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¿Cuál es la decisión correcta?

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Este es un curso sobre la Justicia, y comienza con una historia supón que eres el conductor de un
tranvía y tu carro va corriendo por los rieles a 60 millas por hora y al final de los rieles ves a cinco
obreros trabajando en los rieles tratas de detener el tranvía pero no puedes los frenos no
funcionan te sientes desesperado porque sabes que si chocas a los 5 obreros ellos morirán
(asumamos que sabes que, si chocas, todos ellos morirán) y te sientes desesperado hasta que te
das cuenta que a la derecha hay un riel alterno y al final de ese riel alterno hay 1 obrero
trabajando en los rieles tu volante funciona así que puedes cambiar la dirección del tranvía si
quieres hacia el riel alterno matando a 1 obrero pero evitando la muerte de 5.

He aquí nuestra primera pregunta:

¿Cuál es la decisión correcta? ¿Qué tú harías?

Vamos a tomar una encuesta:

¿Cuántos de ustedes virarían el tranvía hacia el riel alterno?

¿Cuántos de ustedes no lo harían?

¿Cuántos de ustedes continuarían en el riel principal?

Levanten las manos los que continuarían en el riel principal.

Unos pocos lo harían, la mayoría viraría al riel alterno.

Escuchemos primero las razones por las cuales ustedes piensan que esa es la decisión correcta.

Comencemos con los de la mayoría:

¿quiénes virarían al riel alterno?

¿Por qué lo harían, cuál sería la razón?

¿Alguien se atreve a ser voluntario para dar una razón?

Adelante, párese…

Porque, no puede ser correcto matar a 5 personas cuando puedes matar sólo a 1 en vez.

no sería correcto matar a 5 si pudieras matar 1 en vez, esa es una buena razón.

¿alguien más?

¿todo el mundo está de acuerdo con esa razón?

Adelante.
Bueno, yo estaba pensando que es la misma razón por la cual vemos a las personas que volaron el
avión en septiembre 11, que volaron el avión a un campo de Pennsylvania como héroes porque
escogieron matar a la gente en el avión en vez de matar a más gente en los edificios.

O sea que el principio en este caso es el mismo, que en septiembre 11 es una circunstancia trágica,

pero es mejor matar a 1 para que 5 puedan vivir, esa es la razón que la mayoría de la gente tiene,
la gente que viraría al riel alterno, ¿verdad?

Escuchemos ahora de esos en la minoría. esos que no virarían al riel alterno.

Bueno, yo pienso que esa es la misma mentalidad que justifica el genocidio y el totalitarismo para
poder salvar a un tipo de raza, eliminas a la otra raza.

Así que, ¿qué harías en este caso? Tú para evitar los horrores del genocidio: ¿chocarías a los 5 y los
matarías?

Probablemente sí.

Muy bien, ¿alguien más?

Esa fue una respuesta valiente, gracias.

Ahora consideremos otro caso sobre un tranvía y veremos si ustedes en la mayoría quieren
mantenerse con el principio, de que lo correcto es que 1 muera para que 5 puedan vivir. Esta vez
no eres el conductor del tranvía, eres un espectador parado en un puente con vista sobre los rieles
del tranvía y abajo, en los rieles, viene el tranvía y al final del tranvía hay 5 trabajadores, los frenos
no funcionan, el tranvía está a punto de chocar a los 5 obreros y matarlos y ahora no eres el
conductor, estás desesperado, hasta que notas que al lado tuyo inclinado sobre el borde del
puente hay un hombre muy gordo. Y tú podrías empujarlo y caería del puente a los rieles
bloqueando el camino del tranvía. él moriría, pero los 5 trabajadores se salvarían.

Ahora, ¿quiénes empujarían al hombre gordo del puente? Levanten sus manos.

¿Quiénes no lo harían?

La mayoría de la gente no lo haría.

Esta es la pregunta obvia

¿qué pasó con el principio de que es mejor salvar 5 vidas, aunque eso signifique sacrificar 1 vida?
¿qué pasó con el principio que casi todo el mundo escogió en el primer caso?

Necesito escuchar de alguien que estuvo en la mayoría de ambos casos es

¿cómo explicas la diferencia entre los dos casos?

El segundo caso, creo, implica la elección activa de empujar una persona hacia abajo. Yo creo que
esa persona de otra forma no se hubiera involucrado en la situación de ninguna manera de modo
que escoger en su nombre implica, yo creo es involucrarlo en algo que él, de otra manera, hubiera
evitado y eso, yo creo, es más que lo que ocurre en el primer caso, en el cual los tres bandos
involucrados, el conductor y los dos grupos de trabajadores están inevitablemente involucrados en
la situación.

