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TECNOLOGICO NACIONAL DE MEXICO

INSTITUTO TECNOLOGICO NACIONAL DE MEXICO

T2-ENSAYO.

Tratamiento térmico y termoquímico de acero

PROCECOS DE FABRICACION

(INC-1023)

ALUMNO:

Paredes Naranjo Rosa Itzel

Titular:

Fernando Loera Rivera

344B

26 De Marzo del 2021


INTRODUCCION
Se conoce como tratamiento térmico al conjunto de materiales de aleaciones de
metales y enfriamiento, bajo condiciones bruscas de temperatura, tiempo de
permanencia, velocidad, presión, alineación de los metales o las aleaciones en
estado sólido o líquido, con el fin de mejorar sus propiedades mecánicas,
especialmente la dureza, la resistencia y la elasticidad. Los materiales a los que se
aplica el tratamiento térmico son, básicamente, el acero, el vidrio y la fundición,
formados por hierro y carbono. También se aplican tratamientos térmicos diversos
a los cerámicos y maderas.
La utilización de tratamientos térmicos permite lograr las más diversas
características del acero y sus aleaciones, así como de otros muchos metales. En
consecuencia dichos tratamientos tienen una importancia primordial en las distintas
fases de fabricación de la industria moderna. En este artículo se pretende dar una
somera información sobre los diferentes tratamientos térmicos, sus procedimientos
y resultados.
Los procedimientos en los tratamientos térmicos son muy numerosos y variados
según el fin que se pretende conseguir. La gran cantidad de tratamientos térmicos,
las distintas aleaciones y sus reacciones y las diferentes exigencias técnicas
requieren soluciones y conocimientos profundos de la materia. El tratamiento
térmico pretende endurecer o ablandar, eliminar las consecuencias de un
mecanizado, modificar la estructura cristalina o modificar total o parcialmente las
características mecánicas del material. Podemos distinguir dos razones principales
para efectuar tratamientos térmicos en los cuales se pretende conseguir un
endurecimiento (temple) o un ablandamiento (recocido).
El temple consiste en calentar el acero a una temperatura determinada por encima
de su punto de transformación para lograr una estructura cristalina determinada
(estructura austenítica), seguido de un enfriamiento rápido con una velocidad
superior a la crítica, que depende de la composición del acero, para lograr una
estructura austenítica, martensítica o bainítica, que proporcionan a los aceros una
dureza elevada. Para conseguir un enfriamiento rápido se introduce el acero en
agua, aceite, sales o bien se efectúa el enfriamiento con aire o gases. La velocidad
de enfriamiento depende de las características de los aceros y de los resultados
que se pretenden obtener. En casos determinados se interrumpe el enfriamiento en
campos de temperatura comprendidos entre 180-500 ºC., alcanzándose de esta
manera un temple con el mínimo de variación en las dimensiones de las piezas, un
mínimo riesgo de deformación y consiguiéndose durezas y resistencias
determinadas, de acuerdo con las estructuras cristalinas en lo que se refiere a
austenita, martensita o bainita. Los procedimientos de temple descritos se refieren
a un temple total del material, otros tratamientos permiten una más amplia variación
de las características añadiendo carbono o nitrógeno a la superficie de las piezas.
MARCO TEORICO
El Tratamiento Térmico involucra varios procesos de calentamiento y enfriamiento
para efectuar cambios estructurales en un material, los cuales modifican sus
propiedades mecánicas. El objetivo de los tratamientos térmicos es proporcionar a
los materiales unas propiedades específicas adecuadas para su conformación o uso
final. No modifican la composición química de los materiales, pero si otros factores
tales como los constituyentes estructurales y la granulometría, y como consecuencia
