r"i sin volvLr u upu'r"-
cer nunca más. El reflcjo dc Babinsky, el reflejo de Moro o el de prensión plintar
forman parte dc estc grupo.
El de succión es uno de los reflejos vitalcs de.l recién nacido. Gracias a esta cgn-
ducta automática, cl bebé pucde alimcntarse, succionando el pe-z(rn de Ia madrc o la
tctina del biberón. Los bcbés se convierten cn unos mcses e.n expertos succionadores
y son.capaccs dc adaptarsc a los diferentes tipos de objctos qu'e quiere.n chupar. La
succi(rn también se convierte en una conducta para la'cxploiacion de los obietos y
sus propiedades. Como veremos cn el siguienie. capítulo, Piage.t prcstti .,no g.ní
ate-ncitln a csta conducta voluntaria pucsto que sc tiata de la primera acción ióm-
p.leja quc el bebé puedc adaptar a las variacioncs que prcsentan los objebs. La pren-
sión,.quc en un principio-tambic<n sc manifiesta como una respuesta ieflcja cuanclo
un Objcto presiona la palma de la mano dcl bebé, sc conviertc en una conducta
voluntaria y ac-laptada a las caractcrísticas de.l objeto que sc quicre agarrar. Com<r
vcremos más adelantc, el csqucma de prensirin dcl bebé cambia cuandó cogc distin-
tos objctos (una pelota o^un biberón). sc¡;ún al¡;unas tcorías, como la de iiiaget, la
transformación de los reflcjos en conducfas voluntarias, controladas y adaptiias a
los.objctos cxternos permite comenzar a explorar el mundo. A partir ác estás explo-
raclones se construyL-n esquemas de acción y de pcnsamiento cada vez más
complcjos.
En el cuadro si¡;uiente y tras él sc ofre'ce información básica sobre la cvaluación
del estado de los recién nacidos.
i B*t llaF,Ll
I ll6rr i!!gn El recién nacido a término es examinado por los neonatólogos tras el
fs& ",",.,,
alrmr€fffii
nacimiento. Es importante evaluar el estado del neonato y, en su
caso, dejarlo con la madre o trasladarlo a una Unidad de Neonatolo_
gía cuando se detecte algún problema. Más adelante el bebé ha de
ser examinado por el pediatra. La Escala Brazelton (Neonatal Beha_
viour Assessment Scales) constituye una herramienta muy completa
para la evaluación neuroconductual del bebé recién nacido v hasta
los 2 meses de vida
O Ed¡ciones Paran¡nfo
89
trAF{TE II DESARROLLO PRENATAL, RECIEN NACIDO Y PRIMER AÑO DE VIDA
Estas escalas incluyen ítems para valorar el estado de conciencia del bebé, sus capaci-
dades muy tempranas para la interacción social, el estado de su sistema motor, asÍ
como los movimientos reflejos. Las Escalas Brazelton son por tanto una herramienta
para la atención pediátrica y psicológica en el periodo neonatal. En el caso de los padres
de neonatos de riesgo o con patología presente o probable, el profesional debe valorar
a las oocas horas tras el nacimiento.
Figura 4.5. Los recién nacidos sonríen de forma refleja mientras que al cabo de dos o tres
meses sonríen de forma voluntaria oara establecer contacto v relacionarse con los demás.
90 O Ediciones Paraninfo
EL DESARROLLO PRENATAL Y EL RECIEN NACIDO CAPÍIUIO 4
O Ediciones Paran¡nfo
91
PnnTE II DESARRoLLo PRENATAL, RECIEN NACIDo Y PRIMER RÑo oT vIoR
92 O Ediciones Paran¡nfo
EL DESARROLLO PRENATAL Y EL RECIEN NACIDO CAPÍTULO 4
con los niños. Estas pautas son culturales y suelen adoptarse ,,sin querer,,. Además,
el propio temperamentg,.gu" no es igual"en_ tod.s Ios hi¡os, también hu." qr* ñ
padres se adapten a los hijos y los traien de forma diferente. Por ejemplo, si in hijo
es muy cariños.o y expresa
{ecto positivo mientras que otro -".o, lxpresivo, lós
padres probablemente también variarán su expresién. Si un"rhijo tiene más proble-
mas para controlar las emociones negativas que otros, los padrés serán más oacien-
tes con é1, menos exigentes o más críticos, en función de lás habilidades de crianza
que tengan desarrolladas. Estas formas diferentes de tratar a los niños tienen un gran
impacto cn su forma dc se¡, en su personalidad y, por eso, aunque compartan aspec-
tos esenciales como valores o clase social, hay muchas otras que difieien. Este ion_
junto dc difcrencias sc ha denom inado cxpcrichcias no compnrtiias y ayudan a explicar
las difercncias dc personalidad entre los hermanos.
Una de las teorías que más ha conhibuido a explicar c(rmo se rclacionan la hercncia
y el ambientc en cl desarrollo dc los rasgos es la.q,,n,tflca Llt' la cr¡nclucta. Dcsde cste cnfo-
que sc sostien_c que' la hcrencia gcnética influye cn los entomos en los quc el sujeto sc
dcsenvuelve. Veamos ctimo. En primer lugaa la carga genética cle los pad.es que los
hijos heredan influye en cómo stjn estos. Vólviendo Xl té-u dcl temperamento, pode-
mos imaginar que unos padres muy cxtrovertidos y quc buscan la'novcclad püede.n
trasladar parte de ese temperamento a sus hijos. Aáemás, si su entorno está en parte-
organizado en funcitin dc estos rasgos temp-cramcntales dc los padres, Ios niños vivi-
rán en una casa donde hay contacto social'frecuentc con otras personas y se rcalizan
actividades nucvas. Podcmo.s pensar en una familia cn la que, pbr e¡..mpb, a mcnudo
hay invitados en casa, se realizan viajcs a siLios más n
-".b, "*óti.,r, o sL- va de vaca-
ciones con otras.pcrsonas. Asi el entorno rcsponde a los rasgos de temperamcnto dc
los padres y los hijos rcciben esta herencia bien de forma g";ófi.u o bien a través del
ambicnte en cl qu_c vivcn. Los hijos puedcn heredar o incoi?orar a través del cntomo
la cxtroversión y la búsqueda de novedad. Este tipo de interacción entre el entorng y
la genótica se denomina correlación pasian
,qenotipo- amhiente.
En segundo lugar, los rasgos tcmpcramcntales influyen en las reacciones de los
.
demás. Por ejemplo, si un bebé es iriitable, duerme poco, llora mucho y le cucsta
calmarsc provocará más cmociones- negativas en sus cuidadores qrr" ,rr-r bcbé son-
riente,, tranquilo
.y q,re duerma ocho horas seguidas. Esta disposición tempera-
mental provocará una reacción en los demás que tendrá un efeito de vuelta en el
bebé- La r.e3cc.ió1 negativa que la irritabilidad p.ouoca tn el adulto puede dificul-
tar el establecimiento dc una relación afectiva coordinada v satisfacioria v provo-
car una menor frecuencia y duración de las interaccioner au.u a cara. E.stos dos
re^sultados pueden
-influir en una menor calidad del vínculo de apego y en la
adquisición de los hitos p-relingüísticos. De hecho, el temperamento irri[able se
considera hoy_un factor.de rieigo para el desarrollo, miütras que el tempera-
mento tranquilo se considera un factor protector del desarrollo. Ésta interacción
entre la predisposición del bebé o del niño y el ambiente se denomina correlación
proa o cador a genotipo-amb iente.
En último luga¡, Ias personas escogen de forma activa ros entornos que más se
-
adecuan a sus predisposiciones. Por ejemplo, el niño de temperam"nto sociable
O Ediciones Paraninfo
93
FART€ If DESAFROLLO PRENATAL, RECIEN NACIDO Y PFIMER AÑO DE VIDA
buscará entornos o actividades que le permitan estar en contacto con otras personas
y el niño introvertido desarrollará aficiones más solitarias. Asi genotipos dlferentes
llevan a las personas a escoger ambientes diferentes que, a su u"7, tendrán un efecto
en cómo se desarrollan sus pautas de conducta, cognitivas y emocionales. Esta inte-
racción se denomina correlación actiua genotipo-ambiente.
A partir de este mapa sobre cómo se relaciona la herencia genética con el entorno,
se puede establecer un recorrido evolutivo que puede ayudar a entender las diferen-
cias entre hermanos. Durante los primeros años de vida-las conelaciones pasivas son
muy importantes. La herencia genética del temperamento y los rasgtts de los padres,
quc se expresan a través de su personalidad y su forma dc vivir, influyen de forma
determinante en cl desarrollo. Dado que la autonomía del niño cs muy escasa, la
mayor influencia vicne por cstas correllciones pasivas. Las diferencias entre herma-
nos en esta etapa dc la vida se deben a sus difcrencias tcmperamentales y a las expe-
riencias no compartidas. Ambas tendrán efcctos en cascada, pcro los-padrcs y el
cntorno que generan son la principal influencia en el dcsarrollo dc los niños cn estas
primeras cdades. Más adelante, cuando los niños Ílanan autonomía van escogicndo
de forma activa los ambientes que mejor se ajustan a sus incipientes rasgos de perso-
nalidad. A partir de cste momento empicza en la ctapa de primaria- y
-que activas
durante el resto de la vida, las correlacioncs tienen una cnorme imoortanciá
en el dcsarrollo del suieto. En función de los ambicntes que escoja y de las repercu-
siones quc ello tenga se irá formando su personalidad. A partir dc cste momcjnto es
cuando empiezan a notarsc de forma más clara las dife.rencias entrc hermanos. I'or
eie'mplo, el niño más introvertido elcgirá actividades en las que se rc.lacione con
menos personas. Puede aficionarse a la lccfura, al ajedrez o a la pintura. Estas activi-
dadcs y las rclaciones que cre'c tendrán un efecto cn su forma de ser. Al contrario, el
niño más sociable pue'de que se aficionc al balonccsto o quc forme partc dc un grupo
de'teatro. Igualmente', estas actividade's y las relaciones quc cstablezca con otras pór-
sonas irán moldeando su forma dc- ser. Las correlacioncs provocadoras tienen un
efecto constante a lo largo del desarrollo, es deciri no hay épocas c-n las que influyan
más que en otras. Las reacciones que los rasgos del sujeto provocan en los de.más
cstán siempre presentes.
Los estudios que han comparado hasta qué punto hermanos y gemclos idénticos
se parecen en personalidad e inteligencia a lo largo del desarrollo encuentran una
pauta que se ajusta a este mapa que acabamos de explicar. Los hermanos se pareccn
más entre sí cuando son pequeños y a medida que van creciendo aumentan las dife-
rencias. Aunque las similitudes son mayores entre gemelos idénticos que entre her-
manos, estudios recientes han mostrado que esa supuesta igualdad dé los gemelos
idénticos, basada en la idea de que comparten todo el material genético, en iealidad
no es tal. Es deciq, existen muchas más diferencias entre gemelos idénticos de las que
siempre se ha pensado, porque, aunque compartan el mismo material genético, tam-
bién hay experiencias no compartidas que afectan a cada uno de manéra distinta. A
partir de estas experiencias no compartidas se generan diferencias que van creando
efectos en cascada. Como ya hemos visto, las condiciones durante el embarazo pue-
den afectar a cada gemelo de forma distinta y marcar diferencias desde el inicio áe la
94 O Ediciones Paraninfo
EL DESARROLLO PRENATAL Y EL RECIÉN NACIDO CAPíTULO 4
vida. Por ejemplo, puede que el estrés de la madre o una carencia en la alimentación
afecte de forma distinta a cada gemelo y_ que nazcan con distinto peso. A partir de
uhi lu reacción de los padrespuéde ret áistinta e ir generando todas esas dxperien-
cias no compartidas que dan lugar a. las diferencias. únu ,re, más, desde la epigené-
tica se pueden explicar hoy muchos fenómenos del desarrollo humar1'o."Ert"
mecanismo proporciona una visión mucho más dinámica de la interacción entre el
cntorno y la herencia genética. A continuación entramos un poco más en los detalles
del mecanismo y en su relación con el desarrollo y la..ducaiión.
En 2003 se publicti la sccuencja de ADN del homo sapiens dentro del Provecto Genoma
Humano. Dc forma abiertamente exagcrada la prensa publicó que ya.se habían des-
v-c'lado "los planos de la vida humana'.
¿por qué se traia de una m.t¿fora engañgsa?
Hoy s,abemos que cl gcnoma o información que contienen los crgmosgma¡i
dccir; la información hercdable- no consiste en un texto estático que se transmite-cq dc
una fleneración a la si¡;uicnte. se trata, por cl contrario, dc una compleja maquinaria
bioquímica que'consta de gcnes codiiicadores de prote.ínas que'luégo HJncn su
expresitin en el fenotipo (un 2 % del ADN total dc c¿rda célula humana) y el resto que
se cncuentra "oculto" en otras zonas de los cromosomas. Esta otra partc de la infbr-
mación oculta es una
¡egión no codificadora del ADN, es deci4 qr" r.. encuentra
fuera de la secuencia dc nucleótidof qye constituycn lo.s gencs. pucs bicn, es justa-
lenlc esta parte dcl material gcnético la que cxplicaría li-aparicitln de. enfe.rÁeda-
des.familiares quc aparecen dc modo imprcdecible e.n algunos miembros cle las
familias ejemplo, algunos casos de cánccr-, intervenJría c-n el de-sarrollo y cn
el proccso -qot
de enveie'cimicnto y en la manifestación de enfermcdades me.ntales'gra-
vcs como la esquizofrenia o el trastorno bipolar. Aunque aún se desconoceilos
mecanismos de interaccitin entre dicha información y lcls demás componcntes del
genoma, lo que sí sabcmos es que operan a travc<s de ios llamados pru...,,, cpivncti-
cos. Como vimos en el capífu.Io 1, la cpigcnética es un nuevo tipo de he-rencia.1r"
r"
está empezando a comprender me-jclr en los últimos años. Gracias a cstos estüdios
hoy sabemos.que el estrés, algunas sustancias de la dieta y, en definitiva, diferentes
variables ambientales son capaces de influir en el fenotipo. Se trata de un tipo de
herencia que no opera mediánte la transmisión de genes'procedentes del material
genético de los progenitores, sino mediante un conjunto dé señales que intervienen
en la regulación y expresión de genes que se silenciados tn el núcleo de
las células. De este modo se explican datos que ".rc,r"itrun
desde una concepción clásica de la
genética no tenían fácil acomodo. Por ejempló, el hecho de que enfermedades como
la esquizofrenia o la diabetes infantil solo ie manifestaran rr.,o de los miembros
de algunas parejas de gemelos idénticos. Los primeros estudios "n sobre epigenética se
han realizado con animales, pero son muy reveladores acerca del funciónamiento
del propio mecanismo. Entre ios más llamátivos se encuentran los estudios sobre los
O Ediciones Paraninfo
95
.PAFITE
II DESARBOLLO PRENATAL, BECIEN NACIDO Y PRIMER AÑO DE VIDA
efectos de la tasa de lamidos de la madre sobre las crías realizados con ratas (Cham-
pagne, 2008). Estos trabajos han puesto de manifiesto que la tasa de lamidos de la
madre en los cachorros afecta las respuestas conductuales y endocrinas al estrés de
la descendencia. Se trata de estudio.s de laboratorio en los que se crean entornos
absolutamente iguales y permiten determinar con seguridad la causa de las diferen-
cias observadas. Así pues, se concluye que las conductas de cuidado de la madre
determinan el fenotipo de los hijos y, más aún, que diferentes condiciones de cui-
dado siemore dcntro de la normalidad pueden alterar dc forma dramática el desa-
rrollo fenoiípico de la rata de forma pcisistente a lo largo de la vida adulta. Otros
estudios han mostrado también quc las alteraciones epi¡;enéticas llegan a afectar a la
metilaci(rn de ciertas partes dcl ADN (Zhang,y Meaney, 2010). Sin entrar en los deta-
lles de este proceso complcjo biológico, lo que estos estudios muestran es que los
factorcs ambicntalcs afcctan no solo a los procesos neuronale's de formación dc
sinapsis y a la configuración cerebral, sino a los procesos de algunas zonas del ADN.
Estos cambios implican altcraciones en la transcripcirin de los gcnes deci1, en e'l
gcnoma de forma que la epigenética podría ser el mecanismo de -es plasticidad que
afecta a la dotación genética.
Estudios realizados con seres humanos han cmpezado a intentar aplicar estos
principios y sugieren que pucdcn darsc modificaciohes epigenéticas cn respuesta a
variaciones en la interacci<in cntre padres e hijos. Por ejemplo, sc han comparado
extractos dc ADN de personas que muriert)n p()r suicidio y tltras que murit'rr)n por
accidcntc. En las pL-rsonas que murieron por suicidio sc observaron las mismas
transformaciones de la metilacitin del ADN que las de'tectadas en las ratas, pero solo
si el suicidio iba .rcomoañaclo dc malos tralos durante la infancia. Aunquc estos es[u-
dios son correlacionales y se Iimitan ¿ personas mut'rtas, ltrs result¿dos srln "consis-
tentes con la hipótesis de que Ias variaciones en el cuidado parental puedcn modificar
cl estado epigenético de partes seleccionadas del gcnoma humano" (ibídcm, p. a57).
Las cucstiones sobre cómo las variables sociales pucden afectar a la dotación
genética se recoflc cn lo quc actualmente se denomina "cpigcnética social" (Kca-
ting, 2016). Estos investigadores ponen especial énfasis cn los efectos que variables
sociales, como la adversidad y el estrés, pueden tener cn momentos tempranos del
desarrollo y en si existe un período sensible para csta actividad epigenética ligada
a cuestiones sociales. Como el lector puede advertir, el tema es de Ia máxima rele-
vancia para nucstra disciplina. Cuando la epigenética cstudia variables físicas, las
cosas parecen más fáciles de medir y de explicar. Por ejemplo, parece más fácil
determinar los efectos del tabaco o de la malnutrición sobre el dcsarrollo. Parece
más fácil incluso llegar a determinar cuánto tabaco es necesario consumir para que
ese consumo tenga efectos en el desarrollo. Sin embargo, es más complicado medir
y explicar las variables sociales. Por ejemplo, es muy difícil determinar cuánto
estrés o cuánto maltrato se puede soportar antes de que afecte al desarrollo. En este
sentido, la epigenética social tiene todavía un largo camino por recorret pero empiezan
a aparecer algunos datos muy interesantes. Por ejemplo, algunos estudios han encon-
trado metilación del ADN en bebés prematuros con temperamento dificil y no en
bebés con el mismo temperamentg pero nacidos a término (Montirosso et á1,2076).
96 O Ediciones Paran¡nfo
EL DESAFROLLO PRENATAL Y EL RECIEN NACIDO CAPÍTULO 4
Más aún, estos mismos estudios observaron que ra metilación fue más pronun-
ciada en los bebés prematuros que necesitaronásistencia en una unidad d^e cuida-
dos intensivos de neonatos durante una temporada. Otros trabajos muestran un
enlace entre Ia metilación de distintas partes áel ADN y factores.sociales como el
estatus socioeconómico, la sensibilidad de los padres hácia las necesidades de los
hijos decir, la aceptación o el rechazo que expresen a los niños- y el maltrato
-cs(Keating,
infantil 2016).
Una última idea interesante quc apuntan estos trabajos es la generalidad del
impacto que se encuentra cn el deiarroilo de la salud a lo lárgo de todo cl ciclo vital.
Asi sc están encontrando cfectos en variablcs tan distintas iómo er peso en el naci-
miento,.cl temperamento en la infancia temprana, los síntomas dc ansic.dad y dcpre-
sión cn la infancia, el ajuste psicosocial en li aclolescencia, Ia percepcitin dc lá própia
salud en la juventud o la sintomatología psiquiátrica en la vida adulta.
. Este tipo de evidencia hacc' que la pre¡¡unta sobre qué tic.ne más influencia sobre
el comportamicnto si ltts ge-nes o el ambieite., dejc. de tener sentido. Según las nuevas
invcstigaciones, la respuesta sería ni una ni otro porque ambos colabóran estrecha-
mcnte y la epigene<tica ayuda a entender po. .1ué. Estos cstudigs también abren la
puerta. a. otclrgar un papel más importante a la educación y cstimulacirin durante
todo el desarrollo, no solo durante los primeros años, urr,q,r" estos son ciertamente
cruc,ialc's por el.impacb quc ticnen sobre el clesarrollo po.sterior. Sin embargo, los
eft'ctos de la t'pigc'nética pareccn afectar a tantos ¿ímbitos clurante toda la rri.iá,'quc
podemos pcnsar quc s€- trata dc un mecanismo a travós del cual Ios factores r.r.iuLr,
Ia adve'rsidad social y más aún si es temprana, se ,,incrustan,, dc fgrma
9n gspecial
biol(rgica metiéndose "bajo la piel" (McEwcn,2012)'. La cpigenética se cstá cenvir-
tie'ndo en el mecanismo que cxplica cómo se producen iuí int"..u^bios cntre el
ambie'nte y la genótica. Si consideramos que las'podas sinápticas son la forma en la
quc el cerebro "escucha" al entomo, podemos pétrru. que lá epigenética cs la forma
en la que los ge-nes "escuchan" al entorno (Kcaiing, 20i6).y se pro.lucc
a Io largo dc toda la vida. "rio"er..,.hu
A continuación abordaremos cl tema de la prevcnción en las situaciones de ricsgo
bioltigico-y sociaf así como un modo de intervcnción temprana durantc las primcüs
fases de desarrollo psicológico humano.
@ Ediciones Paraninfo
97
Énnr= lt DESARRoLLo PRENATAL, RECIEN NACIDo Y PRIMER nÑo or vtoR
Algunos trabajos se han dedicado a establecer las consecuencias que tiene.el naci-
mientó prematuro en diversos ámbitos del desarrollo. En 1o que respecta al desarro-
llo cognitivo, parece que la consecuencia más importante tiene que ver con la
integráción de'información compleja, eI razonamiento lógico y la capacidad para
orientarse en el espacio. En muchos niños prematuros, especialmente en los grandes
prematuros, se observa retraso del lenguaje.
' Desde el punto de vista de la personalidad, los niños prematuros parecen tener
un temperamento más frágil, sobre todo durante el primer año de vida. Esto significa
que tienen más dificultades para adaptarse a los cambios, tienen peor humor, son
más agitados y menos regulares en sus ciclos de actividad y rcposo. Estos_rasgos
tempeiamentalc.s pueden dificultar cl establecimiento dc una relacirin satisfactoria
con los padres. Por otra parte, hay quc señalar que los nacimientos prematuros sue-
len generar estrós y angustia en ambos padres y, especialmente, un sentimiento de
culpa en la madre. Estos factores originan en muchas ocasiones una deprcsión pos-t-
parto et-t la madre lo quc, a su vez, puede dificultar el establecimiento del vínculo
afcctivo. Algunos estudios señalan que durante las prime'ras intcracciones con sus
bebés, estas-madres detectan pcor 1as scñales emitidas por cl bebó prclvt'rcando
menos vocalizacioncs, miradas y sonrisas que las madres de' bebés nacidos a tér-
mino. No obstante, cstas difercncias en las primeras interacciones van disminuyendo
con cl tiempo, dc forma que a los 9 mescs ya no sc encuentran discrcpancias entre las
madres de bc'be<s prematuros y las dc bebés nacidos a tórmino.
Desde el punto de vista del contexto social, los niños prematuros parecen ser más
sensibles a los cambios que se producen en su entomo ejemplo, divorcios,
cambios de cuidadores, nacimiento de hermanos
-Por de residencia-.
o cambios
98 O Ediciones Paraninfo
EL DESARROLLO PRENATAL Y EL RECIÉN NACIDO CAPÍTULO 4
Támbién Parecen tener más dificultades para establecer relaciones con los demás v.
sobre todo, para construir una vjsión pósitiva sobre sí mismos. A pesar de todds
estos problemas, hemos de terminar esta breve visión de los niños brematuros de
forma positiva. Por una parte, estos problemas de relaciones sociales y autoestima ya
no se detectan en la edad adulta. Por otra, algunos de los adultos qúe fueron bebés
prematuros se perciben como personas excepcionalmente fuertei, puesto que, a
pesar de las desventajas con las que nacieron, han conseguido superar las dificulta-
des y lJevar una vida completamente normalizada cn uña sociedad que pone a su
disposición una gran cantidad de recursos para su cuidado y educáción. euizás
habría que plantearse qué consecucncias tien'e el nacimie-nto píematuro en socieda-
dcs que no disponen de tantos recursos para compensar todai estas desventajas.
Rc'specto a otras situaciones de ricsgo, cclmo las condiciones dc vivir en contextos
de pobreza o escasa cstimulacitin culhural, se han estudiado tanto las consecuencias
sobre cl desarrollo cognitivcl (prclblcmas de atr.nción, Ienguaje, fracaso escolar...),
como sobre el desarrollo social y cmocional (agresividad, frustiación y desconfianzá
en las relaciones sociale-s; desarrollo emocional pobre...).
O Ed¡ciones Paraninfo
99
PÁRTE II DESARROLLO PRENATAL, FECIEN NACIDO Y PRIMER AÑO DE VIDA
los niños y que este depende sobre todo de la estimulación muy temprana (0-3 años)?
|ohn Brueq, un destacado especialista estadounidense, dice "no" a todas estas cuestio-
nes, desmintiendo así las creencias sobre los efectos radicales de los primeros años de
vida en el cerebro y el desarrollo de los niños. Concretamente, plantea que la plastici-
dad cerebral, la posibilidad de crear nuevas y más ricas hayectorias de desarrollo no
depende solo de la estimulación en los tres primeros años. La plasticidad es una ven-
tana mucho más amplia. En cualquie, .utn, Bruer nos explica por qué esta creencia
constihrye una amenaza mucho mayor para el desarrollo mental y emocional de nues-
hos bebés que el hecho de no asistir a la Escuela Infantil desde los primeros meses. Los
padres y los maestros pueden desde luego influir con sus actividades o con su trabajo
en la vida de cada niño. Pero esto cs así no solo en los primcros años, sino también
desde la infancia hasta la adolescencia c incluso hasta la madurcz.
Sin embargo, tal y como rccucrda Karmiloff-Smith en uno dc sus últimos habajos
en colaboración con expcrtos cn cl síndrome de Down (Edgin, Clark, Massand y Kar-
miloff- Smith, 2015), la ncurorrchabilitación, en el caso de niños que presenten trastor-
nos del desarrollo (de origen gcnótico conocido, comcl el síndrome de Down o de
Williams, o dc origen desconocido como el autismo, cl trastomo específico del len-
guajc, ctc.), dcbc comenzar en la infancia. La razón cs que las alteraciones prenatales y
postnatales que acompañan este tipo de discapacidades del desarrollo, cspecialmentc
las oue afectan al cerebro. resultan en el funcionamiento de redes ncuronales alteradas
duránte todo el desarrollo. En la mcdida en que se pueda influir positivamente sobre
las Funciones cerebrales o cognitivas de.sde las primeras fases dcl desarrollo, las trayec-
torias quc tomc el mismo conducirán a patrones de conducta menos alterados o graves
quc si no sc intcrviene en los procesos básicos (atcnción, memoria, lenguaje, motiva-
ción...) dcsde e'tapas tcmpranas. Veamos en el cuadro 4.3 un ejemplo del tipo de acti-
vidades de estimulacitin tcmprana que se pueden realizar fácilmente con los recién
nacidos, especialmcnte indicadas para bebés prematuros.
Programa JEBNP
Está enfocado a la intervención sobre los puntos de mayor riesgo
que hay que tener en cuenta en los casos de prematuridad
(menor peso y talla; falta de grasa corporal; piel translúcida; pro-
blemas respiratorios; dificultad en el contacto ocula¡ succión y al
tragar). En el caso de los bebés con bajo peso y prematuros es
muy impodante establecer un vínculo emocional de calidad
madre-hijo. Para ello es importante crear un clima cálido y posi-
tivo entre ambos. Una actividad que propone E. Fodor (1 997) en
Todo un mundo de sensaciones es la siguiente:
Qué se necesita
Cómo hacerlo
Colocar al bebé sobre el pecho dentro de la mochila respetando la posición fetal. Los
objetivos son: que el bebé huela la piel de la madre, sienta el ritmo de la respiración y
esté arropado por el calor del contacto corooral.
Como vemos/ estc tipo de actividades son importantes para compcnsar sifuaciones
de riesgo biológico o social. Aunque la plastiddád y la posibilidad áe mejorar el desa-
rrollo están prescntes toda la vidá, la intervcnción bn lós primcros años posibilita quc
las bases del desarrollo sano se instauren con mayor facilidad.
Referenctas
Corral, A. (2001), "Los fundamentos ncuro- pective", lournal of Child Psychology &
nales del dcsarrollo humano", en A. Co- P sr1 c h i a t ry, 52(4), 356-367 .
rral y l'. Pardo (eds.), Psit.ología Eut¡lutiua,
Vol- I: Inlroducción al [)csarrollt¡. Madrid: Kagan, j. (2003), "Biology, conrext and dc-
UNED. vclopmental incluiry", Atttutual Rn¡iczt, of
Psyt'hology, 54,1-23.
Davis, E., Snidman, N., Wadhwa, I,., Glynn,
L., Dunkel-Schettcr, C. y Sandman, C. Kcating, D. P. (2016), "Transformativc roler
(2004), "Prenatal matcrnal anxicty and of epigenetics in child developmcnt re-
depression predict ncgative bchavioral scarch: Commentary on the special sec-
rcactivity in infancy", tion", Child Dcuektpmcnt, 87, 135-742.
Irrfunct¡, 6, 319-
331. McEwcn, Il. S. (2012), "Brain on strcss: How
Edgin, J., Clark, C., Massand, E. y Karmiloff- the social environment gets under the
sktn" , Proceedings of thc National AcaLlcmr¡
Smith, A. (2015), "l3uilding an adaprive
brain across dcvelopment: targets for of Scicnccs of tha Llnitctl Slatas of America,
neurorchabilitation must begin in in- 109 (Suppl. 2), 17 180- 17185. doi:10.1023 i
pnas.11212541 09.
fancy", Frontiers íil Bchat¡íouiol Ncrnrs-
citttcc, 9, articlc 232. Montirosso, R., Provenzi, L., Fumagalli, M.,
Sirgiovanni, I., Giorda, R., Pozzoli, U. et
Eyscnck, H. l. (1990), "An improvement in á1. (2076), "Serotonin transporter gene
personality development", Current Con- (SLC6A4) mcthylation associates with
tenls: Social and Behaaioral Scicnces, 22 NICU stay and 3-month-old tempera-
('tB),20-27.
ment in preterm infants", Child Deuclop-
Fodor, E. (1997), Todo un mundo de sensacio- ment, 87,38-48.
ncs. Madrid: Pirámide. Thomas, A. y Chess, S. (1977), Temperament
deoebpment. Nueva York: Brumel.
Glove¡, V. (2011), "Annual Research Re-
view: Prenatal stress and the origins of Vasta, R., Haith, M. y Miller, S. (1996), Psíco-
psychopathology: An evolutionary pers- log{a infantil. Barcelona: Ariel.
O Ediciones Paraninfo
101
CAPÍTULO 5
Er o¡sARRoLLo NEURocoGNtTttlo
El primer año dc vida era difícil de cstudiar hasta hace rclativamentc poco tiempo.