Bueno, pero el obrero que trabaja en el riel alterno, él no decidió sacrificar su vida más que el
hombre gordo, ¿o sí?

Eso es cierto, pero él estaba en los rieles.

Este hombre estaba en el puente.

Adelante, puedes regresar si quieres.

Bueno, es una pregunta complicada

pero lo hiciste bien, lo hiciste muy bien, es una pregunta difícil.

¿Quién más puede encontrar una forma de reconciliar la reacción de la mayoría en estos dos
casos? ¿Sí?

Bueno, yo creo que, en el primer caso, en el que tienes 1 trabajador en un lado y los 5 en el otro es
una elección entre esos dos grupos, y estás obligado a tomar una cierta decisión y hay gente que
morirá por el tranvía, no necesariamente por tus acciones directas. El tranvía es una cosa fuera de
control y hay que tomar una decisión inmediata, mientras que empujar al hombre gordo es
efectivamente un acto de asesinato de tu parte, uno tiene control sobre esa acción mientras que
uno no tiene control sobre el tranvía.

Así que pienso que son situaciones un poco distintas.

Muy bien, ¿quién tiene una respuesta?

¿Quién tiene una respuesta para eso?

Fue una buena respuesta

¿Quién quiere responder?

¿Esa es una forma para salir de este dilema?

Yo no creo que esa es una muy buena razón porque estás escogiendo en ambas situaciones, tienes
que escoger quién muere por qué, o viras el tranvía y matas a una persona lo cual es un acto de
conscientemente pensar en virar el tranvía, o escoges empujar al hombre gordo sobre el puente,
lo cual también es una acción consciente y activa, así que en ambos casos estás tomando una
decisión.

¿Quieres responder?

Bueno, es que no estoy seguro que ese sea el caso, todavía me parece un poco distinto, el acto de
realmente empujar a alguien hacia los rieles y matarlo, estarías matándolo tú mismo,
empujándolo con tus propias manos y eso es diferente que dirigir algo que causará muerte hacia
otra... sabes, la realidad es que no suena muy correcto cuando estoy aquí.

No, eso es bueno. Y, ¿cómo te llamas?


Andrew.

Andrew, pues déjame hacerte esta pregunta Andrew, supón que estás parado en el puente al lado
del hombre gordo Y que no tienes que empujarlo, supón que está parado sobre una portezuela
que puedes abrir girando un volante o algo parecido.

¿lo girarías?

Por alguna razón eso todavía me parece más incorrecto. O sea, quizás si accidentalmente te
inclinas hacia el volante o algo así, pero, o por ejemplo si el carro está dirigiéndose hacia un botón
que activara la portezuela pues podría estar de acuerdo con eso.

Muy bien, todavía parece incorrecto, de alguna forma que no parece incorrecto en el primer caso,
tú dices Y de otra forma adicionalmente, o sea, en la primera situación estás involucrado
directamente con la situación. En la segunda situación tú también eres un espectador.

Así que tienes la opción de involucrarte o no al empujar al hombre gordo.

Olvidémonos por un momento de este caso, eso es bueno, pero imaginémonos un caso distinto.
Esta vez eres un doctor en una sala de emergencia y te traen a 6 pacientes que estuvieron en un
terrible accidente de tranvía, 5 de ellos tienen heridas moderadas, 1 tiene heridas severas, y tienes
que escoger entre gastar todo el día cuidando a la víctima con heridas severas, pero durante ese
tiempo los otros 5 morirán, o puedes cuidar a los 5 y curarlos, pero durante ese tiempo la persona
con heridas severas morirá.

¿Cuántos de ustedes salvaría a los 5 pacientes, ahora que son el doctor?

¿Cuántos salvaría al paciente de heridas severas?

Muy pocos, muy pocas personas. Por la misma razón, presumo 1 vida versus 5 vidas.

Ahora consideren otro caso de un doctor esta vez eres un cirujano de transplante y tienes 5
pacientes en necesidad desesperada de un transplante de órgano para poder sobrevivir uno
necesita un corazón, uno un pulmón, uno un riñón, uno un hígado, y el quinto un transplante de
páncreas.

No tienes donantes de órganos estás apunto de verlos morir y entonces se te ocurre que en la sala
adyacente hay un hombre saludable que vino al hospital para un chequeo. y él, él se está
tomando una siesta y tú podrías ir silenciosamente quitarle los cinco órganos, esa persona moriría
pero podrías salvar a los otro 5.