las propiedades mecánicas. Se pueden realizar Tratamientos Térmicos sobre una
parte ó la totalidad de la pieza en uno ó varios pasos de la secuencia de
manufactura. En algunos casos, el tratamiento se aplica antes del proceso de
formado (recocido para ablandar el metal y ayudar a formarlo más fácilmente
mientras se encuentra caliente). En otros casos, se usa para aliviar los efectos del
endurecimiento por deformación. Finalmente, se puede realizar al final de la
secuencia de manufactura para lograr resistencia y dureza.
Etapas del tratamiento térmico
Un tratamiento térmico consta de tres etapas que se presentan a continuación:
• Calentamiento hasta la temperatura fijada: La elevación de temperatura debe ser
uniforme en la pieza.
• Permanencia a la temperatura fijada: Su fin es la completa transformación del
constituyente estructural de partida. Puede considerarse suficiente una
permanencia de unos 2 minutos por milímetro de espesor.
• Enfriamiento: Este enfriamiento tiene que ser rigurosamente controlado en función
del tipo de tratamiento que se realice.
TIPOS DE TRATAMIENTOS TÉRMICOS
Existen varios tipos de Tratamientos Térmicos, pero en ésta práctica solo se
trabajarán tres de estos: Recocido, Temple y Revenido. A continuación se presentan
las principales características de cada uno de estos tipos de
3.1 Recocido
Es un tratamiento térmico que normalmente consiste en calentar un material
metálico a temperatura elevada durante largo tiempo, con objeto de bajar la
densidad de dislocaciones y, de esta manera, impartir ductilidad.
El Recocido se realiza principalmente para:
• Alterar la estructura del material para obtener las propiedades mecánicas
deseadas, ablandando el metal y mejorando su maquinabilidad.
• Recristalizar los metales trabajados en frío.
• Para aliviar los esfuerzos residuales.
Las operaciones de Recocido se ejecutan algunas veces con el único propósito de
aliviar los esfuerzos residuales en la pieza de trabajo causadas por los procesos de
formado previo. Este tratamiento es conocido como Recocido para Alivio de
Esfuerzos, el cual ayuda a reducir la distorsión y las variaciones dimensiónales que
pueden resultar de otra manera en las partes que fueron sometidas a esfuerzos.
Se debe tener en cuenta que el Recocido no proporciona generalmente las
características más adecuadas para la utilización del acero. Por lo general, al
material se le realiza un tratamiento posterior con el objetivo de obtener las
características óptimas deseadas.
3.2 Temple
El Temple es un tratamiento térmico que tiene por objetivo aumentar la dureza y
resistencia mecánica del material, transformando toda la masa en Austenita con el
calentamiento y después, por medio de un enfriamiento brusco (con aceites, agua
o salmuera), se convierte en Martensita, que es el constituyente duro típico de los
aceros templados.
En el temple, es muy importante la fase de enfriamiento y la velocidad alta del
mismo, además, la temperatura para el calentamiento óptimo debe ser siempre
superior a la crítica para poder obtener de esta forma la Martensita. Existen varios
tipos de Temple, clasificados en función del resultado que se quiera obtener y en
función de la propiedad que presentan casi todos los aceros, llamada Templabilidad
(capacidad a la penetración del temple), que a su vez depende, fundamentalmente,
del diámetro o espesor de la pieza y de la calidad del acero.
3.3 Revenido
El Revenido es un tratamiento complementario del Temple, que generalmente
prosigue a éste. Después del Temple, los aceros suelen quedar demasiados duros
y frágiles para los usos a los cuales están destinados.
Corregir con el proceso de Revenido, que disminuye la dureza y la fragilidad
excesiva, sin perder demasiada tenacidad.