El desarrollo físico sí cra_ observable y los pediatras y otros profcsionaics relaciona-
dos con la salud infantil te-nían una'claraidea de óómo sc producía e.l desarrol11¡
típico en el ámbito sensoriomotor. Dcsde cl punto de vista .,rgt-ritiuu, la investigación
tcnía una ardua tarca. Sc enfrcntaba a un bebé no lingüísfió, lo quc hacía cómpli-
cado cl estudio de procesos como la atención y p".cep.ión. No obstánte, el desarróllo
de nuevos mótodos de.cstudio, que no t"q.,iei"tl que los niñcls tan pequeños com-
prendan instrucciones- lingüísticas o rcalicen conduitas motrices muy cómplejas, ha
disparado el númcro dc estudios realizados con bebés desdc el nacim'ientn hurto qr"
estos comienzan a dar sus primeros pasos en torno a los 12-'l5 mescs. En este capítülo
revisaremos la evidencia empírica más rele.vantc en rclación con cl clesarrclllo."r.,.o-
cognitivtl el prime'r año de vida. Empczaremos por el desarrollo físico. A
.durante-
continuación prescntarcmos el dcsarrollo scnsoriomotor según el modelo de Piaget
y abordaremos la cuestión de la nocitin o concepto dc objetó permanente. Estc tema
ha generado mucha investigación y cxplicacioñes altemátiuár contrarias a la esbo-
zada por Piaget.
El crecimiento con respecto al peso y la estatura es el cambio físico más obvio que
caracteriza no solo el primer año de vida, sino toda la niñez. Cambios no tan visibles,
como 1os que se prodrrcen en el cerebro y el sistema nervioso son también muy
importantes durante el primer año de vida.
pARTE tt DESARRoLLo PRENATAT, nrctÉn NACtDo Y PRIMER nÑo ¡r vloR
Los patrones de crecimiento en altura y peso son muy variables durante el primer
año. Las tablas de percentiles que manejan los pediatras y que tan bien entienden los
padres 1o demuestran. Evidentemente hay factores genéticos que influyen en dichos
parámetros, pero también variables epigenéticas, como son la alimentación, la cali-
dad medioambiental, posibles enfermedades que afecten a los bebés, hospitalizacio-
nes tempranas, etc. Dada la relevancia en relación con el desarrollo cognitivo de los
niños, dedicarcmos el siguiente apartado a revisar algunos datos sobre el dcsarrollo
cerebral y motor durante el primer año de vida.
t€l
t'6
tñl I
y mbráciú{l
t6l ne¡.roilfl
tol Mielinización
lzl
tt
c
8 -€42 02 4 6 8 10 6
:9 o
O Meses c Meses Años
o
o
.o
o E
c O
o 6
O z
Figura 5.1. Procesos de cambio cerebral durante el desanollo
(adaptado de Shonkoff, 2000;figura 8.1).
obsta.nte, cicrtas cxperiencias quc sirvcn para activar algunos procesos. Estas expc-
ricncias cumplen un papel "activante" en el desarrollo córebraÍ. Recordemos el ciso
de víctor, e'l niño salvaje dcl Aveyron. Como vimos en cl capítulo 1, cl quc. Víctor ncr
recibicra estimulaci<in lingüística podría explicar que nunca dcsarrollará cl lenguaje.
En este sentido, la experiencia lingüística sci consid-era un "activador" del p..r.é.t,, á"
adquisición de I lt'nguaje.y,.p()r cso, podemos decir quc apren<,lt,r a h¿blar r,,quier,,de
cierta experiencia lingüística previa que, además, dcbe'darse en un momento con-
creto del dcsarrollo. Estos proccsos se denominan
¡rrtrccso s quc rL'quicren LJe la expcrien-
cía (exper.icnce-expcctant). Así pucs, podemos estabiecer dos vías óomplementaiias cle
desarrollo cerebral: una claramcnte ligada a la cxpericncia que va configurando el
cerebro y otra.que_pone en marcha protesos comp[ejos gracia.s a la estimüiación que
el cercbro recibe. Esta segunda vía éstá asociada ion los"denominados períodos sct)si-
&/es del desarrollo, que mencionamos al presentar el caso de Víctor. Los pcríodos
sensibles se consideran momentos cruciales del de-sarrollo, especialmente
fropicios
para la formación de ciertas habilidades mentales. Este términó ha venido á suititrrit
a los denominados períodos críticos. Los datos sobre plasticidad cerebral que hoy
conocemos hacen qyg.."J término "período crítico" yu nb re considere ud".rludo poi-
que aunque una habilidad no se desarrolle en el momento evolutivo ideal, siempre
queda cierto espacio para que se despliegue en otro momento o de otra El
término "sensible" recoge mejor esta_idea que el término "crítico".otro ejemplo, ^u¡".u.que
veremos también, en el que recibir Ia expériencia adecuada es crucial pará qué el
proceso se desarrolle con normalidad es el ligado a los procesos de estaLlecimiento
del vínculo o apego a los padres o figuras de referencia durante los dos primeros
años de vida.
Veamos a continuación la diferencia entre el hemisferio derecho y el hemisferio
izquierdo del cerebro, junto con un caso extremo que muestra la plasticidad durante
los primeros años: el caso de los niños hemisferectomizados.
Figura 5.2. Los emisferios derecho e izquierdo del cerebro procesan distintos tipos de
información.
Hemisferectomía en la infancia
La adqui.sicitln de las habilidades motrices requeridas para la marcha, así como para
la coordinación y utilización de las manos tiene |ugar de modo muv llamativo
durante los primcros meses de vida. Dada su importañcia no solo cn relácitin con el
desarrollo físico, sino co¡;nitivo-lingüístico y socióemocional, dedicarcmos cste apar-
tado a plantear algunas cuestiones relacionadas, sin entrar razones de cipa-
cio- en detalles muy concretos sobre los hitos más importahtes -por en ..1 desarróllo
motor (vóase tabla 5.1).
Los rccién nacidos no pueden controlar voluntariamente su posfura. Sin embargo,
en unas semanas pucden mantener su cabeza erecta y levantaila cuando r"
"r1.uén-
tran boca abajo (ve<ase tabla 5.1). A los 2 mcses putden sentarsc mientras están en las
rodillas o en una sillita para bebés, pcro no pueden sentarse de forma independiente
hasta los 6 o 7 meses. Durante,el primer año de vida aprenderán a mantenerse de pie
y cn torno a los 12-15 meses darán sus primeros paso.s. Como señaló Thelen. la pbs-
tura supone algo mást¡uc mantener cl cuerpo estable y crguido. Tienc que vcr c.rn la
coordinación de distintos-tipos de información sensorial (visual, piopioceptiva,
auditiva) que se va logrando durante el primer año de vida. Una *ur,".u d" aproxi-
marse a esto es intentar andar con los ojos cerrados. En este caso al no disponei de la
información visual qqg-nos permite saber si vamos en la dirección correcta, por cjem-
plo, nos resulta más difícil caminar.
El desarrollo motor se ha considerado, tradicionalmente, un ámbito menos rele-
vante dentrode la psicología del desarrollo. En general, se entendía como un proceso
muy determinado genéticamente y ligado soló a la maduración porque lós hitos
evolutivos más claros suelen darse a las mismas edades en la mavorbarte de los
niños (véase cuadro 5.2). Sin embargo, la interpretación desde la tebría'de sistemas
@ Edicrones Paraninfo
107
FARTE If DESARROLLO PRENATAL, RECIEN NACIDO Y PR MER ANO DE VIDA
18 meses Camina bien y se cae raras veces; Tira pelotas dentro de una caja;
sube a una silla. hace garabatos al darle un lápiz.
> 18 meses Sube y baja escaleras; camina hacia Coloca cuadros u otras oiezas
atrás v corre. en un tablero; hace torres con
blooues.
Los estudios de Thelen y Smith de la década de 1990 mostraron cómo las varia-
bles individuales y la experiencia en el entorno físico inciden de forma determi-
nante en el desarrollo motor. Para estas autoras, el ambiente recordemos que
incluye las variables del sistema completo, las del individuo -que
y las del entorno-
interactúa de forma dinámica entre todos sus niveles Dara terminar oroduciendo
conductas más complejas. El desarrollo motor sería, así, un ejemplo *át d"l frt -
cionamiento de este sistema dinámico v no tanto un proceso determinado por una
pauta genética universal. El ejemplo del gateo sirve para entender la perspectiva
de los sistemas dinámicos y su aplicación al desarroúo motor. La maybr parte de
los bebés gatean hacia los 8 o 9 meses. No obstante, si nos fiiamos bi'en podemos
observar muchas diferencias entre las técnicas que los bebés desarrollan'(algunos
avanzan con una sola pierna y arrastran la otra doblada, otros se balancean-antes
de iniciar el gateo, otros se paran en cada movimiento, etc.), además de que una
parte significativa no gatea nunca. ¿Por qué ocurren estas diferencias? Si füera un
desarrollo tan pautado por genética, e.stas diferencias no deberían aparecer. La
la
per^spcctiva de los sistemas dinámicos sosticne, precisamente, que las váriables del
ambiente son determinantcs incluso en los procesos más básicós, como es el desa-
rrollo mtttor, y condicionan las trayectorias individualt's. El tiempo que el bebó
pueda pasar en el suekr, la actitud del adulto, su masa muscular,'el peso de sus
huesos, el ritmo de maduracicin ccrebral de los centros dc coordinacitln motor; sus
rasgos tcmpcramcntalcs, la presencia dc hermanos... Todos estos elcmentos inte-
ractúan entre sí de forma dinámica y dan lugar a esa forma única de gateo que
produce.un bebé espccífico. La comprensi<in del desarrollo motor desdeista pers-
pectivtl ilustra, como dccíamos, la comprensitln del desarrollo gcneral: se plede
cntender como una pauta con cierta univcrsaliclad, pero tan afeótada por la.s con-
diciones ambicnl¿lt's r¡ut' produce trayectorias individualcs únic¿s. Á través de
cada cxperiencia las variables interactú¿rn dc forma dinámica entre sí y esa interac-
ción ter.mina provocando, en un momento concreto del desarrollo, lá emergencia
de conductas o habilidadcs más complejas.
Quizás el hito más llamativo en t'l'desarrollo motor es la marcha indcpendicnte.
Andar requierc Ia habilidad dc mantcner cl equilibrio mientras se pr.rdui.. el movi-
miento dc las piernas y cl cambio del pcso corporal de un lado á otro. El cambicr
neuronal que controla la alternancia en cl movimiento de las picrnas está prese.nte
dcsde cl nacimicnto, como demuestra el hecho de. que los nihos patalean cuando
cstin boc¿ arriba y tit'nen t'l reflt'jt-r dt'la march¿ desdc el n¿cimicnto hasta furs 2
meses de edad (véase capítulo 4). La clave para andar es "resolvcr" el problema bio-
mccánico quc supone cl coordinar la información sensorial con el iontrol dc lgs
movimicntos voluntarios- Adolph.(200U) plantca la importancia que ticne la cxpe-
riencia en el aprendizaje de la marcha: "Los miles de pasos diarios, cada uno de ellos
diferente dcl anterior debido a las variacioncs del teireno o las constantes limitacio-
ncs biomecánicas del cuerpo, pucden ayudar a los niños a identificar las combinacio-
ne-s rele-vantes de fuerza y equilibrio", rcqueridas a la hora de mejorar sus habilidades
para andar. Por otra parte, el hecho de poder moverse de forma independiente por
el espacio amplía enormemente la experiencia con los objetos y las peisonas, lo que
repercute de forma muy-importante en el desarrollo cognitivo y lingtiistico delbébO
a partir del primer año de vida.
Como decíamos antes, el desarrollo motor es una parcela del desarrollo infantil
que ha sido desdeñada desde la psicología del desarróllo, especialmente desde que
está tan teñida po-.lu psicología cognitiva. No obstante, ya ei propio piaget destácó
la importancia del desarrollo sensoiiomotor durante los áos pii*"tor añós de vida.
A esta teoría dedicaremos el siguiente epígrafe.
Entre los reflejos más conocidos del recién nacido están, como recogimos en el cua-
dro 4.1 del capítulo anterior, el reflejo de prensióry el de la marcha y, iobre todo, el de
succión. Como recordábamos antes, estas conductas refleias re lr-un modificando v
adaptando a lo largo de los primeros meses de vida. La succión es el mecanism'o
básico de supervivencia.del bebé, pero el movimiento de los labios dcbe adaptarse al
objeto específico. Ni todos los pezones ni todas las tetinas de biberón son iguales y,
por eso, el bebé tiene que acomodarse a Ia fuente de alimentaci(rn a lavlz q.r" ín
asimila a .su esquema.reflejo. I.a forma particular en la que el bebé succiona y .O.r-rn
modifica Iaposició¡ dc los labios o la fuerza con la que-chupa cn cada.uro rrrpurr"
una acomodación del esquema reflejo. Alavez,el bcbé va incorporando a su
".qr"-oel
primitivo información sobre los obletos que aprende a succionar, es dccir, asimila
ttbielo a su ('squ('ma. Este intercambio t'ntre ia asimilación y l¿ ¿c(j)msdacitin es ltr
qu-" pe-rmitirá convertirse L'n un expcrto succionador. Asi á partir dc un c-squema
l"
el-bebé aprende sobre los objebs y se adapta a ellos. Estc es el principicr
I"_fl:jn,
básictr dcl aprcndi zaje para Piaget, cl mecanism,, qú.. p".-ite la creaciór, á"
mas cada vez más complcjos y la adaptacitin al cntorno. "rql"-
.El segundo reflejo más importantc en e.l reción nacido es el dc prensión. Estc
reflejo permite, igual que el de succión, conocer los obictos crcando c.squemas cada
vcz más complejos y adaptarse a cllos. A travós de la a.similación y la aóttmodaci(rn,
cl bebé incorpora a su esquema previo informacitin sobre los objelos que toca y, a la
vez, adapta el movimiento de su mano para poder agarrar objetos de áifcrentés for-
mas y tamaños.
I
flARTE lt DESARRoLLo PRENATAL, RECIEN NACIDo Y PRIMER RÑo lr voR
subestadios el bebé logrará pasar del mero ejercicio de los refleios a la conducta
intencional y, finalmente, a los esquemas representacionales. Como decíamos antes,
nos parece más útil explicar los conceptos nucleares de cada estadio que describir de
forma prolija los detalies. A continuación presentamos dichos conceptos.
Las- rcacciones circulares primarins (RC1) se producen cuando el bebé repite una y
otra vez acciones sobre su propio cuerpo que le parecen interesantes. Por eiemplo,
cuando un bebé encuentra su mano por casualidad y empieza a chuparla de forma
repetida cstá realizando una reacción circular primaria.
"
Las rescciones circulares secundsrias (RC2) son similares, pero se realizan sobre
objctos extcrnos. Así pues, consisten en accioncs repetidas sobre objcto-s extemos
que también producen resultados interesantes. Por eiemplo, cuando un bebé co€le u.n
sonajero y lo mueve de forma repetida, cuando coge el chupete y lo metc y lo saca de
la boca o cuando golpea de forma repetida el móvil que tiene sobre su cuna, cstá
rcalizando accioncs circularcs secundarias.
El concepto de intenciottslidad o cL¡nducta intencionsl se refierc a la capacidad del
bebé para réalizar una seric de conductas con la intención dc conseguir algo. Las
conductas sc organizan y quedan subordinadas a Ia meta quc se persigue. Por eiem-
plo, cuando un bebé no puede alcanzar un juguete, pero cntiende que si lo cmpuja
con un bastón podría acercárselo y así cogcrlo, estaría realizando una conducta
intcncional. Como vemos en cste- ejemplo, coger el bastón, movcrlo y golpear cl
juguete son conductas quc. sc organizan para conscguir el juguete dcseado. Para
I']iaget la intencionalidad es un rasgo propio de la conducta intcligente.
La reacción circular tt:rciarin (RC3) implica una experimcntación cn la que cl bebé
busca un resultado intcrcsante. Esta experimcntación se lle'va a cabo variando las
acciones quc provocan cl rcsultado interesante. Por ejemplo, cuando un bebe< lanza
de forma iepctida un objcto variando la fuerza o la forma dc tirarlo, cstá realizando
una reacción circular terciaria. Este tipo de conducta es nece-sariamente intencional
porque el bebó busca resultados interesantes a travós de la experimentación activa.
El final del subcstadio 6 del pcriodo sensoriomotor viene marcado por la capaci-
dad del bebé para usar rL,prcsutiucionr's mcntales. Esta nueva habilidad implica quc el
bebé ya puedc usar medios internos para sus fines. El periodo sensoriomotor per-
mite que el bebé pase de utilizar esquemas reflejos a usar representaciones mentales.
Estas representaciones se basan en el uso de los símbolos, una funci(rn fundamental
para el áesarrollo de la inteligencia según Piaget.
La capacidad para utilizar representaciones mentales y símbolos es fundamental
en el desarrollo cognitivo. Esto permite al niño empezar a formar conocimiento sin
depender de la acción y poder planifica¡, anticipar y pensar sobre el pasado y el
futuro. Además, a partir de la capacidad simbólica el niño llegará a poder imaginar
otras posibilidades, otras realidades que no están ligadas a los acontecimientos rea-
les. Eita capacidad tiene importantes consecuencias para el pensamiento humano.
Gran parte de las ideas innovadoras o de los avances que el hombre ha sido gapaz de
crear iesiden en esta capacidad cognitiva. Este avance supone un claro cambio cuali-
tatiao y una discontinuidad porque marca un cambio esencial en la forma de pensar,
de entender el mundo v de poder manipularlo mentalmente. A partir de esta
Como ya hemos anticipado, Piaget pensaba que, a diferencia del adulto, el bebé no
sabe que los objetos siempre permanecen en algún lugar. Aunque no los vea ni tenga
ninguna otta constancia perceptiva de ellos, para el bebé los obietos se encuentran en
un éontinuo "juego de apariciones y reapariciones". Realmente si nunca adquiriése-
mos la permanencia de l,os objetos, estaríamos condenados a vivir en un mundo tan
impredecible
'La que nos sería incluso difícil de imaginar.
noción d-e objeto permanente fue estudiada por Piaget en su libro La construcciótt
de lo real en el niño (1937). Solo cuando el bebé se interesaba por buscar objetos desapa-
recidos demostraba comprender que el objeto permanece en alguna parte mientras no
está baio su percepción inmediata. Al igual que sucede con otros aspectos del desarro-
llo sensoriomotoq, Piaget diferenció seis estadios en el proceso de construcción de la
noción de objeto pcrmanente. Como lo exponen Giménez-Dasi Mariscal y Delgado
(2008) "... en los primeros estadios el bebé reconoce bastantes objetos, discriminandcr
cuálcs de ellos son, por ejemplo, succionables, como el pezón, cl chupetc o su dcdo
pulgar. Pero Piagct insiste en que este reconocimiento es solo un rccon<tcimicnto de lo
que él llama'cuadros' y ante los que el bebó pone en marcha determinados csquemas
sin que ninguno de esos cuadros tenga una existencia independicnte del bcbé" (ibÉ
dem). Por ejemplo, si su bibcrón desaparccc de su boca y de su vista no va a tratar dc
buscarlo. Posteriormente, cuando el bebó ya realiza reacciones circulares secundarias
se produce un avancc hacia el conccpto de objcto permancnte. Recordemos que
las rcacciones circulares secundarias cran acciones sobre objetos extcrnos, distintos
dcl propio cuerpo o sus partes, quL- se repetían una y otra vcz.. Así, cn el ejemplo del
niño sentado en su silla quc tira una y otra vez un jugue'te llega un momento en quc
a la rcpetición- es capaz de anticipar visualmcnte dóndc caerá dicho obfeto.
-debido
Esta anticipaci(tn supone un componcnte importante, un cambio, en relación con una
construcción más claborada del conce-pto de objeto.
Postcriormente la búsqueda del objcto desaparccido se restringe a una única ubi-
cación; es dccir, si el objcto se mueve de un lugar a otro, el niño solo buscará cn el
primero (vóase figura 5.3). Esta conducta se denominareacciótt ttpicay para Piagct
indica que "el vínculo con cl objeto siguc pasando por el filtro dc la acción" (Gimé-
ncz-Dasi Mariscal y Delgado,2008). Es deci¡, cs como si los objebs solo existicran no
por sí mismos, sino en relacitin con las acciones en las que el niño participa e interac-
túa con ellos.
El siguicnte avance supone que el niño es capaz de buscar e'l obieto en el último
lugar donde fue escondido. Pcro los niños aún necesitan la información perceptiva
para hallar el objeto, si este se cambia de una posición a otra. Por eso si le mostramos
un objeto por ejemplo, una canica y la escondemos entonces en otro lugaq, el niño
solo será capaz de hallarla en la nueva ubicación si ha visto él mismo el desplaza-
miento de lá canica del lugar 1 al lugar 2. En el último estadio y relacionado con las
capacidades o esquemas que va adquiriendo a medida que avanza en el período
sensoriomotoq, el niño ya será capaz de buscar un objeto aun cuando no haya visto
cómo lo desplazamos de lugar.
Piaget otorgó una especial relevancia a este logro y 1o relacionó con la capacidad
de manejar representaciones o esquemas internos, ya liberados de la percepción y la
acción. Los objetos ya no existen solo físicamente, sino que también tienen su lugar
en el olano mental.
La postura sostenida por Piaget relativa a la permanencia del objeto ha sido muy
criticada. Los resultados de trabajos realizádos clesde otras perspectivas haí
abierto un enconado debate sobre lás capacidades de los bebés. Actualmente son
bastantes los autores que rechazan las ideas de Piaget y están de acuerdo en
atri-
buir mayores capacidádes en el uso de represenációnes mentales, de razona-
miento, así como una mayor capacidad de aprendizajc a partir de la observación
d.irecta (véase siguiente capítulo, c.oncretamente la eüdencia rclativa u to p".."p-
ción y su dcsarrollo más tcmprano). Baillargeon (1993) concluyó abiertamente quc
Ia capacidad pa.rq.rc?r::entarsc objetos o.rrltur aparece ar inicío der período
,"n'ro-
riomotor y no al final, "[...] contrariamcnte a Io que piaget ha propucsto, bebós tan
itivenes como los dc 3 mescs y medicl se .ep.esc.rtan la'existencia dc objctos ocul-
tos" (pp. 30U-309).
Por su relevancia teórica expondremos a continuación de forma breve cuál cs la
interprctación que se ha he'cho desde la Teoría c{e Ios Sistemas Dinámicos al dcnomi-
nado crnlr A-ntt-8, que como dccíamcls anteriormente Piaget denominó rcacción
tlp.lc.l (l- e./ err()r que cometen aún los niños cuando ante cl dcsplazamit'nto de
un
tlb¡c-to de'un.lugar
-posición
A- a otrcl B- insistcn en buscarlo en cl
-posición
primer lugar). Como hcmo-.s vistcl en el apartádo anterio4 la supcración de- estc c.rror
o reacción típica fue crucial para Piaget cn re'lacitin con su explicacirin del dcsarrollo
delconcepto dc objeto.
scgún Thelcn y smith (1994),la acción (de tipo moto1, cognitivo, ctc.) n' se basa
cn un conjunto dc instrucciones pr.-cspecificadas en formla de represcntacignes
internas.<l esquL'mas. Estas aukrras adoptan una postura radical de'ncgacifin dc ia
existe.ncia y papel prioritario de las reprcsentaciones como constructo neccsario
para la cxplicación del desarrollo psicológico. Según e-llas, el conocimiento no es
ningún tipo de cstructura simb<ilicá interná qrr" g,iia la acción, sino cl resulta¿o de.
procesos dinámicos de' interacción entre ..r.ri"rtor específicos y un cuerpo especí-
fico. Ambos cambian su interacción a lo largo del tiempo, y diÁos cambios consti-
tuyen a su vez nuevas condiciones para Íuturos desariollos. La división entre
conducta puramente sensoriomotriz y cognición no tiene por qué ser tal; dichas
autoras propugnan una uisión encarnadq de la cognición, donde ácción y cognición
no_ están separadas, donde.la cognición está ineitricablemente
unida á tu i".."p-
ción y al movimiento. El términó embodied, que es el que se utiliza i¡giér, ,,o,
parece mucho más explicativo. Embodied significa literaimente "dentro ".,a"ñ"ápo;
o "metido en el cuerpo" y resalta la idea de que el pensamiento se realizadentro
de
u,n cuepq que no se puede obviar. La psicología cási nunca ha entendido
la acción,
el movlmtento o eI cuerpo como elementos importantes en sus explicaciones. Esta
es una nueva aportación desde la Teoría de Sisiemas Dinámicos. Sin embargo,
este
O Ed¡ciones Paraninfo
115
PAfrTH II DESARROLLO PRENATAL, RECIÉN NACIDO Y PRIMER AÑO DE VIDA
Objeto nino
1.
a la vista
,- _- , 2. Objeto
bajo
J\ 3. Et
'¡fu \
l,,ru l) 1l ))
n a=an
encuenr,a )
fóol
,,-/
\ 'l
un trapo el obielo V I -./
4ryh
It l-S \\
'l '( I \\ lt
'-n
ir)\
Zr\\ I
¿]í)-'
/frs\
ryft:-,-f \
-'-::?-a
4. Objeto 5. Objeto 6. El n¡ño
a ta v¡sla : . bajoel Z.\ busca ;'-,-'r,
1¡'\\
t¡^ -lf
otro trapo
1¡rr¡ 1) erobjeto i n-lt¡\
bajo el
\:,/ \\ -1-,/ F; ¡l
/;5 ,.L.r'\
/r
primertraoo \ i r/
LYJ:
It r-ñ \\
il '( I \\ i
t.
lc\t
llt,\l
I
II
'1
\\
\\\\ l{'-.
ll/::t K\
\\
I ---
T .-- --
'...
-::: .-- .. '-1\ lL?\\J
r __..
- ::: : :::.. -* I | :, \
Figura 5.4. Esquema de la tarea estándar para evaluar
el concepto de obieto
e ilustración del error A_no_8.
O Ed¡ciones Paraninfo
117
il
FARTg II DESABROLLO PRENATAL, RECIÉN NACIDO Y PRIMER AÑO DE VIDA
ffi
*- ffi prF
Wr"-s
=w
,w
'f ,
"nr
-'Z
Figura 5.5. Desde los 6-8 meses los niños pueden sentarse solos
y así liberar las manos para coger objetos y explorarlos.
Referenctas
Adolph, K. E. (2008), "Learning to move," Giménez-Dasí M., Mariscal, S. y Delgado, B.
Current Directions in Psyclnlogical Science, (2008), "El desarrollo del pensamiento",
17,2t3-2r8. en M. Giménez-Dasi y S. Mariscal (eds.),
Psicología del desanollo: Desde el nacimicnto
Baillargeon, R. (1993), "The object concept hasta la edad escolar. Madrid: UNED-Mc-
revisited. New directions in the investi- Graw-Hill.
gation of infant physical knowledge", en
C. Grannard (ed.), Visual perception and Mariscal, S., Casla, M., Rujas, I. y Aguado-
cogntion in infancy. Hillsdale, J. J.: LEA. Orea, J. Q012), "Los métodos basados en
Et o¡sARRoLLo DE LA ATEr,rcrór,r,
LA PERc¡pcóN y LA MEMoRIA:
Como se indica en el cuadro 6.1, las medidas conductuales utilizadas en los distintos
procedimientos de investigación- pretenden captar procesos atencionales, percepti-
vos y de memoria subyacentes a la actividad dé los bebés. Estas medidas han o".*i-
tido realizar esfudios que rebaten la visión piagetiana sobre el bebé clurante el primer
y segundo año de edad.
. H.oy en_día asistimos a un importante debate en torno a las verdacleras capacida-
des de los bebés en el que se están manejando diferentes argumentos desde'unos y
otros puntos de vista, como vimos respecto al conocimienio sobre el concepto de
FAFITE II DESARROLLO PRENATAL, RECIÉN NACIDO Y PRIMEB AÑO DE VIDA
objeto en el capítulo anterior. La pregunta que centra este debate es en qué momento
evolutivo aparecen las representaciones que sustentan los procesos de percepción y
aprendizaje. Se trata de averiguar si es necesaria su participación en los primeros
rázonamientos o si, tal y como sostuvo Piage! las representaciones mentales solo
aparecen al final de un período en el que el razonamiento del niño se basa única-
mente en esquemas sensoriomotores.
Las dificultades técnicas para estudiar la actividad cognitiva de bebés que aún no son
capaces de hablar comenzaron a ser resueltas en los años 50 y 60 del siglo pasado. Las
nuevas técnicas utilizadas no están exentas de problemas de interpretación, pero han
permitido acercarse mucho más a los procesos psicológicos subyacentes a las activida-
des de bebés y niños prelingüísticos.
Podemos diferenciar dos tipos de técnicas en función de las variables que se toman
como medida: 1) las medidas psicofisiológicas y, 2) las medidas conductuales. Las pri-
meras toman como indicadores señales procedentes de los sistemas sensoriales o del
sistema nervioso central y autónomo. Así, se obtienen mediciones de la actividad eléc-
trica cerebral, de la aceleración o desaceleración del ritmo cardiaco ante determinados
estímulos, etc. El niño no tiene que hacer nada, simplemente se le expone a los estímu-
los que interesen al investigador y se toman dichas medidas psicofisiológicas. Las
segundas, las medidas conductuales, proceden de la utilización de tres técnicas muy
ingeniosas: la de preferencia, que puede ser unimodal o intermodal, la de habituaciÓn y
el condicionamiento. La primera es la menos compleja técnicamente y consiste en pre-
sentar al bebé distintos estímulos (visuales, auditivos o una combinación de ambos)
registrando el tiempo de fijación visual ante cada uno de ellos. Es decir, se mide la dura-
ción de la mirada del bebé ante estímulos de distinto tipo. Se interpreta que si el bebé
mira más a un estímulo determinado, por ejemplo, a una imagen (un perro) que a otro
(una figura no animada), entonces es que lo prefiere de algún modo; es decir, tiene algún
tipo de representación mental sobre é1, que justifica su preferencia.
La técnica de habituación implica la presentación de un estímulo hasta que el bebé se
acostumbra a él; a continuación se presenta otro estímulo que difiere del primero en las
dimensiones que interesan al investigador. Si el bebé recupera la atención se infiere que
lo diferencia del anterior. Por ejemplo: si queremos saber si los bebés perciben los colo-
res comenzamos eligiendo uno, el rojo, y tras una presentación continuada de estímulos
de este color, presentamos otro, el naranja. En este tipo de situación los bebés miran un
tiempo los estímulos (rojos, en el ejemplo) y cuando ya los han explorado, dejan de
mirarlos. Exploran lo novedoso hasta que por aburrimiento o desinterés buscan otra
nueva fuente de atención. Es decir, los bebés dejan de mirar los estÍmulos rojos porque
se han "habituado" a ellos. En este contexto se presentan estímulos de color naranja. Si
los bebés vuelven a atender y miran los estímulos naranjas se deduce que son capaces
de discriminar entre el ro¡o y el naranja. Si no es así, se infiere que no son capaces de
orocesar dicha diferenciación.
- Dibujos.
- Fotos reales.
Letras (mayúsculas y minúsculas).
-
- Sílabas (mayúsculas y minúsculas).
- Palabras (mayúsculas y minúsculas).
- Cifras.
Números.
-
Por ejemplo, el bloque 2 está compuesto por varias actividades, la primera de ella es la
vigilancia. Aquí el usuario tiene que hacer clic sobre su ratón o pulsador cada vez que
aoarece un elemento en oantalla.
Puede modificar la posición de aparición del elemento para que aparezca de manera:
A nivel de contenido al igual que todas las otras actividades podrá trabajar con dibujos,
fotos, letras, sílabas, palabras, cifras y números.
Tiene la posibilidad de modificar el tiempo de aparición del elemento en pantalla, asÍ
como el tiempo de reacción del usuario después de la aparición del estímulo (elemento
en pantalla), es decil cuánto tiempo le deja para que haga clic después de haber visto el
elemento.
El bloque 3 consiste en una actividad de "Memory" con muchas combinaciones de con-
tenido (véase apartado 6.3). Se puede trabajar la memoria analítica (un elemento por
carta) o la memoria secuencial (varios elementos por cada tipo barra de colores, secuen-
cias de sonidos, varias palabras escritas, etc.).