¿Cuántos lo harían? ¿Alguien lo haría?

¿Cuántos? Levanten las manos si lo harían.

¿Alguien en el balcón?

¿Tú lo harías? Cuidado de que no te inclines demasiado

¿Cuántos no lo harían?

Muy bien.
¿Qué tú dirías, el que está en el balcón, el que le quitaría los órganos? ¿Por qué?

Yo quisiera explorar una posibilidad alterna, la posibilidad de coger el primer paciente de los 5 que
necesitan órganos que se muera y usar sus 4 órganos saludables para salvar a las otras 4 personas.

Esa es una muy buena idea. Esa es una gran idea, excepto por el hecho de que destruiste el punto
filosófico.

Alejémonos un poco de estas historias y estos argumentos para notar algunas cosas sobre la forma
en que los argumentos se han desarrollado.

Ciertos principios morales han comenzado a emerger de las discusiones que hemos tenido así que
consideremos la forma que esos principios morales adoptan el primer principio moral que salió de
la primera discusión dice que la decisión correcta, la decisión moral depende de las consecuencias
que resultarán de tu acción al final del día, mejor que vivan 5 aunque 1 tenga que morir.

Eso es un ejemplo de razonamiento moral consecuencialista.

El razonamiento moral consecuencialista localiza la moralidad en las consecuencias de un acto. En


el estado del mundo que resultará de las cosas que uno haga. Pero entonces fuimos un poco más
allá, y consideramos esos otros casos y la gente no estaba muy segura sobre el razonamiento
moral consecuencialista. Cuando la gente dudó sobre empujar al hombre gordo del puente o de
quitarle los órganos al paciente inocente, la gente empezó a dar razones basadas en la calidad
intrínseca del acto en sí mismo.

Más allá de las consecuencias, la gente dudó y algunos pensaron que está mal, categóricamente
mal, matar a una persona, una persona inocente, aunque sea para salvar 5 vidas, por lo menos
estas personas pensaron que, en la segunda versión de cada historia que consideramos esto
apunta a una segunda forma categórica de pensar sobre el razonamiento moral.

el razonamiento moral categórico localiza la moralidad en ciertos requisitos morales absolutos, en

ciertos deberes y derechos categóricos, sin tener en cuenta las consecuencias.

En estos próximos días y semanas exploraremos el contraste entre los principios morales
consecuencialistas y categóricos.

El ejemplo más influyente de razonamiento moral consecuencialista es el utilitarismo, una


doctrina inventada por Jeremy Bentham, el filósofo político inglés del siglo 18.

El filósofo más importante del razonamiento moral categórico es el filósofo alemán Emmanuel
Kant, también del siglo 18.

Así que veremos estos dos modos distintos de razonamiento moral. Los evaluaremos y también
consideraremos otros modos de pensamiento.

Si observan el currículo, notarán que leemos un número de libros famosos: Libros de Aristóteles,
John Locke, Emmanuel Kant, John Stuart Mill, entre otros.

También notarán en el currículo que no sólo leemos estos libros, si no también estudiaremos
controversias políticas y legales contemporáneas que invocan preguntas filosóficas.
Debatiremos la igualdad y la desigualdad, discriminación positiva (acción afirmativa), la distinción
entre la libertad de expresión y el discurso del odio, el matrimonio entre personas del mismo sexo,
la conscripción militar, una variedad de preguntas prácticas para no sólo darle vida a estos libros
abstractos si no también dejar claro la importancia en nuestras vidas diarias, incluyendo en
nuestras vidas políticas, de la filosofía. Así que leeremos estos libros y debatiremos estos temas y
veremos como el uno informa e ilumina al otro y vice versa.

Esto puede que les suene atractivo, pero aquí tengo que mencionar una advertencia y la
advertencia es esta: leer estos libros de esta manera, como un ejercicio en el conocimiento de uno
mismo, leerlos de esta forma conlleva ciertos riesgos, riesgos que son personales y políticos,
riesgos que todos los estudiantes de filosofía política han conocido.

Estos riesgos se enraízan en el hecho de que la filosofía nos enseña y nos perturba, al
confrontarnos con lo que ya nosotros conocemos.

La ironía es que, la dificultad de este curso consiste en el hecho de que te enseña lo que ya
conoces.

Funciona tomando lo que conocemos de situaciones familiares que no cuestionamos y haciéndolo


extraño.