Por ejemplo, se han utilizado estos tratamientos térmicos para la fabricación del
acero de Damasco
Este tratamiento térmico consiste en calentar el acero, (después de haberle
realizado un Temple o un Normalizado) a una temperatura inferior al punto crítico
(o temperatura de recristalización), seguido de un enfriamiento controlado que
puede ser rápido cuando se pretende resultados altos en tenacidad, o lentos,
cuando se pretende reducir al máximo las
tensiones térmicas que pueden generar
deformaciones.
Es muy importante aclarar que con la
realización del proceso de Revenido no se
eliminan los efectos del Temple, solo se
modifican, ya que se consigue disminuir la
dureza y tensiones internas para lograr de
ésta manera aumentar la tenacidad.
Los procesos termoquímicos del acero han estado en constante desarrollo desde
su invención, esto debido a su efecto significativo en la mejora de las propiedades
superficiales de las piezas tratadas. Este tipo de procesos le confiere una mejora en
la dureza de la zona afectada y una mayor resistencia a la corrosión, permitiendo
alargar significativamente la vida útil de componentes de herramentales y piezas
sometidas a la acción abrasiva y/o corrosiva de otros materiales. El presente trabajo
consta de una revisión de la literatura especializada en los avances de las técnicas
de cementación, nitruración, boruración y carbonitruración, con especial énfasis en
materiales de aporte, aplicaciones y las temperaturas más apropiadas para llevarlos
a cabo.
Los tratamientos termoquímicos, aplicados a los aceros, consisten en la difusión de
átomos de pequeño tamaño, como carbono, nitrógeno o boro, desde la superficie
hasta el interior de la pieza, creando una zona enriquecida o capa. Existen dos
tratamientos termoquímicos: a alta temperatura (~900 °C) y a baja temperatura
(~500 °C). Los de alta temperatura, como la cementación, la carbonitruración y la
boruración, precisan o permiten tratamientos térmicos de temple y revenido
posteriores; en cambio, los de baja temperatura, como la nitruración o la nitro
carburación, se realizan sobre la pieza ya terminada y no requieren tratamientos
posteriores de endurecimiento (Puértolas y col., 2010).
Los tratamientos termoquímicos introducen mediante difusión átomos de metales o
no metales para modificar la química y la microestructura de la superficie de la pieza
tratada.
Numerosas aplicaciones industriales requieren una superficie dura y resistente al
desgaste. Actualmente existen métodos de tratamientos termoquímicos que
emplean la difusión térmica para incorporar átomos no metálicos o metálicos en la
superficie del metal para modificar su composición química, su microestructura y
mejorar las propiedades superficiales de las piezas tratadas.
La cementación es un tratamiento termoquímico que consiste en carburar una capa
superficial de una pieza de acero, rodeándola de un producto carburante y
calentándola a una temperatura adecuada mediante difusión, modificando su
composición, impregnando la superficie y sometiéndola a continuación a un
tratamiento.
La carburación es un proceso de cementación en caja que introduce carbono en
una aleación ferrosa sólida. Es un proceso de endurecimiento de superficies
ampliamente utilizado para acero con bajo contenido en carbono.
Como también la austenización es el proceso en el cual se da la partición final del
elemento aleado entre la matriz austenítica, (la cual se transformará a martensita) y
el carbono retenido. Estos carburos no sólo contribuyen a la resistencia al uso del
material, sino que controlan el tamaño del grano austenítico.
Carbonitruración
Del mismo modo que la cianuración, introduce carbono y
nitrógeno en una capa superficial, pero con hidrocarburos
como metano, etano o propano, amoniaco y monóxido de
carbono. En el proceso se requieren temperaturas de 650
a 850 °C, pero se requieren proceso de temple y revenido
posteriores. En este tratamiento termoquímico se
promueve el enriquecimiento superficial simultáneo con carbono y nitrógeno, con el
objetivo de obtener superficies extremadamente duras y un núcleo tenaz, sumado
a otras propiedades mecánicas.
CONCLUSIONES
Se puede concluir que los tratamientos térmicos son una herramienta muy difundida
en la industria, debido a que los procesos modernos exigen que los materiales
tengan ciertas cualidades mecánicas, en especial de dureza y tenacidad. Es ahí
cuando los tratamientos térmicos encuentran su papel.

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