Se puede trabajar también:
Hay. que tener muy presente que la atención es el primer escalón en el proceso de
aprendizaje. Si un bebé, un niño o un adulto no pre.stan atención a algo'que se les
pretende mostrar o que aparece ante ellos de modo espontáneo, no vañ a áprender
nada al respecto. Como dice Mora (2013) en su libro Ñcuroeducación,\a aftÁción es
como la ventana del conocimiento. Los profesores de educación primaria, quizás
más que los dc educación infantil, lo conocen bien. por supuesto, buando hav una
alteración o trastorno específico de la atención, como en el 'Trastorno por OOficit de
Atención con Hiperactividad el aprendizaje de cualquicr área r" pród" vcr seria-
mcnte comprometido si no se comienza a intervenir témpranamente.
Aunque- sc ha aprendido mucho sobre la atención ..n los últimos años, todavía
queda mucho por descubrir en relacitin con los tipos de atención (fgcalizada, más dis-
pt'rsa...)y las bases ct'rebr¿les que subyaccn ¿ loi distintos proccsos atcncion¿lt's.
o@ vo
v¿\ ¿\
@
Figura 6-1. Estímulos visuales utilizados por Johnson y Morton en sus exper¡mentos.
Los bebés ante estos cuatro tipos de estímulos preferían el primero y el segundo
frentc a los demás. Por otra parte, si las caras presentadas cn otros expcrimentos
eran caras parlantes, es decir, quc se movían y cmitían sonidos (los sonidos del
habla dirigida a los niños), aumcntaba su prefcrcncia. Este último tipo de datos
aoovan además la concxión entre entradas scnsoriales procedentes dc distintas
moáalidades, la visual y la auditiva. Dicho tipo de pr'rct¡r¡¡¿¡¡ intermodal sc observ¿r
desdc muy tcmprano en el dcsarrollo, al igual quc la percepción que conecta infor-
macitin visual y tictil.
En rclación con la percepcitin y atención a otro tipo de estímulos visualcs rela-
cionados con los movimientos posibles e imposiblcs que realizan los objetos, Spe-
lke y su grupo de investigacitin han realizado un número muy clcvado de estudios
dcsde los años 80. El grupo de Bower lleva rcalizando expcrimentos desde antes
incluso, desde los años 70 (Bower, 1974).Otra investigadora muy implicada en este
tipo de estudios es Baillargcon, quien, partiendo de la e'videncia antcrior, ha
dcmostrado que los bcbós se habitúan a la imagen de un objcto en movimicnto que
entra por un lado dc una pantalla y sale por el otrcl. Una vcz habituados, si se intcr-
pone otro objcto cn la trayectoria del primero, los bebe<s se deshabitúan, siemprc
quc el movimiento del primero no se vea interrumpido. Este tipo de eventos o
"succsos imposibles" llaman la atención de los bebés menorcs de I año. Por lo
tanto, sc concluye que los bebós antes de lo predicho por Piaget (véase
-mucho
capítulo anterior)- tienen va nociones o conccptos relativos a la dinámica de los
objetos en sí y no hay qt" tanto tiempb como postulaba el investigador
suizo para atribuir a los niños"rp".u.
el concepto de obieto permanente. La figura 6.2 es un
esquema con algunos de los estímulos utilizados por Baillargeon y colaboradores
en sus estudios.
Se han realizado muchos experimentos que miden el tiempo de mirada a los even-
tos imposibles mediante una metodología aplicable a bebés desde muy temprano. Este
tipo de estudios permitió concluir a sus autores que los bebés de entre 3 y 6 meses se
"sorprenden" (i.e., miran más tiempo) ante objetos que se desplazan detrás de una
pantalla y entonces rotan; cuando un objeto se mueve a través de un obstáculo detrás
SUCESOS DE HABITUACIÓN
Los bebés observan el desplazamrenro oe la muñeca (alta
o baja) tras la pantalla
SUCESOS DE POST.HABITUACIÓN:
il'
,.¡l :l .t
O Ediciones Paraninfo
127
PAfiTF II DESARROLLO PRENATAL, RECIEN NACIDO Y PRIMER ANO DE VIDA
de una pantalla; cuando un objeto desaparece tras una pantalla o bajo un pañuelo que
1o cubre; y cuando un objeto es escondido en una posición y recuperado en otra (i. e.,
el equivalente perceptivo a las tareas piagetianas relativas al concepto de objeto).
- Colocar ante el niño dos recipientes de colores diferentes, darle piezas de los colores
elegidos y decirle: "pon e|... con e|..., con el que es igual". Empezar con el rojo y el azul,
luego irlos combinando dos a dos con el amarillo y verde. Si no lo hace, guiar su mano
hasta el recipiente adecuado. Poco a poco retirar la ayuda hasta que lo haga solo.
- Agrupar objetos por categorías perceptivas: se trata de pedir a niños de 2 años que
"pongan juntos" juguetes que pertenecen a la misma categoría (animales de juguete;
cacharritos de cocina; frutas de juguete...).
En el caso de nrños con alguna alteración o trastorno del desarrollo que se pueda detec-
tar desde el nacimiento (por ejemplo, síndrome de Down, parálisis cerebral, sordera
temprana, ceguera o discapacidad visual), la estimulación perceptiva es aún más nece-
saria. Aprovechando la plasticidad en el cerebro y el sistema nervioso es necesario esti-
mular y promover el desarrollo cognitivo de estos niños para ir compensando el
desequilibrio respecto al desarrollo típico. Fundaciones como la Fundación Síndrome de
Down promueven la aplicación de programas de estimulación temprana con estos niños,
tanto en el ámbito escolar, como en el familiar.
De acuerdo con Baillergon y sus colaboradores, estos resultados revelan que los
bebés, mucho antes de lo planteado por Piaget, tienen "conocimiento" o representa-
ciones relativas al mundo físico y al comportamiento de los objetos que lo pueblan.
Sin embargo, también se observan "decalages" similares a los puestos de manifiesto
por Piaget en relación con el período sensoriomotor. Es deci4 a distintas edades
(meses) se observan distintos patrones de respuesta perceptivo-atencional en los
bebés en relación con el comportamiento físico de los obietos.
Como otros investigadoies están demostrando en éstudios más recientes (por
ejemplo, el grupo de Spelke), los bebés muy pequeños parecen nacer equipados
@ Ediciones Paraninfo
129
PARTE fI DESARROLLO PRENATAL, RECIEN NACIDO Y PRIN/ER AÑO DE VIDA
y atractivos para los niños, se ha demostrado que con solo un ensayo, bebés de 3-4
meses son capaces de retenerlos durante 5-10 segundos; bebés algo mayores
6 meses- aumentan a un minuto su canacidad de retención; v bebés de 9 meses a
-de
un año retienen la información sobre dichos estímulos durante diez minutos.
Cuando se han utilizado múltiples sesiones o ensayos de presentación de los estí-
mulos visuales, bebés de 5 meses son capaces de reconocerlos (y, por tanto, de
recordarlos a través de la memoria de reconocimiento) después de hasta ocho
horas. Otro tipo de estímulos, más relevantcs para la vida de los bebés, como son
los rclstros humanos, son reconocidos incluso dos semanas después. Por otra parte,
Hartshorn y colaboradores (1998) realizaron una serie de eiperimentos ion la
metodologíá de condicionamiento con niños de entre 2 y 78 meses de edad. Sus
resultados mostraron que la duración de la memoria a largo plazo se iba incremen-
tando de forma lineal desde los dos días (en niños de 2 meses) hasta las 13-14
semanas en niñcls de 18 meses.
La mayoría de los datos que se conocen sobre el desarrollo de las habilidades dc
mcmoria a lar¡;o plazo se han obtenido mediante la aplicación de procedimicntos
de'condicionamicnto (véase cuadro 6.1). En cl caso dc niños mcnorcs de 1año,
evidentcme-ntc prcverbales, y que por tanto no pucdcn dccir quó son capaces de
reconocer y qué no, sc han utilizado tareas que implican conductas motoras, comcl
el pataleo o golpeo; es decir, conductas que forman parte del repertorio conductual
dc los niños con desarrollo normal o típico. Concretamente, la tarca del móail scha
usado con niños de2 a 6 meses. El contexto experimental es el siguientc: cl niño
está tumbado L-n su propia cuna y se coloca un ju¡;uctc colgantc o móvil (véase
figura 6.3). En una fasc dcl cxpcrimcnto la de e'ntrcnamiento- aprenden a mover
un móvil "vacío" (sin juguetes colgantes) patalcando o movicndo su pierna atada
mcdiantc una cinta a una de sus piernas. Mientras, un mtlvil re'al cuclga en otro
lugar dc su cuna, por lo tanto, lcls bebés pueden ver este móvil pcro no moverlo. En
una scgunda fase, se cambia la cinta y se ata al móvil real, por lo quc cl niño al
mover su pierna hace girar el móvil. La tercera fase, que dura tres minutos, es igual
a la primera. Pclsteriormente se procede a una fase de prueba, transcurridos divcr-
sos pcríodos de tiempo (desde días hasta semanas). Los resultados indican que los
niños ante el "falso móvil" no mueven su pierna, pero sí lo haccn frcnte al móvil
"rca1". Es decir, han sido capaces de aprender una información nueva, retencrla y
actuar en ctlnsecuencia.
Este tipo de tareas de memoria se relaciona únicamente- con uno de los varios
sistemas áe memoria: el de memoria episódica. Se trata de un tipo de memoria ligada
a acontecimientos, sucesos o episodios que nos pueden ocurrir en la vida diaria. Pero
la memoria incluye también otros sistemas o tipos, como es el de la memorin declara-
tiaa.Este último tino de memoria es la relativa al recuerdo o reconocimiento de nom-
bres, lugares, fecñas... Es un tipo de memoria consciente, frente a la memoria
episódica o no declarativa, que se refiere al recuerdo no consciente de habilidades o
procedimientos, como pued-e ser la habilidad para montar en bicicleta, comprender
una lengua determinada, etc. Estos dos tipos de memoria se relacionan con el funcio-
namiento de distintas áreas cerebrales.
,\)
.i/M
':r¿)"
l--.---.-t.-..-..-*
l]lt/
Figura 6.3. Esquema de la tarea del móvil.
Como vimos en los capítulos iniciales, Piaget plantcó que la imitscióu difcrida ap¿-
r9c9 iunb al lenguaje,y el dibujo en torno a lm 18 mcses, bn el tránsito haáia un tipo
de intcligencia simbólica o representacional. Los estudios más recientes están demos-
trando la existcncia de habilidades rclativas a la mcmoria declarativa cn edades más
jtivenes que las planteadas por Piagct.
En definitiva, los estudios realizados desdc el cnfoque dc la psicología cognitiva
indican quc el bebé es un ser con más capacidades de ias quc Piaget soitenía] Aun-
qug.guc'dan muchas incógnitas por dcsvelar, al menos la imagen'que tcnemos hoy
dcl bebé dcsde el nacimiento hasta su primer cumpleaños *"rr.h.i más completa jz
compleja. ",
Y cn rclacitln con los procesos que explican el cambio evolutivo, recordemos que
Piaget plopuso la actuación de cuatro Tactores. La siguiente fórmula, tomada de
Goswami (2011)expresa bien esta propuesta:
O Ed¡ciones Paraninfo
131
PARTE II DESARROLLO PRENATAL, RECIEN NACIDO Y PRIN/ER AÑO DE VIDA
entre sí e incluso los mismos niños consigo mismos a través del tiempo. 2) La cogni-
ción social y su papel en el desarrollo. 3) Las habilidades de regulación cognitiva
(hoy función ejecutiva) y los procesos cerebrales subyacentes.
Estos tres temas son espécialmente relevantes para los maestros de educación
infantil. Durante el primer año de vida se observan enormes diferencias, dentro de la
normalidad, en el désarrollo de los niños que comparten la misma aula. Es complicado
adaptarse al ritmo dc desarrollo de cada niño, peto los maestros de educación infantil
debbn procurar ser capaces de observar este tipo de difercncias-y de atcnderlas.
En ielación con el desarrollo de la cognición social, hoy sabemos -como iremos
vicndo en prírximos capítulos- que el désarrollo de la teclría de la mente es esencial
para un bu'en descmpeño en la intéracción social. Como sc sabe, los niños con autismtl
prescntan grande.s dlficultades para desarrollar las habilidades mentalistas. Aún así
huy p.opróstas rccientes que indican que es posible_ enscñar y aprender cste tipo de
ho|iiiaui"r aunque de forma explícita. En cuanto a las funciones o hnbilidrtdes ciccuti-
uas, es *ry g.urá" el conjunto de estudios recientcs quc indican la relevancia de las
mismas pá.u-rrr-r buen dcsarrollo cognitivo a lo largo de la vida- La importancia.de las
habilidaáe.s de autorre¡rylación coglifiva para el aprendizaje durante toda la vida ha
sido pucsta dc manifiesto por rócientcs. E.stc tipo de habilidades puedc (y
debe) cnseñarse en la escue-la,
"rtüdior
comenzando cuando los niños son aún muy pcqueños'
Nos rcferiremos más detalladamcnte a ellas en el capítulo 11 .
Por último, señalarcmos que-, al igual quc planteábamos cn relacitin con la aten-
ción, también en rclación cot-rlos tipos de mcmoria queda mucho por invcstigar. Hay
una distinción que es, desdc nuestio punto de vista, crucial para cntender los proce-
sos de aprendiiaje humanos. Se trata de. la diferencia entre aprendizaje o memoria
imptícitn y aprcnáizaic o mcmoria cxplícita. La mayoría de las habilidades y c9nogr-
mic.ntos que'aprende-or la infancia están basados cn procesos de mcmoria implí-
".r planteado cn capítulos anteriores- no requicren. de
cita, porque --.o-u ya hemos
lo pa.ticlpación consiicnte. Es una forma de aprendizaje inconsciente, automático,
p"i,, qr-r"^t"quierc tiempo y repctición para su establecimiento. Montar cn bicicleta
poi ejemplo, un tipo de habilidad que sc aprende dc-modo implícito.-El de-sarro-
"r,
llo temprano dcl lenguaje, cttmo vercmos en los capítulos 7 y 9, desde luego es un
ptn."ró dc aprendizajc implícito. Hoy se conoce que árcas cerebrales como la corteza
nrefrontal o'el cerebeio csián implicádas (junto Jmuchas otras) en este tipo de pro-
cesos. Frente al aprendizaje implícito, como ya vimos al revisar el modelo teórico de
Karmiloff,smith'en el capítuIó 3, el aprendizaie explícito requiere atención cons-
ciente. Por ejemplo, leer un texto, extraer las ideas principales- y conectarlas..parl
aprenderlas.'fu*Ui¿" hoy sabemos que muy diversas áreas cerebrales (entre ellas el
hipocampo, algunas zonás de la cortéza prefrontal y temporal) se activan en este tipo
de procesos.
Pot tarott"s de espacio no podemos entrar en otros procesos y mecanismos no
menos importantes que los tres procesos cognitivos básicos a_ los_ que nos hemos
referido en este capítulo. Se trata de la motivación y la emoción. Los buenos maestros
saben que solo se iprende si se está motivado y se tiene interés por los contenidos o
habilidádes a aprender. "Solo se aprende lo que se ama".
Referencias
Baur:t P., Larkina, M. y Deocam po, J. e011), Mariscal, S., Casla, M., Rujas, I. y Aguado-
"Early Mcmory Development,,, en U. Orea, J. Q012), "Los métodos basudos
Goswami (ed.), Handbook of Cognitíue De- la duración dc la mirada: ¿Una ve.ntana"n
a
ztektpmen t. Londres: Wiley-Blaikwell. la cognición temprana?", Esludios de psi-
t'ología, 33 (3),1-12.
Goswami, U. (ed.) (2011), Handbook of Cog-
r.ttt izte. Daaclopmen t. Londres: Wiley-Blac_
Mora, F. (2013), Ncurocducacitin. Madrid: Alianza.
kwell.
Schncider; W. (2011), "Memory Devclop-
Hartshorn, K. (1998), Thc cJfcct of
rcinstatc- ment in Childhood", en U. Goswami
mt:nt on infanl long tcrmt:d mamory. Irh. D. (e d.),, H Lt n dlt oo k o.f Co gn i t i zt c D c tt c I op n Ltt t .
Dissertation. Univcrsity of Ilutgers. Londres: Wiley-Blackwell.
O Ediciones Paraninfo
133
CAPíTUL() 7
Lns pRTMERAS
RELAcToNEs: couur,¡rcncrór'¡
Durantc e.l primer año de vida sc ponen los cimicntos dcl desarrol6
cgmur-ricativ.,
emocional y Iingüístico que tendrán una larga trayectoria evolutiva
cn los siguie.ntcs
años' Al comienzo, las emociclnes sirven cómo íehículo de comunicacitin
e-ntrc el
bcbé y la madre (u otros cuidadores habituales). En cste *o-"nto
de la vida ambrs
proccsos están entrelazados, el uno depcnde dcl otro. Esta primera
relación comuni-
cativa y afcctiva cs la base a partir dc lá cual surgirán los p.'imeros
vínculos afcctivcls
con las personas más ce-rcanas. En este capítulo se rcvislrán los
principalcs hitos y
cambios relativos al desarrollo comunicatiio, emocional y afecHvb
y su'relacitin coí
el desarrollo más temprano de las habiridades lingüística'-s, ;;" J" tir,
,urg,r,
dcfi niend., "y a ir"r"r-,.iur-,J u lo, .uii."pt*
-
f icamente hu manos. Comenzaremos "rp".i_
J
comunicación-y lenguaje y de'scribic'ndo los prim"eros intcrcambios
comunicativos,"
cargados de afecto. A continuación, revisaremos los primeros
puru, e.l dcsarrollo
emocional y en el establecimiento dc los vínculos dc apego. I "r-r
comunicacióry como el formado por las señales comunicativas que utilizan un tipo de
mono monos aeraet- es mucho más sencillo. Estos monos emiten vocalizaciones
-los
que usan en contextos específicos. Asi cuando ven o escuchan un depredadorproducen
vocalizaciones de distinlo tipo en función de qué depredador esté acechando. El tipo
de vocalizaciones varía si ei un águ1la, un leopardo o una serpiente. Si analizamos la
forma y función de estas vocalizaciones podríamos decir que los monos vervet pro{u-
cen tres hpos de vocalizaciones o conductas vocales en relación con trcs referentes dis-
tintos. Jusiamente la relación entre formas y funciones o significados es el núcleo de lo
que constituye una palabra en el lenguaje humano. En estc sentido las vocalizaciones dc
lós monos vórvet podrían estar algo pr(lximas a las palabras que utilizamos los huma-
nos. Obviamente constifuyen un re-pertorio muy reducido comparado con la cantidad
de palabras
-Si
que puedc producir un niño de tn:s años, por cjemplo.
nos centramos ahora en las conductas dc los bebós que aún no son capaces dc
producir ni siquiera una palabra podemos constatar entre otras las dos siguientcs
conductas: la emisión de sonidos vocales antcs de los fl o 9 meses; la utilización dc
gcstos manuales a partir de los 9 meses. Un adulto quc observe cstas conductas afir-
maría sin muchos problemas que se trata de conductas comunicativas, aunque no se
encuentre entrc ellás ninguna palabra rcconocible. Es decir, los bebés humanos antes
de producir las primeras cmisiones lingüísticas son capaces de producir conductas
comunicativas. Como vcrcmos más adelante el dcsarrollo del lenguaje supone un
salto cualitativo en cl dcsarrollo comunicativo. Aprender las palabras de una lengua
hablada y sus reglas dc combinacitin sirve para ampliar cnormemcnte las habilida-
des comunicativás. En el caso de los niños sordos que- no ticncn acccso a la scñal
auditiva, el aprendizaje del lenguaje es posible utilizando otra modalidad distinta de
la vocal, la modalidad gestual propia de las lenguas dc si¡;nos.
Recapitulando hasta aqui podríamos concluir quc la comunicación cs cualquier
proceso de transmisión de información de un emisor a un receptor a travós de siste-
mas dc señales vocalcs, etc.- y signos muy distintos que se de-sarrollan
específicamcnte-visuales,
pa ra comu nica rse.
El concepto de lenguaje se reficrc a la capacidad de comunicar o transmitir infor-
mación mediante un tipo particular de signos. Estos signos son arbitrarios y puedcn
cstar formadcls de sonidos verbales las palabras- o de gcstos manuales, que
-como
tienen una forma convcncional y un si¡;nificado, y se combinan siguiendo unas
reglas determinadas. El lenguaje es una capacidad propia dc la especie humana, quc
se expresa en el conocimiento y uso de las más de 6000 lenguas vivas hoy en día.
O Ed¡ciones Paraninfo
137
PJERTE II DESARBOLLO PRENATAL, RECIEN NACIDO Y PRIMER AÑO DE VIDA
no se puede separar del proceso mismo de interpretación. Y además, puesto que es una
orquesta de jazz, no hay una partitura cerrada o predeterminada d'esde el comienzo
que se transmita de persona a persona. Al igual que sucede en la orquesta de
iazz, la
comunicación también se lleva a cabo conjuñtamente y aunque, en párte, los piocesos
comunicativos son procesos cognitivos o mentales, no son independi'entes de lá interac-
ción social. La comunicación no es un proceso que se solo en la mente del
emisor qrre planifica el mensaje, sino que es un proceso "tl*"nLu
mucho más dinámico.
Con la ayuda de esta metáfora, eldesarrolio de la comunicación se ve más fácil-
mcnte.como un proceso evolutivo que requiere de la participacitin de habilidades
cognitivas y sociales, algunas tan básicas que constifuy"n próairposiciones innatas
con las que ya viene equipado el bebé al nacer.
Ya hemos hecho alusión a algunas de las prcferencias y respuestas atencionales
que cl bebé manifiesta desd-e quc nace (1.c. la idcntificacióñ y oiientacir'rn preferente
a la,voz humana (Friedlander; 7970) y espccialmente a la dé la madrc). Tbdas estas
prcfercncias o scsgos de tipo perceptivtr y atcncional remiten a un cgntcxto dc inte-
racción social.
P:ln también hay que recodar que los bebés naccn adaptados para actuar y captar la
atcnción dc los otros humanos. En cste senticlo se suele- citar cl'trabajo dc Melizoff y
Moore (1977) uyos experimentos pioneros mostraron quc los recién nacidos de solcl
unas horas erantapacL's dc' imitar algunos gestos que realizaba un adulto frente a clkrs.
A pesar de que Meltzoff (20]1)siguc manténiendó la existencia de cstas conductas de
imitación tan temprana en e[ recién nacido, otros esfudios muv recicntes e-ncuentran
que los recién nacidos no imitan realmente un modclo, más bicn producen cualouiera
dc las conductas qu.c forman parte de su pt'qut'ño rcpertorio (por eicmplo, sacar I'¿ Ien-
gua) ante un modelo (Oostenbroek et á1., Zdta¡. Uclxistc-ncia'de dabs contradictorios
no permite, hoy por hoy, saber con certe'za si e.l bebó humano nace con la capacidacl de
imitar otros, pero lo que sí sabemos cs cluL' las conductas de imitación se pioducen de
1
forma intencional desde muy pronto. Muchos cstudios encuentran evidéncia en e-ste
sentid,o a partir de los 6 meses (vóase García-Madruga y Delval,2010). por otra partg el
descubrimiento de las dcnomin adas nauronns espejo'-uÁas redes neuronalcs quó se acti-
van cuando se observa cómo tthras personas rcalizan ciertas conductas- ha slpuesto la
confirmacitin dcsde la nc'urocienciá de la existencia de un mecanismo físico Áuv tem-
prano que predispone al bebé a relaciona¡se con los ohos (Iacoboni, 2005).
La capacidad de imitación se considera realmente un mecanismo de aprendizaje
.
y de interacción que sitúa al bebé en el mundo social. Desde el punto de vista .n-ú-
nicativo se trata de una herramienta muy útil. Imitar a otro viehe a ser como comu-
nicar al otro que se es capaz de "estar en lo mismo,,. pues bien, esa posibilidad de
actuar coniuntamente es un requisito fundamental de toda acción comunicativa. por
otra parte, en los años 90 se realizaron experimentos en los que bebés muy pequeños
eran provocados para imitar distintas conductas en dos situ-aciones: unu'er, la'que el
adulto se implicaba afectivamente, y otra en la que tan solo se presentaban los estí-
TYlgt experimentales. sin ningún tipo de implicación emocionai. El hecho de que los
bebés producían más imitaciones eñ la primóra situación que en la segunda ,"i r"rru
la relación imitación-comunicación (Kugiumutzakis, 1993).
O Ed¡c¡ones Paraninfo
139
pÁñf$ lt DESARRoLLo pRENATAL, RECTEN NACtDo Y PRTMER Rño oE vl¡R
Cuando el bebé imita nos está diciendo, de alguna forma, que comparte con noso-
tros un estado mental. A este tipo de comunicación se le denomina intusubjetirta.}{ay
autores que han estudiado muy de cerca la intersubjetividad. Tievarthen fue uno de
los más influyentes. Para é1, los niños nacen ya con una motivación y una sociabilidad
latentes, que denomina capacidades de intersubjetiaidad primaria (Trevarthen, 1982).
Estas capacidades 'empujan' a los neonatos a buscar contacto social para compartir
afecto y atención. Según este auto4 su capacidad de comunicarse se desarrolla con el
tiempo en cuanto a su complejidad c intencionalidad, pero los bebés ya nacen con la
posibilidad de expresar intenciones, entre otras, las intenciones comunicativas. Este
autor utiliza el término motiaos para referirse al componente innato y el término lilfen-
cionrs para la elaboración de c*tos motivos, un pr()ccso que se produce poc() a Poco
gracias a la cxperiencia. Los bebés además de nacer con medios para satisfacer nccesi-
dades básicas (comida, confort), también nacerían con una nece-sidad cl impulso de
buscar compañía y tener intercambios afectivos con los otros (motivos comunicativos).
Kugiumutztakis, que fue alumno de Trevarthcn, ha estudiado otro tipo dc imita-
ciones, las imitaciones vocales cn be'bés desde cl segundo al scxto mes de vida. En
sus cstudios encuentran quc varios aspectos dc la imitación vocal como la frecuen-
cia, la estructura de lo imitado, la duración total y las pausas eran semcjantes en las
interacciones entre. los bebés y sus padre's y madres. Estc autor tambión subraya el
car¿ícter intersubjctivo de la interacción.
Como ya señalábamos anteriormente, a[ presentar el modclo cognitivo de la
comunicación, alrededor de los 9-10 meses el bebó cmpieza a sL-r capaz de integrar
dos maneras de actuar oue hasta ese momcnto estaban scparadas: la interacción
social dirigicla a pt'rsonat y Ia acción dirigida a objelos. Trcvirthen dt'nomina a csta
capacidad intersubictiuidsd sccundaria.
Figura 7.2. Escena que muestra cómo los bebés y los adultos comparten su atencion
a un mismo obieto. Esta es la base de la intersubietividad secundaria.
Como los adultos son seres comunicativos no es difícil entender por qué interpretan
continuamcntc las conductas de. los bebés como conductas comúnicativas. Es decir;
antc cualquicr sonrisa, mirada o sonido vegetativo que pucda producir un bcbé muy
pcqueño, la madrc, por cjcmplo, rcsponde de forma afectiva, como si dicha sonrisa,
mirada o sonido quisiera transmitirle algo y fuera algo más quc una mera conducta
cxprcsiva. Lejos dc scr ncgativas, cstas sobreinterpretacioncs del adulto ayudan a ir
dando un valor intencionado y comunicativo a las propias conductas del bebé. Dicho
de otra manera, esta atribucitin de intencionalidad constante por parte del adulto va
constituycndo cl andamiajc nccc'sario para que el bebé humano gradualmcnte- vaya
siendo capaz, por sí mismo, dc rcalizar actos intencionalcs. Hay una cita cspecial-
mente clara de Riviére (1986) sobre estc fe-ntlmcno:
Su dclicada estrategia de crianza (de los padres) lcs convierter en el paradigma de los
"psicrilogos naturalcs" dc los quc habla Humphrey; scrcs que asignan intenciones,
prcdiccn conductas, reconstruyen empáticamcntc cl mundo expcricncial de sus bcbés
y "coopcran" con ellos de forma peculiar. Adcmás, no dan la misma significación
intencional a todas las conductas dcl niño, sino clue sc la atribuyen sobre todo a sus
"proto-gcstos" y "csqucmas de persona", i.e-, a las conductas que los beb('s produccn
característicamente ante los estímulos sociales y no ante los físicos [...]. Precisamentc
porque las madres atribuyen significado a las conductas de sus bebés, éstas lle¡;an a
constituirse en acciones significativas de los propios bebés.
Esto nos remite a una explicación muy vygotskyana sobre el desarrollo comuni-
cativo. Es deci4 si los niños llegan a tener intenciones comunicativas sería porque los
adultos se las atribuyen antes de que puedan tenerlas realmente.
Entre las situaciones de interacción adulto-niño cabe destacar algunas. En primer
luga¡, los adultos pueden y suelen crear situaciones atención conjunta, es deci¡, situa-
ciones en que tanto el adulto como el bebé centran su atención en un objeto o evento
y lo atienden a la vez. Por ejemplo, una mamá coge en brazos a su bebé de 9 meses,
se sientan y le va mostrando y comentando las páginas de un cuento. Este tipo de
situaciones provocan que el adulto utilice palabras y expresiones centradas en el
aquí y en el ahora que está compartiendo con el niños , por lo que son un contexto
ideal para el desarrollo léxico. También se comparten emociones y estados mentales.
O Ediciones Paraninfo
143
PARTE'}I DESARROLLO PRENATAL, RECIÉN NACIDO Y PBIMER AÑO DE VIDA
Como acabamos de explicaq, los bebés llcgan al mundo con algunas predispttsicioncs
que facilitan la comunicación con los demás. Una de estas predispttsiciones, bien
conocida desde. hace tiempo, es la capacidad para producir y rcconocer algunas
e-xpresiones emocionales. Como ya vimos en el capítulo 4, cl recién nacido cuenta
con unos sistemas básicos para transmitir información sobre sus estados internos.
Asi lloran cuando siente-n malestar y sonríen cuando se sienten bien, ya sca de forma
re.fleja al principio o voluntaria a partir del segundo mes de vida. Como vemos, este
sistcma es en sus inicios muv limitado v solo permite transmitir dos estados básicos.
Como ya hemos visto tambíét'r, urlnqnó el bebé no te'nga intención de comunicarse,
el apoyo que el adulto le ofrece sobreinterpretando estas primeras conductas le
ayuda-a convertirse rápidamente en interlocutor. Más allá de esta habilidad rudi-
mentaria para expresar bienestar y malestar, los bebés cuentan con algunas habilida-
des emocionales un poco más sofisticadas que se ponen en Éuncionamiento a los
Docos meses de vida. Estas habilidades consisten en reconocer en los demás ciertas
óxpresiones emocionales y también poder producirlas. Siguiendo la revisión de
Navarro, Enesco y Guerrero (2003), a partir del tercer mes los bebés muestran alegría
a través de la sonrisa y tristeza cuando, por ejemplo, la madre interrumpe una inte-
racción. También en este momento aparecen las primeras manifestaciones claras de
enfado y asco. Un poco más tarde, hacia el sexto mes, el bebé exPresa sorpresa o
interés. Por último, hacia los siete meses aparece la expresión de miedo. Este reper-
La capacidad innata del recién nacido para producir expresiones cmocionales bási-
cas es una cuestitln aceptada. Ahora bicn, ¿pucde tambic<n reconocer esas mismas
expresioncs emocionales cn los de'm¿is? Si fuera capaz de hacerlo, ¿lc sirve ese rcco-
ntlcimiento para algo? ¿Lo utiliza para sabcr cómo interactuar con los demás? Estas
cuestiones son más complejas y han ¡;enerado mucho interés en los últimos años.