Así es que esos ejemplos fusionaron las situaciones hipotéticas con que comenzamos, con su
mezcla de broma y sobriedad, es también la forma en que funcionan estos libros filosóficos. La
filosofía nos aleja de lo familiar, no al proveernos con nueva información, si no al invitarnos y
provocarnos a adoptar una nueva forma de ver, pero, y aquí está el riesgo, ya cuando lo familiar se
ha vuelto extraño, no vuelve a ser lo mismo nunca más.

El conocimiento de uno mismo es como la inocencia perdida, no importa cuán perturbante lo


encuentres, nunca se puede olvidar o desconocer. Lo que hace a esta empresa difícil, pero
también fascinante, es que la filosofía moral y política es una historia y tú no sabes hacia dónde
esa historia te llevará, pero lo que sí debes saber es que esa historia es sobre ti mismo. Esos son
los riesgos personales, y ahora sobre los riesgos políticos.

una forma de introducir un curso como este es prometiéndoles que al leer estos libros y al debatir
estos temas se convertirán en ciudadanos mejores y más responsables.

que examinaremos las presuposiciones de la política pública, que afinaremos nuestro juicio
político y que últimamente nos convertiremos en participantes más efectivos en asuntos públicos,
pero esto sería una promesa parcial y engañosa. La filosofía política en su mayor parte no ha
funcionado de esa manera.

Tienes que admitir la posibilidad de que la filosofía política te convierta en un peor ciudadano en
vez de en un mejor ciudadano o por lo menos que te convertirá en un peor ciudadano antes de
convertirte en un mejor ciudadano y eso es porque la filosofía es una actividad distanciante y
hasta debilitante. Esto se ve hasta en los tiempos de Sócrates. Hay un diálogo, el Gorgias, en el
que uno de los amigos de Sócrates: Callicles, intenta convencerlo de que pare de filosofar.
Callicles le dice a Sócrates que la filosofía es un juguete bonito al cual uno se entrega en
moderación durante algunos momentos de la vida, pero que, si uno la persigue más allá de eso,
uno alcanza la ruina absoluta.

Toma mi consejo, dice Callicles, abandona el argumento, aprende los logros de la vida activa,
adopta modelos que no pierdan el tiempo en estos asuntos mezquinos, aquellos que tienen buena
reputación y profesión entre otras bendiciones.

Así que lo que Callicles verdaderamente le está diciendo a Sócrates es que renuncie a la filosofía,
que sea realista, que vaya a la escuela de negocios y Callicles sí tenía un buen punto, porque la
filosofía nos distancia de las convenciones y de las suposiciones establecidas y de las creencias
establecidas.

esos son los riesgos, personales y políticos y frente a estos riesgos tendemos a tomar una evasión
característica, el nombre de esta evasión es el escepticismo. Es la idea, bueno es algo como la
actitud de que nosotros no resolvimos, al fin y al cabo, los casos o los principios que debatimos al
comienzo de la clase y si Aristóteles y Locke y Kant y Mill no lograron resolver estas preguntas
después de todos estos años ¿quiénes somos nosotros para pensar que aquí en Sanders Theatre,
en un semestre podremos resolverlas?

así que quizás simplemente cada persona tiene sus propios principios, y no hay nada más que
decir al respecto sobre eso, no hay forma de razonar, esa es la evasión. La evasión del
escepticismo.

A esa evasión yo le ofrezco la siguiente respuesta: es cierto que estas preguntas se han debatido
por mucho tiempo, pero el mero hecho de que han vuelto a ocurrir y persisten nos sugiere que,
aunque son imposibles en un sentido, son inevitables en otro y la razón por la cual son inevitables,
la razón por la cual son ineludibles, es que nosotros vivimos algunas respuestas a estas preguntas
todos los días.

Así que el escepticismo, la actitud de levantar las manos y rendirse y no optar por la reflexión
moral, no es una solución. Emmanuel Kant, describió muy bien el problema con el escepticismo
cuando escribió: el escepticismo es un lugar de descanso para el raciocinio humano donde puede
reflexionar sobre sus andanzas dogmáticas, pero no es un lugar de morada para el asentamiento
permanente.

Simplemente aceptar el escepticismo, escribió Kant, no puede bastar para superar la inquietud del
raciocinio.

He intentado sugerir, a través de estas historias y estos argumentos algún sentido de los riesgos y
las tentaciones, de los peligros y las posibilidades. Yo simplemente concluiría diciendo que, el
propósito de este curso es despertar la inquietud del raciocinio y ver hacia dónde lleva.

muchas gracias.

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