Las concepciones más clásicas sobrc- el recie<n nacido lo definían como un ser muy
poco-capacitado para la vida smial. Para Piaget y las teorías psicoanalíticas, por ejemplo,
el bebó no puede difcrenciar su yo del de los demás (Freud, 1911; piaget, toaT). nsta
indifcrenciación dificulta mucho las rclacioncs con los otros y provoca que e.l bebé tenga
que rcconer un largo camino hasta poder convertirse- e-n interlocutor. Sin cmbargo, ia
concepción de las ctrpacidades sociales dcl bebé también ha cambiado mucho. Hóy en
día se entiende como un ser Éundamentalmcnte orientado hacia los demás y qr" pn-"d",
desde muy temprano, implicarse de forma activa en la interaccitin social (Lámb y-Borns-
teir¡ 2011). Una de las claves para poder entablar relaciones con otras personas ti"r" q,r"
ver con el rcconocimiento de emociones básicas. Así a partir dc la identificación del la
emoción del adulto el bebé se "engancha" en una intcracción quc pronto puede coordi-
nar. Los estudios sobre imitación y comunicación temprana que acabamos de ver en el
apartado anterior abrieron la puerta a este tipo de investigaciones y muchos se centraron
$e,forma-específica en el reconocimiento de las emociones y su utilización, por parte del
bebé, en la interacción social. Veamos en detalle algunos dé estos habafos.
Uno de los experimentos más conocidos y rélevantes en este ámbito es el de la
"cara inmóvil". En la década de 1970, Tronick ideó una situación en la que un bebé y
su madre interactuaban de forma natural hasta un cierto momento. Cuándo el expé-
rimentador lo indicaba, la madre debía de repente quedarse quieta delante del béb¿
y no realizar ningún gesto facial ni corporal durante un tiempo (Tronick, Als, Adam-
son et á1., 7978). Los resultados de este trabajo mostraron dos hechos llamativos y
desconocidos hasta entonces. El primero es que el bebé demuestra una gran sensibi-
lidad a los cambios que se producen en la interacción. En cuanto la madre se queda
inmóvil, el bebé se dá cuenia de que su expresión emocional ha cambiado. En gene-
ral los bebés tardan uno o dos segundos en darse cuenta de este cambio. El segundo
resultado llamativo es que una vez detectado el cambio, los bebés despliegan todo su
repertorio comunicatjvo para conseguir que la madre vuelva a responder. En fun-
ción de la edad del bebé y dcl repertorio disponible, estas conductas scrán más o
menos sofisticadas. Por ejemplo, los bebés de 10 meses realizan conductas como
scñalar, dar palmas o emitir sonidos. Los bebós de 6 meses intentan coger a la madre
y sonríen. Los bebés de 3 meses se limitan a sonreír y moverse. Cuando el bebé com-
prueba quc sus esfuerzos no tienen ningún efccto en el adultcl, empieza a mostrar
afecto negativo: gira la cabeza hacia un lado, pone cara de desconcierto o tristeza,
grita y, gencralmente, termina llorando. Cuando el experimentador lo indica, la
madre retoma la interacción de forma normal. La mavor parte dc los bebés se rccn-
ganchan fácilmente y vuelven a disfrutar dc csa interacción coordinada, aunquc cn
ocasiones tardan un momento en conseguirlo. De alguna forma, parcce como si no sc
iiaran de la vuelta de la madre y cstuvieran expectantes un par de segundos.
Otro interesante estudio quc ponc de manifiesto la comprensi(rn infantil de la
cxprcsión emocional cn los de.más es el del abismo visual. Originalmcntc, cste expe-
rimcnto tcnía como objctivo determinar si los bcbós percibían la profundidad. Para
ello, los investigadores diseñarcln una espccic de mesa alt¿r con una parte transpa-
rente y otra opaca. La parte transparente- pcrmitía ver el suelo a unos 50 centímctros,
como si fuera un abismcl. El exoerimcntador colocaba a los bebés encima dc la mes¿r
en la parte opaca y obscrvaba si sc atre.vían a cruzar el abismo. Los resultados de estc
trabaio clásico pusieron de manificsto que los bebés pe'rcibcn el abismo, cs deciL
perciben la profundidad, pero la conducta de atravesarlo dcpende de la expcriencia
de gateo (Gibson y Wal( 1960). La mayor parte de los bebós que gatean bicn no cru-
zan el abismo, mientras que los que ticncn poca experiencia, pcro se puedcn dcspla-
zar de forma auttinoma, lo cruzan. En 1985 un grupo de investigadores añaditi un
elemento más. Colocaron a las madres de los bebés de un año al otro lado del abismo.
Pidieron a un grupo de madres que expresara alegría y al otro que expresara miedo.
Los resultados fueron muv claros: la mavor parte de los bcbés cuvas madrcs expre-
saban alegría cruzaron el ábism.,, mientias quc ninguno cle los bóbés cuyas .uit"t
expresaban miedo cruzó. Los bebés de este último grupo se mostraron vacilantes,
muchos se quedaron en el límite del abismo mirando a su madre y una Uran mayoría
volvió hacia atrás (Sorce, Emde, Campos y Klinnert, 1985). Este fenómeno, en el que
se utiliza la expresión emocional del adulto para dirigir la propia conducta, se llama
referencia social v se observa claramente en los bebés a partir de los 8 meses.
Por último, btro grupo de trabajos se han centrado en las habilidades de recono-
cimiento emocional en bebés de 2 y 3 meses. Estos trabajos también encuentran una
gran sensibilidad emocional y un uso coordinado del repertorio comunicativo por
parte del bebé (Haviland y Lelwica,7987; véase Hobson,2002 para una revisión). En
uno de estos esfudios, bebés de 3 meses interactuaban de forma coordinada con sus
madres hasta que, en un momento dado, la atención de la madre se dirigía a otro
estímulo. En unos casos el estímulo distractor era una persona conocida para el bebé
y en otros casos era un objeto. La observación de las ünductas del bebé reveló oue
cuando las madres hablaban con otra persona los bebés realizaban el doble de intón-
tos por recuperar la interacción comunicativa que cuando la madre centraba su aten-
ción en un objeto (Tremblay, Brun y Nadel, 2005). Estos intentos consistían en
movimientos y expresiones faciales orientadas a la interacción social. Esta diferencia
podría indicar quc desde muy temprano los bebés son sensibles a las pautas de inte-
racción proPias del ser humano y que pueden utilizar sus habilidades comunicativas
de forma diferencial cn función-de las-situacittnes cn que se cncucntren.
En dcfinitiva, los rcsultados de estos cstudios muéstuan que los bebós de pocos
mescs no solo reconocen las exprc-sioncs emocionales cn el aduito, sino que las utilizan
paraguiar su conducta c intentan modificarlas cuando no son positivas. Cuando cntre
el bcbé y el adulto se producen interacciones coordinaclur .ur-r intercambio de afecto
positivo, cl bcbé aprende rápidamentc a identificar y utllizar e-stas pautas de forma
ajustada. La forma cn que se cstablece la interacción cmocional y iomunicativa cn
estos primeros meses condiciona el conocimicnto social y emocitial quc el bcbé va
adquiriendo. Por una partc, irá descubricndo difercntes emocioñales v menta-
les que conformarán la llam¿rda teoría Lle ht mentc (vc<anse"rtud,r,
capítulos 10 v 12). pár oha. a
través dc estas intcracciones el bcbé sc va fclrmando una idea acerca de Ia disponibíli-
dad del adulto, de cómo y cuándo lo atiendc, de las posibilidade-s rle atraer su atención
y de la probabilidad dc disfrutar al interactuar cara a cara. Todos estos elementos están
estrcchamente relacionados con la formación de-l vínculo afectivo.
El desarrollo dcl vínculo afectivo cs uno de los campos quc mayor investigación ha
gcnerado e'n la disciplina. La principal razón es que sc tráta de ú.t pro."ro"que tiene
gra¡{cs- repercusioncs en la vida de las personai. El tipo dc apegó quc se éstablecc
en,la infancia influye en variables afectivas, cognitivas y socialesáel t-rino y también
del adulto. Asi a.specbs gcnerales como el ajuite psicoirigico o el bienestár emocio-
nal parecen relacionarse con el tipo de apego, pero tambieí variables muy concretas
como el rendimiento académico, la reguláción emocional o la competencia social.
Estudios que no podemos_tratar aqui pórque van más allá de nuestró objetivo, seña-
lan asimismo queel tipo,de apego-en ia infancia influye dc forma clara ón el tipo de
relaciones románticas y de amistad que establec"mor é., la edad adulta. En el ámblto
de la psicología clínica, muchos síntomas se relacionan también con los Drimeros
vínculos afectivos. Como vemos, pues, se trata de un tema de mucha trascendencia.
Fn este epígrafe nos vamos a detener en los orígenes de este ámbito de estudio y
revisaremos las aportaciones clásicas que han dado-lugar a Ia descripción de los üpo's
de apego. Después daremos paso a uni visión más módema, en la qr" r" pone clára-
mente de manifiesto cómo el establecimiento del vrnculo dependé de los rrrocesos
comunica.tivos tempranos. En este punto es importante qre *i lector se fije,'una vez
más, en el cruce entre afecto y comunicación qué se produte en el primer año de vida.
O Ed¡ciones Paran¡nfo
147
PnRrE t{ DESARRoLLo PRENATAT, nrclÉru NACIDo Y PRIMER RÑo or vlon
_%T
Figura 7.4. John Bowlby fue el primer autor en entender
el apego como una necesidad básica del bebé.
En sus orígenes su teoría estuvo muy influenciada por la etología y se alejó de las
ideas psicoanalíticas según las cuales el vínculo con la madre era una consecuencia de
la satisfacción de necesidades de alimentación y de la gratificación oral. Para Bowlby,
el apego no estaba ligado a la alimentación; era un instinto que se expresaba a través
de diferentes conductas y que tenía como objetivo vincular el bebé a la madre y la
madre al bebé. Estas conductas tampoco eran indicativas de regresión, como se inter-
pretaba en ocasiones, sino que cumplían una función natural y sana incluso en la vida
adulta. Según Bowlby (1951), para crecer mentalmente sano "el bebé y el niño pequeño
deberían experimentar una relación cálida, íntima y continua con su madre (o una
madre sustituta permanente) en la que los dos cncuenhen satisfacción y disÉrutc" (p.
I3, citado en Brc[hcrton,1992, p.701)la h¿ducción cs nucsha). Así pucs, cn su primera
formulación, Bowlby concibe el apego como un instinto, una necesidad básica y pri-
maria que ticne como objetivo proporcionar seguridad y afecto.
En cstos primeros años, Bowlby estudia junto con Robertson las respucstas de niños
que ya han formado un vínculo afectivo cuando son se-parados de sus madres. A través
dc las observaciones de Robertson, identifican trcs ctapas en las rcspucstas de separa-
ción: una primera fase de protesta (cn la c¡ue el niño llora y llama a su madrc'), una
segunda fase de indefensitin (donde cl niño se muesha apático y profundamente'triste)
y una tercera de desapcgo (dondc parece desli¡;arse de las rclaciones con los demás).
Para Bowlby, las teorías psicoanalíticas y conductistas no pueden explicar cstas conduc-
tas. Desdc su punto de vista, esta ansiedad que mucstra el niño al estar se-parado de su
madrc solo sctxplica cuando el apego se enticndc como un verdadero vínculo afectivo.
Bowlby y Robertson observaron las consccuencias que la separacitin tenía en los niños.
Por una parte, los niños bicn atcndidos desarrollaban una mayor confianza cn sí mis-
mos. Por otra, los niños que vivían una separación o que cambiaban a menudo de'figura
de- rcfcrcncia podían desarrollar una cicrta incapacidad para formar relaciones profun-
das con los demás (Robertson y Bowlby, 1952 citado en Bretherton,7992).
Más tarde, casi en la década de 1.970 Bowlby modifica sus idcas sobre el apcgo e
incorpora elementos más contemporáneos. Básicamcnte introduce la idea de que cl
apego funciona como un sistema dinámico y destaca el papel que'desempeña la
reprcsentación mental (Bowlby, 1969).En esta formulación Bowlby propone quc el
apcgo no surge como efecto directo de un instinto, sino que emcr€lc como un sistcma
que se va organizando de forma progresiva. Este siste'ma sigue unas pautas a lo largo
de los dos primcros años de vida y se constituye en función de las respuestas que
reciba del entorno, es decit en función de cómo reaccione la madre a las señales del
niño. En el primer año el bebé dispone de los sesgos innatos que le orientan hacia el
adulto y de la capacidad para producir y reconocer emociones básicas. El desarrollo
de esta.s capacidades básicas áurante ei primer año dará lugar a las conductas de
apego en el segundo año de vida. Las conductas de apego son señales externas produ-
cidas por el bebé que indican que el vínculo afectivo se ha establecido. Estas conduc-
tas consisten en seguir a la madre para buscar su proximidad, protestar cuando se
separa de ella y mostrar miedo ante los extraños. A la vez que se van organizando
estas conductas, el bebé va creando el componente cognitivo del sistema. Este ele-
mento cognitivo es una representación mental que sirve para predecir lo que va a
ocurrir. Los niños y 1os adultos utilizamos este tipo de representación en muchas
ocasiones. Por ejemplo, los estudiantes tienen una representáción mental sobre cómo
es una clase. Esta representación sirve para saber cómo se deben comportar v ofrece
una idea, generalmente acertada, de lo que va a ocurrir. En el caso dej up"gó ocurre
lo mismo. En función de cómo respondá la madre a las señales del bebé, r" rru
formando una representación mental sobre la disponibilidad de la madre. Esta "rt"reore-
sentación le.sirve para saber cuál cs la mejor forma dc ¿ctuar pdra cons('guir su cer-
canía y predecir las conductas futuras de la madre. La represóntación de"l bebé será
difcrentc si la madre Io atiende dc forma consistcnte, si lo atiende solo al¡;unas veces
<l si cs rara la vez que lo atiende. Las variaciones en la atención de la madre produci-
rán variaciones cn las expcctativas y la scguridad que experimente cl bebé.'Bowlby
dcnominó a esta,s representaciones mentales motlaló íntcriLt tlc trabajo (MlT) y, scgrií
é1, tienen la particularidad de que influyen dc mancra profunda lu for*á
se establecen las relaciones afectivas incluso en la vida adulta. "tt "r-,
!u"
Fase 2. Fase de formación del apego. De las 6 semanas a /os 6-g meses.
El bebé reconoce perfectamente a la madre y orienta su conducta sobre todo hacia ella.
sonríe, mira y balbucea más a la madre que al resto de los adultos. No obstante, aún se
deja cuidar por adultos desconocidos sin protestar y no muestra ansiedad al separarse
de la madre.
Fase 3. Fase de apego propiamente dicha- De /os 6-g rneses a los 2 años.
A paftir de los 6 u B meses las conductas de apego son claras y se dirigen hacia
la madre. Estas conductas ponen de manifiesto que el bebé ha establecido el
vÍnculo afectivo con la madre y su objet¡vo es mantener la proximidad con ella. por
ejemplo, el bebé
9ye ya gatea sigue a la madre por toda la casa y su repeftorio
comunicativo se dirige principalmente a ella. Otras dos conductas marcan'el esta-
blecimiento del vínculo afectivo: por una parte, aparece claramente el miedo ante
los extraños y los bebés ya no se dejan cuidar por personas desconocidas. por
otra, los bebés muestran ansiedad ante la separación de la madre. cuando su
madre se va el bebé llora y es difícil de consolar por otras personas.
Una vez definida la relación dc apego y cstablecidas sus fases, es neccsario estudiar
cómo pueden scr L-sos vínculos que sc cstablecen cntre el adulto y el bebé. En csta
orimera relación va se aprccian difercncias importantes en funci<in dc la cttnfianza
que el adulto traismite. y .1ue et bebó percibe. ias diferencias entrc los tip<ts de rela-
.ión qrr" bcbés y adulbi pueden cstablecer fucron estudiadas por Mary Ainsworth,
una colaboradora de Bowlby que amplió su teoría a través de trabaios realizados en
difercntes entornos cultura les.
La contribución más significativa de Ainsworth fue el diseño de una situaciírn muy
pautada en la que se observan las reacciones de un bcbé ante diferentes episodios. Esta
situación se denominalasitunción extrañn porque en ella el bebé se encuentra en un
lugar desconocido y con una persona extraña. La situación diseñada por Ainsworth
coñsiste en una serié de entradas y salidas de dos personas en una habitación, la madre
del bebé y una desconocida. A 1o largo de la situación, se observa cómo reacciona el
bebé cuando está con su madre, cuando aparece la exhaña, cuando se queda a solas
con la extrañ4 cuando se queda completamente solo y cuando la madre regresa. Este
último encuentro es el más relevante de cara a definir los estilos de apego.
Ainsworth observó tres tipos de reacciones diferentes por parte del bebé ante las
salidas y los regresos de la mádre, la presencia del extraño y el momento de soledad.
y muestran poca conciencia de sus necesidades. Este estilo del adulto hace que el
bebé se muestre indiferente, es decit que no proteste para llamar su atención porque
ha aprendido que cuando llora su cuidador le ignora o incluso se marcha. Los padres
de los bebés con apego resistente son inconsistentes. A veces atienden al bebé y a
veces no. Esta pauta hace que el bebé esté muy pendiente del adulto, pero de una
forma desconfiada porque no está seguro de si le van a atender o no.
Los distintos tipos de apego se consideran pautas adaptativas que el bcbé utiliza
para mantener la proximidad del cuidador. En este scntido, todos los patrones son
adaptativos porque es la cstrategia que mejor funciona en el contexto del bebé para
mantener la cercanía dcl adulto. Así el bebé cuyos padrcs atienden sus necesidades
de forma consistente aprcnde que cuando necesj ta ayuda, consuelo o protección, sus
cuidadores se lo darán. Esta confianza hacc que se atreva a cxplorar el entorno y quc
no dude en expresar malestar cuando neccsitc ayuda. Los bcbés cuyos padres igno-
ran sus necesidadcs aorcnden a inhibir o limitar su exprcsividad emocional. Estos
bebés desarrollan más cstrategias de autorregulación porquc aprenden que la regu-
lación no suele vcnir dcl cxterior. Los bcbés cuvos padrcs atienden sus necesidadcs
de forma inconsistente vigilan al adulto cuidad-osamcnte para intcntar saber qué va
a pasar. Estos bebés aprenden a e-star más pendicntcs del adulb que de sí mismos
(Music,2011 ). A través de estas cxperiencias los bebés internalizan una idca acerca
dc ccimo funcionan las rc'laciones con sus cuidadores. Esta representación es cl
modelo intemo dc trabajo que antes mcncionamos. Estc modelt'r, inconscientc o
impfícito, sitúa al niño e.n relación con los demás y guía sus conductas, expectativas
y afectos.
Los tipos de apegcl, sus repcrcusiones durantc la infancia y cl resto de la vida así
como su rclación con otras variablcs han generado muchísima invcstigacitin. A con-
tinuación nos ccntraremos en algunos predictores rclacionados con la comunicación
en los primeros mcscs de vida. En capítulos posteriorcs ahondaremos en los cfectos
que los tipos dc apcgo tienen durante la infanci¿r y, dada la relevancia del tema, men-
cionaremos algunas invcstigaciones sobrc los efectos durante el resto de la vida
(véanse capítulos 70 y 72).
predecir el tipo de apego del bebé al año de vida. Los bebés que
1 T"_:-"t ¡e1$ti3
rueron ctaslttcados como seguros al año miraban y sonreían más a sus madrei v
mantenían intercambios comunicativos coordinados a los 4 meses. Al contrario, lo'.s
bebés que fueron clasificados como evitantes al año, miraban y sonreían menos
a sus
madres a los 4 meses. Más allá de esto, también observaron que la coordinación en la
interacción comunicativa gnlre e-l bebé-y un extraño a los 4 ,ner", permitía predecir
el tipo de apego del bebé al año. Los bebés sef{uros se muestran más confiados con
el
extraño, mientras,que a los inseguros les cucita más interactuar. Este resultado, más
sorprendente, indica que desdemuy temprano el bcbé traslada la expcctativá y la
pauta de comunicación que ha aprendido con sus cuidadores a las r'elacior1", t,rr-t
otras personas.
un elemento comunicativo, que e-n los últimos años ha mostrado ser un buen
prcdicbr del tipo de apeflo, es lá referencia explícita por parte de los padres a los
estados emocionales y mentales del bebó (Meíns, Femyhbugh, Fradlcy y Tuckey,
2001). Más allá dc ser sensible a las demandas dcl bebé,'atenicrlo de forma consié-
tcnte y mantcner interacciones coordinadas, la considcración dcl bebé como un ser
c'mocional
.y mental cs clave para su dcsarrollo. El número dc comentarios que los
padrcs rc¿rlizan sobre el estado emocional y mental del bcbé a los 6 mescs pcrmitc
predecir el tipo dc'apego al año (Bernier y l)ozier,2003). Los cuidadorcs de bebés con
apeflo seguro no se'limitan a ate-nde-r las necesidades físicas del bebé, sino que a<ie-
más.se preocupan por sus emttcione's y t'stados mcntales. Al contrario, los pádre.s
de.
bcbés con aPlqu evitante suelen h.accr pocos come-ntarios sobre las emociones o pen-
samie'nkls dcl bebé y los padrcs de bebós con_apego resistcnte suelen haccr algünos
comcntarios relacionados con cl estado mental o emocional del bcbé, pero cn múchos
c-asgs se equivocan al interpretar el estado real dcl bebé (Music 20lI). Esta
, sensibili-
dad a las emociones y estados me-ntalcs del bebé por parte dcl adulto introduce al
bcbé desdc m.uy temprano cn un mundo intersubjótivo, un mundo en el qre Iu .nn:
sideración del otro, sus neccsidades, intencioncs y afectos es csencial po.u desarro-
"l
llo. La familiaridad con estos elementos emocionalcs y mentales desde el inicio dc la
vida y desde las primeras relaciones tendrá, como veremos en los próximos capítu-
los, muchas repercusioncs en el desarrollo de otras habilidadcs como la teoría ie la
Tlnt*l la^regulación
(Fivush,.20ll;
t'mocion¿1, la capacidad narrativa o la mt'moria autobiográfica
Hughes, white y Ensor, 20r4; Lemt'rise y Harper; 2014; Leyva,"B,,rru-
cal y Nolivos,2074).
@ Ediciones Paraninfo
155
PARTE II DESARROLLO PRENATAL, RECIEN NACIDO Y PRIN/ER AÑO DE VIDA
h.1ma¡o y por eso está. implicada en los procesos emocionales, la empatía, la percep-
ción de estados mentales, el altruismo, lá cooperación, la sensación d" .orfiuiru yiu
creación de lazos afectivos. Algunos trabajos encuentran correlaciones positívas
entre la tasa de oxitocina en sangre y la capacidad para generar buenos^vínculos
afectivos y relaciones armoniosa.i (Feldman, et á1.,'2010í,2010b). otros trabaios
ercuentran que las mujeres.con- bajos niveles de oxitocina tienen mayor riesgo de
depresión- postparto y, más allá de esto, que bajas tasas de oxitocina durante el emba-
razo pueden predecir el ries¡;o de sufriideprcsión postparto (skrundz et á1., 2011).
Pues bien, sabiendo.la importancia que tiene la oiit,r.itro en el bienestaq. algunos
estudios han evaluado el nivel de oxiiocina de niños adoptados y niños criadós por
sus padres biológicos. Los niños adoptados de cste cstudió en contreto habían rrivldo
los 16 primeros mescs de vida en una institución y luego fueron adoptados por fami-
Iias que les ofrecieron todos los cuidadot n"."rari,r, páru r;u recupeiaciírrl. Lu, p-"-
bas de oxitocina se realizaron cuando los niños ienían 4 añbs. Los rcsulia<ios
mosttaron quc el nivel de oxitocina de los niños adoptados era de forma consistente
más bajo que cl dc los niñ,]:
l,l adoptados. Asi tres años después de la a<lopción
scguían existiendo marcas biológicas como consecucncia de los 16 primeros *"r",
dc vida (Fries, 2005, citado en Gucgucn, 2014). Estc resultado no implica clue los
niños de este c'sfudio no pucdan llevár una vida más o menos normalizáda ni que no
pucdan ser felices. Lo que queremos resaltar cs la relevancia o la marca que. las cxpe-
ricncias tcmpranas dejan cn el desarrollo
Existen muchos otros estudios que muestran este. tipo de consccuencias a nivcl
biológico, cerebral y psicológico siñ tener que centrarsc en niños que han sufrid<r
situacioncs difícilcs ex.tremas, como pucde ser el abandono. Los niños quc' viven en
sus casas/ con sus padres biológictts, pero que no recibe-n un trato adócuado tam-
bién sufrcn consccuc-ncias impórtanteis. Sin que estemos hablando dc situaciones
graves de maltrato, existen multitud de ocasioncs en las que o bien no sc actúa de
forma óptima o bicn, y mucho más
¡;rave, se ejerce ur-'u ,ui.rl"r,.ia hacia los niños
qucwa deiando su huclla. No podcmos detenernos en rclatar todos los estudios
que hay sobre el tema, Pcro sí qúcremos insistir en que la evidencia empírica actual
ya no puede justificar los argumentos sobre la irrelevancia dcl trato a los niños
Así pues, por la importancia que tiene. y por el desconocimiento que
l_*91"¡:t
todavia hoy encontramos en muchos casos por parte de los adultos, cste último
apartado lo presentamos como un aviso, una señál de alcrta y una recomendación
para evitar que los cimientos de la vida emocional y afectiva se asienten sobre-
[errenos movcdizos.
.básica
- !"
el primer año de vida el bebé necesita sentirse seguro. Esta seguridad es
para todas las competencias emocionales y afectias que se van apren-
diendo. Para generar esta seguridad el adulto deÉe atender süs necesidades de
lorma constante, es decir,.a.cu.dir siempre que el bebé lo necesite. La idea de que no
se debe coger en brazos. al bebé porque "sé acostumbra" y que es bueno o ,ró
ti"r,"
consecuencias dejarlo llorar en su cuna es totalmente contiaproducente si cuere_
mos generar un apego segu ro. En la misma línea, otra de las nécesidades básiias de
estos primeros meses es el contncto corporal. El bebé necesita el contacto corooral
O Ed¡ciones Paraninfo
157
;
PF\FITE ll DESARROLLO PRENATAL, RECIEN NACIDO Y PRIN/ER ANO DE VIDA
porque es una fuente de seguridad y una forma de transmitir afecto. Por eso, nada
más nacer matronas y ginecólogos insisten en que el bebé toque la piel de la madre.
Del mismo modo, las unidades de neonatología establecen unas horas al día para
que las madres de los bebés que están en incubadoras tengan contacto corporal con
ellos. Hace unos años esta práctica no se consideraba una necesidad básica del
bebé, pero hoy todos los profesionales que trabajan con recién nacidos saben que
es fundamental para el establecimiento de una buena relación afectiva. Esta nece-
sidad de contacto no se reduce al momento de nacer. El niño necesita ese contacto
a lo largo de toda su infancia. Muy unido a esta última pauta está la de expresar
afecto positivo. Cuando el adulto expresa afecto positivo, interactúa con el bebé o
con el ñiño carA a cara, lc sonríe, le abraza, le h¿bia, etc. Esta cxprcsión hace quc el
niño practique su rcconocimiento emocional, adquiera pautas comunicativas/ pro-
cese el lenguaje y sc "cnganche" en una actividad placentera que refuerza el vín-
culo. Esta actividad modula la configuración cercbral e incide cn la produccitln de
oxitocina del niño. Estos dos elementos neurológicos son esenciales para el desa-
rrollo tlclsterior.
Má.s allá dc cste conjunto de pautas, cl adulto puede entrcnarse para rcspetar el
ritmo dcl bebc y leer de forma adecuada las scñales que emitc. Como ya hcmos visto,
algunas veces Ios adultos son demasiado intrusivos y esto produce intcracciones poco
coordinadas y satisfactorias para cl bcbé. El lector puedc imaginar la consecuencia de
la intrusividad si picnsa cn cómo se siente cuando otra persona no lc deja espacio sufi-
ciente para hablar o rcacciona¡, es deci4 cuando otro invade el cspacio que dcbería
tcne-r oara se-ntirse cómodo en la relación. Los bebés emitcn señales claras cuando nt'l
cstán h gusto. La más evidente es cl llanto. C)tra muy clara es la mirada. Cuando un
bcbó no mantiene la mirada o gira la cabcza como "no qucriendo mirar" cstá dandtt
mucstras de- ouerer interrumpir la interaccitin o de que está incómodo. Otro síntoma
frccucntt, dt' malcstar emocicln¿l es la inquictud exageracla rr t'l embobamit'nto. Los
bebés que protcstan a menudo, que no paran quietos o que, al contrario, sc quedan
horas mirando el vacío, pucdcn estar expresando un malestar emocional. Por supucsto,
el temperamento ticnc mucho que ver en cómo rcacciona el bebé, pero cuando la pauta
de interacción dcl adulto es adecuada y el apcgo se va haciendo seguro, lo normal es
que el temperamento se vaya modulando y cl bebé tienda hacia la regulación. En este
sentido, respetar el ritmo del bebé, dejar un Lumo para que se exprese y reaccionar de
forma acorde, son pautas que favorecen el desarrollo emocional.
La regularidad es también una fuente de seguridad importantísima en estas eda-
des. El bebé puede aprender hasta qué punto su entorno es regular y predecible en
dos sentidos. Por una parte, aprenderá si sus actividades son regulares. Por otra,
aprenderá si sus cuidadores son regulares cuando interactúan con é1. Cuanta mayor
regularidad, sobre todo en la reacción emocional de los cuidadores, mayor estabili-
dad para el bebé. Los cuidadores que cambian a menudo de humor o que reaccionan
de forma imprevista y negativa pueden crear mucha confusión en la mente del bebé.
En general, los bebés que siguen pautas regulares en su vida cotidiana y hacen las
mismas actividades más o menos en los mismos momentos suelen ser bebés más
tranquilos y seguros.
Por último, los bebés necesitan que sus cuidadores estén presentes.
Las jorna-
das laborales de,los padres no p"r*it"r,, en mucha, o*rio"!r,
dedicar tiempo a
estar con los niños. Aunque los niños estén bien atendidos, ía
ausencia de sus
padres y la falta de tiempo tiene un efecto en el desarrollo. Nó queremos
decir con
csto que las madres no puedan trabajar fuera de casa, ni Áu.ho
men,s. sin
embargo, si Ios cuidadorei llegan a casa cuando los ninos'ya
dormidos,
como pasa en tantos hogares-españoles, corre-n el riesgo de que "rier",.url
Ia seguridad quá
estén generando sea menor. y ésa falta de seguridad'puede'ten".
ul[.rr1o.or,'r"]
cuencia..com. algunos autores señalan, el poio tiempó que se dedica a la crianza
cle los hr¡os constituyc un ricsgo para cl dcsarrollo. En alfunos
casos se indica cla-
rame.nte que perteneccr a clases altas, donde los padres-írabajan
muchas horas y
los niños están -siemprc con una cuidadora, pucde considcrarsJ un factor
.1e riesgá
para el desarrollo.
Referencias
Bcebc, B- y Lachmann, F. M. (2002), Infttnt rc- t ti t iac tlcacl Ltp mtn I (pp. i 06-1 2tj). Ox forcl :
st'arclt sttd aLlul t trutmcnt. Co-'cottslrucl irrg Wiley-Blackwell.
tntt:rocttons. Nueva York: Analytic prcss.
Darwin, Ch. (1872), Thc L'xprassiort of thc Lmo-
Bernier, A. y Dozicr, M. (2003), ,,Bridging thc liotts itt m¡tt trul dtrimdls. Lontlrcs: l. Murr¿v.
attachmcnt transmission gap: l'hó rdie of (Trad. cast.: Ltt cxTtrtsitin tlc las amocitnrcs tin
maternal mind-mindedness,,, Intt,nu_ L:l lnmbrL: y bs animaks. Buenos Aires: Sc¡
tiotml lournal of tsehauioral Dcrcktp¡x(:¡¡, ciedad de ediciones mundiales, 1962).
27(4),3s5-365.
Delgado, B. (200U), "Dcsarrollo afcctivo,
Bowlby, l. (1951 ), "Maternal carc and mcntal emocional y social", en M. Ciménez-Dasí
hcalth", World Llcolth Organization, Mo- y S. Mariscal (coord.), Psicokt!ía tlt,l dL:stt-
norraph Suias,2. rrollt¡. Dcl nacimicnto a la ytrimcra infancia
(pp. I 59- I 7v). M.rtlrid: Mc(,r¿w-Hill.
Bowlby, 1.0969), El atuculo afcctiuo. Buenos
Aircs: Paidós, 1926. Fefdman, R., Clordon, I. y Zagoory-Sharon,
O. (2010'), "'l'he cross-seneration trans-
Bretherton, I. (1992), "The origins of atta-
mission of oxytocin in humans,,, Ilorn.
chmcnt theory: John Bowlby and Mary Ilchgu. 58,669-676.
Ainsworth", Dcuektpmcntal psychobgy,
28(s),759-775. Feldman, R., Gordon, I., Schneiderman.
I., Wt,ism¿n, O. y Zcgoory-Shart_rn. O.
Candel, I. (2005), "Prevención desde el ám- (2010b), "Natural variations in mater-
bito educativo. Patologías no evidentes,,, nal and paternal care are associated
en J. Pérez-López y A. Brito de la Nuez with systematic changes in oxytocin fo-
(eds.), Manual de atención temprana. Ma- llowing parent-infant contacf', psycho-
drid: Pirámid e, pp.179-732. ncurocndocrinology 35, I I 33-l l4l.
Carpenter, M. (2011), "social cognition and Fivush, R. (2011), "The development of auto-
social motivation in infancy,,, en U. biographical memory", Annual Rewieo of
Coswami (ed.), Handbook of chilrthood cog- P sy cholo gy, 62, 559 -582.
O Ed¡ciones Paraninfo
159
PARTE II DESARROLLO PRENATAL, RECIEN NACIDO Y PBIMER AÑO DE VIDA
Gueguen, C. (2014), Pour unc enfance heu- Link, H. y Ang,old, A. (2()06), "(-ommon
rt'usc. Itarís: Ilobert Laffont. t:motion¿l and bt'havior¿l disordt'rs in
preschol children: prcsentation, noso-
Harlow, H. F. y Harlow, M. K. (1962), "Social logy, and epidcmiology" ,lournal of Child
dcprivation in monkeys", Scicntílic Ame- P sy cholo gy an d P sy ch ia t ry, 47, 313-337.
rican, 207,137-146.
Lorenz, K. Z. (1952), King Solomon's rirtg.
Harlow H. F. y Harlow M. K. (7966), "Lear' Nueva York: Crowell.
ning to ktve" , ArnericLtn Scicntisl, 54,2M-
272. Main, M. y Solomon, l. (1990), "Procedures
for identifying infants as disorganized/
Haviland,l. M. y Lclwica,.l M. (19U7) "'lhe in- disoricnted during the Ainswoth Strange
duced affcct rt'sponsc: Gweck-old infants' Situation", cn M.'l'. Grccnberg, D. Cic-
rcsponse to the emotion exprcssions", Dc- cht'tti y E. M. ( ummings (t'ds.), Allttlt-
aebpmmtal P sychology, 23, 97 -7M. mtttl itt lhc prcsclruol yrurs (pp. l2l-160)'
Chicago: Univcrsity of Chicago Press.
Hobson, l'. (2002), The uadle of tlrought. Ex-
ploring the origitrs of thinkhrg. Londres: Meins, E., FernyhouCh, C., FradleY, E. Y
Macmillan. Tuckey, M. (2001), "Itethinking maternal
sensitivity: Mothers' comments on in-
Hughes, C., White, N. y Ensoq, R. (2014),
fants' mental processes predict security
"How does talk about thoughts, desires,
of attachment at 72 months", lournal of
and feelings foster children's socio-cog-
Child Psychology and Psychiatry arul Allied
nitive development? Mediators, mode-
D is cip lines, 42( 5 ), 637 -648.
rators and implications for intervention",
en H. K. Lagattuta (ed.), Children oild emo- Meltzoff, A. (2011), "social cognition and the
tion. Nrro insights into deaelopmental affec- origins of imitatiory empathy and theory
tiae sicmces (pp. 95-105). Basel: Krager. of mind", en U. Goswami (ed.), Handbook
@ Ediciones Paraninfo
161
l
caeirut-o a
Y COMO ESTIMULARLO
beo del corazón. Estos sonidos constituyen una base constante de bajas frecuencias
que contrasta con los sonidos exteriores, sobre todo los de frecuencias altas, como
son el ruido de Ia sirena de una ambulancia, la música y lavozhumana. En condicio-
nes intrauterinas, que han podido investigarse medianie la utilización de micrófonos
resistentes alagua, se pierden todos los detalles fonéticos clel lenguaje; pero se man-
tiene la información prosódica: la entonación y el ritmo. En el .iigúient" apartado
veremos cuál es la relación entre este dato y los procedentes de óxperimentos de
percepción con bebés ya nacidos.
O Edic¡ones Paraninfo
165
)
PARTE II DESARROLLO PRENATAL, RECIEN NACIDO Y PRIMER RÑO OT VON
tema perceptivo del bebé se interpone una barrera física (el vientre matemo), toda la
información auditiva le llega filtrada o atenuada. En el útero el bebé no oye ni per-
cibe bien los detalles de los sonidos, ni de las palabras, pero sí puede comenzar a
percibir la entonación y el ritmo que constituyen algunos de los aspectos más impor-
tantes del lenguaje.
Las distintás lenguas tienen entonaciones y ritmos diferentes, sobre todo.si perte-
necen a tipologías distintas; por ejemplo, la lengua portuguesa y la española_perte-
necen al grupo de lenguas románicas, pero son muy diferentes del chino, una lengua
de tipolofíaional. Penscmos en la entónación típica del idioma alemán o dcl chino_y
cn súr diiórcncias con la entonación española. Si cl bebé, a partir del séptimo mcs de
cmbarazo, ticne su sistcma auditivo en funcionamicnto, puede comenzar a aprender
algo sobre cómo suena la lengua materna. Por eso, al naccr reconoce la vt-tz y la- len-
gu1 d" la madre como familiáres, prefierc estos sonidos a otros, y es capaz de darse
óuenta de'que esta lcngua suena de modo diferente a otras. Además, como vimos al
revisar e.l d'esarrollo dei cerebro, la expcriencia auditiva con una lengua (o varias) es
necesaria para quc cl cerebro y el sistcma cognitivo del niño pongan cn.marcha los
procesos d-e maduración y aprendizaje necesarios para adquirir la capacidad lingüís-
iica. Son lo quc se denominan c()mo pr()cesos que requierau de lo ax¡tericnci,a (cxperiencc-
cxpactant) que mencionábamos cn el capítulo 4- e'n periodos temporales concretos.
- humano no es expucsto a estimulacitin auditiva de tipo lingüístico en
Si el cerebro
estas fascs no será capaz de aprender el lenguajc, de aprcnder ninguna lengua. Si es
expuesto a estimulación lingüística, a cualquier lengua, se irán configurando tanttl
las habitidadcs de p.ucerurñi"tlto nccesarias para aprender dicha lcngua, como la
base cerebral necesaria para ello.
A partir de los 6 mesós sc observa un proceso muy curiostt de pérdida de habilida-
des dó discriminación temprana; se trata de un proceso adaptativo quc permite iniciar
el camino hacia la cspecialización c¡ convergencia con las características de la lengua
materna. Es deci4 cn un ambicnte monolingüe b adaptativo es aprende-r las caracterís-
ticas fonológicas de la lengUa matema y "centrarse o focalizarst-"' en cllas. En este
sentido, invéstigaciones détalladas (Kuhl, 1997, 7998,2000) han mostrado que.los
bebés alre.dedoidc los 5 o 6 me-ses comienzan a percibir cl sistema vocálico dc su len-
quc no per-
flua. A estas edades ya no diferencian contrastcs de sonidos -fonemas-
ión"rca. a su lenguá materna, pero sí empiezan a percibir claramente cuáles son los
sonidos vocálicos de esta. Más tarde en torno a al primer año de edad los bebés ya dan
muestras de haber descubierto muchas de las carsctcrístícas t'onotícticas de su lengua.
Estas constituyen un conjunto de reglas sobre qué sonidos se- combinan
-implícitas
con qué otros en cada lengua. Por ejemplg en español
- no tenemos palabras que empie-
cen por "kba" , pero en lengua rusa sí. Este tipo de conocimiento fonético es importante
pará poder apiender las palabras que pueden formar parte del vocabulario de una
iengua. Alredédor de estaédad, los 12-15 meses, comienzan los procesosde segmenta-
cióñ y extracción de las primeras palabras (véase apartado 8.4) que constituyen la base
del primer vocabulario infantil.
Sintetizando hasta aqui los bebés disponen de un conjunto de preferencias hacia
lavozy el rostro humanó que garantizan la atención hacia ambos tipos de estímulos.
@ Ed¡c¡ones Paraninfo
167
PAñTH II DESARROLLO PRENATAL, RECIEN NACIDO Y PFIMEB AÑO DE VIDA
Jusczyk y colaboradores, así como otros muchos autores, han realizado numero-
sas investigaciones sobre la segmentación del habla por los bebés. Por ello hoy sabe-
mos que los bebés utilizan un conjunto de claves informativas o indicios que les
ayudan a ir identificando las unidades del habla palabras...- que les
-sílabas,
dirigen los adultos. Estos indicios se refieren a información perceptiva, primero pro-
sódica y luego fonética. Gracias a "una sensibilidad muy fina hacia los patrones pro-
babilísticos del ambiente" (Kelly y Martin, 1994), los bebés detectan, por ejemplo,
que dos fonemas no pueden apareccr juntos formando una sílaba (en español, el
fonema 'n' y't'). Es deciq, son capaces de darse cuenta de qué estímulos -tn el caso
del lenguaje, qué fonemas, sílabas, etc.- tienen más probabilidad de apareccr juntos
f, por tanto, extraen regularidades del ambiente lingüístico. Cuando aplican csta
sensibilidad al lenguaje, los bebés se aprovechan de las regularidades estadísticas de
su lengua entre otras- para poder hacer predicciones sobre dónde
empieza y-fonotácticas,
acaba una palabra. Sin embargo, extraer las palabras utilizando única-
mente información fonológica y fonética- es posible, pero difícil.
Cuando se estudian las primeras -prosódica
palabras de los niños se observa que estas son pala-
bras de uso muy frecuente que ap¿rrecen reiteradamente en cl lcnguaje que se les
dirige. Se dan en contextos cotidianos y muy significativos para los niños. Además
muchas dc cllas se producen dc forma aislada, lo quc facilita enormemente su seg-
mentación y almaccnamicnto.
Elhecho de que no oigamos decir las primeras palabras delbebé hasta los 12-15
meses aproximadamente no quiere decir que este sea un ser silencioso. Durante el
primer año, los bebés además de llorar, producen distintos tipos dc vocalizaciones, y
alrcdcdor dc los 6-8 meses comienzan a balbuccar. El balbucco evoluciona hacién-
dose poccl a poco más complejo y se produce entonces la transición hacia las prime-
ras palabras (véase, López-C)rnat y Karousou, 2073; es un estudio realizado con
niños españoles entre 9 y 30 meses sobre conductas vocales y su cvolución hacia las
primeras palabras). El cuadro 8.1 recoge Ias principales produccioncs vocales desde
el nacimicnto hasta dicha transicitin.
En el cuadro 8.1 se muestra el proceso evolutivo que conduce al bcbe< humano
desde la producción de sonidos de origen orgánico hasta la emisión dc las primeras
palabras. En este proceso destacan fenómenos bien conocidos como el del balbuceo
reduplicadrt o canónico, que se define como la producción de series de sílabas con
estructura de consonante-vocal [CV] como, por ejemplo, "pa-pa-pa" .
Además del balbuceo canónico, entorno al año los niños empiezan a producir sus
primeros gestos comunicativos. Al principio el balbuceo y los gestos se producen dc
forma independiente. Algo más adelante, se observa la unión entre vocalizaciones y
gestos. Las emisiones vocales son ya claramente comunicativas, aunque su conte-
nido segmental aún sea ininteligible porque consta, por ejemplo, de jerga o balbuceo
variado (véase cuadro 8.1).
La transición hacia las primeras palabras se observa alrededor de los 12-15
meses/ aunque varía de niño a niño. En estos momentos se observan dos nuevas
conductas: 1) Los gestos referenciales o simbólicos, que son producciones gestuales
que representan al referente. Por ejemplo, el niño se sienta en el suelo y con la
.t" la mano golpea.a su derecha para que se siente allí el adulto .2) Las proto-
f 1lT.
palnbra.s o exp_resionesarticuladas que ocurren en contextos definidos y qrr" .o ,on
imitaciones. Tienen un funcionamiónto referencial; es deci¡, a una situación corres-
P.onde. una protopalabra. Son fácilmente reconocidas por cualquier persona rela-
cionada con los niños y dependen del contexto y de gestos acompañantes
la
mano, la cara o el cuerpo. -con
lll) 16 a 30 semanas Juego vocárico; ruidos consonánticos con /x1l, /g/ ...(ej: ajó, agó)
Las.primeras palabras tienen una estructura muy simple (cvcv) y aparecen liga-
,
das a situaciones y contextos muy concretos, se refióren u p"rronu, y"objetos cotidia-
nos e incluyen expresiones frecuentes y útiles, que res sirven para pedír cosas, para
preguntar, etc. Pero antes de que produzca sus primeras paiabras reconociblós el
niño ya comprende mucho lenguaje, aunque tengá que upoyurr" también en la infor-
mación presente en el contexto er que se producen lás paiabras y frases que entiende.
Por ta.nto, la comprensión se adelánta a ra expresión del leng,iaje. Asi según datos
obtenidos en español mediante los Inventariós MacArthut(top"rornaiGallego,
c^allo, Karousou y Mariscal, 2005), los niños de 10 meses .omprdnde¡ una media
de
3,9 palabras, p.ero solo producen una media de 1 palabra. Los'de
14 meses compren-
den una media de 727 palabras y producen 11 palabras. A medida q,-," urr-"it, lu
edad, el desequilibrio entre comprénsió. y prodr..ión se hace mayor.
O Ediciones Paraninfo
169
I
PAfiTH I[ DESARROLLO PRENATAL, RECIEN NACIDO Y PRIN/ER ANO DE VIDA
Aprcnder una sola palabra implica muchos procesos distinbs y requicrc análisis
complcjos sobre el lenguajc, aunque las condicioncs L-n que aprcnde el niño son muy
especialcs; son muy difercntcs de las quL- se produccn cuando un adulto trata de
aprender una segunda lengua. Una vez producidas las primeras palabras, cl niño va
incorporando nuevos elemcntos a su vocabulario. A partir de los 2 años, estc crece de
mancra muy rápida. Sin cmbargo, estc componentc del lenguajc es el quc pcrmanecc
más abierto durante todo el dcsarrollo; de hccho podemos estar aprcndiendo nuevas
palabras durante toda nucstra vida. Por ejemplo, si e-mpezamos a practicar un
deporte nuL-vo, aprenderemos palabras ligadas a ese contexto quc antes no conocía-
mos. O si decidimos hacer un curso sobre una disciplina que es nueva para nosotros
sucederá lo mismo: aprenderemos léxico nuevo.
Los dos años constituyen un importante hito en el desarrollo lingüístico. A esta
edad aproximadamente los niños ya tienen un vocabulario importante y comienzan
a prestár atención a las combinaciones de palabras y a la forma (l.e. morfología) de
las palabras que escuchan. Como veremos más adelante el inicio de la adquisición de
la gramática y su desarrollo posterior constituye un proceso crucial en el desarrollo
infantil. Pero es importante conocer cuáles son los procesos que preceden a la grama-
ticalización (véase figura 8.2). Los Inventarios MacArthur-Bates en español (López-
Ornat et á1., 2005) se apoyan sobre un modelo de desarrollo del lenguaje continuista;
es deci{, que postula la relación de continuidad entre unas adquisiciones y otras en
el desarrollo del lenguaje. Asi por ejemplo, los datos del estudio de Karousou y
.-_>-
-.....-
Primeras palabras producidas
¿__>-
\ Primera morfología flexiva
Primeras combinaciones de palabras
Inicio subordinación
O Ediciones Paraninfo
171
pAfiTÉ t DESARRoLLo pRENATAL, RECIEN NACIDo Y PRIMER RÑo oE vlon
I
M
w -- .!:
*t, * a{
, 4|úl':1bs. /
ffi
ffi.
W:
f\-
WE.
= :E
i
ü:
1,1
ffi
Figura 8.3. Pediatras y otros profesionales relacionados con la infancia pueden detectar
retrasos V alteraciones en el desarrollo del lenguaje.
Natalia, 23 meses
a. Gestos: 12 ountos.
b. Juegos: Si.
c. Acciones:8 ountos.
d. Juego simbólico: Si.
Suma gestos + acciones: 21 (percentil 50 a 15 meses 2g puntos). posible
= indicador de
problema comunicativo general!l
O Ediciones Paraninfo
173
PARTÉ II DESARROLLO PRENATAL, RECIEN NACIDO Y PRIMER AÑO DE VIDA
trucción del lenguaje oral que se pueden adaptar al trabaio en el aula de educación
infantil.
Otro de los aspectos de la estimulación temprana se refiere a la intervención con las
familias. Es impórtante, sobre todo en caso dé que el niño presente un trastomo del
desarrollo, obsérvar las pautas de interacción de los padres con el niñoy anotar cuáles
de ellas serían mejorables. Como veíamos se pucde instruir a los_ padres. En.primer
lugar la intervención familiar estaría orientada a modificar las conductas verbales y no
u"ibol"r que interfieran en el desarrollo lingüístico de los niños. En segundo lugar, se
trata de enseñar a los padres nuevas formas más apropiadas de interacción.lingüística.
El programa de intervención familiar "lnteract", de Serena Bonifacio (2004), destinado
a famiÍlas dc niños menores dc 2 años en Italia, es un bucn eicmplo de este tipo de
programas. Esta autora proponL. hacer una evaluacitln detallada del cstilo comunica-
ii"n'4" los padres v del'niño y, entonces, haccr una intervención individualizada. La
lista tle funci.rnc, iomunicativas quc propone evaluar son las siguientes (cuadro fl-3).
Función comunicativa
Asi ncrónica/desvalorizativa
Cuadro 8'4. Ausencia de estilo correctivo de los padres sobre el lenguaje de sus hijos
Entre las interacciones lingüísticas entre padres e hijos aparecen correccrcnes. Estas
pueden ser de dos tipos:
GRAMATICALES
Algunas de las actividades que los padres pueden llcvar a cabo para
estimular la
producción lingüística de sus hi;os son las sigüientes:
Completar oraciones:
N: ¡Uh!, e tete.
M: Tete tiene la nena.
O Ediciones Paran¡nfo
175
PARTE II DFSARROI LO PRENATAI , RECIEN NACIDO Y PRIMER AÑO DF VIDA
N: Caca e má.
P: ¿Tienes cnca en Ia mano?
Continuaciones tlel tema o topico (eI adulto amplía eI tema de conaersación itriciado ¡tor el niño):
Ejemplo:
N: Aquí e ncne.
M: Aquí el nene está muy bien. ¿A quc sí? un poquito de iabón para mi niña.
¡Jabón! Dame las manitas.
Ejemplo:
N: Chupa e ncna e Suau-guau.
M: ¿'lb ha chupadola len[ua el guau-guau? ¡Mc cachis! Le vamos a haccr tas-tás.
Cambios Llcl tamtt o tóItict't (el adulto cxticrule la conz,ersaci(ttt t'on otrtts [cmas):
Ejemplo:
P: ¡Qué oios ticncs, hija! ¡Uy, csa niña, c1ué ojos ticne!
N: Caca o pes.
P: Y adcmis de caca en los pies tienc unos ojos muy bonitos'
Ejemplo:
M: ¿Dóndc va mi ncne?
N: A calle.
M: Claro, ¿a c1uó?
N: A calle.
M: Pero, ¿dónde?, a callc ¿dónde?
N: Nenc, a calle, nene.
M: ¿Va a la calle el ncne?
N: Mnn [asientc]. Callc nenc.
Referencias
Aguado, C. (2000), Ll drsarrollo dcl lcn.quajc tlc Karousou, A. y López Ornat, S. (2013),
0a 3 atios. Madrid: CEPE. "l'respeech vocalizations and the emer-
Bonifacio, S. (2004), MoLlelli Lli intcruento prr Lefcj of speech: A study of 1005 Spanish
coci ¡tcr il bambino parlatori tardiz¡o: il mo,tlelLt
children", S¡tanish lourhLtl of psyciuilogy,
lNIERACT. Tirrenia: Edicioncs dcl Ccrro. vol. 16.
Mariscal, S. y Gallo, P. (2015), Adquisit:ión rlcl
Juárez, A. y Monfort, M. (19U9; rcedición
Icn guajt. Madrid: Síntesis.
2007), Estimulación tlcl lcnguajc oral. Ma-
drid: Santillana. Monfort, M. y Juárcz, A. (2000), Llstimulacíón
dcl lenguajc. Madrid: Santillana.
Lópcz-Ornat, S., Gallcgo, C., Clallo, p., Ka-
rousou/ ,A., Mariscal, S. y Martínez, S. Scrra, M., Serrat, E., Soló, R., Bel, A. y Apa-
(2005), Inrcntarit¡s tlc DcsárrollL¡ Comuni- rici, M. (20011), La aLlquisicititr tld lt;nguitjc.
t'aliz¡t¡ MLtcArthur (adaptar'ítin cspañola). lla rcelona: Aricl Irsicología.
Madrid:'f EA Ediciones.
@ Ed¡c¡ones Paraninfo
177
l
F}enrg lll
D¡snnRoLLo pstcolócrco
EN EL NIÑO DE2Y 3 AÑOS
CAPÍTULO g
Et o¡sARRoLLo cocNtTttlo-ur,¡cüísTtco
O Ed¡ciones Paraninfo
183
pARTF rtt DESARRoLLo pslcorÓclco EN rr ntÑo DE2Y s RÑos
los, pero el niño aún no puede operar con ellos ni utilizarlos de modo lógico. Según
Piaget, inicialmente el niño está muy centrado en su punto de vista y muestra con
sus"acciones una gran tendencia a áeformar la realidad. Por ejemplo, un niño_ de
estas edades sosténdría que si una muñeca se cae al suelo se hará daño, atribu-
yendo rasgos humanos o de entes animados, como es é1 mismo, a obieto.s inanima-
áos. Esta iaracterística del pensamiento preoperacional se llama animismo. En \a
misma línea, el niño en sus explicaciones sobre la realidad casi no distinguiría
entre lo físico, lo mental o lo social. Solo a partir de los 3 años, cuando ya se da un
manejo del lenguaje considerable se comenzarían a observar esas distinciones.
Pero ñi en esta ótapa preconceptual ni en la etapa intuitiva cl niño sería capaz de
realizar operaciones mintslcs bdiicas, que son las que caracterizan (véase capítulo 2)
el pensamiento operacional propio de otra etapa o período dt'l desarrollo de la
inteligcncia, el peiíodo dc las operacioncs concretas (a partir de'los 6 años aproxi-
madamente y hasta los 12).
1U @ Ediciones Paraninfo
EL DESARROLLO COGNITIVO-LINGÜÍSTICO CAPíTULO S
@ Ed¡ciones Paraninfo
185
PARTE }II DESARROLLO PSICOLÓGICO EN EL NIÑO DE 2 Y 3 AÑOS
O Ediciones Paraninfo
187
I
PANTF I}r DESARROLLO PSICOLOGICO EN TT NIÑO DE2Y S NÑOS
peculia{, expresando un significado más reducido que el que le otorgamos los aduitos.
Estos problemas de comprensión del habla infantil que pueden te"ner los adultos
se
relacionan con las diferencias en cuanto a forma y slgnincaao de las unidades lingüís-
ticas que. manglp los niños. si consideramos como errores las emisione, qr" ñu ,"
ajustan al modelo canónico su análisis y clasificación priede.r ser
muy informativos sobre los -adulto-mórfico-,
procesos de adquisición que rr,tyu."r, a este. Los errores
cgrlltih]y-el verdaderas "ventanas" que nos permiten áromu.n,n al proceso de adqui-
lenguaic, que nos permitcn entrevór o inferir cómo son las represcntacior-,es
:i.i91.9."1
lingtiísticas subyacentes a las producciones de los hablantes de,rnu l"ngru, sean niños
o adultos. Los maestros, puesto quc tienen en sus aulas dc educación iná"i¡t un
grupo
de niños con diferencias entre sí o peculiaridades individuales, pueden scr obse*ado-
res privilegiados del desarrollo del vocabulario, dc los crrores qúe produccn.
El estudio
de los cambios en los tipos de errores nos informa de los .u-blu.t reprc-sentacionales
que succden en el dcsarrollo del lenguaje.
Pu ejcmplc¿ cuand.o un niño utiliza ra palabra u onomatopeya "babau" (,,guau-
guau") para referirse únicamcnte al pe'rro'de su familiu, p"r.r'nó para referirie"a los
perros dc juguetc ni a los quc apareccn en los cuentos; o cuando óho niño, hablante
de lengua in¡;lesa, utiliza la. paiabra "truck" para referirse scllo ,r los camicxrcs que
recogcn labasura y que ve desde su casa, pero no la usa en cl contexto de juego
Jon
camiones. Estos err<lrcs son más propios dc las primeras fascs dcl desarroilolóxico.
Se trata de errttrcs de infracxtensión (under-crtensitir) quc mucstran un uso
cle las paltr-
bras implicadas más rcstringido en cuanto a la cxtensión de su significado o refóren-
cia que t'l qut' les corrt'sptlndc. En el caso de las palabras cle los eitiÁpl.rs, ¡rs
nombrt,s
'"'.babau" y "truck" , el origcn del error parcce ..,-r el aprcndiiaje clc estas palabras
ligadas a contextos muy espccíficos de uscl."r[u, Lcls niños aún ,-r"."iitnn upr"r1d". q,r"
cstas palabras no se reficren a ejemplarcs individuales, sino que su significaclo se
extiende a tclda una catagoría dc ejcmplarcs que comparten algunts rasgos-scmánticos
bá.sicrs (i. g, la. categoría.,le pe..o y camiones, re.spectivarientc). A'medida
que cl
niño sc' va dando cuenta dcl.uso de- estas palabrtrs eñ contextos más variador, puedc
ir ampliando el^significado de estos nombres. Incluso, más adelantc, cuando u u,r.u-
bulario es mucho más abundante, aprcnde- otras palabras de significado aún más
como la palabra " animal" , un término jeráiquicamentc superior a la cate.go_
"It:T9,
ríaléxicade.ltlspcrros,etc.Engeneral, laspalabrasqrr"r"refieren ácafugoríasbísiías,
las prototípicas (por ejemplo, manzana, eñ el .uro d" las frutas; o azul,'rojo, ctc.,
cÁ
el caso de. la categoría de los colores), suelen adquirirse más tempra.ru-"¡rt" que las
dc rango jerárquico superior (en los ejemplos, fruta y colores) o'categorías supiaorrle-
nadas y que las de rango inferior o infrairdenadas (siguiendo con lo.i ejempios, una
clase esp_ecífica,de manzanas, como lás de reineta, y"un tipo d.e azul, como
el azul
celeste). Pero además de las infraextensiones, en el piimer lénguaje infantil encontra-
por ejemplo , íLuiíu,la niña protago-
To:t fenómeno.op-uesto, las sobreextensiones.
nista "1
de un estudio longitudinal (López-ornat, Gall'o, F'ernández y MariscáI, t9í5),
aprendió a decir "quema" cuando comía tortilla y estaba caliente, páro también decíá
"iquema, no me gu-(s)ta!", cuando se refería a ia papilla
de frutas, a pesar de que
estaba obviamente fría. Otra niña utilizaba Ia palaÉra "bola" para referirse a la lu'na,
@ Ediciones Paraninfo
189
PARTfl IfI DESARROLLO PSICOLOGICO EN TT NIÑO DE 2 Y 3 AÑOS
cuando se fijó en ella por primera vez. En estos casos, el origen de los errores está en
la generalización incorrecta o sobregeneralización del uso de las palabras a las que
afecta el error. Dado el carácter restringido del vocabulario inicial infantil, se sobreex-
tienden algunos rasgos del significado de palabras o expresiones conocidas a otras
situaciones u objetos (el desagrado en el primer ejemplo y la forma del objeto, en el
segundo). Tanto los errores de infraextensión como los de sobreextensión revelan el
carácter proactivo del niño en cl proceso de adquisición léxica. Los rasgos semánti-
cos y los contextos de uso asociados a las distintas palabras y exprcsiones de una
lengua se aprenden gradualmente.
En cuanto a la forma de las palabras que producen los niños durante el scgundo
y tercer año de vida, se observa que cometcn crrores en la pronunciación. Se trata de
errorcs o procesos sistémicos que suponen la simplíficación del conjunto de contrastes
fonémicos de una lengua. Sc han clasificado cn tres tipos:
/.a
1i".;ia
,::S-=:
.,:.ttÉ
O Edic¡ones Paraninfo
191
PARTE I¡I DESARROLLO PSICOLÓGICO EN EL NIÑO DE2Y 3 ANOS
Ejemplo 2: María a los 2 años. N - niña; T - tío. (María en su sillita; acaba de cenar)
Eicm¡|o,3: María a los 3 años. I' padre; (María acaba de contar un cucnte, sc levanta
y v,r hat i.r t'l pasillo)
f: ¡Oyc, ,ly" .pl.lu rluicre estar con lrcne (una muñeca dc María)!
"l
N: (11cga al sakin) El ,1u", es que tengo c¡uc ir al médico.
¡ven!
I,: ¿l)or qué?
N: Por nada.
P: Es clue lrene si no, pobrecita.
N: ¿Dónde está?
P:Ahí es el burrito el que estaba tristc.
N: [va hacia el burritol Ay, otra-vez con tod_o-s 1m... si yo no
me voy, yano me voy.
Ya he venido. Mira, este ós también mi pegüito
[- p"..ítol. Eri", es también mi
pegüito [señala a un caballito] "rt"
O Edtciones Paraninfo
193
PARTE }II DESARROLLO PSICOLÓGICO EN EL NIÑO DE2Y 3 AÑOS
de la normalidad. Aún queda por delante un camino largo que les lleva a adquirir la
gramática más compleja y a aumentar su vocabulario enormemente, como veremos
parcialmente en el siguiente capítulo.
Desde los años 60 hasta hoy se han realizado multitud de investigaciones con
diversos métodos sobre los procesos de adquisición de distintas lenguas. A partir de
estos esfudios se ha podido ir dibujando un panorama sobre cuáles son los procesos
sociocognitivos responsables de la adquisición del lenguaje. Este panorama es muy
polémico desde el punto de vista explicativo. En un capítulo introductorio como este
no podemos entrar en los detalles dcl proceso de adquisición morfosintáctica, tan
solo señalaremos quc hoy se acepta que comienza muy tempranamentc, y quc no es
un proceso aislado del dcsarrollo fonológico y léxico, quc parecc tener un comienzo
anterior al dcsarrollo gramatical. Por otra partc, la gramaticalización supone un pro-
ceso de aprendizaje implícito o no consciente dc maneras particulares de pensar para
hablar (Mariscal y Gallo, 2015). Es dcciri unas y otras lenguas difieren cn cuanto a
gué aspectos de la realidad enfatizan o codifican y cuálcs no. En cste sentido, el lcn-
guaje y su aprendizaje moldean la co¡;nición del niño hacia una cognición,lingüís.tica
qn"'"i fundámentalmente intersubjetiva; cs decir; oricntada hacia lo que los hablan-
tes sc pueden comunicar mediante el lenguaje. Estc aspecto de la relación cognici(rn-
lcnguaie fue rccogido claramente por cl plantcamiento de Vygotski sobre el
dcsarrol lo psicológico.
A continuación revisaremos brevementc el papel que tiene la de'nominada Memo-
ria de Trabajo o Memoria Opcrativa (MO) cn el desarrollo del lcnguaje oral, y en la
comprensión de la conversaci(rn y narración oral y escrita. Introducircmos para ello
cl modelo de Badde'le'y al que hacíamos referencia en capítulos antcriores.
EJECUTIVO
CENTRAL
O Ediciones Paran¡nfo
197
PARTE III DESARROI I O PSICOLOCICO EN FI NINO DE2Y 3 AÑOS
Veamos, para finalizar este capítulo cuáles son los signos de alarma fácilmente obser-
vables en el desarrollo lingüístico.
"éta" [- galleta], "guau-guau" [- perro], "pan" , "agua", "mamá", "papá", " ¿otá?"
[- dónde está1, "cái" [-. se cae], "ótrl'l está roto], "atá" I a sentarl, "éma" l-
qucmal, "áaba" I abre, o, ¿mc lo abres?].
A los 3 años:
"é mamá" I cs dc mamá1, "no supa" I no chupa, o, ntt chupes], "é malo" ['. es
malol, "toma papá", "se-' cae e nene", "papá, toma sapatitos", "quita e babero".
Referencias
Baddeley, A. y Hitch, G. (1974). "Working López Omat, S., Gallego, C., Gallo, P., Karou-
memory". E en Bower (eEd.), Recent ad- sou,,A., Mariscal, S. y Martínez, M. (2005).
ztancas in lcarnirrg atul motittatior¡. New Int¡enf arios de Desarrollo MacArthur. Adap-
Nueva York: Academic Press. tación española. Madrid: TEA.
Baddeley, A. (2000). "'Ihe episodic buffer: a L(rpez-Ornat, S., Fernández, A., Gallo, P. y
new component of working memory?", Mariscal, S. (1995). La adquisicíón tlc lLt
'licruls in Cogniliztc Scicnccs, 4,417-423. lcttgua cspuñol¿¡. Madrid: Siglo XXI.
Brown, If. (1973). First Languagc Acquisition. Mandler, J. (1983). "How to build a baby.
Harvard Univcrsity l'}ress. Conceptual primitives". PstTclnlogicul llc-
zticut, 99,578-604.
Carcy, S. (2010). Ilrc origitr of conctTts. New
Nucv¿r York: Oxford Univcrsity Press. Mariscal, S. y Gallo, P. (2015). Atlquisición Llcl
lan guaj t:. Madrid: Síntesis.
Cowan, N. (1995)- Attcntion antl rncmrtry: an
itttLtgra I ctl t'ramczlrrrk. N ueva York: Ox ford I'iaget, I. 0973). LLt rcTtrcsottat'íón tlcl mundo
-University Prcss. t'n cl ttiño.1tad. española. Madrid: Mc>
rata.
Cow:rn, N. (1999). "An cmbedded-process
modcl of working memory", c. En A. Mi- 'lblchinsky, L., (1993). A¡truulizajc tld ll.cn-
yake y P. Sah (eEds.). Motlt:ls of Working guajc cEscrito. Baracclona: Anrthropos.
Mcmory: Mcclmtúsms of ActirrL' Mahtc-
nanct' Ltttd [,xccutiuc Conlrol. Cambridge: Vila, O., Gutiérrcz, F. y Ciarcía-Madruga, J.
Cambridge University I'ress. (2011). "Memoria y aprendizaje: El de-
sarnrllo del conocimiento". E en F, Gu-
Cowan, N. (2005)., Working mcmory capacity. ti('rrez y O. Vila (eEds.). Psicoktgíu dLtl
Ncw Nueva York: Psycholo¡;ical Prcss. Dt'sarrtilh Ii. Madrid: UNED.
López Ornat, S., Fernández, A., Gallo y Ma-
riscal, S. (1995). La adquisición del lenguajc.
Madrid: Siglo XXl.
lo¡runoAD, EMoctoNEs
Y RELACIONES SOCIALES
la conciencia de uno mismo es un hito que está ligado a muchos procesos, conductas
y conocimientos que se van mostrando desde temprano. Así por ejemplo, a partir de
los 2 años y gracias al lenguaje, los niños suelen describirse a sí mismos a través de
frases sencillas como "sov una niña"' "sov mavor". Este tipo de frases solo pueden
hacersc si el niño ya sabe de su existencia .o.ó p"ttona. Ántes dc cso, comó vimos
en el capítulo 7, los bebés producen también ciertas conductas que pueden interpre-
tarse como signos de esa conciencia. Recordemos, por ejemplo, la imitación tem-
prana o la comunicación intersubjetiva. La idca de que el otro es "como yo" o de que
"estamos en lo mismo" contiene, de alguna forma, la noción de conciencia de uno
mismo. El principal problema que nos cncontramos aquí cs que esta noción tem-
prana requeriría, para muchos autores, de capacidad representacional (tcngo una
idea de mí mismo, por tanto, me represento a mí mismo) y, como ya sabemos, cste es
un asunto polémico quc cstá sin resolver. En rcsumen, los bebés parecen dar mues-
tras de conciencia dc sí mismos a través de la comunicaci(rn temprana, pero la ausen-
cia de lenguaje no pcrmitc saber con certeza si csa conciencia existc realmentc.
La forma más ingcniosa que los investigadore-s han encontrado para podcr abor-
dar esta cucstión de forma experimental son los estudios sobre el reconocimiento dc
la propia imagen en un espejo. Lcwis y Brooks-Gunn (1979) pusieron a bebés dc
distintas cdades delante de un cspcjo y les pintarcln una marca roja cn la frentc. El
objctivo cra ver si los bebós sc cxtrañaban al versc la marca roja y la exploraban
dclante del espejo. Esta conducta sería una muestra de que el bcbó se reconocía a sí
mismo y, por tanto, indicaría que ya tiene conciencia de sí mismo. Los rcsultados
mostraron quc entre los'15 y los 18 mcse's los bebés se miraban en el espcjo y explo-
raban la marca roja. Esta conducta dc exploración, cuando perciben su propia ima-
gen, se considcra la primera manifestación clara de reconocimiento de uno mismo y
la edad de los 15 meses se acepta, de modo general, como el inicio de la autoconcien-
cia. Otros animale-s, como chimpancés, orangutanes, gorilas, clcfantes, urracas y del-
fines, también dan mue.stras de reconocimicnto ante el espejo. Ahora bien, cl clue los
bcbós menores de 15 meses no cxploren la mancha delante del espcjo, ¿implica nece-
sariamente que no tengan conciencia de sí mismos? ¿Cómo se' pueden cntendet,
entonces, las mucstras dc imitación temprana o intersubjetividad? Como vemos,
esta es una cuestión sin resolver.
A partir de los 2 años, sin embargo, la concie-ncia de uno mismo se manifiesta a
través del lenguaje y dc otras conductas prototípicas como la exploración. Los niños
de 2 y 3 años se caracterizan por scr grandes exploradores. Necesitan conoccr el
mundo que les rodea y preguntan " ¿por qué?" ante casi todos los fenómenos. Esta
exploración es clara cuando se dirige al mundo físico, pero también se da en relación
con uno mismo y el mundo social. Los niños de2y 3 años exploran quiénes son ellos
y quiénes son los demás. Esta exploración pasa por manifestar sus preferencias y, a
menudo, por probar los límites que el adulto impone. La manifestación de las prefe-
rencias, gustos e intereses se hace de una forma muy egocéntrica. El niño no suele
considerar el punto de vista de los demás cuando decide que quiere un juguete o que
quiere quedarse más tiempo en el parque. Sus capacidades cognitivas no le permiten
aún tener en cuenta la perspectiva ajena. Por eso, la única forma que tiene de expre-
n2 @ Ediciones Paraninfo
IDENTIDAD, EMOCIONES Y RELACIONES SOCIALES CAFÍruLO
1Ü
@ Ediciones Paraninfo
203
PARTF III DESARROLLO PSICOLÓGICO EN EL NIÑO DE 2Y 3 AÑOS
los padres que principalmente regañan y castigan suelen generar ansiedad y más
malestar en el niño. Los padres intrusivos, que no dejan espacio para que el propio
niño se inicie en la gestión de sus propias emociones, también suelen generar ansie-
dad. Por último,los padres que ignoran al niño le muestran su falta de disponibili-
dad. El niño aprende que no puede contar con el adulto para que le ayude. Más allá
de las investigaciones basadas en observaciones conductuales, desde la neurocien-
cia también se han obtenido resultados relevantes que indican que la forma de tra-
tar a los niños en el desarrollo temprano tiene una gran influencia en distintos
elementos de la configuración cerebral y la producción de hormonas rclacionadas
con el estrés (Guegucn, 2015). Las reacciones negativas más extremas por parte de
los adultos son las de maltrato. Numerosos estudios han identificado las consccuen-
cias del maltrato en los primeros años de vida, tanto a nivcl conductual como neu-
rológico (Savage, 2014).'En dcfinitiva, la forma de tratar a los niños en los primcros
años se convierte cn un mccanismo epigenético que Iicnt'numerosas cons('cut'ncias
para el desarrollo posterior. Estas reacciones por parte de los padres están relacio-
nadas con los tipos dc apeUo (véase capítulo 7). Como vcmos, el vínculo afcctivo
condiciona dcsdc el principio la reacción de los padres y esta, a su vcz, va mol-
deando los difcrcntes aspectos del desarrollo emocional y social. Más ade'lante vol-
vcrL-mos sobre este tema.
Como acabamos de' vc¡, las emociones desempeñan un papel muy rclcvante en la
vida del niño de 2 y 3 años. Su inmadurez emocional impre¡;na gran parte de las
interacciones con cl adulto, pero poco a poco va adquiriendo más conocimiento
sobre Ias distintas emociont's, sus causas, sus consecucncias y la forma de controlar-
las. A continuación rcvisamos qué entienden y cómo manejan las emociones los
niños de eslas edades
Como vimos en el capítulo 7, el bebé nace con la capacidad para producir e identifi-
car ciertas emociones. Recordemos que estas emociones se han denominado básicas
porque tienen expresiones faciales asociadas, no necesitan de ningún aprendizaje y
tampoco requieren de otra persona para experimentarse.
A partir de los 2 años, los niños empiezan a producir términos lingüísticos rela-
cionados con las emociones básicas de forma espontánea. Hacia los 3 años, empiezan
a reconocer y nombrar las expresiones faciales áe la alegría, la tristeza, el mieáo y el
enfado en situaciones experimentales. También a los 3 años, empiezan a darse cuenta
de que ciertos acontecimientos provocan emociones concretas, es decil empiezan a
entender la causalidad de las emociones.
Ahora bien, ¿cómo surge este conocimiento? para algunos autores, gracias a las
predisposiciones innatas que favorecen la expresión y el'reconocimiento-de emocio-
nes básicas, los niños basan su conocimiento emocional en la expresión facial. Así. la
cara sería.el primer elemento en el que se fijan y la base a partir de la cual elaboran
el resto del conocimiento emocionál (Izard, tbZf ¡. Otros autores comparten esta
visión, pero creen que el conocimiento emocional se organiza además úr,u serie de
c^omponentes jerárquicos cada vez más complejos (pons, Harris y de "n Rosnay, 2004).
Asi el reconocimiento de la expresión facial .sería el más sencillo y luego el t-rlno itiu
dominando otros por orden (i. e., desdc la comprensión dc la causá dc lás cmociones,
m.aleio dc etiquetas lingüísticas o la comprónsi(rn de quc los deseos y los recue.-
1l
dos influyen en las emociones) hasta llegar a los más .n-pl";or (i. e., la ómprensión
dc la dimcnsitin moral de las emociones). Como vcmos, el conocimiento iríá progre-
sando desde clemcntos más externos y visibles de las emocioncs (i. c., el r"..rt,ir.l-
miento de las.caras y las causas) hasta otros más refrexivos e intcrnos (i. e., cl papel
de los rccucrdos, la moral, etc.). Este modelo sc orgtrniza un poco "á la piagclt,,, es
decir,,entiende clue e'l conocimiento avanza de forma pautadi desde compJrl"nt",
sencillos hasta otros más complejos y propon".o-por.,"ntes jerárcluicos que el sujeto
va adcluiricndo de forma ordcnada. A.sí los niños no podrían L-mpc-zar a construir su
conocimienttl emocional a partir de la dimensión moral de la emoción, sino ctue
comienzan a.partir dc la identificación facial. Por último, algunas pr,rpucstas m.is
recientc's de'sligan antes e-l conocimiento emocional de la cxpiósión facial y ponc.n el
.lnfo:tit cn aspectos más complejos y narrativos quc los niños parL.cen iniorp,r.ar
desde e'dadcs te.mpranas (widen, 2012; widen y Rusell, 2010). para cstos autorcs. Ios
niños sr'liian al princip.io en Ia car.t, pt'ro dt'sdt'los 3 añtls utiliz¿n prefert'ntemt'ntc
otras claves más c<tmplcjas, como lai etiquetas lingüísticas, las caüsas y las conse-
cucncias, para organizar cl conocimiento cmocional. También para e-stos autore-s. los
niños nt¡.parten dt'l¡s emociones bdsicas, sino de dos ampliás categtlrías que solo
recogen dos cstados cmocionales: sentirse bien y sentirse mal. A pu.Ii. d" citas dcls
grandes. cate'gorías los..niños irían.distinguicndo distintas cmociirnes. Por e.jempl¡,
dcntro de la categoría "sentirse mal" irían distinguiendo entre la tristeza, et enfaáo y
el micdo. Esta forma dc entendcr el conocimienio emocional implica que los niño's
pueden conocer unas,emociones mejor quc otras (al contrario de io que'implican los
modelos basados en las categorías de las emociones básicas).
¿Cuáf es la ilarre que
permite ¿rcccder mejor o peor a una emoción? La experiencia
{ue el niño tenga ün
esa emoción concreta. La cvaluación del conocimienfo emocional en una mueiira
de
niños españoles de 2 años nos ha ofrecido datos que apoyan este modelo (Fernán-
dez-Sánchez, Ciménez-Dasí y Quintanilla, 2014).'Estos iiños dieron muestras de
comprender mejor el enfado y la alegría que la tristeza y el miedo. En otro estudio,
en el que se compararon niños españolei caucásicos cón niños de etnia gitana, sé
encontraron también pautasy ritmos diferentes al comparar los grupos cülturales.
Estos resultados apoyan 11 de-que desde muy pro.rto los niñás ée desligan del
fde.a
conocimiento de la expresión facial de las emocionei y van incorporando otios ele-
mentos más sutiles. Algunos de ellos son narrativos y re van capiando a través del
lenguaje; otros son más implícitos y derivan de conexíones que einiño observa en su
O Edic¡ones Paran¡nfo
205
PARTE III DESARROLLO PSICOLOGICO EN EL NIÑO DE2Y 3 ANOS
experiencia cotidiana. Además, este modelo deja un gran espacio a dos factores que
tienen una gran incidencia en el desarrollo emocional: la experiencia del niño con las
emociones y -enlas
pautas culturales del entomo en el que vive. En la misma línea de lo
q,r" o.utre la preferencia emocional de los bebés-expresada a través de la mirada
(véase capítulo 7), con niños algo mayores se observa que la socialización va mol-
deando cómo y qué conocimiento emocional se adquierc.
O Ed¡ciones Paran¡nfo
207
l
PARTE II¡ DESARROLLO PSICOLÓGICO EN EL NIÑO DE 2 Y 3 AÑOS
Figura 10.3. Las rabietas propias de los niños dc 2 años son una muestra
dc la escasa capacidad de regulaciírn cmocional y del largo camintr
c¡ue hay quc rccorrer para lograr el control intcrno.
@ Edictones Paraninfo
209
pnÉre trr DESARROLLO pSlCOrÓCICO EN rr NlÑO DE 2 Y S RÑOS
que tienen (implícito, por supuesto, una vez más) y que las habilidades no son de
tipo "todo o naáa". El éntornó, la situación y su demanda específica afectan de forma
innegable la conducta emocional y social del niño.
una tarea (Carpente¡, Call y Tomasello, 2002). Así, si observan a un adulto realizar de
forma obligatoria- una acción poco habitual para conseguir un objetivo, imitarán
menos que cuando el adulto escoge libremente realizarlsa misma acción inusual
p.ara
:9f9guir el mismo objetivo. Para algunos autores la comprensión de la inten-
cionalidad en estas edades progresa desdé entender al otro .o*o ,r-, ser intencional
hasta considerarlo como un- experto conocedor del medio. Esto implica que el niño
empiece a considerar al adulto como un experto que usa el conocimienb del entorno
en función dc unas intenciones y para conieguirLnas metas.
Junto con la intencionalidad, en este morñento del dcsarrollo los niños empiezan
a entender los deseos. Como vimos en el apartado anterior, este element<l
sc enticn¿c
cn re'lación con las emociones, pero también, desde un punto de vista más menta_
lista, los niños empiezan a entender que sus deseos no tienen por qué coincidir con
l()s des('os de los demás. Así, retomandcl cl ejcmpkr anterior, a'partír
dc los 2 añrls y
med io t'ntt'ndcrin quc si a.mi lt' gusta cl h'el.rdo de choc,¡'latc y a mí cl de fresa
y cn cl_comcdor hay helado de .aTig,r
frésa, yt'r estaré contento y ól rJisguÁtado. Esta cgm-
prensión implica no solo ligar los dcseos a las emociones, sino coñsiderar krs deseos
y emociones de los demás cuando no coinciden con los propios. Esta comprensión
cs
un hib importante cn la comprensión social y tienc reperéusiones en las conductas
socialcs dc los niños. Aquellos que actuan coñsiderando los clescos dc los demás
sc
convierten en socialmente. más competcntes. En este punto podemos apreciar clc
forma clara cómo el conocimiento móntalista, aunque ólo cste dando suJ primeros
pasos, influye. en la vida social de los niños.
O Ediciones Paraninfo
211
PARTE III DESARROLLO PSICOLÓGICO EN EL NIÑO DE2Y 3 AÑOS
#@t:j*@
ryw
W+w'
&tu@
¿tl!@i:::w
ffi:w
Figura 10.4. Las conductas de consueltl que st: observan entrcl niños
'12
a partir dc los mcscs son indicadorcs de tcoría dc la mcnte,
conocimiento cmocional y compctcncia social. El adulto puedc hacersc
una buena idea del nivel de cstos elemcntos cn el niño en funci(rn
de Ia frccuencia dc aparición de cstas conductas.
A pesar cle que muchos trabajos de-stacan las habilidadcs prosocialcs de los niños
p"quéñur, cs evidente que cl conflicto marca muy a menudo las relaciones con los
ig,rol"r en cstas edades. En particular, el conflicto por los objebs es el más frecuente.
Tiadicionalmente la investigación se ha centrado en destacar el conflicto como el cje
central alredcdor del cual glran las relaciones socialcs del niño pequeño. Asi algu-
nos trabaios observacionalcs encucntran que el 70'/,, de los niños de' 2 años partici-
Dan en uÁ conflicto al menos una vcz cadá hora (Rubin et á1., 1998). Otros estudios
más rccientes, sin embargo, mucstran que entre los 9 meses y los 4 años los niños
tiendcn a evitar un confliito en 2 de cada 3 ocasiones (Hay y Cook, 2007). Así pues,
y_ la
¿quó cs lo quc define las relaciones dc los niños pequeños? ¿--La prosocialidad
ómpatía o ci conflicto? A nucstro iuicio la respuesta es los dos. Ciertamente, los niños
.lc ) y 3 años son egocéntricos, tal y como señalaba Piaget, y esa dificultad para
cntender al otro provoca muchos conflictos, así como una gran incapacidad para ser
flexible o t'r"gocia. situaciones. No obstante, dado que la visión clásica del niño
pequeño es lide un ser socialmente muy incompetente, es necesario destacar qu: ]T
incipientes habilidades mentalistas y de comprensión emocional suponen también
los inicios de la disminución del egócentrism-o y dejan entreve4 en muchas ocasio-
nes, la sensibilidad y el interés que el niño pequeño muestra por los demás. El niño
de 2 y 3 años es egocéntrico y le cuesta considerar al otro, pero también se muestra
empático, ayuda y coopera en muchas ocasiones.
Al igual-que ya hemos visto para otras habilidades socioemocionales, las mues-
Ías de émpatía y de conductas piosociales pueden diferir mucho entre niños. Aspec-
tos como él te..rp"tamento, el estilo familiar y el tipo de apego son también en este
@ Edicrones Paraninfo
213 I
PARTÉ III DESARROLLO PSICOTÓCICO EN TT NIÑO DE2Y S NÑOS
Entre los 24y los 30 meses el juego es todavía bastante sencillo. Aunque aparece
la ficción, en estas edades se suele restringir a realizar acciones conocidas que se
realizan en casa, bien de forma autorreferencial (i. e., el niño finge que se peina o que
come) o sobre los muñecos (i. e., el niño finge dar de comer a un muñeco), pero poco
a poco las secuencias de acciones se van haciendo más largas y se van introduciendo
contenidos más complejos. A partir de los 30 meses, algunos niños ya pueden reali-
zar juego de roles en secuencias cortas (i. e., hacer como si fuera un monstruo) que
prr"áe óonvcrtirse en reversible con la ayuda de un adulto. Por ejemplo, el niño hace
iomo si fuera un monstruo y el adulto como si fuera el niño perseguido. Al cabo de
un tiempo cambian los papeies. El adulto finge ser el monstruo y el niño hace de niño
pcrseguido. La interacción con iguales en el juego dc ficción es, sin embargo,.muy
br.uti". los niños de 2 años. Las habilidades cognitivas y el incipiente desarrollo dcl
lcnguaje no permiten todavía coordinar interacciones ni regularlas de- forma lingüís-
tica. Por eso, en los niños de 2 años se observan algunos intcrcambios cortos y Jucgo
cnparalelo, cs decir, juego en el que ambos niños hacen lo mismo, incluso puedcn
jugar con los mismos materiales, pero dc forma indcpendiente. En las situaciones de
juégo paralelo se observan fre-cuentes intercambios de miradas y conductas dc imi-
iu.iótl. De alguna forma, los niños cstán pendicntes de la acción del otro y pueden
imitarla, pero aún no pucden coordinarse en una secucncia conjunta.
w* :;"
,
ffi==P,,,,
::¿.,a;,..
. ,. oM
':
@ Ed¡c¡ones Paraninfo
215
penrÉ ltt DESARRoLLo psrcoróctco EN er uño DE 2 Y s Rños
desarrollo infantil (véase Hughes, 2074, para una revisión). En los próximos capítulos
volveremos sobre esta cuestión. De momento, el lector puede retener la idea dé oue a
la experiencia del niño sobre la disponibilidad del adulto, que es la base del tipt de
apego y del modelo intemo de trabajo que se crea, se le siguen añadiendo otros ele-
mentos que pueden afianzarla o modificarla. Estos tttros elementos se transmiten a lo
largo de toda la infancia e incluso la adolescencia a través de las conversaciones. Estas
conversaciones incluycn, por supuesto, el discurso lingüístico, pero tambión otros cle-
me.ntos no lingüísticos que el niño percibe e incorpori de forma implícita (el tono, las
atribuciones implícitas, etc.).
Como vcmos, además de la sensibilidad dcl adulto hacia e.l bebó, hay otros elemcn-
kls que contribuyen al mantcnimicnto del vírrculo afectiv<t, pero,
¿qué ocurre con los
niños cluc no tie-nen la oportunidad de gencrar vínculos seguros en la infancia tcm-
prana? ¿Podrán haccrlo más tardc?
Los estudios sobre los efectos del dcsamparo temprano rcalizados en los últimos
años han sido reveladores en este sentido. Uno de ios más importantes ha sido el
scguimiento_que se ha hecho de un grupo de 165 niños que vivían en pósimas condi-
ciones en orfanatos rumanos y fueron adoptados por familias británicas entre los 0 y
los 42 mcses. Estos niños fucron evaluados a los 4, 6, 17 y 15 años en divcrs¿rs varia-
bles de tipo físico, cognitivo, cmocional y social (Bcckeit et á1., 2006). Las mcdiclas
tomadas mostraron un €pan avance cn las áreas física y cognitiva despuós de ltr
adopción, sobre todo en los niños adoptados antes dc los 6 me.ses. No obsiantc, a los
6 y 11 años se encontraron todavía importantes problemas de inatcnción e hiperacti-
vidad, dificultadcs sociales, trastornos del vínculo y retraso cognitivo. Incluio a los
'15
añOs se seguían encontrando déficits importantcs en pautas cónductualcs, relacio-
ncs entrc iguales y desarrollo emocional. En todos los casos cstos síntomas eran
mucho más evidentes si los niños habían sido adoptados despue<s de los 6 meses.
En cuanto al e'stablccimiento del apeflo y krs trastornos del víncukr, se observaron
relativame-nte pocas me-joras. A los 6 añcls sc observó un descenso significativo de los
trastornos del vínculo cn los niños adoptados antcs de los 6 meses. Á los 11 años, sin
embargo, continuaban observándosc trastornos frecuentes en los niños adoptados
cntre los 6 y los 24 meses. Por último, los niños adoptados después de. los 24 meses
mostraban trastornos severos a los 11 años (Reeb, Fox, Nelson y Zeanah,2009).
Las observaciones de las alteraciones cerebrales también han-arrojado datos intere-
santes. De forma resumida Reeb y sus colaboradores (2009) afirman que se observan:
Para estos autores los resultados de las medidas del vínculo afectivo junto con las
observaciones de las alteraciones cerebrales permiten extraer conclusiones sobre la
posible existencia de un período sensible en el establecimiento del apego. Para estos
autores:
Una vcz más, el proceso del establecimiento del vínculo afectivo podría enten-
derse como un sistema dinámico, que se autoorganiza y cambia de forma cualita-
tiva en función de la estimulación del entorno y de las condiciones del organismo.
Es un proceso que cuenta con unas predisposiciones o sesgos innatos (las preferen-
cias por rostros y voces que ya conocemos, la capacidad para producir e interpretar
las expresiones de las emociones básicas y el impulso del bebé para buscar el con-
tacto humano o intersubjetividad primaria) y que se va especializando con el
tiempo y la experiencia. Se trataría, por tanto, de un proceso dependiente de la expe-
riencia, pero que requiere de la experiencia en un momento concreto del desarrollo
para activarse. Es deciq, es dependiente de la experiencia porque el tipo de apego
inseguro que s.e establece depende de la experiencia que el bebé tenga con
::q:l?: para poderestablecerse es necesario que el bebó tenga esa exp"erien-
:]-adulto,,pero
cta o contacto con el adulto en un momento preciio del desarro"llo: ideaimente
antes de los 6 meses.y siempre antes de los 2 ahos. Así pues, existiría
un período
e'l queel bebé está especialmente preparado para iniciar el pro'ceso.
l*:ib]:,"1 Si
d9l entorno no lo permiten y cl proceso no sc desencadena, el orga-
:1::t"o].rc"es
nlsmo se reorganizará de la forma más adaptativa posible creando una trayecttiia
de desarrollo alternativa. Al igual qr" puru-"I lengü¡e.en el caso de Víctoq,
queda. cierkr e.spacio para.la. rócuperación. Las priít nbitiaudes de éxito
íi"-pr"
depende.ián
e-n cada caso dc Ia calidad de la eixperiencia próvia, de la
capacidad de relrganiza-
ción del organismo y dc la cxpcriencia qrr" ,ruyu teniendo a'lo largo del dcsírrollo.
Por esc'r, una vez -á::1y"9re hay.pautas gene.rales que puederiexplicar
algunas
cuestionc's, la cspecificidad cada sujeto y cle su cxpe.iiencia daü lggar ll ,no
trayectclria única de desarrollo..dc
@ Edrciones Paraninfo
PARTE III DESARROLLO PSICOLOGICO EN EI NIÑO DF 2 Y 3 ANOS
DrsnnRoLlo pslcoLócrco
EN EL NIÑO DE 4 Y 5 AÑOS
CAPíTUL(} 11
D¡snnRoLLo DE LA cocNlcÉru
Y EL LENGUAJE
desarrollo. Ello se debe a las notables capacidades lingüísticas de las que hacen gala
(véase apartado 11.3) que sigan un proceso típico de desarrollo- y, sobre
-siempre
todo, sus capacidades simbólicas que expresan en el juego simbólico y en sus imagi-
nativas explicaciones a distintos fenómenos o preguntas que se planteen en el aula
(véase también capítulo 12).
Piaget observó "que la experiencia, por sí misma, no desengaña a los niños, quie-
nes compensan con la imaginación las contradiccioncs o lagunas en que incurren sus
cxplicaciones" (Delgado, 2008). Esta cita nos remite a un niño algo "solitario" en su
desarrollo intelecfual, aunque va avanzando etapa tras etapa hacia un tipo de inteli-
gencia lógica, que necesita del ámbito social para nutrirse.
Para Vygotski, por el contrario, y como vcnimos scñalando a lcl largo dc cste libro,
el desarrollo desde el comienzo está inserto en cl contcxto social. Los Droccsos evoluti-
vos conducen al pensamiento y habilidades cognitivas del niño en direccitin contraria
a la que planteaba Piaget: hacia la interiorizacitln. Veamos primero brevcmcnte cuál es
el retrato que hizo Piaget del niño preoperacional cn la última fase de dicho pc'ríodo.
la apariencia de los elementos que compara. Las tareas descritas se conocen como las
de conservación de la masa y de coníeruación del líquido, respectivamente. Fueron
diseñadas por Piaget y sus colaboradores precisume.rte para investigar la capacidad
de razonamiento lógico de los niños.
infantil como realismo. En el área del lenguaje les pedí4 por ejemplo, que dijeran qué
palabra era más larga si "trert" o "pelota"; los niños contestaban que la primera, por-
que el tren es más largo. Es como si confundieran el significante con el significado, o al
menos así lo interpretó Piaget como se aprecia también aparentemente en el siguiente
ejemplo: Piaget pregunta ¿cómo sabe la gente que el Sol se llamnba de estn manera? Y los
niños respon den: porque puedo uer que es redondo y caliente. Todas estas respuestas pare-
cen indicar que para los niños de estas edades el nombre de las cosas (una caracterís-
tica externa y arbitraria) podría ser algo así como una propiedad más de las mismas.
En la misma línea, los niños atribuyen propiedades biológico-psicológicas --{omo
intenciones, conciencia, sensaciones y se.ntimientos- a los objetos inanimados. En
cstc scntido, algunos niños comentaron a Piaget que el Sol sabía que se llamaba sol cr
quc cl viento sabía que soplaba. En general, las respuestas que obtuvo indicaban que
cl niño tiende a humanizar todo aquello que tiene movimiento, como la sombra o
una hoja mecida por el viento. Esta tendencia a extender los rasgos de la vida humana
a los objetos y hechos físicos sc conoce como animismtt.
La tcndencia animista no cs incomnatible con otra de las características auc Pia-
gel atribuyc al pensamiento infantil: cl artificialismo. Dt' cstt' mr¡do, cl niño put'dc
creer que el sol o la luna han sido hechos por alguien, o que alguien ha construido los
lagos excavando orificios y rellenándolos con agua.
A estas mismas edades, se observaba otro fenómeno muy interesante y también
re-lacionado con el uso dcl lenguaje: la llamada habla egocéntrica. Seguro quc la mayo-
ría dc los lectores habrán obscrvado a niños que juegan solos dcsdc los 3 años y, a la
vez, hablan como para sí mismos. Obviamente. para Piagct esta habla estaba dirccta-
mente relacionada con el egocentrismo intelectual. Incluso es posible observar este
fenómeno a nivcl grupal; por ejemplo, en un aula, donde distintos niños están entre-
tenidos con sus juegos o tareas y cada uno sL- dirigc a sí mismo o utiliza esta habla
egocóntrica. Como veremos en cl si¡;uicnte. apartado, cstc fcnómcno fuc interprctado
de modo radicalmente distinto por Vygotski, rcflcjando así un plantcamiento sobre-
cl desarrollo altemativo (o complementario) al de Piaget.
La pregunta que surgc ante'todos los fenómenos qüe hemcls ido presentado hasta
aquí (rcspuestas no conservadoras, realismo, animismo, artificialismo, habla egocón-
trica) cs: ¿c(rmo son capaces los niños dc ir abandonando estc tipo dc crcencias o
formas de pensamiento y actuación? Para superarlos, para cambiar hacia una visión
más "lógica", han de seguir un proceso de desarrollo que aún requiere de varios
años. En realidad, si lo miramos con cierto detalle, Piaget parece caracterizar el
período preoperacional por lo que el funcionamiento intelectual del niño aún no
tiene en relación con la utilización de operaciones, primero concretas (i. e., período
de operaciones concretas) y luego formales (i. e., período de operaciones formales).
Las operaciones, como introdujimos en el capítulo 2, son acciones interiorizadas
decir, simbólicas, o en términos más actuales, representacionales- y reversibles. -esY
ya sabemos que no se alcanza hasta que el niño sé encuentra en la edád escolar. Pero
este período queda ya fuera del ámbito de este manual.
A continuación volveremos la mirada de nuevo a Lev Vygotski. Nos referiremos
con más detalle a la explicación alternativa que este autor ofreció al fenómeno bauti-
zado por Piaget como habla egocéntrica.
xk
&n 'l
@ Ed¡ciones Paraninfo
229
PAF}TS 11/ DESARROLLO PSICOLOGICO EN EL NIÑO DE 4 Y 5 ANOS
@ Ediciones Paraninfo
231
p,Anrr ü DESARRoLLo psrcolocrco EN rr Nrño DE 4 y s nños
innumerables estudios que demuestran que los niños desde muy pequeños distin-
guen los seres animados de los inanimados y de otros objetos, ya que muestran reac-
ciones de extrañeza cuando de modo artificial se atribuven propiedades como el
movimiento a seres no animados u objetos y viceversa.
En 1983 Wimmer y Perner llevaron a cabo un estudio específicamente diseñado
para comprobar cuándo adquirían los niños las nociones relativas a la teoría de la
mente. Diseñaron una tarea denominada desde entonces de falsa creencia. Baron-
Cohen, Leslie y Frith (1985) presentaron una versión de esta tarca que ha sido y sigue
siendo muy utilizada para explorar las habilidades mentalistas de los niños: la tarea
de Sally y Ann (véase figura 11.3).
Esl Sally
frb -a
'r=;'q,. ,W
:-
Sallv tiene una cesta- Ana tiene una caja.
.r+
¡ ti
ft
una canica. Guarda la canica en su cesta.
''*
lr
ri¡
*;
¿Dónde va a buscar Sally su canica?
Figura 11.3. Tarea de Sally y Ann para explorar las habilidades mentalistas
O Edic¡ones Paraninfo
233
FÁRTEIV DESARROLLO PSICOLOGICO EN EL NIÑO DE 4 Y 5 AÑOS
2 O Ediciones Paraninfo
DESARRoLLo DE LA cocNtctóN y EL LENGUAJE c*piruLo ll
O Ed¡ciones Paranrnfo
235
PARFE lV DESARROLLO PSICOLOGICO EN EL NINO DE 4 Y 5 ANOS
Ejemplo 4.1.: María a los 4 años, jugando sola y lue¡;o conversando con su papá en
presencia dc la mamá.
oraciones simples sin apenas dificultades, el contexto narrativo supone un nivel lin-
griístico más exigente, y María produce errores de orden sintáctiio como el que se
observa en la frase "mira, |oseantoniete voy a traer a casa, aquí" (en lugar de 'iuoy u
traer aqui a casa, a Joseantoniete"). En definitiva, María es un buen ej"emplo de un
niño/a de 4 o 5 años, que ya ha pasado las primeras fases del proceso de aáquisición
del lenguaje que, como recordamos, comenzó prácticamente ín utero. A estas edades.
c-u¿ndo el niño ya está en el scgundo ciclo de educación infantil, el vocabulario ha
aumentado L-normemente y en lenguas como la española, los niños ya presentan un
buen mancjo dc la morfologra nominal y verbal. En esta fase se prodúcc LI proceso de
construcción de la gramática más compleja, que implica la utilización de oracioncs
compuestas, de dispositivos lingüísticos para ioordinar unas frases con otras en con-
textos narr¿rtivos y se sigue ampliando enormementc er vocabulario.
O Ed¡ciones Paran¡nfo
237
pAHrr v DESARRoLLo psrcoróqco EN rr Nrño DE 4 y s Rños
@ Ed¡c¡ones Paraninfo
239
FANTE M DESARROLLO pSICOTÓCICO EN rr NIÑO DE 4 Y s NÑOS
del componente pragmdtico del lenguaje que se relaciona con el uso real de este en los
distintos contextos e implica integrar diferentes fuentes de información.
Las numerosas investigaciones que se han realizado sobre el desarrollo de las
habilidades pragmáticas (Bates, 797 6; Halliday, 1982; Ochs y Schieffelin, 797 4; Snow,
1986, entre muchas otras referencias) muestran que es un componente muy ligado a
las habilidades de interacción social y a las que luego constituirán las habilidades
mentalistas o de teoría de la mente. En este sentido, los orígenes de su proceso de
adquisición pucden rastrearse y encontrarse en los primeros años. A través del uso
del lcnguaje con los otros, en las conversaciones y narraciones cotidianas, los niños
desarrollan ciertos modelos pragmáticos sobrc el lenguaje (Halliday, 7982) y descu-
bren las múltiples funciones y usos a que puedcn servir. Estos modelos son muy
variados y se van enriqueciendo y transformando a medida que el niño sc dcsarrolla
y crccc su cxperiencia lingüística y conversacional. El período que ahora cstudiamos
los 4 y 5 años- es un espacio temporal privilcgiado en relación con cstas adquisi-
cioncs. Los niños amplían enormemente los rt'cursos para iniciar y mantcncr conver-
saciones con los otros, para hacer peticiones y solicitudes, para exprcsar su rechazo
por algo; es decil para "hacer distintas cosas con el lenguaje".
Una de las funciones privilegiadas del lenguaje cuya importancia trasciende cl pro-
pio desarrollo lingüístico cs {omo ya anticipábamos al comie-nzo de este apartado- la
función narrativa. En términos de definición, la narración cs un género o tipo dc discurso
clue incluye la presentación de acontecimientos que sc desarrollan en el ticmpo.
La complejidad asociada a la actividad dc narrar procede de su calidad de inter-
faz o "puente" entre los distintos nivclcs del lenguaje: los más formales (léxico y
gramatical) y los más ligados a la función y a la inter.rccitln (semántico y pragmá-
tico). A través del ejemplo de María, mostramos que la complcjidad ligada a la acti-
vidad de narrar se relaciona con la ncccsidad de conectar unas oraciones ccln otras,
de evitar la redundancia, de establecer rclaciones entre la informacitln dada y la quc
se va introduciendo como nueva, etc. Todas estas operaciones reguicren de un domi-
nio complcjo dc la forma del lenguaje (i. e., uso dc oraciones subordinadas tempora-
lcs; por eje'mplo, "cuando la rana salt(r, la mosca salió volando") para poder expresar
corre-ctamente los significados que el hablantc tiene intenci(rn de transmitir y para
hacerlo de forma ordenada v comDrensiblc para el ovente.
Para numerosos autores (enhe ellos, Bruncr, 199i; Nelson, 1996) las narraciones
constituyen un género privilegiado de discurso porque: 1)permiten integrar experien-
cias presentes, pasadas y futuras;2) permiten comunicar "historias" representacional-
mente complejas que implican personajes que actuan movidos por intenciones u
objetivos (en contextos concretos y utilizando medios concretos para lograr sus fines);
y 3) permiten transmitir la escala de valores dominante en el grupo sociocultural.
Los niños oyen narraciones desde prácticamente su nacimiento porque, de un
modo u otro, el relato o narración de historias personales o cuentos (i. e., historias
ficticias) constituye un rasgo característico de la vida social en todas las culturas.
Los niños aprenden muy pronto a diferenciar los relatos o historias de otras for-
mas de conversación. Algunos datos longitudinales (Nelson, 1989), incluso, revelan
que antes de los 2 años los niños usan un "modo de voz especial" cuando actúan
como narradores. Al tener que contar a otros experiencias de las que no han sido
testigos, como sucede a partir de los 3-4 años en él contexto escolaq,
deben seleccio-
nar hechos.supuestamente de interés.para el grupo. Esta actividad,
esencial pár, ár
desarrollo de las competencias narratiias, con"stiüye también un ,,ejercicio,,
de atri_
bución mentalista y nos remite a las habilidades cle teoría de la mente.
Antes de los 3 o 4 años los relatos de los niños pueden resultar extremadamente
simples, pero progresivamente van incorporando dispositivos gramaticales
específi-
cos que son esenciales para garantizar la "narrativi dád,' y,,coñerencia,,
ltlgicó_tem_
poral del discurso. La narraiión impele a los niños a apránder a utilizar
las marcas
morfoló¡;icas de tiempo y aspecto v'erbales, los adverbios temporales
para lgcalizar
correctamente en el ticmpo Ias acciones que relatan, términos relacionáles
como dis-
de coniunciones (copurativas:4 ni; a<rversativas:
l':l'.: llry': r(,r(), sitt t,mbqrro;cdus¿-
.ts qur) y prclntlmbres pcrs()nales para cxpres¿r la rt,fercncia a lcls
tes: rorq.u(,
personajes-sin repctir siempre sus nclmbrcs (ó1, este, nosoir.-,s...).
Pero, además, la actividad de contar histclrias, sucesos o expericncias
a los otros
niños y la elaboración cooperativa de historias pcrsonalc.s entrc niños
y adulbs (padres
o educadores) constifuye e'l factor crítico que'hacc posible u purti.
de los 3-4 años la
construccitin de rccucrdos pcrsonnlcs el desarrollo ,Jela mL,moiia autobiogrrífica.
.y En este
se-ntido, Bruner (7997) plantea la habilidad para construir y entender narracigncs
.que
es básica para construir un reláto (aunque sea implícito) de Áucstra
vida y nucstro
lugar en el mundo. Este' autor subraya una idea t'1.," ,'r,r, put"." .*p".ialmente
interc-
sante: la conexión entre la actividad narrativa de lls seres'humanos,
va dcsdc la infan_
cia, y s.u importancia en la construcción cle la itlcnt.idatl
¡terstnml ("é;J" .;ütuI" üt-i;
narración se'ría un modrl dt'pr'nsamie-nto y un vehículo para la creación
de si¡;nifica-
dos, propios y compartidos socialmente. V uno de los obje-tirrn,
de la educación debe-
ría ser crear una "scnsibilidad narrativa" y fomentarlu u lo lu.gu del
desarrollo, cle
modo que los maestros fomenten el de'sarróllo dc capacida,tes dE cscucha
a las narra-
ciones de' los, otros y de producción de narraciones'clrales y después
escritas. Como
veremos en cl siguientc capítulo, la capacidad de los padre, puru.i"u.
contcxtos narra-
tivos a través de Ia conversación es uno dc los factcires clave de- algunos
proccsos de
desarrollo y, desde nuestro punkr de- vista, una cie las principales
pautas educativas a
practicar por padres y educadores.
A continuación, en el siguiente apartado nos detendremos en otra función
psico-
lógica.importante- y complója, qr.- rb ha constituido también
en una de las áreas de
investigación más activas en los últimos años. Se trata del desarroll.
de las funciones
ejecutivas o de autorregulación, propiciadas por el desarrollo del
lenguaje t;ii;r;_
das en muchos de los trastornos áel áesarrollo como la hip".u.iiliaudy
.í¿ri.it á"
atención o la discapacidad intelectual. "i
O Ediciones Paraninfo
241
FARTE IV DESARROLLO PSICOLOGICO EN EL NIÑO DE 4 Y 5 AÑOS
trol de la propia conducta y pensamiento, pero también (véase capítulo 12) para la
autorregulación emocional. Constifuyen un conjunto de funciones avanzadas que se
apovan en el funcionamiento de la corteza frontal, el área de desarrollo más tardío
d'el lerebro.
El proceso de desarrollo de estas funciones es muy largo; se produce desde los 2
años aproximadamente hasta los 12-15, cuando se alcanzan niveles casi adultos. Se
diferencian funciones ejecutivas "calientes" o relativas al funcionamiento emocional
y funciones ejecutivas "frías" o relativas al funcionamiento cognitivo. Las primeras
necesitan de la conexión entre la cortcza prefrontal y áreas dedicadas al procesa-
miento de emociones, como la amígdala.
Miyake et á1. (2000) diferencian tres aspcctos dc las funciones ejecutivas: 1) inhi-
bición de las respuestas prepotentcs; 2) aliernancia cntrc distintos estados mentales
o flexibilidad;2) puesta al día y monitorización dc las reprcscntaciones de la memo-
ria de trabajo. Así las funciones cjecutivas sc rclacionan con aspectos como la plani-
ficación de la acción, la monitorización dc la comprcnsión micntras leemos, el control
de la conducta en situaciones de cstrós y muchas otras actividades. En relación con
el Éuncionamiento cognitivo, Ias funciones ejecutivas se han relacionado con los pro-
cesos implicados en la solución de problemas matemáticos, o los implicados en
tarcas dc comprcnsitln lectora. Lo interesante es que si bien algunas funcioncs ejecu-
tivas sc produccn como producto del desarrollo cognitivo y ccrcbral (que'van de Ia
mano), también pueden ser enscñadas. Los macstros y profesores pueden ejercer un
papel fundamental al mostrar cómo utilizar cstratcgias de control y monitorizacitln.
Para ello, pueden "hablar en voz alta", mientras resuelven problemas matcmáticos,
o pucden plantearse preguntas al ir leyendcl una narraci(ln u otrcl tipo dc texto expo-
sitivo. Los niños así tendrían la oportunidad de aprender, por imitación, y lue'go de
generalizar el uso de las estrategias ligadas a las funciones ejecutivas. Al igual que
los profesores, los padres pueden enscñar a los niños en contextos cotidianos a con-
trolar su ejecución cognitiva y emocional. En re.lación con el control de las emocioncs
cl capítulo si gu ie'nte' aportará informacirin.
En el desarrollo alterado, las funcione.s e.jccutivas sicmpre- se encuentran o bien
retrasadas o bien alteradas. Este- e-s el caso de.l Trastorno por Déficit de Atención c
Hiperactividad (TDAH). Los niños hiperactivos pueden tener alterado el desarrollo
de las funciones ejecutivas "frías" o "calicntes". La inatcnción estaría relaciclnada
con la alteración de las funcioncs ejecutivas frías, y la hiperactividad e impulsividad
con las funciones ejecutivas cálidas. EI incremento en la complejidad que se produce
a lo largo del desarrollo se relaciona con la maduración neurológica y el desarrollo
cognitivo y lingüístico. En este último sentido, el desarrollo lingüístico que se alcanza
en torno a los 4 o 5 años permite utilizar el lenguaje como herramienta de autorregu-
lación cognitiva. Los niños, al igual que los adultos, utilizan el lenguaje en forma de
autoinstrucciones para regular la acción. Por tanto, si no se alcanza dicho nivel lin-
güístico es difícil que aparezca la utilización del lenguaje como instrumento de regu-
lación. Detectar de forma temprana los retrasos o alteraciones del lenguaje tiene una
importancia crucial en el desarrollo cognitivo y emocional. Dada la interacción entre
dotación genética y experiencia (i. e., epigenética), cuando se producen alteraciones
@ Ediciones Paraninfo
243
cneírulo 1z
lo¡runoAD, EMoctoNEs
Y RELACIONES SOCIALES
'L?j:k' El desarrollo
de la identidad
la edad y el sexo, tan observables que determinan la condición básica del niño. En
segundo lugar, son rasgos particulares (por ejemplo, "me gusta el chocolate" o
"puedo trepar"). Los niños no pueden aún concebir descripciones generales porque
implican un nivel de abstracción que todavía no manejan. En este sentido, la identi-
dad se va formando a partir de los rasgos más observables y concretos y se completa
después con otros menos visibles y más generales y complejos, como los rasgos de
personalidad o, mucho más tarde, los logros vitales. Aunque la mayor parte de los
adolcscentcs y los adultos podrían describirse de una manera compleja, muchos
nunca se han formulado la pregunta de forma explícita y, por eso, Ia idcntidad es
para muchas personas un conocimiento implícito y difuso.
La formación de la identidad necesita de Ia conciencia dc uno mismo para poder
surgir. Este es un requisito cognitivo previo. Además, se va consiguiendo gracias a la
interaccitin con los demás. En esta interacción se Donen de manificsto las semcianzas
y cliferencias con otros niños y con los adultos. Los niños dc 4 y 5 años puede'ñ tam-
bión de'scribir a otros utilizando rasgos concretos. Por cjcmplo, si pre¡;untamos a
niños de e'stas edades por qué les gusta jugar con L¡¡ q1)mp.tñr'ro pueden decir "c's mi
amigo porque es divertido" o "no me gusta iugar con ól porque pega". Estas descrip-
ciones suponen una primera toma de concicncia dc' los rasgos que caractcrizan a las
personas. Así pues, a través dcl contacto con otros van surgiendo las idcas acerca dc'
ctimo son los dcmás y c<imo cs cl propio niño. Estas ideas, exprcsadas a través dcl
lenguaje, irán formando la identidád.
Una de las principales características de la identidad dc los niños de estas cdades
es que, salvo en casos excepcionales, se dcscribcn dc una forma muy positiva. Lcls
niños no suelen aludir a sus defectos, caracte-rísticas negativas cl lo quc no son cap¿l-
ces de hacer. La autoestim¿r de los niños dc cducación infantil es muv positiva. Vea-
mos por qué.
La autoestima es la valoración que una person¿r hace dc sí misma. Aunque csta valo-
racitin suele ser estable, tambie<n sc puede. modificar en función del nivel de compc-
tencia que se sienta en cada momento vital. Como es lógico, la autocstima es una
parte eiencial de la personalidad y la idcntidad dc un individuo. Cuando alcanza
niveles bajos puede tener repercusiones muy negativas para el sujeto, que se pueden
manifestar a través de algunos trastornos psicológicos. Por ejemplo, la percepción dc
incompetcncia puede provocar sensaciones cercanas a la depresión, haciendo que el
sujeto pierda la iniciativa o el interés y no realice actividades positivas para su desa-
rrollo. Así pues, se trata de un constructo psicológico fundamental para el desarrollo
sano a lo largo de toda la vida.
El principal factor que incide en el desarrollo de la autoestima es la valoración de
los demás. Cuando una persona percibe que los demás la aprecian y se siente valo-
rada suele tener una autoestima alta. Cuando una persona se siente rechazada o
poco valorada, es probable que desarrolle una idea négativa acerca de sus capacida-
des. Esta incidencia se da también en los niños, pero a lo largo del desarrollo
varía la
relevancia de quien valora al niño. Para los niñoi pequeños iá fuente fundamental
de
valoraclón y de la cual depende,su autoestima son los padres. sin embargo, a
medida
que el niño crece la valoración d.e los iguales va cobrando cada vez más importancia.
Fsto es precisamente lo,que explica los-cambios evolutivos que se suelen
oÉr"rrru,
la pauta de desarrollo de la auioestima. "r-,
pesd.g un punto de vista evolutivo sc ha podido identificar una paura que se
suele aplicar a todos los niños. Hasta los 6 o 7 años la mayor parte de los niños
tj"n"rt
una autoestima muy alta. A partir de los 7 años, sin embárgó, la autoe-stima
empieza
a disminuir. Esta tcndcncia iucle mantencrse a lo largo dc."la adolesce-ncia pará
vol-
ver d recuPerdrsc en la iuvenfud
¿Ptlr c¡ue se producen estos cambigs? Hay dcls f¿c-
tores cxplicativos: la de valoracién y las capacidades cognitivas del hiRo.
,fucnte
Como acabamos de mencionar; los padrcs son li principal fuünte de valoración rlel
niño de 4 y5 años. La autoestima de un niño d-e csta ódad áependerá de los juicios
quc
sus padres hagan sobrc él y la mayor partt'de los niños recibén a menudo
váloracioÁes
positivas. Estos iuicitrs hacen qut'loi niñtls pt'qut'ñcls se cre¿n capaccs clc tcl¿e.
Así,
pugden desafiar a un adulto ante'actividadei pára las quc tienen Áucha
-"r.n1" .opu-
cidad porque están conve-ncidos de su valía b, al mcnos, crL-en que merc.ce la pónu
intentarlo. l'or cjemplo, un niño de 4 o 5 años no duda cn echar una carrcra a
un adult<r
porque cree. quc tiene posibilidade-s dc ganar. ! dc hecho, eso es cxactamente lo
quc
ocurre muchas vcces. Mcdia.nte gste.tipil de ¿rcciones y áe los juicios explícibs
que
rcciben lcls niños van hacióndose la idca dc. que ticnen grandes capacidacles
A partir dc los 7 años c'l panorama cambia p,r.qrr" )u valoraci'ón de los iguales v¡
siendo cada vez más, importantc. Est¿r rclev¿rnci¿r'dc los iguales alcanza su
punto
álgido durantc la adolcscóncia, pcro desde mucho antes una'de las principal"r'tu."n,
sociales del niño c's se-r aceptado por los iguales. La aceptacitin o el'rcchalo
social de
un niño depende dc los juicios q.uc los iguares hagan sóbrc é1. por eso, a partir
de la
etapa de'primaria los juicios dc los iguaÍcs se cclnvierten cn rcfere-ncias impclrtante.s
sobrc la
Pt9pi9 valía. En este contc-xto el niño ya no está tan protegidu.,r*o 1,, estaba
dentro dc Ia f¿lmilia y las valoracioner tl"guiiuu, qr" ,, upor".e-r se van
integrando. Esto h¿rce que, normalmente y-"t-r .o-paración ".r,pi"rnrl
con la ctipa cle infantil,
l¿r autoestima desciendá cn la etapa cscolár.
El otro factor al que. aludíamo.r son ras capacidade.s cognitivas. Los niños
- capacidad de autocrítica. Asumen sus errores cuando r" 1", ,"guiu,,
pcque-
l:: 1. T""n mal, qerg no puedcn rcflexionar de forma espontánea sobre sus píoplas
111.,".i 1iq-,
llmltaclones o detectos. Esto supondría una.metaconciencia que el sistema cognlilvo
del niño aún no ha desarrollado. Los estudios sobre habilidües de memoria'ponen
claramente de manifiesto este problema cognitivo. cuando se pide a niños
aó s / o
ul9.t
9"" predigan cuántas palabras de uná lista serán .upu."., de recordar ,.-,"í"rt
mayor capacidad de recuerdo que la qr" lu"go demuestran tener
ijril"*:lucha
(Karl, 1990). A partir de los 7 años, sin embargo, lás capatldadeJ cognitivas
cambian
y, los niños empiezan a mostrar cierta capaciáad críticl y metaconciencia.
Estos dos
elementos hacen
9Y" 9l niño pueda integiar una visión más realista y ajustada sobre
sus propias capacidades
@ Ediciones Paraninfo
249
FARTE w DESARRoLLo pstcoróctco EN rr uño DE 4 Y s años
Una de las catcgorías básicas que organiza nuestra socicdad es el género, cs decir, las
idcas y convcnciones sociales ligadas al sexo biológico. Para la gran mayoría de los
adultos las actitudes y estereotipos asociados al género están tan intcriorizados que
muchas vL-ccs se adoptan y se transmiten casi de forma automática. Nacer niño o
niña condiciona en los adultos y cn toda la sociedad una scrie de conductas, atribu-
ciones y expectativas quc marcarán de manera definitiva cl dcsarrollo de la pcrsona-
lidad y Ia identidad del individuo.
Las conductas que en una cultura dcterminada realizan hombres y mujeres rr¡lcs
dc género- y las ideas accrca dc cómo deben ser-csfcrcotipos da género- sc apren-
dcn dcsdc muy temprano. Los roles y los cste'rcotipos asociados al género se encucn-
tran e-n cl entorno y el niño krs va intcrnalizando a la vez quc sc identifica con uno
de los dos grupos. Hacia los 2 años los niños diferencian y e'ticluetan corrcctamente
hombres y *u¡eret y tambión sabcn si ellos mismos son niños o niñas. Dcsde esta
edad la mayor parte de los niños prcfieren jugar con juguctes asociados a su grupo.
Desde muy pronto tambión niños y niñas prefieren como compañeros dc jue'¡;o a los
de su mismo scxo. A través del juego simbtilico los niños representan pcrfectamentc
la tipificación scxual. Los niños adoptan papeles dc varones y las niñas de mujeres y
ambos suelen actuar dc acucrdo con roles y estere'otipos.
El aprendizaje sobrc rolcs y cstereotipos de góncro culminar¿í años más tarde
con Ia adopción dc una identidad dc gént'ro, quc sc puede definir como cl conjunto
dc valorcs, actitudes, estereotipos y role's ligados al grupo de refcrcncia
-varoncs
o mujeres- con el quc uno sc rcconoce. La identidad dc género es un componente
más de la identidad quc los niños van incorporando a la visión quc ticnen de sí
mismos.
Ahora bien, ¿cómo se aprendcn estos valores? El dcbate sobre la contribuci(rn
cultural o genética a la idcntidad sexual y de género e'stá muy presentc cn la socie-
dad occidental actual. Para algunos autores, hay muchos elementos ligados al género
que tienen un origen genético. Por ejemplo, la especial inclinación de las mujeres
hacia la descendencia, el cuidado de los hijos o la orientación sexual. Para otros, la
mayor parte de las conductas y valores asociados al género son culturales y, por
tanto, educables y modificables. Existen datos y teorías que apoyan una y otra visión
(APA, 2011). En este ámbito no sabemos cuál es la contribución relativa de cada fac-
to¡, pero parece claro que, una vez más, ambos inciden.
Para algunas teorías psicológicas la identidad de género se aprende a través de
las pautas culturales de su entorno social y de los modelos que el niño tiene disponi-
*f
O Ed¡ciones Paraninfo
251
PARTE }V DESARROLLO PSICOLOGICO EN EL NIÑO DE 4 Y 5 AÑOS
vimosen elcapítulo 11, la teoría de la mentc y cl lenguaje son dos ámbitos del
lomo
des¿rrrolltl t'strechamcntc relacionados. El conocimle-nt., también parcce
"-,róionul
tcner una estre-cha relación.con el lenguajc. En este scnticftr, habilidades mentálistas,
comprensión emocional y len¡;uaje forman un trío de capacidades interconecta,Jas,
aunqu€- todavía no se sabe cuál e.s la naturale-za de dicha relación.
Algunos aubres
creen que c'l bebé desarrolla primero el conocimiento emocional a través
de la interac-
ción social tcmprana. En este contexto p_relingüístico aprende a inte-ractuar
mancjando
básicamente expre-siones emocionales.^EI recónocimiento, la expresión
y la reguíación
cmocional.tt'mpranas serían, desde cste punto de vista, el primcr pilar a
partiidel .uri
se desarrolla.rándespues la.comprcnsion de ros estados mentales
y, mds tardc, la com-
petencia social (Riviére y Núñez, 200tt). Para otros autores esta relación
es inversa. Es
decir; a partir de la.separación de la mente propia y la mente ajena, el
nmo puede pro-
gresar primero en la comprensión y regulación emocional y, tarde, en'la compe-
^a, sentido, mostrando
tencia social. Alguno.s trabajos han encóntuado evidencia eí este
que los niños entienden antes y mejor tareas relacionaclas con teoría de la
mente que
tareas relacionadas cgn-]a comprensión emocional (seidenfeld,
]ohnson,
rzard, 2074; weime¡. sallquist y Bolnick, 2012). Finaimente, otros autores
cu;;;i;
creen que
comprensión emocional y teoría de la mente son o habilidades independientes
o ha¡l-
lidades tan solapadas que, en realidad, son lo mismo.
@ Ediciones Paraninfo
253
pnftüf v DESARROLLo pstcoróctco EN rr ntño DE 4 Y s aÑos
O Edic¡ones Paraninfo
255
PARTH IV DESARROLLO PSICOLÓGICO EN EL NIÑO DE 4 Y 5 AÑOS
:+i)r+
@ Ediciones Paraninfo
257
;
PARTE IV DESARROLLO PSICOLÓGICO FN EL NIÑO DE 4 Y 5 AÑOS
Cada padre y madre pone en práctica una forma de relacionarse con los hijos
desde que llegan al mundo o incluso antes. Los bebés reciben estas pautas y a tra-
vés de ellas van aprendiendo quiénes son y cómo se interactúa con los demás.
Parte de estas pautas son normas y afectos explícitos. Por ejemplo, el típico dis-
curso de los niños de 4 o 5 años en el que imitan a los adultos diciéndoles "no
hagas esto, no hagas eso, eso no se hace" nos da una idea de las pautas explícitas
que reciben. Cuando los niños de estas edades juegan imitando a sus padres y
dicen a sus muñecos "te quiero" están también manifestando pautas afectivas que
suelen ser explícitas. Otras pautas, sin embargo, son más sutiles y permanecen
implícitas. Por ejemplo, en algunas familias no está permitido expresar el enfado o
la ira. Aunque no haya ninguna norma que lo prohíba de forma clara, cl niño puedc
recibir señales muy claras de que esa conducta no está permitida y, por tanto, inhi-
bir su expresitin. Otro ejemplo más afectivo tienc que ver con el rcconocimiento
que los padres cxpresan hacia los hijos. Este reconocimiento no suelc ser explícito
porque los padres no suclcn decir a los hijos "te rcconozco en tu valía como per-
sona". Más bicn lo expresan de forma indirecta a través de manifcstaciones dc
accptación o rcchazo.
Dcsdc cl momentcl de nacer el bebé rccibc y es sensiblc a estas pautas. Como
vcmos, muchas de ellas no decir la mayoría- se ponen en práctica dc forma
-por en los casos en los que ha habido una reflexión previa
inconsciente. Es decir, excepto
acerca de cómo se quicrc tratar o educar a un niño, la mayor parte de' los padres
simplemente actúa. En algunas ocasiones padres y madres no coinciden en sus
patroncs. Estas discordancias, que pueden scr fuente de mucha tensión e incluso
motivo dc divorcio, son las que provocan cn muchos casos la toma de conciencia. Es
deci{, hasta quc el conflicto que se Ílenera no pone en evidencia la pauta que subyace,
el adulto no es consciente de cómo trata o quie'rc que se trate al niño. En los casos cn
los que no aparccL- conflicto entre los padres porquc sus patrclnes coinciden, muchas
pautas quedan implícitas bda la vida.
Aunque las pautas o estilos cducativos sean implícitos para los padrcs, los niños
se van moldeando a través de. cllos. Lo que reciben dcsde el punto dc vista afectivo
y conductual es el conjunto de recursos con los quc cuentan para salir al mundo. Asi
los niños que empiczan a socializar a partir del scgundo ciclo de educación infantil
ponen en práctica el repertorio dc conductas que han aprendido en casa a través del
refuerzo o la observacitin y se enfrentan al mundo a partir de la posicitin afectiva en
la que sus padres les han colocado. En este sentido, muchos profesores scnsibles
afirman que los niños son un reflejo de sus padres, una clara manifestación de lo que
ocurre en su casa. A través de este conjunto de recursos, los niños que empiezan la
escolarización tendrán que adaptarse a un nuevo entorno, aprender y relacionarse
con otros niños. Estas tres variables, lógicamente, están estrechamente relacionadas
con los estilos educativos de los padres. Es decir, desde los años de educación infan-
til, el rendimiento académico, la iompetencia social, la capacidad de adaptación y el
bienestar psicológico de los niños tienen que ver con el estilo educativo de los padres.
Veamos a continuación qué tipos de estilos se han observado y qué consecuencias
concretas tienen en el desarrollo de los hijos.
l:ll'iJÍ'i:"{ffiTÍ::üT:'il:::l::,"".i,1í:":i1.tr"il"i'#r*::tE:ln:;
,:-..011'"'no suelen tratar de ta misma
l:::,.::fF:
nUa pcquena, mucho más cuando hay-muchos -á""í" "l-n,1. -ry", ü';i;
años de diferencia. bel mis*,r'modo,
pueden variar el tratoa medida qr"'"r niño crczca, siendo,
por ejempro, muy estric-
tos al principio y más Iaxos después.
. La ad.pción.de un estiro eáucativo u.rro dt,pcnde, s.bre tod., de I¿s pautas
educa.tivas quc'haya recibido el adulto. En generir,
u no
conscientc de revisión, los padres suelcn reproducir los
,", q";;;y;-"; p#J;
modllos q;;
der quc "á";;r,
e'llos mismos rccibieron porq_ue, en definitiva, es er modelcl
disponen. Est'
explica también que_esos mcláelos cducativos sean, para Ia
mayor parte de las perso_
nas, inconscientes. otros.fackrrcs cluc inciden tipu 4".írt,tu cducativo son el
v g1r.n1¿lid.ad dc ros hii,s, ras "r-, "i
t'xpt,crativas de ros padrt's sobre ros
l":lp",TT:"_t"
rlll()s, ld clasc s()c¡al v el entorno cullural. En gent'ral,
para las famili¿s que sufr.n
mucho cstrés, que cstát-t en situaciones socioei'onómicas clifíciles
o para los padres
que' tiencn problemas de salud mental resulta ctrmplicado
dc.dicai cl tiempo y el
qy¡ rcquiere el estilo democrático. Este tipo ic fam¡liu.s ,ucle recurrir
¡s{uerzo
la lmP()slclon de normas y casligrts o a la nt'gligencia.
más a
Estos casos pue<Jen ser esDe-
cial,mt'ntc pelig^rsos paraer dciarroil, dc ros'"Ynrr, pr"rü;;,,;
de Ia situación familiar se re. añacle e.l efecto .i"
[1"r"-rrúriiiJ
poco apropiaci'.
Por últi.mo, aunque estas tendencias scln bastante.""estables,
"riiiu;;;;;",,
también es cierto ctuc hav
fl:1.:1i::..-:J::'il'p*st'nr¿n un esrito educalivo purr. Ésr,,s poJ.*,
dc-n oscllar entre'dos estilos o estar en la frontcra
;;;¿:p;;
t
eni.e dos, siendo, por ejcmplo, ,r.ru,
vc-ces más democráticc-r y cltras más autoritario.
A p.rrtir dc la décad¿ de r920, alg,unos autorcs empezaron a
obscrvar ras pau-
las qut'ltls padres utiliz¿ban en carJ con sus hiios. Esras
observaciont,s permitie-
ron distinguir dos dimensiones a partir de las cuales r"
oryuniroba la intcracción.
Por una partc, cl afecto que',ros p,adres expresaban o ,-ro
haáa bt hu.;;. p;;;;;;;;i
control quc ejercían o n. sobre ellos (Baum rind, 1977; MacCoby,
lóoz¡. tadimán_
sión afc'ctiva se refiere al grado de sensibilidad hacia lar n"."ríauaes
afectivas de
los.hijos y a la exprcsión áel afecto. El control ti"r-," q,r" rr"r.o.
nivel rle. impo_
sición de normas. La combinación de estas dos dimÉnsiones "r se manifesta-
según
ran de forma alta o baja dio lugar a la definición de cuatro
estilos cducativos
diferentes: el estilo democrático, él estilo autoritario, el estilo
permisivo y el estilo
indiferente (véase cuadro 12.1) (Baum rind, r97r; Má¿;bt-t
en vasta et á1., \992; MacDonald, Tgg2). como ya hemos
ilartin, 19é3, citaJ;
méncionado, aunque no
exista una relación causal á"t." Je estilo
f:.0::::.0::ll
los rasgos que ?:" ^evidencia
"t-tipo
los niños desarrollan, existe ,rr-ru g.ar, "a".ulir"quáy
empírica
muestra de forma consistente la relación entre_ estilo! de los
puá.", y rasgos en los
niños y adolescentes,(Berger y Thompson,799s; véase Torio,
n"ná y n8arqg""r,
2008, para una revisión).
O Ediciones Paraninfo
259
PARTE IV DESARROLLO PSICOLOGICO EN EL NIÑO DE 4 Y 5 AÑOS
Nivel de contnol
Los padres que adoptan niveles altos de control y de afecto son dcmocrríf íco>^. Estos
padres imponen normas y roles, pero utilizan el razonamiento y la ncgociación como
mecanismo de interacci(rn. Estos padres parten de Ia aceptación dc dcrcchos y debe-
res, tantcl para los adultos como para los niños, y establecen un sistcma de relaciirn
recíproco aunque jerárquico. Es decir, aunque no dejan de ser los padres quienes
imponcn las normas, otorgan dcrcchos a los niños, los tratan como interlocutorcs
válidos con los quc sc puedc ncgocia4 conside-ran su punto de vista y se comunican
dc- forma rccíproca. Este tipo de. padrcs suele e-star muy interesado en quc los niños
desarrollen su autonomía, que se v¿ryan haciendo independientcs y t¡ue se convier-
tan en personas responsables de sus acciones. Para ello, ofrecen un €1an apoyo emo-
cional, expresan emociones positivas hacia los niños y les demuestran su aceptación
y valía como pcrsonas. Los padrcs dcmocráticos no sucle-n castigar ni amenazar con
el castigo. Cuando hay conflictos intentan solucionarlos a través del diálogo y e'l
comoromiso mutuo. Suelen ser oadres muv comDrometidos con la educación de'sus
hijos aunque dan prioriclad a la butonomía y la capacida<J crític¿ frente a l.¡ obedit'n-
cia. Este estilo es el más beneficioso para el desarrollo. Los niños que son criados con
estc estilo suelen tener mayores niveles dc autoestima y biencstar psicolírgico. Suc-
len ser niños curiosos, independientes, alegres, espontáneos, prosociales, responsa-
bles y cariñosos, con buenas habilidades sociales y pocos conflictos con padrcs,
profesores y compañeros. También suelen tener un buen rcndimiento académico y
adaptarse de forma satisfactoria al entorno escolar.
Los padres que adoptan un estilo autoritario suelen dar mucha importancia al
cumplimiento estricto de las normas, pero no suelen ofrecer apoyo emocional ni
expresan afecto positivo hacia los hijos. Estos padres suelen ser excesivamente estric-
tos y severos en el cumplimiento de normas porque para ellos la obediencia es una
virfud. Por eso, tambiéry dedican mucho esfuerzo a evaluar las conductas y actitu-
des de los hijos en función de unos patrones bastante rígidos. Cuando aparecen con-
flictos o los hijos no cumplen las normas, los padres autoritarios utilizan el castigo y
pueden llegar a rechazar a los hijos. Estos padres conciben a los niños como a un
subordinado y por eso no dialogan con ellos para llegar a acuerdos. Este parece ser
el estilo más perjudicial de cara a la socialización de los niños. Los hijos criados bajo
este estilo suelen tener baia autoestima, suelen ser poco comunicativos y poco cari-
@ Ediciones Paraninfo
261
FARTF IV DESARROLLO PSICOLOGICO EN EL NINO DE 4 Y 5 ANOS
adulta (Torío et á1., 2008). En este sentido, la prevención o la detección de estilos edu-
cativos disfuncionales debería ser una prioridad para las instifuciones educativas y los
servicios de salud mental. Aunoue va hemos mencionado muchas características con-
cretas de cada estilo, dada la rélevancia del tema en el último epígrafe ofreceremos
pautas concretas para favorecer el desarrollo de los niños a partir de los estilos de
crianza. Hoy en día, encontramos estilos disfuncionales en niveles socioeconómicos
altos y bajos que requieren una especial atención por el riesgo que conllevan.
O Ediciones paraninfo
263
FARTE IV' DESARROLLO PSICOLÓGICO EN EL NIÑO DE 4 Y 5 AÑOS
Desde los 4 y 5 años los profesores ya pueden identificar qué niños son aceptados
por los demás, qué niños son líderes y qué niños son rechazados. Esta fácil observa-
ción de las habilidades sociales revela, como acabamos de ve¡, algunos aspectos del
temperamento del niño y del efecto de las pautas de crianza. Pero ¿qué distingue a
los niños populares de los rechazados a los 4 y 5 años? En principio, el ras¡;o más
claro que llcva a los niños de estas cdades a ser rcchazados por los demás cs la a¡;re-
^sividad. La mayor parte de los niños rechazado.s dc 4 y 5 años suelen estar por encima
dcl nivel medio de agresividad. Además, suelen ser niños que se introduccn dc
forma cxtraña, intrusiva o agresiva en los ¡;rupos. Por ejemplo, pueden qucrcr jugar
con otros niños intcrrumpiendo un juego, cogicndo algún juguete sin preguntar cr
imponiendo las normas. En gcncral, cstas conductas poncn de manifiesto una falta
de habilidades sociales quc suclc cstar rclacionada con una dificultad para entendcr
el punto de vista del otró, sus cmocioncs, dese-os, intere-ses o intenciones. Estas difi-
cultades en comprensión emocional v tcoría dc la mente provocan dificultades en la
búsqucda dc solLci.rnr.'s y Ia nt'gociaci.in.
Al contrario, los niños aceptados, líderes o populares a estas cdadcs son hábiles
para accrcarsc a los demás. No agreden, no invaden ni son hostilcs. Cuando no son
aceptados cn un grupo como esperaban, pucdcn pcrsistir dc forma amable. En general,
son niños expresivos, alegrcs y quc proponen actividades agradables para los dcmás.
Suelen entender al otro y mostrarsc scnsiblcs a sus ncccsidades y deseos. Cuando apa-
recen conflictos escuchan otros puntos dc vista, ncgocian y tiencn interés en encontrar
solucioncs justas. Estos niños tienen muchas de las características quc la mayor parte
dc los niños buscan en un amigo y por eso nos les resulta difícil conseguirlos.
Figura 12.4. Los niños rechazados de estas edades suelen ser agresivos.
Esta agresividad es en realidad una muestra de pocas habilidades emocionales
y mentalistas, es decir, de poca competencia social.
. ¿Pot qué existen estas diferencias en habilidades sociales desde tan pronto? ¿eué
factores inciden en la competencia social a estas edades? Existen
-el varios. Algunos de
ellos los mencionamos en capítulo 10 y otros en los anteriores. Aquí los
vamos a explicar de forma má.s detallada. En primer lnígrafes
lügáa los niños con -áyo."i
competencias sociales tienen punfuacioner már altas ei pruebas
de teoría áe la
mente
fD"."ly cutting, 1999;'Hugies y Leekam , 2004; t-uioná" v cno"¿r"i iqql
entre otros). Es deciq, estos niños difererrcian mejor entre sus
pensamientos, emocio-
ncs, deseos e intenciones- y los de los dcmás. Ésta separaci'.ir-,,
como ya sabemos,
facilita la consideracitin dél punto dc vista cognitivo y ..mocionar,
u"'1r.i.,-,", po.-
fundamental para la compeLencia social. En sJgrndoirg;;l.r,
competentes
entiendcny regulan mejorsus emociones (véase-Tientu..rítu y Fine, "¡nu,
2010; o Lemerise
y.Harper,2074, para una rcvisión). Eskr quiere dccir que I,r, íino,
adaptan ,u
sión emoci<lnal a las situaciones y r" "*pr"-
adecuando la emoción al contcxto. por
eje'mplo, un niño de 5-rños competentb "*p.brun
no te-ndrá una rabieta cuando .rn o-igu no
quiera jugar con c<1. Más bien intentará proponerle de buen hr-u, una actividad
intc-resante.que. le pucda gustar. En esta sltuación el niño
muestra ctos habilidadcs a
la vez: lnhtbe Ia. cxpresión inadccuada dc una emocitin (la tristeza
o cl cnfado),
cxpresa un cstado emocionalquc facilita cl contacto (el buen
humor) y
punto de vista del otro para buscar una actividad interesante. Coms "d,rti;;í
muestra de
manera consistente la invstigación, mancjar una buena tcoría
dc la mente y conoccr
y rc'gular adccuadamcntc Ias emociones són elcmcntos cl¿rvc para
cl éxito social.
Ahora bicn, ¿por qué a e'dacles tan tcmpranas hay y" i""ár aiferencias
en estas
variables? ¿Qucí hace que un niño dc 4 añós .,rrl.rr.á y regule
mejor las cmociones
estas difercncias hay que recuirir a los factores que apunrá_
t::::Y l¡:l:tl'*r
Damos en et cplgrate antcrior: los cstilos educativtrs y las
pautas dc criania. Aigunos
de t'st.s t'lemenlos ya l.s hemos t'xplicado en epígiafes ¿nteriorcs.
En est.r.casión
los pres('ntamos ('n t'l t'ngranait'prt'ciso que explica las difert'ncias
en c.¡mpetencia
social dc los niños. como yu ,ri-br, el trato quó recibc el niño
por partc de sus cui-
dadores es fundamcntal para su desarrollo. 5in embar¡;o, la irivcstigación
mue.stra
desgranar con algo.más de precisión qui'pautas afectán a quó varia_
Drcs.":.L.:iql:
ll1:. Asr, ex¡stt'n numer()soscstu.dios que mut'stran ia influencia del
tiptl d" op"go
con el conocimicnto y la regulación emocional.(Thompson,
2010). Los nihos ..r.,'oñ_
¡los sefluros conocen y re¡;ulan mejor las emociones quc los niños con apegos insesu-
ros. Los progenitores q.uc estabrecen apegor r*guio, suercn
afcctivo.expresivo donde, además de mos'úa. ufE to puriiru" y
urÁ*.'r?"."",-iu,
seguridad hu.iu
niño, hablan más a menudo acerca de las emociones. Este discurso "i
emocional tam,
bién tiene un importante efecto en el conocimiento y tu."g"iá.ün
emocional de los
niños' El mismo efecto se encuentra en relación con lá teoríá de la
mente. Cuanto más
hablan los_padres sobre estados mentales, deseos e intenciones
propios y ajenos,
mejor teoría de la mente desarrollan los niños. Más allá de esto,
visto, cuanto más elaborado sea el estilo narrativo de los padres ----es
.o-o y'u li"^oé
deci4, cuantas
más explicaciones ofrezcan.sobre el qué y el cómo de lai emociones
y loi estados
mentales-, *3y9I conocimiento tendián ios niños. Los elementos más
precisos a los
que estamos aludiendo se refieren a cuestiones relacionadas
con el lenguaje. Co*o
@ Ediciones Paraninfo
265
PAF}TF IV DESARROLLO PSICOLOGICO EN EL NINO DE 4 Y 5 ANOS
vemos, una vez más, el lenguaje adopta ese papel mediador esencial en el desarrollo
de los niños. Y este tipo de lenguaje elaborado y que aborda cuestiones emocionales
y mentales se da con mayor frecuencia en los padres que utilizan un estilo educativo
democrático.
Volviendo otra vez al estilo democrático, recordemos que este estilo ofrece segu-
ridad y una alta expresividad emocional. En este entorno, los padres hablan sobre
emociónes y estado.s mentales enseñando a los niños a expresar e inhibir de forma
adaptada al contexto. Cuando hay conflictos suelcn tazona4 negociar y cooperar
para cncontrar una solución adecuada. Al actuar de esta forma los padres enseñan
de forma explícita v se convierten en modclos a imitar. Estos recursos a la hora de
interactuar sbn los que los niños utilizan cuando se encuentran con los iguales. Como
ya mencionamos, la razón principal es que son los únicos rccursos que los niños
poseen. Así pues, a través del vínculo sefluro y del estilo dcmocrático los padres
ofrecen un contexto seguro y afecfuoso en el que el niño desarrolla una buena autoes-
tima. En este entorno también se proporciona a través de un discurso elaborado y
explicativo el conocimiento acerca de las emociones y los cstados mentales. Por
último, las estrate'gias para intcractuar suclen basarse en el diálogo, Ia escucha y la
negociación. Tbdos cstos in¡;rcdicntcs son los quc cxplican las diferencias L'n compe-
tcncia social cn los niños dc cstas cdadcs. Por eso, de forma ¡;eneral, los niños de
padrcs dcmocráticos que tienen vínculos seguros suelen ser krs más populares y
mejor valorados por sus compañeros y esta tendencia sc manticnc- a lo largo dcl
desarrollo (Berger y Thompson ,1995).
) Ed¡c¡ones Paraninfo
267
PARTE IV DESARROLLO PSICOLOGICO FN EL NIÑO DE 4 Y 5 ANOS
veces los niños se corrigen entre ellos cuando algún jugador "se sale" de su papel.
Estas pautas permiten coordinar la acción y que el juego sea satisfactorio. Cuando
los niños no respetan estas pautas básicas, a menudo el juego no funciona y terminan
haciendo otra cosa frases típicas de "ya no juego porque no haces lo que había-
mos dicho" o "así no -las
es" son manifestaciones de descoordinación en el juego-. En
función de la flexibilidad y la coordinación en el juego los niños disfrutarán más o
menos de la improvisación y el placer dc saltarse las normas para inventar un guion
crue va más allá de la escenificación de la vida real. En cstos casos es cuando los niños
improvisan, descuadran los papeles de sus acciones y tcrminan inventando situacitt-
ncs nuevas que se apartan dc la realidad. Los niños más creativos e imaginativos
suelen disfrutar mucho de este tipo de juego.
Ya hemos visto que uno de los elcmcntos que estructura el mundo social del niño
son krs cstercotipos de género. A travós del juego de ficcitln se obscrva en muchas
ocasiones la influencia de estos estcreotipos. Aunque la flexibilidad y ia improvisa-
ción en los papcles que los niños represcntan pueden formar parte dcl juego, es muy
poco frecucntc que los niños transgrcdan las conductas asociadas a los estereotipos
dc góncro. Al contrario, a me-nudo se explicita cómo se debe actuar en función del
scxo y se reprende cuando la conducta no se ajusta al estereotipo. Esta falta de'flexi-
bilidád inclüso en niños tan pequeños ponc dc manifiesto hasta qué punto sc consi-
deran pautas importantes que estructuran la interacción social.
Figura 12.5. A través del juego de ficción el niño practica los roles
de género que la familia y la cultura le transmiten.
miedo de los castigos o se sienten culpables cuando se portan mal. El juego permite
explorar estas preocupaciones sin tener que enfrentars'e a la situacióá r"á1. iro,
podemos observar con cierta frecuencia óómo un niño "convence,' a un muñeco"ro, de
que los monstruos no existen. También hay niños que consuelan a sus muñecos
"porque su mamá ha muerto".y juegan a ier madrés adoptivas o realizan juego
sociodramático en el que uno de. los personajes muere. otrbs niños juegan n'."gá-
ñar y castigar a sus muñecos. Asi entienden el punto de vista del adúlto"cuandJse
enfada y aprenden a gestionar los sentimicntós de culpa. Este repertorio lúdico
tiene la misma función que los explicados anteriormentó: el niño adopta un papel
que lc permitc practicar t'mocioncs_y punlos dc vista, atribuye t'mocirlnes y ir""n-
cias a.otros pers-onajes, regula y se da aryumcntos para e.ntender la perspe.íiuu qr"
los adultos suelcn adoptar ante estos fónómenos'-por ejcmplo, q"" i.u hny q.,"
tener miedo de las cosas que no e-xistcn, que cuandó ut-' é"r qucriáo muerc .rigue
viviendo en el cicl<t o que cuando los niñosno obcdecen los adultos suclen castiiar
y los niños sc suelcn scntir mal.
Para tcrminar, como señalamos en cl capítulo 10, el juego de ficción se va haciendcr
cada vez más complejo. Este cambio tienc quc 'u"r cór-r iá descontcxtualización del
juego. Cracias al lcnguaje y a ltrs cstrucfuras cognitivas cada vez más sofisticadas, los
niños van ncct'sit¿ndo men()s apoyos reales para desarrollar t'l esct'nario fictici1l
(Harris y Kavanaugh, 1993). Esto cs Ia descontextu alización,la capaciclad para jugar
a cualquier cosa en cualquicr sitio sin neccsidad de objebs matcriales. t-Ogicu.nenie,
csta c.ap.acidad se apoya en cl lenguajc. A traves del knguaje los niños crean esccna-
rios ficticios completos y no nece.sitan ningún otro recuiso. Este mismo mecanismo
es cl quc' utilizan ltts adultos cuando esciiben ficción. Dcsde cste punto de vista,
podcmos entcnder las novclas como un ejcmplo de ficción compleja^descontextuali-
zada. Los niños se'apoyan e'n el lcnguaje y las estructuras de pcn.samiento para jugar,
pero a la vez mientras juegan practican habilidades cognitivas como la téoría'dé la
mentc, el lenguaje, el. razonamiento y la memoria (riil y Cavanaugh, 2003). Los
adulkls tambión pucden descmpeñai un papel importanic en el cleiarrollo de las
capacidades cognitivas y sociales dcl niño a través dól
¡uego. Cuanclo el adulto intro-
duce un elemento nucvo y más complejo obliga al niñó u
¡úgu. en otro nivel, como si
hubiera subido un escalón. Esta ide'a r" .o..óp,rrrde con eí concepto de andamiaje
que vimos en,el capítulo 7. Por cjemplo, cuando un niño construye una torre cen
cubos está trabajando la planificación, la motricidad y Ia coordinaiion. Si el adultg
inicia un j.uego. dg ficción con esos cubos hacit'ndo, por t'jemplo, como si fueran
cochcs obligaal niño a_jugar en un nivel superior. Este'"andámib,' es un apoyo para
el desarrollo del niño. Igualmente, cuando dos niños tienen un conflicto y uí ad'ulto
les ayuda a solucionarlo a través de Ia negociación está prestando un,,anáamio,, que
favorece la conducta.prosocial. Gracias Ñste andamio ios niños aprenderán u ,r"go-
ciar y cuando sePan hacerlo de forma autónoma ya no recurrirán'al adulto. En aéfi-
nitiva, tanto para los procesos cognitivos como pára los sociales, la intervención del
adulto en el juego puede incidir en el desarrollo áel niño. Los profesores disponen de
un.contexto privilegiado para fomenLar habilidades emociónales, cognitivas, Iin-
güísticas y sociales.
@ Ediciones Paraninfo
269
il
PARTE ftI DESARROLLO PSICOLOGICO EN EL NIÑO DE 4 Y 5 AÑOS
@ Ediciones Paraninfo
271
PARTE IV DESARROLLO PSICOLOGICO EN EL NIÑO DE 4 Y 5 AÑOS
O Ediciones paraninfo
273
PAFITE lv DESARRoLLo pstcoróctco EN rr Nlño DE 4 y s nños
Para terminar, muchos adultos tienen la idea implícita de que los niños son
seres aparte a los que no se puede tratar de forma'"normal".'Por eiemplo, en
muchas familias cuando tienen lugar acontecimientos negativos la reacción más
común es no decírselo a los niños. En circunstancias normales, esta idea provoca
cue los adultos no hablen con los niños acerca de cosas incluso cotidianas. Como
acabamos de menciona4 esta idea no solo es equivocada, sino muy dañina para el
desarrollo. La única cuestión que el adulto debe tener en cuenta es que el niño es
un ser inmaduro. Esto significa quc hay cosas que no puede entender de la misma
manera que un adulto o que es necesario rebajar el nivel de complejidad, pero en
ningún caso quc los niños no puedan entender lo que sc lcs explica. Los niños
necesitan que se les trate como personas, igual que los adultos nos tratamos entrc
nosotros. Es decir, personas con las que se conversa, a las que se lcs cxpresa afecto
y sc las trata con el mismo respeto que a un adulto. La única difcrcncia cn cl trato
tiene que ver con la inmadurez.Está claro quc la inmadurez del niño altera en gran
medida la forma en la quc el adulto debe rclacionarse con é1. No obstante, estc
rasgo propio del desarrollo humano no puede justificar en ningún caso e-l abuso de
poder y el ejercicicl de Ia violencia.
Referencias
Afifi,'1. C)., Mota, N. P., Dasiewicz, P., Mac- Bcrk, L. E. (199tt), Dcsarrolkt dcl trirxt y dcl ado-
Millan, H. L., Sareen, J. et á1. (2012), "l'hy- Icscentc. Madrid: I)rentice Hall, 1999.
sical punishmcnt and mcntal disordcrs:
Choi, J., Bumscok, J., Rohan, M. L., I'olcari,
llesults from a nationally representative
US simplc", Pcdiatrics, 130, 7U-192.
A.M.y l'cichcr, M. (2009), "l'reliminary
cvidcncc for whitc matter tract abnorma-
Amcrican Psychological Association (2011), litics in young adults exposed to paren-
"Sexual orientation and gender iden- tal verbal abuse", Bioktgical Psychiatn¡,
tity". http: / / www.apa.org /helpcentcr/ 65,227-234.
scxual-oricntation.aspx Cutting, A. y Dunn, I. 0999), "'I'hcory of
mind, emotion understanding, language
Ilaumrind, D. (1971), "Current patterns of
and family background: Individual di-
parental authority", Dcoelopmcntal Psy- fferences and inter-relations", Child Dc-
chology Monograph, 4, 7-103.
ztcl op mc n t, 7 0(4), 853-865.
Beck, L., Kumschick, I. R., Eid, M. y Klann- Denham, S. A., Bassett, H. H. y Wyatt, T.
Delius, G. (2012), "Relationship between (2007), "The socialization of emotio-
language competence and emotional nal competence", en J. E. Crusec y P. D.
competence in middle childhood", Ezo- Hastings (eds.), HandbLtok of socialization:
tíon, '12(3),503-514. Theory and research. Nueva York: Cuil-
ford Press, pp. 674-637.
Bergeq, K. y Thomson, R. (1995), Psicología del
desarrollo: Infancia y adolescencia. Madrid: Dunn, J. (2004), Children's ftiendships. The be-
Editorial Médica Panamericana. 1998. ginníngs of intimacy. Oxford: Blackwell.
Hemos llegado al final de cste libro. Espcramos que los lectores potenciales (estudian-
tcs, profes.ionales y padres) disfruten y aprendan'leyendo los diitintos capítulos sgbrc
el de-sarrollo te-mprano del cerebro, la iognición, el lónguaje, las emociones y los
proce_
sos dc socialización. En el caso de los fuiuros maestros dó educación infaniil, loi
zutu-
nls logopedas interesados_en los capítulos rclativos al desarrollo cognitivo-lin¡;üísticg,
los.fufuros psicólogos más interesádos en cl desanollo sociocmoiional, los-'futu1rs
pcdiatras intcresados cn el desarrollo tcmprano, ctc., lo idcal scría que una vcz estu-
diados los tcmas fueran capaces de idenfificar los fcnómenos evoiutivos más rcle-
vantes y,.sobrc todo, que observando a los niños cn las aulas, en los parques
públicos,
e1 la.y salasde espcra de los pcdiatras o psictilo¡;os infantiles, prldi".in,,vcrlos
cn
vivo". Las dos autoras de'estc manual nos planieamos cscribii un te-xto útil, tanto
desde cl punto de vista te(trico, como aplicado. Como decíamos en cl prólggo, i-r"*.r¡i
escrito de forma entusiasta lo clue conside.amos clue cs más relcvante en relación c1¡n
el desarrollo más temprano, dcsde la etapa inhalterina hasta el inicio de la escuel¿-r
obligabria (educaci(rn primaria). Hcmos ido planteando las propucstas teóricas clá-
sic.as y.más actualcs, así como los-proccsos y ientimenos cvoiutivos quc hemos
con-
siderado más, importantcs. Nos diríamos por satisfechas si este conocimiento cluc
hemos volcado cn estas página.s se pudicra transfcrir a las mentes de los lectorei
y
csfudiantes que se acerquen a é1. Peio no solo de una manera puramcnte intelccfuaí,
sino también de un modo que les posibilite mirar a los niñoi en desarrollo dc 9tr9
modo,.con.otros esque-mas -como diría piaget-. euc permita a los macstros y dcmás
profesionales obse-rvar de un modo más infórmaio, cletectar tcmpranamentó proble-
m¿ls o desfases en el desarrollo y remitirlos a otros profesionáles en caso
h" qu"
persistan conductas retrasadas o alteradas en sus pequeños estudiantes. Como
d:.Íl-ol en el prólogo, hoy sabemos quc tanto el desarrollo normal o típico, comcr
el altcrado constituyen trayectorias de desarrollo muy variadas, que se púedc'n
enri-
quecer desde la intervención educativa, desde las aulás, desde las'familias y desde la
socicdad en la que vivimos.
APÉÑnlcr,
AcnvTDADES PRoPUESTAs
I. Actividades generales
Se trataría de organizar la información de otro modo: por
funciones psicológicas; es
deci4 se trata de diferenciar procesos y funciones psicológicos e indicar cuáles son
DESARROLLO TEMPRANO
los principales hitos en el desarrollo de los mismos a lo largo de los años preescolares
(desde el nacimiento hasta los 5 años). El alumno podría elaborar un "dossier" pro-
pio, organizado por funciones o procesos psicológicos de los que se trata en los capí-
fulos 4 a 72, y recopilar cuál es la evolución de cada uno de ellos por edades. Por
ejemplo, si se elige el desarrollo de la comunicación y el lenguaje, se trata de buscar
la información en los capítulos que tratan de algún modo estos importantes procesos
de desarrollo e ir anotando ordenadamente (i. e., evolutivamcnte) los logros alcanza-
dos por los niños, cómo sc cxplican, etc. Con ello y con su propio estilo dc redacción
tendrá uno (o varios) dossicres de elaboración propia sobre el desarrollo de las fun-
ciones psicoltlgicas que decida trabajar o que sean indicadas por cl docente quc
imparta esta asignatura.
Las funciones y proccsos scrían los siguientes:
1. Desarrollo motor.
2. Desarrollo de la pcrccpción.
3. Desarrollo dc la atcnción.
4. Dcsarrollo dc Ia memoria.
5. Dcsarrollo del lenguaje.
6. Desarrollo de la teoría de la mente.
7. Desarrollo socioemocional.
Por crtra parte, sc trataría dc que el estudiante entrcsacara de la información ejem-
plos r¡ cnsos quc aparecen en los capítulos del libro y están relacionados con aplicacio-
ncs a la e.ducación. El obietivo sería que sobrc su base diseñara actividades realizables
en la e-scuela de educación infantil en lcls siguicntes niveles o cursos:
- Primer año
- Clase de niños de 2 años
- Clase de niños de 3 y 4 años
- Clase de niños dc 5 años
@ Ediciones Paraninfo
243